Hermana Arcángela “Ángel de Caridad”

CAUSA DE CANONIZACIN Sierva de Dios Arcngela Donativo: 5 euros HERMANA ARCNGELA Carmelita 1 Ma Adela de Jess, h.carm. HERMANA ARCNGELA Carmelita ngel de caridad Edita Hermanas de la Virgen Mara del Monte Carmelo Orihuela 2010 Edita: HH. de la Virgen Mara del Monte Carmelo Curia Generalicia. Pradillo, 63 28002 Madrid D. Legal: MU-2006-2010 Diseo: Pedro Manuel Garca Larrosa. Impresso diseo grfico. Tomillo, 3 30140 Santomera - Murcia Imprime: Industrias Grficas Libecrom, S.A. Murcia Fotos: Contraportada: - Monasterio Benedictino de Sant Joan les Fonts (Girona) - Convento del Carmen de Orihuela (Alicante) - Antiguo Hospital y Parroquia de Santa Ana de Elda (Alicante) INDICE Prlogo 9 Presentacin 13 Introduccin 17 1) Marco histrico general 17 2) La Iglesia en su tiempo 19 3) La comarca de la Garrota 24 4) Su pueblo: Sant Joan les Fonts (Girona) 26 5) Olot (Girona) 27 Captulo I: Infancia y adolescencia 29 1. Familia de la sierva de Dios 30 2. Nacimiento e infancia 30 3. Hurfana 34 Captulo II: Obrera en los talleres de Olot 45 1. Obrera ejemplar 46 2. Vida de piedad y apostlica 49 3. Vocacin de carmelita 53 Captulo III: Religiosa carmelita 57 1. El convento del Carmen de Orihuela 57 2. Ingreso en el Carmen de Orihuela 60 7 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD 3. Postulantado 61 4. Noviciado 63 5. Profesin religiosa 69 Captulo IV: ngel de caridad 75 1. ngel de caridad 77 2. Profesin perpetua. ltimos arios 86 3. Muerte edificante 94 Captulo V: Estela de santidad 101 Epilogo 113 Cronologa esencial de la vida de la Sierva de Dios 117 8 PRLOGO En la Historia de la Congregacin de las Hermanas de la Virgen Mara del Monte Carmelo, fundada el da 6 de marzo de 1891, se encuentra en un lugar destacado la figura de Hna. Arcngela Badosa Cuatrecasas. Sin haber tenido el privilegio de convivir con ella, me ayuda a entrar en su vida y virtudes, el cario que le profeso, lo que he ledo y lo que las Hermanas y personas que la conocieron nos han transmitido. Todo ello me proporciona una gran satisfaccin, a la hora de dar el apoyo a la publicacin de esta biografa con carcter divulgativo. Hna. Arcngela fue una mujer de fe firme, de caridad autntica y de profunda humildad, siendo su existencia una continua bsqueda del Dios vivo, marcada por la autenticidad su creciente unin a Dios y por la fidelidad con la que cumpli Su voluntad. Pas por el mundo haciendo el bien, sin ruidos ni ostentaciones. Dej a su paso estelas de amor, alegra, 9 HERMANA ARCANGELA NGEL DE CARIDAD dedicacin y ternura entre los que la conocieron, especialmente entre los enfermos del Hospital de Elda, los cuales la llamaban: ngel de la Caridad. En su vida religiosa, el amor a las Constituciones fue la forma concreta que ella encontr de seguir a Jess, de ah que se esmerara en llevarlas a la prctica. Para esta sociedad y para la Iglesia, Hna. Arcngela es un anuncio y testimonio de que Jesucristo es el nico que puede llenar las aspira ciones del corazn humano. Su respuesta a la llamada fue desde los valores del evangelio: verdad y coherencia. El libro va recorriendo en sus captulos la historia de una persona consagrada a Dios que tuvo su origen de una forma oculta, pero eficaz; que camin del mismo modo, que pas por situaciones nada fciles y que, con esa misma humildad y entrega que la caracteriz siempre, finaliz su vida. Deseo manifestar mi agradecimiento a todas las personas y entidades que han colaborado en la divulgacin de esta tan esperada biografa. Y, especialmente, a la autora, por su generosa dedicacin y constancia en el desempeo de la responsabilidad que se le confi. Ella pone en nuestras manos la historia de una religiosa carmelita entregada por amor, testimonio de quien supo emplear la vida y darle su ms 10 PRLOGO profundo sentido en Dios, sirvindole en los ms dbiles y necesitados de su poca. Y, finalmente, gracias muy especiales a Dios, por haber dado a nuestra Congregacin el don de Hna. Arcngela que vivi en fidelidad creativa el Carisma del Carmelo, el cual supo encarnar y recrear. Ana Molina Rebordosa, h.carm. Superiora General 11 12 PRESENTACIN Las rdenes religiosas en Espaa durante el siglo XIX tienen que afrontar notables dificultades para poder salvaguardar la propia supervivencia, a causa de gobiernos liberales que intentaban eliminarlas, salvo algunas excep ciones. Slo despus de la restauracin monr quica de Alfonso XII, en 1875, y la constitucin espaola de 1876, que permiti el derecho de asociacin, las rdenes suprimidas recobran vigor y nacen nuevos Institutos religiosos. La Congregacin de Hermanas de la caridad de la Tercera Orden de Nuestra Seora del Carmen, donde ingresa Arcngela, figura de la presente biografa, as como sus dos hermanas gemelas Mercedes y Paula, tuvo su origen en la ciudad de Caudete (Albacete) en 1891, bajo la gua de los Padres Carmelitas y del Obispo de Orihuela Don Juan Maura Gelabert, quien expide el Decreto Cannico de ereccin, establecimiento y fundacin, el 20 de octubre de 1893 e implanta la Curia Generalicia y noviciado en la ciudad de Orihuela, en el antiguo convento de los Carmelitas. 13 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD La Congregacin nacida en el seno de la Orden del Carmen es agregada a sta por decreto del Prior general en 1906. Con la renovacin de las Constituciones a raz del Concilio Vaticano II, lleva el nombre oficial de Hermanas de la Virgen Mara del Monte Carmelo. La nica biografa de Hermana Arcngela Badosa Cuatrecasas que existe, fue escrita por el R. P. Rafael Ma Lpez Mels, O. Carm., a peticin de la Superiora General del Instituto y publicada en 1964. La obra recoge los testimonios de miembros de su familia y de religiosas que convivieron con la sierva de Dios, material de gran valor. Agotada la edicin inicial hace muchos aos, siempre se dese publicar una segunda edicin actualizada ante la demanda de muchas personas, deseosas de conocer a Hna. Arcngela, llamada ngel de caridad. Esta nueva biografa, de carcter divulgativo, quiere responder a esos deseos expresados por tantos devotos y amigos de Hermana Arcngela que la solicitan sin cesar. Se nutre del rico contenido de la anterior y de documentos que se conservan en el Archivo Histrico de las Hermanas Carmelitas en Orihuela. 14 PRESENTACIN Presentamos la vida ejemplar de esta entraable carmelita, cuya infancia y adoles cencia est marcada por acontecimientos dolorosos y sufrimientos, como son la enfermedad y muerte de sus padres, el abandono de la casa solariega en el campo, la emigracin a la gran ciudad por falta de recursos para poder sobrevivir; y una juventud que alterna el cuidado de su ta enferma, con el de obrera en los talleres Vayreda en Olot, llevando vida ejemplar y apostlica dentro y fuera del taller. Para finalmente, como religiosa carmelita, dedicar sus diez ltimos arios al servicio de los enfermos y necesitados en el antiguo Hospital Municipal de Elda (Alicante), donde muri rodeada de gran fama de santidad, fama que persiste y va en aumento hasta nuestros das. Una sencilla y humilde vida abierta a Dios y a las inspiraciones del Espritu Santo, con una respuesta generosa al don de la gracia, bajo el manto blanco de la Virgen del Carmen, para el bien de los ms pobres, enfermos y necesitados. Hermana Arcngela (Carmen en el bautismo), nace el 16 de junio de 1878 en Sant Joan les Fonts (Girona) y fallece en Elda (Alicante), el 27 de noviembre de 1918. Nos limitaremos, en primer lugar, a presentar brevemente una descripcin del contexto histrico ambiental de la sociedad y de 15 HERMANA ARCANGELA NGEL DE CARIDAD la Iglesia en la poca de su existencia, dentro de los siglos XIX y XX, as como de la regin catalana, en donde se desarroll su infancia y gran parte de su juventud. Los datos referentes a Orihuela y Elda, ciudades alicantinas donde desarroll sus diez ltimos arios de vida como religiosa carmelita los encontramos en el Captulo III. Para comprender mejor la vida de Hermana Arcngela nos situaremos en su tiempo. Vamos a anotar algunos datos sobre el marco histrico y eclesial en que se desarrolla su vida. 16 INTRODUCCIN 1. Marco histrico general En Espaa, despus de un periodo republicano, tiene lugar el 29 de diciembre de 1874 la restauracin de la monarqua a favor del acceso al trono del prncipe Alfonso, hijo de Isabel II, que se presenta a los espaoles como un prncipe catlico, espaol, constitucional y deseoso de servirles. En enero de 1875 llega a Espaa y es proclamado Rey Alfonso XII ante las Cortes Espaolas. Su reinado consisti principalmente en restaurar la monarqua y el pas apaciguando todas las luchas internas que los arios del llamado Sexenio Revolucionario dej tras de s, ganndose el calificativo de el Pacificador. Tambin se aprob la nueva Constitucin de 1876. El siglo XIX se despide poniendo en primer plano, y con toda su crudeza, una gran crisis del mundo occidental. Una crisis extensa, muy amplia, que afecta a todos los mbitos de la sociedad: poltica, economa, cultura. Una crisis profunda tambin, que toca a las mismas races 17 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD o fundamentos constitutivos de la sociedad vigente hasta el momento. Es una crisis tan fuerte que ha sido calificada como crisis de civilizacin. Su extensin y profundidad hacen que su resolucin se extienda mucho tiempo, durante todo el siglo XX. Se trata del desafio de la modernidad que, desde el punto de vista cultural, todava es nuestro punto de referencia. El devenir histrico, desde comienzos del siglo XX, adquiere unas caractersticas espec ficas nuevas, que podemos reducir a tres como las ms significativas. En primer lugar, la enorme aceleracin histrica. Se producen cambios a un ritmo rpido y frecuente. El entorno carece ya de la estabilidad, la lentitud y la fijeza de los tiempos pasados. En consecuencia, se exigen y se suceden los retos y las respuestas con carcter inmediato y sin carcter definitivo. En segundo lugar, la mundializacin del proceso histrico que, ya en el siglo XXI, se consolidar como globalizacin. Todo adquiere resonancias y repercusiones ms universales, debido a las interdependencias cada vez mayores. Todo afecta y repercute en todos los hombres. En tercer lugar, no podemos dejar de sealar el enorme avance cientfico que se produce en 18 INTRODUCCIN el siglo XX. Un avance cientfico que nos permite hablar de la revolucin en las ciencias. Este avance cientfico revolucionario, con el sustrato cultural proveniente del siglo pasado, pone en cuestin las ideas y los valores establecidos. Es aqu, princi palmente, donde podemos situar el proceso de secularizacin, como resultado bien visible de la crisis del siglo XX. 2. La Iglesia en su tiempo En lo que respecta a la historia de la Iglesia, el Papa Pio IX, despus de un largo pontificado (1846-1878), es sustituido por Len XIII en 1878 -ao en que nace la sierva de Dios- y que guiar la Barca de Pedro por el umbral del siglo aveniente, el XX. En su pontificado abord todos los aspectos de la poca y todos los problemas que la sociedad contempornea planteaba a la Iglesia, hacindola salir del aislamiento en que se hallaba sumida, fue restableciendo con habilidad y paciencia las relaciones con los gobiernos europeos. En este sentido Len XIII ha llegado a ser conocido como el primer Papa de las encclicas. Muy prolfico en su labor magisterial, hizo conocer al mundo entero la enseanza de la Iglesia, iluminando con la luz del Evangelio los ms diversos problemas que se 19 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD iban presentando en su tiempo. La ms importante de sus encclicas, sin duda, es la conocida con el nombre de Rerum novarum, promulgada el 15 de mayo de 1891, fruto de una de sus grandes preocupaciones, como fue la cuestin social ante la suerte que deparaba al obrero, el avance del capitalismo dentro de la civilizacin moderna, pasando a la historia como el gran defensor de los derechos laborales de los ms desprotegidos. Este Papa gobern a la Iglesia con extraor dinaria sabidura, prudencia y solicitud pastoral. Muere el 20 de julio de 1903, dejando atrs un siglo conflictivo y agitado entre revoluciones y guerras que, a pesar de ello es prdigo en frutos de santidad, muchos de ellos fundadores de Institutos religiosos as como sus miembros, que con sus actividades caritativas dentro de la enseanza, la dedicacin a los pobres y enfermos, son modelos insignes de caridad social, verdaderos portadores de luz en la historia. Entre ellos se cuenta la Congregacin de Hermanas de la Virgen Mara del Monte Carmelo, fundada por la sierva de Dios Madre Elisea Oliver Molina en 1891, a la que perteneci Hna. Arcngela Badosa que, su calidad humana y su figura humilde y sencilla desde su encuentro con Dios en el fiel seguimiento de Jesucristo, suscita en ella el amor al prjimo y la actividad caritativa. 20 INTRODUCCIN La Iglesia tiene ante s la tarea de afrontar el reto de la modernidad. Un reto que adquiere caracteres de desafo radical desde su instalacin sociopoltica en el orden establecido. Entra en el siglo XX, en general, con una actitud defensiva frente a las crticas y ataques del liberalismo y tendr que vivir un fuerte anticlericalismo. En la primera mitad del siglo va consoli dndose un proceso acelerado y cruento de descristianizacin sobre la base de la creciente secularizacin de la sociedad. La Iglesia tiende ahora a una mayor centra lizacin, y ser el Papado el que marque de una manera relevante su devenir histrico, tanto en lo relacionado con la fe, como con su propia estructura y con su posicionamiento institu cional. El siglo XX est marcado por la actuacin de grandes Papas, en las dos vertientes de su accin: hacia el interior de la Iglesia y de la vida cristiana y hacia el exterior por sus acciones en el mundo y en los importantes acontecimientos mundiales. El Papado cuenta mucho en el mundo occidental y pastorea con decisin la Iglesia universal. Cada Papa afrontar estos dos aspectos con caractersticas propias y desde su contexto histrico. 