El año del Centenario. Historia y memoria de una tradición secular recogida en cien textos de la prensa eldense

EL AO DEL CENTENARIO EL ANO DEL CENTENARIO Historia y memoria de una tradicin secular recogida en cien textos de la prensa eldense Edicin, seleccin e introduccin de Jos Luis Bazn Lpez y Fernando Matallana Hervs Prlogo de Alberto Navarro Pastor Excmo. Ayuntamiento de Elda 2003 Ao El ao del Centenario : historia y memoria de una tradicin secular recogida en cien textos de la prensa eldense / edicin, seleccin e introduccin de Jos Luis Bazn Lpez y Fernando Matallana Hervs ; prlogo de Alberto Navarro Pastor. Elda : Ayuntamiento. Concejala de Cultura, 2003. 320 p. :ji. ; 24 cm. Notas a pie de pgina. D.L. A. 2003 ISBN. 84-87962-19-X 1. Elda (Alicante) -Historia -I604-2004. 2. Elda (Alicante)- Fiestas centenarias -1704-2004. I. Bazn Lpez, Jos Luis, ed. li t. Matallana Hervs, Fernando, ed. lit. III. Navarro Pastor, Alberto, pr. IV. Elda (Alicante). Ayuntamiento. Concejala de Cultura, ed. V. Ttulo. 94(460.315 Elda)1604/2004(045) (082.21) O 394.2(460.315 Elda)170 4 / 2 004(045) (082.21) o EDITA: Excmo. Ayuntamiento de Elda Concejala de Cultura Los autores de sus respectivos textos Excmo. Ayuntamiento de Elda COORDINACIN: Empresa Municipal de Informacin de Elda, S.A. (E.M.I.D.E.S.A.) Jardn de la Msica, s/n. 03600 ELDA PROCEDENCIA DE LAS FOTOGRAFAS: Alborada, Elda Extraordinario, Elda Grfico, Fiestas Mayores, Idella,Peregrinacin, Valle de Elda, Vivir en Elda y diversos programas de fi estas. Historia de Elda y Eldenses notables, de A. Navarro Pastor. El Teatro Castelar 1904-1999, AA.VV. FOTOCOMPOSICIN y DISEO DE PORTADA: Estudio DAC, S.L. IMPRIME: Quinta Impresin, S.L. DEPSITO LEGAL: A-888-2003 ISBN. 84-87962-19-X El nmero de pginas de este libro es exactamente in finito. Ninguna es la primera; ninguna, la ltima. No s por qu estn numeradas de ese modo arbitrario. Acaso para dar a entender que los trminos de una serie infinita admiten cual quier nmero. Jorge Luis Borges, El libro de arena Agradecimientos Los editores literarios desean expresar su deuda de gratitud con todos los peridicos y re vistas que, en su momento, dieron a conocer las obras que aqu se recopilan, as como al amplio elenco de autores que han contribuido a mantener viva la corriente centenarista, nos han transmitido sus conocimientos, sus recuerdos y sus sentimientos, y, adems, han auto rizado la reproduccin de sus trabajos para este libro; de un modo especial a quienes, de una manera u otra, nos han ayudado a confeccionarlo; A Juan Pascual Azorn Soriano, burgomaestre. A Pedro Civera Coloma, por sus desvelos informticos. A Arsenio Martnez Garca, por sus pesquisas documentales. A Rafael Navarro Mallebrera, conservador de tesoros. A Alberto Navarro Pastor, depositario de nuestros ancestros. A Marif Obrador Gil, demiurga de sueos seculares. A Manuel Serrano Gonzlez, activista cultural. SUMARIO - A manera de prlogo - Introduccin. 13 15 1. De verbena, por Borrego -chico 21 2. El Casino Eldense 23 3. Lo que puede la voluntad, por Pay Lira 25 4. De Villa a Ciudad, por Alberto Navarro Pastor 29 5. Elda 1904-1949, por Felipe Peataro 31 6. La foto olvidada, por Alberto Navarro Pastor 33 7. El barco y otras facetas septembrinas, por Alberto Navarro Pastor 35 8. Las Fiestas del III Centenario de la venida de los Patronos, por Vicente Coronel Rico 37 9. Maximiliano Garca Soriano, por Alberto Navarro Pastor 39 10. D. Juan Vidal Vera (una vida al servicio de la cultura eldense), por Alberto Navarro Pastor 41 11. Eldenses, por la Comisin Municipal de Fiestas 43 12. Septiembre y Elda, por Eduardo Gras Sempere 45 13. El Centenario. Publicaciones peridicas eldenses (XI), por Alberto Navarro Pastor 47 14. El Centenario de 1904. Unas fiestas extraordinarias, por Rodolfo Guarinos Amat 51 15. El barco legendario, por Alberto Navarro Pastor 57 16. Efemrides eldenses de los aos cuatro, por Alberto Navarro Pastor 59 17. Las fiestas del Centenario de 1804 descritas y relatadas por el Vicario y Dr. D. Juan Toms Sempere Juan. Lo que va de ayer a hoy 61 18. La leyenda de la venida de los Patronos celestiales de Elda, por Alberto Navarro Pastor 65 19. Las cosas de mi pueblo JI, por Vicente Valer Bellot 67 20. Las cosas de mi pueblo [III . Historia y tradicin, por Vicente Valero Bellot 71 21. Recuerdo del Centenario [incluye Cuadros vivos I y II, de Francisco Maestre Prez] 75 22. Elda, setenta y cinco aos Ciudad, por Alberto Navarro Pastor 79 23. Dos importantes efemrides a la vista: el 375 aniversario de la llegada de los Patronos y el 75 de la concesin a Elda del ttulo de Ciudad, por Alberto Navarro Pastor 81 24. 75 Aniversario del Tercer Centenario, por Ernesto Garca Llobregat 83 25. 26. Venida a Elda de sus Santos Patronos. Hace 375 aos..., por Alberto Navarro Pastor El Teatro Castelar y el Casino Eldense cumplen 75 aos, 89 por Alberto Navarro Pastor 91 27. 1804, 1904. 2004 (a los eldenses del ao 2004), por Alberto Navarro Pastor 95 28. Concurso literario Ciudad de Elda 97 29. Fallo del jurado calificador del Premio Ciudad de Elda 99 30. Presentacin del libro Elda durante el primer tercio del siglo XV, editado por la C.A.A.M. 101 31. Dos curiosos documentos eldenses, por Alberto Navarro Pastor 103 32. Las cosas de mi pueblo [III]. El barco, por Vicente Valero Bellot 105 33. La fundacin del Casino Eldense, por Mara Josefa Anaya Anaya 107 34. Ao 1904: buenas fiestas de septiembre, Jos Luis Bazn Lpez 111 35. El Casino Eldense cumple ochenta aos, por Jos Luis Bazn Lpez 113 36. El barco de la Virgen, por Juan Madrona Ibez 115 37. Las tradiciones deben mantenerse. Lo que va de ayer a hoy, por Paco Crespo Garca 117 38. La huella del III Centenario en la bibliografa eldense, por Alberto Navarro Pastor 121 39. ngeles o peregrinos, por Jos Luis Bazn Lpez 127 40. Pensando en el Cuarto Centenario, por Vicente Valero Bellot 131 41. Las cosas de mi pueblo [IV]. Saludo y Un bouquet, de M.Ga. Soriano, por Vicente Valero Bellot 133 42. Las cosas de mi pueblo [VI. Villancicos para el Centenario, por Vicente Valero Bellot 137 43. Un ao de grandes acontecimientos, por Paco Crespo Garca 141 44. Un villancico de Ramn Gorg y Francisco Laliga, por Emilio Maestre Vera 145 45. Un Alcalde ejemplar [Jos Joaqun Gonzlez Amat], por Manuel Serrano Gonzlez 149 46. Olvido o apata La fecha en que Elda dej de ser Villa, por Vicente Valero Bellot 153 47. Las cosas de mi pueblo [Vil . Eldenses que dejan huella, por Vicente Valero Bellot 155 48. Las cosas de mi pueblo [VII]. La colaboracin de los eldenses al Tercer Centenario, por Vicente Valero Bellot 159 49. Las fiestas del Centenario -1904, por Alberto Navarro Pastor 161 50. El Teatro Castelar, por Francisco Belmar Tamayo 163 51. 1994, ao de gracia, por Jos Navarro Navarro 165 52. Aleluyas de La Marinera. Aleluyas conmemorativas del l!! Centenario, por Luis Maestre Amat 167 53. La carabela San Eduardo! Historia de una singladura en mar arbolada (De la serie Recuerdos aejos de mi pueblo), por foyer Gonzlez de la Horteta 171 54. Los festivales ciclistas en las fiestas de septiembre de primeros de siglo, por Alberto Navarro Pastor 177 55. Las cosas de mi pueblo [VIII]. Est cerca el ao 2004, por Vicente Valero Bellot 181 56. El ao de los prodigios. 90 aos de Elda Ciudad (1904-1994), por Fernando Matallana Hervs 183 57. Pablo Gorg: otro triunfador de la familia, por Jos Luis Bazn Lpez 191 58. El barco, mi nieto y... yo, por Camilo Valor Gmez 193 59. Las cosas de mi pueblo [IX. Hombres que colaboraron en El Centenario, por Vicente Valer Bellot 195 60. Notas sobre el cuartel de la Guardia Civil de Elda, por Alberto Navarro Pastor 199 61. Las fiestas del Segundo Centenario en Montesinos, por Jos Antonio Ortega Cams 201 62. Un templo para el ario 2004, por Ramn Candelas Orgils 207 63. Ao 2004, el gran reto, por Esperanza Alonso Guarinos y Pedro Maestre Guarinos 211 64. 1904: las Fiestas de la Virgen se convierten en Fiestas en honor de los excelsos Patronos, por Alberto Navarro Pastor . . . 213 65. Cuenta atrs (faltan siete aos), por Esperanza Alonso Guarinos y Pedro Maestre Guarinos 215 66. De septiembre a abril. Actuaciones ms relevantes en el edificio del Teatro Castelar a lo largo de su casi un siglo de existencia, por Vicente Deltell Valera 217 67. Aquellas fiestas del Tercer Centenario, por Jos Luis Bazn Lpez 221 68. Los proyectos de remodelacin del Teatro Castelar, por Manuel Serrano Gonzlez 223 69. Los Santos Patronos y la Banda de Msica, por Jos Hernndez Nez . . . 225 70. Elda y los Centenarios de sus Fiestas Mayores, por Gabriel Segura Herrero . . 227 71. Ante el IV Centenario de la venida de los Patronos. Invitacin, por Alberto Navarro Pastor 229 72. 2004, unidad de centena(rio)-(1 y!!), por Enrique Chinchilla Amat 231 73. El Casino Eldense que yo conoc (I), por Rodolfo Guarinos Amat 235 74. El Casino Eldense: una sociedad centenaria (1901-2000), por Juan Marhuenda Soler y Gabriel Segura Herrero 237 75. La Comisin del IV Centenario de la llegada de los Patronos presentar el programa de actos el prximo mes de octubre (...) 245 76. La Mayordoma de 1900, por Pedro Maestre Guarinos 247 77. Historia del puesto de la Guardia Civil en Elda, por Juan Rodrguez Campillo 251 78. Tradicin y despertar espiritual de Elda, por Ricardo Navarro Martnez 253 79. Milagritos Gorg y Miguel Tato y Atnat en El Vinalap , por Alberto Navarro Pastor 255 80. Elda durante el primer tercio del siglo XX (IV), por Jos Luis Bazn Lpez 259 81. Tendremos un IV Centenario, por Vicente Valero Bellot 261 82. El Centenario manda 263 83. Alborada 2002, por Ernesto Garca Llobregat 265 84. A.M.C.E. Santa Cecilia. 150 aos de actividad msico -religiosa en la historia de Elda, por Jos Hernndez Nez 267 85. 150 aos con la Cofrada de los Santos Patronos, por Juan Carlos Martnez Caabate 271 86. Esperando el Cuarto Centenario, por Juan Deltell Jover 273 87. La gran ilusin, por Pedro Maestre Guarinos 277 88. El Ayuntamiento apuesta por un logotipo moderno como icono del Centenario de la Ciudad de Elda, por Julia Moraga Jimnez 279 89. Comienzan los actos de celebracin del IV Centenario de los Patronos, por Julia Moraga Jimnez 281 90. Imagen corporativa del Centenario 283 91. Cmo fue el III Centenario, por Jos Luis Bazn Lpez 285 92. Medallas de oro, imagen corporativa y canteras de Bateig. Ordinario, 2 de octubre 287 93. Imagen para el Centenario, por Estudio de Arquitectura Toms Amat Guarinos 289 94. Planes para el Centenario, por Consuelo Poveda Poveda 291 95. Camilo Valor Esteve, autor del cartel del IV Centenario de los Santos Patronos, por Julia Moraga Jimnez 293 96. El azul y oro, colores del manto de la Virgen de la Salud, en el logotipo del IV Centenario de los Santos Patronos, por Pedro J. Navarro Requena 295 97. Ante el Cuarto Centenario. Faltan..., por Vicente Valer Bellot 297 98. IV Centenario, por Jos Soler Vilar 301 99. Logotipo del IV Centenario 305 100. 2004: el Casino Eldense cumplir cien aos, por Jos Luis Bazn Lpez 307 - ndices 309 A manera de prlogo. El Centenario de la Ciudad de Elda y otros gloriosos Centenarios Con motivo de la proximidad de unas fechas destacadas en el calendario emocional del pue blo eldense, la del ao en que se conmemoran la ll egada de los Santos Patronos de nuestra poblacin, el Santsimo Cristo del Buen Suceso y la Santsima Virgen de la Salud, as como el Primer Centenario de la concesin a Elda del tftulo de Ciudad y otros importantes Cente narios ms, y como una de las iniciativas conducentes a conseguir que estas histricas fe chas tengan la repercusin, el relieve y la grandiosidad que nuestros abuelos supieron dar le a la conmemoracin del Tercer Centenario y los eldenses de hoy a estos Primeros Cente narios, el Ayuntamiento de Elda ha determinado la organizacin de diversos actos. Entre ellos la presente obra, cuya compilacin ha estado a cargo de Fernando Matallana Hervs y Jos Luis Bazn Lpez, en la que se recogen cuantos trabajos li terarios se han dedicado a reme morar los fastos de los anteriores Centenarios y a despertar entusiasmos en quienes vayan a tener en sus manos la responsabilidad de la organizacin del prximo, realizando la la boriosa tarea de localizar y reunir dichos trabajos y reproducirlos en este volumen, ofreciendo en l lo que los ingenios eldenses han dejado escrito de los dos importantes aspectos de es tas faustas fechas Centenarias: lo que se hizo por una parte y lo que se podra hacer por otra. La importancia y trascendencia de esta fechas que tienen coincidencia en su doble n mero final 04 est viva e indeleble en los eldenses, que valoran en su propia magnitud las del ao estelar del que en el ao prximo se cumplirn cien aos, o sea, en el 1904. Importante es el 1604, en el que se forja la leyenda de la signara venuta dal mare, all en las tierras de Cerdea y en el que otras imgenes esplendorosas salen del puerto de Ca gliari para surcar los mares en un galen espaol con la bandera -ensea del Conde de El da, virrey de aquella isla, hasta ll egar a Alicante y despus en azaroso recorrido hasta ll egar a Elda, donde les espera el pueblo venturoso que va a acogerlos con amor y veneracin. Importante, s, es el 1604, pero no lo es menos el que trescientos aos despus, en 1904, dedic a esta magna efemrides unos actos suntuosos e inigualables que superaban todo lo visto hasta entonces en la que dicho ario mgico dejaba de ser Villa para convertirse en Ciu dad. Y es que un pueblo que hasta haca pocos aos antes era destacado por su laboriosidad, que haba roto los mseros lazos que le unan con el cultivo de la tierra, se lanz al cultivo del arte sutorio, a crear bellas piezas artsticamente trabajadas con las que se calzaban las damas de la aristocracia madrilea y las mocitas ms galanas de mil pueblos, luciendo su elegancia en los saraos palaciegos o en los bailes de sociedad o populares, labor fructfera que proporcionaba riqueza y bienestar al pueblo y lo convertan en Meca donde converg an gentes laboriosas y honradas de diversos horizontes. Elda en aquel trnsito de un siglo a otro haba dado el tirn del crecimiento, afanndo se en cubrir anteriores carencias, obtener distinciones a las que se haba hecho acreedora por su iniciativa y laboriosidad; conseguir servicios pblicos para una poblacin que no era un oscuro pueblo, sino que rompa los duros lazos que durante siglos la haban estratifica do en un horizonte gris sin auroras, y reclamaba y consegua sucesivamente un ttulo de no bleza entre los pueblos: el de Ciudad; un hermoso Teatro para el esparcimiento y la cultu ra de sus gentes; un suntuoso Casino para los fastos de la recin surgida nueva y buena so ciedad local, y el acceso a la cultura y al arte que ll egaban con los espectculos teatrales, ci nematogrficos, musicales, y de otras clases. Y estos logros trajeron otros y as el ao 1904 qued sealado como un hito en la his toria local, tan difcilmente superable que ahora, a poco ms de doce meses de la celebra cin del IV Centenario, es mucho lo que se habla y se escribe sobre cmo hacer que el 2004 sea digno de su antecesor en estos fastos Centenarios. Tal vez este anhelo de superacin est subyacente en el arduo trabajo efectuado por los recopiladores de este compendio de artculos dedicados a los Centenarios de nuestros Pa tronos, al del otorgamiento del ttulo de Ciudad a la hasta entonces Villa de Elda, y a los otros memorables acontecimientos que se unieron a estas importantes fechas. Y sea o no sea as, el esfuerzo realizado para reunir en esta obra todo cuanto se ha publicado en torno a esta sealada y plural conmemoracin, para ponerlos en las manos de los eldenses y de cuan tos quieran conocer esta trascendente y hermosa faceta de los fastos de nuestro pueblo, es tamos seguros de que ser absolutamente til tanto para hacer ms grandes y espectacula res las fiestas del cercano ao 2004, como para marcar un camino a seguir para los leja nos y desconocidos eldenses de los siguientes Centenarios, lo que ya es en s un merecido premio a su noble esfuerzo. Alberto Navarro Pastor Cronista Oficial de la Ciudad Introduccin Si existe un periodo en los anales de la historia de Elda que ha sido abordado con pro fusin, ya sea desde un punto de vista creativo o desde una perspectiva de investiga cin, con distintos niveles de profundidad y/o en aproximaciones ms o menos epi drmicas, este es sin duda el ao 1904, periodo sobre el que se han focali zado espe cialmente la literatura y los estudios locales y acerca del mismo, a nuestro juicio, que dan pocos aspectos nuevos que descubrir Por eso, ms que redactar un libro sobre los acontecimientos ocurridos hace cien aos, que poco iba a aportar de nuevo, nos pa reci ms aconsejable recuperar de forma selectiva, ntegra o abreviada, en algunos casos, una amplia representacin de los textos que sobre aquel ao se han venido pu blicando en la prensa eldense a lo largo del ltimo siglo, con ello atendamos, de otro lado, a la necesidad de recopilar y sistematizar, de alguna manera, dichos trabajos pa ra que el lector actual disponga en un solo volumen de la informacin suficiente pa ra componerse una idea propia, elaborar una opinin personal y guardar en la me moria colectiva un recuerdo de lo que supuso para Elda aquel grandioso hito. Al tratarse de una efemride y de una tradicin centenarias era evidente que el n mero ideal de trabajos deba de ser tambin una cifra emblemtica: la centena, el n mero ms bajo de los representados mediante tres dgitos que, en la antigua Grecia, simbolizaba el bien perfecto. Esta coleccin, ordenada cronolgicamente, procede de 36 autores que firman con nombre y apellidos, mientras que otros, en nmero inde terminado, no se identfican, unos cuantos lo hacen bajo seudnimo y dos lo hacen a ttulo corporativo; en su conjunto, han sido publicados en 13 cabeceras, desde El Pan tano (1903) hasta Crnica de Elda (2002), excepcin hecha de la revista El Centenario la cual, dada la magnfica reproduccin facsmil que cada mes de septiembre nos en trega la Cofrada de los Santos Patronos, no tena sentido duplicar, si bien no hemos dejado de incluir numerosos fragmentos recogidos por los autores y obras seleccionados. La presente edicin no tiene ms objeto, modesto o ambicioso segn se consi dere, que rescatar dichos textos de la vida efmera que les proporcionan las publi caciones peridicas no encuadernadas y transvasarlos, sin desdoro para ellos, a la larga vida que, en principio, parecen garantizar las pginas de un libro, para que pue dan ser ledos, reledos y conservados de forma duradera. En este sentido, podemos decir que la obra que el lector tiene en sus manos no es un libro comn, no est con cebido para ser ledo de forma secuencial, de principio a fin, como cualquier otra monografa al uso; ste no exige una lectura lineal, sino que permite entrar y salir por donde uno quiera y con el criterio que desee. Est compuesto de pequeas obras que, tal vez no sean magistrales ni definitivas, pero si suponen otras tantas valiosas aportaciones al acervo cultural del municipio que fundamentan esa corriente de pensamiento que hemos dado en llamar centenarismo eldense, trabajos que lo mis mo contienen un breve relato, un poema alusivo a la ocasin o un estudio de an lisis histrico que puede ser ledo en su totalidad) en muy poco tiempo y, si el lee dor se encuentra motivado j con ganas, puede acometer la lectura de otro o, como no, posponerlo para mejor ocasin, sin dejar por ello de extraer el mximo aprove chamiento a lo que se le ofrece. En este aspecto el presente libro no conlleva carga alguna de conocimientos acumulados, ni (diramatis personae, sino que por el con trario est estructurado para favorecer la fl exibilidad en cuanto a su lectura y per mitir al lector la mxima libertad. De acuerdo con las caractersticas) amplitud del movimiento centenarista que in forma los ltimos cuatro siglos de la historia de nuestro municipio, la concepcin se cular que hemos aplicado ha sido igualmente amplia) singular, de ah que no nos ha yamos limitado a la celebraciones del ao 1904, sino que hemos extendido nuestro m bito de inters a las conmemoraciones del I *y II Centenarios, 1704 y 1804, respecti vamente, y a los preparativos del ao pluricentenar que se nos avecina: IV Centenario de la trada de las imgenes de los Santos Patronos, Centenario de la concesin del t tulo de Ciudad y diez dcadas de la inauguracin de los edificios del Casino Eldense y Teatro Castelai; as como un siglo de la presencia con carcter permanente de la Guar dia Civil en Elda. A principios del siglo VI la actividad zapatera estaba iniciando, en nuestra ciudad, un despegue espectacular, todo ello debido al entusiasmo de algunos industriales que modernizaron sus empresas, lo que produjo un crecimiento en la produccin de cal zado y el correspondiente aumento de obreros, sin olvidar como se increment el n mero de habitantes de la entonces villa. Esta situacin bien pudo ser un orgullo de los eldenses frente a otras poblaciones de la provincia. El modelo de desarrollo industrial combinaba los pequeos tallericos en el n cleo urbano con los edykios fabriles de nueva planta y grandes dimensiones construidos, generalmente, en los alrededores, circunstancia que aprovecharon algunos empresarios para situar sus ostentosas residencias, rodeadas de jardines, junto al lugar de trabajo. Esta dualidad marc, asimismo, la evolucin tcnica del sector y el proceso de elabo racin del calzado, conviviendo, por una parte, la actividad artesana y manual con la introduccin paulatina de mquinas para realizar diversas tareas (corte de suelas, co sido, picado...), por otra. * El nico testimonio no perteneciente a publicaciones seriadas locales ha sido el relativo a las celebraciones del I Centenario que nos refiere el gramtico Jos Montesinos en Las excelencias y fundacin de la muy no ble y fidelsima Villa de Elda..., extrado de su Compendio histrico geogrfico oriolano, documento que por su relevancia, significacin y afinidad temtica hemos considerado oportuno incluir en esta recopilacin y que se puede leer en la p. 206. Como la produccin cada vez iba siendo mayor trajo como consecuencia que las industrias auxiliares tambin fueran creciendo al mismo ritmo, como es el caso del hor mero Isidro Aguado que construy una gran fbrica cerca del ro Vinalop. En el ao 1904 exista un elevado nmero de industrias de zapatos; las que ms des tacaban fueron las Casto Pelez, Pay Hermanos, Juanj Guarinos, Vera Hermanos, Jo s Tobar Blas Amat, Luis Amat, Joaqun Beltrn, Bellod Pay Hermanos y otros. Segn nos aparece en el Calendario para el ao 1905, del Gremio de Zapatera, las fi rmas de cal zado existentes en Elda eran veintiocho; siete almacenes de curtidos; dos fbricas de hor mas, tres de cartn y dos establecimientos de artculos para la confeccin zapatera. Un hecho bsico que fortaleci la estructura social eldense fue cuando se instal en nuestra poblacin el cuartel de la Guardia Civil, con acta de nacimiento fechada en el 8 de julio de 1904. Inicialmente, estuvo ubicado en la casa nmero 12 de la calle Zo rrilla hasta el ao 1933 en que, gracias a una serie de industriales que aportaron todo el coste del nuevo cuartel del instituto armado, se instal en la calle Lambe rto Amat, es tos mismos eldenses se lo ofrecieron al Ayuntamiento y aos ms tarde la mayora de ellos regalaron sus acciones al Consistorio. Mucho tiene que ver el ao 1904 con el Teatro Castelar, ya que su inauguracin tu vo lugar aquel ao, cuando desde haca algn tiempo un grupo de eldenses, vincula dos a la Banda de Msica, consiguieron que su Villa contara con un Teatro -Circo que estuviera a la altura de las circunstancias de la poca. Fue a partir del ao 1901 cuan do se constituy formalmente la Sociedad Artstico -Recreativa La Eldense con el ni co deseo de construir una sala de espectculos, un lugar donde el pblico pudiera dis frutar de una serie de actuaciones culturales, sociales, polticas, etc., y ponerse al ni ve/de algunas poblaciones importantes de la provincia. Fue el 11 de septiembre de 1904 (cuando Elda estaba celebrando el III Centenario de la llegada de los Santos Patronos) la fecha que eligieron para inaugurar el Teatro Cas telar Segn podemos apreciar en algunos de los trabajos que aparecen en esta publl ca cin, el Teatro Castelar no se termin de una manera definitiva hasta el ao 1909. Es lgico que aparezca, asimismo, un conjunto de artculos sobre el Casino Elden se, debido a que esta Sociedad centenaria ha sido un verdadero punto de encuentro de los eldenses de distintas pocas, e incluso existe una serie de paralelismos con el Tea tro Castelar Efectivamente, a primeros del ao 1901 una pea de amigos tomaron la decisin de crear un crculo social diferenciado, de tal manera que un mes despus se aprueba el Reglamento para el Casino Eldense, con una serie de bases que hoy ponerlas en prctica sera impensable. Desde un principio la idea de los asociados era disponer de un inmueble propio pa ra ubicar la sede social, dotarlo con un jardn para el disfrute de los ms pequeos y reunirse con la tranquilidad e intimidad necesaria que requiere y pide esa nueva cla se social que se poda permitir el lujo de distinguirse de los obreros por su condicin econmica y social, aunque la Sociedad Casino Eldense no tuvo ms remedio que pe dir un prstamo para adquirir el inmueble, y lo que ms tarde se convertira en jardn. Durante aquellos momentos en que la actividad industrial era muy positiva, el Ca sino se vio favorecido, ante todo, por la incorporacin de nuevos socios, como en los aos veinte y treinta que llegaron a alcanzar ms de mil cien, nmero que descendi, lgicamente, cuando se inici la guerra civil. Elda tuvo en aquel ao de 1904 dos acontecimientos muy destacables como fueron el nombramiento de Ciudad, mediante real decreto de 24 de agosto, y la celebracin, casi sin solucin de continuidad, de las fi estas del III Centenario de la llegada de la Vir gen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso. La concesin del rango de Ciudad no poda suponer en el marco del Estado moderno y constitucional, un tratamiento privilegia do de la comunidad local, sino que se trataba de un ttulo meramente honor(fico otor gado en base a un doble reconocimiento poltico y econmico. El primero alude direc tamente a su constante adhesin a la Monarqua Constitucional, en tanto que la moti vacin econmica aparece vinculada a los progresos en materia de industria y comer cio, junto al consiguiente aumento demogrfico. Por lo que se refiere a las fi estas extraordinarias, distintos autores nos van relatando las planificaciones, programaciones muchas de las ideas que ms tarde se pusieron en prctica y lograron que todos los eldenses gozaran de este evento. Dicho aconteci miento le uno de los ms importantes que ha vivido la ciudad de Elda; desde la revis ta El Centenario, donde nos aparecen todas las sugerencias, reuniones, preparativos ,y decisiones, hasta la famosa Cabalgata Histrica, pasando por las partici paciones de dis tintas bandas de msica, el inters del colectivo cultural) actuaciones como la de la gran cantante Mi lagrito Gorg. Lo que sigue no tiene vocacin de punto de llegada, sino, antes al contraro, pre tende ser el lugar de partida hacia un mayor; mejor conocimiento de nuestro pasado, servir de banderazo de salida a las actuaciones munici pales que se han venido prepa rando para la significacin del multicentenario del 2004 y hacer las veces de relevo ha cia las futuras generaciones que tendrn que hacerse cargo de celebrar debidamente es ta tradicin. Esperamos que la amplia variedad temtica, apenas enunciada, resulte del inters de los lectores, quienes podrn hallar en los trabajos de esta recopilacin las claves de las motivaciones, vivencias y realizaciones que han atravesado muchas dcadas y que no son sino el fruto de lo que los propios eldenses han sido capaces de generar y llevar a cabo. La invitacin queda formulada, pasen y... lean. J.L.B. y EM. MINISTERIO DE LA GOBERNACION REAL DECRETO Queriendo dar una prueba de Mi Real aprecio la villa de Elda, provincia de Alicante, y en atencin al aumento de su poblacin, importancia industrial y co mercial y su constante adhesin la Monarqua consti tucional, Vengo en conceder dicha villa el ttulo de Ciudad. Dado en San Sebastin veinticuatro de Agosto de mil novecientos cuatro. ALFONSO El Ministro de la Gobernacin, Jos Snchez Guerra. Real Decreto de concesin del ttulo de Ciudad a la Villa de Elda. Gaceta de Madrid, domingo 28 de agosto de 1904, n. 241, p. 704. (Archivo de la Excma. Diputacin Provincial de Alicante) 1 De verbena Borrego -chico Pues seor; como todo el pueblo sabe dieron ya principio las veladas musicales organizadas por la Mayordoma del centenar (no me refiero al nmero) y ejecutadas por la Banda local que con las ra rezas e intransigencias de unos v las intrigas de otros ha quedado bastante reducida; y en verdad que resulta animada la plaza, a pesar de que el pblico tiene otros muchos sitios divertidos donde ir, y est hastiado de tantos alicientes de distraccin, pero ya digo, a pesar de esto, est muy hermoso es te sitio con tanto derroche de luz y gracia, resaltando notablemente las agradables fi guras de los po llitos incautos y las plidas damoiselles; aquellos arreglndose las tuberculosas corbatitas y adqui riendo posturas interesantes, y stas recogindose las colas con tal fineza y elegancia que... hay que verlas!p mi que de esta se nos joroba el bello sexo y tendremos que apreciar sus facciones, mirndolas por detrs; ah!... las hay tambin de aquellas que, cansadas del mundanal barullo se retiran a la puer ta de algn domicilio, donde tranquilamente sentadas y sin rozarse con el vulgo presencian hasta con gusto, el ir y venir de los concurrentes, humilde distraccin de la sencillagente & pueblo; en fi n, que en este nocturno solar se ven tantas cosas... no quiero decir ridculas, no seor, que sera exponer las con su verdadero colorido. Y no slo es lo que se ve, si no lo que se oye, ay Dios mo y que pue blo el nuestro! Tiene uno que taparse los odos para no escandalizarse: mire usted que en este Elda nos gusta la chismografa. Oye lector, en secreto voy a contarte todo lo que o en la velada pasada. El director da el consabido golpecito en el atril, los msicos o miembros clibes de la banda, aban donan a sus Margaritas, dicindoles, con una cada de ojos, hasta la otra; ascienden al templo, ocu pan sus sitios, toman la embocadura y... a u... u... una..., empiezan a dar el aire que lleva a nuestros odos por donde llegan al corazn (que parrafito, eh) sentidas notas que impresionan a la concu rrencia, haciendo adquirir a los enamorados melanclicas posiciones; a los que pasean les animan y lo hacen con ms aire y gentileza, y los puramente materiales, en demostracin de que se les da tres bledos el divino arte, se llevan los dedos a la nariz como para imitar a los practicantes de farmacia arrojando al suelo su labor, que con esto de las colitas, me ro yo de lo que llevarn a sus casas las pollitas. Pues bien en estos momentos me pongo a dar unos pasetos y al llegar a uno de los corritos que forman los que arreglen el pas, pude apreciar que hablaban del Sindicato de aguas, oyendo de cir a uno de los circunstantes. S, seor, [ilegible], mil reales ha clavado el anterior Presidente como honorarios de no s qu escrito y viaje; se, se es el que arreglar al pueblo, mientras haya bobalicones y serviles; yo, al ver la desordenada forma en que hablaba dicho sujeto, me march por Publicado en El Pantano, n. 1, 12 -VII -1903, [p. 31. no continuar oyendo sus desmanes, dirigindome a la tmbola en cuya puerta me detuve, por haberme llamado la atencin el chabacano rtulo en el que distradamente me puse a leer Cementerio de 1904, pero al darme de que aqul cementerio no era si no el Centenario, rec asustado una salve a la Vir gen para que hiciera desaparecer los sntomas de augurio que pudiera tener mi equivocacin; ter minada dicha oracin, viro en el lugar y preocupado con mi supersticin iba hacia el centro del edn, cuando me encuentro frente a un amigo que sin saludarme siquiera, me dice: Me han dado una mala noticia referente al cementerio, Tambin t, no hay remedio, esto es mal agero. Y tan mal agero, me dijo, como que falta mucho ms dinero del presupuestado para su terminacin; y crean en el pueblo que un cementerio se haca con cuatro chavos *. Acabramos!, ya cre yo que te referas a otra cosa. Y a todo esto, la msica se encontraba en la siguiente parte: taranta... checen... pum...! que por la entonacin habrs comprendido, lector, que es el final de la pieza o primer nmero, terminado el cual nos dirigimos hacia donde se encontraban sentados nuestros amigos a los que encontramos ha blando del Casino, y deca uno de ellos: Seores, dentro de muy poco, tendremos uno de planta, pues se van a comprar tres casas en la calle Nueva y huertos de sus espaldas, para levantar un sun tuoso edificio con vistas la calle de la Culebra, otros Jardines. De veras, dijimos. Como os lo digo; esta noche quiz haya junta general extra, para aprobar el proyecto. Si dijo otro. Pues entonces yo ser el primero en proponer, que para el efecto, se nom bre para Presidente, por ser el de ms circunstancias y mejores condiciones estticas, necesarias pa ra el acto de la inauguracin, al primitivo, sin que esto sirva de ofensa al actual. Y dicha idea fue aplau dida por todos en quienes se vea reflejar la alegra, hasta con exageracin, pues la manifestaban con fuertes carcajadas. Empezaba otra vez la banda con su segundo nmero, y ya no la oa con tanto gusto como la an terior, pues debido al mareo que el incesante ir y venir, o debido al efecto que haba producido en mi tanto chisme, mi cabeza pareca una tmbola; notaba un vaco; pero a pesar de todo me decid a dar una vueltecita por la plaza, fastidiado por la guasa de mis amigos que decan: Ya sabemos don de vas; a comprar pastas de las que han vendido en casa del Misacantano, para obsequiar a las chi cas. En fin, para evitarme disgustos me march por la Avenida de Juan (antes Callejn) donde ya no alcanzaban los reflejos de los sofocos elctricos, protestando una y mil veces de esta corrupta socie dad, cuya sola idea e ilustracin, consiste en saber criticar bien, y pensando que si no fuera por el Vinalop, que con sus sensatas campaas e instruccin, conseguir redimirnos, no s donde ir amos a parar. Hay lector de mi alma, como est el pueblo, no lo digas a nadie, no lo digas!. Se refiere, naturalmente, al Cementerio general del Cristo del Buen Suceso o Cementerio de Santa Brbara, sito en la salida hacia Madrid, inaugurado en enero de 1903. 2 El Casino Eldense En estos das de nuestras fiestas septembrinas, adquiere mxima importancia nuestra pri mera sociedad recreativa, ya que en ella se desarrollan los principales acontecimientos fes tivos. El jardn del Casino es realzado por la belleza de nuestras lindas paisanas y por la pre sencia de esas encantadoras forasteritas que todos los aos, en estos das de alegra nos acri billan con el fuego de sus profundas miradas, que luego, cuando pasan fiestas y sentimos la nostalgia de los atardeceres veraniegos, todava recordamos con bellas ilusiones de nues tros aos mozos. Es nuestro Casino durante las fiestas el lugar principal y preferido para el esparcimien to, y por ello, consideramos ineludible dedicar unos comentarios a esta sociedad, en este nmero extraordinario dedicado a las fiestas de nuestro pueblo. Fiestas de tradicin: fies tas, que diramos, de Casino. Haremos un poco de Historia para explicar cmo se fund esta sociedad. Hace veintisiete aos se adverta en nuestra ciudad una demostracin patente de progreso industrial. La industria del calzado comenz desarrollndose por risueos derroteros, im pulsada por el espritu emprendedor y laborioso de unos hombres sencillos, que pronto lo graron imponer nuestros calzados en los lugares preferentes del mercado espaol. Ello in fl uy considerablemente en el desenvolvimiento de diferentes industrias anexas a la fabri cacin del calzado. Elda empezaba a dar seales de vida, de laboriosidad, de ciudad indus trial. Y Elda no contaba en aquella poca con una sociedad recreativa donde pudiera encontrar la laboriosidad un poco de descanso y de recreo. Por sentirlo as, se reuni un grupo de amigos, contertulios de una pea de caf pblico, y con el entusiasmo propio de la idea que patrocinaban, decidieron crear una sociedad recreativa que llenara el vaco existente. Y al efecto, en la tarde del 1 de febrero del ao 1901, esta agrupacin de amigos adquiri en arriendo el piso principal de la ca sa nmero 6 de la calle Coln, en cuyo local se construy una Junta de Gobierno que ha ba de regir los destinos de la novel sociedad denominada Casino Eldense. En el mismo acto se inscribieron unos treinta socios con la cuota mensual de una peseta cincuenta cntimos. Juzgamos curioso anotar los nombres de las personas que formaron la primera Junta de Gobierno, entre las que por desgracia hay algunas fallecidas que merecen en estas l neas un justo recuerdo. Presidi esta Junta don Juan Vidal Vera, y la componan don Ventu ra Vera Garca, don Vicente Nogueroles, don Joaqun Coronel Rico, don Jos Pay Vidal, don Publicado en Mella, suplemento al n. 129, 1-1X-1928, p. 1. Antonio Rico Lloret, don Hilarlo Amat Vera, don Hiplito Juan Snchez, don Emilio Rosas Co ronel, don Roque Gonzlez y don Ventura Pastor Martnez, que actu de Secretario. En dicho local vivi la Sociedad hasta el 1904, ao en el que acord la adquisicin de un nuevo local, ms amplio y capaz para satisfacer las necesidades de la Sociedad que iba progresando, pues que contaba con 200 socios en dicho ao. Una vez adquiridas dos casas de la calle de Alfonso XIII, que ocupaban el mismo lugar en donde hoy se asienta el majes tuoso edificio del Casino, se procedi al derribo de estos edificios antiguos, para comenzar la construccin de amplios locales propios para la sociedad, que se componan de planta baja y primer piso, y en septiembre de aquel mismo ao en que se celebr la gran fiesta del Centenario de la llegada de las imgenes a nuestro pueblo, pudo darse fin a las obras, e inau gurar dichos locales en aquellas fiestas. Desde entonces contina pujante y sin interrupcin la Sociedad, ascendiendo actualmente el nmero de socios a 1.150, habindose obtenido de todas las juntas que han gobernado la Sociedad mejoras que han embellecido el edificio y que han contribuido al progreso de nuestra primera sociedad recreativa. Hoy tiene proyectado un grandioso plan de reforma para llevarlo a la prctica a medi da que lo permita la marcha econmica de la Sociedad. Los grabados que ilustran estas l neas darn idea al lector, de la importancia de los proyectos. Es de desear que lleguen a feliz trmino y para ello es necesario contar con el apoyo y el inters de todos los socios. El carcter democrtico del Casino Eldense creemos ha de ser propicio para el mejor desarrollo de todas las mejoras necesarias, y mucho podemos esperar de la voluntad del actual Presidente de la Sociedad, don Jos Toms Snchez, y del entusiasmo del Presidente de la Junta de Gobierno, don Rosalino Tordera, que trabaja ayudado por sus compaeros los vocales de esta Junta. Adems hemos de expresar con justicia la admirable labor del Secretario actual de la Sociedad, don Jos Pay Vida!, que contribuye de forma eficaz a la mejor administracin y desenvolvimiento de este centro. Y esto sobre todo, constituye la base del progreso de nuestra sociedad: una administracin celosa, y un entusiasmo inmenso para todo cuanto redunde en su beneficio. Y la coopera cin de todos los socios, tan necesario para la concordia que debe reinar en todo centro re creativo y cultural. 3 Lo que puede la voluntad Paya Lira. Seud. de Jos Paya Vida! Invitado por el director de esta nueva revista Albor a coadyuvar en mi modesta esfera, tu ve, ante reiteradas instancias, que acceder, obligado por atenciones ineludibles de compa erismo y amistad. Corno tema a este definido artculo, hemos de referirnos, sin pretensiones de cronista, a los hechos ms culminantes acaecidos en nuestra ciudad, para conocimiento de los veni deros y actuales que los ignoren y con objeto de que no queden postergados en el desvn del olvido, dando comienzo por nuestro elegante y majestuoso Teatro Castelar Corra el mes de agosto del ao 1900, ltimo del pasado siglo XIX, y con motivo del fa moso triunfo obtenido en pblico concurso celebrado en Alicante con asistencia de seis Ban das de Msica de reconocida fama, fue otorgado por unanimidad del Tribunal, el primer pre mio y mencin honorificada a la Banda de Msica de Santa Cecilia, de Elda, dirigida enton ces por el celebrado maestro D. Ramn Gorg, de inolvidable memoria, y, reconocida por el jurado, la meritsima labor de esta agrupacin musical, declar desiertos los premios se gundo y tercero que se establecan en el concurso, concediendo con ello un mayor relieve al triunfo obtenido. Hurfana entonces la ciudad de un edificio de condiciones y capacidad donde albergar a Mla, y para otros actos pblicos, dise el caso de celebrarse una conferencia poltica de propaganda electoral por unos seores de Alicante, que tuvieron que utilizar el balcn de una casa particular en la Plaza de la Repblica, desde donde expusieron los oradores sus programas polticos y ante esta necesidad imperiosa, surgi del seno de la laureada Banda de Msica la idea de construirse un edificio para Teatro -Circo de capacidad y condiciones necesarias a tal objeto. Costosa resultaba la idea para ponerla en prctica, pero corno dijo aquel annimo es critor, que el peor enemigo del hombre es el miedo, con la mayor voluntad y decisin, se convoc a los vecinos entusiastas que participaran de esta idea, a una reunin previa que se celebr en la pobre y reducida escuela de nios de aquella poca, exponindose desde los primeros momentos el patritico entusiasmo por lograr lo que era sentir unnime de to *Publicado en Albor, n. 1, 1933, s.p. dos los reunidos. Al efecto, se nombr seguidamente una comisin gestora compuesta por don Joaqun Amat, Presidente; Tesorero, D. Lorenzo Juan Poveda y como Secretario, D. Jo s Pay Vidal, que con frrea voluntad llevaron a efecto todos los preliminares de tan mag na obra, redact y aprob el Reglamento por que haba de regirse la Sociedad, consignn dose una lista de ochenta y dos acciones efectivas que se abonaba de inscripcin o entrada, veinticinco pesetas y cuota semanal de una peseta cincuenta cntimos, concurriendo como derivado de la unin y firmeza de voluntad, la especialsima y singular circunstancia, de que los tres aos de plazo para dar por terminado el edificio, no fue necesario ni una sola vez, ni a un solo asociado, pasarle un aviso de demora en el cumplimiento de su cuota semanal, como puede justificarlo con fundados elementos el que esto escribe. Esta circunstancia de secular convicencia [sic] , fue aludida por el insigne hombre p blico D. Jos Francos Rodrguez en un discurso poltico de propaganda electoral que pro nunci en este mismo Teatro, acentuando este hecho histrico, como derivado de lo que pue de la fuerza de voluntad. Y como resultado de todo ello, se inaugur el Teatro Castelar el 11 de septiembre de 1904 con ocasin de las famosas fiestas por el Tercer Centenario que se celebraron en honor de nuestros Patronos, disponindose como resultado de un magnfico Teatro de condiciones acsticas y reglamentarias, que ocupa uno de los primeros lugares en la provincia de Ali cante. Con este diseo de notas, cerramos la breve historia de la Sociedad la Eldense, propie taria del Teatro Castelar y pasamos a la descripcin del Casino Eldense Transcurra el ao 1901 y una pea de amigos que no excedan de cincuenta, se reu nan en un piso de la casa n. 29 de la calle de Coln y una de aquellas sesiones que califi camos de inocentes puesto que no se cultivaba entonces la oratoria candente y exaltada de hoy, brot la idea de construirse un edificio propio y de las condiciones necesarias al ob jeto que se persegua Expuesta que fue la proposicin a D. Vicente Maestre Sempere ya fallecido, ofreci los terrenos para edificio y jardines en la hermosa calle de Alfonso XIII, hoy Fermn Galn, con cediendo las mayores facilidades, por cuya cesin consta en el libro de actas de la Sociedad, el reconocimiento unnime de la misma. Como es lgico y natural en esta clase de empresas, tuvieron que vencerse un sinnmero de dificultades por la falta primordial de elementos econmicos, quedando formulada con todo entusiasmo una lista de cincuenta acciones a cien pesetas cada una, reintegrables y una cuota de una peseta cincuenta cntimos mensuales. Sin perder momento, se entabl con trato con un maestro de obras edificndose las cuatro paredes de la planta baja y primer pi so y cubierto el tejado de cartn cuero que tuvo una duracin de tres aos y manifestndo se as la fuerza de voluntad por sus componentes, se lleg a la cima para ostentarse el her moso edificio y frondosos jardines de que se disponen, no ocultndose la necesidad algu nas veces de contratar la ayuda del indeseable Jorge que entonces vagaba por las ca lles libre y sin costas. El inmueble, propiedad de la Sociedad instalado en el centro de la poblacin elegante, sugestivo, donde existen todas las condiciones higinicas y confortables, con amplios salo nes y una Biblioteca con numerosos volmenes que es el orgullo de la Sociedad y converti da aquella pea fundadora que reseamos en principio a la cifra de mil ciento treinta y cinco asociados en el da de hoy a la que pertenecen todas las clases sociales de la pobla cin con carcter recreativo y esencialmente democrtico. No terminaremos sin consignar un breve apunte al bello y artstico Monumento a Castelar En la Sociedad de Casa Baratas El Progreso y en una Sesin General celebrada en Ma yo de 1926, expuso la idea el veterano y decano de los republicanos de Elda, D. Jos Aracil Romero, amigo entraable de D. Emilio Castelar, de la necesidad de elevarse en los terre nos de la Sociedad, un monumento al que fue gloria de Espaa y como deuda pendiente de este su pueblo como as lo denominaba siempre. Nueva proposicin presentada, de que los terrenos necesarios para la plaza y jardines fuesen cedidos galantemente por la Sociedad, cuya proposicin fue aprobada por unanimidad. Nombrada al efecto la Comisin Ejecutiva, fue su primera decisin colocar una lpida artstica en bronce de alto relieve en la fachada de la casa que habit en su infancia, el que haba de escalar la ms alta magistratura de la nacin espaola, don Emilio Castelar, llevndose a efecto el descubrimiento de la lpida en la maana del 7 de septiembre del mismo ao 1926 y costeada que fue por suscripcin popular. Continuaba los trabajos la Comisin Ejecutiva a impulsos de su frrea voluntad adqui riendo los donativos voluntarios para llegar a la memorable fecha del 16 de enero del pa sado ao 1932, cabindole a esta laboriosa ciudad de Elda el alto honor de ser visitada, co mo primera poblacin de Espaa despus de Alicante, por el Presidente de la Repblica Es paola, el Excmo. Sr. D. Niceto Alcal Zamora, que expresamente acudi para colocar la pri mera piedra del monumento a Castelar, lo que con tal motivo, calific, el Sr. Giral, Ministro de Marina que le acompaaba, de transcendencia internacional en los anales de la his toria de Elda. Aumentaba el entusiasmo en la Comisin Ejecutiva, hasta llegar al completo de la obra, inaugurndose el monumento el 7 de septiembre del ltimo ao 1932 fecha centenaria de su natalicio y cuyo solemne acto fue presidido por el Director General de Agricultura, D. Fer nando Valera, como Delegado del Gobierno de la Repblica, pronunciando un discurso de elevadas dotes oratorias, que fue muy aplaudido. Tambin estaban presentes en este acto D. Miguel de Unamuno, mantenedor de la Fiesta Literaria que haba de celebrarse por la no che y por D. Vicente Sol Martnez, hijo adoptivo de esta industrial ciudad. 28 El espanto que produca emprender tan grande obra carecindose del importante ele mento del capital, que debido a la fuerza de voluntad de la Comisin encargada, se logr ma nifestar en el amplio y frondoso jardn de la Plaza del Progreso, donde queda esculpida en piedra y bronce la egregia figura del que fue gran tribuno de la democracia espaola, D. Emi li o Castelar. No podemos por la extensin del artculo y reducido espacio que disponemos, tratar con amplitud de las Sociedades de Casas Baratas La Prosperidad, El Progreso, La Frater nidad y la Ciudad Jardn. La primera tiene completo el barrio de casas y cada asociado su hogar en propiedad y las tres ltimas, en construccin ascendente, manifestndose lo que han de ser populosos barrios modernos, dentro de la ms estricta ley de belleza y saneamiento. Y no terminaremos sin dedicar tambin un merecido elogio a la Sociedad Annima Mer cantil, Entidad Bancaria denominada Banco de Elda que por suscripcin popular, en acciones nominativas y amortizables, ha ll egado a implantarse debido a los esfuerzos reconocidos de unos cuantos vecinos que, con la indispensable fuerza de voluntad, han creado esta institu cin fi nanciera, orgullo de la ciudad, teniendo al frente al competente Director, D. Juan San martn Cervantes y a cuya entidad le deseamos las mayores prosperidades en beneficio de nuestro pueblo. Agosto, 1933. Maqueta del monumento a Castelar erigido en 1932. 4 De Villa a Ciudad Alberto Navarro Pastor Reinaba en Espaa S.M. Alfonso XIII y presida el Consejo de Ministros D. Antonio Maura. Con ocasin de un viaje que este prohombre tuvo que hacer a las Islas Baleares de donde era oriundo, se vio precisado a efectuar el regreso por va Valencia -Alicante para desde all trasladarse a Madrid. En aquellos tiempos en que polticos republicanos tenan solivianta dos los nimos de la clase obrera que iniciaba su lucha revolucionaria, D. Antonio Maura como jefe del partido conservador, era tenido como enemigo del pueblo y as no fue de ex traar que en las estaciones del trayecto grupos hostiles llegasen a agredirle con pedradas, gritos y dems improperios. En el vecino pueblo de Monvar no quisieron faltar al prece dente establecido y llovieron las piedras e insultos que los levantiscos monoveros pudieron arrojar. Cuando el tren entr en agujas, despus de dejar atrs la mole de Boln, el seor Mau ra no quiso asomarse a la ventanilla. Saba que Elda, aunque entonces no haba adquirido el enorme carcter industrial de que hoy goza, era esencialmente obrera y centro donde con vergan y salan robustecidos los nuevos ideales, y no poda esperar que fueran menos que los de los pueblos vecinos; pero cuando llegaron a sus odos los sones de una msica ale gre, se levant sorprendido de su asiento; y ante su ventanilla vio a las autoridades, con la msica y el pueblo en masa esperndole. Temiendo fuera una aagaza para hacerle bajar se volvi a hundir en su asiento, pero sus acompaantes le hicieron comprender que el pue blo eldense le esperaba y entonces asom su rostro por la ventanilla, estallando una clamorosa ovacin. Asombrado por la inesperada recepcin no se dio cuenta apenas de las palabras del Sr. Alcalde de Elda que haba subido al vagn y estuvo conversando con l todo el tiempo que el tren permaneci en la estacin. Poco despus el correo se pona en marcha lentamente entre vivas y ovaciones y D. Antonio Maura saludaba emocionado al pueblo de Elda que tan noble y espontneamente le haba dado su bienvenida. Varios das despus, el 24 de agosto de 1904, Elda recibi alborozada la noticia de que S.M. el Rey Alfonso XIII, le haba concedido el ttulo de Ciudad. En prueba de gratitud, Elda nombr hijo adoptivo a D. Antonio Maura. Publicado en Peregrinacin, n. 7, septiembre 1948. Panormica de Elda a principios del siglo XX. 5 Elda 1904-1949* Felipe Peataro El da 24 de agosto del ao 1904, por decreto del Ministerio de la Gobernacin, fue otor gado a la Villa de Elda el ttulo de Ciudad. Se hallaba entonces al frente del Excelentsimo Ayuntamiento el Alcalde, D. Jos Joaqun Gonzlez Amat, y el reverendo Sr. D. Jos Navarro Garca corno Cura Prroco de la Iglesia de Santa Ana. No importe repetir este pasaje histrico de nuestro pueblo, al menos en ho menaje justo y obligado a nuestros predecesores. Ellos, auguraban para Elda un porvenir brillante y venturoso; trabajaron incesante mente para que a lo largo de un relativo corto plazo de tiempo, estuviera nuestro pueblo en posesin de la independencia industrial y profesional a que aspiraban; dieron ejemplo de sus arraigados principios cristianos; eligieron entre las actividades laborales existentes en tonces, la industria del calzado y, sobre aquellas cinco o seis fbricas puramente artesanas, colocaron los cimientos de la potente nave industrial, que, en el pasar de los das, habra de erigirse en capitana de la industria del calzado en Espaa, ttulo que revalidan los 75 a 80 aos de ejercicio profesional, origen y semilla de las 150 fbricas existentes en la actualidad, con un total de 8.000 obreros. Si, capitana de la industria del calzado de Espaa, por derecho propio, por la cuanta de su produccin con la que se nutre el mercado de la nacin con el 40 % del consumo, y por ltimo, por el prestigio de que siempre hizo gala en el orden artstico. De todo este conjunto de acontecimientos favorables, vemos con satisfaccin el aumento que se produce en su poblacin civil, que de 5.000 habitantes que se registraban en el cen so de principios del siglo actual, se cifra en la actualidad alrededor de 20.000. De ah, que Elda, es por excelencia, ciudad acogedora y hospitalaria; abri sus puertas a todos los que en peregrinacin constante bamos llegando, para que, en este ambiente to do actividad y honradez, hallsemos los medios apropiados con los que resolver nuestros problemas y hasta el de los pueblos limtrofes, cuyos obreros diariamente acuden al traba jo en nuestras fbricas, satisfaciendo as sus necesidades. No voy a extender ms mi modesto comentario sobre los progresos habidos en Elda, por que cuanto he dicho y mucho ms que falta, lo dirn a coro las campanas de nuestro tem plo parroquial la misma noche de la Alborada. Dirn tambin para que lo sepa el mundo, que sobre esa misma nave de nuestra industria, se hallan enarbolados los estandartes de nues *Publicado en Elda en sus Fiestas Mayores, septiembre 1949, s.p. 32 tros excelsos Patronos, la Virgen Santsima de la Salud y el Cristo del Buen Suceso; que por amor a Ellos se anan los pensamientos buenos de eldenses y de los que nos consideramos como tales, de productores y empresarios, para que, en tan buena compenetracin existente, tengan realizacin prctica todas las iniciativas y modalidades de trabajo que permitan la con tinuidad de su engrandecimiento industrial, educativo y de amor a Espaa. Elda, septiembre de 1949. Maximiliano Garca Soriano (1874-1936), a la izquierda, y Ramn Gorg Soler (1853-1925). 6 La foto olvidada Alberto Navarro Pastor Con este ttulo inaugura Dahellos una nueva seccin que esperamos sea del agrado de nuestros lectores, especialmente de aquellos que comienzan a encontrar ms encanto a los recuerdos del pasado que a las realidades del presente. Esta seccin, al conjuro de una vieja fotografa extrada de entre un montn arrinconado que todos guardamos, traer a estas pgina personas que en un tiempo fueron famosas, cosas que vivieron intensa mente, ambientes desaparecidos para siempre, viejos aspectos de la Elda antigua destruidos por el embate del progreso... Ved hoy esta foto, hallada en el museo de gloriosos recuerdos de doa Milagritos Gor g, persona conocida y querida por todos los eldenses, por cuya razn no precisa ms presentacin. Para los lectores a quienes dedicamos esta seccin no har falta pregun tar quienes son estos dos seores, pues el gozo del recuerdo habr invadido sus cora zones. Pero a los jvenes si se les puede poner a prueba, en la seguridad de que pocos seran los que dieran adecuada rplica. Pero si no sus efigies, sus nombres si que estn en la mente de todos, pues no se borra fcilmente la estela que dejaron a su paso D. Ra mn Gorg y Soler, eminente compositor y profesor de msica, director durante muchos aos de la Banda de Santa Cecilia, y Maximiliano Garca Soriano, inspirado poeta de f cil donaire, ambos eldenses cien por cien, de corazn, si no de nacimiento. - Qu acontecimientos han reunido ante el objetivo a estas dos figuras, una de ellas con inusitado aspecto por la barba que lo adorna No es difcil la conjuncin pues quie nes les conocieron saben que muchas veces se hallaron juntos, ya que les uni estrecha amistad y frecuentemente colaboraron en obras que todava perduran, poniendo uno la inspirada msica y el otro la letra. De esta colaboracin nacieron los Villancicos que se estrenaron en el III Centenario de la venida de los Patronos y que an se cantan en las fiestas septembrinas, as como el Himno de Bienvenida a los Patronos que se cant por primera vez en 1904 en el citado Centenario, y por segunda en 1940, cuando Elda reci bi de nuevo las imgenes de la Virgen de la Salud y del Cristo del Buen Suceso. Otra mues tra de la fructfera colaboracin fue la famosa zarzuela Rosala, cuyo estreno en el Te atro Castelar constituy un verdadero xito. Representaron los principales papeles la Sra. Milagritos Gorg y los Sres. Constantino Prez, Antonio Cremades y Antonio Vera, y cau saron gran regocijo las diversas situaciones alusivas a la industria que comenzaba a lle *Publicado en Dahellos, n. 3, marzo 1950. nar la vida local. Aparadoras, zapateros, maestras, patronos y dems fauna zapateril apa recan graciosamente representados, entonando pegadizas canciones como la del Co ro de aparadoras que deca: Somos las aparadoras que venimos del taller tan lindas y seductoras como ustedes pueden ver... Es una lstima que partitura y libreto se hayan perdido, pues creemos sera de gran xi to la reposicin de Rosala en las funciones de aficionados, por el ambiente en que se de sarrolla, familiar a todos los eldenses y por la inspiracin y gracia que msico y poeta de rramaron en la obra. Precisamente esta foto olvidada estaba destinada a ornar la porta da del libreto que iba a ser impreso, idea que desgraciadamente no lleg a realizarse. La efigie de D. Ramn Gorg lleva a todos los que le conocieron intensos recuerdos de tiempos pasados. Evoca el Certamen Musical de Alicante, en el que la Banda de Santa Ceci lia logr un estruendoso triunfo, al ganar el primer premio, declarndose desiertos el se gundo y tercero para mejor premiar la grandiosa actuacin...; el gesto arrogante con que D. Ramn arroj a sus pies la partitura de la obra obligada, Otelo, en el citado Certamen, dirigindola sin papeles, entre el asombro admirado de jurado y pblico...; la hermosa ban dera blanca y azul, colores de la provincia, ganada en este Certamen, y con la que se entr triunfalmente en la villa; bandera que envolvi el cuerpo sin vida del maestro en su trasla do funeral, y que hoy guarda, como reliquia, su hija Milagritos, hasta que cumplido el fin sentimental a que la destina, vuelva a la Banda que la gan para ser orgullo emocionado de viejos msicos y gloriosa enseanza de los que empiezan a solfear las escalas de don Hila rin. Evoca tambin las pintorescas situaciones a que dio lugar el cisma de realistas y pe seteros en el seno de la Banda de Santa Cecilia; cisma que dividi en dos al pueblo y pro voc cancioncillas satricas de las cuales conservo una en mi archivo, burlas y chan zas de variados calibres, acaloradas discusiones sobre la primaca en la armona de las eje cuciones, y hasta se dice que vez hubo en que chocaron en sin igual combate ambos ban dos y hubo empate de abolladuras en cabezas e instrumentos... Todo esto evoca esta descolorida foto, olvidada entre un montn de recuerdos de un tiem po glorioso. 7 El barco y otras facetas septembrinas* Alberto Navarro Pastor En las 343 ocasiones exactas en que se ha celebrado la fi esta de Elda por excelencia, la sep tembrina, se ha ido introduciendo una variedad de festejos que, cambiando a lo largo de los aos han mantenido, sin embargo, la unidad de fondo de la fiesta. No poseo datos ciertos de cmo se celebraban en sus comienzos estas fiestas, pero a juzgar por el ambiente de las pocas tendremos que suponer que hasta bien entrado el s. XIX estas solemnidades tenan un fondo netamente religioso, dejando algunos rinconcitos para que la gente del pueblo se solazara en festejos profanos como las becerradas y tteres en la explanada del Castillo, los partidos de pelota, los gneos y fragorosos castilletes y las monumentales tracas. Es ms tarde cuando la fiesta comienza a hacerse ms profana con la inclusin en el programa, ese simptico programa atiborrado de ditirmbicos motes, de festejos cvicos en profusin. Pe ro se evidencia que la verdadera razn de ser de las Fiestas es la catlica cuando el adveni miento de la Repblica se suprime la exteriorizacin del fervor religioso que antes se tra duca en Solemnes Salves, Misas cantadas y las grandiosas procesiones en las que partici paba el pueblo entero. Buena muestra de esto es una Carta al ausente con motivo de las fies tas publicada en la revistaA/bor, nada sospechosa de catolicismo, en 1933, que deca: Se da como seguro la celebracin de las tradicionales procesiones. Si se confirma habrs sido un vidente. No comprendas su supresin; yo slo puedo decirte que en las pasa das fiestas la gente andaba como desorientada, cual si le faltara algo durante el ano checer de los das 8y 9. Unas procesiones sin marcado carcter confesional, que no per tenecan a una determinada congregacin, que eran genuinamente populares! No po da transcurrir mucho tiempo sin que volvieran a verificarse . Y tras esta afirmacin de la dualidad Iglesia-Pueblo de estas fiestas septembrinas, sobrevino el caos 1936-39, en que no se pudo pensar en fiestas porque otros quehaceres ms trgicos precisaban de todos los esfuerzos. Y desde el venturoso ao 1939 nuevamen te se han desarrollado nuestras fiestas en su doble aspecto que colma los anhelos de los el denses en general, deslizndose a lo largo de su programa algunos motivos que se ocultan modestamente como si no tuvieran luz propia suficiente para brillar. Fijmonos en ese bar co de madera pintada que es hoy nuestra foto olvidada, alzando sus velas anacrnicas so * Publicado en Dahellos, n. 5, septiembre 1950. bre varios marineros con el antiguo uniforme. Este es el barco arrumbado en 1904 por el San Eduardo, sacrificado en 1936. Qu pocos hombres de hoy no aoran los das en que vestidos con el traje marinero correteaban entre jarcias y obenques, junto a los ame nazadores caoncitos, o empujndolo con ruidosa algaraba sobre sus ruedas de madera! Este antiguo velero, la carabela San Eduardo o la que hoy navega por nuestras calles, es uno de los ms simpticos detalles de nuestra fiesta, y si no me creis que se lo pregun ten a los nios que todo el ao suean con surcar mares de cartn pintado sobre la firme cubierta del barco, impasible a todos los vientos marinos. Otro festejo que casi siempre pasa desapercibido es el famoso globo que lanzado al ai re tras una meticulosa preparacin se eleva, presentando la panzuda imagen de un rubicundo seor que se mece apaciblemente en los cielos, dando suaves vaivenes hasta que desapare ce hecho un puntito rojo a lo lejos. Despus nos dicen que ha aparecido en Santa Brbara o en Sax, pero es mentira. Todos los seores panzudos y rubicundos que se lanzan al cielo con su oronda curva henchida de nubes van a caer a un cielo especial para ellos en el que estn todos los globos que se van tirando en fiestas y donde se realizan tremendas tertulias en las que cada cual cuenta lo que vio en su ascensin. Los globos que a lo largo de los aos han ido agujereando los cielos de Elda hacen cenculo aparte y se cuentan entre suspiros las fiestas septembrinas que han visto y animado. Y por ltimo y fuera de programa, hay otro festejo que a pesar de no estar incluido se celebra ritualmente en la mayora de los hogares eldenses. Si fuera yo miembro de la Co misin de Festejos insertara este parrafito entre una sorprendente y atronadora traca y un extraordinario concierto: Da 8, de dos a tres de la tarde: Colosal y pantagrulico fes tn de fasiuras en todos los hogares de la poblacin. Creo se debiera poner un pliego de firmas solicitando la inclusin de este popular fes tejo en los programas de los aos venideros. Estoy seguro se llenara inmediatamente de gra fismos. 13, DE LA SAL (Jallo Grabado de los Gozos a la Virgen Stma. de la Salud de Elda. Siglo XVIII. 8 Las Fiestas del III Centenario de la venida de los Patronos* Vicente Coronel Rico Recuerdo de la conmemoracin del III Centenario de la llegada a Elda de nuestros excelsos Patronos la Santsima Virgen de la Salud y el Santsimo Cristo del Buen Suceso. El 6 de septiembre de 1904 fue de inmenso jbilo para los hijos de Elda, al dar principio, con delirante entusiasmo, las fiestas en homenaje a nuestros amantsimos Patronos. El pue blo se engalan con arcos de triunfo, banderas, gallardetes y vistosas colgaduras que unan sus coloridos al verde jardn de las calles. En la carretera que parte para Alicante fue levantado un artstico altar y en l se colocaron las veneradas imgenes, diciendo la misa el M.I. seor D. Agustn Cavero. A las tres de la tarde se organiz la triunfal entrada de nuestros amados Patronos con delirantes aclamaciones, y las gentes se agolpaban en las calles para aclamarlos. En mitad de la calle de la Esperanza (hoy Mau ra) se levant un templete y ante l se cant con unnime aplauso un Himno de Bienvenida, original del laureado maestro D. Ramn Gorg, con letra del inspirado poeta D. Maximiliano G. Soriano. Llegadas las veneradas imgenes frente a la calle Nueva se cant un segundo Himno, obra de D. Francisco Santos, que mereci la aprobacin del auditorio. Nuestros excelsos Patronos hicieron su triunfal entrada por las calles de la Esperanza, por la de San Roque y por la de Serrano, hasta su llegada al templo, donde fueron recibi dos con frenticas y delirantes aclamaciones. La tradicional Alborada fue gratsima. A las doce de la noche, las campanas, alegres y jubilosas, se echaron al vuelo. Las msicas interpretaron el Himno Nacional y se elevaron por los aires vistosos voladores y una traca de hermosos efectos, que al llegar a la altura de la torre parroquial, nos sorprendi con una colosal palmera de vistosos colores, con pro fusin de cohetes voladores que como peces se esparcieron por el ancho mar de los espa cios. Acto seguido y en medio de un gran silencio, encontrndose la plaza, los balcones y tejados llenos de gente, se cant la gran Salve en Re bemol, obra de D. Ramn Gorg, de dicada a la Santsima Virgen, que fue ovacionada. En ella tom parte la eximia cantante Mi lagritos Gorg, gloria del arte lrico mundial. Publicado en Elda en sus Fiestas Mayores, septiembre 1951, s.p. El da 7, al despuntar la aurora, se echaron las campanas al vuelo desde el derruido al czar de los Condes de Coloma [sic], se dispararon atronadoras salvas de artillera y las m sicas en su paseo matinal ejecutaron alegres obras. A las 10 se present con unnime aplauso la grandiosa cabalgata de las artsticas carrozas presentadas por la Industria, el Co mercio, la Mayordoma y la Redaccin de El Centenario, la que portaba las cajas simbli cas y el barco San Eduardo. El da 8, es el da ms fausto y venturoso para los hijos de Elda por celebrarse en l el feliz natalicio de Nuestra Seora la Virgen de la Salud, que es nuestro consuelo, nuestra es peranza y el amor de los eldenses. A las 10 se celebr la solemnsima misa oficiada por D. Agustn Cavero y cantada por la orquesta que diriga D. Ramn Gorg. Asistieron el Ilustr simo Sr. Obispo de Orihuela y las autoridades locales, encontrndose el templo abarrotado de gentes. Llegado el Gradual se cant el inmortal villancico Pueblo venturoso del inspira do maestro D. Ramn Gorg, con su magnfica estrofa Virgen Pursima, que fue cantado con insuperable maestra por el aplaudido cantante D. Trino Llorens. El da 11, fue un acontecimiento la apertura del Teatro Castelar. Lo inaugur la gran com paa de zarzuelas y peras espaolas dirigida por D. Pablo Gorg, que puso en escena El mi lagro de la Virgen, de Ramos Carrin y Chap, que fue ovacionada con nutridos aplausos. El III Centenario de la feliz llegada de nuestros excelsos Patronos, por su grandiosidad y belleza, quedar grabado en la historia de Elda con letras de oro. Las grandiosas fiestas, se cerraron con ureo broche al dispararse el ltimo castillo de fuegos artificiales. Termi nado ste, se elev por los aires una potente bomba que atron los espacios y con ella se dieron por terminadas nuestras extraordinarias fiestas en homenaje a nuestros amados Pa tronos en su III Centenario. 9 Maximiliano Garca Soriano Alberto Navarro Pastor Este popular versificador eldense naci en Yecla aproximadamente en 1874. No existe con tradiccin en el gentilicio ya que si bien siempre tuvo presente su querida tierra natal, des de 1901 en que lleg a Elda, fue eldense de alma y corazn. En dicho ao, trado por cir cunstancias sentimentales adversas, lleg a Elda acompaando a D. Luis Juan Amat farma cutico, con el que se coloc de ayudante. Al ao siguiente comenzaba a lanzar D. Juan Vidal Vera su revista El Centenario patro cinada por la Mayordoma de los Stmos. Patronos y dedicada a conmemorar el III Centenario de la venida de las imgenes. En sus pginas se inici a la poesa eldense M.G.S. con gran facilidad e inspiracin, emprendiendo su camino literario que no haba de abandonar en su vida. La mayora de sus composiciones de El Centenario son indudablemente mejores que las que hizo ms tarde, en su prdiga colaboracin en revistas y semanarios eldenses, en los que era raro el que no llevaba su firma o los seudnimos Graciano Soria, Pepito Tafa lera, Magaso y algn otro que ha escapado ami pesquisa. Era su principal motivo de ins piracin nuestra bella imagen de la Virgen de la Salud y los temas populares y anecdticos, dedicando a la primera innumerables composiciones entre las que destacan el Himno de Bienvenida a los Patronos con msica de su gran amigo Ramn Gorg, cantado solemne mente en dos ocasiones, la primera en 1904 al reproducir la ceremonia de la llegada, y la segunda en 1940 al recibir Elda sus nuevas imgenes que llenaran los huecos que dejaron las antiguas, destruidas por la tea revolucionaria en 1936. Buscando mayor perdurabilidad para sus composiciones que las que podan prestarle los peridicos eldenses, destruidos apenas ledos, reuni en libritos en tamao 8 impresos por Vidal, varias selecciones bajo los ttulos siguientes: Yeclaneras, 5 colecciones; Zaran dajas; Realidades (ensayo dramtico en prosa); Mis ltimos versos; Rosala (zarzuela de costumbres eldenses, msica de Gorg); La novicia (comedia); Las onzas (juguete cmi co); Caso de conciencia (comedia), Entre dos afanes (id.); A la fi esta de Petrel! (juguete cmico); Acertijos eldenses (pasatiempo); Yo quiero ser cmico! (monlogo) y Pedrote (zarzuela de costumbres, con msica de Natalio Garrido). Tal vez tenga publicado algn li brito ms, puesto que cito por la 5 a coleccin de Yeclaneras editada en 1924. Es lamenta ble que no se conserven ejemplares de estos li britos pues por ms esfuerzos que hemos he cho por hallar algunos no lo hemos logrado. Publicado en Dahellos, n. 12, septiembre 1951. 40 Su personalidad, tanto humana como potica, fue sencilla, cordial y amable. Nada se ha ll ar en sus versos que pueda herir a nadie, a pesar de comentar sucesos de su vidrioso tiem po y reflejar personas de su trato y vecindad; nadie recordar perjuicios irrogados por el ll o rado M.G.S. Como versificador su principal caracterstica fue su vivo ingenio, la espontaneidad y gracia que imprima a sus versos. No quiso subir ms alto y para l no ll eg la musa ala da de la poesa pura, del acorde de las palabras que transfiguradas por el sentimiento se con vierten en msica excelsa. Pero brill fuertemente en la poesa popular como antes he di cho y este es un gran mrito que nadie puede discutirle; aumentado por los triunfos obte nidos en distintos Juegos Florales. En M.G.S. se dio el caso, tantas veces repetido a lo largo de los arios, del que viene de otros puntos y una vez aqu queda ganado por el hechizo de Elda. Si Yecla fue su pueblo na tal en Elda tuvo M.G.S. sus amores, sus ilusiones, sus dichas; en Elda promovi toda clase de actividades culturales, dirigi el semanario Idella, desde el que realiz una campaa so li citando la construccin del puente de la Estacin y la renovacin de sta. No hace mucho se public en Peregrinacin un delicado recuerdo a su memoria. Se recordaba en l la pro puesta que all por 1935 hizo la revistaA/bor de que M.G.S. deba ser declarado hijo adop tivo de Elda en recompensa al amor que l le tena ya sus relevantes mritos poticos y ciu dadanos. Pero ll egaron los tiempos angustiosos y M.G.S. y su esposa D. Dolores Maestre re cibieron el luctuoso homenaje de la ingratitud traducido en un viaje sin retorno. No es tarde todava para hacer a su memoria un sencillo acto de homenaje, en el que Elda demostrar que no olvida a los que viniendo de otras tierras la hacen su patria, labo ran por su engrandecimiento y la proclaman como la ms bella. Y esto es lo que hizo Ma ximiliano Garca Soriano. Maximiliano Garca Soriano en una foto de Elda Graflco. El maestro Juan Vida! Vera (1863-1930). 10 D. Juan Vidal Vera (una vida al servicio de la cultura eldense) Alberto Navarro Pastor Hundidos en la vida quieta de los pueblos, perdidos en el anonimato de una existencia ano dina, existen personas que van desmigando su vida en un continuo batallar por imprimir a cuanto les rodea un sello nuevo, un aspecto ms culto y elevado. Tal fue I). Juan Vidal Vera. No hallaremos su nombre en las li stas peridicas de celebridades eldenses ni encontraremos estudios sobre su persona. Tan solo una lpida con su nombre en la calle donde vivi y mu ri, ofrendada por sus antiguos alumnos, es testimonio de que Elda no ha olvidado la figu ra del maestro Vidal. Educado en un seminario como Sempere, Rico y otras figuras eldenses dej los estudios sacerdotales para dedicarse a la enseanza, montando un colegio por el que pa saron y se formaron las mejores inteligencias eldenses. Pero esta labor docente en la que tanto destac fue postergada al dedicarse de lleno a la tarea de dotar a su pueblo de una im prenta, la primera que se instal en Elda. En 1906 comenzaba sus primeros trabajos y des de esta fecha todos los programas de fiestas de septiembre, todos los peridicos locales que fueron apareciendo y la mayor parte de los impresos que utilizaban las pujantes industrias zapateras fueron saliendo de las prensas de Vidal. En ellas se imprimieron folletos de inte rs local como Las fiestas de mi pueblo, de Castelar; El paisaje alicantino en la obra de Gabriel Mir, de Capilla; La Paz Universal, de Ventura Pastor (verdadera rareza bibliogr fica por haber sido destruida su tirada, casi ntegra, durante nuestra guerra). Los peridi cos locales que salieron del casern de la calle Linares son casi incontables y puede decir se que all se encierra la historia del periodismo eldense. Algunos ttulos son La Lucha, Ho rizont e, Idella, El Tirapi, Cultura, El Tijeretazo, etc., etc., as como las revistas Albor, El Cronista, Elda Grfico, Elda Extraordinario y otras en las cuales, por su mejor presenta cin poda desarrollar Vidal la experiencia adquirida y su buen gusto personal. Provisto de una clara inteligencia y una cultura muy superior a la de sus coetneos se inte res por la historia de Elda. Pocos aos haca que haba muerto D. Lamberto Amat y ya su ma nuscrito sobre historia local era estudiado atentamente por Vidal y un gran amigo suyo D. Do mingo Toms Vera, infatigable buscador de escondidos datos histricos eldenses. Este Domin go Toms Vera es otra de las fi guras destacadas de su poca, desconocida actualmente por ha Publicado en Dahellos, n. 13, mayo 1952. ber desaparecido sus valiosos trabajos por la lamentable ignorancia de su viuda, que prefiri ver los destruidos antes que entregarlos a estudiosos que saban lo que valan aquellos papeles. D. Miguel Tato y Amat y D. Ricardo Vera Laliga parientes cercanos de D.T.V. hicieron varias tentati vas de salvar la obra de ste viendo estrellados sus nobles deseos ante la terquedad de la viuda. Pero dejemos esta fi gura eldense para otra ocasin y sigamos con D. Juan Vidal. Ambos amigos fueron, segn mis datos, los primeros que supieron ver entre la balum ba de tiestos de El Monastil, que aquello era algo ms que un montecillo. Conocedores de los estudios arqueolgicos que en aquella poca estaban casi en su infancia, emprendieron la ms seria excavacin que se ha realizado y cuyos muros todava podemos ver en la base de El Monastil, junto al transformador. Desconocemos la importancia de los hallazgos ob tenidos pero no debieron ser insignificantes por ser aquel punto el de mayor acumulacin de restos de vasijas ibricas y precisamente en su clase ms artstica, de terra sigillata y pie zas con decoracin vegetal y animal. Sin embargo todo ha desaparecido y D. Juan Vidal se llev a la tumba sus conocimientos sobre nuestro santuario ibrico de El Monastil. De sus hallazgos de objetos de pasadas pocas slo nos han quedado unos platos jaspeados de ori gen hispano -rabe que encontr en el subsuelo de su casa y que se encuentran en las Es cuelas Nacionales esperando mejor destino. Como hombre de letras, no nos dej suficientes escritos para juzgar de su vala ya que los que perduran son trabajos periodsticos en los que generalmente queda postergado el estilo a favor de la concisin y claridad. Todava hoy amarillean en los estantes de viejas libreras eldenses las pginas de El Centenario, revista mensual que apareci en 1903 en nuestra ciudad, edita da por la Mayordoma actuante en el ao del Centenario (1903 a 1904), tercero desde la ll e gada de los Patronos el Santsimo Cristo del Buen Suceso y la Virgen de la Salud. Esta revista ca tlica fue dirigida por Vidal con un excelente resultado li terario hoy comprobable. En ella figu raron las fi rmas ms destacadas de los eldenses de aquel tiempo: Cavero, Maximiliano G. Soriano, Francisco Maestre, el citado Domingo Toms Vera, Baldomero Alonso, etc., etc. Juan Vidal falleci en Elda el 24 de agosto de 1930, siendo enterrado en el cementerio de esta ciudad. Contaba 67 aos de edad pues su nacimiento ocurri el 8 de marzo de 1863. Po sea una extraordinaria biblioteca de ediciones de los siglos XVIII y XIX en su mayora, con so brias encuadernaciones en pergamino bastantes de ellos, especialmente los de carcter religioso. Tambin fi guraba un manual de arqueologa, tal vez su Baedeker por los caminos de la anti gedad. Muchas veces, viendo el armario -librera de D. Juan Vidal cerrado y olvidado, mudos los libros y hermticos los cristales que los guardan, he pensado, si no sera un sincero home naje a su memoria, un tardo ofrecimiento perpetuador de sus afanes culturales, donar es tos li bros a la naciente y pujante Biblioteca Pblica Municipal para que, agrupados co mo l los dejara, en seccin especial honrada con su retrato y nombre, sirviera de material de estudio o recreo a las nuevas generaciones eldenses. Estamos seguros de que D. Juan, que dedic toda su vida a modelar inteligencias y hacer nacer vocaciones de estudio, no desea ra mejor destino para sus libros. 11 Eldenses Comisin Municipal de Fiestas En el trescientos cincuenta aniversario de la llegada a esta Ciudad de la primitivas imge nes de nuestros excelsos Patronos, el Cristo del Buen Suceso y la Virgen de la Salud, de gra tsimo recuerdo para todos los eldenses cuyos corazones laten al unsono llenos de amor, de fe y devocin sin lmites a esas prendas queridas y veneradas que en tiempos remotos, segn nos narra la historia, libraron a nuestra Villa de Elda de plagas y epidemias que aso laban los pueblos de nuestro contorno, recuerdo que no se ha borrado, ni quiera Dios que se borre de la memoria de nuestros hijos; en este aniversario gloria y honor para el creyente y buen hijo de esta Ciudad que hoy tanto se envanece de su progreso, de su industria, de su comercio y de todos los adelantos en el orden material, quiere y desea con todo su espri tu dar una prueba de su religiosidad y gratitud cristiana, celebrando unas fiestas que con to da propiedad podamos llamar jubilares para que queden grabadas indeleblemente en el alma de todo ciudadano eldense, con la solemnidad y esplendor que merecen y que las cir cunstancias aconsejan. Esta Comisin organizadora recogiendo los anhelos e interpretando los deseos de todos, ha confeccionado un programa de festejos que responda al entusias mo y fervor de todos los fieles amantes de nuestros Santos Patronos, recordando as para la posteridad las dos inolvidables fechas, Septiembre 1604 Septiembre 1954. Catlicos el denses, cooperad con vuestra asistencia personal a la brillantez y prestancia de todos los ac tos que vamos a celebrar en honor de nuestras queridsimas joyas el Cristo del Buen Suce so y la Virgen de la Salud. Publicado en Elda en sus Fiestas Mayores, septiembre 1954, s.p. Programa de fi estas jubilares de 1954. Portada de Felipe Navarro Pastor. 12 Septiembre y Elda Eduardo (iras Sempere Q uiz nosotros mismos, tambin, hemos pensado menosprecindolasque las fiestas de pueblo son algo anacrnico, que desentona y no tiene cabida en el casillero de la exis tencia moderna. Y por eso seguimos tal vez cavilando ese afn de modernizar la fies ta, buscando aadirle el inters que encontramos de menos en ella. No menospreciemos estas ingenuas Fiestas Patronales pueblerinas; no subvaloremos su esencia, su contenido, su simbolismo... Que las fiestas sean como una ojeada hacia atrs, como un volver a ser nio el pueblo que nos cobija, como una renuncia voluntaria y temporal a cuanto de nuevo y comple jo, a cuanto de dinmico y agitado tiene esta vida moderna de la prisa y del movi miento; de la preocupacin y del problema cotidianos. El precepto divino lo asevera: Si no os volvierais como estos pequeuelos... Porque solo con la conciencia blanca de la niez se puede ser bueno y, por consiguiente, feliz... Por qu, pues, considerar con despego esta regresin a la niez de un pueblo, simbolizada en la celebracin de nuestra Fiesta de Septiembre Cuando se alce a los cielos el primer cohete de la Alborada; cuando las doce campana das de esa media noche emocionante caigan y se extiendan por los mbitos eldenses, abriendo con sus ondas la pgina primera y maravillosa de las Fiestas; cuando los acordes del Himno Nacional pongan un nudo de sentimiento en las gargantas, prometmonos, ha gmonos el propsito fi rme de dejar tabla rasa, al menos por unos das, en el cmulo de nues tras vidas complicadas; de olvidarnos a conciencia de todo lo mucho que sabemos y conocemos de esta existencia actual; de intentar ser, por unas horas, esos nios grandes que ahora nos parecen al recordarlos nuestros abuelos, capaces de maravillarse ingenua mente con el estallido de un cohete, de enardecerse con el estruendo de una traca, de exal tarse con un pasodoble; y sobre todo, de acudir a las funciones religiosas, de amor y vene racin a nuestros Patronos, con el alma vestida tambin de Fiesta... Y un ao ms ayudemos as, digna y honradamente, a escribir una pgina nueva en el li bro de la tradicin eldense, que en un maana quiz no lejano tendremos que legar a nuestros sucesores... Porque los pueblos las gentes de los pueblos, mejor dicho nacen, pasan y desa parecen, como todo lo creado. Como el organismo vivo, en el que las clulas se renuevan * Publicado en Elda en sus Fiestas Mayores, septiembre 1954, s.p. 46 sin cesar, de modo que a la vuelta de un lapso no queda ni una sola de las viejas; y, sin em bargo, algo queda que persiste y la hace seguir siendo el mismo ser vivo, ll mese ese algo forma, estructura, conciencia, alma... As tambin los pueblos: muchos de los eldenses que celebraron jubilosos el Centenario en 1904 ya no vern este trescientos cincuenta aniversario del presente ao; casi seguro que ninguno vivir en 2004... Sern otras las gentes del Elda de ese futuro remoto; pero deseemos, creamos, que algo haya persistido y perdurado, por encima de las personas y de la muerte... Y que ese algo contine definiendo y distinguien do a Elda. Y ese algo ser ha de ser, por fuerza las creencias, las costumbres, el alma, en su ma, del pueblo, conservada amorosamente al amparo de la tradicin... ei CENTENARIO tb er , 4711V4 P10 Revista El Centenario (1903-1904). 13 El Centenario. Publicaciones peridicas eldenses (XI)* por Alberto Navarro Pastor Hace ms de medio siglo, la pequea poblacin de 6.000 habitantes que era Elda vio acer carse una fecha trascendental que deba ser conmemorada con el esplendor y magnificen cia que mereca: la del Tercer Centenario de la llegada de los celestiales Patronos de Elda, la Santsima Virgen de la Salud y el Santsimo Cristo del Buen Suceso, venidos a nuestra ciu dad, segn la piadosa leyenda, en una fecha indeterminada del ao 1604. Ya en el siglo an terior haba sido conmemorada esta magna efemrides con unos festejos religiosos de gran relieve; de los que quedaba constancia escrita por una crnica redactada por el vicario don Juan Toms Sempere, en 1804. El 20 de septiembre de 1903, desde el plpito de la antigua Iglesia de Santa Ana, el M.I. Dr. D. Agustn Cavero Casez en aquel tiempo Cannigo, Provisor y Vicario General de la dicesis de Orihuela, hijo notabilsimo de esta ciudad, pronunci una elocuente exhortacin a los vecinos para que se iniciaran inmediatamente los trabajos de preparar para el ao si guiente unas fiestas como nunca se hubieran hecho en Elda. La idea entusiasm al pblico congregado y seguidamente se constituy la Mayordoma extraordinaria de Nuestra Seora de la Salud actuante desde 1903 a 1904, cuya presidencia ostent el mismo doctor Cavero, figurando como secretario general don Dionisio Martnez Lacasta. Uno de los primeros acuer dos de esta Mayordoma fue la publicacin de una revista mensual con el objeto de soste ner y aumentar el entusiasmo de todos en la obra emprendida de festejar con el mayor lucimiento posible a nuestros Patronos, publicando trabajos literarios adecuados y dando relacin detallada y exacta de cuanto en este sentido se lleve a efecto, no slo por las mayordomas nata) actuante, sino por el municipio y calles en particular. As na ci El Centenario, revista catlica de Elda. Sus caractersticas eran modestas; la componan un cuaderno en 4 0 de unas veinte p ginas, en promedio, con una reproduccin de la fotografa de la Virgen de la Salud en su por tada. Tir en total doce cuadernos con 280 pginas, desde septiembre de 1903 a agosto de 1904, aunque este ltimo nmero tuvo que salir pasado septiembre, puesto que contiene una muy detallada Crnica de los festejos celebrados en esta ciudad con motivo solemni zar el tercer centenario de nuestros Excelsos Patronos..., debida a la pluma del director * Publicado en Valle de Elda, n. 106, 6 -IX -1958, p. 5. de la revista, don Juan Vidal Vera y que comprende quince pginas. Como pie de imprenta figura nicamente en el primer nmero el de Imprenta ,Sirvent y Snchez. Calle de Ra fael Terol, nm. 3. Frente a la Farmacia de Aznar Alicante. Todos los dems carecen de l, pero por la tipografa empleada, el papel, adornos y otros detalles, debieron ser todos los nmeros salidos de las mismas prensas. Los trabajos publicados en sus pginas reunan las firmas ms prestigiosas de la Elda de entonces. La colaboracin del doctor Agustn Cavero, de don Francisco Maestre Prez, en tonces cura de la parroquial de Busot, don Juan Vidal Vera, don Maximiliano Garca Soria no, don Baldomero Alonso, don Domingo Toms Vera Maestre, don Indalecio Ferrando, don Jos Coronel Rico, don J. Gonzlez Pay y otros, convierte a la revista en una muestra de lo mejor de la produccin literaria eldense de 1904. Entre los trabajos publicados hay varios que destacan por su valor literario, histrico o documental, que no ha perdido calidad a pesar del tiempo transcurrido y de la variacin que, an en esto, imponen los distintos gustos de pocas diferentes. De gran inters son los artculos de carcter histrico como los Apuntes histricos de los cuales no hemos conseguido averiguar el autor. Aunque basados en la Noticia interesante, del Rvdo. Don Gonzalo Sempere y en los Apuntes, de don Lamberto Amat, aportan algunos deta ll es nuevos sobre cuestiones no suficientemente aclaradas y publica sucesos no recogidos por aquellos. Quin trajo a nuestros Patronos es tambin un interesante estudio sobre la per sonalidad del Conde de Elda que trajo las imgenes de los Patronos, estableciendo que fue el se gundo Conde de Elda, don Antonio Coloma y no su hermano don Luis Antonio Coloma. La muer te de don Domingo Toms Vera, autor de este artculo, dej el trabajo sin terminar, pero en el prembulo ya haba aportado material suficiente para mantener su opinin con autoridad. Muy importante es la reproduccin de la crnica titulada Las fiestas del Centenario de 1804, descritas y relatadas por el Vicario y doctor don Juan Toms Sempere con curiosos detalles dignos de perdurar en las crnicas eldenses. Tambin resulta interesantsimo el ar tculo El manto azul, de don Francisco Maestre, en el que narra el origen de este manto ostentado por la Divina Patrona, la Virgen de la Salud, obsequio de los obreros de la Fbri ca de Tabacos de Manila (Filipinas), dirigida por el eldense don Rafael del Val que habin dose encomendado aquellas a instancia de este a la proteccin de la Virgen de la Salud, per manecieron inmunes a la terrible epidemia de clera morbo que llen la isla de muerte y espanto y en agradecimiento a Aquella dejaron un da de su haber para confeccionarle tan hermoso manto, que lleg a Elda en 1883. Los Cuadros vivos de este mismo sacerdote son estampas literarias, agudas observa ciones del ambiente existente en Elda en la preparacin y espera de las extraordinarias fi es tas, con cuadros que ya pertenecen a la historia como el del Remate de la Virgen o Agui naldo a la Virgen, pues ambos ttulos se le pueden colocar. Bellsimo el de La entrada de la Virgen y descriptivo y lleno de color el de La Alborada. En la colaboracin potica, muy numerosa, brillan algunas composiciones muy inspi radas, del sacerdote Francisco Maestre Prez y de Maximifiano Garca Soriano, este con un estilo ms fresco y espontneo del que le conocemos de aos posteriores, cuando Idella y otros peridicos eldenses. El Centenario, por su cmodo formato fcil de encuadernar, no ha sufrido la desgra ciada suerte de tantas y tantas publicaciones eldenses con merecimientos para haberse conservado superando el paso del tiempo. Volmenes encuadernados de El Centenario pue den encontrarse en antiguas casas eldenses, aunque no muchos, naturalmente, pues las ge neraciones nuevas no han apreciado, ms que en contados casos, el valor de estos viejos pa peles. Con todo, congratulmonos de que an se pueden encontrar colecciones y, sobre to do, que en la Biblioteca Pblica figure este volumen, por la posibilidad que brinda, a los in teresados en las letras eldenses, de un estudio cmodo y fcil de la aportacin de El Cen tenario, a esta obra de cultura local. Porque en sus pginas se condens, centradas en la devocin a los Santsimos Patronos en tan sealada fecha, todo cuanto digno de permane cer haba en la Elda culta de 1904. 51 1 trilla ()e Cla ~.0 PROGRAMA de los festejos que en el ao actual 9 durante los das del 6 al 20 de Septiembre celebrar la citada poblacin en honor sus Excelsos Patronos el SANTSIMO CRISTO DEL BUEN SUCESO OTHEI. SON. DE LH S11110 COrf motivo del tercer centenario de la venida de dichas Imgenes este Villa _1 _ VILLENA .pkirsox 1 . 111 4Cseet o / AO 1904 X Programa de fi estas del l!! Centenario (1904). 14 El Centenario de 1904. Unas fiestas extraordinarias* Rodolfo Guarinos Amat Unas fi estas maravillosas e inolvidables, para los que tuvieron la suerte de vivirlas, fueron las ce lebradas en Elda en el ao 1904, con motivo del Tercer Centenario de la ll egada de nuestros ex celsos Patronos. De pocos acontecimientos eldenses de otros tiempos nos ha quedado una refe rencia tan completa y minuciosa. El pequeo pueblo entero labor sin desmayos y rivaliz en en tusiasmo a lo largo de todo un ao, preparando con incansable solicitud el gran aniversario que tendra lugar en septiembre de 1904. Y todos estos desvelos, iniciativas y trabajos, fueron amo rosamente recogidos en las pginas hoy amarillentas de la revista El Centenario, iniciada con este fi n en septiembre de 1903 y cuya publicacin constituy una felicsima idea, ya que nos permite reconstruir, casi sesenta aos ms tarde, los menores detalles del gran aniversario. Imaginemos al pueblo de entonces. No resulta tarea fcil. Elda se ha transformado. Si nues tros abuelos pudieran volver, la ciudad actual les resultara extraa, no saldran de su asombro. La ciudad es en el ao de gracia de 1904 una sencilla comunidad de unas seis o siete mil almas. No es ya precisamente una aldea, pero las costumbres no tienen complicaciones; todo el mundo conoce a todo el mundo. Es Alcalde de Elda, don Jos Joaqun Gonzlez Amat, y Cu ra de su nica parroquia, don Jos Navarro. En este ambiente ntimo, casi patriarcal, tuvieron lugar las fiestas del Centenario. Los pre parativos de todo un ao haban de culminar en unos festejos tan extraordinarios y sorprendentes sobre todo si se tiene en cuenta la pequea capacidad econmica y la gran capacidad de asom bro de aquella Elda que fueron motivo de maraVilla para propios y extraos, como se acos tumbraba a decir en las crnicas de aquellos das. Seguramente que con el Centenario comen z a circular por los pueblos vecinos la leyenda de la Elda fabulosa, de la Elda que saba cre cerse en las ocasiones y que era capaz de ll evar a cabo con xito las ms arduas empresas, aun por encima de sus razonables posibilidades. El da 6 de septiembre el tradicional da de la Alborada los cimientos de la ciudad se estremecieron con el anuncio de la fiesta. Empezaba el Centenario, la conmemoracin jubilosa de la llegada de los Patronos, y las campanas, los cohetes y hasta las piedras de Elda lo gritaban a los cuatro vientos. Publicado en Alborada, n. 8, 1962, s.p. Albore el da.. y apareci lapoblacinfabril transformada en vergel primoroso , di ce El Centenario. Al fi nal de la calle de la Esperanza (hoy de Antonio Matra) se haba levantado un artstico templete, en el que esperaban al pueblo las imgenes de la Virgen de la Salud ye! Cristo del Buen Suceso. All, ante una gran muchedumbre, se celebr una solemne misa de campaa, que ofi ci el M.I. Sr. Dr. don Agustn Cavero. Al acto asistieron las bandas de msica de Alcoy y Elda, as como los dulzaineros de Tales. En este acto hizo su primera aparicin en pblico el Batalln Infantil nmero 4 de Nuestra Seora de la Salud, organizacin infantil castrense, obra de don Eduardo Pastor Juan, que constituira uno de los nmeros ms aplaudidos y celebrados del Cen tenario. Despus de la misa se realiz la entrega simblica de las imgenes al pueblo de Elda, en so lemne ceremonia de la que se levant la correspondiente acta notarial. En las primeras horas de la tarde, el pblico ll enaba las calles eldenses. Una nueva banda de msica, la de Muchamiel, acababa de hacer su entrada en la poblacin. Iba a dar comienzo la Gran Cabalgata Histrica, nmero bomba del programa. En medio de un entusiasmo delirante se inici el desfile de las carrozas, a las que pre cedan las comparsas de Gigantes y Cabezudos y heraldos a caballo. Desfil en primer lugar la carroza de la industria de zapateros, obreros y similares, que representaba la airosa to rre de la Iglesia de Santa Ana y en la que se ofreca al pblico un ramillete de graciosas j venes, bellamente ataviadas, junto con dos jovencitos en traje de faena. Le segua la carro za del comercio, con una figura alegrica de Mercurio conduciendo unos cisnes y ocupa da por varias nias con vistosos trajes blancos. Detrs de ella marchaba la gran carroza de la Mayordoma, organizada por la direccin de El Centenario, que albergaba a los repre sentantes de los Condes de Cervelln, con elegantes trajes de la poca de la venida de los Pa tronos, y a varias distinguidas seoritas. Cerraban el desfile la carreta que conduca las simblicas cajas de las imgenes, compar sas de marineros, carabela San Eduardo y el Batalln Infantil. Formaban tambin en el des file diversas comparsas de Arcabuceros y Chambergos, peregrinos, bandas de msica, etc. En el momento de disolverse la vistosa cabalgata en la plaza de la Constitucin, el re presentante del Conde fue saludado por las autoridades, y seguidamente pronunci un bre ve discurso relatando los felices acontecimientos acaecidos en su viaje desde Cerdea a la hoy ciudad de Elda. Son, tambin precisas palabras de El Centenario. Indudablemente, para los eldenses result ser sta una jornada muy ajetreada, llena de ac tos emotivos que se sucedan sin apenas intervalo. A las seis de la tarde se iniciaba la entrada triun fal de los Santos Patronos, partiendo la procesin del lugar donde se haba celebrado la misa de campaa. Fue, segn se desprende de lo que leemos en El Centenario, un acto entraable que hizo comulgar en una misma intensa emocin a todos los asistentes. La Virgen de la Salud es bajada lenta, amorosamente, de su improvisado trono. En medio del respetuoso silencio de todo un pueblo, las Hijas de Mara le hacen la ofrenda de un cora zn de oro que encierra los nombres de todas las asociadas, siendo leda por don Agustn Ca yero una poesa alusiva al acto. Majestuosamente avanza la procesin y su lucido cortejo de Ban das de Msica y comparsas. Todava en la calle de la Esperanza, se ejecuta un Himno de Bien venida, con msica del maestro Gorg y letra de don Maximiliano Garca Soriano, y en cuya in terpretacin toma parte la gran diva Milagros Gorg. A continuacin, en otro lugar de la proce sin, se canta un segundo Himno a la Virgen, obra de don Francisco Santos. Sigue la comitiva por la plaza del Hospital, calles de Castelar, Serrano e Iglesia, hasta el templo parroquial, don de termin el acto con un solemne Tedum. De la Alborada cuenta El Centenario que pareca que el cielo y la tierra se disputa ban el honor de mostrar sus entusiasmos por el Cristo y por la Virgen. Estupenda definicin que no necesita de mayores comentarios SS. El pueblo estaba en fiestas; en fi estas verdaderamente excepcionales. Los das que siguieron fueron de general regocijo y sucesin ininterrumpida de actos y festejos religiosos y populares. Se gozaba ingenua, intensamente, de las cosas ms insignificantes: de los bailes populares con concurso de mantones de Manila, de los castillos de fuegos artificiales, de las cucaas y carre ras de todas clases, de los pasacalles de las msicas visitantes, a las que se haba unido la del Regimiento de la Princesa, de guarnicin en Alicante. Con ella eran cuatro cuatro Bandas de msica! las que hacan las delicias de los eldenses. En uno de los desfiles de las carrozas, sus ocupantes arrojaban fl ores, abanicos y octavillas al vecindario. Dos de estas octavillas han ll egado a nuestras manos, a travs de los aos, y este es el texto de una de ellas: Oh, Cristo del Buen Suceso! Vida y luz de nuestros ojos; por lo mucho que os queremos, miradnos hoy sin enojos. Con cunto amor, Dios clemente, en el tercer centenario, os demuestra su fe ardiente, este humilde vecindario! Y pues sois nuestro embeleso y del mundo la redencin, concedednos la salvacin, oh, Cristo del Buen Suceso! E. PASTOR El da de la Virgen, da grande entre los grandes, el Excmo. e Iltmo. Sr. D. JUan Maura Ge labert, Obispo de la Dicesis, presidi la gran funcin religiosa, siendo el primero en rendir ho menaje de amor a nuestra excelsa Patrona. Retrocedamos con la imaginacin para situarnos en esta jornada memorable de los ana les eldenses. La Iglesia de Santa Ana acaba de abrir sus puertas y devuelve a la calle a una gran muchedumbre endomingada. Hay fiesta en los sencillos atavos, pero sobre todo en los rostros, en los corazones: es el da de la Virgen. Pasamos bajo los arcos triunfales, por las calles adornadas con el verde del espino y el taray del pantano. Salimos por la calle de Co ln a la calle Nueva, y no andamos mucho ms porque el pueblo se nos termina enseguida. Hay cuatro bandas de msica en el pueblo y por todas partes se entrecruzan sus pasodobles. En nuestras casa nos esperan las formidables fasiuras y nuestra digestin va a verse ame nizada por los conciertos de las primeras horas de la tarde. .. Y se nos hace la hora de la procesin. El pueblo, sobre una alfombra de espliego y ro mero que cubre el recorrido procesional, se encamina presuroso a la Iglesia. El momento en que hace su aparicin la Virgen, en la gran puerta del templo, para iniciar su tradicional itinerario, es sencillamente inefable. Sale la celestial Patrona a hombros de sus fieles. Ofi ciales del Ejrcito, hijos de Elda, le dan brillante escolta de honor. Durante el recorrido se interpretan expresivos villancicos y los himnos de bienvenida... Al paso de la religiosa co mitiva por la engalanada plaza de la Constitucin, sta ofreca un aspecto fantstico con su soberbia iluminacin a la veneciana, formando caprichosas y artsticas com binaciones, obra de nuestro paisano don Andrs Nal , arro contar ms tarde El Cen tenario. La vuelta al templo de Santa Ana es un final de apoteosis. Se recibe a la sagrada ima gen con una iluminacin formada por 7.000 luces, que debi ser motivo de asombro para todos. La grandiosidad del cuadro hizo exclamar al ilustre prelado que nos honraba con su presencia: Jams he visto cosa que se le parezca!. Tambin el siguiente da, el consagrado al Santsimo Cristo del Buen Suceso, fue una jor nada memorable para Elda, repitindose en sus diversos actos y, sobre todo, en la solemne procesin del Santsimo Cristo, las mismas pruebas de entusiasmo y fervor por parte del pue blo eldense. Finalmente, el da 10 tuvo lugar otro nmero destacadsimo de las Fiestas: la batalla de confeti y serpentinas. Participaron en la misma las carrozas que haban desfilado en la Ca balgata Histrica que rieron animada batalla de proyectiles de papel con el numeroso pblico que llenaba las aceras y balcones de las calles Nueva y Esperanza, escenario de la contienda. Y termina describiendo El Centenario: Por la noche de este da luci sus aptitudes con la elevacin de un colosal) gallardo aerosttico, el ingenioso eldense don llanuel Martnez Lacasta, finalizando los cinco das de mayor grandeza y regocij para los hi jos de esta fidelsima ciudad, con un valide) , humorstico castillo de fuegos artificiales. Estos fueron, en resumen, los principales actos con que Elda agasaj a sus celestiales Patronos en el Tercer Centenario de su venida a la ciudad. No cabe duda de que se organi zaron las cosas bien y se llevaron a cabo de la mejor manera. Los vecinos de Elda respon dieron al llamamiento hecho por las Comisiones que se organizaron por calles para la re cogida de fondos, pero tambin los eldenses que vivan en otras ciudades ayudaron entu sisticamente a la celebracin del Centenario. Los que vivan en Alicante, por ejemplo, re galaron a la Virgen el artstico y rico manto azul que luci en estos das. Los residentes en Barcelona, acordaron encargar la fabricacin de medallas de plata y metal blanco, repre sentativas de los Patronos, y regalarlas a la Mayordoma, para que sta pudiera obtener nue vos ingresos con su venta. Para Elda fue importante el ao del Centenario. El Domingo de Ramos de ese mismo ao, se haba inaugurado el Casino Eldense; el da 11 de septiembre, todava en fi estas, fue tambin inaugurado el Teatro Circo de Castelar, ponindose en escena por la compaa de don Pablo Gor g la zarzuela El milagro de la Vitgen. La ciudad adquira nuevos vuelos y se permita celebrar unos festejos tan suntuosos y extraordinarios que dieron que hablar en la comarca y fueron ms tarde motivo de orgullo para los eldenses. Creemos que hay que mirar hacia delante, que el porvenir de Elda se est formando toda va, entre el desasosiego y la esperanza de cada da. Pero resulta confortador y grato volver al guna vez las pginas al contrario y sumergirse en la Elda de nuestros abuelos y nuestros padres, en la Elda que era de otra manera y ha ido creciendo con nosotros. El Centenario, su recuerdo y su gloria, ha sido como un cuento de hadas para nuestra niez. Nuestros padres nos han ha blado muchas veces de aquellas sonadas fi estas eldenses, que tuvieron lugar cuando ellos esta ban iniciando apenas la adolescencia. Vayan a ellos, pues, con cariosa dedicacin, estas lne as de recuerdo y exaltacin del Tercer Centenario y, con ellas, la seguridad de que nos propor cionaron muchos momentos felices con su leyenda dorada de las Fiestas de 1904. Junta directiva del Gremio de Zapateros, Obreros y Similares en 1904. La carabela San Eduardo, realizada y costeada por Eduardo Pastor Juan, particip en la Gran Cabalgata Histrica que tuvo lugar en la tarde del 6 de septiembre de 1904, en el marco de las Fiestas del III Centenario. 