21 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD Elegido Pontfice Po X (1903-1914) debe actuar con firmeza ante el modernismo, apacentando la grey del Seor y velando por la pureza de la doctrina cristiana. Po X, pastor y reformador, tiene una gran importancia en la piedad popular de los cristianos, repercutiendo en la mejora de la educacin cristiana y de la devocin eucarstica. Es calificado como el Papa de la Eucarista. Su gran amor a la Eucarista y la conciencia del valor de la Presencia Real de Jesucristo en el Santsimo Sacramento le llevan a permitir la comunin diaria a todos los fieles, as como el poder recibir los nios la primera comunin en la edad del uso de razn, en torno a los siete arios. Esto significaba un gran giro devocional. La Eucarista no slo es presencia del Seor para ser reverenciado y honrado sino fuente de unin con l. Estas prcticas enseguida se generalizan en la Iglesia. A partir de aqu, la Eucarista, con la comunin frecuente, ser para Hna. Arcngela, ms que una devocin, un sustento constante de su vida, su alimento vital, la fortaleza de su caridad. Como contrapunto, Po X se enfrenta clara mente al movimiento modernista, ahondando la crisis y el enfrentamiento entre progresistas y conservadores dentro de la misma Iglesia. Esta herida permanecer abierta durante arios y ser 22 INTRODUCCIN a la vez indicativa de la dificultad del posiciona miento de la Iglesia ante el mundo moderno. Hay consecuencias distintas y caminos distintos entre la vivencia religiosa y espiritual del pueblo cristiano sencillo, y el cristiano culto que tiene otros planteamientos vitales. Esta diferencia se mantendr a lo largo del tiempo. Su gran celo por difundir el Evangelio de Jesucristo a los que an no lo conocan le lleva a dar un gran impulso a la actividad misionera de la Iglesia. Su fuerte preocupacin por la santidad de todos los miembros de la Iglesia lo indujo a algunas reformas al interior de la misma. San Po X anhela la paz mundial y pone todo su empeo en evitar la primera guerra europea, que l vea venir. Benedicto XV (1914-1922), gran Papa en tiempos de la primera guerra mundial, que procur la paz proponiendo los postulados que ayudasen a una reconciliacin entre las naciones. El final de la guerra invocada incesantemente por el Pontfice y deseado por los pueblos, llega finalmente en el otoo de 1918, ario del falleci miento de Hna. Arcngela. Este Pontfice fortalece a la Iglesia y la hace creble y prestigiosa en el mbito de la poltica interna cional, con sus esfuerzos pacificadores. 23 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD Consolida la reforma interior realizada por su predecesor. La Iglesia, inmersa en esta historia, tiene ante s la tarea de afrontar el reto de la modernidad. Un reto que adquiere caracteres de desafio radical desde su instalacin sociopoltica en el orden establecido. Entra en el siglo XX, en general, con una actitud defensiva frente a las crticas y ataques del liberalismo y tendr que vivir un fuerte anticlericalismo. 3. La comarca de la Garrotxa Es el territorio donde se encuentra el pueblo de Sant Joan les Fonts donde nace la sierva de Dios; tambin la ciudad de Olot donde transcurre su segunda infancia, adolescencia y juventud. Esta comarca es el lugar de procedencia de sus ascendientes paternos y maternos, por ello vamos a tratar de describir sus rasgos ms importantes. Se encuentra ubicada en la zona prepirenaica catalana que limita con las comarcas del Ripolls, Osona, la Selva, el Girons el Pla de lEstany, el Alto Ampurdn y el Vallespir. La comarca tiene una extensin de 735,4 km 2 y una poblacin de 51.786 habitantes. Comprende la alta cuenca del 24 INTRODUCCIN Fluvi, y las cabeceras de la Muga y de las rieras de Amer y de Llmena. El territorio no es homogneo y se pueden considerar, tanto desde el punto de vista fsico como humano 2 subcomarcas: el sector que se extiende al norte del Valle del Fluvi, denominado Alta Garrotxa, y el que ocupa la parte meridional, conocido corrientemente por comarca de Olot. En el sector occidental, la cubeta de Olot Santa Pau, la presencia de materiales volcnicos contribuye a dar acusada personalidad al paisaje. Las formas que ms resaltan en el paisaje son los conos volcnicos, unos 40 entre los que destacan el Croscat y el volcn de Santa Margarida. El ro Fluvi, de rgimen mediterrneo tiene un caudal ms bien escaso (1,07 m 3 /s en Olot). La Garrotxa contrasta con las comarcas vecinas por su elevada humedad. La lluvia anual oscila en torno a los 1.000 mm. Existe un refrn que dice Si no plou a Olot, no plou enlloc (Si no llueve en Olot, no llueve en ningn lugar). La actividad industrial se concentra en la ciudad de Olot y los municipios vecinos de Sant Joan les Fonts y Besal. 25 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD 4. Su pueblo: Sant Joan les Fonts (Girona) El municipio de Sant Joan les Fonts, lugar de nacimiento de la familia Badosa-Cuatrecasas y donde transcurre su primera infancia, es el pueblo natal tambin de su padre y en general de los Badosa, est situado a unos 3 km. de Olot, capital de la Comarca de La Garrotxa; se encuentra constituido adems por los ncleos de La Canya, Begud y San Cosme. La religiosidad y piedad popular en el s. XIX se manifiesta en esta comarca, al igual que en toda Espaa, en las numerosas asociaciones y cofradas a las que se enrolaban la mayora de los cristianos piadosos, que servan para mantener la fe y las costumbres cristianas del pueblo sencillo, y que sin duda tuvieron su influencia en la familia de Hermana Arcngela. Vista general del monasterio benedictino de St. Joan les Fonts 26 INTRODUCCIN Pila Bautismal Sant Joan les Fonts - ro Fluvi En el aspecto econmico la industria ms significativa es la fbrica de papel y la textil -antes y en la actualidad-; la agricultura y algo de ganadera que ayudaba a sobrevivir a las gentes del lugar. 5. Olot (Girona) La ciudad de Olot, se encuentra en la interseccin de tres pequeos valles atravesados por el ro Fuvi a una altitud de 440 m. y dispone de una poblacin de unos 30.000 habitantes. Su posicin central, la actividad industrial y comercial, la vida cultural y las circunstancias histricas, la convierten en la indiscutible capital comarcal y una de las poblaciones ms prsperas de Catalua. As mismo est situada en el punto de mira de una de las zonas volcnicas ms importantes de Europa: el Parque Natural de la Zona Volcnica de la Garrotxa, hecho que ha determinado de forma notable su orografa y hasta sus formas de 27 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD vida. Tiene la ciudad una serie de elementos que han contribuido a configurar la imagen de Olot y le ha dado renombre: los santos de Olot, la escuela olotina de paisajes, los volcanes, la farndula, los terremotos del s. XV, las guerras carlistas del s. XIX, la industria textil y quizs y sobre todo, por su bellsimo entorno. Dentro de su conjunto monumental, sobresale la Iglesia de Sant Esteven por su imponente presencia y por contar de unos elementos de gran valor artstico, como el retablo barroco del Roser, esculturas de Amadeus o el cuadro del Greco, etc. Tambin cabe destacar la elegancia del claustro renacentista del antiguo convento del Carmen, cuya fundacin se realiz el da 13 de julio de 1565. Una vez instalados definitivamente se dedicaron los Padres Carmelitas a la enseanza de la gramtica y de otras artes, comenzando as la benfica influencia en la cultura intelectual y religiosa -moral de los olotinos, de la que se beneficiar Hna. Arcngela en su tiempo. Cuidad de Olot (Girona) 28 CAPTULO I INFANCIA Y ADOLESCENCIA (1878-1890) Hermana Arcngela naci el 16 de junio de 1878 en un pueblo de la provincia de Girona llamado Sant Joan les Fonts, en la Comarca de la Garrotxa, perteneciente a la dicesis de Girona, una de las provincias de Catalua. Con el sacramento del bautismo recibi el nombre de Carmen. Su infancia y adolescencia estn marcadas por acontecimientos dolorosos, de sufrimientos como son la enfermedad, la muerte de sus padres, el abandono de la casa solariega en el campo, la emigracin a la gran ciudad por falta de recursos para poder vivir. Los documentos que poseemos nos ayudarn a conocer el ambiente familiar que la acoge, su iniciacin en la fe y prcticas religiosas de su poca as como su formacin humana y temple espiritual, agraciada de dones del Seor. 29 HERMANA ARCANGELA ANGEL DE CARIDAD 1.- Familia de la sierva de Dios La familia de la sierva de Dios era oriunda de la Comarca de la Garrotxa, provincia y dicesis de Girona. a. Ascendencia paterna: Badosa-Bassol Los Badosa Bassols son labradores en general, oriundos de Santa Pau, S. Cristbal las Fonts y de Olot.: Cuadro n I PEDRO BADOSA FERRER de Santa Pau (1810- 1896) Y GERTRUDIS BASSOLS PEDRO BASSOLS SERRA de Olot Y MARA TORRENTS 1 JAIME BADOSA BASSOLS Y PAULA BASSOLS TORRENTS de St Joan les Fonts de Olot (1813 - 1893) (labrador) PEDRO BADOSA BASSOLS de St Joan les Fonts (labrador) (1850- 1888) padre de Hna. Arcngela 30 CAPITULO L INFANCIA Y ADOLESCENCIA b. Ascendencia materna: Cuatrecasas-Casanova Son originarios de Olot y el trabajo que realizan es artesanal, teniendo noticias del bisa buelo que es cerrajero y el abuelo cuchillero. Cuadro n 2 ANTONIO CUATRECASAS Y SABINA ROURA 1 FRANCISCO CASANOVA BASSOLS de Olot cerrajero (1817- 1875) y JUANA CORONAS DAUDI de Camprodn ESTEBAN CUATRECASAS Y MERCEDES CASANOVA de Olot (Cuchillero) de Olot TERESA CUATRECASAS CASANOVA 31 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD . Padres y hermanos Cuadro n 3 PEDRO BADOSA Y TERESA CUATRECASAS BASSOLS CASANOVA de Olot de Olot (Cuchillero) MERCEDES 1876 - 1963 Religiosa Carmelita y PAULA 1876- 1962 Religiosa Carmelita CARMEN 1878- 1918 Religiosa Carmelita JOSE 1880- 1966 Religioso salesiano IGNACIO 1886 - 1888 Infante 32 FIDEL 1882- 1947 Religioso salesiano JOAQUINA 1884- 1905 Soltera PEDRO 1888- 1954 Soltero CAPTULO 1. INFANCIA Y ADOLESCENCIA Los padres de la sierva de Dios, Pedro, labrador natural de San Joan les Fonts y Teresa de Olot; familia modesta, muy religiosa de profundas tradiciones cristianas y honradsimos, contrajeron matrimonio ante el cura prroco de la iglesia parroquial de Sant Joan les Fonts, obispado y provincia de Girona, el 13 de noviembre de 1875, Estos jvenes esposos, cuyo hogar es bendecido por el Seor con ocho hijos, de entre ellos tres religiosas carmelitas y dos religiosos salesianos. De los tres restantes, Ignacio, muere a la edad de dos arios, Joaquina, soltera, a los veinte y Pedro, que permanecer soltero llevando una vida ejemplar, a los 66 arios. Todos ellos son bautizados con presteza, unos en el da del nacimiento y otros al da siguiente. Esta realidad de tantos hijos consagrados a Dios en el seguimiento de Cristo, nos habla de la gran formacin cristiana recibida y de las costumbres morales y religiosas vividas. Ya es indicador de la religiosidad de los padres el hecho de que llevaran a bautizar a sus hijos el mismo da o al da siguiente de su nacimiento, aunque esto era una costumbre generalizada dentro de su parentela. Nos consta que estos padres transmiten a los hijos desde muy temprana edad, un gran amor a la Santsima Virgen con la prctica diaria del rezo del santo rosario en familia y, antes de 33 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD retirarse a descansar en la noche, el alimento de la lectura de la Sagrada Escritura y del santoral, que todos escuchan con atencin. El grado de cultura del padre lo desco nocemos; s conocemos dos rasgos suyos que lo caracterizan como persona y como padre: cristiano y agricultor. Esta familia numerosa vive de los frutos que da el campo, con humildad y pobreza, colaborando cada uno segn sus fuerzas y con relacin a la edad. Los hijos van creciendo, si bien en una situacin de estrechez econmica, pueden gozarse de un ambiente de fe profunda y slida, que los buenos padres van trasmitiendo a sus hijos, cosa que no dej de dar su fruto en el camino hacia la santidad, dentro de la vida religiosa, que siguieron todos. 2. Nacimiento, bautismo e infancia Hermana Arcngela naci el 16 de junio de 1878 en Sant Joan les Fonts (Girona) y recibe el nombre de Carmen con el bautismo, celebrado en la iglesia monacal que hizo de parroquia en su pueblo natal desde 1117 hasta 1939 que, a causa de la guerra civil, qued muchos arios abandonada y la parroquia pas al nuevo templo, edificado ms prximo a la poblacin. La inscripcin de los nacimientos en el registro civil de San Joan les Fonts, comienza en 1877, es 34 CAPITULO 1. INFANCIA Y ADOLESCENCIA muy irregular segn pudimos comprobar, al menos tratndose de mujeres que no interesaba por cuestin del servicio militar, que era lo que el Estado pretenda por aquella poca. Y en cuanto a la partida de Bautismo, el archivo de la Parroquia fue destruido casi en su totalidad durante la guerra civil espaola (1936-39). Slo se encuentran libros de defunciones de algunos arios. En el II, fol. 33, en la partida de defuncin de la madre, figuran los nombres de todos los hijos, en tercer lugar el de Carmen. No sabemos con exactitud cul fue la casa en donde naci Carmen. Por los datos que disponemos al historiar su nacimiento y su niez. Sabemos que fue creciendo, al igual que sus hermanos, en una humilde casa junto al campo, en un ambiente rural, en un hogar religioso; de rectitud y honradez, de trabajo. De la infancia de Carmen contamos con las referencias que hacen sus hermanos y las notas biogrficas que se guardan en el archivo histrico de las Hermanas Carmelitas en Orihuela (Alicante). Era una nia muy bondadosa, no lloraba aunque su madre la dejara mucho tiempo en la cuna. Su madre senta un amor de predileccin hacia ella, quizs por eso mismo de que era tan quietecita y buena. Era la bondad personificada, -escribe Madre Querubina-, su madre experimentaba un gusto indecible al verla tan buena, le deca mil requiebros, 35 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD la coga en brazos y le deca: eres ms hermosa que el sol de medioda. . . 1 . Carmen te llamas, L qu nombre ms hermoso y adecuado para t... 1 . En este perodo de la infancia de Carmen, tuvo lugar un hecho muy singular, referido por sus familiares. Cuando contaba 6 arios de edad, sucedi algo de carcter extraordinario que la familia no pudo olvidar ni encontrar explicacin. Ocurri en 1884 cuando las hermanitas jugaban junto a una laguna cenagosa que exista en las afueras del poblado. Lo cuenta su hermana Mercedes cuando menos lo esperaban Carmen cae dentro del agua. Sus hermanas Mercedes y Paula -de unos 8 arios-, no tienen fuerzas para sacarla y, a voces llaman para que vengan a socorrerlas. Lo oy el pap, lleg all, se ech en el agua y la encontr en el fondo, sacndola de all creyndola muerta. Pero Dios, sin duda, se la conserv en vida, para que sirviera de ejemplo a todos Cmo explicar este hecho prodigioso Nada sabemos de la experiencia vivida por la nia; la familia crey siempre fue una gracia especial de la Providencia. Al terminar este relato recordamos aquel otro muy parecido ocurrido a San Juan de la Cruz en Fontiveros durante su infancia y referido por uno de los historiadores, que lo oy de los labios del protagonista poco antes de morir; histricamente cierto y de carcter extraordinario, pues fue la Stma. Virgen que, cogindole de la mano, lo salv. 36 CAPTULO 1. INFANCIA Y ADOLESCENCIA El temperamento de Carmen era bondadoso y apacible y, creyndola su buena madre responsable, juiciosa y formal, le confiaba el cuidado de sus hermanos ms pequeos aunque tuviera slo siete arios; y stos muy contentos de tenerla de niera, salan a su encuentro deseosos de irse con ella, ya que los atenda con cario y los complaca en sus deseos. As, despus del desayuno, se despeda de su madre y marchaba al campo con Jos, Fidel y Joaquina, no volviendo a casa hasta medioda, para seguir en la misma tarea parte de la tarde. Era curioso, si estaban en brazos de la mam y la vean venir todo era hacer ademanes para irse con Carmen. En estas salidas al campo encuentra la nia a Dios presente en la naturaleza y suscita en ella una oracin que se hace de alabanza, accin de gracias y de compromiso. Recuerda su hermana Mercedes que en una ocasin las dos salen a la huerta para recoger las hortalizas y fruta para la comida y ve cmo la pequea Carmen se extasa en la contemplacin de la naturaleza y exclama: Qu bueno es el Seor que hace producir tanta fruta y tanta verdura para alimen tamos. ..! Debemos serle agradecidas siendo muy buenas. Todo le serva para elevar su espritu al Seor, alabarlo y vivir en su presencia. 