15 El barco legendario. Reminiscencias* Alberto Navarro Pastor La tarde del 8 de septiembre en Elda tenia vibraciones entraables en las calles antiguas y soolientas. Las casas, de rostros arrugados por los aos, abran su sonrisa de los das gra tos, para ver pasar a la Patrona de los eldenses, la Santsima Virgen de la Salud, y all en sus vsceras de tierra estoy seguro de que se agitaba el alma de los villancicos que an tao saludaban el paso de la imagen en una explosin lrica de fervor religioso. Las calles de la Pursima y Prim, largas y angostas, prestan su marco evocador a la interminable comitiva cabrilleante de lucecitas. Luego vendr la calle Nueva, con su em paque de va moderna y la procesin perder calor y emotividad, se contagiar levemente de la frialdad del nen y de los mrmoles, y avivar su paso para llegar pronto a la del Mdico Beltrn, con sus casas de recio sabor provinciano, seorial y ochocentista, sus miradores de madera encristalada y descolorida y sus paredes pintadas de rojo. A su tr mino, la ingente y griscea mole de la Iglesia, milagro de voluntad y tenacidad, se llenar de jbilo ante el inminente retorno de la Divina Seora. Pero esta brillante procesin tiene una amable faceta indita en otras latitudes y que remansa en s la ms honda tradicin eldense. Cuando las primeras lucecitas han aso mado por cualquier calle, iniciando el pausado desfile, se va percibiendo lentamente un sordo retumbar, como el tronar de las nubes grvidas de agua que levantan mil ecos. Po co despus, aparecen dos jovencitos, disfrazados de peregrinos, con el uniforme clsico e ingenuo formado por el tosco sayal parduzco, la capa de peludas vueltas, el som brero de anchas alas, adornado con la concha simblica y el largo bordn para el ca mino. Los jovencitos portan una caja en la que se lee la leyenda Para Elda. A continuacin, tripulado por una horda de granujillas ataviados con el anacrnico uniforme de la Ma rina de Guerra, surca el mar quieto de nuestras calles el barco. Qu es este barco, Qu significa su presencia en tan solemne procesin El bar co es un smbolo: su presencia es rbrica de fidelidad a la tradicin. Los nios en su cu bierta suean con emular las hazaas del Pirata Negro, el Corsario Rojo y dems bellacos de todos los colores, no saben que ocupan el honroso lugar del Conde de El da, don Antonio de Coloma y sus aguerridas gentes de mar. Publicado en Alborada, n. 9, 1963, s.p. 58 Un antiguo librito de tapas amarillas nos dice con la ingenuidad de aquellos tiempos: Se gn la pa tradicin, en el ao del Seor de 1604, gobernando la Iglesia Universal... En este ao de 1604 surc las aguas azules del Mediterrneo un barco con la bandera de Espaa, a cuyo bordo vena el Conde de Elda, concluida en Cerdea la misin que su Rey le encomendara. En las entraas del navo, iluminadas por la luz sobrenatural que irradia ban las dos cajas, reposaban las divinas imgenes, esperando el momento de recibir el sa ludo emocionado de nuestros antepasados eldenses. Aquel barco impelido por los vientos dejaba a popa una blanca estela de hirviente espuma, iba a dejar en la historia de Elda otra estela igualmente luminosa y resplandeciente. Y aquel barco legendario, hoy tal vez sumido en los abismos submarinos, entre algas, crustceos y medusas, tiene prendido su espritu de grises y espumas en este barquito de ma dera, de lacias velas, que no saben del beso violento del viento: este barquito, que nunca ha conocido el impulso mirfico de surcar horizontes, truncar meridianos y arribar a incgni tas playas; pero que conoce la dulce singladura por el mar del amor de un pueblo y la arri bada segura y dichosa en el puerto de la casa de Dios y de los hombres. GRANDA: T EXTRAORDINARIAS FIESTAS EN EWA DESDE EL II Al, 17 DE SEPTIEMBRE DE 1.904 mosca -s--, _ 74 ` Funiones FUNCIONES s 5 4 e / chicas RELIGIOSAS 411,.. Tedumit 8 1v.. yilL 1. tk ZVd 1 1 - MTI A gran 114 TALLON IN)ANTIZ, SATT . i L1 1 ) -11. . ev .I ttede n n de A e roet a ese CENTENARIO DE 1004 MATA* Y RETRETA, por 81Si MI VENA caua zolo s DIFERENTES BODAS CA RIMAS ruinas MENIZARAN LA FIESTAS / PUSOORRzer4 . PAOrnauhas ,... (Irrindr, omita, 7 ran Itima In Cam p til l e, 0 e .I, Clini 5, 5 Rno5 ARTO16.1..5 ENTRADA TRIUNFAL , DE LOS STOS PATRONOS O dd;1 I Ft A O )4.51 (517) O 5 Ee..ev u.el e ulrel Aelertelet 04 e. ued ede 110,44e4. einG4SIS Plenelees, il555ia4 0.1515a y worprIon,.,, 011von,I0 4 LaR les estarn lujosamente adornadas ilummadas la vertsciana hal, sr. edeed..... voeek En breve se pondr a la venta unos sobres que en el reverso llevarn un programa sucinto de las fi estas que este ao han de celebrase (El Centenario, n. 7, marzo 1904). 16 Efemrides eldenses de los arios cuatro* Alberto Navarro Pastor Los 366 das que vamos a vivir si Dios quiere, claro est en el ya inminente nuevo ao 1964, llevan tras de s una carga histrica de acontecimientos, nacida de alguna gloriosa o pattica efemrides ocurrida hace aos, o siglos, milenios, quiz... Un doce de octubre, por ejemplo, ll evar siempre, mientras el mundo exis ta, la carga gozosa de aquel otro 12 de octubre de 1492 en que la bandera hispana abri el ancho mundo de Amrica a la civilizacin cristiana. El 2 de mayo nos evocar siempre aquel da de 1808 en que el pueblo de Madrid proclam con su sangre la independencia patria contra cualquier invasor. En el mundo, el 6 de junio siempre llevar consigo el recuerdo grandioso del Da D, del asalto a Europa en las playas de Normanda. El 6 de agosto tambin evocar aquel 6 de agosto de 1945 en que por primera vez la demonaca fuerza at mica, fue desencadenada sobre una poblacin civil e indefensa, la ciudad mrtir de Hiroshima. En Elda hay fechas tambin inolvidables, y otras muchas que debieran serlo y no lo son por falta de una debida propagacin y conmemoracin. El 24 de agosto de 1904, cuando Elda obtuvo el ttulo de Ciu dad; el 6 de diciembre de 1528 en que se constituy la Iglesia de Santa Ana sobre lo que haba sido mez quita mayor. Tambin lo es la de un ignorado da de 1841 en que por sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, Elda vio anulado su vasallaje al seor territorial, quedando plenamente incorporada, sin trabas, a la Corona de la nacin, Fechas curiosas son, pues, las que siguen, tomadas de los aos terminados en cuatro por lo cual cum plen, si no centenarios o cincuentenarios, s dcadas, requisito mnimo para una conmemoracin como la que hacemos en las efemrides que van a continuacin. Hace 720 aos, el 15 de abril de 1244, la Villa estren seor castellano: don Guillermo el Alemn re cibi la Villa y castillo de Elda por donacin del infante don Alfonso, despus Alfonso el Sabio. Hace 660 aos: por la sentencia arbitral de Tarazona, Elda se incorpora al reino de Aragn (8 de agos to de 1304). Hace 580 aos: el rey Pedro IV de Aragn, el Ceremonioso, otorga a su esposa, doa Sibila de For ti, el seoro de Elda (17 de octubre de 1384). Hace 540 aos: el 20 de octubre de 1424, la reina doa Violante de Bar, duea de Elda, vende la Vi lla a don Ximn Prez de Corella, Conde de Cocentaina. Hace 380 aos: Beatriz de Corella funda el primer Hospital en Elda, llamado de la Pursima Concep cin, el 13 de octubre de 1584. Publicado en Valle de Elda, n. 382, 21 -XII -1963, s.p. Hace 360 aos: en 1604, probablemente en septiembre, ll egan a Elda las divinas imgenes de sus ce lestiales Patronos. Hace 280 aos: el 24 de junio de 1684, se firma la concordia entre los vecinos de Elda y su seor, por la cual resuelven todos sus pleitos y anan esfuerzos unos y otro para la construccin del Pantano. Hace 250 aos: el da 27 de junio de 1714 se da al Cristo patrono de Elda el ttulo de Cristo del Buen Suceso. Hace 210 aos: nace en Elda, el da 8 de abril de 1754, el que despus sera eminente jurisconsulto y escritor de obras poltico -econmicas don Juan Sempere y Guarinos. Hace 160 aos: se celebra, los das 7 al 10 de septiembre de 1804 las fi estas del II Centenario de la venida de las imgenes. Por la peste que diezmaba las poblaciones de la provincia no fueron ms sonadas las fi estas. Hace 120 aos: el da 5 de febrero de 1844 se desarrolla en los campos de Elda (cercanas de Santa Brbara y Guimey) la batalla de Bonet, entre los leales y las milicias de Elda por una parte y las tropas su blevadas de Bonet por otra, que acab con la derrota de ste. Hace 100 aos: el 24 de noviembre y el 5 de diciembre estrena Juan Rico y Amat, en Madrid, las co medias El mircoles! y La belleza del alma, con notorio xito de pblico. Hace 90 aos: el 3 de enero de 1874, el eminente tribuno don Emilio Castelar abandona la presidencia de la Repblica Espaola, hundindose sta con l. En el mismo ano (6 de febrero) concluye Lamberto Amat su famoso manuscrito sobre la historia de Elda, dedicndolo al Prroco don Gonzalo Sempere. Hace 80 aos: en la noche del 18 de septiembre de 1884, el Vinalop acus una gran crecida arras trando molinos, puentes y casas y causando la muerte a cuatro personas. Hace 60 aos: fecha grande de 1904. Los acontecimientos se acumulan. En abril se inaugura el Casino Eldense. En agosto (24) Elda es honrada con el ttulo de Ciudad. En septiembre tienen lugar las grandiosas fi estas del III Centenario. Y fi nalmente el da 11 de este mes es inaugurado el Teatro -Circo Castelar. Hace 40 aos: en fecha no averiguada, se funda la sociedad patronal Fabricantes de Calzado de El da y Petrel con 65 asociados. Hace 20 aos: el 6 de septiembre de 1944 se efectu el solemne acto de la entrada de las nuevas im genes de los Patronos y su colocacin en el nuevo templo parroquial, levantado sobre el solar que ocup el antiguo. El da 17 celebraron su presentacin oficial por primera vez las comparsas de Moros y Cristia nos, en un acto de bendicin de las banderas, nombramiento de abanderadas y capitanes. Hace 10 aos: el 4 de abril, todo el pueblo acudi a la Estacin para recibir a cuatro eldenses, sol dados de la Divisin Azul, que regresaban despus de un largo cautiverio de once aos en Rusia, cuando ya sus familiares los ll oraban por muertos. En mayo (27), consagracin del nuevo altar mayor de la pa rroquia de Santa Ana. El 20 de julio cierra sus puertas la gran fbrica de calzado de Bellod Hermanos, sobre cuyo solar se levantaran los bloques que formarn la animada calle de Dahellos. En agosto queda terminada la primera calle pavimentada de la ciudad (Martnez Anido). En este mismo mes se instala el servicio semiautomtico de telfonos. Ojal las efemrides a que d lugar este nuevo ao 1964, sean numerosas y sustanciosas. 17 Las Fiestas del Centenario de 1804 (fragmentos). Lo que va de ayer a hoy* Descritas y relatadas por el Vicario y , Dr. D. Juan Toms Sempere Juan La tradicin. En el ao 1804, que fue bisiesto y ao fatal, se hicieron en la Villa de Elda fiestas de Centenario a sus dos Patronos, el Santsimo Cristo del Buen Suceso y a la Virgen Santsima de la Salud, que vinieron a esta Villa el ao 1604, de Cerdea, de este modo: concluido por don Antonio Coloma su empleo de virrey, al embarcarse para Espaa y venir a la Villa de Elda, de donde era seor territorial, se le presentaron dos peregrinos pidindole por favor los condujese a Espaa junto con dos arcones y habiendo embarcado estos, los peregrinos ya no aparecieron; y llegados con felicidad a la baha de Alicante, abiertos los arcones, encontraron las dos imgenes de Jess y Mara y un r tulo que deca: Para Elda. Preparacin de las fi estas. Determinados por todos las fiestas del Centenario, sa li eron ambos cuerpos, eclesistico y secular, con otras personas visibles, por todo el pueblo, acompaados de la imagen de la Virgen de la Salud en rico guin con la msica de la Villa de Elche, a ver que ofrecan sus moradores. Corrido todo el pueblo, y vistas sus ofertas, que to dos se animaron demasiado, pasaron a proyectar las fi estas que se haban de hacer; para es to se nombraron tres sujetos, que lo fueron el doctor don Roque Amat, mdico; el doctor don Agustn Vidal, abogado, y don Jos Ferrando, para que cada uno de por si formara un plan sobre lo que se deba hacer; y el que form el doctor don Roque fue el que mereci mayor aprecio, y ste muri de all a pocos das, y no tuvo el gusto de ver la funcin que tanto de seaba; pero por su arreglo de vida cremos piadosamante lo vera en la gloria. Su celebracin. Da 7 de septiembre por su tarde, que fue viernes, sali el clero de esta Iglesia parroquial y se encamin a la calle de la Posada, en donde se haba formado o construido al cabo de ella un magnfico altar, en el que haban depositado aquella maana las dos peregrinas imgenes de la Santsima Virgen de la Salud y el Santsimo Cristo del Buen Suceso y estaban con una cortina de damasco que las cubra... Publicado enAlborada, n. 11, 1965, s.p. El texto ntegro apareci en El Centenario, nms. 11v 12, julio -agosto, 1904, p. 224-227 y 246-249, respectivamente. Diversos prrafos de estas memorias se reproducen, asimismo, en el artculo Las tradiciones deben mantenerse. Lo que va de ayer a hoy, de P. Crespo Garca, p. 117-120 del presente volumen. Se present una loa narrando en ella lo que pas desde que sali el seor Conde de Cer dea, hasta que lleg a esta Villa de Elda... Descubiertas ya las imgenes, se form la procesin por la misma calle Nueva (hoy Es peranza), plazuela del Hospital, calle de San Roque (arriba), por la de la Trinidad, hasta en trar en la Iglesia con muchos vtores de las gentes; para este acto las calles estaban ricamente adornadas con sabina entretejida, muchos cobertores, cuadros, lminas y otros adornos del mayor gusto. Se principiaron las vsperas con la mayor solemnidad, que para esto haba dos orques tas de msica completas, la de la Villa de Elche y la de la Villa de Sax. En esa noche princi pi la iluminacin por lo exterior de la Iglesia y todo el pueblo, con el castillo y convento, con el mayor orden y primor; a las nueve de la noche subieron las gentes al plano del con vento en donde se hacan los fuegos; hubo una cuerda que cost setenta pesos, y la hizo un hijo de Elda, vecino de Beniel, llamado Joaqun Jorge: se luci mucho. Da 8, al amanecer, principi el volteo y repique de campanas, con artillera de morte retes; a las ocho y media se principi la Misa con la mayor solemnidad, con golpe de m sica, manifestando todos su habilidad con discretas arias, todas dirigidas a la Virgen y San tsimo Cristo... Por la tarde se principiaron las vsperas a las cinco, y se concluyeron, con la salve can tada, a las siete; a esta hora form la procesin, la que se compona de muchsimos, y los ms iban con su hacha, y muchos de corto: fue mucha la iluminacin. Todas las calles muy adornadas y compuestas las fronteras de las casas... En esta procesin hubo cinco paradas que eran los altares que se encontraron en su vuelta. Se concluy la funcin a las nueve con muchos vtores, y concluida la cena, subieron las gentes al plano del convento a ver el cas tillo de fuego que hizo uno de Elche, que lo dispar con mucho acierto y lucimiento: su pre cio setenta pesos. Da 9. Se hizo la misma funcin que ayer. En este da, el orador fue el Rvdo. P. Larache, Prior del convento de San Agustn de Alicante: este fue el orador sobresaliente. En la tarde se hizo la procesin del Santsimo Cristo, con la misma pompa que se hizo ayer la de la Vir gen. Concluida la cena, en el mismo sitio hubo otra cuerda de fuego por el mismo maestro cohetero que ayer: fue tambin muy aplaudida por la diferencia de cohetes subidores. Su pre do, tambin setenta pesos. Da 10. Hubo la misma funcin de Iglesia, sin procesin. El orador fue el P. Luis Zere zo, agustino; nada tengo que decir de su talento: lo hizo bien. Este da, por la noche, fue el ltimo castillo de fuego: lo hizo el referido Jorge, y en ste ech el resto de su habilidad, pues dio el mayor gusto. Su precio otros setenta peses. Despus siguieron las fiestas profanas de toros y comedias. Da 11. Fue la funcin fnebre por las almas de todos los difuntos, y, principalmente, de los mayordomos. Fue el orador el P. Lector Arnau, morador en Valencia, en el convento de San Juan de la Ribera, descalzo: dijo sobre el asunto cuanto se pudo desear. Y se concluye ron en esta semana las funciones de la Iglesia. A los predicadores se les dio a cada uno trescientos y veinte reales de velln, trados, ll e vados y mantenidos... Contrastes. Dije al principio que era ao fatal, porque erraron las habas, el trigo, la cebada, todo grano, y tambin legumbres y el aceite, y slo se cogi panizo; y adems de ha ber errado los frutos, tanta epidemia como afliga a la Espaa en Madrid, Mlaga, la Casti lla y la Mancha, y aqu en el reino la Ciudad de Alicante, que hubo especie de peste, que con cluidas las fiestas del Centenario, por las severas rdenes que comunicaba el corregidor de Orihuela sobre la epidemia de Alicante, se cerraron los portales de esta Villa con todas las entradas del pueblo, poniendo guardias para no dejar entrar a ninguno sin manifestar el pa saporte de sanidad; y an con ste, a los de Alicante por ningn ttulo. . , ;54.11J , IPtIlitttlf.1 1 . 1 _1 1 .11 1 1*ttltd-~47 : 4 4 .; 1 :14 ::* . 11 . 0 0 . 40VIWIMIVithil*FirAIlifiii4e t C TO 1 , 1-T., 1 4-, 11 it10 1 , 011 ,iti l lir *i 1 : *14jar Il -., 14. il oil ir tt 1 . 1 t i tttl li 0. i : 1 ti : 411 1 1 1.. , . .1,-,--5, , f, 44 , j 1. l i 11 li 1 I: il j 1 IP : 1 ! t t!- 1 , 44 .P1 , C 1 141 111 11 1.5. Tul pr, *1 1t -ti: l -e 44:: 5 2* 41 744 , f ..i 1 -1 II t i 111 :I ; lt 34 I dt 1 5 9 10% SS. CIIRI 1 DEL BUE SVCE O t ELDA.. w i l+E ~ 115%t11 1 1./ ~11.1k 414 4.** Una de las escasas estampas existentes del Stmo. Cristo del Buen Suceso. 65 18 La leyenda de la venida de los Patronos celestiales de Elda* Alberto Navarro Pastor El noble cnnde de Elda terminado su mandato se marcha ya de Cardona. ti En cada ola de ellas un letrero hay que parece que diga Soy para Elda. Dos peregrinos le llegan El buen Conde as lo acuerda pidiendo por barided y los pereg:inos traen que les lleve hasta su tierra. dos Encomia do madera. La. dos arcas mucho pesan,l pero los marineros las suben a las galeras. Surcan el mar las galeras. Las calas ya son abiertas Ya han llegado hasta e Alicante; y en su Interior resplandecen os peregrinos no llegan. dos Imgenes muy bellas Tirando de la carreta levan los cansinos bueyes as imgenes haca Elda. Y nos cuania la leyenda Pero los bueyes su senda El pueblo ya est de fi estea Y desde entonces en Elda L que en un cruce de caminos sin vacilar prosiguieron esperando aquel regalo reinan el Cristo seero hubo dude y zontroversia, continuando bucle Elda. que ha venido de Cerdena. y la Yhgen pura y bella. * Publicado en Valle de Elda, n. 680, 6 -IX -1969, s.p. y n. 889, 6 -IX -1973, p. 1. 66 Rtulos de antiguas calles eldenses. 19 Las cosas de mi pueblo [I]* Vicente Valero Bellot De entre los libros existentes en mi modesta biblioteca hay uno que me agrada ojear de vez en cuando, en momentos en que no se sabe qu hacer en esos instantes y en los que, sin pensarlo, observo que mi alma necesita saber y conocer a fondo ms de mi pueblo, sus cosas, sus costumbres, sus fiestas e instintivamente voy hacia donde ocupa un lugar privilegiado, distinguido de entre los dems y vuelvo a ojearlo. Es un libro que vino a mis manos providencialmente, un recuerdo familiar que se estimaba mucho; un libro que po siblemente a las nuevas generaciones, con singulares excepciones, no les diga nada, pe ro s mucho a los que todava Dios les conserva la vida tras siete dcadas, como mni mo, con gratos recuerdos; un libro del que quizs ms de un ejemplar, no muchos, es tn arrinconados en cualquier lugar de una casa eldense sin que se hayan percatado de ello sus moradores; un libro, en fin, que nos trae gratos recuerdos vividos junto a mi ma dre, quien particip activamente en algunos de los actos que en el mismo se detallan y de los cuales gustaba mucho describir una y otra vez delante de sus hijos; su ttulo El Cen tenario. Una pequea revista mensual compuesta de doce nmeros, de septiembre de 1903 a agosto de 1904 , ambos inclusive y por una sola vez, dedicada por la Mayor doma de los Santos Patronos durante el ao del Centenario con una misin ms al ta que la de zaherir apersonas o criticar gestiones copiamos literalmente del sa ludo inicial que se propone sostener) aumentar el entusiasmo de todos para fes tejar con la mayor brillantez a nuestros Santos Patronos y poniendo a disposicin de todos los vecinos e hijos de Elda sus pginas para la publicacin de sus produccio nes literarias descartando la insercin de los escritos que no redunden en gloria y alabanza del Santsimo Cristo del Buen Suceso y de la Santsima Virgen de la Salud. Y as leemos en l trabajos de ilustres eldenses, como don Francisco Maestre Prez, don Maximiliano Garca Soriano, el poeta que no siendo nacido en Elda supo cantarla como nin gn otro; don Baldomero Alonso Alonso, don Joaqun Gonzlez Pay, don Miguel Tato Amat, don Jos Coronel, don ngel Antn y otros muchos firmados slo con la primera letra de su nombre y apellido. *Publicado en Valle de Elda, n. 1095, 3-1X-1977, p. 9, y en Alborada, n. 27, 1981, s.p., con algunas modificaciones. ** En realidad este ultimo debi aparecer en septiembre de 1904, dado que incluye la crnica de las fi estas celebradas en ese mes. Vase A. Navarro Pastor, El Centenario. Publicaciones peridicas eldenses (XI), p. 47-49 de este volumen, as como, del mismo autor, La prensa peridica en Elda (1866-1992) . Alicante, I.C.J.G. A., 1997, p. 121-124. 68 Me agradara poder publicar li teralmente todo el contenido de sus amenas pginas en las semanas que fuere necesario, pero esto no es posible en modo alguno; por ello me li mitar, de vez en cuando, a transcribir algunos de estos trabajos que en mi modesta opinin considere ms interesantes y he pensado, no s si con acierto o no, pero s con la mejor vo luntad iniciarlos con motivo de las Fiestas Mayores, publicando en este nmero de Valle de Elda el primero de ellos, debido a la pluma de El boticario de Elda, como don Maximi liano sola firmar alguno de sus trabajos. Est dedicado este primero a las calles de Elda de entonces, hace 73 aos, que todava existen algunas pero que muchos desconocern por los nombres que se le citan; ste, co mo digo en principio, traer gratos recuerdos a nuestros mayores. Es un dilogo entre las distintas calles eldenses que en aquel ao del Centenario mantenan una rivalidad en acica larse lo ms hermosamente posible para las fiestas que se aproximaban. Dice as: DILOGO CALLEJERO * Buenos das, calle Nueva. Adis, la de la Esperanza. Has descansado Muy poco; mejor dicho, casi nada. Y dime; por qu El desprecio que me hiciste fue la causa, cuando ayer todos decan que eras muy linda y muy guapa, porque, no s quin, repuso que era yo muy agraciada, pusiste la faz adusta y me volviste la espalda. Perdona mi ligereza Al fi n soy mujer, y basta. Te perdono cara amiga. Mejor dijeras hermana. O gemelas, si se quiere Por la mucha semejanza. Mira, han tratado los hombres de ponernos distanciadas y consentir no debemos nosotras esa patraa. Eso he pensado mil veces y en verdad, sera lstima que furamos el pretexto para todas sus hazaas. Ciertamente. Y es preciso ya que estamos enlazadas que no nos seduzca nadie con lisonjeras palabras Si en la unin est la fuerza, aqu, ya est demostrada... (se dan un abrazo fuerte y enternecidas exclaman: Tenemos dos corazones impulsados por un alma) Voy a relatarte un sueo que tuve noches pasadas. Figrate que las fi estas del Centenario, ya estaban en su auge que era todo entusiasmo y algazara. * Aparecido en El Centenario, n. 3, noviembre 1903, p. 48-51. 69 Pues bien; como soy curiosa, di una vuelta por las Plazas y las calles de la villa, sola y muy bien disfrazada. Vi, que enrgico Topete, la Constitucin hollaba a Virtudes con Pistola contra Prim y Santa Ana; a Coln, con Vall, bailando con Fortaleza y Constancia ante la Puerta de/ngel e Independencia proclaman, y de Casas de los Santos salen Castelar, Sagasta, el Duque de la Victoria, y la Libertad ensalzan. Pero llegan a la Iglesia Que Clrigos engalanan y est li nda cualJardines , con Moreras adornadas altas como la Palmera que en Pars gran nombre alcanza, y al ver all a San Francisco que con Pierrad re y charla, y que Giles y Serrano congenian y que se abrazan, se disuelve pronto el grupo, y con San Jos se marchan al Hospital, que est hecho de bello y brillante, un ascua. All estaba Caamona sumisa y arrodillada delante de San Antonio en aquella ermita santa. Vi tambin a Canalej as entusiasmando a las masas desde los altos Pilares del Huerto, parla que parla... Dos de los que all le escuchan, disputan y se maltratan, y a solventar el asunto hacia el Castillo se marchan, y uno le da un Estralazo al otro y por fin le mata. A esto, San Pascual se acerca, alegre, baila que baila, y la Comadre, afligida derrama copiosas lgrimas. Vi luego una comitiva que a Linares visitaba, el que, cual Cid de brioso, de Marqus haca gala. Despusluan Rico, el poeta, dijo que no se olvidara aJuan Sempere Guarinos, que era honra de la patria; y tampoco el gran Serfico (por nombre Francisco Ganga) porque parece un desprecio que se les hace en su casa, y... despertme al instante muy nerviosa y mareada. Para evitar las rencillas, convengamos sin tardanza los trajes que en esas fi estas hemos de lucir, hermana. Ya est pensado. Tu traje puede ser de Circasiana... el mo, de Venus griega... Conforme; mucho me agradan . Un abrazo, calle Nueva. Otro para ti, Esperanza. 70 1;-: -. 1,4 Ir ,~..~1 1 67,Arrenig . SR.A. DE LA SALUD ,, , l A CrW, Segn Lamberto Amat y A. Ferri Chulio, en 1819, el eldense Pedro Xavier de Vera encarg al pintor Antonio Guerrero un dibujo de la Virgen de la Salud que sera grabado por Francisco Suri. En 1854, esta imagen fue retocada por el calcgrafo Toms Rocafort, que le aadi la orla. 20 Las cosas de mi pueblo [H]. Historia y tradicin* Vicente Valer Bellot Llegaron las Festas Mayores, las fiestas septembrinas, las fiestas verdaderamente grandes pa ra los eldenses, las fiestas cuyos recuerdos no muy lejanos aoramos todava y que el paso del tiempo ha ido difuminando hasta dejarlas en un simple borrn imperceptible, y es obli gado para m echar un vistazo a esa joya ms llena de gratos recuerdos, que llegan a lo pro fundo de mi corazn de eldense que de trabajos propiamente literarios. Quizs el lector que recuerde anlogos trabajos publicados en Valle de Elda sepa que me estoy refiriendo a El centenario, la revista que se publicara en 1904 con motivo del III Centenario de la venida a la Ciudad de sus Santos Patronos. Existen acontecimientos en la historia de los pueblos que el tiempo podr cubrirlos con el polvo de su manto y si preciso fuere borrarlos del pasado, pero la tradicin, que son las costumbres y las costumbres de los pueblos son leyes, apoyada en una fe tierna y consola dora se encarga de transmitirlos con su peculiar lenguaje a las venideras generaciones. Elda, de asombrosa antigedad, fundada durante la dominacin romana, palacio de la mejor y ms sobresaliente nobleza, coronada por un alczar que el paso del tiempo y las per sonas no han sabido mantener erguido, clavado en uno de sus torreones el glorioso pendn de su historia, leal y fidelsima a sus augustos monarcas, es hoy un bello jardn, ms por su industria, conocida en el mundo entero gracias al esfuerzo y capacidad de sus hijos que por lo que fuera antao fecunda y rica huerta, el pueblo que en las pginas de su historia hoy nos recuerda aquellos acontecimientos providenciales de la ll egada de sus Santos Patronos, el Cristo del Buen Suceso y la Virgen de la Salud, para que este recuerdo siga llegando a las generaciones venideras como monumento precioso de una de sus ms sublimes epopeyas. Elda, sin historia, sin tradicin sera desgraciada; con ellas es dichosa. Pero Elda se ha visto invadida en un relativo corto espacio de tiempo de humildes gen tes que vinieron a ella atradas por conseguir un jornal y un pedazo de pan que sus tierras, por azares de la vida, les negaba; gentes que la han ayudado a engrandecerse, de lo que po demos estar orgullosos y debemos gratitud, pero estas gentes venidas de muchos y largos rincones del solar patrio no saben de su historia, de sus costumbres, de sus tradiciones y a * Publicado en Valle de Elda, n. 1147, 7 -IX -1978, s.p., y, con ligeras variaciones, en Alborada, n. 28, 1982, s.p., as como en Fiestas Mayores, n. 2, 1985, s.p. ellas de un modo especial quisiera dirigir este modesto trabajo, porque estoy seguro que si las ciudades que les vieron nacer las tienen, las recuerdan con agrado y nostalgia por esta dilatada separacin. Ya en El Centenario, en 1904, se hablaba del fervor, del amor y entusiasmo expresado por los antepasados hacia nuestros excelsos Patronos y el autor de un trabajo firmado E.A. se preguntaba: Es que ha decado la fe, Es que la indiferencia ha entibiado nuestro co razn, Es que el progreso material se opone a la religiosidad. Y si esto se lo preguntaban en 1904, cuando de la celebracin de las fiestas participa ba todo el vecindario, cuando la fe del pueblo eldense y su amor hacia el Cristo y la Virgen eran expresados con su generosidad a raudales, qu pregunta podramos hacer ahora, tam bin en el siglo XX, pero un tercio de siglo despus Si yo pudiera cantar las grandezas y glo rias tantas de mi pueblo, las que cauteloso sabe guardar en los anales de su historia, orgu lloso me atrevera a levantar mis ojos y mi pobre voz hacia el cielo y decir: Seor!, Seor! Qu hermosa es la historia y la tradicin de mi pueblo! La Cofrada de los Santos Patronos fue fundada el 31 de agosto de 1893 * y aprobados sus Estatutos el 6 de septiembre del mismo ao por el entonces obispo Juan; el da 1 del mis mo mes en la Iglesia parroquial de Santa Ana se celebr la reunin general de cofrades pa ra aprobar dichos Estatutos, antes de ser remitidos al Obispado. La primera relacin de co frades la componan 110 nombres y con el nmero 12 figura el Excmo. seor don Emilio Castelar y con el nmero 57 el maestro don Ramn Gorg. El aguinaldo a la Virgen Una de las costumbres sencillas, pero ms populares, fue la del aguinaldo a la Virgen; era el da 25 de diciembre, Navidad nos dice la tradicin el da de los aguinaldos, en que los chiquillos, compuestos con sus mejores galas y de ello se encargaban nuestras ma dres, esperbamos en casa, de nuestros parientes o bien les bamos a visitar a la propia, el estreno o aguinaldo que ya ha desaparecido; pues bien, la Virgen tambin tena su agui naldo. La comitiva, formada por el clero, la Mayordoma, el Ayuntamiento y gran parte del pueblo, presidida por la Banda de Msica uniformada para recorrer el pueblo; un guar dia municipal se paraba de vez en cuando y con voz rstica gritaba: el arguinaldo a la Vir gen y los vecinos, en las puertas de sus casas, tenan ya preparado su aguinaldo, quien en dinero, quien en especies, quien un objeto de arte. Luego por la tarde en la plaza del Ayun tamiento, se iniciaba en hora pronta el remate. El rematador haca la pregunta de rigor: cun to dan por esto Y mostraba en sus manos el objeto que haba de subastarse. Y de pronto * Sobre la trayectoria de esta asociacin pblica de fieles, vanse los artculos 4a Cofrada de Nuestra Seo ra de la Salud (1796-1893), de Luis Maestre Amat, en Fiestas Mayores, n. 1, 1984, s.p., y La Cofrada de los Santos Patronos. Nuevos rumbos jurdicos, de Francisco Cabrera Toms, en la misma revista, n. 15, 1998, p. 130-131. una voz: una peseta... y otra, cinco reales... y otra, dos pesetas... etc., etc., y cuando ya las ofertas se paraban el rematador incitaba de nuevo: No hay quin d ms A la una, dos pe setas... a las dos, dos pesetas... a las tres, adjudicado. Haba la costumbre de cuanto se su bastaba en alimentos, pastas, dulces, etc., propio de las Navidades, se entregaba a gentes hu mildes presentes en el remate o al Hospital Municipal. Y cuanto se recaudaba se ingresaba en las arcas de la Mayordoma, que para eso tena un Secretario general, Dionisio Martnez, quien daba cuenta peridicamente al pueblo de las entradas y salidas de efectivo, pa ra ser destinadas a las fiestas del siguiente ao. Bendita costumbre, perdida definitivamente por el correr de los tiempos y que un da no lejano, nuestro querido y recordado seor cura, don Jos Mara Amat Martnez, recin tomado posesin de su cargo en la parroquia de Santa Ana, reaviv unos pocos aos con el fin de ayudar a las obras del nuevo templo parroquial. Hubiramos querido cerrar este trabajo con una poesa de Maximiliano Garca Soria no, titulada Carta que escribe un eldense ausente, que hace muchos arios no ha estado en las fiestas de Elda y anuncia a sus familiares que este ao s vamos, pero por su extensin la dejaremos para otra ocasin, Dios mediante, y transcribiremos esta otra de desconocido autor, titulada Alborada *. Rasgronse las sombras. El nuevo da surge con esplendentes, nveos albores; el sol, desde el oriente, su beso enva; las auras nos transmiten gratos rumores y entusiasmo indecibles, dulce alegra sienten de nuestra Villa sus moradores. Qu causa, pues, produce en el vecindario ese jbilo grande que ya es exceso Por qu todo es en Elda ya extraordinario Porque el ao presente trae su embeleso... En septiembre celebra su Centenario a la Virgen y al Cristo del Buen Suceso! Aparecida en El Centenario, n. 4, diciembre 1903, p. 58. 21 Recuerdo del Centenario* COMO es bastante conocido, Elda celebr en el ao 1904 el Centenario de la llegada de las imgenes de nuestros Patronos a nuestra ciudad. Es fcil imaginar que para la mo desta y sencilla poblacin que Elda era entonces, la conmemoracin revisti la catego ra de un extraordinario e inusitado acontecimiento. Elda entera nos consta se volc y vivi con entusiasmo las fechas que se dedicaron en el citado ao 1904 a festejar el Ter cer Centenario de la trada de las veneradas imgenes desde Cerdea. A tal efecto y con la antelacin suficiente, se prepararon diversos y extraordinarios ac tos, y entre las cosas que han ll egado hasta nuestros das y todava conservan algunos eldenses curiosos y amantes de su pueblo, figura la revista El Centenario, publicacin mensual que empez a editarse un ao antes, saliendo su primer nmero en septiembre de 1903. Esta re vista se reparti por suscripcin y fue preparando los nimos de los eldenses para el gran suceso que haba de tener lugar al ao siguiente. Hojear esta revista es sumergirse en un mundo encantador, lleno de sencillez y con el aroma peculiar de aquellos primeros aos del siglo que vivimos. En este comentario no que remos hacer, ni mucho menos, un resumen de El Centenario, pero de entre los muchos tra bajos que en la revista vieron la luz hemos querido entresacar hoy para nuestros lectores dos artculos de una serie que se titul Cuadros vivos, respetando, como es lgico, el estilo y el lenguaje de su autor, puesto que lo que ms nos interesa resaltar a los ojos de los elden ses de hoy es la forma en que se expresaban los hombres de la Elda de entonces. CUADROS VIVOS ** Voy, lector, a pintar unos cuadros con los que obsequiarte quiero. No te extrae que mi ineptitud sea tal, que no me permita preparar un lienzo, ni trazar un rasgo, ni componer un color. Pues s, lector, vas a darme preparado el lienzo ya: tu ima ginacin. La realidad de las cosas me presta la composicin y el colorido; slo me hace fal ta ya el pincel y tener acierto en su manejo. El pincel ser mi palabra, que torpe y poco pu lida, como ma, har ver a tus ojos que en estos cuadros slo es malo lo que es mo... Figrate, pues, una de esas noches en que suele abundar el esto cuando el otoo se ave cina... ; una noche plcida, tranquila, de clara luz, de templado y perfumado ambiente, potica y grata sobre toda expresin... * Publicado en Valle de Elda, n. 1147, 7 -IX -1978, s.p. Transcripcin de V. Valer Bellot. ** Aparecidos en El Centenario, n. 1, septiembre 1903, p. 11-12 y n. 2 ,octubre 1903, p. 23-25. Represntate en esa noche a todo un gran pueblo, y a todos los moradores de ese gran pueblo, aumentados en cudruplo por el concurso de forasteros, avanzar alegres, pletri cos de entusiasmo y regocijo, en ingentes oleadas, por diferentes calles que a parar van a un punto mismo, como los ros que por caminos diferentes van a morir al mar... El mar, en este caso, a donde van a parar las ingentes oleadas de personas, es la Iglesia del lugar. Figratela ll ena, materialmente llena, levanta los ojos hacia arriba y observa como en la oscuridad de sus bvedas elevadas, como emergiendo de la misma oscuridad, o como por invisible mano encendida, empieza a aparecer una luz, y otra, y muchas, como las fosfri cas lucirnagas del campo en las noches estivales, o como en las primeras horas de la no che las cndidas estrellas en el cielo... Diez minutos despus... el templo, que por abajo est inundado de gentes que se opri men por ser ms en nmero de las que el sagrado recinto admite, aparece por arriba y por sus lados cuajado de puntos luminosos de millares de velas encendidas... como en plena no che la alta e inmensa techumbre del firmamento alfombrada de estrellas diamantinas... Escucha entonces el alegre voltear de las campanas, las inspiradas y enardecedoras no tas de la Marcha Real, los vivas! y gritos incesantes frenticos y ensordecedores, lanzados por el entusiasmo desbordado del corazn de toda la apiada e inmensa multitud... mezclados y confundidos todos estos sonidos de bronces, de instrumentos msicos y de voces humanas que, como inspirados por un mismo motivo y teniendo un mismo objeto y fi n, son de un efec to sorprendente e indescriptible... Contempla luego la augusta imagen de la Virgen de la Sa lud, radiante de hermosura, que, colocada sobre su trono que irradia los pursimos deste ll os del oro y de la plata, sigue con atencin su pausado y majestuoso ascenso en medio de tanta luz, que bien semeja a la luna, reina de la noche, subiendo lentamente como hostia san ta desde el bajo horizonte al alto cenit, rodeada, como de damas de honor, de ejrcitos de es trellas... y vers como en tales momentos es la Iglesia una verdadera antesala de la gloria... una copia del cielo... Pues si en el cielo, entonces brillan rodeando a la luna infinidad de blan cas estrellas que parecen velas encendidas, en el templo resplandecen tambin, haciendo ho nor a la Virgen, infinidad de velas encendidas que parecen blancas estrellas... Te gusta el cuadro, lector Sabes qu titulo ll eva... La Entrada de la Virgen. F.M. II Vuelvo, lector, otra vez a abusar de tu benevolencia, sirvindome de tu imaginacin pa ra en ella reflejar la ma. Oye, pues. * Iniciales que corresponden al sacerdote Francisco Maestre Prez (1876-1944). Citamos por A. Navarro Pas tor, Eldenses notables. Elda, 2000, p. 435-439. El primer minuto de la hora primera del da siete de septiembre como si dijramos el primer aliento, el primer gemido lanzado al nacer por ese da, por ese hijo de Saturno, es esperado con inaudito gozo, con ansia extraa, por miles y miles de personas que con tando van en los latidos de su corazn los segundos que son las palpitaciones, los latidos del tiempo para ver de este modo cuanto falta hasta que el deseado momento llegue. Ese momento llena entonces todas las esperanzas, llena todos los pensamientos y llena todas la conversaciones. La plaza del lugar, en la que esperando estn tantos miles de personas, es un hervidero del que sale un rumor semejante al de la tempestad que se aproxima... Verdaderamente, es que se aproxima una gran tempestad contra la que no hay conjuros. La chispa que la ha de hacer estallar tiene que ser el severo golpe de una campana al sonar la prxima hora; y cuyo golpe, vibrando en el espacio y haciendo sonoras las ondas del aire, ser el heraldo que publicar la llegada del nuevo da, la llegada del momento es perado con gozo inaudito, con ansiedad extraa, por miles y miles de personas. En lo alto de la vecina torre, se oyen sonar las doce de la noche del da seis... Es el da 6 que se asoma a las ventanas de lo alto de la torre para dar con lengua de hierro su eter na despedida a los hombres... Sonar la ltima campanada; el da 6 habr desaparecido pa ra siempre, y en el mismo instante estar en su lugar el da 7. No de otra manera la ola que pasa fugitiva es reemplazada por la que le sigue. Como si en la plaza se practicara el vaco, al primer sonido de las doce se suspende to do ruido, todo rumor, e impera absoluto, imponente silencio... Es que el pueblo hace ho nor a la majestuosa despedida del da 6..., este da est agonizando, est dando entonces sus ltimas boqueadas, y ante alguien que agoniza nadie se mueve, hasta no se respira, se guar da siempre el ms religioso, inalterable y severo silencio. Al primer sonido de las doce, se suspende todo ruido, todo rumor... Es que aquel soni do es el primer paso del nuevo da que llega... el primer paso del da con tanto inters por todos esperado. Y siempre, en los ltimos momentos que preceden a la llegada de alguien a quien con vivo deseo se espera, se calla tambin... Al primer sonido de las doce se suspende todo rumor, todo ruido... Es que la tempes tad est encima... Con efecto. Al sonar la ltima campanada del reloj, la tempestad estalla... Hay truenos de granadas que hacen retemblar hasta los cimientos de los edificios, relmpagos de luces artificiales que dejan ciego con su rpido brillo... centellas de cohetes voladores que incendian los espacios y los surcan con pasmosa rapidez... torrencial lluvia de armonas y hasta de l grimas e inimaginable desbordamiento de entusiasmo. Mas la tempestad avanza, la tempestad se aleja... Es que va la muchedumbre toda reco rriendo las calles de la poblacin; pero entretanto siguen estallando en el espacio como 78 truenos las mismas granadas, y brillando como relmpagos las mismas luces arti fi ciales, y cruzando rpidamente los aires como centenas los mismos cohetes volado res y cayendo la misma torrencial lluvia de armonas y de lgrimas, e inundndolo todo el mismo inimaginable desbordamiento de entusiasmo, y dominando a todo ruido, el mismo grito que, incesantemente repetido, va diciendo a travs de los espacios: Viva la Virgen de la Salud! As, lector, pero mucho ms alegre; as, pero mucho ms emocionante; as, pero mu cho ms vivo, es el cuadro con que empezamos a honrar todos los arios en sus Fiestas a nues tra querida Patrona... Este cuadro se titula La Alborada. F.M. Las distintas versiones del escudo de Elda, pertenecientes a los arios veinte y treinta del pasado siglo, ya sea con corona real o cimera murada, ya sea con flor de lis o sin ella, dejan bien patente la condicin de Ciudad, junto al ttulo de Fidelsima que ostentaba desde 1713. 22 Elda, setenta y cinco arios Ciudad* Alberto Navarro Pastor El 24 de agosto se cumplir el setenta y cinco aniversario de la concesin a Elda del ttulo de Ciudad, en atencin al enorme incremento de su poblacin e importancia industrial, t tulo concedido por el rey don Alfonso XIII a propuesta del Presidente del Consejo de Ministros, don Antonio Maura. Las circunstancias que propiciaron esta concesin ya han sido publicadas varias veces y en esencia son la gratitud del seor Maura a la entusiasta acogida que en la Estacin de Elda le dedic el pueblo eldense, con el alcalde don Jos Joaqun Gonzlez Amat a la cabe za, a los sones de la Banda de Msica: brillante contraste con la tumultuosa recepcin te nida en las dems poblaciones del trayecto desde Alicante, en direccin a Madrid. Las pa labras de bienvenida y respeto que el alcalde de Elda pronunci ante el seor Maura y la in formacin que ya posea sobre el rpido crecimiento de la poblacin merced a la expansin de su industria zapatera, a la laboriosidad de sus gentes y el respeto a la institucin monr quica, produjeron en Maura tan excelente impresin que una vez ll egado a Madrid propu so, y el rey aprob, la concesin a Elda del ttulo de Ciudad, grata nueva que fue comuni cada al alcalde con este oficio: Gobierno de la Nacin. Ministerio de la Gobernacin. Madrid. S.M. el Rey (q.D.g.), se ha dignado expedir por este Ministerio el Real Decreto siguiente: Queriendo dar una prueba de Mi Real aprecio a la Villa de Elda, provincia de Ali cante, y en atencin al aumento de su poblacin, importancia industrial y comercial y su constante adhesin a la Monarqua Constitucional; Vengo en conceder a dicha Vi lla el ttulo de Ciudad. Dado en San Sebastin, a veinticuatro de Agosto de mil novecientos cuatro. Al fonso. El Mini stro de la Gobernacin. Jos Snchez Guerra. Sr Alcalde del Ayun tamiento de Elda. La noticia se expandi por la ciudad, saliendo la msica por la calle y leyendo el pre gonero en voz alta el decreto por todos los puntos de la poblacin. Vena este aconteci miento a aadirse al ambiente extraordinario que viva la poblacin por el continuo au ge de la misma. En el mismo ao iba a inaugurarse el Teatro Castelar, primer saln de *Publicado en Valle de Elda, n. 1187, 16-V-1979, p. 3 y en Alborada, n. 25, 1979, s.p. espectculos especialmente construido para este fin que haba en la ciudad, as como el Casino Eldense. Tambin los preparativos para celebrar el Tercer Centenario de la lle gada de los Patronos de Elda, el Santsimo Cristo del Buen Suceso y la Santsima Virgen de la Salud, estaban llegando a su punto culminante y este ttulo colm la alegra de la poblacin. En prueba de gratitud, el Ayuntamiento acord nombrar hijo adoptivo de Elda al seor Maura y dar el nombre del ilustre poltico a una de las calles principales de la ciudad, la que hasta entonces se denominaba de La Esperanza y que desde entonces conocemos como de don Antonio Maura. Al comenzar el ao actual, el alcalde anterior, don Francisco Sogorb Gmez, impuls una iniciativa digna del mayor elogio: que Elda conmemorara debidamente la efemrides de su conversin en Ciudad, con actos alusivos y publicaciones que exaltasen esta tan sealada fe cha. Las variaciones experimentadas en la corporacin municipal, con la ll egada de un equi po de concejales totalmente distinto, dej esta iniciativa en el aire y as contina. Por nuestra parte, encontramos digna de ser conmemorada esta fecha pues todo lo que sea exaltar a la Ciudad y sus hitos sealados es una labor eldensista merecedora del mxi mo apoyo de todos. 23 Dos importantes efemrides a la vista: el 375 aniversario de la llegada de los Patronos y el 75 de la concesin a Elda del ttulo de Ciudad* Alberto Navarro Pastor En este mes de agosto que ya ha rebasado su primera mitad, y de cara a las prximas Fies tas Mayores, dos importantes conmemoraciones se abren a la expectativa eldense: la cele bracin del 375 Aniversario de la llegada a Elda desde Cerdea de las imgenes de nuestros Santos Patronos, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso, y tambin el 75 Aniver sario de la concesin a Elda del ttulo de Ciudad por el rey Alfonso XIII. Ambas efemrides, por su significacin, contenido y trascendencia, creemos que no pue den pasar desapercibidas para ningn eldense. La primera (aparte de su significacin reli giosa, sin duda la ms importante), por tratarse de un hecho que forma parte del acervo his trico -cultural de todo un pueblo, de algo que ha conformado la vida espiritual de muchas generaciones de eldenses y es una devocin y una tradicin sentido en vivo por muchos mi les de los eldenses de nuestros das. La segunda efemrides la del 75 Aniversario del t tulo de Ciudad, por razones obvias, entre las que podramos mencionar no obstante la del natural deseo de conmemorar la concesin de una nueva dignidad a Elda, con el reconoci miento implcito que ella lleva consigo de un crecimiento, una importancia y una mayora de edad de esta patria chica nuestra a lo que todos nos sentimos orgullosos de pertenecer. Creemos que con esto basta y es ms que suficiente. Porque la razn y el ser de un hombre o de un pueblo no estn slo en su presente, sino tambin en su pasado y en su futuro, en tanto en cuanto lo que ocurre hoy, en este minuto, tiene sus races en lo que sucedi antes, y su proyeccin en lo que puede ser o acaecer despus. No hace todava un mes se publicaban en estas columnas las previsiones que, ante las efemrides que comentamos, se hacan en el seno de la Junta Central de Moros y Cristianos. Parece ser que, en lneas generales, se tena el proyecto de dar cumplida celebracin a es tas conmemoraciones. Respecto a la primera de ellas, se pensaba celebrar el da 9 de sep * Publicado en Valle de Elda, n. 1.194, 18 -VIII -1979, p. 1 y 4. 82 tiembre festividad del Santsimo Cristo del Buen Suceso un gran desfile de comparsistas (con participacin, naturalmente, de los que quisieran asistir) que terminara ante la Igle sia de Santa Ana, con un acto extraordinario de ofrenda de fl ores y frutos a los Patronos de la ciudad, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso. A este respecto de la ofrenda de fl ores y frutos acto tradicional en tantos y tantos lugares, cabra pensar que en Elda el principal (el principalisimo) fruto que se produce es el zapato, y que quiz el zapato (to do un smbolo del hacer y del esfuerzo eldense) podra figurar, con todo este valor simb li co, en esta ofrenda de la ciudad a sus Patronos. No conocemos al menos hasta la hora de redactar estas lneas ningn otro pro yecto o previsin de celebracin de las rutilantes efemrides a las que nos venimos refiriendo. Puede que se produzcan despus, o puede que no. En todo caso, hemos querido, como he mos dicho anteriormente, que ambas no pasaran desapercibidas para los eldenses. En el peor de los casos, cada eldense puede encender una luz en su corazn para honrar es tos faustos memorables. Cualquier cosa ser bastante; todo menos dejar de recordar en es ta especialsima ocasin a los excelsos Patronos de Elda y revivir la alegra del reconocimiento de la mayora de edad de nuestra querida Elda. La redaccin de El Centenario contibuy a la Gran Cabalgata Histrica mediante el patrocinio de una carroza, construida por Manuel Olcina, en la que ocuparon un lugar preferente los delegados del Conde de Elda 24 75 Aniversario del Tercer Centenario* Ernesto Garca 1,1obregat Ante el grandioso espectculo que acabamos de presenciar, extasiados con su gratsimo recuerdo, alucinada an nuestra imaginacin por la suntuosidad y esplendor de las fiestas con que Elda impulsada por un mismo pensamiento, ha sabido tributar a sus Excelsos Patronos, y, encargados nosotros, meros aficionados a la literatura, de researlas, comprendemos nuestra ineptitud, nos sentimos perplejos y declaramos ingenuamente que slo el numen del sabio jurisconsulto y canciller gloria de nuestro pueblo, D. Juan Sempere y Guarinos, la elevada inspiracin y arrebatadora elocuencia del insigne tribuno D. Emilio Castelar, el ingenio y erudicin profunda de D. Juan Rico y Amat, la espontaneidad y donosura de Francisco Ganga El Serfico, la sabidura del inmortal obispo D. Antonio de Coloma, podran describir con mano maestra, la magnifica panormica y brillante colorido de los sublimes y emocionantes cuadros que hemos tenido ocasin de admirar y que han dejado imperecedero recuerdo tanto en propios como en extraos. C0n estas encendidas palabras, firmadas por la redaccin de El Centenario, publicacin aparecida solamente para conmemorar tan importante efemrides, comenzaba la Crnica de los Festejos celebrados en esta Ciudad con motivo de solemnizar el Tercer Centenario de los Excelsos Patronos, el Santsimo Cristo del Buen Suceso y la Santsima Virgen de la Salud. Palabras un tanto desfasadas a nuestro entendimiento actual, propensas, quiz, a dibujar en nuestras caras sonrisas de amable comprensin por la suficiencia desplegada, pero siem pre disculpables e incluso justas, porque as las vieron y as las sintieron en unos actos de sincera emocin unos hombres de una determinada poca. Se contabilizaban trescientos aos de devociones antiguas alrededor de unas bellsimas imgenes renacentistas, de origen ita liano, llegadas a Elda con perfumes de una hermosa leyenda. Trescientos aos de amor, de afanes e ilusiones cumpla la pequea comunidad eldense en aquel ao de gracia de 1904 dedicados a sus Patronos espirituales. Y los nimos estallaron, los brazos se ofrecieron ten Publicado en A/borada, n. 25, 1979, s.p. s.4 sos, y las ilusiones desbordaron capacidad para dejarnos a nosotros, convertidos en fl amante Posteridad, el recuerdo expectante de unas fiestas convertidas en alarde de grandeza, que el tiempo fue aumentando primero, y despus, oscureciendo, segn el trnsito de las per sonas y sus recuerdos, y del agobiante Hoy las ciencias adelantan una barbaridad esta blecedoras de las odiosas comparaciones. Como trasunto de aquellas fiestas, se nos ofrecen ahora ante nuestros ojos unas viejas fotografas; defectuosas, difusas, nos quieren hablar de aquellos momentos que tanto impacto causaron. De ellas se desprende una melancola difcil de explicar, como ese sentimiento tris te que nos invade al hurgar en el cajn de los recuerdos, de las viejas cosas. Esta tristeza nues tra, contrasta con la euforia de aquellos nuestros mayores, cuyas fi guras contemplamos des vadas en las amarillentas fotografas y en el tiempo. La mayora de ellos ya hicieron su tra yectoria, y pensamos que, todas sus ilusiones, sus anhelos y esfuerzos en aquellas Fiestas del Centenario, convertidas ya hace tiempo en sutil humo que el viento de La Torreta disip, nos ll ega hasta nosotros con un perfume delicadamente mustio, de crisantemo en hipogeo. Seguimos observando las viejas fotografas, y mentalmente, evocando aquellos instantes. Abstrados en la contemplacin, nuestro pensamiento va formando distintas imgenes co mo en un filme en blanco y negro, ya que, aunque quisiramos, no podramos darle color. Detenemos nuestro proyector en la secuencia que ms enjundia dio a aquellas fiestas: Di fcilmente se podra encontrar, en los faustos de la historia de nuestro pueblo, una fe cha tan memorable y tan halagadora corno la que ha constituido la celebracin de la Cabalgata Histrica y la entrada triunfal de nuestros excelsos Patronos...; Con un cie lo diafano, con un ambiente embalsamado, con un sol rutilante que embelleca el cuadro vivo, vimos avanzar majestuosa la Gran Cabalgata Histrica..., as comenzaba la descripcin de aquel acto tan atrayente y sugestivo, que inmensas oleadas de gentes invadan las calles del trnsito para contemplarlas. Abra la marcha los lejendarios gi gantes y cabezudos, dos heraldos de a caballo y, a continuacin, la carroza de la Industria de zapateros, obreros y similares, que representaba la artstica torre de la Iglesia parroquial, a cuyos pies se exhiban las hermosas jvenes: Alejandrina Amat, Amelia Corb, Amparo Amat, Salud Juan, Amelia Bellod, Antonia Grana, y dos jovencitos con traje de trabajo. Les acom paaba la msica Primitiva de Alcoy. A continuacin, heraldo Mercurio, heraldos de a ca ballo, seguidos de la carroza alegrica del Comercio, construida por el artista valenciano D. Amadeo Desfilis, que ocupaban las nias Mara Valero, Amparo Beltrn, Rosala Navarro, Ade la Rosas, Paquita Penas y Dolores Martnez, muy bien acompaadas por los afamados dul zaineros de Tales, comparsas de Arcabuceros y Chambergos y, a continuacin, la magnfica carroza construida por el artista D. Manuel Olcina y organizada por la redaccin de El Cen tenario. Ocupaban el lugar preferente en la carroza los representantes de los condes de Cer velln, D. Trino Vera Garca y D a . Luisa Navarro de Andreu, con elegantsimos trajes de la po ca; como secretario particular, D. Santos Vera Santos, y de mayordomo, D. Miguel Vera La liga, y a ambos lados, las damas de honor y bellisimas seoritas, Mara Rico Romero, Anita Verd, Salud Artibucilla, Leonor Juan Serrano, Maravillas Navarro Juan y Dolores Vera Maestre, luciendo riqusimas toilettes. Le seguan la Banda de Msica de Elda, carreta con duciendo las cajas portadoras, y los peregrinos Tiberio Vidal Navarro y Antonio Maestre Amat, a los que acompaaban ocho marineros; nueva comparsa de Marinos con trajes de poca; carabela San Eduardo obra del genial artista D. Eduardo Pastor, capitaneada por el nio Vicente Beltrn Olcina, cerrando tan brillante cabalgata, el Batalln Infantil y la Banda de Mu chamiel. Y, este es, a grandes rasgos, aquel gran acontecimiento artstico dentro del cuadro fes tero del Tercer Centenario. Nuestras ya citadas fotografas nos muestran las carrozas y per sonajes descritos, y las riqusimas toilettes de las bellsimas seoritas, y a los condes, y a las inmensas oleadas de gentes invadiendo las calles, y la nota curiosa de que todos los hom bres llevaban la cabeza cubierta; pero lo que no sen ve, porque esto no lo podan captar las viejas fotografas, pero s la li teratura de su tiempo, y que nosotros nos apresuramos a trans cribir, es: El sol, como soldado herido en la pelea, caa tras las lejanas sierras... La ho ra crdena iba extinguindose... En el cielo tintilaban los puntos argentinos... La luna, enseorendose, se destacaba brillante, lmpida, sobre el azulado manto terso, sin on dulaciones... Las auras al orear las flores de la vega, transportaban sus delicados aro mas... La atmsfera, pareca tibiarse con el vaho tenue que se escapaba de las bocas al modular los labios las sentidas plegarias... Sin comentarios. Es necesario hacer resaltar aquellas fi estas y darles toda la real importancia que en su da tuvieron. Las fiestas del Tercer Centenario fueron el umbral por el que Elda entraba, en fastuoso marco, en el siglo )(X. Fue el umbral de una riqusima puerta, monumental por el significado que le aplicamos, como un arco de triunfo, que imaginamos enramado de taray, baladre y palmas, al viejo estilo eldense. Gallardetes, fl mulas, banderolas y paneles con pin turas alegricas, lo fl anquean; en lo alto vistoso escudo de la ciudad, con un artstico per gamino donde as consta el recin adquirido ttulo ciudadano: Queriendo dar prueba de Mi Real aprecio a la Villa de Elda, provincia de Alicante, y en atencin al aumento de su poblacin, importancia industrial y comercial y su constante adhesin a la Monar qua Constitucional,. Vengo en conceder a dicha Villa el ttulo de Ciudad . Dado en San Sebastin, a veinticuatro de Agosto de mil novecientos cuatro . Alfonso, Rey. Di cho arco de triunfo est cruzado por ristras de farolicos a la veneciana y de cadenetas de pa pel multicolor graciosamente mecidos por la suave brisa septembriana. A ambos lados, es tudiados grupos de las imprescindibles e inefables bellsimas seoritas, ataviadas con el tra je tpico eldense, sosteniendo sendos y enormes cuernos de la abundancia. De las fauces de estos, brotan incontenibles, entre olorosas fl ores de los vergeles del Campico, los produc tos de la tierra. De la tierra propiamente dicha, no; de la tierra donde tiene lugar el mila gro, el milagro de los zapatos: zapatos, muchos zapatitos exquisitamente modelados. Aproximadamente, y entonces, ya llevaramos otros setenta y cinco aos de milagro el dense. Todava no estn claros los orgenes de nuestra industria zapatera. La metafsica za patera, su teora de los primeros principios, habra que buscarlos en esa lucha tenaz del hom bre con su medio ambiente, con una tierra, sino muy feraz, s lo suficiente inhspita por la falta de agua. Fue preciso echar mano del ingenio para no perecer, y convertir aquellas es parteas de nuestro campus espartano, en algo ms que una tosca y burda cobertura de los pies. Y as sera, sin duda, como surgira la industria del calzado. Y de cmo el hombre eldense volvera la espalda a su agro. Y de cmo la tierra dej de formar parte de sus pen samientos; atrs se quedaron los fantasmas de las sequas pertinaces, las bblicas plagas de langosta, y el hambre. En la mtica cabalgata de carrozas la misma cabalgata que ahora nos sirve a nosotros para simbolizar la entrada triunfal de Elda en el siglo XX de estas fies tas del Tercer Centenario, y de las que omos hablar hasta la saciedad en nuestra infancia, haba una carroza histrica, otra representando a la industria, y la tercera al comercio. Nin guna carroza representando a la agricultura, ya que Elda, mucho antes que otros pueblos, hizo su propia revolucin industrial. Es evidente que nuestro pueblo entraba en el siglo XX con buen pie, un pie mejor cal zado. Nuestro Novecentto comenzaba esperanzador. Se haba concienciado ya una nueva clase social, la clase trabajadora, cuya mano de obra era acaparada por las fbricas, sien do) necesarias las manos de otros lugares, y as, surgi la gran inmigracin, ese fenmeno multipersonal que tanto ha contribuido al engrandecimiento de nuestra primera industria. Se conseguan premios en el extranjero por nuestros calzados, Medalla de Oro en la Expo sicin Internacional del Trabajo y de la Industria, de Pars, en 1902, y ya se exportaba a di versos pases de Europa, frica y Amrica. Y es por esto que los emprendedores eldenses de entonces decidieron celebrar unas Fiestas del Centenario que dejaran huella, ya que siem pre, y en todo momento se sintieron protegidos por sus Santos Patronos. Trescientos aos de proteccin se cumplan, trescientos aos haciendo poltica de pe dir al cielo lo que los hombres de la Tierra no queran o no podan remediar. Haban que dado atrs los aos duros, de hambres, de pestes, guerras..., en los cuales, v en todo mo mento, segn escritos de la poca, se cont con la proteccin de unos Patronos generosos sin lmite. Nuestros ms lejanos antecedentes en movimientos sociales habra que buscar los en aquellas rogativas, en aquellas manifestaciones o asambleas pblicas por las calles apes tadas, o en otras ocasiones, bajo un cielo en el que desde largo tiempo haban desapareci do las nubes para una tierra calcinada, y en donde, la fe, llenaba el hueco de las reivindi caciones. Don Gonzalo Sempere y Juan (1804-1881) nos dej, en su Noticia interesante para los hijos de la Fidelsima Villa de Elda, en el captulo titulado Proteccin, un inte resante relato histrico -religioso de las innumerables veces en que la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso, han intervenido beneficiosamente, con su divina influencia, en los avatares de los eldenses. No es fcil enumerar los beneficios recibidos del Cielo por la proteccin de estas Santas Imgenes, a quienes acuden todos los hijos de Elda en sus aflic ciones, espirituales y temporales, ,y tal vez no haya uno que no la haya experimentado si ha pedido con viva fe y confianza; basta slo recordar algunos, que por pblica s ge nerales, se transmiten de generacin en generacin con la mayor seguridad.Y a con tinuacin sigue con todo detalle el relato de momentos o actos calamitosos en los que in tervinieron triunfalmente los Santos Patronos con su beneficiosa proteccin. La peste de 1648; el contagio de 1747, por un gran pelotn de soldados, que inficionaron a los vecinos; la muer te masiva por dolor de costado de 1776; el triunfo en 1801 sobre los desmanes de un ba talln de soldados suizos a quienes someten y encierran en los calabozos del castillo; la fie bre amarilla de Alicante en 1804; la desastrosa guerra de la Independencia, aos 1808 al 1813; el clera morbo de 1834; el conflicto entablado el 1 de mayo de 1841 entre un ba talln de tropa, un tanto insubordinado, y los paisanos; la batalla de Bonet, por las deplo rables luchas civiles, en 1844; otro versin de clera morbo, en 1854; reposicin del cita do clera en el ao siguiente, terrible azote de la poca; en 1875 la espantosa granizada que destruye todos los campos limtrofes, salvndose los de Elda... En todos estos hechos hist ricos relatados, tuvieron, segn D. Gonzalo, intervencin definitivamente bienhechora, los Santos Patronos. Y en otros, de tipo particular, mantenidos por la tradicin, se saba que eran frecuentes los casos de este tipo de influencia divina. Puede decirse que no haba una anti gua familia eldense que no contara con su propio milagro, atribuido, principalmente, a la Virgen de la Salud, la gran intermediaria de los atribulados eldenses con las altas esferas ce lestiales. En este ltimo cuarto de siglo que estamos consumiendo, muchas cosas han cambiado para nuestro pueblo como reflejo de los muchos y profundos cambios que ha experimen tado el mundo. Atrs han quedado setenta y cinco aos de intensa vida eldense de este fa buloso siglo XX. El futuro, como buen futuro que se precie, anda envuelto en interrogantes; un espeso cortinaje de terciopelo cierra hermticamente la bocana del escenario donde ac tuarn los personajes para la comedia siglo )0(1. Esperamos que esta representacin, sea lo que se dice todo un suceso, todo un xito, y que los papeles a repartir entre los diferentes actores sean acertados en su cometido. En algn lugar indeterminado del tiempo y del es pacio, genios invisibles estarn forjando los preparativos para la puesta en escena de la gran Fiesta del Cuarto Centenario, puerta, por la cual, Elda entrar en ese anhelado, soado, in cierto y cierto siglo XXI. INTERESANTE lAB/ i.0 HUON DE LA FIDELISIMA VILLA DE ELDA ORIHUELA ; Imprenta de Curneho Pay, oigas nueva $3. Ifrie. Portada de la obra de D. Gonzalo Sempere y Juan. 25 Venida a Elda de sus Santos Patronos. Hace 375 arios...* Alberto Navarro Pastor COMO ya se ha difundido repetidamente por nuestras pginas, en este ao se cumplen los 375 que ll e garon a Elda, entre aromas de ingenua leyenda, las imgenes de los venerados Patronos de nuestra ciu dad, el Santsimo Cristo del Buen Suceso y la Santsima Virgen de la Salud. Para resaltar ms solem nemente esta fecha, la Cofrada de los Santos Patronos y la Junta Central de Comparsas, cada una en su propia esfera, han organizado diversos actos que indudablemente darn ms relieve a la fecha sep tembrina. Aunque por todos los buenos eldenses es bien sabida la leyenda piadosa de la venida de las im genes, hemos credo interesante reproducir li teralmente, con motivo de esta conmemoracin la rela cin que escribi en el siglo pasado el Prroco de Santa Ana, don Gonzalo Sempere y Juan, publicada en el li brito editado en 1876 en la imprenta oriolana de Cornelio Pay bajo el ttulo Noticia interesante para los hijos de lajidelsima Villa de Elda y que dice as: Venida de las Santas Imgenes Segn la pa tradicin, en el ao del Seor mil seiscientos cuatro, gobernando la Iglesia Uni versal el Sumo Pontfice Clemente VIII, siendo Rey de las Espaas Felipe III, arzobispo y virrey de Valencia el celoso y fervoroso Fray Juan de Ribera, que tanto trabaj para la expulsin de los mo riscos de este Reino, tuvo lugar este grande acontecimiento: Don Luis Antonio Colonia *, Con de de esta Villa, nacido en la misma y bautizado en la parroquia de Santa Ana, por sus relevan tes mritos haba sido nombrado por Su Majestad virrey de Cerdea, isla entonces pertenecien te a Espaa, y concluido el periodo de su mando, cuando trataba de regresar a la Madre Patria, estando sus familiares disponiendo los equipajes para conducirlos al puerto, se presentaron en aquel palacio dos gallardos jvenes con traje de peregrinos y suplicaron al Excmo. seor Conde * Publicado en Valle de Elda, n. 1.197, 6 -IX -1979, s.p. * Como empez a poner de manifiesto Domingo Toms Vera Maestre (Quin trajo a nuestros Santos Patronos, en El Centenario, nms. 2, 3 y 4) y ha confirmado, posteriormente, A. Navarro Pastor (Eldenses notables, p. 37-40), en verdad este Luis Antonio Colo ma no fue Conde de Elda, ni desempe el cargo de virrey de Cerdea y seguramente, tampoco sera el responsable del traslado a El da de las imgenes, sino que todo apunta a su hermano mayor, Antonio Coloma Prez Calvillo (15 ---1619), segundognito de Juan Coloma, II Conde de Elda, quien ostent la gobernacin de Sassati y Cagliari, entre 1578 y 1581, y ms tarde, el virreinato de la isla de Cerdea durante una dcada, 1594-1604, al cabo de la cual import las mencionadas tallas con destino a su Villa natal. Vase adems G. Segura Herrero y C. Poveda Poveda, Catlogo del Archivo Condal (I). Elda, Ayuntamiento-Cajamurcia, 1999, p. 46-52. que, noticiosos de su inmediato viaje para las costas de Alicante, si no tena inconveniente, se dignase admitii; en el mismo buque que le conduca, dos cajones que deban dirigirse, a dicho puerto, accedi gustoso Su Excelencia y seal la hora en que haba de verificarse el embarque; se despidieron los jvenes muy agradecidos y sin dilacin condujeron su encargo; llegada la ho ra de darse a la vela, no se dejaron ver los jvenes peregrinos y no bastaron diligencias para sa ber de ellos. El viaje fue felicsimo en medio de las aguas) se hacan mil conjeturas sobre los pe regrinos y su encargo: llegados al puerto &Alicante, al extraer del buque los cajones se not que en la tapa haba un rtulo que deca Para Elda. Visto esto por el seor Conde, considerndose el ms interesado como seor territorial de aquella Villa se juzg con derecho a abrir aquellos, y oh cielos! cul sera su sorpresa) alegra al ver que el uno contena una devotsima imagen de Cristo Calcificado y el otro una hermosa imagen de Mara Santsima con el Nio Jess al brazo. NO hay entendimiento humano que pueda comprender, ni lengua que pueda expresar lo que pa ,sara en el interior de Su Excelencia, en el momento hara participantes a todos sus familiares de su extraordinaria satisfaccin, dara aviso a las autoridades de esta villa, quienes al recibir tan fausta nueva, como enajenados, no sabran el modo de hacerlo entender al pueblo; slo los que presenciaron aquellos primeros momentos podran darnos una ligera idea de lo que pas en esta Villa al considerarse enriquecidos con tan gran tesoro: sin perder momento el cura el cle ro, unidos alcalde y ayuntamiento y dems personas distinguidas, deliberan) deciden el modo como deban conducirse y recibirse tan preciosas joyas. Designado el da, el pueblo entusiasma do se dedica sin descanso a disponer los obsequios y homenajes que deban rendir a tan eleva dos tan elevados huspedes, y llegado el momento, engalanadas las casas las calles, disputn dose todos quien hara ms, se agrupan las gentes a la entrada de la villa; el estampido de I a pl vora y el vuelo de las campanas anuncian su llegada,) el cura)) el clero, autoridades munici pio se disputan quien ser el primero que de ha de besar aquellos sagrados rostros; todos satis facen sus deseos derramando copiosas lgrimas y prommplendo en incesantes vivas aclama ciones, forman una lucida devota procesin conduciendo las santas imgenes a la Iglesia, y las colocan inmediatas al altar mayor, para que all reciban de sus nuevos hijos sus cordiales afec tos) seales de amor ,y confianza, reconocindoles ya como sus patronos que la Divina Provi dencia as lo haba dispuesto para que por su mediacin consiguiesen el remedio en todas sus necesidades. En aquella primera poca los Patronos de Elda no reciban los nombres con los cuales son aho ra reconocidos, sino que se deca a la Virgen la mare de Deu y al Cristo como el Seor o Jess. Pero los beneficios que los eldenses del ao 1648 recibieron de la proteccin de la Virgen, con moti vo de verse li bre de una terrible epidemia de peste que asol el pas, movieron a aquellos a darle la advocacin de la Salud, imprimiendo en los documentos sanitarios que se daba a los viajeros la ima gen de la Virgen y la advocacin dada de Santsima Virgen de la Salud. El ttulo de Cristo del Buen Suceso fue adjudicado a la imagen en 1714 por medio de un sorteo de cdulas con nombres escritos de advocaciones, de las que se extrajeron primero tres yen una se gunda extraccin la del Cristo del Buen Suceso, que desde entonces viene siendo el nombre con que los eldenses rezan al Patrono celestial bajo cuyo amparo se encuentran desde aquel da auroral de 1604. 26 El Teatro Castelar y el Casino Eldense cumplen 75 aos Alberto Navarro Pastor Durante este ao de 1979 se ha puesto especial nfasis por los medios de difusin de la lo calidad en la conmemoracin del 75 aniversario de la concesin a Elda del ttulo de Ciudad y el 375 de la venida a Elda de los Patronos, habindose organizado actos especiales para resaltar debidamente estas efemrides. Sin embargo, han pasado desapercibidos otros dos aniversarios, con igual cifra que el del ttulo de Ciudad, que son dignos de general conocimiento e incluso de conmemoracio nes alusivas. Estos dos aniversarios son los de la inauguracin y puesta en servicio del Tea tro Castelar y del Casino Eldense. En 1979 Elda cuenta con un buen nmero de salas de espectculos, discotecas y lu gares de diversin; son varias las sociedades que brindan a sus socios un local amplio, cmodo y agradable para dejar pasar las horas en grata compaa de otros socios uni dos por las mismas aficiones. Pero en 1904 esto no era as. Elda no contaba con ningn cine, teatro, campo de deportes, circo o saln de baile, a pesar de sus 6.000 habitantes y su potente industria en expansin. Los actos que se daban de esta clase se hacan en lugares improvisados, sin comodidad alguna ni condiciones aceptables de acstica, vi sibilidad, aislamiento, etc. Las reuniones que los eldenses de entonces podan tener era en los varios cafs o tabernas abiertas en la Villa. Uno de estos casos en que se eviden ci la falta de locales fue en el de un acto de propaganda poltica en el que los orado res tuvieron que pronunciar sus discursos desde un balcn de una casa particular en la plaza de Arriba. Para paliar esta situacin, un grupo de entusiastas seguidores de la Banda de Msi ca que en 1900 haba obtenido un rotundo triunfo en Alicante tuvieron la iniciativa y la pusieron en prctica de construir un edificio de capacidad y condiciones adecuadas a las exigencias de los espectculos pblicos que se daran en l. Se form una sociedad con 82 acciones de 25 pesetas de entrada y una peseta y cincuenta cntimos de cuota se manal, logrndose en poco tiempo levantar el edificio que, con diversos retoques ha lle gado hasta nosotros, que fue inaugurado el 11 de septiembre de 1904 en un ambiente de extraordinario entusiasmo, ponindose en escena la zarzuela El milagro de la Vir *Publicado en Valle de Elda, n. 1.197, 6 -IX -1979, s.p. gen representada por la compaa de Pablo Gorg, hermano del director de la Banda, Ramn Gorg. Una vez ms, y an habran de llegar otros ejemplos, se pona de manifiesto la extraor dinaria capacidad de asociacin y labor conjunta que tienen los eldenses, demostrada en obras tan importantes, todas sobre la base del cooperativismo popular, como los barrios de La Prosperidad, La Fraternidad, El Progreso, San Francisco de Sales; edificio San Cris tbal, Ciudad Deportiva del Centro Excursionista y otros. En la Elda de las empresas industriales haba nacido una nueva clase social. Hasta entonces, podra decirse que sus estratos sociolgicos eran los usuales en todos los pueblos de sus ca ractersticas: una clase elevada, formada por terratenientes, rentistas, profesiones li berales, autoridades y clero y otra de trabajadores que tenan que afanarse duramente para mantener unas condiciones de vida que ahora seran consideradas inaceptables. Al ll egar la industria a Elda se crea una tercera clase que en Elda adquiere caractersticas especiales. Es la de los adinerados por su industria o su negocio, que no pertenecen a la clase elevada y en muchas ocasiones han sobresalido de la clase trabajadora; que trabajan tanto o ms que cualquiera de sus asalariados aunque perciban por su trabajo cuando las cosas marchan bien una recompensa muy superior a la de aquellos; los que podramos ll amar nuevos ricos sin el sentido peyorativo que habitualmente se emplea para dar esta calificacin. Este grupo de personas, bastante numeroso en Elda por la diversidad de fbricas de cal zado, comercios dedicados a surtirlos de materias primas y comercio en general, beneficiado y engrandecido por el boom industrial, tuvo la iniciativa de crear un edificio en el cual pudieran reunirse todos los que formaban esta nueva clase, equidistante de unos y otros, aun que con estrecha vinculacin con las otras dos. En 1901 se puso en marcha la idea, por un grupo de unos 50 amigos que se reunan en una casa particular sita en el nmero 29 de la calle de Coln, posiblemente en la que hace tiempo figuraba la lpida que recordaba que en dicha casa vivi Castelar en su infancia. Un destacado eldense de aquel tiempo, don Vicente Maestre Sempere, facilit la realizacin de la iniciativa al ofrecerles los terrenos donde hoy se levanta y darles toda clase de facilidades para el pago de su importe. Cincuenta acciones de cien pesetas cada una y el pago de una cuota de 1,50 pesetas semanales, con cuyas aportaciones se consigui levantar un edificio compuesto por una amplia planta baja y piso alto, con salones para fiestas, juego, bar, ser vicios, etc. Bautizado con el nombre de Casino Eldense, fue inaugurado el Domingo de Pascua de Resurreccin de 1904, en abril, en pleno fervor preparatorio de las fi estas del Tercer Cen tenario de la venida de los Patronos, siendo paulatinamente aumentado, enriquecido y her moseado, as como su jardn, entonces el nico existente en Elda. Desde aquel momento, la sociedad Casino Eldense ha continuado sirviendo a los fines para los que fue institui do, constituyendo un centro cultural y recreativo en el que adems de los usos especficos de sus socios ha sido albergue de exposiciones artsticas, recitales, conciertos, charlas y com peticiones deportivas de saln, como billar, ajedrez, etc. 93 Estas dos inauguraciones, tan importantes en la vida de la poblacin, unidas a la con cesin del ttulo de Ciudad y a las grandes fi estas del Centenario, contribuyen a que el ario 1904 quedara grabado indeleblemente en los que lo vivieron y que sus ecos, en forma de hojas amarillentas que releemos los eldenses con autntica emocin, hayan ll egado a nosotros como los de uno de los momentos estelares en la vida de los pueblos. Porque en aquel ario de 1904, como cspide del trabajo de unos arios anteriores, se uni en Elda el entusiasmo emprendedor de la industria y el trabajo, la consecucin de un local donde satisfacer las aficiones artsticas del teatro y la msica; el logro de un edificio que dig nificaba y prestigiaba a la clase industrial, creadora de la prosperidad del pueblo; la sancin oficial de esta prosperidad con la concesin del ttulo de Ciudad, y la elevacin espiritual, manifestada en forma especialmente fervorosa y popular, de las gentes de Elda, apiadas en masa en torno a sus celestiales Patronos para conmemorar los trescientos arios de su ben dita presencia entre ellos para su proteccin y beneficio. Fachada del Teatro Castelar en los aos veinte del siglo pasado. GOBIERNO DE LA NACIN MINISTERIO DE LA GOBERNACIN MADRID S. M. el Rey (q. D. g ), se ha dignado expedir por este Ministerio el Real De creto siguiente: Queriendo dar una prueba de Mi Real aprecio a la Villa de Elda, provincia de Alicante, yen atencin al aumento de su poblacin, importancia industrial y co mercial y su constante adhesin a la Monarqua Constitucional; Vengo en con ceder a dicha Villa el titulo de Ciudad. Dado en San Sebastin, a veinticuatro de Agosto de mil novecientos cuatro. ALFONSO El Ministro de la Gobernacin, JOS SNCHEZ GUERRA Sr. Alcalde del Ayuntamiento de Elda. Composicin, al parecer, meramente tipogrfica del documento de concesin del ttulo de Ciudad. 27 1804, 1904. 2004 (A los eldenses del ario 2004)* Alberto Navarro Pastor Repetidas veces, cuando entre eldenses se conversa sobre la conmemoracin que va a ha cerse del 375 aniversario de la llegada de los celestiales Patronos de Elda, recalcando lo in slito del aniversario que no es centenario, ni cincuentenario, ni ninguna cifra redonda de las que se acostumbra usar para estas conmemoraciones, se escucha a alguno de los reu nidos comentar que est bien que se haga ahora por si en el Cuarto Centenario no se ha ce. Esta hiptesis negativa no est basada en la circunstancia natural de que muchos de los que hablan de este asunto, por ley natural, ya no se encontrarn en el 2004 en el mundo de los vivos, sino que descansarn junto a sus antepasados en el camposanto. La razn que do mina en las mentes es la conciencia de que las fiestas se estn desacralizando y minimizan do, que la pequea Elda que haca grandes fiestas se ha convertido en una Elda grande que hace pequeas fiestas, sin relieve ni trascendencia, sin entusiasmo y sin fervor. Exceptuamos los actos religiosos, que se mantienen en sus niveles normales ao tras ao, y que no pue den ser incluidos en este declive general de las fiestas septembrinas. Los escasos veinticinco aos que faltan hasta el 2004 no permiten suponer que pueda experimentarse una profunda transformacin en Elda ni en el aspecto social, ni en el reli gioso, ni en el poltico, salvo que se produjera algn grave acontecimiento de amplia mag nitud, que no pensamos vaya a ocurrir. Quiere esto decir que los eldenses de los primeros aos del siglo XXI sern como nosotros poco ms o menos en los aspectos social, laboral, humano, moral, etc. Es de suponer que todava queden fbricas de calzado la fabricacin de calzado en Elda, como la materia, cambia de aspectos o de nombres pero no se destru ye debatindose entre la eterna crisis; que el casco urbano se haya extendido iniciando el asalto a las montaas a que le obliga su mnimo trmino municipal, que una obligada di versificacin de industrias haya reducido el paro hasta lmite naturales, etc. Por consiguiente, los eldenses de maana sern, con escasas diferencias posiblemente a favor suyo, iguales que los de hoy y los de ayer. Y si los eldenses de ayer, de 1804 y 1904, supieron realizar los extraordinarios homenajes de fe y devocin a los Santsimos Patronos de los que ha quedado constancia en las crnicas y fastos de la ciudad, superando las limi taciones de sus medios, y los de 1979, a pesar del ambiente indiferente en que se mueven * Publicado en Valle de Elda, n. 1197, 6-1X-1979, s.p. 96 van a celebrar unos actos de homenaje que constituyan la expresin del fervor eldense por sus Patronos, es de esperar que los del ao 2004, los que vivan el Cuarto Centenario de la venida, harn honor a su condicin de hijos del Santsimo Cristo y de la Virgen de la Salud, dedicando dichos das a honrarlas con la solemnidad, fastuosidad y magnificencia que los adelantos de su poca les permitan e incluso como emotivo y simblico detalle resu citando una segunda poca de la revista El Centenario con la que los eldenses de 1904 man tuvieron el inters y la atencin de eldenses y forasteros hacia las grandes conmemoracio nes anunciadas. Tal vez entonces habr frmulas musicales nuevas que hayan relegado al rock, como ahora recordamos al charlestn o al black-bottom, pero los villancicos del maestro Gorg Virgen Pursima y Sol de Justicia, dedicado al Santsimo Cristo del Buen Su ceso, continuarn haciendo vibrar la fibra emocional de los eldenses mientras stos sien tan como tales. De una forma u otra, como sntesis de un mensaje silencioso de los eldenses de hoy ha cia los de maana, reflejando un sentir unnime entre los buenos eldenses, queremos de sear que aunque todo cambie, aunque todo sufra con la mudanza de los tiempos, Elda, con servar siempre su tradicin de venerar y honrar a sus celestiales Patronos el Cristo del Buen Suceso y la Virgen de la Salud, Patronos de los eldenses de ayer, de hoy, de maana y de siem pre. 28 Concurso literario Ciudad de Elda* La Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, unindose a la conmemoracin del 75 aniversa rio de la concesin del ttulo de Ciudad a Elda, ha convocado el concurso literario denominado Ciudad de Elda, sobre el tema obligado Elda durante el primer tercio del siglo XX: as pectos socio -econmicos, histricos y culturales del mismo. Entre las bases a que han de ajustarse los concursantes, figuran las siguientes: podrn participar en el mismo cuantas personas naturales o residentes en la provincia de Alicante lo deseen. Los trabajos sern originales e inditos, escritos a mquina a dos espacios y por una sola cara, en papel tamao folio y con una extensin mnima de 25 folios y mxima de 50, debiendo ser presentados hasta el 31 de diciembre prximo, por triplicado, en las ofi cinas de la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia en Elda, sea personalmente o por correo. Se establece un premio de pesetas 50.000 y un accsit de 25.000, que no podrn que dar desiertos, hacindose pblico el fallo por todo el mes de febrero de 1980. La composi cin del jurado se har pblica en el acto del fallo, que ser inapelable. La entidad patrocinadora se reserva el derecho de efectuar una primera edicin de los trabajos premiados dentro del plazo de un ao. Para mayores detalles sobre estas bases, pueden dirigirse los interesados a cualquiera de las oficinas de la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia en Elda. * Publicado en Valle de Elda, n. 1.206, 10 -XI -1979, p. 3. 99 29 Fallo del Jurado calificador del Premio Ciudad de Elda* En la Ciudad de Novelda, siendo las diecisiete horas del da 15 de febrero de 1980, se reu ni el Jurado calificador del Concurso Literario Ciudad de Elda, compuesto por don Vi cente Ramos, Cronista Oficial de la Provincia; don Vicente Sala Caellas, Cronista Oficial de la Ciudad de Novelda, y don Miguel Signes Motines, escritor, para ver y fallar el menciona do Concurso, convocado por la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, a travs de su Direc cin de Zona en Novelda, bajo el tema obligado Elda durante el primer tercio del siglo XX: aspectos socio -econmicos, histricos y culturales del mismo. Ledos los trabajos presentados y contrastadas las opiniones del Jurado, ste, por una nimidad, acuerda lo siguiente: Conceder, el Primer Premio de 50.000 pesetas a la obra titulada Elda en tres dcadas, de la que es autor D. Alberto Navarro Pastor. Conceder, asimismo, como accsit primero, con premio de 25.000 pesetas a la obra El da, en cuatro vuelos, presentado bajo el lema Robert, desde la pea del Cid, de la que es autor D. Miguel Martnez Mena. Entendiendo el Jurado que el trabajo presentado por don Jos Ramn Valero Escandell, titulado La inmigracin en Elda durante la Dictadura y Repblica: causas, desarrollo y ca ractersticas rene mritos de investigacin suficientes para ser tomado en consideracin, concede un segundo accsit, dotado asimismo con la cantidad de 15.000 pesetas, como pre mio a este trabajo. Todo lo cual se eleva a la entidad patrocinadora, a los efectos procedentes, con la fir ma de los tres miembros del Jurado, en Novelda y en la fecha arriba indicada. * Publicado en Valle de Elda, n. 1.222, 1-111-1980, p. 1. l 00 ALBERTO NAVARRO PASTOR MIGUEL MARTINEZ MENA JOSE RAMON VALER ESCANOELL Elda durante el primer tercio del siglo XX Tralaaal Dfilantaao. ea al Canoa.* latina. 010040 DE EI.O.a. COraalaaaa taa , E CAJA ae AHORROS oe aLICANTE V MURCIA. Mona. asa 75 ano...ocio E0 ooneasian del 111410 0. Caaloa, a In A.c. Etaa Cubierta de la obra publicada por la C.A.A.M., con ocasin del 75 aniversario del otorgamiento de la condicin de Ciudad al municipio de Elda. 101 30 Presentacin del libro Elda durante el primer tercio del siglo AX, editado por la C.A.A.M.* En el Aula de Cultura de la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia de nuestra Ciudad tuvo lu gar el pasado viernes, da 14, el acto de presentacin del libro Elda durante el primer ter cio de/siglo VI, que recoge los trabajos premiados en el concurso literario Ciudad de El da, convocado por dicha entidad para conmemorar el LXXV Aniversario de la concesin del ttulo de Ciudad a la entonces Villa de Elda. Estos premios recayeron en Alberto Navarro Pas tor, que gan el primer premio con su trabajo Elda en tres dcadas; Miguel Martnez -Me na, que obtuvo un accsit con Elda en cuatro vuelos, y Jos Ramn Valero Escandell, que tambin obtuvo un accsit por el trabajo La inmigracin en Elda durante la Dictadura y la Repblica: causas, desarrollo y caractersticas, y estos trabajos premiados constituyen el contenido del libro cuya presentacin comentamos. Inici el acto el Delegado de Cultura de la C.A.A.M., Mario Torregrosa, con una breves palabras, refirindose al motivo de la convocatoria del indicado premio y dando paso a Ma nuel Romn Cremades, Jefe del Departamento de Accin Cultural del Centro Nacional de For macin Profesional de Elda, quien con sencillez y amenidad esboz la personalidad de los autores e hizo una sucinta referencia al contenido del libro, resaltando los aspectos ms in teresantes de cada uno de los trabajos y la importancia de la obra en s, al dar a conocer al pblico un periodo de la historia local de relevante importancia y significacin en el acon tecer histrico eldense. A continuacin, representantes de la entidad patrocinadora procedieron a la distribu cin de ejemplares del citado libro entre los asistentes, que en nmero superior al cente nar se haban reunido en el Aula de Cultura, siendo firmada la obra a peticin del pblico por los autores de los trabajos, presentes en el acto. Por nuestra parte, queremos dejar constancia de nuestra satisfaccin por la publicacin de esta interesante aportacin a la historia eldense, felicitando efusivamente a los autores, de modo particular a nuestro querido amigo Alberto Navarro, compaero en estas tareas de confeccin de Valle de Elda. * Publicado en Valle de Elda, n. 1257, 22-X1-1980, p. 1 v9. 102 REPRODUCCIN Oficio del Gobernador Civil de la provincia, Juan Tejn Marn, en el que comunica al Alcalde de Elda la concesin del ttulo de Ciudad. 31 Dos curiosos documentos eldenses* Alberto Navarro Pastor La intensa labor de bsqueda de datos e informacin que realiza nuestro buen amigo Jos Luis Bazn, profesor de Educacin General Bsica en el Colegio Padre Manjn, pa ra conseguir nuevas aportaciones a su trabajo en preparacin sobre la historia del Co legio Nacional Padre Manjn, le proporciona de vez en cuando el conocimiento de cu riosos documentos del mayor inters para los eldenses como los que, gracias a su ama bilidad, presentamos en esta ocasin a los lectores de Valle de Elda: () El segundo documento tiene el valor de la autenticidad, ya que el texto es bien co nocido y se ha publicado y reproducido en ms de una ocasin. Se trata de la comuni cacin que el gobernador civil de Alicante hace en 30 de agosto de 1904 al Alcalde de Elda, que entonces era don Jos Joaqun Gonzlez Amat, de la concesin por el rey don Alfonso XIII del ttulo de ciudad. La comunicacin, manuscrita y con firma ilegible, lle va un sello estampado en seco del Gobierno Civil de Alicante. Reproducimos una vez ms su texto, para conocimiento de los que todava lo desconozcan. Seccin 1a. N 840. El Excmo. seor Ministro de la Gobernacin, con fecha 26 del actual, me comunica la Real orden siguiente: S. M. el Rey (q.D.g.) se ha dig nado expedir por su Ministerio el Real decreto siguiente: Queriendo dar una prue ba de mi Real aprecio la villa de Elda, provincia de Alicante, y en atencin al au mento de su poblacin, importancia industrial y Comercial) su constante adhesin la Monarqua Constitucional. Vengo en conceder dicha villa el Ttulo de Ciudad. Dado en San Sebastin veinticuatro de Agosto de mil novecientos cuatro. Al fonso. El Ministro de la Gobernacin, Jos Snchez Guerra. De Real Orden lo digo a V.S. para su conocimiento y dems efectos. Lo que tengo el gusto de trasla dar V para su conocimiento . y el de la Corporacin de su presidencia. Dios gde. V m Alicante, 30 de agosto 1904. [firma y rbrica de Juan Tejn]. Seor Alcalde. (Elda). Nos gustara que estos interesantes documentos, como tantos otros todava de paradero desconocido, quedaran salvaguardados de la destruccin que les espera en manos par Publicado en Valle de Elda, n. 1378, 29-1V-1983, p. 1 y 11. 104 ticulares. Una de las misiones del Archivo Histrico de la Ciudad es la recuperacin pa ra el pueblo eldense de los documentos que le hablan de su pasado y de los hombres que vivieron en l, y para ello estimamos conveniente una intervencin de quienes tienen es ta responsabilidad, el realizar las gestiones conducentes a que estos y otros documen tos puedan pasar a formar parte del patrimonio cultural e histrico de Elda, hasta hace poco tan vuelta de espaldas a su propia personalidad cultural. Otra instantnea clItsica del barco procesional. OS 32 Las cosas de mi pueblo [III]. El barco* Vicente alero Bellot A nuestra feliz regin dos peregrinos vinieron, dos ngeles que os trajeron segn pa tradicin; Cun dichosa fue la hora que tal joya nos enva! Dadnos salud y alegra Pues sois la Salud, Seora. As se expresa uno de los versos de los Gozos que en el tradicional novenario se ofrece a la Virgen de la Salud, es decir, se ofreca, ya que es una de las tradiciones que se nos han arrebatado. No voy a exponer de nuevo la llegada de las veneradas imgenes de nuestros excelsos Patronos a Elda, ya conocidas por anteriores trabajos publicados en la revista El Centenario; Historia de El da, de A. Navarro, tomo I, p. 179; Historia de Elda, de L. Amat, tomo I, p. 109. Sabido es que vi nieron por mar desde la isla de Cerdea, comandando el barco don Luis Antonio Coloma, segundo Conde de Elda . Pues bien; de este barco es del que me voy a ocupar, puesto que muchas personas nacidas o no en Elda se han preguntado muchas veces que significado tiene la presencia de un barco en nuestras procesiones. No he podido encontrar datos sobre las fechas en que por vez primera saliera el barco en la mani festacin pblica religiosa; tampoco Alberto Navarro, ni Lamben Amat citan este dato en sus Historias. Pero el primero de ellos nos presenta en el tomo II, p. 35 una fotografa del San Eduardo. En 1904 en que se celebr el IT Centenario de la ll egada de los Santos Patronos, un eldense, Eduar do Pastor Juan, quien entre sus muchas habilidades profesionales tena la de ser un buen carpinte ro, quiso poner su granito de arena a los grandes y solemnes acontecimientos que se avecinaban y construy y regal un nuevo barco que se le bautiz con el nombre de San Eduardo y vino a su plir el anterior. 32 aos de vida, no cumplidos, tuvo el San Edurdo y aunque las tormentas mari neras no pudieron con l, s las terrestres, despareciendo un inolvidable da del mes de julio de 1936 con todos los tesoros artsticos, espirituales y tradicionales que guardaba nuestro hermoso templo parroquial de Santa Ana. Me he preguntado alguna vez: no quedarn todava hombres de hoy, nios de entonces, que recordaran con nostalgia haber formado parte de la tripulacin del San Eduardo Para ellos particularmente y para todos en general copiar literalmente la poesa que nuestro Maxi miliano Garca Soriano les dedic y fue publicada en la pgina 183 de El Centenario. Publicado en Valle de Elda, n. 1.393, 2-1X-1983, s.p. Vase nota segunda de la pgina 89. 106 Las fiestas de septiembre de 1952 nos trajeron la alegra de abrir el cortejo procesional del da 8 con un nuevo barco, regalo del eldense Antonio Gonzlez Pastor, residente en Zaragoza por moti vos profesionales y nieto del creador del San Eduardo, Eduardo Pastor Juan. El seor Gonzlez Pas tor muy amante de los Santos Patronos y de sus fi estas no dej de asistir ningn ao a ellas y fi gurar tras la nave como impulsor, ya desde muy pequeo. Dice A. Navarro en su Historia de Elda, tomo III, p. 62, que las dimensiones del nuevo barco, tanto en altura como en el ancho de su velamen im peda el paso de la procesin por las estrechas calles de don Juan Vidal, la Pursima y General San jurjo y en aquella fecha, pese a las razonadas quejas de muchos eldenses, la procesin, despus de ms de 300 aos, cambi su itinerario. Amigo lector, amigo eldense, si con esta nueva Cosa de mi pueblo te he dado a conocer un poquito de su tradicional historia religiosa, me dar por satisfecho. 