37 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD Lugar de nacimiento de La Sierva de Dios 3. Hurfana El mes de mayo de 1888 trajo a la familia, junto con los cotidianos afanes de trabajo, sustento y educacin, el dolor de la muerte del hijo pequeo, Ignacio, a la edad de dos arios y, dos meses ms tarde, el 24 de julio, es el mismo marido el que fallece, despus de recibir los santos sacramentos; desconocemos la inesperada enfer medad que le lleva a la muerte y que deja a la esposa sola y desamparada en la espera del nacimiento del octavo hijo, con las dos mayores de 12 arios de edad, Carmen de 10, los restantes de 8, 6 y 4. Pedro, el octavo, nacera al mes siguiente. Cuando muere su padre, Carmen redobla el inters por sus hermanitos ya que se da cuenta de 38 CAPITULO 1 INFANCIA Y ADOLESCENCIA la pesada carga que ha de soportar la mam que lucha heroicamente por defenderse de la miseria. Esta situacin familiar tan crtica, se acenta con un nuevo fallecimiento, la de la misma madre a los quince meses de la desaparicin del esposo, que se debera sin duda a los numerosos partos, el trabajo incansable y la falta de una debida alimen tacin por la estrechez de vida y empeo en cuidar de los hijos. Esto ocurra el 15 de agosto de 1889, quedando hurfanos los siete hermanos. Tenemos nuevamente a la sierva de Dios desempeando el papel de madre con el hermanito de un ario escaso. No lejos de Sant Joan les Fonts, a unos dos Km. en direccin a Olot, se encuentra el pueblo de La Canya entre los municipios de Sant Joan les Fonts y de La Vall de Bianya, al pie del volcn y en un pintoresco recodo del ro Fluvi, entre frondosa vegetacin e irregular topografa. En una de sus casas habita un feliz matrimonio llamados Francisco Gelada, de oficio mecnico -oficio que le proporciona buena situacin econmica- y su esposa Joaquina Casanova i Coronas, hermana de la abuela materna de aquellas criaturas, por tanto, ta de los siete hurfanos. El matrimonio, ambos muy virtuosos, no tena hijos y, al ocurrir la orfandad de los sobrinos, ta Joaquina se apresur a recogerlos y llevrselos a su casa, que fue la prolongacin del anterior 39 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD hogar. No obstante la acogida de ta Joaquina y los cuidados que prodiga a los sobrinos, no mitiga el dolor de la pequea Carmen al dejar la casa familiar y la llegada a otra desconocida, con la pena de la desaparicin de los padres y la limitacin que le impone la enfermedad que padece, una especie de incontinencia que vea aparecer su camita completamente mojada. Sufra por este motivo que, adems de humillarla la haca penar por el trastorno que ocasionaba. A este propsito recibe serias rias y humillaciones de parte de su ta al creerla culpable de ello. Carmen aceptaba de modo admirable las correcciones, sin rebelarse ante un hecho superior a su voluntad y responda con la abnegacin y el sacrificio, siempre evitando el disculparse y el disturbio al prjimo. Este problema de salud lo refieren sus bigrafos, aadiendo el dato de que muchas noches dorma en el suelo para no ocasionar molestias a los dems. Desea sobre todo ser consuelo para sus tos y hermanos, mediando siempre entre estos para que la paz reine entre ellos. En la familia no pasaba desapercibida la ternura, cario y consuelo que la pequea Carmen procuraba a cada uno, especialmente hacia sus hermanos, al mismo tiempo va fortale ciendo su espritu en las pruebas, con evidente vigor de abandono a la voluntad de Dios manifestada en los acontecimientos tanto 40 CAPITULO L INFANCIA Y ADOLESCENCIA ordinarios como extraordinarios, sin proferir alguna queja, con una resignacin y conformidad inexplicable, con la serenidad y alegra reflejada siempre en su rostro. En el nuevo hogar los tos rodeaban de atencin y cario a los pequeos y se ocupaban de su educacin, especialmente ta Joaquina que mostr ser una buena pedagoga y una santa mujer la cual procuraba, junto a la formacin cristiana y de piedad iniciada por los padres, atender la escolar, ayudada de Marieta -la domstica-, que se ocupaba no slo de los quehaceres de la casa, sino tambin de colaborar en la educacin de los nios, dndoles lecciones de lectura y escritura destacndose Carmen por su despierta inteligencia, llegando a escribir y redactar con gran soltura y facilidad de expresin. Al mismo tiempo que reciba tan cristiana educacin, segua responsablemente atenta al cuidado de los hermanos. Carmen fue creciendo en ese ambiente de piedad y formacin, que nos lo da a entender cierto entretenimiento al que se entregaban los nios en das sealados, como eran domingos y das de fiesta. Estos das, ellos se dedicaban a hacer altarcitos con imgenes de barro y ta Joaquina y Marieta pasaban revista para ver quin lo haba hecho ms bonito. Casi siempre Carmen se llevaba el premio. 41 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD Favorecida desde sus primeros arios por especiales gracias del Seor, Carmen iba corres pondiendo constantemente a ellas, en el ejercicio de las virtudes cristianas, a la vez que iba creciendo en el sentido de responsabilidad en el cumplimiento del deber asignado. Nos llama la atencin que a tan pequea edad manifestara un temperamento tan juicioso y prudente, por lo que a ella acudan sus hermanas Mercedes y Paula al igual que sus hermanos ms pequeos pidindole su consejo y parecer en cuantas cosas les sucedan, de tal manera que quedaban tranquilos y alegres, y as, entre ellos, volva a reinar la paz. Igualmente sus hermanas mayores acuden a ella en momentos de duda pidindole consejo. Pero la vida familiar reorganizada en la casa de ta Joaquina no dur mucho tiempo, se altera y un nuevo xodo tuvieron que emprender los nios. Ahora se trata del fallecimiento de su esposo, el to Francisco, cuando no llevaban viviendo ni un ario en La Canya. La decisin que toma la viuda en aquella circunstancia, es la de emigrar a Olot, su ciudad natal, donde vivian bastantes familiares, y que esperaba le ayudasen en la bsqueda de los medios necesarios para vivir, al cerrrseles las entradas del trabajo de mecnico del marido. 42 CAPITULO 1. INFANCIA Y ADOLESCENCIA Soosu ROM Vie Torta Sera 1 Mamase Noc idrr C311.1. , . er L.Jorras. p.: 3 , Sant nal VallS 1109pildlel de llobeger o Ver, romeo... a Volwave o ia Mar Mediterrneo Mapa de San Joan Les Fonts y Olot Pedro Badosa i Bassols- Teresa Cuatrecasas i Casanova Padres de la Sierva de Dios Sant Joan les fonts 43 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD Madre Anglica (Paula) Madre 154 de los ngeles (Mercedes) Superiora General de 1922 a 1928 Sus hermanos Fidel, Jos y Pedro 44 CAPTULO II OBRERA EN LOS TALLERES DE IMAGINERA DE OLOT (1890-1908) Presentamos en este captulo los arios de Carmen como trabajadora en los Talleres de Vayreda de la prspera ciudad de Olot. Comprende este periodo los ltimos aos de su adolescencia y juventud, es decir desde los 12 a los 29 arios aproximadamente. No hay constancia de cundo ella pudo recibir por primera vez la Eucarista. Sera hacia la edad de los 12 arios, segn la costumbre de aquellos tiempos. Despus seguramente que la continuara recibiendo posiblemente los domingos y das festivos, segn se lo permi tieran, conocido su amor por la Eucarista. Para reconstruirlo nos basamos en los relatos tomados directamente de sus hermanos, de sus primos, testigos oculares de su vida de obrera en el moldeado y acabado de imgenes 45 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD y de su vida ejemplar y apostlica dentro y fuera del taller. 1. Obrera ejemplar Ta Joaquina, natural de Olot, desde la edad de 20 arios era terciaria carmelita cuya profesin la hizo el 3 de enero de 1864 junto con su hermana Sabina en la Iglesia del convento de los Padres Carmelitas de Olot, recibida por el P. Josef Codinac, O. Carm. De nuevo en su ciudad natal, viuda y con los siete hurfanos a su cargo, entrar en contacto con la comunidad carmelitana y, mujer ejemplar y de gran amor a la Stma. Virgen, presenta a sus tres sobrinas mayores para su formacin y pertenencia en la Tercera Orden del Carmen Seglar. Las chicas Mercedes, Paula y Carmen Badosa, recibieron el hbito carmelitano el 2 de febrero de 1890, registrado en el archivo del Convento de los Padres Carmelitas de Olot. Podemos pues fijar la llegada de la familia a Olot a principios de 1890, cuando Carmen cuenta 12 arios y, junto con su hermano Jos, de diez aos, encuentran un puesto de trabajo en los Talleres Vayreda. Las hermanas mayores -de unos 14 arios de edad-, tambin se emplean en otra fbrica de la misma ciudad. As colaboraban al sustento de cada da, con el pequeo salario 46 CAP 2. OBRERA EN LOS TALLERES DE IMAGINERA DE OLOT recibido, ya que las fbricas de la poca aceptaban a menores, como mano de obra barata. Desde muy pequea Carmen haba sentido el deber y obligacin de trabajar, primero cuidando a sus hermanos pequeos y ayudando a la mam en los quehaceres de la casa; ahora como obrera a los 12 aos, en aquel taller, en el moldeado, retocado y limpieza de las imgenes, en los primeros arios, Santos Cristos de tamao natural, trabajo superior a sus fuerzas y que sacaba admirablemente, dejando pasmados a cuantos lo vean.. , es que ella estaba de cuerpo en el taller, pero su espritu lo tena elevado a Dios. Su comportamiento era ejemplar, modelo de trabajadora, lo sealan sus bigrafos, las cartas de sus hermanos y los comentarios de sus compaeras de taller. Su hermano Fidel la recuerda en sus primeros tiempos de obrera: as: cuando trabajaba en casa Vayreda moldeando Carmen (Hna. Arcngela) era una santa ms entre las imgenes que estaban en el taller. Se distingua por su piedad, por su gran amor a la Stma. Virgen de tal modo amaba el rezo del santo rosario que, en el mismo trabajo, teniendo las manos ocupadas no le era posible pasar las cuentas de la corona y se vala de 47 HERMANA ARCANGELA ANGEL DE CARIDAD piedrecillas en el suelo, que pasaba con el pie de un lado a otro, rezando cada vez el Avemara. En la medida en que iba creciendo en edad y en responsabilidad; su comportamiento segua siendo la admiracin de todos, as como su atractivo y belleza. A las puertas del taller esperaban en grupos que llegara la hora de entrar al trabajo; con frecuencia se repeta la escena de que, al ver venir a Carmen, se levantaban para hacerle paso y decan: viene la santa y ella, ignorando los comentarios, saludaba a todos y comparta afablemente con todos. Su ejemplaridad y virtud es de tal forma conocida que, adems de la admiracin despertaba en ellos un gran respeto, tal era as que delante de Carmen nadie se atreva a blasfemar ni a murmurar. Trabajadores de los Talleres Vayreda 48 CAP 2. OBRERA EN LOS TALLERES DE IMAGINERA DE OLOT 2. Vida de piedad y apostlica La juventud de Carmen transcurre, pues, en Olot, asidua al trabajo y a su visita diaria al Santsimo al salir del taller, repasar los manteles y fl oreros del altar. Tambin cuidaba de que la lmpara junto al sagrario est siempre encendida y para su mantenimiento sala a pedir limosna por las casas de la ciudad para comprar aceite que haba de consumirse. Era una chica rica en dones naturales, bella y trabajadora, normal y extraordinaria al mismo tiempo, que haba orientado su vida al compromiso con el prjimo y a la unin con Dios en el cultivo de su amistad con Jess. En ella la oracin la dispona al apostolado, y el apostolado la preparaba a la oracin. La capacitaba a ello principalmente su amor a la Eucarista y a la Santsima Virgen, su aptitud al recogimiento, al silencio y a la caridad, su prctica de la oracin y piedad, su vida parroquial y apostlica. Esta actividad no le impeda atender al deber familiar, de cuidar de su ta Joaquina bastante enferma cuando todos sus hermanos Fidel, Jos y Pedro, a la edad de 10 a 12 arios, van ingresando en el centro de los religiosos salesianos en Girona, donde despus de la debida formacin, profesan los votos religiosos. Sus hermanas mayores, Mercedes hacia los 20 49 HERMANA ARCANGELA ANGEL DE CARIDAD arios y Paula un ario despus, ingresaban en las Hermanas Carmelitas de Orihuela, Congre gacin fundada en Caudete (Albacete) en 1892; y la pequea Joaquina fue enviada por su ta al colegio de las Religiosas Adoratrices de Girona en calidad de interna, donde morira en 1905 a la edad de 21 arios. Carmen vea marchar a los hermanos y hermanas vocacionados hacia la vida consagrada, a la que ella misma senta la llama del Seor, pero el deber filial de cuidar a su ta se impone, en la confianza de que llegar el da tan anhelado de seguir a Jess, como sus hermanos, dentro de la vida religiosa. En una ocasin su prima Ana Cuatrecasas se confa a ella quejndose despus de haber recibido un desprecio o humillacin; Carmen le hace la siguiente reflexin: No te preocupes. Piensa como yo pienso: o que no merezco otra cosa o que me conviene sufrirlo y as me quedo tan tranquila. Sobre el trabajo y buen comportamiento en el taller, ya hemos escrito que era la admiracin de todos pues nunca ofendi a alguien ni de sus labios sali una palabra de crtica. Su mayor cuidado era no ofender a nadie. Se complaca en contentar al prjimo; y as todas sus compaeras la buscaban y queran salir con ella, atradas por su buen carcter, alegra y 50 CAP 2. OBRERA EN LOS TALLERES DE IMAGINERIA DE OLOT virtud. Su hermano Fidel, religioso salesiano, comentaba que en una visita que hizo en Olot, qued edificado del ambiente que disfrutaba en la ciudad, visitando enfermos, necesitados y abandonados, cuidndose de cofradas, etc., Haba que verla cmo predicaba con el ejemplo iQu atenta era Este atractivo que sentan los que la conocieron y la vean, se deba sin duda a la intensa vida de piedad que llevaba, pues desde muy joven recibi el don de la oracin que se descubre a travs de su habitual recogimiento de vida y su ejercicio de caridad, su amor al prjimo. Carmen tena una buena presencia: su preciosa cara y figura no pasaba desapercibida a los que la vean. Cada da a las puertas del taller donde esperaban los obreros la hora de entrar para el trabajo, al verla llegar la piropeaban, y ella, como ignorando el cumplido, se limitaba a saludar a todos y pasaba de largo. Pero en alguna ocasin, los hombres que no reparan en sus comentarios, a veces brutos y ordinarios, a los que les molestaba tambin su vida tan ejemplar, trataban de vejarla con sus burlas, que sin duda le hacan sufrir, aunque de ella no sali ni un gesto de rechazo o desdn, sino de amor compasivo como dice su hermana Mercedes, que quiso poner remedio a esos 51 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD desagradables momentos, pero Carmen se lo impidi, ya que lo que ms le mortificaba eran las palabras ofensivas a Dios y al prjimo, por ello le responde: No, no les digas nada; pobre citos. . . podran molestarse y ofender al Seor. Las hermanas Badosa asistan asiduamente a la Iglesia del Carmen a las reuniones y actividades pastorales organizadas por los Padres Carmelitas, y personalmente reciban la gua espiritual. No es de extraar pues, que una vez decididas a seguir a Jess en la vida religiosa, eligieran una Congregacin que se nutre del Carisma del Carmelo, que vive la espiritualidad carmelitana, como es la Congregacin de las Hermanas de la Virgen, Mara del Monte Carmelo, cuya fundadora fue la Madre Ma Elisea Oliver Molina, donde ingresaron. A pesar de la exclaustracin de los frailes la devocin a la Madre de Dios del Carmen sigui sin interrupcin hasta la entrada triunfal en Olot de los carmelitas, tomando posesin de la iglesia y residencia el 23 de mayo de 1892, hecho que vivi la piadosa Villa con gran entusiasmo y alegra inefable, del que participara Carmen B adosa . 