1 -le aqu, pues, los versos que El boticario de Elda dedic a los marineros del San Eduardo en un poema que titula SIGUE, SIGUE... Marinero, marinero que ansioso en la procesin diriges tan placentero la bonita embarcacin, no vayas, no tan aprisa; deja en suave vaivn el barco, y la leve brisa oree tu frente tambin. No mires slo adelante, que presto al fin ll egars; ve despacio... y un instante vuelve los ojos atrs. Que escudrie tu mirada entre tanta confusin alguna faz demudada que le causas atencin. Que aquel hombre entristecido que su vida pone en ti, de nio, fue igual vestido y al barco empujaba as... Tambin con el mismo anhelo que sientes, jams volvi su vista al ajeno duelo... y antes de tiempo lleg! Y es, que si las alegras en pos de nosotros van, qu veloces son los das...! cunto goce y cunto afn! Pero llegamos al puerto deseado, y qu dolor al encontrarlo desierto, sin albergue.., sin amor...! Y van pasando los aos... y viene la realidad a impulsos de desengaos con espantosa crueldad. Mas... recobramos la calma y nos alienta la fe que renace en nuestra alma y que siempre dice: Cree. Sigue, sigue, Marinero, puedes las velas izar; mas no vayas tan ligero, que pudieras naufragar. Aparecido en El Centenario, n. 9, mayo 1904, p. 183-184. 33 La fundacin del Casino Eldense* Mara Josefa Anaya Anaya La historia del Casino Eldense comenz a final del siglo pasado, cuando un grupo de hom bres de Elda acordaron crear una sociedad cultural recreativa, y as fue como en la ca lle de Coln naci este Casino Eldense del que se redact el primer reglamento que constaba de diez bases y 39 artculos, que trataba de Los socios y sus obligaciones, Las Juntas Generales, La Junta Directiva, La contabilidad y Fondos de la Sociedad, La Biblioteca, Disposiciones generales, Direccin del Casino y Disposiciones tran sitorias. En su base primera dice: Con el objeto de establecer y fomentar un Crculo para ins trucci n y recreo de quienes a l pertenezcan, se constituye en la Villa de Elda una So ciedad denominada Casino Eldense La base segunda deca: El nmero de socios y el capital social sern indetermina dos, no pudiendo ingresar en esta Sociedad ms que los varones en quienes concurran las condiciones prescritas en este Reglamento. Base tercera: Los socios se dividen en fundadores y de nmero. Los socios funda dores pagarn cinco pesetas como cuota de entrada y los de nmero una peseta cincuenta cntimos, establecindose esta ltima cantidad como cuota mensual comn a unos y otros, que satisfarn en el domicilio social o al Conserje, dentro de los quince prime ros das de cada mes. La base quinta reza as: Esta Sociedad ser regida y administrada con arreglo a las prescripciones de este Reglamento por una junta Directiva compuesta de un Presiden te, un Vicepresidente, un Secretario, un Tesorero -Contador y cinco Vocales. Estos car gos sern gratuitos y obligatorios. De la base sptima entresaco: El capital ingresado por cuotas o arbitrios, exceden te del presupuesto para el sostenimiento de este Casino, se destinar a la adquisicin de peridicos, revistas ilustradas, obras de estudio o cualquiera otra que se acordase por la junta Directiva, ya espontneamente o a peticin escrita de seis socios fundadores o de doce de nmero. El exceso que resulte se reservar en caja hasta la cantidad de mil pesetas que se ingresarn en el Banco de Espaa, en cuenta corriente a nombre de es Publicado en Valle de Elda, n. 1.393, 2 -IX -1983, s.p. OS te Casino. De las disposiciones de esta base se exceptan los ingresos por emprsti tos que haga este Casino. Base octava: Se prohbe en el local de esta Sociedad todo juego de azar, hablar en voz alta o anormal)) discutir temas de actualidades polticas o religiosas. Base novena La duracin de esta Sociedad sella en cuarenta aos, pudiendo prorrogarse por acuerdo en Junta General. Base dcima: Esta Sociedad no podr disolverse antes del plazo fi jado en la base ante rior por otra razn que el cumplimiento de las leyes, mientras haya treinta socios que la continen. De los socios y sus obligaciones, dice el artculo 1.: El domicilio de esta sociedad se establece en la calle de Coln, esquina a la de Caballero de Rodas, nmero dos. Artculo 2: Para el ingreso en esta Casino habrn de reunir los solicitantes las condiciones siguien tes: 1. a Haber cumplido dieciocho aos. 2. a Saber leer y escribir y 3. a Ser de buenos antece dentes personales. En el artculo 35 se dice: No se admitirn ms socios fundadores que los que el da de la constitucin legal de este Casino hubiesen fi rmado como tales. Pudiendo admitirse so lamente cuando haya vacantes. Y en Disposiciones transitorias termina su artculo 39: En cumplimiento a lo estable cido en el artculo 4. de la Ley de 30 de junio de 1887, se remitirn dos ejemplares del pre sente reglamento al Muy Ilustre seor Gobernador Civil de la provincia, para su aprobacin o devolucin en el caso de que no renan las condiciones exigidas en dicho artculo. El da 6 de marzo de 1901. El Presidente, Ventura Juan Garca. Presentado en este Gobier no Civil en el da de ayer, segn determina el artculo 4., prrafo cuarto de la Ley de Aso ciaciones. Alicante 9 de marzo de 1901. El Gobernador Civil, Federico Cha puli Transcurridos tres aos, en agosto de 1904, en Junta General extraordinaria, se reform el Reglamento, denominndolo Reforma de los Estatutos y Reglamento del Casino Eldense, for mado por cuatro captulos con XXI bases y el Reglamento Interior con XI captulos y62 artcu los. El Captulo I se abre as: Objeto del Casino. De los socios. Base primera: el Crculo constituido en es ta ciudad (en el anterior todava era villa), denominado Casino Eldense, es una reu nin de amigos cuyo objeto es proporcionar los goces y recreos que autoriza la buena sociedad. Segunda: el nmero de socios y capital social sern indeterminados y no po drn ingresar en el mismo ms que los varones de 17 aos cumplidos hijos de socios, y de 20 a los que carezcan de esta condicin, sujetndose unos y otros a las prescrip ciones de este Reglamento . En Disposiciones generales, captulo XI, artculo 61 y ltimo, termina as: Para la ma yor compostura en el local del Casino, se prohbe a todo socio o transente, concurrir a l con blusa o cualquiera otra prenda que revele la falta de armona en la buena presenta cin social, as como tambin discutir en voz alta sobre todos los temas en general y sobre los polticos o religiosos en particular. La Directiva: el Presidente, Manuel Vera. Antonio Rico,Juan Guarinos, Emilio Rosas, Dioni s Martnez, Gabriel Vera, Eduardo Gras, Luis Amal, Francisco FerrandoSecretario . Y termina el reformado reglamento con la nota de aprobacin, de fecha 30 de noviem bre de 1904, con la firma del Gobernador, Antonio Bastan. En el artculo que he citado referente a la compostura y buena presentacin de los socios en el Casino, y que hace alusin al uso de la blusa, estaba redactado ya en el primer Reglamento del ao 1901, pues Elda, hasta entonces, era eminentemente agrcola, pero a partir de esas fechas se iba transformando en industrial zapatera, como pro clamaron en ese ao del Centenario sacando en carroza a mujeres bien ataviadas, con las mquinas de aparar. S, Elda, ya ciudad prspera, se reform a tono con su Casino que, al inaugurarse en estas fiestas septembrinas de sus Santos Patronos la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso, comenz una vida nueva cuya ascensin ya no se interrumpira durante todo es te siglo. El Casino Eldense fij su domicilio en la calle Nueva, denominada as por ser nue va de verdad, ya que hasta entonces Elda era pequea, correspondiendo su poblado las calles altas y las calles bajas que rodeaban el castillo y la iglesia; a su derredor todo eran campos, viedos, olivares y almendros; era la vega frtil y hermosa que vio y cant el gran tribuno Castelar... La inauguracin de este Casino caus gran admiracin a propios y extraos por lo ma jestuoso y seorial de su estilo y construccin, con amplios salones de piso encerado y te chos artesonados en madera, de gran valor artstico, separados por un zagun con ancha escalera abierta en dos tramos a derecha e izquierda, que daba acceso a los salones supe riores. Para completar la belleza y dar ambiente a este Casino lo ampliaron con dos buenas terrazas seguidas de un jardincillo que, an siendo pequeo, constituy una obra de arte de jardinera, con paseo central y dos laterales diseados con macizos de taray y otros arbus tos, artsticamente recortados formando bolas y arcos que circundaban los jardincillos plantados de rosales y otras plantas, dando guardia a este edn unos llorones, hoy conver tidos en enormes y viejos rboles que miran complacidos el progreso de su calle Jardines. S, los hombres de Elda no poseyeron grandes capitales, pero s una inmensa capacidad creativa, artstica, li teraria, poltica y laboral, como queda reflejado en su historia. Espritus inquietos, inteligentes y trabajadores que nos legaron este digno Casino recreativo, a cuyos fundadores debemos recuerdo de admirada gratitud. En la Gran Cabalgata Histrica, la Carroza de la Industria de Zapateros, Obreros y Similares representaba la artstica torre de la Iglesia Parroquial. I 1 34 Ario 1904: buenas fi estas de septiembre* Jos Luis Bazan Lopez El da 15 de agosto de 1904, el Alcalde, don Jos J. Gonzlez, asistido por el Cura, don Jo s Navarro y el Secretario del Ayuntamiento, don Jos A. Garca, expusieron al pueblo de El da los festejos que se iban a celebrar en honor a sus excelsos Patronos el Santsimo Cristo del Buen Suceso y Nuestra Seora de la Salud, en el Tercer Centenario de su ll egada a la vi lla. La Mayordoma de los Patronos, el Ayuntamiento, los gremios zapateros, comercio en general, arrendadores de la huerta y la empresa arrendataria de consumo, eran los encar gados de la programacin de los actos, estas entidades tenan la misin de cubrir las nece sidades festeras de los eldenses, cambiaron marchitos planteamientos e iniciaron una renovacin que iba paralela a los naturales cambios en los tiempos. En esta ocasin tuvieron que hacer verdaderos sacrificios econmicos para llevar a ca bo los festejos, encontraron grandes obstculos, pero de alguna manera el alma eldense apa reci en escena capitaneada por una autntica personalidad llena de pasin, y lograron re alizar una vez ms ese milagro tan apasionante al que nos tiene acostumbrado el pueblo el dense. El vehemente deseo de conseguir lo proyectado, desemboc en la celebracin de unos actos que se iniciaron el da 6 de septiembre con la entrada de la Banda de Msica Primi tiva de Alcoy, ms tarde los Dulzaineros de Tales y el Batalln Infantil n 4. Por la tarde la Gran Cabalgata Histrica que los gigantes y cabezudos acompaaban a las artsticas ca rrozas (ese ao desfilaron cinco: la del gremio de los zapateros, la del comercio, la de la redaccin de la revista del Centenario y Mayordoma, una carreta con las dos cajas que se usaron para traer a Elda a los Patronos, y por ltimo una nave -carroza llamada San Eduar do). Por la noche el Tedum y la tradicional Alborada. El da 7, aparte del volteo de campanas al amanecer y los correspondientes oficios re li giosos ll eg a Elda la Banda de Msica del Regimiento de Infantera de la Princesa. Hay que destacar los bailes populares con un concurso de Mantones de Manila y, cmo no, la Gran Retreta por la noche. El da siguiente estaba dedicado exclusivamente a la Virgen de la Salud con una solem ne procesin. Cuando finaliz este acto y la Virgen entr en la iglesia, se pudo apreciar con * Publicado en Vivir en Elda, n. 50, 1-15 de febrero de 1984, p. 12. gran satisfaccin una iluminacin artstica que don Vicente Coronel Rico haba compuesto con 7.000 luces, y sobre las once de la noche se dispar un castillo de fuegos de artificio que hizo las delicias del pblico asistente. Con disparos de morteros se inici el da 9, y a continuacin el Ayuntamiento y la Ma yordoma llegaron a la Iglesia para asistir a los actos religiosos. El encargado de dirigir la palabra a los eldenses que acudieron a1 templo fue don Agustn Cavero Casez, persona muy conocida en la Villa. Por la tarde, la procesin en honor del Santsimo Cristo del Buen Su ceso y para terminar esta jornada se dispar un castillo de fuegos artificiales. La batalla de confeti se celebraba el da siguiente por la tarde en la calle Nueva con la participacin de todas las carrozas. Por la noche se haca ascender al globo aerosttico cons truido por don Manuel Martnez. Los actos religiosos duraron hasta el da 20 de septiembre, teniendo ms importancia la procesin que se celebr el da 19, donde salieron los Patronos y recorrieron las calles de costumbre. Durante estas fiestas patronales fue inaugurado el Teatro Circo Castelar (exactamente el da 11) actuando la compaa de zarzuela y pera espaola que diriga, don Pablo Gorg. Tambin hay que destacar la presencia de Milagritos Gorg que dio una gran categora a to dos los actos realizados, tom parte en todos los festejos del Tercer Centenario como ob sequio a los Patronos. Habr algunas personas que recuerden vagamente aquellos das tan especiales, quiz ten gan en la mente el enorme calor que tuvieron que soportar en el templo fue un verano muy caluroso el da 8 mientras cantaban la Salve de don Agapito Snchez, antes de ini ciarse la procesin. No s si por la celebracin del Tercer Centenario o por la sensibilidad, entusiasmo y respeto del pueblo, pero ese ao hubo un contacto ms directo, ms ntimo entre las imgenes de los venerados Patronos y los eldenses. La asistencia a la procesin fue masiva y constituy un acto entraablemente popular, complementado con los adornos de los balcones que pusieron una nota de color fuera de lo habitual. 113 35 El Casino Eldense cumple 80 arios* Jos Luis Bazan Lopez A fi nales del siglo pasado nuestra ciudad estaba dejando patente que el progreso industrial era cada vez mayor y su desarrollo era imparable. La voluntad de los eldenses, su espritu empren dedor y laborioso hizo que empezaran a imponer nuestros zapatos a lugares destacados del mer cado espaol. Se instalaron diferentes industrias anexas a las fbricas de calzado y Elda estaba dando seales de convertirse en un pueblo prspero. No contaba con ninguna sociedad recreativa donde pudieran encontrar un descan so merecido aquellos hombres que trabajaban muchas horas diarias, y que estaban un poco hartos de tener la tertulia en los cafs donde brillaba por su ausencia la intimidad, que en muchos momentos era absolutamente necesaria por posibles negocios que tan frecuentemente se hacan. Por este motivo se reunieron un grupo de amigos, de contertulios de una pea de caf p blico, y decidieron crear una Sociedad. As fue, en la tarde del 1 de febrero de 1901 acorda ron arrendar un piso principal en el nmero 6 de la calle Coln. All mismo se cre la Junta de Gobierno que sera la encargada de regir los destinos de esta nueva Sociedad que se iba a ll a mar Casino Eldense. En este mismo acto ya se inscribieron unos treinta socios con una cuota se manal de una peseta con cincuenta cntimos. La primera Junta de Gobierno la formaron los siguientes seores: El Presidente, Juan Vidal Vera; Secretario, Ventura Pastor Martnez; vocales, Vicente Nogueroles, Joaqun Coronel Rico, Jo s Pay Vidal, Antonio Rico Lloret, Hilario Arnat Vera, Hiplito Juan Snchez, Emilio Rosas Co ronel y Roque Gonzlez. En este local de la calle Coln estuvieron hasta el 1904, ao en que acordaron adquirir un nuevo local mucho ms amplio que pudiera cubrir las necesidades de los 200 socios que for maban dicha sociedad. Compraron dos casas de planta baja en la calle Alfonso XIII (hoy calle Nueva) que derribaron para construir lo que tenan proyectado, que fue inaugurado das antes de las Fiestas de septiembre de aquel ao y que coincidi con las Fiestas del III Centenerio de la venida de los Santos Patro nos a Elda. En el ao 1928 el nmero de socios era de 1.150 y fue el momento en que el Presidente, *Publicado en Vivir en Elda, n. 54, 1-15 de abril de 1984, p. 14. 114 Jos Toms Snchez y su Junta de Gobierno proyectaron una reforma impresionante, basada en la buena marcha econmica de la sociedad que administraba el Secretario, Jos Pay Vidal. La gran colaboracin de los socios, unida al entusiasmo de sus rectores, lograron tener un edifi cio digno de cualquier ciudad importante. Para terminar, quiero destacar la labor que ha realizado y est realizando esta sociedad en beneficio de la ciudad. Sus actos culturales, sus bailes en los jardines, en los salones in teriores y dems actividades estn ll enos de recuerdos para unos y de vivencias para otros. Solamente deseamos que no cese esta contribucin que nos brinda constantemente y que contine en esa lnea de bsqueda de nuevas aportaciones para el pueblo de Elda. Jardines del Casino Eldense en las primeras dcadas del siglo XX. 36 El barco de la Virgen* Juan Madrona Ibez Rumbo a qu estrella vas, quilla en suspiros, barco feliz, sin rgidas bitcoras Qu extraa carga, soliviado, llevas de ansiedades, de ensueos, de plegarias, en la frvida y clara noche eldense, que sabe a cielo y huele a espliego y salvia Te empujan recios vientos de leyenda; santos alisios de piedad te arrastran; ngeles marineros te pilotan ay, albura infantil, plena de gracia! desvelando inocencias en la noche prsaga de rotundas alboradas. Barquito peregrino en tierra firme, que trajiste divina carga ingrvida, sin podridos salobres en tu quilla, sin nefasto amargor de oscuras algas, qu milagro de amor te lleva en vilo Qu luceros encelas en tus jarcias Rumbo a que estrella vas, bajel sin lastre, santiguando la noche con tus ncoras Tus remos, un rumor de aladas preces, con qu rompes, triunfal, las apretadas olas de corazones que susultan, traslcidos de anhelos y de lgrimas. Qu jbilo en la calle enternecida de gozosa emocin! Y qu nostalgia de periplos henchidos de prodigio, cima y crisol de la inquietud verncula! Qu rumbo celestial, rutilo, emproas en la joyante noche iluminada *Publicado en Fiestas Mayores, n. 1, 1984, s.p. y anteriormente en Valle de Elda. 16 Ay, barco sin naufragios pecadores! Barco li li al, que en una tarde santa por milagro de fe quedaste anclado del valle eldense en la edenial ll anada! Rumbo a qu estrella vas, quilla en suspiros, rotas de un gozo csmico tus jarcias Con humedad de cielo bajo el prpado y un hervor de ternuras en la entraa, sangrando avemaras mis costados heridos de amorosas aoranzas, tras la espuma invisible de tu estela, como un pez ciego, se desliza mi alma, buscando en trance acerbo la infalible singladura feliz, lrica, exacta! Ay, barquito en inquieta varadura, que enamoras la noche iluminada! como t, yo quisiera ser humano de la estrella, del ngel, de la llama, para arder ante el trono de mi Virgen para enjoyar su veste con mis lgrimas, y tras tu santa y rumorosa estela llegar contigo a las celestes playas. 37 Las tradiciones deben mantenerse. Lo que va de ayer a hoy* Paco Crespo Garca Antes de entrar de lleno en materia, debo confesar que, como eldense de nacimiento, soy un enamorado de las costumbres y tradiciones de mi pueblo y por supuesto un en tusiasta de su mantenimiento, teniendo que admitir a la fuerza como hechos consuma dos que muchas de aqullas, por desgracia, hayan cado en el ms absoluto olvido y al gunas han desaparecido totalmente, quedando, de unas y otras, slo el recuerdo en la memoria de quienes las vivieron en otras pocas no muy lejanas, lo que nos obliga a te ner que explicrselos a los jvenes de hoy que no las conocieron y ello permitir que al gunas facetas de las fiestas de antao sumidas en el olvido, vuelvan a ser actualizadas, aunque slo sea por este medio divulgativo de la revista Fiestas Mayores de 1985, refi rindome de pasada a media docena de tradiciones, a las cuales voy a referirme, as co mo a otros aspectos costumbristas, los cuales han pasado a la historia. La ascensin del globo En 1900, don Manuel Martnez Lacasta ya haca ascender por las nubes sus globos, emulando las glorias de Montgolfier, lo que constitua un nmero de fiesta popular, distrado y si se quiere emocionante para quienes seguan con inusitado inters y ex pectacin las evoluciones en el espacio de aquellas mquinas de papel, elevadas pro digiosamente hacia el infinito a impulsos del calor albergado en su interior. El altar de la calle de la Esperanza Todos los aos al aproximarse las fiestas septembrinas, se levantaba un artstico y mo numental altar, frente a la calle Nueva, en su confluencia con la de don Antonio Maura, en el que se exponan varias imgenes en otras tantas hornacinas, profusamente ilumi nadas y adornadas con un gusto exquisito, componiendo el conjunto una estampa de sa bor aejo, cada vez ms sabroso en el recuerdo. *Publicado en Fiestas Mayores, n. 2, 1985, s.p. La Fiesta de la Poesa Si la memoria nos es fi el, recordamos la celebracin en los aos de 1920, 1930 y 1955, de la Fiesta de la Poesa, actuando respectivamente de mantenedores el M.I. seor don Agustn Ca yero; el muy querido de los eldenses, don Federico Garca Snchiz, y el Excmo. Sr. don Eduardo Auns, constituyendo el primer ao y siguientes un acontecimiento muy interesante en fi estas. Las Bandas de Msica La msica en aquellos tiempos pasados adquiri nuevos valores para los eldenses, que disfrutaron, nada ms y nada menos, que con la presencia en un mismo ao de las bandas de Ingenieros, Primitiva de Alcoy, de Muchamiel, Regimiento de Infantera de la Princesa y nuestra Santa Cecilia, adems de la Orquesta Artstica de don Francisco Santos, ms los Dul zaineros de Tales y el atronador Batalln Infantil Eldense. Los partidos de pelota Los aficionados al deporte de la pelota formaban legin y con ocasin de las fiestas se daban cita mediada la tarde en la calle de don Antonio Maura, previamente acotada y en la que se haban instalado gradas y tendidos a lo largo y ancho, para ubicar cmodamente al numeroso contingente de personas que se volcaban materialmente en lo que entonces se con sideraba como festejo obligado. Las velicas de la Iglesia Algo realmente impresionante, en un pueblo todava sin los beneficios plenos que la luz elctrica reportaba, lo constitua la iluminacin de la Iglesia a la entrada de las solemnes procesiones de los excelsos Patronos, con aquellos miles de veli cas, apresuradamente en cendidas, ofrecindose un espectculo realmente maravilloso si tenemos en cuenta los fac tores tiempo, sencillez y escasez de temas, segn ya nos deca E.G.LL. en el ao 1963. No sera justo dejar de resear que en la actualidad, las facetas del globo y de las msicas es tn presentes en las fi estas, pero...verdad que carecen del sabor popular de entonces, oh, s! Las Fiestas del Centenario Refirindonos a su celebracin, segn las memorias del vicario, doctor Juan Toms Sempere *, el da 7 de septiembre por la tarde, que fue viernes, sali el Clero de la Vase el trabajo titulado Las fiestas del Centenario de 1804, del citado vicario, Dr. D. Juan T. Sempere Juan, en las p. 61-63 del presente volumen. 119 Iglesia Parroquial y se encamin a la calle de la Posada (hoy de don Antonio Maura), en donde se haba formado o construido al cabo de ella un magnfico altar, en el que haban depositado aquella maana las dos peregrinas imgenes de la Santsima Vir gen de la Salud y el Santsimo Cristo del Buen Suceso, cubiertas con una cortina de damasco... . Se principiaron las vsperas con la mayor solemnidad, que para esto haba dos or questas de msica completas, las de la Villa de Elche y Sax. En esta noche principi la iluminacin por lo exterior de la Iglesia y todo el pueblo, con el castillo y convento, con el mayor orden y primor, a las nueve de la noche subieron las gentes al plano del con vento en donde se hacan los fuegos; hubo una cuerda que cost setenta pesos y la hi zo un hijo de Elda, vecino de Beniel llamado Joaqun Jorge: se luci mucho. . . . Da 8 al amanecer, principi el volteo y repique de campanas, con artillera de mor teretes; a las ocho y media se principi la Misa con la mayor solemnidad, con golpe de msica, manifestando todos su habilidad con discretas arias, todas dirigidas a los San tos Patronos. Por la tarde se principiaron las vsperas a las cinco, y se concluyeron, con la salve cantada, a las siete; a esta hora form la procesin, la que se compona de mu chsimos, y los ms iban con su hacha, j muchos de corto: fue mucha la iluminacin. Todas las calles muy adornadas y compuestas las fronteras de las casas. . .. Da 0. Se hizo la misma funcin que ayer En la tarde se form la procesin de/San tsimo Cristo, con la misma pompa que se hizo ayer la de la Virgen. Concluida la cena, en el mismo sitio hubo otra cuerda de fuego por el mismo maestro cohetero que ayer: fue tambin muy aplaudida por la diferencia de cohetes voladores. Su precio, tambin setenta pesos.... Da 10. Hubo la misma funcin de Iglesia, sin procesin. Este da por la noche, fue el ltimo castillo de fuego: lo hizo el referido Jorge y en ste ech el resto de su habili dad, pues dio el mayor gusto. Su precio otros setenta pesos. Despus siguieron las fies tas profanas: toros y teatro. A los predicadores se les dio a cada uno trescientos); vein te reales de velln, trados, llevados y mantenidos.... Da 11. Fue la funcin fnebre por las almas de todos los difiintos, y principalmente de los mayordomos. Y se concluyeron en esta semana las funciones de la Iglesia.... En estas fiestas del Centenario de 1804, hubo muchos contrastes, segn se desprende de las memorias del doctor Juan Toms Sempere, quien dijo: Que era ao fatal, porque erraron las habas, el trigo, la cebada, todo grano y tambin legumbres y el aceite, y s lo se cogi panizo; adems de haber errado los fr utos, tanta epidemia corno afliga a la Espaa en Madrid, Mlaga, la Castilla y la Mancha, y aqu en el reino la ciudad de Ali cante, que hubo especie de peste, que concluidas las fi estas del Centenario, por las se veras rdenes que comunicaba el Corregidor de Orihuela sobre la epidemia de Alican te, se cerraron los portales de esta Villa con todas las entradas de/pueblo, poniendo guar dias para no dejar entrar a ninguno sin maniftstar el pasaporte de sanidad; y an con ste, a los de Alicante por ningn ttulo.... I Jo No cabe la menor duda de que aquellos eran otros tiempos muy diferentes en todo a los actuales; ya ha llovido lo suyo y por el cauce de nuestro aprendiz de ro, salvo cuando nos ha mostrado su genio, ha discurrido con mayor o menor caudal el lquido elemento, todo el que ha dejado salir por su compuerta aliviadora el Pantano, que a derecha e izquierda de sus mrgenes, distribua el agua a las ubrrimas huertas, que constituan una autntica ri queza agrcola, hoy por hoy, virtualmente desaparecidas. Bien, aqu voy a poner punto final a este comentario, insistiendo una y mil veces en al go que debe estar en el nimo de todos, los de mayor edad y los jvenes, ya que las tradi ciones y costumbres de los pueblos deben mantenerse, al margen de las ideas imperantes... RECORIPENSA MELODRAMA EN TRES ACTOS DIVIDIDO EN CUATRO CUADROS OltIOINAL Y EV VERSO DR hus Porta Bernab Estrenado con xifo extraordinario por eminente Primer actor 2. 4nfrnjo Perrn, en elWeafro de .72ovedacies de 92zdrid fa noclie del 81 Enero 1P21 VALENCIA: 4904 IMPRENTA DE FERNANDO MENOS, Boja, 10 y 12. En 1904, el eldense Luis Porta estrena y publica su obra Recompensa. 121 38 La huella del III Centenario en la bibliografa eldense* Alberto Navarro Pastor Aclaremos de entrada nuestra plena conviccin de que para ningn eldense resulta necesaria ampliacin alguna a la conmemoracin ecerrada en el ttulo, pues todos ellos saben, por re sonancia pblica y transmisin oral familiar lo que significa la mencin del III Centenario. Pe ro para los lectores de Fiestas Mayores no eldenses s es conveniente aclarar que por estas pa labras entendemos los eldenses, nica y exclusivamente, las extraordinarias fi estas con las que Elda conmemor en septiembre de 1904 el Tercer Centenario de la venida a Elda de las imge nes de sus Santsimos Patronos, tradas desde Cerdea en la galera del Conde de Elda y virrey de aquella isla, don Antonio Coloma. Estas fi estas, en aquella Elda de 6.000 habitantes que estaba despertando de su sueo de si glos y quemando etapas apresuradamente para engrandecerse, alcanzando cotas slo conseguidas por pueblos ms ricos y progresivos, fueron un hito en la vida de los eldenses de entonces, de jando tras de ellas una estela de admiracin y legtimo orgullo local, que an se manifiesta en muchos eldenses de hoy cuando ya no existe ninguno de los que la hicieron posible o las vivie ron plenamente. No vamos a detenernos en la crnica de la fiesta tricentenaria, pues ni lo permite el espa cio de esta revista ni vamos a entrar en competencia con notables plumas que lo han hecho con gran brillantez. Y solamente vamos a centrar nuestro trabajo en un aspecto prcticamente de saparecido de dichas fiestas y que entiendo es interesante para la no muy extensa bibliografa de esta poca eldense de principios de siglo. La misma excepcionalidad del acontecimiento ocasion una considerable produccin lite raria que se canaliz y condens en la revista que la mayordoma de los Santos Patronos, actuante en el perodo 1903-04, public desde septiembre de 1903 hasta septiembre del siguiente ao 1904 . Esta revista titulada El Centenario, de la cual se conservan muy pocas colecciones com pletas, es un tesoro inagotable de vivencia y tradiciones piadosas eldenses, en el que pusieron su esfuerzo literario plumas tan bien cortadas como las de Agustn Cavero Casez, Maximilia no Garca Soriano, Francisco Maestre Prez, Miguel Tato y Amat, Domingo Toms Vera Maestre, Jos Coronel, Baldomero Alonso Alonso, Jos J. Gonzlez Amat y otros. * Publicado en Fiestas Mayores, n. 2, 1985, s.p. **Vease nota segunda de la pgina 67. Otra publicacin bsica y fundamental es el clsico programa, editado como todos los aos por la Mayordoma, detallando todos los festejos con sus horarios, itinerarios, lugar de celebracin, personas, agrupaciones o sociedades que intervienen u organizan, cultos, predicadores de los solemnes das 8 y 9 y del Novenario, etc. Este programa, junto con la Crnica de las fiestas con el que como colofn a su trabajo, cierra la redaccin de El Cen tenario las pginas de su revista, son los documentos ms fidedignos e histricos a que de be acudir quien quiera conocer con mayor exactitud lo que fueron tan suntuosas fiestas, as como a la serie de fotografas de la Gran Cabalgata Histrica de la venida de los Patronos. Pero aparte de estas publicaciones, que consideramos imprescindibles en conmemo racin de tanta trascendencia, el III Centenario dio origen a otras pequeas publicaciones, hojas volanderas que eran arrojadas desde las carrozas hacia el pblico, al igual que aho ra se arrojan caramelos, golosinas y aun bocadillos durante los desfiles de las fiestas de Mo ros y Cristianos. En estas hojitas en formato principalmente de octaVilla aunque hay al gunos menores y otros en cuartilla, como se especifica en la relacin bibliogrfica adjun ta, se volcaba, por parte de poetas conocidos o ignorados, el fervor por los Santsimos Patronos de Elda, en versos sencillos y llanos como la fe que los inspiraba. La mayora de esta hojitas seran merecedoras de ser reproducidas en estas pginas, pe ro ello ocupara un espacio del que no disponemos, limitndonos a mostrar dos de las tres firmadas por el trgicamente malogrado poeta Francisco Laliga y una de un sencillo autor, Eduardo Pastor, cuya contribucin personal, actividad y entusiasmo por estas fiestas no ha sido suficientemente resaltada, especialmente en sus dos aspectos de creador con sus pro pias manos y tiles, de la carabela San Eduardo inaugurada en las fiestas, y en el de la or ganizacin y adiestramiento del Batalln Infantil que desfil marcialmente en los actos del Tricentenario famoso. Francisco Tanga, extrayendo luces de inspiracin para cantar a sus Patronos, de la bru ma en que su cerebro estaba sumido desde haca casi veinte aos, escribe: A LA VIRGEN DE LA SALUD EN EL TERCER CENTENARIO DE SU VENIDA A ESTA CIUDAD De los blancos peregrinos el legado, que es del Cielo, ya transporta a nuestro suelo la cerlea inmensidad. T de Jess Madre santa, T de Jess Madre pura, por nuestra fe y tu ternura Ah, nuestra madre sers! T encerrada en el recinto de esa caja de bonanza, nueva arca de la Alianza que es de nuestra excelsa fe. Nuestra madre y protectora vienes a ser, Madre amada, en nuestro valle adorada Como nuncio del Edn. E IALIGA AL SANTSIMO CRISTO DEL BUEN SUCESO EN EL TERCER CENTENARIO DE SU VENIDA A ESTA CIUDAD Con los brazos extensivos y abiertos para abrazarnos quiz, expira al realzamos, transfixo y Santo Jess. Y le adoramos nosotros que hay en este augusto da Santo en el suelo alegra y en las esferas ms luz. Abogando con clemencia Por mezquinos pecadores. Empapado, s, en dolores y sangre, expira Jess. Y nuestras culpas repara en propiciacin sublime y en herencia nos da y gime La redencin de la Cruz. E IALIGA A NUESTRA SANTSIMA MADRE LA VIRGEN DE LA SALUD No hay pasin, ni fe tan grande, ni amor que igualarse pueda, al que tienen a su Madre los devotos hijos de Elda. Al decir su dulce nombre, cualquier hijo de este pueblo, encuentra sin que os asombre en el corazn consuelo. Y es tanta su gratitud que a veces, sin reparar, dicen todos sin cesar Salve, Virgen de la Salud! E. PASTOR Merecen una especial mencin las hojas una cuartilla y un dptico dedicadas a los himnos y cantos en honor de los Santos Patronos compuestos por los msicos Ramn Gor g, Francisco Santos y otro cuyas iniciales son A.M. y cuya identificacin no nos ha sido po sible. La letra, en las tres composiciones que figuran en la bibliografa, es del poeta local Ma ximiliano Garca Soriano. El Himno cuyo coro entona un Gloria, gloria, patronos amados..., original de Gorg, fue interpretado tambin en septiembre de 1940, cuando se celebr so lemnemente la nueva entrada de las imgenes de los Patronos, sustituyendo a las destruidas o desaparecidas en 1936. Es interesante destacar el Calendario con el cual el gremio de zapateros obsequi al pblico desde su carroza, y que constituye un nomencltor de lo ms importante de los industriales de este gremio, que existan en este ao, aunque es natural que no po damos considerarlo como exhaustivo, pues indudablemente faltaban en l bastantes nombres de los industriales de entonces. En la imposibilidad de dejar constancia de su curiosa relacin de industriales anunciados, dejamos anotados nicamente el nmero de industriales contenidas en este interesante opsculo, que son como sigue: fbricas de calzado, 28; almacenes de curtidos, 7; fbricas de cajas de cartn, 3; fbricas de cajas de madera, 2; fbricas de hormas, 2; y uno de cada una de las siguientes actividades: f brica de cortes aparados; almacn de calzados, representantes de tejidos para el calza do; artculos para el calzado; artculos para calzado y agencia de transportes. El total de 48 es, como decimos arriba, manifiestamente inferior al nmero de las empresas exis tentes en Elda en aquel tiempo, tanto en la fabricacin de calzado como en las dems ac tividades indicadas, con la nica excepcin de las de hormas, fabricacin de cajas de car tn y alguna otra. Pasamos ya, dando fin a este trabajo, a la bibliografa producida por las fiestas del Tri centenario de la venida de los Patronos, formando parte de su propia dinmica publicitaria y literaria, complementndola con otra referente a los trabajos que posteriormente han te nido como tema fundamental las indicadas fiestas, con lo cual pretendemos haber dado una visin bibliogrfica prcticamente completa de la efemrides que nos ocupa. No se nos es capa, naturalmente, que alguna hoja volandera publicada en tal ocasin haya podido esca par a mi bsqueda, por lo que terminara agradeciendo a quien pueda completar esta rela cin tenga la amabilidad de hacrmelo saber. BIBLIOGRAFA Octavillas 1.- A la Stma. Virgen de la Salud en su Tercer Centenario, por A.V. (sin pie de imp.). 2.- A la Stma. Virgen de la Salud en la entrada triunfal del Tercer Centenario, por Ama lia Sempere Maestre (sin imp.). 3.- A la Santsima Virgen de la Salud, Patrona de Elda, en su Tercer Centenario (anni mo) (sin imp.). 4.- A Nuestra Santsima Madre la Virgen de la Salud, por E(duardo) Pastor (Imp. Sirvent y Snchez. Alicante). 5.- A la memoria del Ilustre Conde Coloma, por E(duardo) Pastor (Imp. Sirvent y Sn chez. Alicante). 6.- Plegaria (Al Cristo del Buen Suceso), por E(duardo) Pastor (Imp. Sirvent y Snchez. Alicante). 7.- A la Virgen de Salud en el Tercer Centenario de su venida a esta Ciudad, por F(ran cisco) Laliga (Tip. de Such, Serra y Ca. Alicante). 8.- A la Virgen de la Salud en el Tercer Centenario de su venida a esta Ciudad (distinta a la anterior), por F(rancisco) Laliga (Tip. Such, Serra y Ca. Alicante). 9.- Al Santsimo Cristo del Buen Suceso en el Tercer Centenario de su venida a esta Ciu dad, por F(rancisco) Laliga (sin imp.). Formato menor 10.- A la Reina Soberana..., por la Redaccin de El Centenario .9 ,05 x 11,7 cm. (sin pie de imp.). 11.- El momento es llegado. Feliz la hora..., por la Redaccin de El Centenario. 15 x 8,5 cm. (sin pie de imp.). En cuarto 12.- Al Santsimo Cristo del Buen Suceso en su Tercer Centenario (annimo). Septiembre, 1904 (sin imp.). 13.- Himno al Stmo. Cristo del Buen Suceso ya la Stma. Virgen de la Salud, Patronos de la Villa de Elda. Letra de don Maximiliano G. Soriano. Msica de don Ramn Gorg Soler (Tip. Vicente Costa. Alicante). Otros formatos 14.- La Orquesta de la Sociedad Artstica con la cooperacin de distinguidas seoras y seoritas, cantarn un hermoso Himno en loor a sus Excelsos Patronos el Cristo del Buen Suceso y la Virgen de la Salud. Himno. Letra M.G.S. (Maximiliano Garca Soriano). Msica: A.M. (no identificado). Arreglo: ESA. (Francisco Santos Amat). 15.- Canto a la Virgen a Do y Coro a tres voces. Letra: Maximiliano G. Soriano. Msica de Francisco Santos (estos impresos lo fueron a tamao cuarto unidos lateralmente, sin pie de imprenta y sobre papel blanco de dorso charolado en azul). Folletos 16.- Villa de Elda. Programa de los festejos que en el ao actual y durante los das del 6 al 20 de septiembre celebrar la ciliada poblacin en honor sus Excelsos Patronos, el Santsimo Cristo del Buen Suceso y Ntra. Sra. de la Salud, con motivo del Tercer Centenario de la venida de dichas imgenes a esta Villa. Villena. Amors, impresor. Ao 1904. 4. 16 p. y cubiertas. 17.- Calendario ao 1905. El Gremio de Zapatera y Similares dedica este festival. Cen tenar ao 1904 (Muoz impresor). 24 p. y cubiertas. 14 x 7,6 cm. (con el programa de los actos organizados por dicho Gremio en las fiestas del Centenario). Otros 18.- Teatro Castelar. Elda (Doble hoja de 4 con el programa detallado de la inaugu racin del Teatro Castelar, el 11 de septiembre de 1904, por la compaa de D. Pablo Gor g y D. Lorenzo Simonetti, con el estreno de El milagro de la Virgen (Valencia, Imp. Pau, Torrijos y Compaa, Cuarte, 25). Revistas 19.- Revista Catlica dedicada por la Mayordoma actuante en el ao del Centenario 1903 a 1904 al Santsimo Cristo del Buen Suceso y a la Santsima Virgen de la Salud. Alicante, Imp. Sirvent y Compaa. Edit 12 nmeros en 4. con un total de 280 pginas. BIBLIOGRAFA POSTERIOR * 20.- La foto olvidada. Maximiliano G. Soriano y Ramn Gorg, por Alberto Navarro. Dahellos. Marzo 1950. 21.- Las fiestas del III Centenario de la venida de los Patronos, por Vicente Coronel. Programa de fiestas septiembre de 1951. Elda. * Reproducida en su totalidad en este mismo libro. 22.- Publicaciones eldenses. XI El Centenario, por Alberto Navarro Pastor. Valle de Elda, 6 de septiembre de 1958. 23.- El Centenario de 1904, por Rodolfo Guarinos Amat. Alborada, septiembre de 1962. 24.- El barco legendario, por Alberto Navarro Pastor. Alborada, 1963. 25.- Las cosas de mi pueblo: recuerdos del Centenario, por EM. Transcripcin de Vi cente Valero Bellot. Valle de Elda, 1.147, septiembre de 1978. 26.- El Teatro Castelar y el Casino Eldense cumplen 75 aos, por Alberto Navarro Pas tor. Valle de Elda, 1.197, 6 de septiembre de 1979. 27.- 1804, 1904, 2004 A los eldenses del ao 2004, por Alberto Navarro Pastor. Va lle de Elda, 1.197,6 septiembre de 1979. 28.- 75 aniversario del III Centenario, por Ernesto Garca Llobregat. Alborada, sep tiembre de 1979. 29.- Las cosas de mi pueblo: el barco, por Vicente Valer Bellot. Valle de Elda, 1.393, 2 de septiembre de 1983. 39 ngeles o peregrinos Jos Lois Bazn Lpez A principios del siglo XVII, Elda, a la cabeza del condado del mismo nombre que integra ban, adems, los trminos de Petrer y Salinas, tena una poblacin de huertanos, la mayo ra de ellos moriscos, que mimaban las frtiles y frondosas huertas regadas con el agua de la Fuente del Chopo de Villena. Sus productos dieron una buena proteccin econmica a es tos labriegos que vieron aumentar su popularidad ms all de los lmites condales. El alczar de Elda, nico castillo palacial de esta parte Oeste de la provincia, se levan taba orgulloso por dar cobijo a las minsculas casas que le rodeaban porque haba sido re sidencia de personajes ilustres, a los cuales protega emocionalmente, como al Excmo. Sr. D. Antonio Coloma Prez Calvillo y Saa, Conde de Elda, que haba nacido en la cabecera del condado y bautizado en la Iglesia de Santa Ana. Dicho Conde fue gobernador de Sassari (Cer dea) de 1578 a 1580 y tambin de Cagliari. Aos ms tarde fue virrey de Cerdea, cargo que haba tenido su padre, don Juan Coloma. Nuestro virrey demostr su gran capacidad durante el tiempo que estuvo en esta isla me diterrnea su trabajo fructific en distintos ambientes, principalmente en el cultural. Fue es te ilustre eldense el fundador de la Universidad de Cagliari, el mismo ao de su regreso Es paa, el Conde y su squito salieron para Elda el ao 1604. Es muy fcil imaginar las emociones que embargaran a todos aquellos eldenses, nostl gicos por su tierra, al enterarse de su vuelta a su pueblo, recordaran ms intensamente los ricos frutos de su huerta, la imagen tallada de la Virgen del Ppulo (la que Elda veneraba) y tantos recuerdos marcados por esas capas sedimentarias que nos da la vida segn vamos re corriendo los distintos periodos anmicos que nos acompaan hasta nuestra muerte. El Conde fue despedido con grandes fiestas y una misa en la catedral en accin de gra cias, demostrando as la gratitud que sentan los habitantes de esta isla por su virrey. Cuan do todo estaba preparado para zarpar rumbo a Espaa se presentaron al Conde dos jve nes, con sayal de peregrinos, suplicndole que les permitieran embarcar en su nave porque tenan que entregar, en tierras alicantinas, dos cajas de gran tamao. Lamben Amat lo des cribe as en su Historia de Elda: ... la pa tradicin cuenta que, concluido el Virreinato de S.E., al regresar para Espaa se le presentaron dos gallardos jvenes en traje de peregrino, rogndole trajese en la nave dos arcones, a lo que acciedi, y aquellos desaparecieron... *Publicado en Fiestas Mayores, n. 2, 1985, s.p. S No debi pasar mucho tiempo cuando alguien advirti que los jvenes peregrinos ha ban desaparecido de ese escenario fl otante, habindose dejado las dos cajas entre el equi paje del Conde en la bodega del barco. El espritu religioso achacable a esos momentos his tricos, hizo que en el pensamiento de todos apareciera una duda fantstica o milagrosa. Es tas apariciones y desapariciones ante el estupor de unos ojos urgentes de comprensin, hi zo olvidar a los peregrinos para considerar, con una plegaria por delante, que podan ser ngeles. Esta idea se potenci cuando al llegar al puerto de Alicante pudieron apreciar que en las cajas exista una inscripcin, Soy para Elda. El conde, como dueo y seor, orde n que abrieran dichas cajas, donde aparecieron una Virgen artsticamente adornada y un Cristo clavado en la cruz con una mirada serena y dulce. Esta escena la comenta Gonzalo Sem pere de la siguiente manera: No hay entendimiento humano que pueda comprender, ni lengua que pueda ex presar, lo que pasara en el interior de Su Excelencia, en el momento hara partcipes a todos sus familiares de su extraordinaria satisfaccin y dara aviso a las autoridades de esta villa, quienes al recibir tan fausta nueva, como enajenados, no sabran el mo do de hacerlo entender al pueblo... Lgicamente, alguien partira de Alicante, adelantndose a la comitiva, surcando a la ve locidad que su cabalgadura le permitiera, las rugosas laderas que nos separan de la capital para dar la noticia a los eldenses, buscando una preparacin para esas gentes, algo des preocupadas en ese momento, con el fin de que acudieran de todos los rincones del pue blo y desapareciera la indiferencia y apareciera el fervor. Alberto Navarro en su Historia de Elda nos descubre una tradicin popular de algo que ocurri durante el camino. Lo explica de la siguiente manera: Quiere esta versin que los rtulos de las cajas que contenan las imgenes y en las que hemos dicho se lea Para Elda estuviesen borrosos y no pudiera dilucidarse concretamente si eran para Elda o para Novelda. Para disipar esta duda se acord un a modo de juicio de Dios. Conducidas las cajas en una carreta tirada por bueyes desde Alicante a Elda se hizo un alto antes de llegar a la bifurcacin de caminos cuyas direcciones eran las de Elda y Novel da. Entonces se vend los ojos a los dos bueyes y se les dej andar sin que nadie los guia ra, para que ellos fueran por el camino que Dios quisiera, lo que sera demostracin de la voluntad divina del destino al que deban de ll egar las imgenes. A este juicio de Dios asis tan las autoridades de ambas villas y gran cantidad de vecinos de uno y otro pueblo. Los bue yes, tras un momento de vacilacin, arrancaron firmemente por el camino que conduca a Elda, decisin que fue acatada notablemente por los noveldenses y celebrada con alegra por nuestros antepasados. La llegada a Elda debi de ser apotesica, las campanas volteando con fuerza milagro sa, el pueblo alegre, rezando y cantando, porque se imaginaba los beneficios que iban a re cibir, y el vnculo religioso se hizo patente desde el virrey y su squito hasta las piedras, gran des y pequeas, las casas estaban vacas, cerradas, el conjunto urbano estaba sumergido en la plenitud del momento y septiembre se convirti en el emperador de los meses, dando en vidia al caudaloso y solitario Vinalop, que intentaba alargar sus ojos hacia este aconteci miento para convertirse en testigo y en vehculo de propagacin de esta grandiosidad. Los que amamos a Elda deberamos de cuidar con mucho respeto estas tradiciones pa ra que ellas no continen luchando contra nuestra ingratitud y no condenarlas al olvido. Mu chos creen que la vida se reduce a frmulas econmicas, desechando los sentimentalismos porque cuando aparecen los atrofiamientos espirituales se pierde la fe en algo que hemos recibido sin avaricia y con mucha humildad, y aunque pueda ser ficcin nos har desem bocar en el grosero egosmo que va reduciendo poco a poco la conciencia y el corazn. Alegora centenarista de Pascual Atnat. 3 I 40 Pensando en el Cuarto Centenario* Vicente Valer Bellot Pronto, muy pronto, dentro de 18 aos Elda se aprestar a vivir unas jornadas de emocin espiritual no conocidas por las actuales generaciones: la celebracin del Cuarto Centenario de la llegada a la poblacin de las dos imgenes de nuestro Cristo del Buen Suceso y de la Virgen de la Salud; ser un 6 de septiembre del ao 2004. La mente vuela rauda hacia el porvenir; no conocimos la celebracin del Tercer Cente nario celebrado en 1904, pero lo que nos contaron nuestros progenitores y por lo que nos dej escrito la revista entonces publicada con dicho motivo, El Centenario, nos hacemos una idea, aunque muy vaga, de lo que seran los actos desarrollados, pero muy entusiasta de lo que podra ser 82 aos despus. Y como el tiempo no corre sino que vuela, no ser aven turado que 18 aos antes comenzsemos a pensar ideas y ms ideas que llevaran ala prc tica muchos eldenses que nos pueden leer hoy, ante la lgica eventualidad de que, por ley natural, algunos de los que vivimos esperanzados nos quedemos en eso, en la esperanza de vivir el Cuarto Centenario. Hace algunos aos que un eldense, cuyo amor y devocin a nuestra Virgen de la Salud es, a nuestro entender, ejemplar, nos habl de su coronacin cannica para entonces, la fecha en que nos manifest la idea. No eran momentos apropiados, esto no puede hacerse con la velo cidad que un pensamiento y un corazn enamorado de su Madre pueda sentir, pero nos faltan 18 aos nada ms, y esto qu es, qu supone en el correr del tiempo, quin, que no haya cum plido el medio siglo de vida, no recuerda como si fuera ayer el que hemos considerado siem pre como el da ms feliz de nuestra vida, el de nuestra primera comunin, o cualquier otro acto trascendental que hayamos vivido hace aos... Y han transcurrido ya... Adelantando acontecimientos, sta poda ser una realizable idea feliz, al menos en todo aquello que dependiera de nosotros los eldenses no debe caer en saco roto, debe comen zarse a estudiar sin prisa, pero sin pausa y ya nos hemos permitido recabar opinin e informe de nuestra primera autoridad eclesistica diocesana. Uno de los actos a celebrar en el Cen tenario, sin duda el ms trascendental, ms emotivo, ms hermoso, el que ms recuerdo ha ba de dejar en cuatas personas lo vivieran debe ser la coronacin cannica de nuestra ex celsa madre y seora la Virgen de la Salud. Por qu no Publicado en Fiestas Mayores, n. 2, 1985, s.p. ven Valle de Elda, n. 1538, 5 -IX -1986, s.p. L 32 Otro acontecimiento podra ser la organizacin de una gran cabalgata que entrara en la hoy Ciudad por la antigua carretera desde Alicante, con el barco y sus marineros, conte niendo las dos grandes cajas rotuladas Para Elda; ya dentro de la ciudad, recepcin ofi cial por parte de las autoridades y clero de todas las parroquias y pueblo; un gran altar po da exponer a la veneracin de los eldenses las dos sagradas imgenes mientras se cantaba en su honor una salve de recepcin y a continuacin traslado a la Arciprestal Parroquia de Santa Ana. Tal como suponemos que sucedera en 1604 y nos lo ha seguido contando la tra dicin. No debera faltar, por parte de la Comisin que al efecto fuera constituida una invitacin especial a todos los eldenses ausentes a sumarse a estos actos. Repasamos la revista El Centenario por si hallamos algn trabajo que diera a este mo desto nuestro un eplogo digno del acontecimiento, ms que el que nuestra pobre mente fue ra capaz, y la Providencia nos lleva a una de sus ricas pginas, concretamente a la nmero 58, en la que leemos la siguiente poesa, obra de un eldense que debi querer ocultar su nom bre, pero que guarda un entraable recuerdo. ALBORADA Rasgronse las sombras. El nuevo da surge con esplendentes, nveos albores; el sol, desde el oriente, su beso enva; las auras nos transmiten gratos rumores y entusiasmo indecibles, dulce alegra sienten de nuestra Villa sus moradores. Qu causa, pues, produce en el vecindario ese jbilo grande que ya es exceso Por qu todo es en Elda ya extraordinario Porque el ao presente trae su embeleso... En septiembre celebra su Centenario a la Virgen y al Cristo del Buen Suceso! Vase nota de la pgina 73 donde se reproduce este poema. 135 41 Las cosas de mi pueblo [IV]. Saludo y Un bouquet, de M. G. Soriano* Vicente Valen, Bellot Cuando rara vez encuentro en mis habituales ocupaciones un rato de tranquilidad, de ocio, por llamarlo de algn modo, de un no saber qu hacer, busco en mi modesta bi blioteca ese libro tan extraordinario, tan a mano, tan eldense, que es El Centenario, del cual siempre es agradable sacar cosas nuevas, a la par que su lectura me lleva al pen samiento de cmo sera la celebracin del III Centenario de la llegada a Elda de nues tros Santos Patronos. Y en verdad, amigo y querido lector, que posee un fondo inagota ble de riqueza histrica y literaria, pues en l, con el mayor entusiasmo y fe en lo que hacan, colaboraron ilustres eldenses como D. Baldomero Alonso Alonso, Coadjutor de la Parroquia y hermano de nuestro inolvidable y mejor Alcalde que ha tenido Elda, D. Francisco Alonso Rico; D. Francisco Maestre Prez, D. Joaqun Gonzlez Pay, D. Jos Co ronel Rico, D. Miguel Tato Mut, D. Agustn Cavero, Cannigo; D. Antonio Cremades Ber nal, D. ngel Antn Rico, D. Domingo Toms Vera y otros muchos tambin eldenses, que sin serlo de nacimiento, como D. Maximiliano Garca Soriano, popularmente conocido como El boticario de Elda. Pero de un modo especial fue este ltimo quien en todos los nmeros mensuales que componan la revista dejaba impreso su ejemplar eldensismo, su amor a los Santos Pa tronos y a todas las cosas de Elda, que para l no tenan secretos, como lo prueban es tos dos bellos poemas que ofrezco a continuacin. De l, pues, me ocupar en el presente trabajo, como lo he hecho anteriormente en artculos publicados en Valle de Elda y la revista Alborada, porque todos ellos son un pozo sin fondo, de los que pueden sacarse cosas nuevas y cosas viejas; porque su poe sa siempre tiene que decirnos algo de Elda, ese algo que la mayor parte de quienes pi san hoy esta bendita tierra eldense no conocieron, y por eso mi empeo en darlas a co nocer, solo por el amor a mi pueblo, para que al leerla se goce de tiempos pasados y pa ra que quienes tuvimos la satisfaccin de conocerla nos lleve al goce de estos recuerdos para todos indeleble. El primer trabajo es un saludo a Elda, a la que ensalza mediante merecidos elogios por muchas de las virtudes que siempre la adornaron; su ttulo: * Publicado en Fiestas Mayores, n. 4, 1987, s.p. SALUDO * Elda, moruna sultana que se levanta arrogante y cuyos pies engalana una vega exuberante. La que tiene por dosel un puro y difano azul, y un castillo por doncel erguido cual abedul. La que tranquila y dichosa siempre sumisa escuch la corriente rumorosa del ro Vinalop. La que tiene como lecho extenso edredn de fl ores, y el templo santo es su pecho, y la Virgen sus amores... Las fibras del corazn las forman hijos honrados y el alma es devocin a sus Patronos amados. ELDA!... moruna sultana que se levanta arrogante y cuyos pies engalana una vega exuberante, orgulloso te saludo por tu simblico emblema Tienes le fe por escudo...! Trabajo y virtud por lema...! Maximiliano era conocedor de todos los lugares y rincones de Elda y su trmino muni cipal; en infinidad de ocasiones en la misma prensa eldense, en particular el semanario Ide lla gustaba de mencionarlos y enaltecerlos, y los conoca porque para l era como parte de su actividad cotidiana el diario paseo en las primeras horas de la tarde en compaa de los seores prrocos de Santa Ana, vecinos de su farmacia, como D. Jos Lorenzo en la dca da de los aos 1920; D. Miguel Daz Snchez, a finales de la misma, y D. Luis Abad Navarro, desde principios de los aos 1930, creo y no pienso equivocarme en que en ms de una oca sin les hablara de la hermosa y frtil huerta eldense, de sus productos, de sus fl ores, de sus gentes. Y esta idea le llevara quizs unos meses antes de la celebracin del Centenario la poesa est fechada el 21 de diciembre de 1903 a pensar que todas las partidas ru rales eldenses haban de prepararse a vestir sus mejores galas en tan fausta conmemoracin, de comn acuerdo con la diversidad de plantas y flores que enriquecan nuestro trmino mu nicipal, pero era indispensable un ensayo previo para que todo resultara con la brillantez y esplendor que el caso requera con la colaboracin de ambas, y as, de su preclara inteli gencia sali. r Aparecido en El Centenario, n. 2, octubre 1903, p. 18. UN BOUQUET * ... Y todos se reunieron, el ensayo comenz. Espectadores, solamente la luna plateada y las estrellas... Obra de magnitud! Los personajes los ir conociendo quien leyere. La msica, salmodia que formaba el hbito dulcsimo en las hojas con ese imperceptible bamboleo de sculos gratos, rumorosos, tenues. . Presentse La Jaud exuberante, de primoroso Orqudea, y El Chorrillo de Heliotropo aromtico, y Dolores de Girasol. Los Cubos de Saco. Puente Nuevo vestido de Gerneo [sic I ; Los Pozos de Azucena. Las Caadas de Camelia sencilla, La Lobera de rnica melosa. Pozo Alonso de Narciso sin par. Bateig de Lirio. Los Dos Puentes de fl ores de Almendro. La Sismat de tristona Margarita y Los Corrales de nevosa Salvia. El Campo Alto de Botn de oro. Arco Sempere de rosada Adelfa. Casa Don Carlos de dorado Tilo. Negret de Torongina y Tenera de la Vara de Oro cimbradora. Cuesta Bodega de la humilde Malva, Almafr de Hierbabuena fl oreciente. Comunes del imvido Isici Don Pedro. El Gran Derramador de Adormidera. El Melic de la Anglica ramosa y Monastil de Perejil fl orido. Casa Sempere de Jazmn fragante. La Horteta de Azahar. El Sapo umbro de Madreselva trepadora y triste. Agualejas de Nardo. La Alfahuara de azulada Violeta que subyuga. Tafalera de Albahaca muy perenne. El Chapitel de Rosa Alejandrina. Caada del Conejo de Gardenia, y Boln de aromtico Tomillo. San Miguel de Pensamiento hermoso. Las barrancadas del erguido Espliego y La Pat de Campanilla blanca. Los Alticos del Gordo de Jacinto. El Marn de un Organo excelente. El Campico de Tulipn preciado y Camara de Lila. La Torreta de hermosa Manzanilla y Almazaras del Clavel entreabierto, v tras de todos Santa Brbara va de Siempreviva. .5. Y termin el ensayo. Los reflejos de la luna argentina se velaron por una nubecilla juguetona que en el azul hermoso destacaba... Las auras, dulcemente, desde lejos, con todos los aromas se besaron formando en esa unin una Corona que a la Reina del Cielo se elevaba. Y la funcin ser, segn infiero, en el mismo y artstico escenario, en septiembre del ao venidero cuando aqu se celebre el Centenario. Aparecido en El Centenario, n. 4, diciembre 1903, p. 72-73. 136 r 6 ( (( 1-4 74 11) Ash. CENTENARIO DE 1904 ;( - Detalle del sobre propagandstico de las Fiestas del Hl Centenario. 42 Las cosas de mi pueblo [V]. Villancicos para el Centenario* Vicente alero Bellot Una de las facetas que desconocamos de nuestro poco recordado boticario de Elda, Ma ximiliano Garca Soriano, dentro de su constante actividad literaria y potica, era la de vi llancicos; es necesario leer y releer El Centenario cuantas veces quiera uno recrearse en su lectura y pasar, como eldense, uno de los ratos ms felices, para percatarse de esta fa ceta que, en el orden musical, ha quedado indita, puesto que al final de los villancicos que vamos a transcribir a continuacin leemos: Actualmente le est poniendo msica el ins pirado maestro D. Ramn Gorg, director de la laureada banda de esta villa. Y desde este modesto trabajo hacemos un llamamiento a los familiares de este ilustre paisano nues tro por si entre las joyas musicales que todava puedan ser guardadas existiera la msica de estos villancicos que en 1903 1904 inspirara la Providencia a Maximiliano. Estos son los villancicos que dejara escritos : Trescientos aos hace, Virgen bendita, de Cerdea vinisteis para solaz de Elda que tanto os quiere y palpita por Vos que sois su encanto, su dicha y Paz. Por eso en estas fiestas del Centenario, quiere, como lo sienta su corazn, el amor demostrarte este vecindario a la par que su santa veneracin. Virgen amada, perla querida, T eres la vida, salud y amor. Madre adorada, calma el anhelo y el desconsuelo del pecador. En la vega esplendorosa Se yerguen las bellas fl ores, y emanan gratos olores En vuestra entrada triunfal. Forman msica armoniosa auras, trinos, arroyuelos, que se eleva hasta los cielos como arpegio celestial. *Publicado dos veces en Fiestas Mayores: n. 5, 1988, s.p., y n. 7, 1990, s.p., con algunas adiciones, tambin en Valle de Elda, n. 2083, 24-X11-1997, p. 6. **Aparecidos en El Centenario, n. 8, abril 1904, p. 167-169. Nuestros sueos Virgen pa, en que todo lo anhelamos, son por Ti... Al tenernos por tus dueos, Madre ma, te queremos y adoramos con amor y frenes. . Trescientos aos, Seora, que vinisteis a esta villa donde sois la maravilla de este pueblo que os adora. Haced, pues, que nuestro duelo se torne en dulce alegra, y s amparo, faro y gua desde tu mansin del cielo. Elda, fervoroso, lleno de alegra a su templo hermoso, viene por Mara. Virgen Santa, Virgen Pura, es tanto nuestro fervor que la ms grande ventura es tenerte fe y amor. SSS El Cristo del Buen Suceso y Virgen de la Salud, han sido nuestro embeleso y nuestra solicitud. Hoy quiere este vecindario demostrar su santo amor celebrando el Centenario tercero, con esplendor. Siempre fuisteis nuestro encanto y la ms grata ilusin, y enjugasteis nuestro llanto en instantes de afliccin. Y todos los corazones palpitan de amor henchidos y sienten mil emociones por sus Patronos queridos. SS. Madre querida, luz de la aurora, dulce consuelo del pecador, con fe que alienta, mi alma os adora con el puro y sublime amor. En las crueldades de mis dolores tu nombre imploro con ansiedad... Haz que se vuelvan mis das mejores, que hacerlo puedes con tu bondad. Madre, Madre ma, imagen tan bella, virgen adorada, mi constante amor, s T nuestro gua, refulgente estrella, pura, inmaculada, llena de candor. SSS De las ms preciadas fl ores de esta huerta que es vergel, vamos a formar amantes para ofrecerte un bouquet Y los pjaros cantores, gratos trinos lanzarn, vindonos tan anhelantes nuestra obra al realizar. El pueblo entero, de corazn, pide sincero tu proteccin. Todo lo damos, todo por T y te adoramos con frenes. Ved a un pueblo fervoroso que os implora Madre Ma, la celeste proteccin, y a Tus plantas, con sus males, gime y llora, porque Vos sois su refugio y salvacin. No le olvidis, Madre ma, ni un instante, pues que viene con gran solicitud a Tus plantas a rendirse, tierno amante... No le olvides, puesto que eres la Salud! Es tan grande tu hermosura como las rosas de abril, y an ms grata tu ternura que la de querubes mil. Por eso en nuestra memoria tu imagen grabada est; Tu constituyes la gloria en que Elda soar. 1-10 GRUPO TELEFOICO DE ELCHE, NOVELDA Y MONVAR INAUGURACIN OFICIAL EL 1 DE MAYO DE 1905 Concesionario ENRIQUE M. IZIPOLL .4:1.730G.A.D0 MAYO Y JUNIO (SERVICIO PERMANENTE) ELCHE. -1905 ESTABLECIMIENTO TIPOGRFICO DE Jos AGCLL6 SNCHEZ Corredera, 5 (Telfono 21) 43011/IDOS DE E,LDtc Domicilio de la Central: Plaza de la Constitucin, 5 Nm. 301 D. Jos Pay o 302 o Joaqun Planelles, (Comercio de Tejidos) o 303 , Jos Tobar 304 Isidro Aguado, (Domicilio) 305 , , (Fbrica de Hormas) , 306 Jos Sempere 307 Sres. Castell6 y Compara, (Fbrica de lonas) 308 D. Jos Mara Pujalte, (Notario) 309 La breve gua telefnica de Elda, en 1905, se compona de ocho nmeros y siete abonados. (Archivo Municipal de Elche) 43 Un ario de grandes acontecimientos Paco Crespo Garca Fue sin duda alguna 1904, que calificarnos corno ao estelar, por haber marcado un hi to y haber ganado una referencia destacada y perenne en la historia de Elda, alcanzan do logros y metas importantes que pusieron un broche de oro a los esfuerzos de muchos aos atrs, de generaciones enteras de eldenses que con su ingenio y laboriosidad en grandecieron a su pueblo. Siguiendo un orden cronolgico vamos a brindar a nuestros asiduos lectores, cmo y cundo ese ao de grandes acontecimientos, tuvo como principal significacin, una se rie de hechos histricos que se han conmemorado en su momento oportuno, mediante concursos literarios, junto con otros actos organizados por el Excmo. Ayuntamiento de nuestra Ciudad. Y ya sin ms prolegmenos, fieles a nuestra memoria y a los datos recopilados de au tores que se han ocupado de estos temas, vamos a entrar en materia, desarrollando con la amplitud que el espacio de que disponemos nos permite abordar todos y cada uno de los sucesos acontecidos en tan sealado ao, que entre otras cosas tuvo la virtud de mar car un hito en la historia de un pueblo siempre inquieto y trabajador... Casino Eldense El mes de abril, Domingo de Pascua de Resurreccin, primer da de las Pascuas de Monas, antao famosas en Elda y hoy casi perdidas por el materialismo imperante, pa s a convertirse en realidad un proyecto que naci el ao 1901, cuando una pea de unos cincuenta amigos que se reunan en una casa situada en el nmero 29 de la calle Coln, posiblemente esquina a la calle Nueva, decidieron llevar a la prctica la idea, co mo imperiosa necesidad de disponer de un edificio propio para sus reuniones con un jardn que sirviera de esparcimiento y recreo familiar. Los trabajos de organizacin se llevaron a buen ritmo, emitindose cincuenta acciones a cien pesetas cada una, con ca rcter reintegrable y una cuota de 1,50 ptas. mensuales. Fue inaugurado solemnemen te y desde entonces en el tono selecto que soaron sus fundadores, han venido celebrndose en l peridicamente actos culturales, fiestas de sociedad, verbenas, etc., y habiendo cons * Publicado en Fiestas Majares, n. 6, 1989, s.p. tituido su jardn el lugar preferido, durante varias generaciones de la juventud eldense para sus romnticos paseos y sus sentimentales dilogos. A ttulo informativo les dire mos que el primer presidente fue don Juan Vidal Vera, que en 1989 el nmero de socios alcanza la cifra de 700 y que las cuotas que se satisfacen son del orden de las 1.000, 2.000 y 650 ptas. Guardia Civil En el mes de junio del ao que nos ocupa, es decir, de 1904, se instal en Elda la fuer za de la Guardia Civil, hasta entonces inexistente en la ciudad, y cuya falta se haba lamen tad() repetidamente por la poblacin. A continuacin de la huelga de octubre de 1903, el Ayun tamiento reiter esta demanda, consiguiendo que se concediese un puesto de esta Benemrita Institucin, trasladndose el que haba en Petrer, e instalndose la Casa -Cuartel en un edi ficio del barrio de Rafael Romero, alrededores de la plaza Sagasta, concretamente en la ca sa nmeros 6 y 8 de la calle Zorrillo., que fue alquilada al propietario don Damin Tudela, por el precio de 800 pesetas al ao, y en el que estuvo el Cuartel de la Guardia Civil hasta el 7 de septiembre de 1933 en que sus fuerzas se trasladaron al edificio en el que hoy se en cuentran, edificio especialmente construido en la calle Lamber) Amat y que rene las con diciones necesarias por su mejor habitabilidad para la gran familia que constituyen, ahora y siempre, estos mantenedores del orden en la defensa de sus semejantes. Ttulo de Ciudad El 24 de agosto Elda pas de ser Villa a Ciudad, mediante el Real Decreto, en el que S.M. Alfonso XIII, dict al entonces Ministro de la Gobernacin, Jos Snchez Guerra: Queriendo dar una prueba de mi Real Aprecio a la Villa de Elda, en atencin al aumento de poblacin, importancia industrial y su constante adhesin a la monarqua constitucional: vengo a concederle a dicha Villa el ttulo de Ciudad. Hemos de dejar constancia que fue muy decisiva la intervencin de Don Antonio Maura, Jefe del Partido Conservador y Presidente del Consejo de Ministros, que fue recibido el 18 de mayo de dicho ao con un entusiasmo in descriptible en la estacin de FECC., en la que se dio cita todo el pueblo para aplaudirle, con las autoridades al frente y la banda de msica. Por tal motivo se le declar hijo adoptivo de Elda y se le concedi su nombre a la calle que hasta entonces se llam de la Esperan za y tambin del Mesn. Hoy ostenta el de D. Antonio Maura. Fiestas del!!! Centenario El que consideramos como importante acontecimiento que encierra este 1904, que tam bin merece el ttulo de ao de gracia fue la solemne y popular conmemoracin del III Centenario de la legendaria arribada de las imgenes veneradas de los Patronos de Elda, Santsimos Cristo del Buen Suceso y Virgen de la Salud. Al existir el propsito de conme morar esta fecha de la venida, envuelta en auras de ingenua leyenda, el pueblo respondi a la llamada hecha por el ilustre eldense don Agustn Cavero Casez, Cannigo, Provisor y Vicario General de la dicesis de Orihuela, de ah que todos los habitantes, grandes y pe queos de ambos sexos, vistieron sus mejores galas dispuestos a conmemorar con gran fas tuosidad superando las fiestas del segundo Centenario que se haba celebrado en 1804, en tre adversas condiciones, tanto econmicas como climatolgicas. Todo el pueblo eldense, como decimos, apoy calurosamente los proyectos y as pudo realizarse una conmemora cin digna de tan maravilloso acontecimiento. Entre los numerosos actos celebrados cabe destacar por su fastuosidad la Gran Cabalgata Histrica. Formaban parte de la misma, amenizada por los famosos dulzaineros de Tales, las Bandas de Msica de Alcoy, Mucha miel y Elda, los legendarios gigantes y cabezudos, heraldos, comparsas de arcabuceros y chambergos, batalln infantil, carabela San Eduardo, peregrinos y otros vistosos grupos. Las carrozas, representaban, la de la industria la torre nica de la Iglesia de Santa Ana, con smbolos zapateros a sus pies. Obreros con las herrameintas y prendas de su oficio y lin das seoritas figuraban en ella. La carroza presentada por el Comercio estaba compuesta por dos cisnes y un conjunto ornamental sobre el cual destacaba la figura del dios mito lgico Mercurio. Finalmente, la suntuosa carroza presentada por la revista en nombre de la Mayordoma conducan a los que representaban ser los condes de Elda, en traje de po ca, junto con su secretario, mayordomo y damas de honor, seis bellas seoritas eldenses que lucan elegantes y apropiados vestidos. A los actos asisti el Obispo de la dicesis, don Juan Maura y Gelabert, que tuvo palabras de encomio y felicitacin por el magnfico es pectculo de fervor religioso ofrecido por el pueblo de Elda al volcarse en honor de sus Patronos celestiales. Teatro -Circo Castelar Otro de los acontecimientos importantes de 1904, fue la inauguracin de un amplio co liseo de grandes proporciones para las representaciones teatrales, musicales o circenses e incluso para actos polticos, que hasta entonces haban transcurrido en locales improvisa dos y sin ninguna de las condiciones convenientes para ello. La inauguracin fue el 11 de septiembre del mencionado ao, ponindose en escena la zarzuela El milagro de la Virgen, del maestro Ruperto Chap, representada por la Compaa de Pablo Gorg, que obtuvo un resonante xito, prodigndose despus las representaciones de todas clases. La creacin del hermoso Teatro -Circo Castelar, fue otra de las consecuencias de la tempestad de ideas y lo gros porque atravesaba Elda de aquellos primeros aos del siglo en que todo estaba por ha cer y pareca existir un deseo de hacerlo todo. El Teatro -Circo Castelar, magnfica obra de nuestros abuelos, acab con los teatros improvisados y proporcion a Elda un ambiente dis tinguido y cmodo para contemplar las obras teatrales y lricas a las que nuestro pueblo siem pre ha sido tan aficionado. 144 Telfono pblico Tambin tuvo su entrada en Elda en ese ao; tmida entrada que tropez con la indife rencia municipal. El concesionario propuso instalarlo en octubre de 1904, en el edificio mu nicipal, cuartel de la Guardia Civil, Juzgado Municipal y casa particular del Alcalde, todo por ochocientas pesetas al ario, lo que fue desestimado por el municipio en razn a que el pre supuesto no estaba en disposicin de tener ms gastos, algo parecido a la despedida al po bre con otra vez ser. Pese a todo ello el Ayuntamiento eldense tuvo que instalar el nue vo y necesario servicio ya imprescindible para la relacin comercial, industrial y social, in crementndose el servicio hasta que en no muchos arios hubo que establecer una central telefnica manual, creemos que por los arios veinte. Y estos fueron los acontecimientos ms destacados de 1904, aunque seguramente exis tieron otros tambin dignos de ser mencionados. Ramn Gorg Soler (1853-1925). 44 Un villancico de Ramn Gorg y Francisco Laliga* Emilio Maestre Vera Corre el ao de gracia de 1904. Debi representar este ao para el maestro D. Ramn Gorg Soler una doble alegra. Por una parte se celebra el Centenario de la venida a Elda de las imgenes de los Santos Pa tronos, a los que demostr profesar una gran devocin. Por otra, el 27 de agosto, a las seis y cuarto de la tarde, y actuando como testigo D. Eduar do Gras, queda definitivamente acabada la partitura de los villancicos que viene preparando des de hace ya tiempo en honor al Santsimo Cristo del Buen Suceso y a la Virgen de la Salud, con letras de Francisco Laliga Gorgues, a quien consigui sacar del silencio creativo que le rodeaba desde su regreso a Elda en 1887. Y no es este el nico homenaje que D. Ramn ofrece a los Santos Patronos en el Centena rio de su venida a Elda. Paralelamente, y en este caso con D. Maximiliano Garca Soriano como letrista, compone un Himno al Santsimo Cristo de/Buen Suceso y a la Santsima Virgen de la Salud en el mismo ao de 1904. Segn el Programa de Fiestas Mayores de dicho ario, el Himno de Bienvenida del maestro Gorg se cant el da 6 de septiembre al fi nal de la calle de la Esperanza o lo que es lo mis mo, en el cruce entre las actuales calles de Antonio Maura y Nueva, volvindose a cantar este Him no el da 8, Da de la Virgen durante la carrera, es decir, la procesin. Y, por si fuera poco, el mismo da 8 por la noche se canta su Salve, como testimonio la Cr nica de los Festejos celebrados en esta ciudad con motivo de solemnizar el Tercer Centenario de nuestros Excelsos Patronos, el Santsimo Cristo del Buen Suceso y la Santsima Virgen de la Salud que hace la Redaccin de El Centenario en su pgina 256. Abundante produccin que es fruto de una tradicin profundamente eldense, lo de componer piezas en honor a los Santos Patronos. El siglo XIX nos ofrece ya testimonios de la costumbre de tocar y cantar composiciones en honor a la Virgen y al Cristo. As el Vicario y Dr. D. Juan Toms Sempere al contarnos en 1804 que en esta procesin hubo cinco paradas, que eran los altares que iban en su vuelta nos permite suponer, cuando menos que, tratndose de una procesin, se tocaran piezas musica les en dichas paradas. * Publicado en Fiestas Mayores, n. 6. 1989. s.p. No podemos determinar la naturaleza de dichas piezas, pero el mismo Vicario nos aclara que se principi la misa con la mayor solemnidad con golpe de msica, ma nifestando todos sur habilidad con discretas arias, todas dirigidas a la Virgen y al Santsimo Cristo.... Es decir, si en el recorrido de la procesin no podernos afirmar que se cantaran composiciones, en las celebraciones litrgicas esto se hace indudable. Podemos remontar, pues, esta tradicin hasta el ao 1804, sin ser ni mucho me7- - nos una fecha definitiva, futuras pruebas documentales, hasta ahora desconocidas pa ra nosotros, podran adelantar esta fecha al siglo XVIII con toda seguridad. Si a principios del siglo XIX se hace difcil precisar, su final es ya mucho ms cla rificador. El Programa de Fiestas de 1892 establece muy claramente que el da de la Virgen se cantan en la procesin cinco villancicos de Villar, Gisbert, Gutirrez y otros y el da del Cristo cinco villancicos de Pons, lalero y Bordera. La tradicin se nos muestra plenamente consolidada. El germen ha dado ya sus fru tos, aunque no todos. El fin del siglo XIX y el principio del XX va a generar una prol fica produccin de villancicos, himnos, salves y composiciones en honor a los Patro nos.,_ coincidiendo con el Tercer Centenario de la venida a Elda de sus imgenes. Esta tradicin se mantiene hoy, al menos en el aspecto literario. Baste recordar el nme ro de composiciones a la Virgen y al Cristo que recoge la revistaA/borada hasta el ao 1983, y a partir de ah, su sucesora, Fiestas Mayores. En cuanto a la composicin cantada, es precisamente el Centenario el eje articulador de la mayor parte de partituras: la Salve de D. Agapito Snchez, la de I). Ramn Gor g, su himno, sus villancicos annimos que se citan una y otra vez en los programas de fiestas y en el mismo Centenario. . , son todas composiciones que nacen al ca lor de esta celebracin, y que vern prolongada su vigencia hasta los aos cuarenta. Efectivamente, los programas de fiesta primero y el testimonio de I). Vicente P rez Prez, descendiente poltico de I). Ramn Gorg, a quien queremos rendir home naje v agradecimiento, ya que es gracias a l que podemos conocer los villancicos que nos ocupan, afirman que durante la primera mitad del siglo senantuyo con toda vi gencia la tradicin de ofrecer composiciones musicales a los Patronos a su paso por las calles de Elda. Son estas fuentes las que permiten situar dnde se cantaban los villancicos y has ta cundo. Al margen de los cantados dentro de la Iglesia durante la celebracin, la situacin de las paradas donde se ejecutaban los villancicos durante la procesin eran: la Pla za del Ayuntamiento, la calle de la Esperanza (cruce de Antonio Maura con la calle Nue va) y el cruce de la calle Nueva con la calle del Vall (despus calle Mdico Beltrn, ms tarde General Mola y hoy Ortega y Gasset). Y por otra parte, en cuanto a la localizacin temporal, que se cantan hasta la d cada de los cuarenta, fechas en las que an los citan los programas de fiestas, y a par tir de las cuales deja de mencionarse la interpretacin de estas piezas en paradas del recorrido de las procesiones. La tradicin se trunca, y los testimonios que hemos po dido recoger no pueden justificar por qu. Otra duda ms que permanece a la espera de resolucin. Pero volvamos a la partitura de 1904 de los villancicos de D. Ramn Gorg y de D. Francisco Laliga. Al margen del valor inherente a estas composiciones cabe sealar un aspecto sor prendente; si bien el Villancico al Cristo del Buen Suceso es la composicin Sol deJus tida de todos conocido, el Villancico a la Virgen de la Salud no es el Pueblo Ventu roso que hoy podemos escuchar los eldenses despus de las celebraciones litrgicas de las Fiestas Mayores. El Villancico a la Virgen de la Salud que aqu presentamos sera la letra que Liti ga escribi a instancias de D. Ramn Gorg, y que compartira la msica con Sol de Justicia. Sirva como botn de muestra la comparacin de la primera estrofa de ambas le tras, cuya nica diferencia en partitura es que la letra al Cristo se cantara con voz de bajo, mientras la letra a la Virgen se cantara con voz de tiple. VILLANCICO AL CRISTO VILLANCICO A LA VIRGEN Sol de justicia Dios humanado En la Cruz Santa Que es el altar. Transfixo augusto Te adoraremos Y ofreceremos Fe y ansiedad Salve del cielo reina y seora luz precursora de redencin. Tu amor inmenso redimi al mundo numen fecundo del corazn. Por qu ms tarde D. Ramn Gorg compone otro diferente en honor a la Virgen, el Pueblo Venturoso Por qu en la partitura del Pueblo Venturoso no se menciona a Laliga como autor de la letra Acaso el villancico que hoy se canta a la Virgen de la Salud no es obra de Laliga, y lo es exclusivamente de D. Ramn Gorg. . . Sea como fue re, esto son cuestiones que slo el tiempo podr resolver o dejar definitivamente en el olvido. Hoy no es la resolucin de estas dudas lo que hace al caso. De momento, contentmonos y deleitmonos con rescatar del pasado un villanci co que pudo haber sido y no fue. Lanlo recordando la msica de Sol de Justicia y encontrarn el villancico que originalmente D. Ramn y Litiga ofrecieron a la Patrona de Elda: la Virgen de la Sa lud. VILLANCICO A LA VIRGEN Salve del cielo marcha el mortal, es slo tu amoi. reina y seora y la luz pura Salve del cielo luz precursora de tu mirada reina y seora, de redencin. de la ventura luz precursora Tu amor inmenso es manantial. de redencin, redimi al mundo desde el mar sardo luz precursora numen fecundo las oleadas de redencin. de corazn. siempre azuladas Tu amor inmenso Rosa purprea te traen aqu redimi al mundo, de oro adornada, para la madre numen fecundo y perfumada ser de tus hijos del corazn de Jeric. los ojos fijos del corazn, Blanca azucena por siempre en ti. numen fecundo del valle puro, Desde el mar sardo del corazn. nuestra dulzura las oleadas es slo tu amor. siempre azulados LETRA: Francisco Laliga Gorgues Salve del cielo te traen aqu MSICA: Ramn Gorg Soler reina y seora para la madre luz precursora ser de tus hijos de redencin los ojos fijos luz precursora por siempre en ti de redencin. los ojos fijos Tu amor inmenso Por siempre en ti. redimi al mundo Salve del cielo numen fecundo reina y seora del corazn luz precursora del corazn, de redencin. numen fecundo Tu amor intenso, del corazn. redimi al mundo Puerta del cielo numen fecundo del mar estrella del corazn. tras de tu huella Rosa purprea marcha el mortal de oro adornada y la luz pura y perfumada de tu mirada de Jeric. de la ventura Blanca azucena es manantial del valle puro Tras de tu huella nuestra dulzura 1 *9 45 Un Alcalde ejemplar [fos Joaqun Gonzlez Anua] Manuel Serrano Gonzlez Un alcalde en la acepcin del trmino y en su funcin debe de tener una cualidad bsica, ser un gran gestor para el pueblo y una persona de ejemplaridad personal demostrada. Parece que estas dos categoras coincidan en el personaje que ahora nos ocupamos de estudiar en profundidad. Se llam este Alcalde D. Jos Joaqun Gonzlez Amat, perteneci al partido de D. Emi lio Castelar y fue Alcalde de Elda en dos ocasiones: una en 1904 y otra en 1912. En ambas dej una estela de buen hacer y lo que debe ser un buen Alcalde de pueblo. En otro orden de cosas hay que decir que fue trabajador y honesto y as era querido por sus paisanos eldenses. Por otra parte tena un corazn generoso y abierto, esto lo prueba el hecho de que en plena campaa electoral no dude en salir a recibir y saludar a Maura, lder entonces del par tido conservador a nivel nacional. Pero estim que l tena que recibir con todos los honores al Presidente del Gobierno de Espaa y no dud en ir a ofrecerle pleitesa y honores. O sea todo un caballero, lstima! que los caballeros sean hoy una especie a extinguir. En el orden familiar estaba casado con Da. Luca Paya Pertusa y tuvieron cuatro hijos: Concha, Jos Joaqun, Luca y Enrique Gonzlez Pay. En su extensa y fecunda labor al frente del Ayuntamiento de Elda hay cuatro grandes te mas por llamarlos de alguna manera, de los que estudiaremos dos: 1.- Nombramiento y tratamiento a Elda de Villa a Ciudad que le concedi el Rey D. Alfonso XII y cuyo ttulo le transmite el Ministro de la Gobernacin de entonces, Sr. Snchez Guerra, cuya carta reproducimos. Agradeciendo a Conchita, su nieta, el habrnosla pro porcionado. 2.- La trada de las Aguas del Canto, como agua potable de bebida para Elda, ya que las que hasta entonces haban se manifestaban insuficientes para una poblacin en continuo aumento. Estos documentos pertenecen al Archivo Municipal, que desde aqu, al Concejal D. Juan Medina, agradecemos su colaboracin. Fue el expediente ms difcil de seguir y ras trear, ya que por Aguas del Canto no aparece por ninguna parte en el Inventario General *Publicado en Fiestas Mayores, n. 6, 1989. s.p. de Bienes del Ayuntamiento de Elda, entonces pens que pudiera venir as referenciada. Efec tivamente, as fue v vena como Minas de Lignito del Canto Domingo ya que las explota ciones mineras a finales del siglo XIX y principios del siglo XX tenan un trato diferenciado con esta pista me introduje y localic la documentacin que fotocopi y estudi en deta lle, la finca se llamaba finca rstica del Canto Domingo, situada en la zona de El Monas til, en la parcela Cuartel Nuevo del trmino de Petrel; dice la descripcin que haba una ca sita de unos 40 metros cuadrados destinada a la vivienda del encargado municipal, alma cn de herramientas y bombas elevadoras de agua. Parte de todo esto ha desaparecido con la construccin de la nueva autova, pero que ya en 1979 cuando fui Concejal de Aguas ya no se utilizaba v las aguas eran consideradas no potables, existiendo entonces la canaliza cin antigua. El pozo produca un caudal de agua de un litro por segundo. Fue cedido al Ayuntamiento por D. Joaqun Coronel Rico por escritura pblica fechada el 14 de mayo de 1913, siendo notario D. Jos Mara Pujalte Gmez. Inicialmente fue slo usado para riego de la Huerta de Elda. Si bien tambin se la us para bebida, de aqu el dicho popular: No ha bebido de las aguas del Canto (del Canto Domingo, naturalmente). Las escrituras testifican que existan 61 perforaciones, as como una tubera de conduccin de agua desde El Monastil hasta los depsitos de San Miguel y otra hasta la balsa de la Sis mat, as como otra hasta la Caseta de El Monastil. Posteriormente, en el ao 1970 fue ven dida por el Ayuntamiento de Elda a la Cooperativa de Regantes de la Huerta de Elda y pos teriormente se utilizaron las acequias y conducciones, al llegar a la zona de la antigua Huer ta de Elda, las conducciones de agua potable del tendido urbano. Existen numerosos datos de citaciones v reuniones de la Sociedad de Aguas del Canto que referimos en las diferentes revistas, unas dedicadas a los Patronos de las fi estas septembrinas y otras en Mella. As en las Fiestas en Honor de los Excelsos Patronos de Elda, el Cristo del Buen Suceso y la Virgen de la Salud del ao 1927, se anuncia: A los seores accionistas de la Sociedad Aguas del Canto, S.A. que con motivo de haber terminado el plazo concedido para co brarles el primer dividendo que hace efectivo esta sociedad del 4%, el Consejo de pre - si ciencia, segn lo acordado en sesin de 10 de agosto de este ao, acord prorrogar el plazo por todo el mes. Lo cual demuestra que la empresa era rentable y produjo dividen dos; viene firmado por el presidente, Lutgardo Guarinos. Lo mismo que el anuncio publi cado en la revista de fiestas del ao 1928, si bien aqu el anuncio concita: A los seores accionistas de las sociedad Aguas del cantoS.A. que no ha yan cobrado el segundo cu pn de esta sociedad deben efectuado hasta el da 6 de septiembre en esta glicina de la C/ Manar, 1103, todos los das laborables de once a trece. Siendo el dividendo de tres pesetas por accin (obsrvese lo que vala entonces una peseta) mediante la presenta cin del ttulo. Lo firma como en el caso anterior el presidente Lutgardo Gu2trinos. Por los testimonios documentales de Luis Maestre, al que desde aqu agradecemos su colaboracin valiosa, el semanario Mella de 3-111-1928, 14-V1I-1928. 21 -VII -1928 y 18 -VIII 151 1928, contienen noticias sobre la marcha de la Sociedad de Aguas del Canto, S.A., que tra tan por este orden de la eleccin de Consejeros: D. Lutgardo Snchez, D. Jos Martnez Sn chez y D. J. Zaragoza Ruiz; de las deficiencias en el suministro, un acta del pleno de la So ciedad y de la falta de agua en la Fraternidad. An hoy queda en el camino de El Monastil prximo al ro, la caseta donde se haca el bombeo y algunos registros dispersos por dife rentes lugares de la poblacin y la antigua huerta. En la modernidad con la apertura de po zos municipales de Elda en Salinas, as como con el contrato de compra -venta de agua po table a la compaa del Canal de la Huerta de Alicante provenientes de Villena, ha perdido inters, ya que hasta en las casas de campo y chalets hoy se usa la de consumo urbano y exis te una red adecuada de conducciones y tuberas y de la que es artfice importante D. Anto nio Barcel, que con indudable celo ll eva ese servicio, primero municipal y ahora de Agua gest, con lo que la Sociedad de Aguas del Canto es ya un captulo archivado de la historia de Elda. Pero en su da importantsimo. Jos Joaqun Gonzlez Amat (1852-1934), Alcalde de Elda en 1904. 152 _ 9 14 7. 0- 11. /. t r tate- *41 7 c. . : , .. o . I, .4. , zo. .:: 4: e , Notificacin de la Alcalda al Juez Municipal del R.D. de 24 de agosto, sobre el otorgamiento a Elda de la condicin de Ciudad. 46 Olvido o apata La fecha en que Elda dej de ser Villa* Vicente alero Bellot Un hecho del que nuestra Ciudad deba sentirse muy orgullosa ocurri un 24 de agosto de 1904, fecha que para muchas autoridades ha pasado desapercibida en el transcurso de los aos, as co mo para la mayor parte de los hijos de Elda. Se trata del da en que S.M. el rey Alfonso XIII, feliz mente reinaba en Espaa entonces, concedi a nuestra muy querida Elda el ttulo de Ciudad. Quisiramos transcribir a estas pginas lo que sobre el particular escribamos en el nme ro extraordinario de Valle de Elda, en trabajo que titulbamos Las cosas de mi pueblo, en sep tiembre de 1987, y nos lo imposibilita la falta de espacio. Pero para quienes tengan la curiosi dad de guardar los nmeros de nuestro semanario le remitimos a releer el citado nmero. El Real Decreto deca as: Su majestad el Rey (q. D. G.) se ha dignado expedir por este Ministerio el Real decreto siguiente: Queriendo dar una prueba de mi Real aprecio ala Vi lla de Elda, provincia de Alicante, y en atencin al aumento de su poblacin, importancia industrial) , comercial y su constante adhesin ala Monarqua Constitucional: Vengo en con cederle a dicha Villa el ttulo de Ciudad. Dado en San Sebastin a 24 de agosto de 1904. Al fonso. El Ministro de la Gobernacin, Juan Snchez Guerra. Posiblemente, y con separacin a los mritos de nuestra Villa tuviera para recibir este no ble ttulo, debi influir el recibimiento que el da 17 de mayo de 1904 hiciera nuestra villa, con las autoridades y banda de msica el entonces presidente del Consejo de Ministros, D. Antonio Maura, con motivo del viaje que realiz por ferrocarril de Madrid a Alicante parando en todas las estaciones del trayecto se le recibi con expresiones de protesta, mientras era agasajado du rante el tiempo que el tren estuvo detenido en la estacin. Era el da 17 de mayo de 1904 (Acta del Ayuntamiento de igual fecha). En sesiones plenarias de fechas 31 de agosto de 1904 y 2 de septiembre del mismo ao, se acord declarar al seor Maura hijo adoptivo de la ciudad y dar su nombre a una de las principales calles, la de la Esperanza. Reconocimiento municipal Con posterioridad a la ltima fecha citada, tal decreto fue para todos los Ayuntamientos eldenses la cosa ms olvidada o dejada. Pero en 1978 hubo un Ayuntamiento y un Alcalde, *Publicado en Valle de Elda, n. 1.779, 5 -IX -1991, s.p. Francisco Sogorb Gmez, que quisieron conmemorar esta efemrides en el 75 0 aniversario, presentando el Alcalde una mocin al Pleno por la que solicitaba la conmemoracin espe cial de la misma con diversos actos culturales, artsticos, sociales etc. La mocin qued apro bada, pero tambin en el olvido. En 1979 se celebraron las primeras elecciones municipales democrticas y de nuevo Ayun tamiento eldense. Desconocemos si ste tuvo conocimiento de aquella mocin que recor daba una histrica fecha, pero es lo cierto, presuntamente, que desde entonces ha pasado desapercibida para todos. Finalizbamos el trabajo prometiendo que recordaramos la histrica fecha y as lo ha cemos en 1991. hoy forma parte del Consejo Municipal la persona que, siendo entonces al calde, propuso y as lo acord recordar todos los aos aquel 24 de agosto con algn acto sencillo, artstico, musical, cultural, etc., que hiciera recordar a los eldenses que, gra cias a la generosidad y el aprecio que el Rey tuyo hacia Elda un 24 de agosto de 1904, nues tra poblacin posee el ttulo de Ciudad. 47 Las cosas de mi pueblo [VI]. Eldenses que dejan huella Vicente Valero Bel lot La historia de Elda, en todos los aspectos, contiene tal cantidad de riquezas artsticas, culturales y religiosas en el transcurso de los tiempos, que su transmisin a la actuali dad sera imposible; sacerdotes como D. Joaqun Coronel, D. Agustn Caven), D. Baldo mero Alonso Alonso, D. Vicente Juan Ferrando, D. Francisco Maestre Prez y escritores como D. Antonio Cremades, D. Jos J. Gonzlez Pay, D. Miguel Tato Amat y otros mu chos que haran interminable la lista se han ocupado de ella y como caso excepcional citar a D. Lamben Amat Sempere, que nos leg en manuscrito una parte muy amplia de esa historia, recopilada en dos hermosos tomos como verdaderas joyas. Tambin tenemos que citar a nuestro compaero en las tareas de Valle de Elda y Cro nista Oficial de la Ciudad, Alberto Navarro Pastor, que con su Historia de Elda, obtenida con tesn y verdadero sacrificio durante muchos aos no es la historia de Elda, sino una his toria de Elda, dice en su introduccin recopilada desde la Prehistoria al siglo XIX. Ser una obra de gran estimacin para quienes, habiendo nacido o no en Elda la amen hoy, ma ana y siempre, porque ese recuerdo deber perdurar en todos los eldenses. Pero no nos separemos del objetivo principal de este nuevo y modesto trabajo, que no tiene ms finalidad que continuar ofreciendo a los eldenses un pedacito de esta nuestra his toria, tomando COMo . fuente de informacin inagotable El Centenario, ese maravilloso libro que desde primero de septiembre de 1903 a agosto de 1904 En el que todas las perso nas citadas en principio y otras muchas colaboraron para dejarnos la riqueza de sus plumas y expresarnos su amor a la Virgen de la Salud y al Cristo del Buen Suceso. Es mi deseo dar a conocer algunas de estas obras y autores que permanecen en la oscuridad, sin olvidarme de El boticario de Elda, Maximiliano Garca Soriano, de quien podramos seguir extrayendo trabajos como de un pozo sin fondo. En esta ocasin acudimos a D. Francisco Maestre Prez, Cura de la Parroquia de la Misericordia de Alicante, de quien, entre los muchos trabajos recogidos en la revista a lo largo del ao, destacamos Conchas y perlas, Cuadros vivos, A la Virgen de la Sa *Publicado en Fiestas Jlarores, n. 9. 1992, p. 52, en Valle de Elda, con levsimos cambios, n. 2258, 6 -IX -2001, s.p., aadindosele el expresado subttulo y tambin en este mismo semanario, n. 2304, 6 -IX -2002, s.p., ba jo el ttulo ,Vos 4)1 mimamos a una gloriosa efemrides: ao 2004. ** Vase nota segunda de la pgina 67. lud y otros varios, pero elegimos en esta ocasin el poema A mis celestiales Patronos, el Santsimo Cristo del Buen Suceso y la Virgen de la Salud*. Como el sol y la luna que reyes son del cielo, pues rigen y encadenas a sus rbitas todo el mundo sidreo... as quiero que sean reyes de mi alma y dueos mis Augustos Patronos, el Santsimo Cristo del Buen Suceso su Madre que es ma la Reina de los cielos, la Virgen Soberana y siempre hermosa salud de los enfermos. la Virgen soberana y siempre hermosa, Salud de los enfermos. Esto mi pecho anhela; yo, Astros divinos, quiero, sentir vuestra influencia y mientras viva girar en redor vuestro. Prestarme vuestras luces mis Patronos excelsos; alumbre de mi vida los caminos vuestro fulgor esplndido para que de este modo sean mis pasos ciertos y al fin de mis destinos llegar pueda de todo mal exento. Vuestra sea mi vida mi aliento tambin vuestro Y vuestra mi esperanza y mis amores y vuestros mis deseos. Haced que nunca pierda (antes me quede muerto) el precioso tesoro del cario tan grande que os profeso; pues me lo dio mi madre... y cual de ella lo aprecio, ella s, me lo dio cuando me daba la leche de sus pechos. Por eso os amo tanto, por eso tanto os quiero y por esto en mi pecho, desde nio tenis los dos un templo. En todas mis empresas de Vos aguardo el xito, porque s que de Vos, Patrono Augusto proviene el Buen Suceso. Y en toda enfermedad, ya de alma, ya de cuerpo, a Vos acudo, mi patrona amada, Vos sois el primer mdico a quien mi mal declaro y a quien pido el remedio porque s que os llamis y lo sois Salud de los enfermos. Mi amor y mi esperanza puesta en vosotros tengo y en este amor y esta esperanza vivo y en ellos morir quiero. La risa que en mis labios dibuja algn contento, y la lgrima amarga que a mis ojos arranque el golpe recio Aparecido en El Centenario, n. 12, agosto 1904, p. 244-246. rkv de alguna adversidad o algn infausto evento... mi vida toda entera, toda, triste, gustoso yo os la ofrezco como prenda segura del grande amor que os tengo. Aceptadla, dulcsimos patronos sea este mi gran premio pues yo quiero seis reyes de mi alma y dueos; vivir a vuestro influjo encadenado y girar mientras viva en redor vuestro como en redor del sol y la luna que reyes son del cielo, bella, ordenada e indefectiblemente gira el mundo sidreo. Artstica carroza del Comercio local perteneciente a la Gran Cabalgata Histrica, realizada por el artista valenciano Amadeo Desfilis, tomando como motivo central el dios Mercurio, smbolo de la actividad mercantil. 48 Las cosas de mi pueblo [VII]. La colaboracin de los eldenses l Tercer Centenario Vicente Valero Bel lot Esta colaboracin, que fue unnime, no se limitaba solamente a la parte econmica, que haba de cubrir los gastos programados; fue mucho ms importante la literaria du rante todo el ao, ya que con numerosas colaboraciones de los hijos de Elda ausentes y presentes se cubran las pginas de la revista El centenario, que desde octubre de 1903 hasta agosto de 1904 edit la Mayordoma de los Santos Patronos. En ellas aparecan trabajos relacionados con la conmemoracin que se aproximaba, el Tercer Centenario, debidos a la pluma de muchos hijos de Elda, de entre los que citamos M.1. seor don Agustn Cavero Casez, Vicario General de la Dicesis de Orihuela; D. Jos Joaqun Gon zlez Amat, Alcalde; D. Jos Navarro Garca, Cura; I) Juan Vidal Vera; D. Maximiliano Gar ca Soriano; D. Ramn Gorg Soler; I). Jos Pay Vidal; I). Jos Mara Amat Gras; I). Bal domero Alonso Alonso; D. Manuel Martnez Lacasta y otros muchos. Los eldenses resi dentes en Barcelona, extasiados por el entusiasmo que domina a todos los hijos de Elda por el Centenario de sus Patronos se reunieron en casa de uno de ellos) , por unanimidad acordaron reunir fondos y con ellos construir medallas de plata y me tal blanco y regalarlas a la Mayordoma, con el fin de que sta obtenga otros in gresos.... De entre las colaboraciones econmicas citaremos, por ms importante, el aguinaldo a la Virgen, que se celebraba el da de Navidad, del cual nos ocupamos en el nmero extraordinario de Valle de Elda de septiembre de 1978 ; los suscriptores voluntarios, que participaban con una cantidad mensual de entre 2 y 75 pesetas, entre braceros, co merciantes, industriales v propietarios. De las colaboraciones literarias cabe destacar, sin duda, la de Maximiliano Gar ca Soriano y la del sacerdote don Francisco Maestre. Del primero hemos llevado a es tas pginas de Valle de Elda algunas de las ms destacadas, todas ellas expresando un canto de amor hacia Elda y sus Santos Patronos, v hemos elegido para acompaar es te trabajo el titulado Despacho de otro mundo (cablegrama de ultratumba), en el Publicado en Valle de Elda, n 1827, 4-1X-1992, s.p. y en Fiestas Mayw . es, n. 10, 1993, p. 62. Incluido en esta coleccin. Vanse las pginas 71-73. 00 que, sin mencionarlo directamente, se refiere a otro gran eldense, como es El Ser fico; dice as *: Hasta mi oscura mansin donde el silencio es profundo y de las cosas del mundo no ll ega la confusin, el murmullo, animacin de la Villa toda, ll ega y de entusiasmo me anega en este templo tan crudo, y es que viene, no lo dudo, con las auras de esta vega. Me despojo del sudario que me tiene tan cautivo tomo la pluma y escribo al mensual CENTENARIO. Aunque yo fui estrafalario en la temporada est en que el calor no presta, de mis Patronos cantor quiero ser, cual ruiseor de vuestra sin par fl oresta. Es mi fuerte improvisar; mas rehuso el escribir por eso deben venir taqugrafos a escuchar. An no han podido olvidar las li ndas hijas de Apolo cuando acongojado y solo el Serfico se acuesta... y lo que a luz d su testa se leer de Polo a Polo. Ahora hincando la rodilla en un msero peludo buscando fe santa, acudo a la eterna maravilla. A la Virgen que esa Villa festeja con tanto anhelo, porque Ella presta consuelo y transporta su memoria... Porque ha sido y es su gloria! Porque es la reina del Cielo! El Serfico Y tambin tuvo Maximiliano un hermoso recuerdo para aquellos jvenes marineros que conducen hacia puerto seguro aquel barco que nos hace recordar el que de Cerdea a es ta Villa nos trajo aquella preciosa carga, para todos desconocida, de las dos veneradas im genes de nuestros excelsos Patronos, en un poema que lleva por ttulo Sigue, sigue. . . ** Aparecido en El Centenario, n. 7, marzo 1904, p. 149-150. Este poema se reproduce en la p. 106. 