52 CAP 2 OBRERA EN LOS TALLERES DE IMAGINERA DE OLOT 3. Vocacin carmelita Llegamos al 17 de noviembre de 1907; ta Joaquina, aquella virtuosa ta -abuela que recogi a todos los hermanitos en 1889, al quedar hurfanos de padre y madre, despus de varios arios de enfermedad, entreg su alma al Seor a los 63 arios de edad, tras recibir los santos sacramentos. El funeral fue celebrado al da siguiente, con la asistencia de nueve sacerdotes, y se le dio sepultura en el cementerio de Olot, su ciudad natal. Carmen, hasta este momento, ha cumpli con su deber filial, quedando al lado de la que por 18 arios hizo de madre y de la que recibi la formacin humana y cristiana que la hizo llegar a una madurez y responsabilidad admirables y, sobre todo, la que le inculc el gran amor a la Virgen del Carmen, a cuya Tercera Orden perteneci desde su juventud, haciendo que sus sobrinas ingresaran igualmente. Carmen, cuyo deseo e ilusin fue consa grarse a Dios en el seguimiento de Cristo pobre casto y obediente, como hicieron sus hermanos y hermanas vio llegada la hora de responder a su vocacin, rotas las ataduras que la retenan y que supo sobrellevar con gran espritu, entereza y admiracin de los que la conocan. As pues, libre de todo lo temporal que la rodea, pedir la entrada a la Congregacin de carmelitas 53 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD establecidas ya en Orihuela (Alicante), y fue admitida, junto con otras dos jvenes de Olot. A Olot llegaron las Madres Eufrosina Ma Mart y Ma de los ngeles Badosa el 11 de diciembre de 1907, con el fin de recoger a las tres jvenes y acompaarlas hasta Orihuela. Es inminente, pues, su marcha al convento y ella, llena de alegra y en un arranque de generosidad y de despojo de todo aquello que posee, lo reparte entre sus compaeras y se queda con lo imprescindible para su nueva vida en el estado religioso. Al llegar las dos buenas religiosas, una de ellas, su hermana M 2 de los ngeles (Mercedes en el bautismo), enterada de la accin generosa de Carmen, se lo reproch por haberlo hecho sin pedir permiso y le oblig a ir pidiendo todo aquello que haba dado. Es una humillacin muy dura la que le impuso para probar su virtud, como era costumbre en la vida religiosa de aquellos tiempos. La joven futura Carmelita acept la imposicin y obedeci con alegra, sin pronunciar palabra. Una vez recuperados todos los objetos repartidos, su hermana le obligara de nuevo a darlos, lo que con ms alegra an lo efectu. Dej as Olot y a sus compaeras de taller, que eran ms de 50, y que sin cesar la recordaran, queriendo ocupar la silla en la que 54 CAP 2. OBRERA EN LOS TALLERES DE IMAGINERA DE OLOT Carmen se sentaba porque, decan, era de una santa. No es de extraar que la memoria de Carmen permaneciese despus en Olot, durante muchos arios. Despojada de todo, y olvidando lo que dejaba atrs, sali de Olot en una diligencia de la agencia Martn, al encuentro del Seor en el Carmelo oriolano. Convento del Carmen de Olot Claustro del convento 55 56 CAPTULO III RELIGIOSA CARMELITA (1908-1910) 1. El convento del Carmen de Orihuela Orihuela cuenta con una larga y fecunda tradicin cristiana. Con el correr de los siglos Orihuela mantuvo siempre una profunda religiosidad, que se hizo patente a travs de sus templos y monasterios, sus procesiones y sus hombres y mujeres de reconocida fama de santidad. El urbanismo mantiene su carcter musulmn, con estrechas y enrevesadas calles que configuran las barriadas de El Salvador (actual Catedral), parroquias de las Santas Justa y Rufina, Santiago y Convento del Carmen. En 1564, reinando Felipe II, Orihuela cre su Catedral y sede episcopal, independiente de la de Cartagena. Los decretos de Desamortizacin de Mendizbal (1835-1836), supusieron un duro 57 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD golpe para el clero oriolano, se disolvieron las comunidades religiosas y sus bienes fueron subastados, franciscanos, carmelitas, agustinos, dominicos, capuchinos, monjas franciscanas, y franciscanos de Santa Ana y San Gregorio se vieron afectados. Situado en la plaza de su mismo nombre, el convento del Carmen ha sufrido profundas modificaciones desde que fue erigido en el s. XVII (1658 a 1686). Lo ms destacable al exterior es su portada de la izquierda, realizada entre 1721 y 1727. Es de gran recargamiento ornamental, donde los motivos vegetales adquieren gran profusin, carnosidad y relieve. Dinmicos angelotes enmarcan el escudo carmelita. El entablamento se arquea y rompe, contribuyendo a subrayar esa nota de movilidad y riqueza que caracteriza la portada. El templo es de una sola nave y fue renovado totalmente en el siglo XIX. Conserva el camarn del altar mayor, construido en 1740, que alberga a la Virgen del Carmen, talla de Salzillo. La vida de consagrada la pasar Hna. Arcngela en este convento, escondida en la observancia de la regla carmelitana y las Consti tuciones de la Congregacin de las Hermanas Terciarias Regulares de la Orden de los Hermanos de la B V. Mara del Monte Carmelo, familia religiosa fundada en Caudete (Albacete) en 58 CAPITULO 3. RELIGIOSA CARMELITA 1891, y nacida en el seno de la Orden del Carmen por. Intervencin de los Padres Carmelitas y el Obispo de Orihuela, Dr. Don Juan Maura y Gelabert. El Prelado cedi el antiguo convento del Carmen a la nueva Curia Generalicia y noviciado, mostrando su deseo de tener ubicada la Casa Matriz cerca, en su misma Sede y con ello, su solicitud por las hermanas y el buen desarrollo y vida del joven Instituto, que vea crecer con el aumento de vocaciones. As se hizo el 6 de 1899 con gran contento de todos y desde entonces es la Casa -Madre de la naciente Congregacin carmelitana, en la que ingresaron las hermanas Badosa, Mercedes en Convento del Carmen de Orihuela 59 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD 1898 (con el nombre de Hna. Ma de los ngeles) y Paula en 1900 (como Hna. Anglica). El convento del Carmen ser la Casa Matriz y Noviciado de las Hermanas Carmelitas desde 1900 por deseo expreso del Obispo de la dicesis. 2. Ingreso en el Carmen de Orihuela Carmen Badosa fue madurando la vocacin a la vida religiosa en el tiempo de obrera y mientras cuidaba a ta Joaquina, vocacin nacida espont neamente en el ambiente familiar al igual que la de sus hermanos y hermanas. Con la muerte de la querida ta, por fin puede hacer realidad la invitacin del Seor a vivir en obsequio de Jesucristo (Regla carmelitana, -Prlogo) y sin prdida de tiempo, presurosa, llamar a las puertas del convento del Carmen de Orihuela por medio de una carta dirigida a la Superiora General, acompaada de la fe de Bautismo y Confirmacin, de certificacin de buena vida y costumbres librada por el Prroco y de otra certificacin en que el confesor declara reconocer en su confesada verdadera vocacin religiosa: Como era muy conocida su virtud se le abrieron las puertas de par en par en enero de 1908. 60 CAPTULO 3. RELIGIOSA CARMELITA En efecto, abandon la ciudad de Olot en compaa de su hermana Ma de los ngeles, Madre Eufrosina Mart Pedrs, y las jvenes Eulalia Cuatrecasas, su prima, y Cayetana Fbregas, hermana del prior de los carmelitas de Olot. Llegaron a Alicante el 30 de diciembre de 1907. Al da siguiente marcharon las tres chicas a Orihuela acompaadas de la Madre Elisea, Fundadora y General y Madre Eufrosina para comenzar el tiempo de formacin a la vida religiosa carmelita. 3. Postulantado El tiempo de Postulantado trascurri desde el 1 de enero hasta el 7 de julio de 1908. Carmen llega tmida y asustadiza. . . Pero desde el primer momento se sinti feliz y contenta en su nuevo gnero de vida. La impresin que caus en las madres y hermanas, novicias y postulantes, fue inmejorable. Muy pronto se dieron cuenta de la enorme vala de aquella chica que les enviaba el Seor. Pudieron apreciar que se trataba de un alma muy adentrada en los caminos del Seor y adornada de una serie de virtudes envidiables Las postulantes vestan de seglar con una especie de uniforme de color marrn. Reciban instruccin sobre materias educativas y de urbanidad, as como estudio del catecismo e 61 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD Historia Sagrada y se dedicaban a servicios domsticos, contribuyendo a su mantenimiento y formacin con su trabajo. Es este un tiempo de discernimiento que permite a la joven profundizar en su vocacin, y a los superiores observar las actitudes y aptitudes de la candidata y su sentido de responsabilidad. En el Postulantado Carmen fue andando a paso agigantado por el camino de la perfeccin, llegando el 7 de julio con gran acopio de virtudes, fecha en la cual recibi el santo hbito . Despus de prepararse a la toma del hbito con 10 das de ejercicios espirituales, lleg tan deseada fecha y recibi el hbito carmelita de manos de. D. Genaro Candela, Cannigo de la Sta. Iglesia Catedral de Orihuela, delegado para esta ocasin por D. Juan Maura Gelabert Obispo de la Dicesis, cambiando, como se acostumbraba entonces, el propio nombre por el de Hermana Arcngela, en una conmovedora ceremonia, en la que le van endosando la tnica de estamea color caf, la correa de cuero negro, el rosario que se une a la correa en el lado izquierdo, el escapulario de la misma tela y color que la tnica, unos 4 dedos ms corto que sta, la capa de estamea blanca, la toca y el velo blancos, segn el ritual de la Tercera Orden del Carmen Calzado. 62 CAPTULO 3. RELIGIOSA CARMELITA 4. Noviciado Las novicias ocupaban un departamento completamente independiente del resto de la Casa Matriz, bajo la direccin de la llamada Madre Maestra, que en esta poca ostentaba el cargo Madre Eufrosina Mart Pedrs. Al inicio del noviciado Hna. Arcngela recibi, al igual que sus compaeras, un ejemplar de las Consti tuciones y Regla carmelitana para que frecuen temente las lean y se hagan cargo de lo que se han de obligar en la profesin, cosa que hizo con tanta frecuencia para conocerlas a fondo, que lleg a saberlas de memoria. Hna. Arcngela, fidelsima en la observancia, en el transcurso de su noviciado contina atesorando grandes mritos. Las novicias eran las encargadas de la limpieza de los sitios comunes, como capillas, comedor, jardn, escaleras, etc. segn organizaba la Madre Maestra, as como servir a la mesa en las horas de las comidas; ocupaciones las puramente necesarias para la probacin. Tambin dedicaban un tiempo proporcionado a completar su instruccin cultural y acadmica. Las novicias no podan hablar con las profesas y deberan guardar un riguroso silencio, interrumpido slo en los momentos de las recreaciones en comn despus de la comida y por la tarde de 5 a 6. Los actos religiosos, Santa 63 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD Misa, oracin y rezo del Oficio Parvo como tambin la asistencia al comedor, los tenan en comn con las dems Hermanas profesas; pero la labor, recreacin, las instrucciones que hubieren de hacerse por la Maestra o su ayudante, se tenan por separado. Hna. Arcngela sigui como novicia, toda la jornada tal como las Constituciones y organi zacin de la Maestra impona, adaptndose y vivindola con una ejemplaridad que cautivaba a sus compaeras, al punto que una connovicia Hna. Visitacin Sanmartn, en cierta ocasin le pregunta: Hna. Arcngela, qu hace para ser agradable al Seor A lo que contest: cuando me levanto digo; Seor aqu me tenis, todo cuanto haga hoy todo por Vos, oracin, respiracin, trabajo, pasos, todo cuanto coma, beba, etc., y as, como el Seor lo sabe, no se me pierde nada, todo es para l. Miro al prjimo como imagen suya y as siempre estoy en oracin, es decir, viva la presencia de Dios, caracterstica en la espiri tualidad carmelitana, fruto de una apertura al dilogo y a la familiaridad con Jess, que llevan a la dimensin ms profunda y total de la contemplacin, que coloca a la persona no slo en una relacin amorosa con Dios, sino tambin la conduce a vivir en su presencia y hacer todo en el nombre del Seor. Su espiritualidad era rica en su simplicidad. Durante su noviciado fue un modelo acabado de 64 CAPTULO 3. RELIGIOSA CARMELITA virtud, distinguindose por su humildad y obediencia. Era dicen sus Superioras , un espejo donde podan mirarse todas las novicias. Veamos varios episodios contados por sus connovicias, que pueden parecernos un tanto pueriles, pero teniendo en cuenta la motivacin, entra en el campo del ejercicio de la virtud: Era muy lista [Hna. Arcngela], pero se haca la tonta para ser ms humilde y as dar gusto a Jess. Estaba un da cavando en el jardn para quitar la hierba y se le acerca otra novicia y le dice: Hna. Arcngela, aqu no se cava as, se hace con el mango del escardillo, y ella contest: as y se puso a escardar con el mango, cosa que provoc la risa de la otra a ms no poder; ella le dijo: qu gusto me da de orla rer, pues la alegra es de los santos. . .en esto llega la Maestra de novicias y le dice: esto qu es, Hna. Arcngela Qu est haciendo Est tonta Ella, con la candidez de un ngel le contesto: Ah!, Es que no se hace as; bueno, lo har de la otra manera. . . De ningn modo descubri que la hermana de noviciado le haba dicho lo hiciera de aquella forma. Otro da, las juguetonas novicias le escondieron su vaso de la mesa del comedor y, al darse cuenta la Madre Maestra le dijo que hasta que no apareciese el vaso no podra beber. Como era pleno verano, con un calor intenso, tena mucha sed, al pasar la novicia que serva 65 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD el agua, le alarg el plato y all le verti el agua y con la cuchara tomaba del agua. Al verla la Maestra le reproch que no tena que beber hasta no encontrar su vaso, siempre creyendo que era un descuido de Hna. Arcngela, a lo que sta respondi ensendole la cuchara: estoy comiendo. . .; no delat la broma de su connovicia. La Madre Maestra era de la escuela de las que crean que en el noviciado entraba este tipo de pruebas para conocer la vocacin de las candidatas. Su forma autoritaria encajaba con la mentalidad de aquel tiempo. La trataba con dureza y rigor para quitarle el peligro del orgullo. En otra ocasin, cuenta Hermana Visitacin, que, una vez sonado el toque de riguroso silencio en la noche, se oy un estruendo muy grande. Al da siguiente reunidas las novicias con la Maestra, sta pregunt quin de ellas haba dado ese portazo. Ninguna responda. Y ante el silencio embarazoso se oy decir a Hna. Arcngela: habr sido yo, Madre. Bueno, pues para que aprenda -aadi con tono agrio la Maestra-, ya que la falta ha sido grave, hoy comer de rodillas en el refectorio y pedir perdn a la comunidad, aunque ni eso se merece. Las novicias quedaron muy apenadas porque saban clarsimamente que ella no haba sido y, por lo mismo, aquel castigo no se lo mereca. 