16 1 49 Las Fiestas del Centenario -1904 Alberto Navarro Pastor El ao 1904 es una fecha memorable en los fastos de nuestra Ciudad. En agosto de este ao Elda dej de ser Villa al otorgrsele por merced real el ttulo de Ciudad; el impulso y voluntad de un grupo de amantes de su pueblo hizo posible la inauguracin del Teatro Castelar y el edificio y jardn del Casino Eldense, centro desde entonces donde se fraguaban importan tes iniciativas para la mejora industrial, social y cultural de la vida eldense. Pero la conme moracin que mayor relevancia dio a este ao estelar fue la celebracin de las grandes fies tas del III Centenario de la venida de las imgenes de los Patronos de Elda, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso. Desde un ao antes, todas las fuerzas y las ilusiones de los eldenses se movilizaron para el mayor esplendor de las fiestas, y la variedad, gran n mero y excepcional calidad de los actos programados justific la satisfaccin de la Comisin Organizadora del Centenario que dio entusiasmada crnica de ellos en su revista El Cente nario. El acto ms espectacular y animado fue la Gran Cabalgata Histrica que recorri las ca ll es eldenses entre la admiracin del pblico, como lo muestran las fotografas que ilustran estas pginas. Nunca se haba visto nada igual en Elda y nunca volvi a verse hasta las no me nos espectaculares, suntuosas y fastuosas fiestas de Moros y Cristianos de nuestros das. * Publicado en Alborada, n. 37, 1992, p. 46-47. 162 Aspecto que presentaba el Teatro Castelar en el periodo anterior a la ltima remodelacin. 163 50 El Teatro Castelar* Francisco Beim lir Tatnavo Con el Teatro Castelar cerrado por cuestiones de seguridad hace ya ms de tres aos, la rehabilitacin arquitectnica del edificio se vislumbra ms cercana, una vez se va resolviendo por la va judicial el contencioso que enfrenta a propietario y Ayuntamiento sobre su expropiacin. Lo que nos importa en este caso es que un espacio urbano tan carismtico, testigo de los momentos ms relevantes de la vida cultural de la Ciudad a lo largo del siglo (no olvidemos que el ao que viene se cumplirn 90 aos de su construccin), se recupere cuanto antes para la actividad, porque Elda lo requiere urgentemente. Para conocer la envergadura de su restauracin, lo primero ser poder entrar y establecer un diagnstico del estado actual del edificio. En esta direccin camina la reflexin del arquitecto. Desde un punto de vista netamente profesional, al realizar una primera aproximacin al significado arquitectnico del edificio que sustenta el Teatro, es verdaderamente atrayen te. Acerqumonos en primer lugar a analizar formalmente el edificio al que vemos con una factura muy aceptable, que recoge en su distribucin espacial decimonnica, de la que en la actualidad no se discute su validez. El edificio dispone de una ornamentacin de esca so inters arquitectnico, pero adecuado al eclecticismo de su poca, y no se cuestiona la asimilada imagen del posterior aadido, general pobreza de materiales empleados: se uti liza mampuesto recibo con yeso en obras de fbrica, cargaderos de madera en huecos de fachada y revestimientos generales de yeso; zcalos posteriores en mortero de cemento y arena. La estructura en formas roblonadas, disponiendo de grandes luces. nicamente se advierte el empleo de materiales, ms nobles en la ampliacin frontal en la que se emple an zcalos de cantera con despieces de aceptable tamao, labra y disposicin. Los acabados y ornamentos interiores estn realizados con yesos y escayolas. No se han apreciado pin turas de inters. Una fachada sin luces, un interior sin actividad, canalones que se vuelan. Se ha visto co mo ciertas partes del edificio sufren la influencia de los agentes externos propios del trans curso del tiempo, humedades en fbricas y oxidaciones en los hierros, carcomas en made ras y dinteles. No se puede obviar otro aspecto fundamental, que el tiempo no perdona, co Publicado en Alborada, n. 38, 1993, p. 29-31. mo son los inadecuados camerinos, sin condiciones objetivas: calefaccin, energa elctri ca, protecciones contra el fuego superadas tecnolgicamente... La rehabilitacin del teatro se hace incuestionable por varias razones, siendo la princi pal la recuperacin de la actividad cultural que histricamente ha generado. As mismo se debe proceder a la recuperacin integral del edificio para as ocupar el lugar que le corresponde dentro del patrimonio arquitectnico de la ciudad, ya que sta es tcnica y econmicamen te viable. Es un hecho evidente que nuestro parque arquitectnico y urbanstico se est empo breciendo da a da y que la actividad demoledora del tiempo se ejerce por la falta de man tenimiento de los edificios. Se est llegando a una situacin que nos lleva a perder, no sola mente el significado de la escena urbana, sino tambin el arraigo de las personas, de las fa milias, a las casas, al barrio y a la ciudad. La memoria colectiva se pierde al desaparecer las piedras, que son las imgenes, a las que sta se une. El Teatro Castelar forma una parte in disoluble con estos conceptos por lo que su recuperacin conlleva una prioridad absoluta. El desarrollo pragmtico tan mal entendido por algunos, en que se premia la labor pseu do cultural de la reposicin salvaje, contrapunteada por aquellas opiniones en las que lo vie jo como tal es bueno, llevan consigo el que por un lado se pierda sentido de la identidad y, por otro, se encorsete la actividad ciudadana. Estos conceptos no deberan limitar el desa rrollo de los correctos planteamientos arquitectnicos en la rehabilitacin del edificio, que esperamos que de forma inmediata se realice. 16; 51 1994, ario de gracia* Jos Navarro Navarro En este ao de gracia de 1994, con tanto acontecimiento -aniversario a celebrar en la Ciu dad de Elda, me dirijo a toda comunidad cristiana, desde esta pgina de nuestra entraable revista de Fiestas Mayores, en honor al Santsimo Cristo del Buen Suceso y a la Virgen de la Salud. Y me uno fraternalmente a los que ao tras ao hacen posible y viven con gozo las tradiciones religiosas de este pueblo. Siempre he considerado la importancia de aprender a valorar la propia experiencia; a interiorizarla y vivirla como una autntica riqueza que se nos da desde la gratitud. Por eso, aprovechando esta oportunidad que se me ofrece, quiero agradecer a todos, haciendo que aflore a la superficie de mi conciencia, como una fl or, la sonrisa abierta y acogedora, la con versacin sincera y la apertura franca en la convivencia, que he podido comprobar en la vi da cotidiana de los hombres y mujeres de esta ciudad. Esta acumulacin de experiencias, en tan breve tiempo que no llega a un ao, ha sido para m algo tan extraordinario que, incluso, me ha facilitado considerablemente el acceso a lo trascendente. Y es que lo humano, vivido as, es el mejor camino para entrar en el mis terio de lo esencial. Adems desde la experiencia de mi fe en Jess de Nazaret, estoy con vencido de que la perla de gran valor (Fe) yace siempre oculta y envuelta en las profundi dades de la humanidad. Desde esta sencilla y grata reflexin de mi estancia en Elda, con la mirada puesta en nues tros Santos Patronos, con la alegra, al mismo tiempo de celebrar este ao el cincuenta ani versario de la bendicin e inauguracin del templo de Santa Ana, saludo cordialmente a las cuatro comunidades parroquiales e invito a todos a participar en nuestras Fiestas Patrona les. *Publicado en Fiestas Mo:yores, n. 11, 1994, p. 12. Altar instalado en la calle A. Maura con motivo de las fi estas centenarias del ao 1904. 52 Aleluyas de La Marinera. Aleluyas conmemorativas del III Centenario Luis Maestre Amat Las aleluyas son pequeos trozos de papel de diferentes colores en los que se imprimen ver sos sencillos, inicialmente, de carcter religioso popular, didcticos que posteriormente se ilustraron con grabados de las imgenes a quienes iba dirigida la plegaria. Las aleluyas se arrojaban al paso de las imgenes en el recorrido procesional, dando una imagen multico lor mientras fl otaban en el aire. Posteriormente tambin se utilizaron con carcter humo rstico, satrico o poltico, degradndose en ocasiones con insultos o chabacaneras. Afamados poetas y dibujantes escribieron e iluminaron aleluyas alcanzando gran calidad. En la actualidad en algunas poblaciones cercanas permanece esta tradicin. En nuestra Ciudad con motivo del cincuenta aniversario de la reconstruccin de las imgenes del Cris to del Buen Suceso y de la Virgen de la Salud se recuper ocasionalmente esta tradicin co mo un acto ms del cincuentenario, reproduciendo algunos versos de los Gozos a la Vir gen. Presentamos una coleccin de aleluyas conmemorativas del l!! Centenario de la llega da de las imgenes a nuestra Ciudad. Caractersticas de esta serie es su ndole localista, pro pagando las actividades de algunos de los colectivos que participaron en las fiestas ex traordinarias del ao 1904. Queda reflejado el bordado de un nuevo manto para la Virgen de la Salud y la construccin por la Ilustre Mayordoma del ao noventa y siete de un pa belln, posiblemente el trono semejante al que actualmente se monta en el altar mayor del templo de Santa Ana durante las celebraciones del mes de septiembre y que conocemos gracias a un grabado contemporneo. En muchas ocasiones las alelu yas son annimas, sin embargo esta pequea coleccin est firmada por La Marinera. El hallazgo casual de un poema nos ha permitido identificar a esta persona y relacionarla con otro personaje destacado en las actividades sociales de la Elda de principios de siglo. El apodo de La Marinera corresponde como ella misma escribe a Josefa Romero Cata ln, madre de D. Narciso Cataln, vicario de Elda. Acompaando a estas siete aleluyas de La Marinera y el poema Saludo a Mara que nos ha permitido su identificacin brindamos por la recuperacin de esta antigua costum bre de las fiestas de septiembre. *Publicado en Fiestas Mayores, n El. 1994, p. 20-21 168 SALUDO A MARA En recuerdo Madre ma de tu hermoso Centenar en tan sealado da yo te voy a saludar dicindote, Ave Mara. Dios te salve Mara. Hermosa Reina del da con tal miedo os llego a hablar que no acierto a pronunciar un Dios te salve Mara. Llena eres de gracia. No puedo temer desgracia con tu nombre, claro est que en Ti Virgen no cabr por que eres llena de gracia. El Seor es contigo. Del ms soberbio enemigo t nos llegaste a li brar pero que no has de alcanzar cuando el Seor es contigo. Bendita eres. Si a tu hijo airado vieres Defindenos clara estrella sol hermoso y la ms bella entre todas las mujeres. Bendito es el fruto. Para remedio absoluto del rbol envenenado eres planta que ha criado Dios, y bendito es el fruto. De tu vientre, Jess. Al mundo le distes luz cuando el ngel Gabriel vino y husped santo y divino fue de tu vientre Jess Santa Mara. Mucho hay que decir de Vos y lo que ms os levanta os llamarnos Virgen Santa Mara, madre de Dios. Ruega por nosotros. De alcanzar vuestros favores tengo yo feliz aviso que en Vos piadoso oficio rogar por los pecadores. Ahora y en la hora. Mas para lograr mi suerte lo que os pido bella aurora es que me asistis ahora y en la hora de la Muerte. La Marinera ALELUYAS Unas chicas muy graciosas Lo bordan que es un encanto, por eso Virgen hermosa Las cubrirs con tu manto En la patria venturosa. ngeles parecen todas Dios les d su bendicin y t, patrona querida tu maternal proteccin. Regocjate Mara, oh! Virgen de la Salud, regocjate este da con tu querido Jess. Recibe Reina y Seora recibe este pabelln de este pueblo que te adora y hoy te ofrece el corazn porque eres la protectora y su ms bella ilusin. Con entusiasmo y amor corramos con prontitud para ver el pabelln de Mara de la Salud. Cantemos este da, cantemos con fervor; cantemos a Mara que es Madre del Seor. Cantemos este da llenos de gran placer, cantemos Mara Madre de todo bien. T nos dars tu amor en la patria celestial, en cambio del pabelln que te van a colocar. Gloria de Elda es la Virgen Mara, la salud y la vida es tambin, de Cerdea surcando los mares fue venida para nuestro bien. Desde entonces pursima Virgen desde entonces tu pueblo te adora, y por siempre sers para Elda la alegra, la palma y la honra. La Ilustre Mayordoma del ao noventa y siete a nuestra Madre adorada un pabelln la promete. Y con constancia en su empeo y con afanes prolijos, el pabelln su Virgen la dieron de Elda los hijos. Pabelln que con primor la Mayordoma actual ha bordado ricamente a la Reina celestial. 170 Con uniforme de la Cruz Roja, Eduardo Pastor Juan (1848 1919), que, adems de construir el barco San Eduardo, organiz el Batalln Infantil n 4. 53 La carabela San Eduardo! Historia de una singladura en mar arbolada (De la serie Recuerdos aejos de mi pueblo) over Gonzlez de la Honlela. Seud. de Jos Jover Gonzlez Un domingo de la naciente primavera estuve en Elda unas horas y all naci, porque all te na que nacer, esta verdica historia nunca contada, ni vista, ni menos escrita, de los avata res del San Eduardo, en una tarde de tormenta por las calles de Elda, convertidas en pro celoso mar embravecido. En la antigua calle del Val!, ms tarde Mdico Beltrn, el mdico de los pobres que de can, me encontr con dos damitas elderas de distinguidas familias y buenas amigas mas de la juventud, Pepita Anaya Maya y Raquel Botella Beltrn, esta ltima nieta del citado D. Manuel. Efusivos saludos, pues hacia bastante tiempo que no nos veamos, y despus de charrar un poco sobre cosas del pueblo y sabedoras las dos de mi empecinada costumbre de pedir pie para contar cosas de mi pueblo, no esperaron a que yo se lo pidiera, sino que casi a do me enjaretaron el siguiente: Oye,Jos! Por qu no escribes algo sobre el barco que sale delante de las procesiones el da de la Virgen ), el da del Seor Y as naci este trozo de historia de mi querido pueblo, que pienso que algn eldero de pro an recordar con placer y regusto de nostalgia los hechos que a continuacin voy a na rrar, si Dios quiere. De regreso a casa iba yo rumiando detalles de mis tiempos juveniles con el famoso bar co y ya haca tiempo que tena en mente algo sobre este tema mxime que algn da le en Valle de Elda las tribulaciones de alguien que deca que no se acordaba del nombre de di cho barco. Pues lo tienes, hombre, en el enunciado de este trabajito, y por si faltaba algo me lo dieron de pie mis queridas amigas ya citadas. Hablar del San Eduardo, as a palo seco, parece cosa balad y sin importancia, aun que la tiene y mucha. Hay que tener en cuenta muchos detalles como son eslora, manga y puntal de navo, quien lo construy y en que astillero y cuando fue su botadura. En una pa labra, documentarse a fondo cuando de un hecho importante de nuestra historia se trata, y vive Dios que esto es lo que ocurri cuando se celebr el Tercer Centenario de la llegada de nuestros Patronos a Elda. Os parece poco Publicado en Fiestas Mayores, n. 11, 1994, p. 22-25. Pensaba yo estos das donde podra obtener la informacin que necesitaba para mis pro psitos. El Archivo Parroquial, El Ministerio de Marina, El archivo de Salamanca Pues mira por donde, cuando ms conturbado estaba, la diosa Fortuna viene en auxilio del se or de la Horteta en forma de llamada telefnica. Sucede que tena que hablar con mi ami go Alberto Navarro y se me ocurri decirle: Oye Alberto!, T sabes algo sobre el barco San Eduardo que sale o deba salir delante de las procesiones del ocho) nueve de sep tiembre; Qu me dices hombre! Si ese barco lo construy mi abuelo!. Me contest. Y me qued de un aire ante tal sublime noticia. Y lo que viene a continuacin hasta la bota dura del San Eduardo est basado en los datos que me dio mi amigo, extrados de su me moria y de los archivos orales familiares, as como en alguna documentacin escrita. Bota dura que se produjo el da 6 de septiembre de 1904 a las cinco de la tarde. Don Eduardo Pastor Juan, abuelo como se ha dicho de mi preciado amigo Alberto, fue un personaje eldero de recias costumbres, un artesano completo que lo mismo montaba una fbrica de calzado que construa la carpintera de una casa, pero yo slo quiero hacer re saltar aqu sus mritos de carpintero de ribera ya que plant la carabela San Eduardo por las calles de Elda en la fecha que se ha sealado. Antes de la fecha del Tercer Centenario citado, ya circulaba por las calles de Elda, en las procesiones de los Santos Patronos una especie de barquichuela con una vela y sus corres pondientes ruedas, y la verdad es que los cronistas de la poca no le hacan mucho favor a sus comentarios. Ya en los ltimos aos del siglo pasado D. Eduardo Pastor puso mucha aten cin en la contemplacin de tal navo y yo creo que su opinin sincera interna es que era una birria, y en los primeros aos del presente tom la decisin de construir un barco acorde con la categora del momento histrico que representaba: haba trado desde la is la de Cerdea, en Italia, a nuestros Santos Patronos, el Cristo del Buen Suceso y la Virgen de la Salud. Casi nada. Puso manos a la obra y su primera medida fue empezar la casa por los cimientos, es de cir antes de calcular las medidas del barco como son eslora, manga y puntal se dedic a re correr las calles por donde discurra la procesin para tomar nota de su anchura y dems, no le fuera a ocurrir lo que a un tonelero que hubo por parte de la Tenera, que le encar garon una barrica para vino y cuando la llev al cliente hubo que tirar parte de la casa pues no pasaba por la puerta. Busc las maderas apropiadas un tratado de trabajo de carpinteros de ribera, y al fin sali el San Eduardo Una especie de hbrido entre bergantn, goleta de tres palos y cara bela como la que llev a Cristbal Coln al descubrimiento del nuevo mundo, pero qued muy aparente y de elegante presencia, siendo la sensacin y el aplauso de todo el pueblo cuan do vio en la tarde del seis de septiembre del ao del Centenario delante de la Iglesia de San ta Ana, por lo que su constructor fue muy efusivamente felicitado por las autoridades y pue blo en general. Las cavilaciones de la Mayordoma de Fiestas fueron muy intensas en orden a la bota dura del San Eduardo antes de comenzar su primera singladura. Si estrellarle una bote ha de champn en el casco, como se suele hacer en los barcos que navegan en la mar. O qu hacer. Hubo un miembro que dijo que eso no tena color local, que era mejor estrellarle una botella de vino de Camara y as hacamos patria, pero la clave la dio el Presidente de la Co misin de Fiestas cuando, muy solemne, dijo: En vista de que el barco no se puede bo tar al mal; yo propongo que se le estrelle un cntaro de agua en el casco y as pasar a la historia como el barco que se bot del mar a la tierra. Y as fue en efecto, cuando estaban en la Salve y el San Eduardo estaba all, entre la puerta de la Iglesia y el nmero uno de la calle la Pursima donde estaba el horno de la se a Balbina, sali un sacerdote de Santa Ana, bendijo el barco y le estrellaron el cntaro de agua, previamente sujeto al palo mayor de la carabela. La Marcha Real, grandes aplausos al constructor del San Eduardo, D. Eduardo Pastor Juan, y la nave que ya se dispona a zar par calle Pursima abajo, pero hubo un pequeo accidente que conviene no pasar por alto. Cuando rompieron el cntaro de agua en la proa del barco, se oy un grito muy fuerte, se guido de una exclamacin de una seorita que estaba con su madre en la primera fila del pblico: Ay madre, cmo me han puesto!, Qu te pasa, hija dijo la madre. Pues pa sa que cuando han roto el cntaro sobre el barco me han llenado de agua mi vestido que he estrenado esta maana!, Oh hija, no te preocupes por eso, pues el agua se seca y ade ms est bendecida. Y mira, que ya sale la Virgen de la Salud. Mrala que guapa est! El constructor de la nave la vio navegar varios aos por las calles de Elda hasta el ao 1919, segn me dijo su nieto Alberto, en que se lo llev Dios con l. Por all seguir nave gando en nuevos barcos celestiales. Amn. A muy escasos aos del fallecimiento de D. Eduardo ya era un seguidor infatigable del San Eduardo en las procesiones de septiembre. Siempre vea a un chiquillo vestido de ma rinero al mando de la nave, orgulloso en el puente de mando. l me conoca, pues ramos de la misma edad, y por eso en algunas ocasiones le ped que me dejara subir un ratico. Un da, cansado, me dijo: Anda, Pajarico, sube un poco, hasta la calle de la Palmera. Siempre tuve el regomello por saber por qu Antoico el Hueso cmo le llambamos a aquel chiquillo mandaba en el barco como si fuera suyo, hasta casi ochenta aos des pus, en que el da que habl con Alberto Navarro y me aclar que tambin era nieto de D. Eduardo Pastor Juan. Acabramos, hombre! Resulta que D. Antonio Gonzlez Pastor y D. Al berto Navarro Pastor son primos hermanos y por lo tanto sus respectivas madres, herma nas, como tambin fue hermano de ellas D. Ventura Pastor, que de su academia de la Plaza de Arriba sac grandes cosechas de contables para el pueblo de Elda, pues su academia era de contabilidad. Larga vida y grandes singladuras tuvo el San Eduardo. Yo me voy a referir a continuacin a la que da el ttulo a este trabajito. Lo har en trminos marineros para darle ms empa que a la historia de este barco y a las peripecias de un ocho de septiembre en que, por la maana, un gran temporal de agua haba dejado las calles con un palmo de barro. La Virgen de la Salud descansaba en el cruce Pursima-Prim mientras le cantaban los vi llancicos de costumbre. Yo, como de costumbre tambin, en primera fila, pues me extasia ha oyendo aquella msica tan deliciosa, pero sin perder de vista al San Eduardo que es taba anclado frente a la salida de la callecica que bajaba de la placita de Santa Ana. Orden de reanudar la procesin y orden de levar anclas de la nave y emproar hacia Le vante con todas las velas al viento, que soplaba fuerte de popa. A sotavento, por la parte de Camara, se vean negros nubarrones que hacan presagiar la tormenta que se desencaden en un Amn Jess. El capitn en el castillo de proa dando tajantes rdenes a la tripulacin, compuesta de avezados marinos: Los del palo mesana! Recoged trapo (velas)) refor zar foques y contrafoques! Los del palo mayor! Recoged drizas y cabos, no se enganchen en los salientes de las rocas de la orilla!. Al pasar el estrecho de la calle la Palmera, una turbonada del sureste lanz a la nave sobre un remolino (charco) y la hizo inclinarse a ba bor, yendo a dar el palo mayor con un acantilado (balcn de la casa donde viva I). Ovidio Guarinos) rasgndose un poco la vela principal. Afortunadamente, se encontraban all cer ca unas mujeres que eran zapateras y cosedoras de zapaticos a punto espada, as que con sus leznas y el hilo de palomar en un santiamn arreglaron la avera. Al llegar a la placetica de Las Monjas o del Hospital hubo una bonanza y se mantuvie ron al pairo para descansar un poco, aunque por la calle de la Balsa soplaba un leveche que no era nada bueno, aunque ya cerca estaba el ancho mar de las calles Nueva Abajo y Nueva Arriba, donde tenan que torcer el rumbo a babor y emproar hacia el Noreste, pero al lle gar a la unin de las dos calles y girar el timonel noventa grados a babor como se ha dicho hubo otra turbonada (charco ms gordo que el anterior) que hizo tambalearse al capitn, que se encontraba en su puesto de mando, y por eso de la fuerza de la inercia lo lanz al mar y el San Eduardo fue a encallar delante de la tienda del Platanero, donde un re molcador del Ayuntamiento lo rescat y puso en la ruta segura. Al capitn no le pas nada, si exceptuamos que el traje de marino que precisamente aquel ao haba estrenado en su primera comunin qued hecho una lstima. El San Eduardo sigui su rumbo sin ms novedades en aquella penosa singladura, y du rante muchos aos surc las calles elderas hasta que una galerna con fuerte mar arbolada le hizo naufragar en un aciago da del ao 1936, desapareciendo la obra que haba hecho, a prin cipios de siglo, D. Eduardo Pastor con sus grandes dotes de carpintero de ribera. Pero aquel estandarte tan vivo de las procesiones de nuestros Santos Patronos, tuvo una continuacin en los aos 40. D. Antonio Gonzlez Pastor, nieto como se ha escrito del eldero constructor de barcos, encarg otro similar, que es el que me imagino que seguir recorriendo los mismos mares que el anterior. Este seor que empez de grumete, acab de capitn del San Eduardo y honr a su abuelo construyendo con su peculio y al ayuda de otros fami liares, aquel San Eduardo que so su abuelo. Los lectores que durante tantos aos siguen leyendo mis historietas, saben del alegre de senfado en la narracin de las mismas. No en vano un entendido historiador eldero me di jo cierto da, hace bastante tiempo: Jos, eres el Cronista de la Ciudad en clave de hu mor!. Y as soy, queridos coterrneos. Me colgu la medalla y hasta que Dios quiera. Todos los hechos que se citan en esta historieta, fechas, nombres y situaciones son au tnticas y salen del fondo de la historia de nuestro pueblo. No veis en ellas ni el menor aso mo de burla o menoscabo de la categora limpia y sagrada de nuestra historia. Slamente eso: mi enorme deseo de transmitir a las cuartillas cuando escribo, mi modesta categora de eldero viejo amante como el que ms de esa sagrada historia. Y termino con otro alarde de buen humor: en la historia que habis ledo hay tres apun tes que no son tales corderos. No hubo tal cntaro de agua en el bautizo y botadura del San Eduardo. No hubo tal vela rasgada delante de la casa de D. Ovidio Guarinos. Ni hubo tal re molcador del Ayuntamiento, ni tal encalladura delante de la frutera del Platanero, pues que yo sepa no hay negociado de remolques ni dragas en el citado Ayuntamiento como no sea para sacar del Vinalop algn chiquillo que zozobre. En este caso sobraba con tirarse un chapuzn otro chiquillo y efectuar el salvamento, como ocurri conmigo en el pocico el Colao, hace ochenta y pico de aos. Saludos elderos. 54 Los festivales ciclistas de las fiestas de septiembre de primeros de siglo Alberto Navarro Pastor A mediados del siglo pasado, con los primeros experimentos en busca de nuevos medios de locomocin, que poco a poco lograran las realidades en este aspecto que hoy disfruta mos o padecemos como automviles, trenes, aviones y otros medios de rpido des plazamiento, se invent un extrao artilugio formado por dos ruedas, un manillar, un silln y un armazn metlico que lo ensamblaba todo, con el que su conductor, impulsndose con los pies en el suelo, poda recorrer relativamente largas distancias. Lo incmodo de esta for ma de hacer andar al velocpedo, que as se llamaba el invento, hizo que se buscara un nue vo sistema de impulsin, naciendo del pedal, la rueda dentada y la cadena con lo que el em puje dado a los pedales, haca girar la rueda y moverse el vehculo. Tras el fracasado experimento de hacer la rueda delantera con un dimetro superior al de la trasera, se lleg a la bicicleta casi tal como hoy la conocemos, pero mucho ms pesa da, que permita a los audaces ciclistas realizar largos desplazamientos. Todava no haba llegado a ser el vehculo del obrero en la poca en que Elda iniciaba su transformacin industrial, y an sigui sin serlo bastante tiempo, pues su coste lo hacia inasequible al salario del obrero, en aquel tiempo en que los trabajadores que llegaban a las fbricas de Elda, desde Petrel, Monvar o Sax tenan que hacer el recorrido de ida y vuel ta a golpe de alpargata e igual les pasaba a los trabajadores de Elda cuya fbrica o taller es taba lejos de sus viviendas. Por este motivo, las primeras bicicletas que llegaran a Elda a primeros de siglo se ran tan admiradas y envidiadas como lo fueron en los aos veinte los grandes Ford-T negros o Hispano Suiza que eran el orgullo de los adinerados fabricantes eldenses de calzado. Como raro artilugio con el que se poda alcanzar una relativa velocidad vertiginosa en aque llos tiempos en muchas poblaciones le reservaban un papel importante entre los nmeros de fi estas, con espectculos elegantes y muy del gusto del pblico. En ellos participaban los sport men ataviados con el uniforme de ciclista: jersey a rayas horizontales o colores vivos, pan taln ceido por bajo de la rodilla, polainas o medias cortas y zapatillas de deporte o calzado li gero. Se hacan carreras de velocidad y juegos de habilidad que eran un nmero distinguido y *Publicado en Fiestas Mayores, n. 11, 1994, p. 60-62. de novedad, ante nutrida presencia de autoridades, msica, personas importantes y, sobre to do, las seoritas de la localidad, elegantemente ataviadas para este fin. En nuestra Ciudad, en pleno auge industrial y de construccin acelerada de un entra mado social de ciudad moderna Casino Eldense, Teatro Castelar, Cruz Roja y otras mu chas iniciativas no poda dejar de llamar la atencin este atractivo y elegante nmero, pe ro no haba base suficiente en los primeros aos del siglo actual. Las extraordinarias fiestas de 1904, III Centenario de la venida de los Patronos, eran una gran ocasin para las iniciativas audaces en la busca de nmeros de gran novedad que hicieron ms espectaculares las jornadas festivas. La imaginacin de los eldenses bu lla en ideas inslitas, alguna de las cuales como la Cabalgata Histrica, se llevaron a ca bo con gran brillantes como lo atestiguan las crnicas de la poca. Entre estas sugerencias haba una que todava podernos leer en las amarillentas pginas de El Centenario, la re vista publicada en 1903-04 para realzar ms esta conmemoracin y que por las inicia les J.V. atribuimos a Juan Vidal, director de la revista y uno de los grandes realizadores de los actos de dichas fiestas. Bajo el ttulo: Concurso de ideas. Realizable peda se hi ciera una carrera de caballos festejo de mucha atraccin en aquellos tiempos v, de no poderse celebrar ste, se hiciera ...una carrera de ciclistas, que si no tan popu lar como la de caballos es, si cabe, ms culta. Para premio en este e.spectculo po dra solicitarse de las jvenes de nuestra ciudad que bordasen unas cintas con le mas alusivos a la memorable fecha que se avecina para esta villa, que sirviesen co mo recuerdo de tan fausto da.... Desconocemos el motivo por el que no se llev a efecto esta idea, tal vez por el escaso nmero de ciclistas que existiera entonces en la poblacin. Es cinco aos ms tarde cuando fructifica la idea, pues no hemos hallado en programas de fiestas o crnicas de aos anteriores a 1909, dato que permita suponer que se realizar alguna prueba ciclista en Elda. En el programita publicado para anunciar las fiestas de sep tiembre del citado ao 1909 v en los actos correspondientes al da 7, leemos: A las 5, gran concurso ciclista en las calles de D. Antonio MauraJardines, Val y Nue la, para el cual distinguidas seoritas de esta ciudad presentan primorosos trabajos en hermosas cintas bordadas para este festival, que ser desempeado por la Banda del Sr Gorg. El orden del presente e,spectculo ser el siguiente: 1, presentacin de los ciclis tas a la tribuna presidencial. 2, dos ejercicios ciclistas. 3, adjudicacin de cintas a los agraciados. 4, desfile por aquellos que ostentan las cintas alcanzadas. 5, carrera de lentitud. Obteniendo como premio un objeto de arte, regalo de D. Magdalena Santos, al ltimo en llegar a la tribuna presidencial. 6, carrera de velocidad, adjudicndose al primero, a su llegada a la tribuna presidencial, como premio el valioso regalo de la se orita Mara lamaro. El acontecimiento debi ser brillantsimo y aunque no tenemos de ello ms noticia que la referida, no es precisa mucha imaginacin para recrear el lucido desfile de los jvenes ciclis tas, con sus brillantes mquinas casi iguales a las de hoy excepto por su gran bocina avisado ra del peligro que significaban por su endemoniada velocidad, con sus atavos deportivos de vivos colores; el orgullo con que se cean las cintas rememorando las justas medievales en las que las damas otorgaban un pauelo de seda con su color o emblema, que los caballeros se ataban al brazo en signo de adoracin y pleitesa. Todos los ejercicios se desarrollaban en un corto espacio ante la tribuna presidencial, con la animada prueba de cintas colgantes, rema tadas por un anillo, que los velocipedistas deban ensartar para obtener los codiciados premios. Debi ser grande la diversin del pblico al contemplar la carrera de lentitud, con los com plicados malabarismos y alardes de equilibrio que tendran que hacer los participantes para ser el ltimo en llegar a la meta y sin poner el pie en el suelo, lo que conllevara su inmediata descalificacin. Los gritos de nimo del pblico, en especial de las seoritas presentes, ataviadas con sus mejores galas y luciendo el magnfico mantn de Manila que era prenda indispensa ble en estos actos festivos, seran continuos, a s como los aplausos y exclamaciones a los ms habilidosos que, ya eliminados otros participantes, rivalizaran en cabriolas y retenciones pa ra no alcanzar la indeseada meta ms que cuando quedaran solos en la pista. El acto final, apotesico, era la carrera de velocidad, por el circuito formado por las ca lles Maura, Jardines, Aall (hoy Ortega y Gasset) y Nueva, no sabemos si en una sola vuelta o en varias. Es digno de sealar que en aquel tiempo las calles eran de tierra, y por lo tanto con irregularidades en el suelo como baches, carriles, barro y charcos si haba llovido, al guna que otra piedra, graVilla y tierra suelta, por lo que la carrera deba de ofrecer bastan tes dificultades, superadas por el entusiasmo de la juventud de los ciclistas y el estmulo de ser contempladas sus proezas por las ms bonitas y distinguidas jvenes de la ciudad, tan to de la clase ms bien selecta como de las trabajadoras, que podan competir con aquellas en gracia y prestancia. No conocemos nombres de ganadores de aquella memorable jornada y nicamente te nemos como testimonio de aquel extraordinario acontecimiento deportivo -social, el dibu jo o foto (o ambas cosas) de uno de los ciclistas, Felipe Navarro Garca, padre del autor de estas lneas, inmortalizado por el arte del fotgrafo -dibujante -pintor Pedro Carpena Tolsa da, junto a cuya firma figura el ao 1909 en que se realiz. Cuatro aos despus tuvo lugar otra carrera ciclista, pero esta vez en las fiestas de San Antn y en lugar distinto, en la cuesta de Santa Brbara donde tradicionalmente se celebra ban las carreras de caballos y de corredores a pie. El corresponsal en Elda del diario ali cantino El peridico para todos, que firmaba con el seudnimo de El Diablo Lpiz escriba en su crnica publicada en dicho diario el 24 de enero de 1913, entre otras cosas, se cele braron ... carreras de caballos carreras largas a pie. En las carreras ciclistas ganaron los tres premios los jvenes Manuel Amat, Antonio Cataln yjess Gil Ponce..., resal tando la gran afluencia de pblico y de ... castizas eldenses luciendo el clsico mantn de Manila. Al ao siguiente, las fiestas de septiembre tambin tuvieron su festival de bicicletas, co mo se anunciaba en el programa de fiestas de 1914 para el da 6 a las 5 de la tarde: Con curso ciclista en la calle Nueva para el cual distinguidas seoritas han bordado primorosas cintas. Este acto fue amenizado por la Banda del Hospicio de Alicante, participante en los actos de fiestas junto a la de Santa Cecilia de Elda. Esta carrera estaba reservada a los ciclistas de esta Ciudad solamente, segn se infor maba en nota final del citado programa. Ya no se anuncia ninguna prueba ms de esta clase hasta que en 1928 se celebr una carrera que podramos denominar de fondo para profesionales o aficionados con ganas de serlo, porque el recorrido era todo por carretera, partiendo del empalme de la carretera de Ocaa-Alicante con la de Novelda a Elda por Monvar, pasando por el camino de Ron da de Monvar para terminar por la carretera de Alicante al sitio de partida . Como un signo del cambio de los tiempos en los medios de locomocin, sealaremos que en 1920 hubo, como nmero extraordinario de fiestas septembrinas, carreras de mo tocicletas con sidecar con premios para los tres primeros clasificados. Vulgarizado ya el uso de la bicicleta, convertido ya en le vehculo de los trabajadores, y elevado el ciclismo, al plano del deporte profesional, con importantes carreras de resonancia internacional, cuyos triunfadores eran ensalzados por masas entusiasmadas a la categora de hroes o semidioses del pedal, ya no haba lugar para la modesta bicicleta en las fiestas populares, excepto como sucedneo de los Tour, Volta o Vuelta, a nivel de andar por casa. 55 Las cosas de mi pueblo [VIII]. Est cerca el ario 2004 Vicente Valeto Bellot Qu significa esta fecha para los eldenses La conmemoracin del IV Centenario de la ll egada a la entonces Villa de las imgenes de los Santos Patronos. En varias ocasiones, la primera de ellas en septiembre de 1986, en la revista Fiestas Mayo res, ya me ocup de este tema y despus, en el Valle de Elda, fueron apareciendo trabajos inci tando a los eldenses a poner manos a la obra para que, a pesar de faltar aos para dicha cele bracin, se comiencen a crear iniciativas de actos para dar el mayor esplendor al IV Centena rio. Porque, repitamos una vez ms, qu son diez aos, los que faltan para dicha efemrides, en el transcurso del tiempo No dejemos las cosas para el ltimo ao. Bien es verdad que nues tros antecesores llevaron algn tiempo meditando sobre esto cuando se acercaba el 1904, pe ro el esfuerzo final realizado en un solo ao, de septiembre de 1903 a septiembre de 1904. Tra bajaron con entusiasmo y as lograron unas fi estas todava hoy celebradas y de cuyos pormenores dejaron cumplida cuenta en la revista El Centenario. Y si esto lo lograron en un solo ao, qu no lograramos nosotros si comenzramos ya, aho ra mismo Hubo un hombre, no nacido en Elda, pero que desarroll su vida profesional en nuestra Ciu dad, que puso su clara predisposicin al servicio del 111 Centenario y durante aquel 1903-1904 se dedic a realizar las fiestas proclamando el amor que l mismo senta por lo que represen taba aquellas dos sagradas imgenes, Jess y Mara, y toda ella qued trasladada a aquel pre ciado tesoro que el la revista El Centenario. En el trabajo que vamos a transcribir menciona el Centenario porque la corriente del ro la presenta por los actos que la Villa prepara; que no nos ocurra a nosotros que no sepamos con testar cuando nuestro corazn nos pregunte tambin: Qu cuentas del Centenario Este fue el poema que al Boticario de Elda le naci en respuesta a la pregunta: LA CORRIENTE ** En estas noches de esto voy a la margen del ro para refrescar la mente a escuchar a la corriente. Publicado en Valle de Elda, n. 1.923, 2-1X-1994. s.p. Aparecido en El Centenario, n. 10, junio 1904, p. 204-205. A escucharla, si seor porque me cuenta unas cosas, con su elocuente rumor, gratas y maravillosas. Anoche, estando aburrido, lentamente march all, y, a no engaarme el odo, escuch una cosa as. -Buenas noches, solitario, que paseas esta orilla; qu cuentas del Centenario que prepara esa gran villa No le supe contestar Y anonadado qued, y al instante volvi a hablar y as de nuevo escuch. Desde el punto de partida oigo los mismos rumores: a las plantas que doy vida a las ms fragantes fl ores, al bosque con su espesura, al monte que se alza airoso, todo eleva con dulzura el canto ms armonioso. Todo dice por doquier lo grande y extraordinario de las fiestas que han de hacer en el tercer Centenario. Hasta la luz realza en todo a la gran Naturaleza, saludando a los Patronos por su celestial grandeza. Dijo. Y tras mutismo breve mientras la brisa besaba con sculo grato y breve mi frente as se expresaba. ELDA, el preciado vergel que cantan los trovadores huyendo del oropel va a vestirse con sus fl ores! Y la hermosa Soberana al contemplar el desvelo de esa Villa tan cristiana la bendice desde el cielo. Y en sus santas expansiones desde la Cruz sacrosanta la colma de bendiciones el Cristo y la llama Santa. Y siguen sus moradores con un amor que extasa... El amor de los amores con su Cristo y su Mara! Hasta aqu oy el solitario ensimismado en la orilla. Pensando en el Centenario regres, lento, a la orilla. Y refrescaba la mente se deca en su interior: -Sigamos a la corriente, sigmosla, s, seor! Maximiliano Garca Soriano 56 El ao de los prodigios. 90 Arios de Elda Ciudad (1904-1994)* Fernando Matallana Hervs La Elda que se aprestaba a vivir aquel excepcional ao 11904, apetecido y deseado por nues tros mayores (...), risuea esperanza de nuestra vida) que no dudarlo har parn tesis en la larga serie de aos, contaba con una poblacin cercana a los 6.400 habitan tes, residente en un permetro urbano delimitado, grosso modo, por el castillo en la parte Norte, al Este el barrio de la Prosperidad, en plena construccin, final de la calle Pierrat, ca lle del Cid y barrio de Rafael Romero; la calle Jardines, recientemente abierta al trfico, con sus adyacentes S. Jos, Caada del Conejo, Lope de Vega y Cervantes, as como la calle Pa rs, formaban el fl anco Sur, mientras que al Oeste las calles Esperanza, Fortaleza y el ltimo tramo de la calle Duque de la Victoria, marcaban el lmite de la superficie construida. Vida Municipal El ao comenz con cambio de Alcalde, ya que Vicente Maestre Sempere, que vena ejer ciendo el cargo de forma accidental, fue reemplazado el 1 de enero por su compaero del partido conservador maurista Jos Joaqun Gonzlez Amat, quien se mantendra en el pues to, durante su primer mandato, hasta 1909. La corporacin estaba integrada, adems del Al calde, por 11 miembros: Primer Teniente de Alcalde: Rafael Romero Utrilles Segundo Teniente de Alcalde: Luis Castell Pay Regidor Sndico: Pedro Galiano Gil Concejales: Honorato Amat Soria, Rigoberto Maestre Bernab, Vicente Maestre Sempere, Joaqun Vera Amat, Manuel Vera Prez, Manuel Esteve Beltrn, Roque Gonzlez Amat y Constantino Prez Gras. Al anularse parcialmente las elecciones municipales celebradas en el mes de noviem bre anterior, se tuvieron que repetir los comicios el 10 de abril de 1904 en el Distrito 2 o Publicado en Alborada, n. 39. 1994, p. 45-50. Un avance de este trabajo apareci en Vivir en Elda, n. 204, septiembre 1994, p. 4-6, bajo el ttulo Elda, 1904. De Villa a Ciudad. Medioda. Esta circunscripcin estaba formada por dos secciones, la primera vot en la Es cuela de Nios (calle Independencia), en tanto que la segunda lo hizo en la Escuela de Ni as (calle Nueva). La Junta de Escrutinio, reunida cuatro das ms tarde, proclam como concejales ab s cuatro candidatos ms votados: Vicente Maestre Sempere (291 votos), Ma nuel Beltrn Aravid (288), Rigoberto Maestre Bernab (286) y Pedro Galiano Gil (260), tres de los cuales ya pertenecan a la corporacin, por lo que slo ces Manuel Vera Prez. De la problemtica local y de los asuntos corrientes que abord el Ayuntamiento en sus sesiones plenarias a lo largo de aquel ao destacan, entre otros, la designacin de com promisarios para la eleccin de senadores, el nombramiento de alcaldes de barrio y parti das rurales, el reforzamiento del deslinde con Novelda en el tramo de las canteras de Ba teig, la supresin de la plaza de cronista oficial que desempeaba Miguel Tato y Amat, la nue va divisin de los colegios electorales, la mejora del camino de la Estacin, el abastecimiento de agua potable mediante la colocacin de fuentes pblicas en los barrios de La Prosperi dad y Rafael Romero, as como en la zona del Chapitel, la desestimacin de una solicitud pre sentada por Enrique M. Ripoll de instalar y mantener la red telefnica local, la propuesta de construir una escuela de enseanza primaria en el solar del antiguo hospital municipal, el arrendamiento del impuesto de consumos para los tres aos siguientes y, finalmente las reclamaciones de la Delegacin Provincial de Hacienda sobre los descubiertos de los aos 1896-1898v 1902. Movimiento obrero y Guardia Civil A principios de siglo no podemos hablar de la existencia en Elda de organizaciones de izquierda propiamente dichas, pe() s de grupsculos socialistas y anarquistas, especialmente activos estos ltimos. Los trabajadores estaban agrupados en sociedades de socorros mu tuos, antesala del sindicalismo de clase, como El Bien General del Obrero, La Emanci pacin, La Regeneradora, La Protectora del Obrero y otras de matiz cristiano segn denota su denominacin, corno La Caridad y La Consoladora. El proceso de toma de conciencia y dignificacin de la clase trabajadora, a veces con ciertos tintes radicales, se po ne de manifiesto en textos como el que recoge El Pantano: Qu es el obrero El factor por medio del cual se vale el patrono para enriquecerse; el instrumento peor recompensado y el que ms utilidad presta; al que injustamente se le atropella cuando con razn pide o exige en huelga la remuneracin de su trabajo; el nico elemento sano que nos queda puesto que l es el que da riqueza tanto t nuestro suelo como nuestra industria; es por ltimo, la inmaculada honradez de la nacin. La presencia de un proletariado cada vez ms numeroso, capaz de oponerse a las exi gencias patronales y convocar huelgas como la que se vivi en octubre de 1903, alert a las autoridades municipales de la conveniencia de disponer en el poblacin de un des tacamento permanente de la fuerza pblica. As nos encontramos que, como consecuencia de la peticin formulada en el otoo anterior, en la sesin del 19 de junio de 1904 se informa de habrsele concedido un puesto de la Guardia Civil a esta villa, siendo ste el de Petrel, y que haba necesidad de buscar y alquilar casa cuartel para instalar la fuer za. Para ello el alcalde suscribi un contrato de arrendamiento con Damin Tldela no bregat de un edificio situado en el barrio de Rafael Romero, al principio de la calle Zo rrilla, por 800 pesetas anuales, con una duracin de 15 aos a partir del 1 de julio de 1904 y, despus, prorrogado hasta septiembre de 1933, cuando la casa -cuartel fue tras ladada a su actual emplazamiento. Casino Eldense y Teatro Castelar El espritu emprendedor y societario que ha presidido muchas de las realizaciones el denses, se dej notar tambin en 1904 en la construccin del nuevo edificio del Casino El dense y el Teatro Castelar. Otro de los efectos sociales del desarrollo de la manufactura za patera fue el nacimiento de una burguesa industrial que, una vez cont con suficientes miem bros necesit un local propio donde formar un club selecto con lo ms distinguido de la sociedad y diferenciarse del emergente proletariado fabril. El Casino de Elda vena funcionando en una casa situada en el n 29 de la calle Coln, lugar que, desde 1901, serva de punto de reunin de una serie de, aproximadamente, 50 amigos y en el que se celebraban tertulias, soirs musicales y veladas literarias. Pero, como dice un peridico de la poca aquello te na que demostrar que era algo ms que un caf, surgiendo en este grupo la idea de cons truir un edificio de su propiedad, adaptado a sus pretensiones y necesidades, donde se pu dieran practicar juegos de saln y llevar a cabo actos culturales, fiestas de sociedad, verbe nas, etc. De este proyecto en ciernes se inform a Vicente Maestre Sempere quien ofreci para ello, en las mejores condiciones y mayores facilidades, tres casas que posea en la ca lle Nueva con huertos que daban a la de jardines. La Sociedad promotora emiti 50 acciones de 100 ptas. cada una, de carcter reinte grable, que fueron suscritas en su totalidad, comprometindose los asociados al pago men sual de 1,50 ptas. El edificio primigenio no deba ser nada suntuoso, pues por la descrip cin que conocemos constaba de dos plantas, cerrado por las cuatro paredes y cubierto por un tejado de cartn cuero que se mantuvo durante tres aos. No obstante su modestia, pa rece que el inmueble colmaba las expectativas de los socios, siendo inaugurado oficialmente en abril de 1904, el Domingo de Pascua. El primer Presidente del Casino Eldense fue el maestro Juan Vidal Vera. Distinto origen tuvo el Teatro Castelar. Sus antecedentes se suelen situar en el triunfo que la Banda de Msica obtuvo en Alicante en agosto de 1900 y en la falta de un local adecua do para la realizacin de espectculos musicales, dramticos, circenses e, incluso mtines polticos, que hasta entonces se haban desarrollado en escenarios ms o menos improvi sados. Parece ser que los inspiradores del plan de edificar un teatro -circo fueron los pro pios componentes de la agrupacin musical jenaro Vera, Ramn Gorg e Hiplito Juan, quie nes impulsaron la constitucin formal, el 10 de mayo de 1901, de la Sociedad Artstico -Re creativa La Eldense, con el nico y exclusivo objetivo de construir un teatro. La entidad qued configurada con el siguiente cuadro directivo: Presidente: Jos Ma Vera Guarinos. COMISIN GESTORA Presidente: Joaqun Amat Amat. Vicepresidente: Antonio Maestre. Tesorero: Lorenso Juan Poveda. Secretario: Jos Paya Vidal. Vocales: Jos Aracil, Hiplito Juan, Constantino Prez y Enrique Llorens. El secretario redact el reglamento de la Sociedad, sacando a la venta un total de 100 ac ciones por un valor nominal de 250 ptas. cada una, de las que se suscribieron 82 por parte de 71 socios; en concepto de inscripcin se abonaron 25 ptas. y una cuota semanal de 1,50 ptas. durante cinco aos, si bien se elev a 2,50 ptas. a partir de 1905. La Eldense adqui ri 3.090 m. de terreno en la zona Sur de la poblacin, junto a lo que sera calle Jardines, de los cuales 984 m fueron destinados al teatro, mientras que el resto, 2.016 m. 2 sorteados en parcelas, dieron lugar a la urbanizacin de lo que se dio en llamar Barrio del Teatro. La primera piedra se puso en mayo de 1902 y, dado que el dinero aportado por los so cios no fue suficiente para terminar las obras, hubo que recurrir al prstamo. El proyecto tcnico fue elaborado por el arquitecto Enrique Snchez Sedeo, con unas dimensiones de 41x24x13 m., comprendiendo entre otros los siguientes elementos: - Escenario a la francesa de 14x12x15 m., ms 3 m. de foso. - Patio de butacas, de 24x19 m., con 314 asientos, 12 palcos -platea, 86 localidades de anfiteatro y 900 de general en la parte alta. La direccin de las obras y los trabajos de carpintera corrieron a cargo de Juan Jos Febrer e Hiplito Juan respectivamente, ambos socios de la entidad; el montaje del decora do fue responsabilidad del Teatro Principal de Valencia y, en concreto, la escenografa y el magnfico teln de boca valorado en ms de 5.000 ptas. de la poca fueron realizados por el artista valenciano Eduardo Amors. La entrega del edificio a la Sociedad propietaria estaba prevista para septiembre de 1904, aunque parece ser que durante los Carnavales de aquel ao ya se celebraron bailes en el re cinto construido. La apertura oficial tuvo lugar el 11 de septiembre de 1904, en plenas fies tas del 111 Centenario, con la zarzuela El milagro de la Virgen, de Ruperto Chap, representada por la compaa de Pablo Gorg y Lorenzo Simonetti, en la que figuraban las tiples Ramo na y Concha Gorg, Mara Carrasco y Josefa Mateu, el bartono Gaspar Rodrigo y los teno res cmicos Buenas y Villasante, entre otros. Pero la verdad es que el teatro no estaba terminado. La celeridad que imprimi la aproximacin del Centenario y el deseo de la entidad de verlo en funcionamiento cuanto an tes, dejaron pendientes graves carencias en lo que se refiere a decoracin y acondiciona miento: fachadas sin revocar y paredes sin enlucir, falta de cielo raso y pavimento, deficiente iluminacin, etc. El estado era tal que el edificio era prcticamente inutilizable en los me ses de invierno y no se dara por acabado hasta 1909. El hecho de que el teatro ostentase el nombre de Emilio Castelar, fallecido en 1899, hay que atribuirlo al deseo de que su recuerdo perviviera entre los eldenses y se debe considerar como un gesto de homenaje y reconoci miento a la figura del gran tribuno. El paso de Antonio Maura por la Estacin de Elda y la concesin del ttulo de Ciudad. El jefe de Gobierno pas por la Estacin de Elda en la tarde -noche del 25 de abril de 1904. Maura proceda de las Islas Baleares, donde estuvo acompaando al Rey en viaje oficial, y haba decidido regresar a Madrid a travs de Alicante. A las 17,20 h. entraba en el puerto de la capital de la provincia el crucero Ro de la Plata a bordo del cual haba hecho la tra vesa. All fue recibido, al pie de la escalerilla, por el Comandante de Marina, el Goberna dor civil y el diputado Juan Poveda, representante en las Cortes del distrito de Villena. En una lancha del mismo crucero, Antonio Maura fue trasladado al Real Club de Regatas, donde le esperaba el Alcalde de Alicante, el Gobernador militar, el Presidente de la Audiencia y otras autoridades, as como distintas comisiones. Despus de los correspondientes saludos el ilustre viajero pas al tren que haba pre parado al efecto la Compaa de Ferrocarriles de la Explanada de Espaa; en ese momento algunas personas profirieron silbidos, arrojaron piedras contra los vagones y se escucharon algunos mueras que se intentaron ahogar con los aplausos de la representacin oficial. Las muestras de desagrado se intensificaron al arrancar el convoy, compuesto por dos vagones de primera clase que fueron conducidos a la Estacin de Madrid para unirlos al tren correo. En el momento de partir, aseguran las crnicas, se dieron sonoros vivas al rey y a Maura que fueron secundadas por el pblico. Con el poltico mallorqun viajaba un pariente suyo, el jefe de su escolta y dos agentes de la polica; le acompaaba hasta Madrid el mencionado Juan Poveda y se sumaron al gru po el Gobernador civil, Juan Tejn Marn, y Luis de Rojas en labores de asistencia hasta el lmite de la provincia, pero ambos decidieron bajarse en San Vicente. Poco despus de sa lir el tren de la estacin de Alicante, desde un sitio llamado El Disco, un grupo de 30 hom bres lanzaron silbidos, muchas piedras y algn disparo de arma corta, agresin que no caus daos de importancia al convoy; poco despus los revoltosos se dirigieron a las ca lles de Alicante donde los acontecimientos degeneraron en una verdadera algarada con ro tura de algunos escaparates, por lo que tuvo que intervenir la Guardia Civil para dispersar los, sin que se produjera detencin alguna. La prensa conservadora responsabiliz de estos hechos a los republicanos federales, en tanto que el Gobernador civil present su carta de dimisin, renuncia que no le fue acepta da por el Ministerio de la Gobernacin. Una vez en Madrid y en respuesta a preguntas de los periodistas sobre su recibimiento en Alicante, el Presidente del Consejo de Ministros manifest claramente la indignacin que le haban producido estos sucesos, calificndolos de verdadera salvajada. Otro peridico recoge, con todas las cautelas, una frase que le atribuyeron a Maura referida a la capital ali cantina: No quiero saber nada de aquella gusanera. No obstante, a lo largo de las paradas reglamentarias del tren correo, la situacin se nor maliz y tenemos noticias de que Maura fue bien acogido en las estaciones de San Vicente, Sax y Villena. Al llegar el convoy a la estacin de Elda salieron a saludarle el Alcalde y los Con cejales acompaados por la Banda de Msica, por cuya actuacin el Ayuntamiento le abo nara 50 ptas. Bien fuera como resultado de aquella magnfica acogida dispensada al Jefe de Gobier no o como reconocimiento a la importancia industrial, econmica y demogrfica que esta ba adquiriendo Elda, hay que convenir que la mediacin de Maura ante el Rey fue decisiva para que ste otorgara la condicin de Ciudad al municipio que hasta entonces tena la con sideracin de Villa. En todo caso se trataba de un nombramiento meramente honorfico, cu yo texto ntegro reproducimos a continuacin: Gobierno de la Nacin. Ministerio de la Gobernacin. Madrid. Su Majestad el Rey (q.D.g.) se ha dignado eApedir por este Ministerio el Real Decreto siguiente: Queriendo dar una prueba de mi Real aprecio a la Villa de Elda, provincia de Alicante, y en atencin al aumento de su poblacin, importancia industrial y comercial y su constante adhesin a la Monarqua constitucional: vengo en conceder a dicha Villa, el ttulo de Ciudad Dado en San Sebastin a 24 de Agosto de mil novecientos cuatro. ALFOASO. - El Ministro de la Gobernacin, Juan Snchez Guerra. Sr Alcalde del Ayuntamiento de Elda. Al llegar este real decreto al Ayuntamiento, la mxima autoridad local convoc una se sin extraordinaria para dar conocimiento oficial a la corporacin, pero los ediles no mos traron mucho entusiasmo ya que no se pudo celebrar por falta de quorum, aplazndose pa ra dos das ms tarde. El 2 de septiembre, con la mitad de los Concejales, se realiz el ple no que tanto anhelaba el Alcalde; en su intervencin inform del nuevo status de Ciudad otor gado a Elda, dejando bien patente que el nombramiento se deba a las gestiones del Sr. Mau ra pues dadas las simpatas que ha demostrado por esta poblacin y a una leve indicacin que le hizo la presidencia no cabe duda alguna que su indicacin (sic) se le ha concedi do dicha gracia, con lo cual Jos J. Gonzlez Amat estaba reivindicando su parte de res ponsabilidad en este logro. En base a toda su exposicin, el Alcalde propuso tres puntos que fueron aprobados sin discusin y por unanimidad: 1) Declarar a Antonio Maura y Montaner Hijo adoptivo de Elda. 2) Cambiar el nombre de la calle de la Esperanza, una de las ms hermosas de la ciu dad, por el de Antonio Maura. 