66 CAPTULO 3. RELIGIOSA CARMELITA No se defenda cuando la culpaban de cosas que no haba hecho, es ms, tenemos a Hna. Arcngela tomando sobre s las culpas de los otros para ofrecer a su amado Jess pequeos sacrificios, actos de amor, salvando siempre la intencionalidad de las personas con gran respeto, an en las cosas ms simples y banales que pareciesen. Y, finalmente, hacemos resaltar su discrecin ante las faltas y defectos del prjimo, no revelando aquello que delataba a la persona, echando sobre s misma la culpa, como veremos, una vez ms, en el siguiente relato: Era an novicia, cuando en cierta ocasin vio que una Hermana iba con un cubo de agua por la escalera y la iba derramando. Inmediatamente corri por un pao para recogerla con tal de que no le llamaran la atencin a la Hermana, pero antes de llegar con el pao encontr a la Superiora que preguntaba quin haba derramado el agua. A lo que Hna. Arcngela respondi: Habr sido senridora. La superiora saba bien que ella no haba sido. Y como la conoca bien y cmo ocultaba los defectos de las Hermanas, no le dijo nada. Cuando llevaba seis meses de novicia, vivi con alegra y emocin la ceremonia de la primera profesin perpetua celebrada en el Instituto, all mismo, en la Iglesia del Carmen. Entre el grupo de profesantas se encontraban sus 67 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD dos hermanas carnales, Ma de los ngeles y Anglica: era el 1 de enero de 1909. Durante el ario de formacin Hna. Arcngela fue asimilando las hermosas enseanzas de la Maestra y profundizando su relacin con el Seor, el vivir en obsequio de Jesucristo y servirle fielmente con corazn puro y recta conciencia (Prlogo Regla Carmelitana), por el desarrollo de la vida teologal y el conoci miento y vivencia del carisma y espiritualidad carmelitana, unificados por la dimensin contemplativa y una singular devocin a la Santsima Virgen Mara. Para ello se ejercitaba en la asidua recitacin de jaculatorias, rezo del Avemara, como saludo y acto de amor a la Virgen cuando el reloj dejaba sentir las horas que marcan el correr del tiempo y ejercitando la virtud del recogimiento y del silencio. Cumplido el ario de noviciado expres a la Superiora General su opcin de consagrarse al Seor por la profesin religiosa. Hna. Arcngela, segn sus Superioras, haba dado muestras en este tiempo de una profunda obediencia y sumisin al querer divino y haba superado inmejorablemente las pruebas del ario de formacin. Por tanto fue aceptada a la profesin y para ella se preparara con los ejercicios espiri tuales, durante diez das. Notificado el Prelado de ello, ste envi, como era costumbre, un 68 CAPTULO 3. RELIGIOSA CARMELITA delegado para llevar a cabo la exploracin de la libertad de la candidata y permitir la celebracin pblica de la profesin religiosa. 5. Profesin religiosa Tuvo lugar su Profesin Religiosa el 2 de agosto de 1909, con unos veinte das de retraso por coincidir con la semana trgica de Barcelona. El Carmen de Orihuela se viste de fiesta en celebraciones semejantes y las novicias cambiaran el velo blanco por el negro de las profesas; entre ellas est Hna. Arcngela que, con gran provisin de virtudes, en tal da se entreg por completo al servicio de su celestial Esposo que la tena destinada para que fuese el pao de lgrimas de sus queridos enfermos Su profesin es temporal, es decir, que cada ario la renovar hasta que se le concedera el poder hacer la perpetua, o sea, hasta la muerte que emiti ante la Madre Fundadora y Superiora General, la sierva de Dios Elisea Oliver Molina. Una vez emitidos los votos temporales Hna. Arcngela fue destinada a Elda. Nos detendremos en algunos de los pro blemas que afecta a la vida eldense a principios del siglo XX. 69 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD Comenzaremos por las condiciones nega tivas en las que se desarrollaba la escolaridad de los nios y nias. Elda viva un periodo de prosperidad por el desarrollo de su industria manufacturera que llevaba el bienestar econmico a sus familias y, al mismo tiempo, atraa a otras de poblaciones ms o menos cercanas para trabajar en la industria. Estas familias traan muchos nios. Se produce pues, un incremento de la poblacin escolar que no se puede cubrir. D. Jos Navarro, es nombrado cura prroco de Santa Ana. Dedicaba gran parte de su tiempo y esfuerzo a cuidar de los ms necesitados. Intent solucionar el problema de la labor educativa solicitando ayuda a las Hermanas Carmelitas de Orihuela para que se hicieran cargo de un colegio. La primera noticia est reflejada en un testimonio oral transcrito en un documento conservado en el archivo de Casa Madre: La casa de San Joaqun de Elda fue fundada en1901. Se fund en la casa del seor cura D. Jos Navarro. Dio a las Hermanas la parte de arriba para su residencia y en la parte baja estaban los prvulos Las nias mayores tambin estaban arriba. 70 CAPITULO 3. RELIGIOSA CARMELITA La casa queda bajo la advocacin de San Joaqun. El colegio es denominado Nuestra Seora del Carmen y abri sus puertas en septiembre de 1901. Hna. Arcngela fue muy bien recibida por la comunidad del Colegio y no slo esto, sino que caus una gratsima impresin entre las Hermanas. Madre Ma de los ngeles escribi al respecto: Cuando lleg a Elda dijeron las Hermanas Que Hermana ms buena! Se quedaron edificadas de su porte humilde, amable, caritativo, sencillo y obediente. A los ocho das de estar all la Madre Ana Gelabert, Superiora del Colegio, escribi a la Rvda. Madre General y le deca: Madre, de dnde ha sacado a la Hna. que nos ha enviado, que es una santa Se refera a Hna. Arcngela que lleg el 28 de diciembre de 1909. Parece ser que enseguida le encomen daron la responsabilidad de una clase de prvulos; ella se sinti muy a gusto con los pequeos y se fie entregando de lleno a la tarea educativa. Otro de los problemas es el hospitalario: a pesar de la tradicin hospitalaria de Elda, que se remonta a finales del siglo XVI, y que, tras la desamortizacin, el antiguo convento franciscano de Ntra. Sra. de los ngeles, establecido en Elda desde 1562, fue transformado en Hospital Provincial de Distrito, y ms tarde en manicomio provincial. 71 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD A principios del s. XX la ciudad de Elda carece de un hospital propio y es intencin de la corporacin municipal, presidida por D. Jos Joaqun Gonzlez Amat, construir un estableci miento con la suficiente dotacin desde el que se pudiera prestar la adecuada asistencia sanitaria a los eldenses. Tras varias dudas respecto a la eleccin del solar adecuado se coloc la primera piedra el 27 de mayo de 1907 y la entrega provisional de la obra se efectu a finales de octubre del mismo ario. En el mes de enero de 1908 el Hospital Municipal se hallaba en condiciones de cumplir su humanitaria labor a falta de la dotacin y los medios humanos que lo gestionen. En sesin plenaria el Ayunta miento eldense elige una Junta de Seoras de cinco personas, que solicitan a la Superiora General de las Hermanas Carmelitas, que regentaban un colegio en Elda, y con la aprobacin del Obispo de Orihuela, lleg una nueva comunidad de Hermanas Carmelitas para dicho hospital, que se hizo cargo del recin construido Hospital de pobres para atender a los enfermos y necesitados. Cf. Luis Maestre Amat-Emilio Maestre Vera Cien aos de presencia carmelita en Elda.1901-2001.Graficas Daz, S.L. San Vicente/Alicante, p.33. 2 Cf. NAVARRO PASTOR, Alberto, Elda durante el primer tercio deis. XX, .cuyos autores describen la historia y fundacin del Hospital para atender a los pobres de la poblacin. As mismo mencin el fallecimiento de Hna. Arcngela. 72 CAPTULO 3. RELIGIOSA CARMELITA Como en toda fundacin carmelita los inicios son difciles. Segn las crnicas fue preciso superar muchas penurias econmicas y muchas estrecheces de todo tipo. Si en estos momentos las Hermanas aun salan a la calle a solicitar limosna tanto econmica como en especie, tambin la Alcalda se haca eco de la situacin atendiendo a las peticiones de la Junta de Seoras que le transmitan sus preocupaciones. Los esfuerzos de la Junta como los del Ayuntamiento y de las propias Hermanas, resultaban escasos para cubrir las necesidades de la Institucin. Pues bien, parece ser que las dos comuni dades se ayudaban mutuamente cuando las unas tenan necesidad de las otras. Y as ocurre que a veces, la del Hospital peda una Hermana del Colegio para determinados servicios, que en ocasiones ellas no llegaban a cubrir. Y ocurri que la Superiora envi a Hna. Arcngela al hospital a la que encargaron de velar a un enfermo. sta no se senta vocacionada hacia los enfermos, y an costndole tanto la obediencia acudi contenta y resignada, como refiere su hermana, Madre Ma de los ngeles. Hna. Arcngela seguira su primer ao de profesa en el Colegio, educando cristianamente a los nios, tarea que todos vean cmo le gustaba y entusiasmaba. Pero de nuevo llegara para ella una dura prueba: en el Hospital cae 73 HERMANA ARCANGELA ANGEL DE CARIDAD enferma Hna. Carmen Canadell y es designada providencialmente para sustituirla Hna. Arcn gela. Ella piensa que sern das.. ., pero la enfermedad se prolonga y debe aceptar el traslado de comunidad. Este cambio le result muy doloroso, ya que se hallaba muy contenta en la actividad educativa, por la que senta especial predileccin. El cambio fue muy fuerte para ella pues los enfermos no le gustaban, senta cierta repugnancia. En cuanto poda, se escapaba al colegio, que era lo suyo. Pero un da lleg la Superiora General al Hospital y, dirigindose a Hna. Arcngela le dijo que se quedaba destinada a esta comunidad, en la que prestaba servicio de forma provisional hasta ahora. Nuestra buena Hermana Call, se resign y abraz la cruz para ella tan pesada: eran los primeros meses del ao 1910 y en dicha comunidad pasara el resto de sus arios. Galanes 1 Denla ( c : centaine Benisil e (astil La Area Morair Mancha v ikn i , , A i ce T. Cocentaina rea Cabe Altea Vii i as Aieei , Are. Altea Arta I , SaX can i: B e ni do rm I Petr Ari er Aro . Villajoyosa M novare .7E1 Campano oralet Mutxamel Z .Dante , Iota Blanca Vialopo /Alia Elche Elche Ar ta j- tanta 500 1 1 1 I I Guadamar Torrevieja Arta Torrevieja Murcia - Costa Calda 74 peer Elda Orihuela CAPTULO IV NGEL DE CARIDAD (1910-1918) En este captulo nos aproximaremos al perodo ms fecundo de nuestra carmelita que recoge su actividad apostlica desde su llegada al llamado Hospital de pobres de Elda, hasta la hora de su fallecimiento; sus ltimos ocho arios de vida. La Superiora era la Madre Teresa Barin Amors que siempre fue severa con Hna. Arcngela, humillndola en diversas ocasiones, como era costumbre en aquella poca con relacin a las Hermanas que se destacaban en el ejercicio de la virtud, a fin de ayudarles a mantenerse en humildad. Madre Teresa pas a la historia de la Congregacin como una gran mujer que siempre apoy a la Madre Fundadora en las dificultades que afront en ciertos periodos de la historia del Instituto. El Hospital y toda la ciudad de Elda fueron teatro de su vida heroica y santa, al decir de sus 75 HERMANA ARCANGELA ANGEL DE CARIDAD gentes, desde el momento en que se dio al cuidado de los enfermos, en su forma de entender la caridad como entrega sin lmites al servicio de los ms necesitados, sin miedo en hacerse como uno de ellos, en los que vea al mismo Cristo. Hospital Municipal de Elda Su habitacin en el hospital de Elda 76 CAPTULO 4 NGEL DE CARIDAD 1. ngel de caridad Nos hallamos en los comienzos de ao 1910 y Hna. Arcngela en su nueva comunidad del Hospital de Elda. En esta comunidad la distribucin del da era la siguiente: levantarse, ofrecimiento de obras y aseo personal a las 5 de la maana. A las 5.30 oracin mental y rezo de las llamadas horas menores. Santa Misa a las 6.30 y a continuacin el desayuno. A las 8.00 trabajo y a las 9.30, sin suspender el trabajo, podrn en voz baja hablar media hora. Antes de medioda, en la capilla para el examen de conciencia por espacio de al menos diez minutos y a continuacin segua la comida. Despus de sta, la visita al Santsimo Sacramento y recreo. A las 13.00 silencio. A las 14.00. Oficio Parvo y santo rosario. A las 14.30 estudio o trabajo. A las 18.30 la cena y recreacin hasta las 20.30, que le segua el examen de conciencia. Desde las 21.00 silencio riguroso y descanso. En el primer piso del Hospital, estaba la parte reservada a la comunidad religiosa, teniendo a la entrada la Capilla al lado izquierdo y seguan las celdas o habitaciones de las Hermanas; la de Hna. Arcngela estaba pared por pared con la Capilla y tena una pequea ventana de madera que al abrirla poda ver la sala de los enfermos; la otra ventana daba al jardn de entrada al Hospital. 77 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD Se inici en la tarea sanitaria alternando con Hna. Elena Martnez, una semana con los enfermos y otra ocupndose de la parte de la comunidad. Al tocarle por vez primera atender los enfermos, Hna. Elena le alarg el delantal y las mangas blancas de la enfermera y Hna. Arcngela le rog que siguiera ella: tanto le costaba el nuevo serviciol. Pero ante la negativa de la otra, no tuvo ms remedio que aceptar. Pas la semana y al llegar el nuevo cambio, Hna. Arcngela dijo a H. Elena se fuese tranquila al otro trabajo, que ella, de acuerdo con la Superiora, se quedara en la enfermera como encargada de los enfermos. Hna. Arcngela vivi de tal forma la obediencia y se abraz tan de lleno a la voluntad de Dios manifestada por los Superiores, que aquella repugnancia natural que senta hacia los enfermos la convertir en un herosmo continuado y, ante los dems, aparecer como que siente debilidad o inclinacin hacia ellos. Y all es donde este ngel de caridad extendi sus virginales alas. Cumpli su cargo tan admira blemente que se vean palpablemente sus progresos heroicos en la virtud de la caridad. Se entreg de lleno a la atencin y cuidado, no slo de las necesidades corporales de los enfermos, sino tambin a las espirituales, que hasta los ms incrdulos y viciosos la veneraban, encontrando en sus cuidados el tierno amor de una madre. 78 CAPITULO 4. NGEL DE CARIDAD De noche se acostaba muy tarde, se quedaba en su habitacin remendando la ropa de los pobres enfermos y cuando el sueo la venca se quedaba durmiendo, aunque no por mucho tiempo, pues sala, sin hacer ruido, para ver cmo estaban aquellos ms graves, a otros para arroparlos, . ..y, para hacer una visita a Jess Sacramentado: lo haca varias veces durante la noche. Otras veces se pasaba parte de la noche sentada en la escalera para no hacer ruido, y atender a los que la necesitaban. Su actividad era intensa pues aprovechaba hasta el tiempo de la recreacin en comunidad para hacer escapu larios que despus reparta entre los enfermos. Hna. Arcngela era muy miedosa, especial mente ante los muertos, dice su hermana Madre Ma de los ngeles y lo confirma su compaera Hna. Elena Martnez. Para vencerse se ofreca para, una vez fallecido el enfermo, amortajarlo y velarlo durante la noche. La Virgen Mara, modelo inspirador del Carmelo y de su vida consagrada, significaba para ella acercarse a Cristo y conformarse con su vida. Por ello su deseo de identificacin con Mara Y qu mejor que tratar de hacer las cosas como hara Ella Cuando tena ante s a una enferma; se deca, si fuese la Virgen, qu bien la cuidara, pues as tengo que hacer yo. Vea en los enfermos a Jess y en las enfermas a Mara. 79 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD Su devocin a Mara es una de las facetas ms delicada de su espiritualidad, como no poda ser de otra manera al profesar en un Instituto que se nutre de los frutos sabrosos del carisma -espiritualidad de la Orden del Carmen. Por las tardes rezaba con los enfermos y los familiares que hubieran, el Santo Rosario y les enseriaba algunas jaculatorias para que durante el da las repitieran, y tambin les relataba historias relacionadas con la Santsima Virgen. Antes de la hora del descanso nocturno de los enfermos, a cada uno le haca la serial de la cruz, rezaban tres Avemaras y le daba a besar el santo escapulario del Carmen. Cuando llegaba un enfermo nuevo le impona el escapulario del Carmen, para que la Virgen lo protegiera. Tambin aprovechaba las relaciones familiares para difundir su culto y devocin como escribe su primo Juan Cuatrecasas: nunca dej de escribirnos sin que en las cartas dejara de poner estampitas y muchos escapularios. Su celo era infatigable. La Superiora tena algunas veces que amonestarla para que procu rase comer lo necesario y tomar descanso. No son grandes obras que Hna. Arcngela realizaba, sino el amor heroico que manifestaba en la vida ordinaria y sencilla. Su amor al prjimo creca cuanto ms aumentaba aqul hacia Dios; cuanto ms aumenta el amor por Dios, tanto ms crece 80 CAPITULO 4 NGEL DE CARIDAD aquel por el prjimo, porque nica es la razn, idntica es la causa del amor que es Dios (S. Juan de la Cruz) 3 . As podemos com prender el trato carioso que prodigaba a los enfermos. Se distingua por su caridad: gran amor a Dios y al prjimo, comentario unnime de los que la conocieron. Hna. Arcngela era enemiga de desperdiciar el tiempo. Numerosos testimonios hacen refe rencia al ejemplo de vida en el trabajo, ocupada siempre, as como a su intensa vida interior, que no descuidaba. En una ocasin una Superiora que pas por el Hospital le pregunt cmo poda hacer oracin estando tan atareada y ella le respondi: Con los enfermos siempre estoy en oracin porque veo a Dios en ellos y siempre estoy en su presencia. Esta vivencia de la presencia de Dios es fruto de la oracin continua que no se limita a los momentos que las Constituciones y comunidad le marcan, sino que aprovechaba cada circunstancia para acercarse al Sagrario y pasar sus momentos con el Esposo. Es en la Celebracin de la Eucarista y en la adoracin donde Hna. Arcngela encuentra la fuerza para el seguimiento radical de Cristo obediente, pobre y casto, el alimento que la fortaleca Subida del Monte Carmelo., L. III, Cap. 23,1. 81 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD continua -mente, el descanso de su cuerpo fatigado y el consuelo en sus sufrimientos. Algunos ejemplos nos lo confirman: un da le pregunt una Hermana cmo se las arreglaba para tener tanta paciencia con enfermos tan impertinentes y tratarlos con tanta delicadeza. Hna. Arcngela contest: Oh, cuando no puedo ms, me voy cinco minutos delante del Sagrario y salgo tan confortada que ya no siento nada!; El Sagrario era su reconforto. En sus cansancios y penas, acude a Aquel que puede aliviar, as Hna. Elena muchas veces la encontr junto al Sagrario llorando. En el ejercicio de la virtud de la paciencia para probarla la llamaban muchas veces sin tener necesidad; aunque estuviera muy cansada, no lo tomaba a mal, al contrario, sonrea lo mismo la primera vez que la cuarta. No se impacientaba nunca. Su atencin a cada enfermo, a los necesitados era extrema; trataba de evitarles padecimientos y se desviva para que nada les faltase; prefera que le faltase a ella. Cuando en la portera le daban fruta u otros alimentos, gozosa se las llevaba a los enfermos y ellos al verla decan: ya viene el ngel. Y, muchas veces, hasta su propia comida se la daba a los enfermos. Cf. BENEDICTO XVI, Exh. Apost. Sacramentum Caritatis, 81. 82 CAPITULO 4 NGEL DE CARIDAD En ocasiones que la Madre Superiora daba algn regalo a las Hermanas, Hna. Arcngela le rogaba se lo cambiase por jabn, para las necesidades de los enfermos. Dentro de la comunidad era igualmente generosa y abnegada, dejando su propio lecho a Hermanas que llegaban numerosas y, al faltar camas Hna. Arcngela, sin hacerse notar, dorma en el suelo. Madre Salud Cayuelas relata el siguiente hecho: De varias casas fuimos a Orihuela a hacer los Ejercicios Espirituales. Poco antes haba muerto Hna. Soledad de una enfermedad contagiosa. Aunque haban desinfectado todo nos daba cierto reparo acostarnos en la cama. Por casualidad all me colocaron a m. Al enterarse del caso Hna. Arcngela corri a buscarme y con la mayor naturalidad me cedi la cama y ella se cambi a sta. Y as lo hice muy contenta. Las Hermanas lavaban las ropas en una acequia que pasaba dentro de la finca vecina al Hospital por no tener agua para ello en el centro, al igual que la familia propietaria de la misma. Esta familia fue testigo de la vida de abnegacin y de sacrificio de Hna. Arcngela y relataba un hecho entraable: El Hospital era muy pobre y aunque el Ayuntamiento ayudaba, no era suficiente para mantenerlo: las mismas Hermanas salan a pedir. Las Hermanas vivan con mucha escasez y pobreza y mi abuela les 83 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD ayudaba. (. . .) Las Hermanas lavaban las sbanas y las ropas de ellas y de los enfermos. Mi abuela y mi madre me decan que la Hna. Arcngela era muy aprensiva y para sacrificarse escoga para lavar la ropa ms sucia: las vendas. Ella lavaba las vendas y paos que haban estado en las heridas de los enfermos y lo haca restregando con los puos. Doy fe de que lo que digo es cierto pues as me lo han contado quines la vieron y lavaron junto a ella: mi abuela y mi madre. S por ellas, que Hna. Arcngela, peda una pila para lavar las vendas pues no quera sacarlas del hospital ya que esas piezas estaban muy sucias. Mi padre, que se dedicaba al transporte de paquetes y bultos, en uno de sus viajes a Alicante (que entonces lo haca en carro), le trajo una pila de lavar; se la compr de madera forrada de zinc para que restregara la ropa en la tabla ondulada y no tanto con los puos, as le aliviaba el trabajo. De esta forma entr la pila en el Hospital para que Hna. Arcngela lavara la ropa ms sucia de los enfermos sin sacarla afuera. Ella llamaba a mi padre Vicentico y le agradeci con un abrazo el obsequio de la pila de lavar . Como el Hospital era muy pobre y la ayuda del Ayuntamiento no bastaba para cubrir las necesidades; haba familias que se compro metan con cuotas mensualmente, segn sus posibilidades y las Hermanas salan a recogerlas. Hna. Arcngela tambin tena que salir cuando 84 CAPTULO 4. NGEL DE CARIDAD la mandaban: siempre iban de dos en dos. Su belleza y porte no pasaba desapercibido -ya vimos que en Olot llamaba la atencin en este sentido-, pues as ocurra en sus salidas en Elda, belleza que el hbito religioso no llegaba a ocultar. Un da iba con Hna. Elena y comen taba sta: Hna. Arcngela era muy guapa. Pareca una virgen. Todos los meses salamos a cobrar las suscripciones por las calles. Muchos zapateros que se encontraban en las puertas de sus casas trabajando, al vernos pasar le decan muchos piropos y frases halagadoras. Yo le deca: escuche, escuche qu cosas dicen de usted. -De m Es a usted que lo dicen, me responda. Y cortaba la conversacin. Las relaciones con su familia las mantuvo por correspondencia y alguna vez tambin les visit. Tenemos noticia de ello por una carta de su primo Juan Cuatrecasas, en la que, adems de recordar la partida de Olot para Orihuela, tambin menciona en la misma, las dos visitas que le hizo en su casa de Barcelona y otra vez los visit en la nueva casa de Matar; y, que su esposa y sus hijas recuerdan su trato siempre afable, risueo y muy majestuoso. Nunca dej de escribirnos sin que en las cartas dejara de poner estampitas y muchos escapularios. Con fecha del 4 de septiembre de 1913, cuando aun Hna. Arcngela era profesa de votos temporales, la Superiora General la nombra 85 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD Hermana Arcngela conse-j era local, para que junta -mente con la Supe riora atienda a la buena marcha y prosperidad de dicha casa y familia religiosa, por el tiempo de tres aos. Dicho nombramiento fue renovado para el perodo de 1916-1919, que no lo llevar a trmino, al morir en 1918. 2. Profesin perpetua. ltimos arios de su vida Despus de seis arios de votos temporales, renovados cada ario, el grupo de Hermanas que haban de emitir los votos perpetuos se reunieron en Caudete (Albacete) para la preparacin mediante los ejercicios espirituales de 10 das, all mismo, en la iglesia del Asilo, regentado por las Hermanas Carmelitas, el da 12 de agosto de 1915, Hna. Arcngela, pronunci la frmula de la profesin que le una a su Celestial Esposo hasta la muerte, ante la Madre Fundadora y General de la Congregacin. Si hasta entonces trataba de vivir fielmente y entregada al Seor, con fuerzas 86 CAPITULO 4 NGEL DE CARIDAD renovadas cada da, procur servir a Dios. Con el ejercicio de sus heroicas virtudes iba atesorando gran caudal de mritos que ella por su extremada sencillez y humildad, no se daba cuenta. La prctica de la humildad y de la caridad, reforzadas por la oracin continua, el sacrificio y abnegacin, lleva sin duda a la contemplacin que es con frecuencia el tesoro de personas sencillas y escondidas en el silencio de la propia vida ordinaria, pero que viven para el Seor y luchan sin llamar la atencin, por un mundo ms humano y fraterno. Hna. Arcngela no se da cuenta de ello porque lo vive con toda sencillez, pero que no pasa desapercibido para los que la rodean. Sobre todo fue muy probada en la virtud de la humildad por su Superiora que la mortific muchsimo segn Hna. Elena; sta la importunaba muchas veces para conseguir algn comentario, pero de Hna. Arcngela jams sali una palabra de crtica hacia su Superiora. Los enfermos del Hospital de Elda la tenan por santa; le llamaban la santa hermana. Ellos le pedan todos los das que le echase la bendicin para pasar la noche. Hna. Arcngela coga una botellita de agua bendita y los bendeca antes de retirarse. Parece que a la Madre Superiora del Hospital por aquel entonces, no le agradaba la fama de santidad de que gozaba nuestra Carmelita. 87 HERMANA ARCANGELA NGEL DE CARIDAD Dicen que le hizo sufrir mucho. La llamaba la santa rara y la santa tonta. As la mortificaba. Haba das que la llamaba muchas veces no importaba la hora y cuando se presentaba le deca: yo te he llamado, santa tonta Lo haca para burlarse de ella. Por eso dicen muchas hermanas que esa Superiora la hizo santa, por lo mucho que la hizo sufrir. En ocasiones la madre Superiora retiraba a la cocinera del Hospital y, cuando llegaba la hora de la cena no haba nada preparado. Hna. Arcngela buscaba lo que poda para dar de comer a los enfermos y ancianos. Entonces se presentaba la Superiora y la reprenda. Su misma hermana Ma de los ngeles dice: Cuentan que algunas veces se iban las Hermanas con la Madre a dar un paseo por el campo y se le olvidaba dejar dispuesto lo que haba de dar a los enfermos de cena. Llegada la hora se encontraba que no saba qu darle a los enfermos. Y esto le haca sufrir mucho, pero nunca se le oa la menor palabra de crtica. Cierto da hubo de ausentarse la cocinera del Hospital y qued ella [Hna. Arcngela] encargada de hacer la comida. Coci cardos y alubias y result un potaje muy amargo. Al probarlo la Madre Superiora le dijo:Ahora se las come Vd. todas. S, Madre, contest con gran humildad; y poco a poco se las fue comiendo. Tuvo racin para tres das. 88 CAPITULO 4 NGEL DE CARIDAD Hna. Arcngela estaba encargada de hacer el pan y siempre haca un pan muy sabroso y rico. Pero un da el Seor permiti que le saliese mal. Se le quem y le faltaba sal. Madre Superiora la castig a comer en el refectorio con dos sacos de harina, uno a cada lado. Cierto da marcharon dos Hermanas a Caudete. Hna. Arcngela ignoraba el viaje y al notar la ausencia pregunt: Madre, dnde estn las Hermanas La respuesta fue spera: Eso es algo que a ti no te interesa. Un instante de sorpresa ante la dura contestacin la reaccin no se hizo esperar, Hna. Arcngela se arrodill ante la Superiora y dijo humildemente:Madre, perdone mi curiosidad. He faltado. As corres ponda a un tratamiento injusto. Por la Virgen del Carmen fue un Padre carmelita calzado a predicar la novena a la iglesia del colegio y la Madre Superiora del Hospital dijo que se turnaran todos los das para or el sermn del Padre. Hna. Arcngela se prepar con mucha ilusin para asistir. Ya Madre Teresa le haba dicho que ira. Al salir de casa se tena por costumbre besar el escapulario a la Superiora. Cuando Hna. Arcngela fue a besarlo, le dijo que ella no iba a ninguna parte, que ella se quedaba en el Hospital; el segundo da estaba arreglada por si la Madre la mandaba y tampoco le dijo nada. As fue pasando la novena y la Hermana se 89 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD quedaba con los enfermos. Al terminar fue el Padre al Hospital para despedirse de la comunidad y le pregunt a Hna. Arcngela cuntos sermones haba odo. Ella sonriendo contest:Padre, ninguno, desde el primer da me puse el hbito nuevo por si me mandaba la Madre, pero como no me deca nada me he quedado en casa. Cierto da Madre Superiora sinti un agudo dolor en la pierna. Y como corra la voz de que Hna. Arcngela curaba casi milagrosamente a los enfermos, se le oy decir: Dnde est esa `beata. La llaman y le dice: Qu desea, Madre Que me cures, pues dicen que curas a los enfermos. Pero Madre, pobre de m, qu puedo hacer yo Yo slo s rezar, se lo pedir al Seor y a Ntra. Stma. Madre. Y poco despus le pas el mal a la superiora. Igualmente no se defenda cuando la cul paban de cosas que no haba hecho y, las Hermanas, que conocan la verdad de lo ocurrido, le preguntaban por qu no se defenda, ella prefera la culparan a ella antes de acusar a nadie. Ante la prueba y el sufrimiento, la alegra y serenidad de su rostro no desapareci jams. El Ayuntamiento de Elda, para agradecer a las Hermanas Carmelitas la generosa labor que realizaban en el Hospital Municipal con los 90 CAPITULO 4 NGEL DE CARIDAD enfermos acogidos, les cedi en propiedad un terreno en el nuevo cementario, en el que se construy un panten, donde enterrar a las Hermanas. Por este motivo un da se acercaron Hna. Arcngela y Hna. Elena al cementerio y al llegar al nuevo panten, aquella exclam: lo estrenar yo, y as fue; como tambin anunci que morira en mircoles, da consagrado a la Virgen del Carmen, y se cumpli. Hna. Arcngela por su ocupacin entre los enfermos tuberculosos y por el asiduo contacto que tiene con ellos, pas por duras pruebas como el que su Superiora y algunas Hermanas, sientan cierta repugnancia hacia ella y por ello tenga que comer en un extremo de la mesa, sin poder tocar lo que haba en ella, siendo servida como si fuese una nia pequea. Por el mismo motivo le prohibieron entrar en la cocina y dems dependencias de las Hermanas. Jams se quej del mal trato recibido. Verdaderamente era para todos sus enfermos el ngel de caridad. Cuentan de ella que iba a la cocina y coga la mejor pieza y la guardaba para sus enfermos, ya que al tocarla ella, las Hermanas le decan que se la llevara. No es de extraar que todos los enfermos quisieran ser atendidos por Hna. Arcngela. Hay testimonios de personas que decan que, al tocarles, se les aliviaban los dolores, mejoraban y recobraban la esperanza 91 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD de vivir. (. . .) Las gentes agradecidas por ello deseaban expresrselo hacindole algn regalo, pero ella no aceptaba, contestaba: No quiero regalos, yo lo hago por el Seor. En cada enfermo vea al Seor. Al considerarla muy capaz para desempear todas las tareas, hizo que recayese sobre ella los ms pesados trabajos. Si se presentaba alguna urgencia, nadie acuda en su ayuda. Siempre sala airosamente de tantos y tantos apuros. Los mdicos admirados solan decir: esta Hermana es inigualable. Un da un enfermo dijo a la Madre Superiora: estoy disgustado con la Hermana Arcngela. - por qu, pregunt la Madre-. Porque la Hermana antes de retirarse por la noche retira las cortinas de los dems enfermos y les da la bendicin, y a m me mira y pasa de largo. La Madre notific la queja a la Hermana y sta sonriendo dijo: Madre, nada de eso, cuando doy la ltima vuelta llevo polvos para los mosquitos y les echo alrededor de la cara y, como l est con los ojos abiertos, paso de largo sin echarle para evitar que le caigan en los ojos. Adems de la gran devocin de la Hermana a la Santsima Eucarista, a la Stma. Virgen Mara, senta un atractivo especial por el misterio de la Pasin del Seor. En la contem placin de Jess en la Cruz, su devocin 92 CAPTULO 4 NGEL DE CARIDAD predilecta eran las cinco llagas de Jess, segn confes a Hna. Visitacin Sanmartn, que para rezarlas con mayor devocin, en cada una de ellas peda por el Papa y los pecadores, su Congregacin y Hermanas, su familia, las almas del purgatorio y finalmente, en la llaga del Costado ella se entraba ah, se refugiaba, era su morada. Ejemplo de vida de unin con Dios todo lo ofreca al Seor. Le oan decir: No quiero gozar. Los gozos los quiero para mi amado Jess. Cada una de sus acciones humanas las realizaba en unin con Dios. En Hna. Arcngela hay una coherencia entre espritu y accin, porque en su corazn encuentra a Cristo, y vive slo para agradarle. En los ltimos ejercicios espirituales que hizo se prepar para morir; los dirigi el Padre Andrs Moreno, sj. Poco despus tambin dirigi los ejercicios espirituales en el Colegio de Alicante. Al trmino de los cuales dijo a las Hermanas refirindose a Hna. Arcngela: Hay una Hermana que es de vuestra Congregacin que le he dado Ejercicios (. ..) cosa tan admirable no la he visto nunca, as que podis estar muy contentas, a ver si la imitis. Esto lo deca el 15 de agosto de 1918 y en noviembre del mismo falleci. 93 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD 3. Muerte edificante Cercana a aquellos enfermos tuberculosos, acab ella misma contagiada de la misma enfermedad que la llevar al sepulcro. Durante la enfermedad jams se quej, sola decir: Que el Seor est contento y esto me basta. Yo slo quiero Su gloria, yo soy feliz amndolo. Cuando ya la fatiga y el ahogo que le produca el mal estado de sus pulmones, an sigue esforzndose en el trabajo: Como saba que le tenan aprensin las Hermanas, ella misma se lavaba su ropa y arreglaba la habitacin (. . .) Un da se la encontr barriendo Hna. Elena y, al reirle le contesto:Perdneme, Hermana, es que he querido trabajar para ver si ya puedo cuidar a mis queridos enfermos... Lleg un da en que tuvo que permanecer en cama. La noche anterior se levant ocho veces para ver si los enteraos necesitaban algo. Hna. Arcngela se senta mal, saba que no le queda mucho tiempo para el deseado encuentro con el Seor y esto le produca gran felicidad. Se prepar ella misma la mortaja carmelitana; ella misma se ase, se visti y se dispuso para morir. Ya no me tienen que tocar, no ponerme limpia pues ya estoy arreglada, el mircoles me morir, que es el da de la Virgen del Carmen. Desde la cama vea cmo la Madre Superiora estaba preparando la corona que de 94 CAPITULO 4 NGEL DE CARIDAD costumbre colocaban a las Hermanas despus de morir. Se la prueban y ella, llena de gozo exclama: Qu bonita es! Qu contenta estoy de morirme para unirme con mi Amado!. La tarde anterior a su preciosa muerte pidi que la bajasen para despedirse de los enfermos. Fue un momento de tanta emocin que los presentes no pudieron contener las lgrimas. Su connovicia Hna. Visitacin Sanmartn, de comunidad en el Colegio, al enterarse que Hna. Arcngela estaba muy grave, no quiere que muera sin despedirse de ella y fue a visitarla; encontrndola muy contenta le pregunt por lo que desea en aquellos instantes. La respuesta fue: Ah!, querra que mi alma fuese blanca como la nieve y transparente como un espejo . Por ltima vez recibi la Eucarista como Vitico y el sacramento de la Uncin de los enfermos de manos del Capelln; estaba arrodillada en su cama con el hbito y la capa blanca de carmelita y, sigue diciendo Hna. Elena que estaba presente junto a las dems Hermanas: estaba hermossima con la cara transformada, pareca que la sostenan los ngeles. Madre Emilia Belda, Superiora entonces del Colegio de Elda, le pregunt: Hna. Arcngela, ha visto a la Virgen. A lo que respondi: Qu pregunta!, cree que Ella se va a aparecer a pecadoras como yo. Sin embargo en las 95 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD presentes qued la impresin de haber presenciado un momento extraordinario, algo celestial. Momentos antes de morir pidi perdn humildemente a las Hermanas de la comunidad con palabras conmovedoras. Se despidi de todas diciendo: Voy a emprender mi caminito. . .. Adis, Madre y Hermanas, me voy al Cielo, all las espero Levant la vista hacia el cuadro Apoteosis del Carmelo que representa a la Virgen del Carmen con numerosos santos carmelitas, y dijo: Callad, que ahora mismo me voy con ellos.... Las ltimas palabras que le oyeron pronunciar fueron: S, Jess, os amo mucho, mucho, mucho... Y fijando la vista en la imagen de la Virgen comenz a rezar el Acordaos, Oh piadossima Virgen Mara. . . y expir sin terminar la oracin. La oracin iniciada la terminara en el Cielo. . . Muri con el dulce nombre de Mara en los labios: era el 27 de noviembre de 1918. Hna. Elena Martnez, presente en aquel instante escribi Su muerte fue preciosa, yo jams la he podido olvidar. 96 CAPITULO 4 NGEL DE CARIDAD Ese da en el hospital, el capelln celebr la Santa Misa de sufragio, y hubo quien pidi permiso para besarla. Al anochecer la bajaron al Colegio. A pesar de tener sus pulmones destrozados desde haca tiempo, no sufri ahogo, sino expres un gozo indescriptible. Si ya disfrut de fama de santidad durante su vida, hacindola autora de curaciones inexplicables, mucho ms fue, en el momento de su muerte. En contra de lo que haba deseado, el entierro se hizo con toda solemnidad. Su cadver fue trasladado a la Capilla del Colegio del Carmen de la ciudad, donde la Cruz Roja mont guardia hasta que partieron para el cementerio. El director de la misma hizo una especie de oracin fnebre ensalzando la meritoria labor y santa vida de Hna. Arcngela. Las fbricas de Elda -dicen- cerraron sus puertas ese da para que todos pudieran acompaar los restos mortales de quien haban conocido como el ngel de caridad. La noticia tuvo un especial eco en toda la ciudad y pasara a la posteridad, unida a su propia historia. Al da siguiente del fallecimiento, despus de la celebracin de la misa de cuerpo presente, la llevaron al cementerio y antes de cerrar el atad, las Hermanas recogieron la corona de fl ores que llevaba en la cabeza y que ella misma se haba probado en vida cuando la 97 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD Madre se la haca y haba dicho: Qu bonita es. Al momento la gente se lanz a coger las fl ores hasta que no qued ni una; y as mismo ocurri con las cintas blancas que llevaba el fretro: todos queran llevarse algo como reliquia. La Madre Teresa Barin, Superiora en Elda durante el tiempo de Hna. Arcngela y que tanto la prob e hizo sufrir, dir ms tarde en Cieza (Murcia) Hna. Arcngela era una santa, muy buena, obediente y muy humilde, que practicaba la pobreza hasta el punto que nada peda para ella y que, a veces, llevaba el pe por el suelo de rotas que tenia las suelas de las zapatillas. Cuando Madre Teresa se daba cuenta de ello, le compraba otras y se las haca poner. Tambin recordaba que cuando un enfermo se encontraba muy mal y llamaba, acuda a su lado y con sola su presencia, se mejoraba de los dolores que padeca. Y que en la habitacin donde dorma haba una ventana pequea que daba a la sala de los enfermos por donde ella los miraba cuando alguno se quejaba; miraba desde una diminuta ventana que tena descorriendo la cortinita, y se mejoraban. Y que Hna. Arcngela tena una sillita de enea en su habitacin y que despus de de su muerte, la pusieron en el panten y las gentes se llevaban trocitos de la silla para guardarlos como reliquia. 98 CAPITULO 4. NGEL DE CARIDAD An recuerdan algunas Superioras y Hermanas cmo el Seor premi a este ngel del Hospital de Elda, otorgndole, an en vida, la gracia de los milagros. Los enfermos se la disputaban. Todos la queran junto al lecho de su dolor porque saban que las manos de la Hna. Arcngela tenan un poder misterioso y curativo. Mientras las manos de la angelical carmelita se posaban sobre el mal, ste respetaba aquel tacto puro y desapareca o se amortiguaba. Esto se comprob en algunas ocasiones. Madre Elisea Oliver, Superiora General, a quien Hna. Arcngela haba pedido permiso para morir (la Madre le haba indicado que no muriese hasta que ella le diera licencia), comunic a Madre Ma de los ngeles Badosa la gravedad de su hermana y la envi para que la asistiera en aquellos supremos momentos y al llegar a su habitacin, -dice- ella hizo ademn de abrazarme, pero yo, no s por qu, no quise darle ese gusto. Cosas que el Seor permiti. Lo recuerdo siempre con gran pena. El afecto natural hacia su hermana, que Hna. Arcngela expres en estos momentos, no fue correspondido: una vez ms, deber sacrificar sus sentimientos. Con ocasin de la apertura del proceso diocesano el Sr. Arzobispo de Madrid escribi: Estimo que en nuestros tiempos la vida de la sierva de Dios puede significar un ejemplo 99 HERMANA ARCANGELA ANGEL DE CARIDAD luminoso para nuestra sociedad, sobre todo en lo que se refiere a la prctica del amor, que llev a la Hna. Arcngela a ser definida ngel de caridad. Hospital Dibujo de H. R. Chafer, h.carm. Silla de Hna. Arcngela en el panten del cementerio 100 CAPTULO V ESTELA DE SANTIDAD La vida de Hna. Arcngela B adosa Cuatrecasas, marcada por la fidelidad al seguimiento de Jess en sencillez y humildad, se vio rodeada de la admiracin de los que de alguna manera se relacionaron con ella, espe cialmente en el tiempo de obrera en Olot, y una vez que ingres en la vida religiosa, las Hermanas de su Congregacin; en el Hospital donde fue destinada por la obediencia: los enfermos y sus acompaantes y, en general, las familias de la ciudad de Elda. De esta admi racin que provoc su testimonio de vida, naci la fama de santidad que la acompaar en vida, en el momento de su muerte y despus de su muerte hasta nuestros das. Nacida y crecida en una familia sencilla, trabajadora y pobre, en un ambiente de vida cristiana, donde se rezaba cada da el santo rosario en familia, desde pequea se distingui 101 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD por su bondad y obediencia. Lo sigui siendo en la adolescencia y juventud que, al quedar hurfana de padre y madre, comenz su vida de obrera en un taller de moldeado de imgenes en la ciudad catalana de Olot a la edad de 12 arios, donde desarroll una vida de ferviente piedad alimentada por la Eucarista y sus visitas diarias al Sagrario, fuente de fidelidad al cumpli miento exacto y gozoso de un trabajo duro y comprometido, llevado a cabo con gran sentido de responsabilidad y aplicacin. Al mismo tiempo ejerca su apostolado en favor de los enfermos a los que visitaba y confortaba y sobre todo, al cuidado de su ta enferma, como deber filial hacia quien haba hecho de madre para ella y sus hermanos. En Olot, sus compaeras de trabajo y las personas que la conocan, la admiraban y la consideraban una santa. Al verla venir para el taller se les oa comentar: viene la santa. Su prima Ana Cuatrecasas, que trabajaba en el taller con ella, no dudaba de la santidad de Hna. Arcngela, ya lo era en vida, deca. El recuerdo de Carmen (Hna. Arcngela) no march con ella cuando parti para ingresar en el convento de Orihuela. Haba dado ejemplos demasiado hermosos en Olot y, sobre todo, en los Talleres Vayreda, para que desapareciera. Durante muchos arios sus compaeras de 102 CAPITULO 5. ESTELA DE SANTIDAD trabajo -que eran ms de cincuenta-, se disputaban su silla por haber estado sentada en ella una santa. Una vez que ingres en la vida religiosa, despus de un noviciado andando a pasos agigantados por el camino de la peifeccin, ya profesa, llega a su primera comunidad el colegio de Elda, y fue comentario entre sacerdotes, seglares, enfermos y Hermanas, que Hna. Arcngela era una santa. Su Superiora no duda en decir a la Madre General que la Hermana recin llegada es una santa. Los enfermos del Hospital Municipal de Elda y las personas que lo frecuentaban la consideraban santa. Tena un porte exterior y un atractivo en el trato, junto con la humildad y caridad que la caracterizaba, que mova a todos a veneracin, y los enfermos notaban en ella algo extraordinario, as la queran junto a ellos n su enfermedad y sufrimiento, pues les aliviaba el dolor con el hecho de pasarles la mano sobre el mal que les aquejaba. Ya sealamos anterior -mente que, al decir de las gentes, el Seor le concedi, an en vida, la gracia de los milagros. Los enfermos se la disputaban. Todos la queran junto al lecho de su dolor porque saban que las manos de la Hna. Arcngela tenan un poder misterioso y curativo. Mientras las manos de la angelical carmelita se posaban sobre 103 HERMANA ARCANGELA NGEL DE CARIDAD el mal, ste respetaba aquel tacto puro y desapareca o se amortiguaba. Una seora cuenta que cuando yo era joven, recin casada, mi marido se hizo dao en una pierna y no se le curaba. Lo llevaron al Hospital de Elda y el mdico diagnostic que haba que cortarle la pierna. Yo no tena consuelo ante esta noticia y no haca ms que llorar y afirma que Hna. Arcngela la consolaba dicindole: no llore, no llore. ., que ver cmo no se la cortan. .. , est tranquila. Y se cur, no tuvieron que cortarle la pierna. El da que Hna. Arcngela fallecera, la haba anunciado ella misma a sus Hermanas: sera el mircoles, da dedicado a la Virgen del Carmen. Toda una vida de entrega y fidelidad al Seor, se vio coronada con una santa muerte, como anteriormente queda descrito. Cf LEIVA Rafael, O. Carm.-Revista Escapulario n 1.217 -Tomo 95, 7 mayo 1998. En Npoles (Italia) se da culto a la Virgen del Carmen bajo el ttulo de la Bruna, un icono de la Virgen con el Nio que, segn la tradicin, haba sido trado por los carmelitas desde el Monte Carmelo hacia mediados del s. XIII. El 24 de junio de 1500 se reunieron muchos enfermos en la iglesia de los carmelitas a causa de la peste que caus muchas vctimas entre aquella poblacin. Hubo muchas curaciones. Como era mircoles, se determin dar culto a la imagen especialmente ese da. As nacieron los mircoles del Carmen. Esta devocin se extendi, incluso, a toda la Orden del Carmen, celebrndose diferentes actos de piedad, ayuno y abstinencia. Esta tradicin la recogi la Congregacin de Hna. Arcngela. 104 CAPITULO 5. ESTELA DE SANTIDAD La noticia de su fallecimiento corri por toda la ciudad, que acudi a despedirla como una manifestacin de gratitud y devocin. El cadver estuvo en el Hospital hasta el anochecer, que se lo llevaron a la capilla del Colegio, en el centro de la ciudad, donde los miembros de la Cruz Roja montaron una guardia que iba relevndose hasta que al da siguiente, despus de la misa de funeral, la llevaron al cementerio, obsequindola con una preciosa corona de fl ores. El Presidente de la Asamblea local de dicha humanitaria insti tucin, hizo un merecido elogio de las virtudes de Hermana Arcngela, resaltando su generosa labor realizada con los enfermos del Hospital. Result una numerosa manifestacin de sentimiento popular el traslado del fretro hasta el cementerio; fue una cosa no conocida. Estas manifestaciones de pesar, gratitud y homenaje tributadas a Hna. Arcngela durante el funeral y entierro, son un testimonio de la fama de santidad de que gozaba, entre los eldenses. Esa fama de santidad no se apag en aquellos momentos, sino que ha ido creciendo y extendindose a las distintas regiones espa olas y al extranjero de forma espontnea y natural, sin artificio de ninguna clase, de donde se desplazan hasta Elda para visitar su sepulcro, unos para agradecer los favores y gracias recibidas por su intercesin y otros para 105 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD presentarle sus ruegos, splicas y necesidades, para que interceda ante Dios nuestro Seor. Las muchas gracias y favores que llegan de diferentes partes del mundo, unos ms simples y sencillos y otros como hechos ms extraordi narios, se refieren generalmente al don de la salud, los estudios, el trabajo y empleo, la unin familiar y fidelidad, nacimiento del hijo deseado, la paz interior, la conversin del corazn y de la vida. Son muchos los que manifiestan haber recibido gracias especiales por su intercesin ante Dios nuestro Seor y dicen haber bebido del agua de su tumba. En efecto, es en el panten donde reposan los restos mortales de Hna. Arcngela donde se descubre que los jarrones con agua donde se colocan las flores, al cabo de los das las fl ores se marchitan, se secan pero el agua permanece clara, inodora e inspida. El descubrimiento del agua milagrosa, como los devotos suelen llamarla, lo describi una de las Hermanas de la comunidad del Hospital as: El ao 1931, para la fiesta de Todos los Santos vino un vecino y dijo, que l iba a arreglar el panten de Hna. Arcngela. Se llev dos jarrones llenos de agua y se fue con ellos y las fl ores para el cementerio, acompaado de su hija y una amiga de sta. Puso un jarrn sobre donde reposan los restos de Hna. Arcngela y el otro sobre el 106 CAPITULO 5. ESTELA DE SANTIDAD sepulcro de otras Hermanas sepultadas all igualmente. La Madre Superiora fue al panten en mayo del ao siguiente [1932] para tomar la medida de la puerta y poner una persiana pero no se fij en nada ms, pero en dicho mes volvieron dos Hermanas a colocar la persiana acompa adas de Valeria Martnez Vera, una enferma y un enfermo llamado Antonio, dichos tres presen ciaron el caso de que fueron a limpiar el altar que tenamos en el panten y vieron que estaban los fl oreros llenos de agua como los haba puesto dicho vecino, clara y sin olor y los tallos con las fl ores secas era el jarrn que reposaba sobre los restos de Hna. Arcngela y el otro con el agua podrida. Al ver esto se sorprendieron y regresaron al Hospital con el fl orero. Cuando vinieron a casa lo dijeron, a la Superiora: Madre eso es un milagro y la guardamos para comunicarlo a la Madre General. Cuando en ese tiempo vino la Superiora de Sax que estaba enferma y desahuciada por dos mdicos de Elda y uno de Aspe y no poda comer nada porque una de las enfermedades que padeca era que no tena cidos en el estmago adems otros que le ponan en el trance de la muerte, pero al enterarse dicha Madre del milagro del agua (...) le di, mas ella dijo: me tomar cinco gotas de agua en la maana en memoria de las cinco Llagas de Jess crucificado y rezar tres padrenuestros a la Santsima Trinidad por intercesin de la Hna. Arcngela; esto fue a primeros de agosto y el 12 107 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD del mismo mes pas por casa y entr con tanta alegra y tan satisfecha: Madre, Madre! que ya estoy buena, ya como de todo, como arroz, habichuelas, pimientos, tomates, sardinas, y de todo. Empez a trabajar como otra de su edad y cargo. Y as viene ocurriendo hasta nuestros das, y se sigue comprobando que en el lugar donde reposan los restos mortales de Hna. Arcngela, el agua de los jarrones donde se colocan las flores, al cabo de los das, las fl ores se marchitan, se secan pero el agua permanece clara, inodora e inspida. El agua de la monja, como lo llaman en Elda, junto con la oracin de splica, ser un instrumento, por el que, los devotos viven la experiencia de ser escuchados por el Seor en sus necesidades. La procedencia de las gracias, favores y donativos, como puede verse en dichos Boletines, corresponde a diferentes provincias espaolas y algunos de sus pueblos, que sealamos a continuacin: Alicante (Elda, Sax, Orihuela, Onil, Catral, Torrevieja, etc. etc); .); Albacete (Caudete), Badajoz (Segura de Len, Fuente de Cantos, Vva. de la Serena); Barcelona (Reus, Badalona, Tarrasa, Sabadell); Cceres; Cdiz (Jerez de la Frontera); Castelln (Onda, Villa-rreal, Tales); Ceuta; Ciudad Real (Socullamos, El Bonillo); Crdoba 108 CAPTULO 5. ESTELA DE SANTIDAD (Alcaracejos, Pozoblanco, Vva. de Crdoba, El Viso); Girona (Sant Jon les Fonts, Olot, Figueras, Banyoles, Bordils; Navata); Huesca; Jan (Linares); Lleida; Madrid; Murcia (guilas, Abanilla, Beniel, La Alberca, Lorca, Puente Tocino); Pontevedra (Vigo); Salamanca; Sevilla (Morn de la F.); Valencia (Castelln de Rugat, Onteniente). Del extranjero: USA: Miami, New York, San Francisco; Indonesia: Yakarta, Malang, Kupang; Portugal: Lisboa, Sto. Antonio dos Cavaleiros); Rep. Dominicana: Santo Domingo, (Santiago, Timor Leste: Dili, Bobonaro), etc. Cf. Boletn Informativo de la causa de canonizacin de la Sierva de Dios Arcngela. El ayuntamiento de Elda dedic una calle a Hna. Arcngela. El historiador D. Alberto Navarro Pastor en su obra Eldenses Notables escribe: Elda ha dado finalmente el paso definitivo de adopcin y reconocimiento a la Hna. Arcngela, al dar su nombre a una calle, situada a media distancia entre el Hospital, hoy desapa recido, donde realiz su humanitaria labor, y las tapias del cementerio a las que est adosada la Capilla de las Hermanas Carmelitas en la que reposa, que es lugar de peregrinacin de muchas personas, no slo de Elda sino tambin de otras poblaciones, incluso lejanas. (. ..) En el acto de la inauguracin de esta calle, el 12 de marzo de 1997, presidido por el alcalde Juan Pascual 109 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD Azorn, se exalt la vigencia de la memoria de la Hermana Arcngela por su entrega, su piedad y su ejemplaridad, virtudes que junto a la obediencia y humildad destacaron entre las que atesoraba la citada Carmelita 6 . Historiadores de Elda, la prensa local y provincial, revistas, llevan a sus pginas la figura de Hermana Arcngela, que en su humildad y sencillez proclama la heroicidad de lo cotidiano, de la vida ordinaria vivida con gran fidelidad a la voluntad de Dios y al ejercicio de todas las virtudes cristiana, especialmente de la caridad, siendo para todos un ngel de caridad. La apertura del proceso informativo diocesano sobre la vida, virtudes y fama de santidad de Hna. Arcngela celebrado en Elda el 18 de diciembre de 1999, como ms tarde el traslado de sus restos mortales del cementerio a la parroquia de Sta. Ana, fue motivo de emocin y fervor religioso en la ciudad, con sus autoridades y pueblo presentes, que manifiesta la fama de santidad de la Sierva de Dios vigente en nuestros das. 6 NAVARRO PASTOR, Alberto, Eldenses Notables, Elda, 2000, 457-460. 110 CAPITULO 5. ESTELA DE SANTIDAD Iglesia de Santa Ana Sepulcro de La Sierva de Dios Interior de la Iglesia de Santa Ana donde reposan los restos mortales de La Sierva de Dios 111 112 EPLOGO UNA PALABRA, UNA MIRADA Me es dificil escribir sobre alguien que no he conocido directamente, sobre alguien que adems est en proceso de beatificacin, sobre alguien que muri en olor de santidad, sobre alguien que sigue haciendo maravillas an despus de muerta. Me cuesta hablar de personas que me parecen tan lejanas en el tiempo que, al leer lo que de ellas se dice, creo que no pudieron existir. Me cuesta escribir, me cuesta hablar, me cuesta expresar la grandeza del amor que hubo entre Hna. Arcngela y ese Dios misericordioso que la eligi para s. Intento colarme en su amor exquisito por los enfermos y necesitados del Hospital, aunque su tendencia fuera ms los nios e intuyo que su unin con Jess era tal que, en todo Lo vea, y 113 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD todas las circunstancias de su vida, buenas o malas, las viva como signo de predileccin hacia ella. Me acerco sigilosa por sus ratos de oracin, por sus dolores intensos en su callada enfer medad y creo entrever la fuerza interior inmensa del Espritu Santo que resida en ella de forma tan especial, que sin darse cuenta la iba modelando en su ser de mujer y la converta en ser de Dios, es decir, en santa. Y, cmo naci todo esto, qu pudo ocurrir en su vida que la llev a tal sensibilidad humana y espiritual Tal vez algo tan sencillo como una palabra y una mirada. Despus podrn venir los argumentos teolgicos, vocacionales o espirituales: que Dios la llam como slo l sabe hacerlo, con su propio lenguaje que se hace entendible al corazn, no a la mente ni a la razn; que Jess la eligi para que le siguiera ms de cerca, con dedicacin exclusiva a su obra redentora; que el Espritu Santo la elev por caminos espirituales inimagi nables dentro de aquella humildad y pequeez que la caracterizaban. .. Pero en el fondo, muy en el fondo, todo pudo reducirse a una Palabra y a una Mirada. Una Palabra evocadora: Quieres y unos ojos llenos de amor que sin palabras asintieron: Quiero. No hubo ms, ini menos, un QUIERES y un QUIERO Rosario valos, h.carm 114 EPILOGO. UNA PALABRA UNA MIRADA Casa Madre de las Hermanas de La Virgen Mara del Monte Carmelo Hermanas Carmelitas C/ Madre Elisea n 2 -03300 Orihuela (Alicante) MOSAICO - CASA MADRE - ORIHUELA 115 116 Cronologa esencial de la vida de Hermana Arcngela 1875-10 de noviembre. Matrimonio de Pedro Badosa con Teresa Cuatrecasas, padres de la sierva de Dios, celebrado ante el Cura prroco de Sant Joan les Font, Obispado de Girona. 1878-16 de junio nace en Sant Joan les Font la Sierva de Dios Carmen Badosa Cuatrecasas. 1884- Carmen es salvada de manera extra ordinaria de perecer ahogada. 1888- 24 de julio muere Pedro Badosa Bassols, padre de la sierva de Dios a la edad de treinta y ocho arios, en Sant Joan les Font. 1889-26 de agosto, muere Teresa Cuatre casas Casanova, a la edad de treinta arios, en Sant Joan les Font, madre de la sierva de Dios, que queda hurfana con 11 arios y con siete hermanos, cuatro menores que ella. La ta abuela Joaquina se apresur a acogerlos en su casa, primero en La Canya y despus, a la muerte de su marido, en Olot. 1907-17 de noviembre muere en Olot (Girona), Joaquina Casanova i Coronas, viuda de Francisco Gelada, ta -abuela materna de la sierva de Dios. Terciaria carmelita en Olot. 117 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD El 31 de diciembre Carmen Badosa Cuatre casas ingresa en el convento del Carmen iniciando el postulantado en Orihuela (Alicante), Casa Madre de la Congregacin de Hermanas Carmelitas. 1908- En el mes de febrero, una comunidad de Hermanas Carmelitas se hace cargo del cuidado de los enfermos en el nuevo Hospital de pobres de Elda (Alicante). 1908-7 de julio toma de hbito de Carmen Badosa, inicio del noviciado con el nombre de Hermana Arcngela. 1909-2 de agosto, profesin temporal en Orihuela, de Hna. Arcngela Badosa, destinada a Elda (Alicante). 1910- Hermana Arcngela es destinada a la comunidad del hospital de Elda, Hospital de pobres. 1915-12 de agosto, profesin perpetua de Hna. Arcngela. Sigue formando parte de la comunidad del Hospital de Elda. 1918-27 de noviembre, mircoles, muere en olor de santidad Hna. Arcngela de tuberculosis, en el ario negro de Elda, llamado as por la epidemia de gripe que asol a la poblacin causando muchas vctimas. 1931 -Traslado de los restos mortales de 118 CRONOLOGA ESENCIAL DE LA VIDA DE HNA. ARCNGELA Hna. Arcngela. Abierta la caja que contena los restos mortales, los recogieron y depositaron en una sencilla caja de madera. 1964- Publicacin de la biografa de la sierva de Dios ngel de caridad. Autor: P. Rafael Ma Lpez Mels, O. Carm. 1978-26 de octubre de nuevo se trasladan los restos mortales de la sierva de Dios a una arqueta de cinc. 1999- 18 de diciembre. Apertura del proceso informativo diocesano sobre la vida, virtudes y fama de santidad de la sierva de Dios en Elda. 2002- 30 de octubre. Reconocimiento y exhumacin de los restos mortales y colocados en nueva urna. - 1 de noviembre. Traslado de los restos mortales a la iglesia arciprestal de Sta. Ana, donde se introduce la caja precintada en un sarcfago de mrmol blanco empotrado en el lateral derecho de la entrada del templo parroquial. - 25 de noviembre. Decreto de cierre del proceso diocesano. - 30 de diciembre. Clausura del proceso diocesano en la iglesia del Carmen de Orihuela. 2004- 18 de junio. Decreto de validez del proceso diocesano. 119 HERMANA ARCNGELA NGEL DE CARIDAD Apertura del proceso de canonizacin Iglesia de Santa Ana -Elda Exhumacin de los restos mortales Cementerio de Elda 120 CRONOLOGIA ESENCIAL DE LA VIDA DE HNA. ARCANGELA Clausura del proceso de canonizacin Iglesia del Carmen -Orihuela 121 122 Acabose de imprimir esta biografa de Hermana Arcngela en Industrias Grficas Libecrom, S.A. de Murcia el 27 de noviembre de 2010, 92 aniversario de su fallecimiento ALABAT SIGA DU 123

Hermana Arcángela “Ángel de Caridad”

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