3 0 ) Que se diese el nombre de Capitn Aguilar a una calle que se estaba construyendo en el barrio de Rafael Romero en agradecimiento a los buenos servicios que pres t dicho Capitn en la penltima huelga que hubo, evitando un da de luto a la po blacin. Con posterioridad se acord poner letreros a la entrada de la poblacin con el ttulo de Ciudad, as como proceder a la rotulacin de las nuevas denominaciones del callejero. Por ltimo, dado que el jefe del partido conservador haba sido nombrado Hijo adoptivo de la Ciudad, se le deba expedir esta distincin mediante un diploma que fuera una cosa digna de tan preclaro personaje, autorizando al Presidente de la corporacin a buscar un buen calgrafo y que se le pagara del capftulo de imprevistos. Cinco meses despus, el 30 de enero de 1905, el Alcalde y el Concejal Vicente Maestre Sempere son comisionados para entregar personalmente a Antonio Maura que entonces haba dejado de ser Presidente del Gobierno el mencionado pergamino, hecho que se pro dujo al mes siguiente, a la vez que aprovechaban el desplazamiento a Madrid para recabar la ayuda del Estado en la construccin del nuevo puente de la Estacin. Fiestas del Hl Centenario Uno de los ms importantes acontecimientos previstos para 1904 era la celebracin del III Centenario de la venida de los Santos Patronos durante las fiestas septembrinas de aquel ao. Al parecer la idea de conmemorar con unas fiestas extraordinarias la legendaria ll egada de las imgenes del Cristo del Buen Suceso y de la Virgen de la Salud fue expresada por Agus tn Cavero Casez en un discurso pronunciado el 20 de septiembre de 1903. Esta idea fue entusisticamente acogida por los eldenses y ese mismo mes comenzaron los preparativos con la publicacin del primer nmero de El Centenario, revista que, con carcter mensual y una duracin prevista de una ao, dirigi Juan Vidal Vera, El Centenario se constituy en el rgano oficial de las Mayordomas nata y extraordinaria nombrada para 1903-1904, donde se aglutinaron todas las iniciativas, sugerencias e inquietudes tendentes a conseguir una mayor brillantez y esplendor en el desarrollo de las fiestas. La poblacin bulla en actividad. Se organizan por todas partes comisiones de vecinos para adornar sus respectivas calles; surgen grupos de eldenses residentes en Alicante y Bar celona que colaboran econmicamente. Por su parte, las Mayordomas establecen distintas comisiones (de suscripcin voluntaria, de tmbola y aguinaldos, de rifas, etc.) con el obje to de recaudar fondos. El deseo de allegar recursos monetarios condujo al Alcalde a obli gar a un circo que estaba instalado en la plaza Sagasta a que realizara una funcin en be neficio de la Patrona. La Asociacin de Hijas de Mara prometi regalar a la Virgen, y as lo hizo, un corazn de oro exornado con una corona de rubes y esmeraldas con los nombres de las asociadas. Otras entidades que aportaron su colaboracin econmica y personal fue ron los Gremios de zapateros y del comercio, los arrendadores de la huerta y la empresa con cesionaria de los consumos, adems de la obvia participacin municipal y eclesistica. El Centenario convoc un concurso de ideas para incluir en los actos festivos al que con currieron propuestas ms o menos pintorescas, que fueron desestimadas, como la disputa de una carrera hpica, de una carrera de cintas o la apertura de una cuenta de 1.000 ptas. en la caja de ahorros al nio o nia que naciera el 8 de septiembre de ese ao. No corri igual suerte la proposicin de celebrar una Cabalgata Histrica, efectuada por Miguel Ta to y Amat, que al fin y a la postre se convertira en el acto ms importante y recordado de los festejos. El resultado de los trabajos de preparacin fue un apretado e intenso programa que dio cuerpo a las fiestas del III Centenario, celebradas con la Ciudad completamente engalana da y luciendo una artstica iluminacin entre los das 6 y 20 de septiembre de 1904, a lo lar go de los cuales tuvieron lugar solemnes oficios religiosos (misas, entrada triunfal de los Pa tronos, tedum, procesiones, vsperas, novenario, etc.) que alternaron con otros de carc ter cvico (Cabalgata Histrica, batalla de confeti y serpentinas, etc.), artstico (Alborada, bai les populares, concurso de mantones de Manila, castillos de fuegos artificiales, veladas mu sicales, disparo de morteretes, etc.), caritativo (reparto de bonos de comida y limosnas en tre los pobres) y ldico (cucaas, despegue de un globo aerosttico, etc.) En las fiestas tomaron parte distintas sociedades musicales, como la Banda Primitiva de Alcoy, la del Regimiento de Infantera de la Princesa, con guarnicin en Alicante, la Ban da Civil de Muchamiel y la Banda de Msica local, as como la Orquesta Artstica dirigida por Francisco Santos, y la orquesta y coros preparados para la oportunidad por el maestro Ra mn Gorg, contando con la destacada actuacin de la soprano Milagritos Gorg. 57 Pablo Gorg: otro triunfador de la familia ,0 1 lidian Lpez Este personaje es de los pocos alicantinos que gozaron de mucha fama y justo prestigio en el gnero lrico durante el primer tercio del siglo XX. Siempre constituy una garanta en el buen hacer, al pblico no le importaba la obra que iba a interpretar, su inters se centraba en Gorg. Nunca defraud ni como bajo de voz hermosa ni como actor, que lo fue en todo momento. [lizo de todo; pera, zarzuela, opereta y hasta obras que se desarrollaban en am bientes policacos. Pablo Gorg naci en Alicante en 1881. El da y el mes lo desconocemos, al igual que su maestro. Podemos deducir que pudo serlo su hermano Ramn, ms joven que l; I). Pa blo, su padre, aos ms tarde cre la Compaa Lrica Familia Gorg, que como bien sa bemos la componan: Pablo, Ramn, Rafael, Francisco, Jos Miguel, Ramona v Milagritos, unos como msicos y otros como cantantes. En Europa, a finales del siglo pasado triunfaban las operetas vienesas y este joven can tante hall en este gnero un ancho campo para mostrar su talento y sus facultades de can tante. Cuando se disolvi la compaa familiar pas al Teatro Tvoli de la Ciudad Condal, co mo bajo bartono, y su consagracin lleg con la parte de Pascual en Marina al tener que sustituir a un compaero enfermo. El triunfo que obtuvo fue grande y prometedor, y durante aquella y la siguiente temporada cant en tan prestigioso escenario zarzuelas como La can cin del nufrago Ni El lego de San Pablo (obra pstuma del maestro Caballero que com plet Amadeo Vives). Durante los primeros aos de este siglo, Pablo Gorg cre su propia compaa, con la que recorri casi toda Espaa. Es lgico mencionar que fue un espectculo que comparta con Lorenzo Simonetti el que inaugur el Teatro -Circo Castelar, el 11 de septiembre de 1904, con la zarzuela titulada El milagro de la Virgen, de Ruperto Chap. No dur mucho su aventura empresarial porque enseguida fue fichado por otra com paa, dentro de la cual recorri triunfalmente los escenarios de Espaa y una buena parte de Sudamrica. En 1916 interpret en el Teatro Reina Victoria de Madrid una de las opere tas ms conocidas: La casta Susana. El xito que alcanz fue notable porque habl, cant hasta bail con la soltura de un profesional. Tambin algunos peridicos de la poca men *Publicado en Valle de Elda, n. 1950, 10-111-1995, p. 11. cionaban las creaciones que haca en El maestro Campanone, El anillo de hierro o en Don Gil de Alcal. Esta ltima obra la grab en disco con Maruja Vallojera, Marcos Redondo y Antonio Palacios, despus de estrenarse en el Teatro Novedades de Barcelona. Tambin, aunque no con la asiduidad que l hubiera deseado, cultiv la pera, siendo muy destacadas sus actuaciones en Rigoletto, Tosca y Ada. Esta faceta no nos debe de ex traar porque se haca el dueo de la escena y con su buena voz, su presencia y sus dotes de actor. Esto ltimo lo demostr cuando D. Enrique Rambla, conocido director de muchos espectculos, le pidi que sustituyera a un actor, Salvador Sierra, que se haba puesto en fermo. Acept esta invitacin, actuando en muchas ciudades espaolas y portuguesas, don de cosech grandes xitos, al igual que le sucedi en Madrid, en el Teatro Apolo, con la obra Trianeras, de Muoz Seca y Prez Fernndez, con msica de Vives. Su trabajo en esta re presentacin fue la creacin de un tipo alemn, lleno de matices, que se reflej en distintos peridicos de la capital y fue muy recordado. Muy poco antes de iniciarse la Guerra Civil espaola se retir del escenario hasta que muri, en Barcelona, a finales de la dcada de los cuarenta. 1 93 58 El barco, mi nieto y... yo* Camilo Valor Gmez Hablar del barco de las procesiones de la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso, conmemorativo de aquella arribada desde Cerdea, es para m un tema que ntimamente me apetece muchsimo contar, por el hecho, quizs para muchos sin importancia, que si me per mits os paso a relatar. Con grata sorpresa pudimos ver todos en las pasadas fiestas, cmo el barco haba sido renovado en su totalidad, con un espign de proa muy esbelto, cuyo velamen desplegado a todos los Tientos, magnficamente calafateado y estrenando o reestrenando nombre: San Eduar do. Vaya y vaya. Qu chulo! Cuando lo vi bajar por la calle Jardines, me sent transportado a mi juventud, es ms, a mi niez y en un instante se me acumularon los recuerdos (debo tener buena memoria, por que hacia la tira de aos). En aquel tiempo, siempre que el barco pasaba por debajo del balcn de mi casa, en la calle Nueva, lo miraba boquiabierto, pero sobre todo miraba a los marinos que lo ocu paban, porque casi siempre eran los mismos. Me preguntaba cuando los vea, qu habra que hacer, no ya para patronearlo que habra sido la pera, sino por lo menos para poder montar en aqul, me pareca entonces magnfico velero. Nunca pude conseguirlo. Aquello me traumaba cada ao (lo de traumaba se dice ahora, antes simplemente me cabreaba). Afor tunadamente se me pasaba enseguida, hasta el ao siguiente que se volva a despertar en m, la infantil envidia que me hacia desear subir y hacer el recorrido procesional con los dems marinos. Pues bien, el da de la Virgen de las fiestas del ao pasado, cuando vimos venir el bar co, y teniendo como tena aupado a mi nieto en brazos, se me encendi una lucecilla y me dije: sta es la ma. Le hice admirarlo y desearlo, dicindole: And qu barco, qu chu lada, qu gay, Te gusta, Quieres subir, el nio, ni corto ni perezoso, S, s, s, su padre Que no, que no, ni hablar, l, Que s abuelo, que s. Entonces vi que delante del barco y controlando su navegar asfltico, vena Jess Martnez (hijo de aqul Antonio Mar tnez, carpintero, que con sus numerosos hijos, fue durante muchos, muchos aos, el alma de lo que podramos llamar la tramoya de las fiestas de septiembre, montando y desmon tando el trono, su mecanismo). Controlando y preparando, andas, carrozas, rampas, bar co, etc., para que todo estuviese a punto. Habra que recordarlo en algn momento, y le di * Publicado en Fiestas Mayores, n. 12, 1995, p. 15. 194 je al chiquillo: Ese seor que va delante se ll ama Jess. Pregntale si te sube. Crea que no iba a hacerlo, pero de pronto, rompiendo el respetuoso silencio de la Procesin, una voz blanca, aguda, grita: Jesuuuus, Jesuuuus, me montas. Jess que no sabe de dnde sale esa voz infantil, gira la cabeza intentando averiguarlo, me ve con el nio en brazos y se di rige hacia nosotros, coge, con agrado, ami nieto en volandas, lo ll eva hacia el barco y lo su be junto a otros dos nios que ya iban instalados en el mismo. Como responsable del hecho, me desped de mi familia y fui acompaando el barco y controlando a mi nieto durante el resto del recorrido de la Procesin, y disfrut tanto ha cindolo, fue tan emotivo, que vindome reflejado en el cro, me saqu la espina de mi in fancia, pues bamos en El barco, mi nieto y... yo. 59 Las cosas de mi pueblo [IX]. Hombres que colaboraron en El Centenario Vicente Valero Bel lot Al aproximarse el mes de septiembre que los eldenses consagramos a venerar con acendrado amor a nuestros excelsos Patronos, la Stma. Virgen de la Salud y el Stmo. Cris to del Buen Suceso, es casi obligado desempolvar de nuevo esa joya literaria que con to do el cario posible guarda mi modesta biblioteca, El Centenario. En l, cual pozo ina gotable, encuentro siempre trozos de la historia de mi querida Elda y de sus hechos ms transcendentales relacionados con el III Centenario de la llegada de las imgenes de nues tros Santos Patronos. Debo destacar de entre tantos trabajos tan eldenses, las colaboraciones de El boticario de Elda, Maximiliano Garca Soriano que, aunque nacido en la murciana ciudad de Yecla, se con sideraba, por sus aos de residencia regentando una farmacia, tan eldense como el primero, por su amor en general a la Ciudad y en particular a esas dos verdaderas joyas que tenemos como Santos Patronos; el sacerdote hijo de Elda, don Francisco Maestre Prez; fueron varios ms los colaboradores que tuvo El Centenario, don Agustn Cavero, hijo ilustre de la ciudad, don Bal domero Alonso Alonso, sacerdote, don Antonio Cremades, don Miguel Tato Amat y otros muchos, todos ellos ponan en sus trabajos todo el amor que sus corazones eran capaces de albergar ha cia la Virgen y el Cristo. Si pretendiramos publicar todos ellos necesitaramos varios aos, pues son dignos de ser conocidos. Pero me voy a limitar en este extraordinario de Valle de Elda, al que Maximiliano escribi refirindose a la Virgen y el de don Francisco Maestre, recogiendo un pensamiento del Pa pa Inocencio. El primero dice as: MADRE!... ** Madre de los eldenses, Virgen preciada, por tus amantes hijos tan adorada, bella y hermosa como una rosa *Publicado en Valle de Elda, n. 1970, 1-1X-1995, s.p. **Aparecido en El Centenario, n. 1, septiembre 1903, p. 9-10. de Alejandra; el anglico encanto, por tu belleza; lo bello, lo sublime, por tu grandeza, an ms que los celajes del nuevo da. Mucho ms pura que todos los suspiros de serafines, gloria y ventural. . . grata como el aroma de los jazmines; con ms dulzura que la rtmica lira de un gran poeta y sencilla y humilde como la violeta. Yo que perd a mi madre siendo muy nio, y, al perderla, quedme sin su cario el nico que existe y nos da calma que brota a torrentes de nuestra alma! A ti, Reina del cielo, puesto de hinojos, con acerbos dolores, llanto en los ojos ms con dulce esperanza, hoy me dirijo para que T me acojas corno buen hijo. Tu tmor imploro porque te adoro; por ser Reina de Reinas, la Soberana; por la que yo, tu hijo, tanto se afama, flgida estrella, blanco lucero, imagen bella, te amo, te quiero como a la Madre Santa que hube perdido, y pues que ya no tengo la madre aquella, no me relegues nunca, Madre, al olvido. .. No me abandones, no . .., ni un momento! que soy como una arista que lleva el viento en sus grandes, continuas oscilaciones... Madre de los eldenses!.. . dulce consuelo, inapreciable joya, luz y poesa encanto, paz, roco, mi gloria y cielo, s T mi inspiracin, mi faro, gua ... y henchido de entusiasmo, con grato anhelo, exclamar gozoso: Ay!, Madre Ma. 197 El segundo de don Francisco Maestre, recogiendo un pensamiento de S.S. el Papa Ino cencio * dice as: LA NAVE Y LA ESTRELLA ** Marino que cruza el mar de este mundo Que lleno de escollos y sirtes est, eso es el hombre; tal es su destino; y acaso sin nave y estrella estar Sin nave do vaya ni estrella que gue jams el marino se lanza a la mar; mar es el mundo y mar proceloso; y el hombre sin ellas se habr de encontrar. . . Ah, no! Pues las tiene. El sacro madero, la Cruz donde el Hijo del Hombre expir, esa es la Nave que nunca naufraga, la Nave que el Cielo al hombre le dio. La Estrella... es Mara; la Virgen sin mancha, la Madre de Cristo y nuestra a la par. Ella es la estrella Esplndida y fija Que al hombre acompaa el mundo al cruzar. Quien quiera este mundo cruzar sin temores y cierto, seguro de no naufragar; riesgos, bajos y escollos salvando, y al fin del viaje feliz arribar. . . preciso es que tome la Cruz como Nave y siga a Mara... que Estrella es del mar Cristo y la Virgen: he aqu, pues, del hombre la Nave y la Estrella que lo han de salvar. Inocencio X, Papa entre 1644-1655, retratado por Velzquez hacia 1650. Aparecido en El Centenario, n. 5, enero 1904, p. 107. DIRECCION GENERAL li iE EA GO110111 CIVIL 04 )( 4-0 SECCION 2. 5 NEGOCIADO 2. TERCIO COMANDANCIA DE LINEA DE.. PUESTO DE ,Idez ~14 ....0 1 : COMPAIA Fecha de la creacin, en .....J.. de (1hdr Dotacin. Infantera: L . Sargentos. .......e Cabos, Cornetas, Guardias primeros, Guardias segundos. Dotacin. Caballera: Sargentos, Cabos, Trompetas, . Guar dias primeros, Guardias segundos. Contrato aprobado por R. O. dc Gobernacin, fecha de de Por . el Estado pesetas. Alquiler anual. Por el Ayuntamiento .919- dem. Por particulares dem. Pabellones de Jefes ;de Oficiales Idem de tropa . para casados. Casa -cuartel . . Idem d. para solteros. Cuadra para caballos. Tarjeta estadstica del Puesto de Elda. (Direccin General de la Guardia Civil. Servicio de Estudios Histricos. Madrid). 60 Notas sobre el cuartel de la Guardia Civil de Elda: Alberto Navarro Pastor El 7 de septiembre de 1933, el pueblo de Elda se congreg en la calle Lamben) Amat pa ra ser testigo de un acontecimiento transcendente de las fiestas de aquel ao. Ea inaugura cin de la Casa Cuartel de la Guardia Civil. Con este acto se culminaba una gran aspiracin de la poblacin de contar con esta Casa Cuartel amplia, capaz de albergar todos los servi cios de la. fuerza que se iban a instalar en l y que hasta entonces haba utilizado un local de escasa capacidad, destinado a cuartel desde 1904, en cuyo ao se otorg a Elda un puesto permanente del benemrito instituto. Este primer cuartel estaba situado en la calle Zorrilla, dando espalda a lo que despus fue la Casa del Pueblo y Casa Sindical en la calle Menndez Pelayo, en una de las casas del barrio levantado por los industriales Rafael Romero y Damin Tudela, junto a la plaza de Sa gasta. El local fue arrendado por el Ayuntamiento, que abonaba el alquiler del mismo. Desde 1904 hasta 1933 permaneci el puesto de la Guardia Civil en tal lugar, con un per sonal excesivamente reducido para la importancia industrial de la poblacin, y cuyos efec tivos deban ser reforzados por nmeros procedentes de otras poblaciones cuando se pro ducan conflictos sociales, alteraciones del orden o huelgas especialmente agitadas. Ya en 1920 se haba proclamado como necesidad urgente la de dotar a la ciudad de un mayor contingente de este cuerpo, facilitando el Ayuntamiento un edificio de mayor capaci dad especialmente construido para satisfacer las necesidades de la plantilla con su patio de armas, cuadras para los caballos, viviendas en la parte alta para las familias de los guardias y dems instalaciones para el buen funcionamiento del servicio. En marzo de 1932 se form una comisin de propietarios e industriales para cons truir a sus expensas este Cuartel y ofrecerlo al Ayuntamiento de cuya comisin formaron parte los concejales Juan Lorenzo Carpena, Jess Gil Ponce y Martn Elopis Taltavull en representacin municipal. Esta comisin emiti acciones, adquiridas por las personas importantes de la ciudad con cuyo importe se llev a cabo la adquisicin de los terre nos en la calle Lamberto Amat y la construccin del edificio. Por estas acciones, el Ayuntamiento pag intereses a sus titulares y fue amortizando las que le fue posible den tro de su limitado presupuesto. Publicado en Valle de Elda, n. 1976, 13-X-1995, p. II. De esta forma, el 7 de septiembre de 1933 se lleg al acto solemne e importante de la entrega del Cuartel con presencia del Gobernador civil, del Coronel Jefe de la Guardia Civil, seor Ochotorena; Teniente Coronel, seor Aznar; Alcalde de Alicante, Lorenzo Carbonell, Alcalde de Elda, Joaqun Vera Prez y muchas otras personalidades. La Guardia Civil recibi una preciosa bandera, costeada por suscripcin popular, que fue izada en el balcn princi pal del edificio, bajo del escudo con la corona mural, representativo de la Repblica, escu do que ha sobrevivido a las cambiantes circunstancias histricas por todos conocidas. El ac to fue de gran emocin y participacin popular, con discursos, himnos . y aclamaciones. Desde dicha fecha hasta hace poco, exceptuando el periodo trgico y excepcional de la guerra, ha sido un baluarte del orden y la seguridad ciudadana, habiendo servido en 1939 de acuartelamiento de las fuerzas de ocupacin de Elda, del Regimiento nmero I de Argel, al mando del Comandante Pedro Ruiz Maza, hasta su marcha de Elda, volviendo a su exclusivo destino de Casa Cuartel de la Guardia Civil. Uno de los mayores accionistas del Cuartel, Francisco Vera Santos, hizo entrega al Ayun tamiento, gratuitamente de las obligaciones que posea, y en pocos aos el Ayuntamiento por donacin o amortizacin, fue adquiriendo las que todava quedaban en manos particulares, abonando los intereses correspondientes por lo que en 1945, durante la Alcalda de Jos Mar tnez Gonzlez, qued el Ayuntamiento como nico propietario del edificio, probablemente cedido al benemrito Cuerpo a perpetuidad mientras continuara desempeando el mismo destino para el que fue construido y cedido. Hoy, las fuerzas de la Guardia Civil tienen nuevos cometidos y su rpida posibilidad de despliegue y desplazamiento hace que se centralicen en puntos determinados, como ocurre actualmente con el Destacamento de Novelda, del cual dependen los escasos nmeros que han quedado en Elda. El Ayuntamiento eldense ha solicitado que el edificio, ya prcticamente sin uso por la fuerza y con una presencia casi simblica de sta, pase a ser acuartelamien to de la Polica Local, hoy en precarias condiciones de instalacin. De producirse este hecho, sera en realidad la recuperacin de un edificio emblemti co que Elda cedi hace sesenta aos para un fin determinado y que el paso del tiempo ha dejado sin este exclusivo uso. 61 Las fiestas del Segundo Centenario en Montesinos* Jos Antonio Ortega Canits J os Antonio Montesinos Prez y Martnez (1745-1828), catedrtico de Humanidades de la Universidad de Santo Domingo de Orihuela, es autor de la obra manuscrita que con el ttu lo de Compendio Histrico Oriolano recoge la historia y las efemrides del obispado de Orihuela y de los pueblos de su Gobernacin. Se trata, sin lugar a dudas, de una obra mo numental, no slo por los veinte volmenes que la integran, sino tambin por la ingente y variada informacin que suministra el historiador y erudito en general. En el captulo 11 del volumen X, que versa sobre Las Excelencias, y Fundacin de la Muy Noble . y Fidelsima Villa de Elda, su Parroquial Iglesia, Hermitas Iltes. Hijos Suyos, con otras cosas, em pezado a redactar en 1795, el autor, que no cesaba de actualizar su obra, resea aconteci mientos posteriores a esta fecha, entre los cuales destacan los actos conmemorativos en 1804 del Segundo Centenario de la venida de nuestros Santos Patronos. No se limita a esto ltimo y con carcter retrospectivo refiere tambin los sucesos de 1604, dando cumplida cuenta de la leyenda de la venida de las imgenes y de las circunstancias que condujeron a sus res pectivas advocaciones. Este apartado de nuestra historia lo conocamos hasta el momento actual principalmente por la obra Elda de Lamberto Amat (1873), el opsculo de Gonzalo Sempere Juan Noticia interesante para los hijos de Elda (1876) y las memorias del vica rio doctor don Juan Toms Sempere, que se publicaron en dos entregas en la revista El Cen tenario (1903-04). A lo largo de este artculo revisaremos la aportacin de Montesinos con trastndola con dichas fuentes y diremos algo acerca de las dcimas sobre la venida de las imgenes que segn Montesinos aparecieron entre los ornatos de la fachada de una casa del pueblo en el Centenario de 1804, composicin potica que transcribiremos ntegra. La leyenda de la venida de las imgenes es ofrecida por Montesinos de manera casi idn tica a la que ya conocamos. Coincide Montesinos con los autores eldenses en la falta de ad vocacin hasta 1648 para la imagen de la Virgen y hasta 1714 para la del Cristo; pero mien tras Amat y Toms Sempere advierten que la Villa de Elda se vio libre de la peste de 1648 por la proteccin de la Virgen de la Salud, Montesinos escribe que despus de dicha peste lle g contagiarse en algunos pocos de la Villa, acudieron todos al amparo de Mara Sma. Por medio de esta Sta. Imagen, y pusieron los pocos apestados, donde hoy estn los co rrales de ganados y sin pegarse otros, sanaron en el instante. Del Cristo nos dice tam * Publicado en Fiestas ,llayores, n. 13, 1996, p. 20-22. 202 bin que por estar colocado en la capilla del linaje de los Alfaro, decan las gentes el Sto. Christo de Alfaro. Segn G. Sempere, don Jos Maestre, cura Prroco de Santa Ana, deci di en 1714 dar el ttulo al Santsimo Cristo que excitase ms a la devocin; Monte sinos aade que lo hizo persuadido este por dos Religiosos Venerables Descalzos, de Sn. Francisco, q. transitaron por Elda ( .). Cuenta G. Sempere que el nio de cuatro aos que vestido de ngel sac las suertes era Francisco Carrin, hijo de Francisco y de Angela Ruiz; Montesinos, para quien se ll amaba Juan Carrin y era hijo de Juan y Antonia Vera, in troduce la siguiente nota macabra: (este nio) aunq. lo humano parezca otra cosa, de bio lograr mejor Suceso, q. es lo eterno; pues luego q. concluy de sacar las Suertes, que d manco, y pribado del brazo derecho, con q. la sac, y dentro de dos Meses, murio, y pas gozar de los Bienes Eternos, en la Patria de los Bienaventurados, y Justos. Ninguno de los autores eldenses refiere nada acerca de la conmemoracin del Primer Cente nario de avenida de las imgenes; Montesinos s, aunque bien poco, pues se limita a darnos el nom bre de los clrigos que intervinieron en los oficios religiosos celebrados durante el Triduo. En cuanto a las fi estas del Centenario de 1804, hasta ahora slo disponamos de la re lacin de Juan Toms Sempere, quien como Prroco de Santa Ana tom parte activa en las mismas. La relacin que nos ofrece Montesinos puede ser considerada inmediatamente pos terior a los hechos referidos. En li neas generales ambas coinciden, aunque presentan algu nas discrepancias ms o menos de detalle, como veremos. La maana del da de las vsperas, 7 de septiembre, las imgenes fueron sacadas de la Iglesia y colocadas en unos altares que, para el Prroco de Santa Ana, estaban ubicados en la calle de la Posada, y para Montesinos, en cambio, a la salida de la Villa, en el Sitio lla mado del Chapitel. Toms Sempere comenta la celebracin en dichos altares de una loa, de la que refiere el tema y elenco interpretativo, pero omite el ttulo que, segn Montesinos, era Colocacin festiva del Smo. Chisto del Buen Suceso y de Nra. Sra. de la Salud. Tam poco estn totalmente de acuerdo ambos autores sobre la procedencia de los msicos; pa ra el Prroco vinieron de Elche y Sax; en el Compendio leemos que vinieron 22 Msicos con su Maestro de Capilla de la Ciud. De Alicante; y 16 con instrumentos fuertes de la Villa de Sax (..). Sobre los religiosos que intervinieron en los oficios celebrados en la Igle sia de Santa Ana durante estos das, vase el siguiente cuadro: J. Toms Sempere Montesinos da 8 oficiante: Andrs Berenguer Antonio Sala predicador: Salvador Gonzlvez Toms Rubira da 9 oficiante: Juan Martnez Mas. predicador: Padre Larache Vicente Gabaix da 10 oficiante: Pablo Escolano. predicador: Luis Cerezo Luis Cerezo da 11 oficiante: Flix Mart predicador: P. Lector Arnau Juan Manuel Ibarra. Observamos que Toms Sempere, salvo en una ocasin, no refiere nunca la identidad del oficiante, pero s la de los predicadores, y que de estos cuatro, ambos autores solo coin ciden en la identidad de uno. Al hablar de dos procesiones generales que se efectuaron, Montesinos no olvida pon derar el nmero de participantes, ni el estamento, ni el lugar de procedencia de los costa leros (Orihuela, Elche, Alicante, Novelda, Villena, Petrer, Crevillente, Aspe, Monfbrte y otros pueblos) Segn Toms Sempere en la del da 8 Hubo 5 paradas, que eran los al tares que se encontraron en su vuelta; es Montesinos quien nos brinda el emplazamien to, dedicacin e iluminacin de estos altares: 1. Casa de don Francisco Rico, dedicado a san Antonio Abad, con 219 luces. 2. Mediacin de la calle Nueva, dedicado a la Pursima Concepcin, con 196 luces. 3. Portal de san Francisco, dedicado a san Juan Bautista, con 289 luces. 4. Casa de don Joaqun Linares, dedicado a san Buenaventura, con 250 luces. 5. Plaza de Abajo, dedicado a san Joaqun, con 260 luces. No se tuvo slo cuidado en la preparacin de estos altares para el trnsito de la proce sin. Toms Sempere escribe que para este acto las calles estaban ricamente adorna das con sabina entretegidci, muchos cobertores, cuadros, lminas y otros adornos del mayor gusto; y sin entrar en detalles, menciona como las casas ms notables por su ade rezo las de Miguel Sempere, Joaqun Linares, Francisco Rico, Manuel Sempere y Lorenzo Sn chez. Montesinos, en cambio, se explaya ms en este punto y nos da una lista an ms ex tensa al tiempo que se detiene a consignar cuantas lindezas engalanaban las fachadas e in cluso el nmero en que algunas de stas aparecan; hemos, pues, de aadir a la lista pro porcionada por Toms Sempere las casas de Jos Amat y Gonzlez, Flix Mart, Antonio Gan ga, Joaqun Ferrando, Antonio Sempere, Gabriel Amat y Manuel Vera de Lorente. Conviene que prestemos atencin especial a la descripcin de la casa de este ltimo y transcribamos todo lo que nos cuenta Montesinos al respecto: La de Manuel Vera de Lorente estuvo todo su frontispicio adornado con damascos, espejos, cipreses de sabina, embutidos con jasmines blancos artificiales, circuidos de varias bolas, .y faroles de dUrentes colores hasta el nmero de 312; en cuyos lados se lean estas curiosas DCIMAS 1 la Cerdea llegaron Dos peregrinos hermosos Y por Coloma animosos con humildad preguntaron: Ass q. luego encontraron Su Excelencia preguntan, q. guando los Mares surcan para los Reynos de Espaa y s desea campaa, ellos dos tambin buscan. II Su Excelencia les pregunta, de donde sois, Peregrinos Y de q. patria, caminos partisteis en vuestra junta por nuestra tierra pregunta ha de saber Su Excelencia, q. al ir pedir licencia de nuestro Padre, y Solo); nos mand con gran rigor el secreto de la ausencia. III Con atencin he escuchado vuestro decin Peregrinos y q. equipage, decidnos, llevals en vuestro cuidado dos arcones nos han dado de gran mlor, importancia; y al saber de su constancia, y tan bellos procederes; Si embarcarlosSeon quieres, Os lo decimos con ansia. IV Pues llevadlos, sin tardanza, y meterlos en la Nave, y maana, como un Ave, partiremos sin tardanza; 31 nuestro anhelo descansa, en Si Excelencia el consuelo, y en el barco sin recelo, los dos arcones dexamos, y ahora Nosotros partamos, nuestra Patria de un vuelo. V Los Peregrinos buscar manda luego Su Excelencia, mas por mucha diligencia, no los pudieron hallar; A la Nave sin cesar al punto vela dieron; y al instante conocieron ser el Milagro constante q. en el Muelle de Alicante la Nave luego vieron. VI Del Barco tierra salieron todos los q. en l haba, y postrados poln . (1, muchas gracias Dios dieron; los Arcones conduxeron la aduana, y reparan q. en breves Letras cifraban su destino, q. decan: para Elda, y lo entendan, con claridad q. mostraban. Esta es la poesa a la que aludamos al inicio. El Compendio abunda hasta tal punto en incisos o excursus como hagiografas, controversias y otras piezas de circunstancias que a veces raya en la miscelnea. Por lo que hace a la autora de las poesas que intercala aqu y all Montesinos, encontramos que: O bien son obras suyas, como l mismo indica. Suelen ser piezas aisladas, localiza das al comienzo o al final de cada captulo (o de cada volumen), normalmente a la vuelta de un folio que presenta por delante una ilustracin. Tal es el caso del soneto titulado A la dolorosa Pasin, y Muerte deJesuChisto que figura en la vuelta del folio donde aparece di seado a mano alzada el escudo de nuestra poblacin. El autor, otro que Montesinos, aparece expresado. As, por ejemplo, al trazar la biografa de don Juan Coloma, transcribe la octava que Cervantes le dedicara en el libro VI de La Galatea. Otras veces, como en las dcimas anteriores, presenta el poema como annimo. Hay otro caso en el captulo dedicado a Elda. Al describir los actos con que el convento eldense de Nra. Sra. de los ngeles festej la beatificacin de Nicols Factor en 1786, relata que en la fachada del convento firmaron en ambos lados, haciendo dos calles, como una base recta la al tura del primer piso, sobre el dintel de las ventanas: sobre ella se contenan pequeas pi rmides, alternando con otros remates ovados, y en cada uno de estos haba escrita una seguidilla, componiendo entre todas una breve Suma de la Vida del Beato Factor en estilo joco -serio, cuyo contenido se poda leer al reflexo de la luz, que interiormente contena ca da una de estas Invenciones Y aade la Poesa no era desagradable, por lo q. no juzgo im portuno copiarla aqu para entretener mis amados lectores. Tras estas palabras, como po dr adivinarse, tenemos la poesa mencionada, con un total de 256 versos. De modo similar, en el captulo dedicado a Callosa de Segura escribe que durante los actos con que la comunidad serfica de dicha Villa celebr la beatificacin en 1792 de fray Andrs Hibernn, repartidas en tre la alhameda del Combento, y su portico de Iglesia, y Portera, se fi xaron en papeles cu riosamente pintados, las siguientes Quartetas compuestas por algunos Poetas bisoos, y de poco gusto, pero tal qual son, son all van, para honesto recreo del Lector. Podramos se guir multiplicando ejemplos similares. El problema que se nos plantea es saber si dichas composiciones son autnticamente an nimas o, como sospechamos, Montesinos se vale de este recurso para intercalar en el tex to que va redactando sus partos poticos. Aunque no era excepcional que en la arquitectu ra efmera de las fi estas de la poca aparecieron muestras de tal tipo de li teratura, continuando con la prctica propia de la fiesta barroca estudiada por Pilar Pedraza, estamos lejos de po der dilucidar si Montesinos aprovecha o no este hecho con el propsito que arriba comen tbamos. En el supuesto de que no se lograra establecer la paternidad de estas composiciones que aparecen a lo largo de las aproximadamente 30.000 pginas del compendio, habra que someterlas a un concienzudo examen para poder dilucidar si estamos ante un mero proce dimiento caro al autor tendente a enmarcar (y enmascarar) sus poemas o bien ante un na da despreciable documento para conocer mejor la creacin literaria de la poca. Con todo, no nos cabe la menor duda de que el autor del poema es un versificador de oficio, no carente de cierta gracia, como se desprende del humor delicado y algo oo que contiene la irona de regusto conceptista de versos como por nuestra tierra pregun ta (entindase, el Conde debera preguntar por el cielo) o bien, y ahora nosotros par tamos / a nuestra Patria de un vuelo (donde juega con el doble sentido de la expresin, el literal volando con nuestras alas y el figurado rpidamente). Formalmente tenemos un abrumador predominio de la rima fcil (llegaron-preguntaron-encontraron/preguntan surcan-buscan etc.) y tambin un caso de rima falsa (tardanza -descansa), sin duda atribuible a un seseo que delatara la procedencia geogrfica del poeta. Al margen de todas las reservas expresadas, consideramos especialmente valiosa esta ela boracin potica de la leyenda de nuestros Patronos por cuanto en su mayor parte se cen tra en la entrevista mantenida con el Conde de Elda y los misteriosos peregrinos. El autor, aunque no nos lo haga saber explcit2tmente, no parece poner en tela de juicio que s tos sean ngeles y es tal vez por ello que centra el milagro precisamente en este momento. ,,Se asemejaba esto a lo que se representaba en la loa la vspera de las fiestas del Centena rio Si es as, habramos de concluir que para 1804 la leyenda ya haba adquirido la forma con que hoy , la conocemos y que en ella se confunda o entremezclaba la tipologa entre im genes objeto de regalo por alguna autoridad e imgenes obra (o regalo) de ngeles pere grinos que ha establecido A. Ario respecto) al origen de las diferentes imgenes y advoca ciones a que se rinde culto a lo largo del Pas Valenciano. Intentar explicar las razones de esta confusin o superposicin sera materia de otro artculo. APNDICE Nota: A ttulo excepcional hemos considerado interesante ofrecer, en este punto, el re lato de las Fiestas Centenarias de 1704 que hace Jos Montesinos, dado que es uno de los escasos documentos que nos hablan de la celebracin del I Centenario de la llegada de las imgenes de los Santos Patronos, en vsperas de que la contienda sucesoria afectase de lle no a la poblacin eldense. [Fiestas del I Centenario (1704)] * Jos Montesinos Prez y Martnez de Orumbel la Llegado que fue el ao 1704, que hacia el cielito de la enunciada colocacin, desde luego (no obstante que arda la Espaa en guerras por la sucesin al regio trono) determinaron el reverendo clero e ilustre Ayuntamiento celebrar las Fiestas Centenarias, para lo cual die ron las ms serias providencias; y asignados los das para ellas, en el da primero del ter nario que fue el 8 de septiembre, cant la misa I). Jorge Aliaga; y predic sabiamente el Sr. I). Bonifacio Montoya, Cannigo prebendado de la Santa Iglesia de Orihuela. En el segundo da del ternario 9 de los mismos, cant la misa I). Mariano Vera de Lorente; y fue elocuen te orador D. Pascual Martnez brancn, Beneficiado de la Parroquial de Santiago de Orihue la. En el tercer da del ternario, 10 de los consabidos, cant la misa el Dr. D. Joaqun Rico de Garca; y preconiz las Glorias del Stmo. Cristo del Buen Suceso; y de Mara Stma. de la Salud, D. Ambrosio Marquina de la Cerna, cura de la Colegiata insigne de S. Nicols de Ali cante; en su tarde hubo procesin general, y se cant el Tedum. MONTES1NOS Y PEREZ, Jos, Las excelencias . r fundacin de la mur noble y fidelsima Villa de Elda, su parroquial iglesia, ermitas e ilustres hijos suyos. con otras cosas (...). Elda, Fundacin Paurides Gonzlez Vidal, 1999, p. 23-24. 62 Un templo para el ario 2004 P anin Candelas Orgils En septiembre del ao 2004 se cumplir el Cuarto Centenario de la llegada a nuestra Ciu dad de las imgenes de los Patronos, el Cristo del Buen Suceso y la Virgen de la Salud. Es de suponer que el pueblo celebre dicha efemrides con especial esmero. Y nosotros que lo veamos! o, por lo menos, vamos a intentarlo, y que Dios reparta suerte, como dicen los toreros. Tenemos amplia noticia sobre aquel Centenario de 1904, sobre su preparacin y tam bin de los grandes festejos y ceremonias, en una publicacin llamada precisamente El Cen tenario que recoge no slo lo acaecido sino tambin lo que el singular suceso sugera y ha cia pensar y sentir a la Elda de principios de siglo. Al releer los acontecimientos de enton ces es lgico desear que, para el Centenario venidero, no slo se igualen, sino que, inclu so, se superen. Faltan todava ocho aos que parece largo tiempo, pero como viene escrito en las esferas de algunos relojes Tempus Fugit, el tiempo huye, por lo que, bueno sera que empezramos a preocuparnos por estos asuntos, a pensar cules podran ser algunas de nuestras aportaciones: qu podramos hacer para resaltar este evento Desde hace dos aos, en que se celebr el cincuentenario del nuevo templo de Santa Ana he reflexionado muchas veces sobre las posibilidades de su mejora y embellecimiento: s tas lneas son como realizar dicha reflexin en voz alta y compartirla con los lectores de Fies tas Mayores. Sobre la Iglesia de Santa Ana se escribi mucho con motivo de tales bodas de oro. Se glosaron unos aspectos histricos del antiguo templo y los avatares en la realizacin del ac tual. Ya entonces, pensaba que no bastaba detenernos complacidamente en lo que tenemos, sino que no era malo dirigir una mirada al futuro. Pero, surgen los ineludibles interrogan tes: hay medios para ello, es necesario, es factible El templo es grande, capaz y hermoso; pero... es definitivo Durante las Fiestas Mayores de septiembre de 1939 fue colocada la primera piedra del nuevo templo. El proyecto, debido al ar quitecto diocesano D. Antonio Serrano Peral, influido por el recuerdo del templo anterior, si gue su estructura a base de nave central y las dos capillas laterales para los Santos Patronos. Al no construirse estas, de momento, se situaron las dos imgenes en los laterales, en las supues tas entradas a dichas capillas, todo un smbolo pero que al cabo de cincuenta y pico de aos dan la sensacin de estar relegados en una perenne provisionalidad. Publicado en Fiestas Mayores, o. 13, 1996, p. 95-96. Esta impresin, que se transmite por ser lugar de trnsito, falto de espacio, escasa visi bilidad, y, no pocas veces, sumidos en la oscuridad, lo que tiene ms de olvido espiritual que de tcnico de encender las luces, se acenta con motivo de cualquier celebracin, sea eu carstica, boda, bautizos, etc., en la que la mayora de los presentes les estamos dando la es palda. Escribo estas lneas en el mes de mayo, cuando se canta o reza la Salve, y debo de cir que me da un punto de desazn, por no decir de vergenza, estar dndole la espalda a nuestra Virgen. Y, a veces, me da una sensacin como si notara en la nuca un suave soplo, un rumor apenas musitado, de reproche. No, no voy a sugerir que se construyan las citadas capillas, que exigiran un esfuerzo eco nmico excesivo, fuera del alcance de la Cofrada de los Santos Patronos y de la Parroquia, sino algo ms sencillo: una mejora de decoracin interior consistente, si cabe la expresin, en correr o mover los muebles, en este caso: de resituar los retablos de ambas imgenes. La propuesta consistira en trasladar el retablo del Cristo del Buen Suceso al presbite rio s, as como suena, colocarlo en la cabecera de la Iglesia y el retablo de la Virgen en el lado izquierdo del crucero, justo donde ahora est la hornacina de San Jos. Este se podra colocar frente a la Virgen, en el lado derecho del crucero y San Rafael y el Cristo del Buen Amor pasaran a ocupar los huecos dejados por los Patronos en los laterales de la igle sia. Con estas acciones se cumpliran varios objetivos. El primero y principal, dar al Cristo del Buen Suceso el sitio, rango, consideracin y es tima que se merece, presidiendo la Iglesia y todas las celebraciones de la comunidad, per maneciendo siempre a nuestro frente, en la lnea de nuestras pupilas. La Virgen, de anlo ga manera, estara a la vista de la mayora de los asistentes, resaltado nuestro aprecio y aten cin. Ambos tendran lugar de honor en el templo, como supuestamente lo tienen en nues tros corazones. En segundo lugar, los retablos de los Patronos son, sin duda, dos autnticas joyas de la artesana religiosa: carpintera, talla y dorado de madera; algo de lo que hoy no se suele ha cer, porque faltan artesanos y porque su realizacin es cara; con la nueva colocacin, lo ni co vlido del mobiliario de la Iglesia, lucira en lugares preferentes, con espacio suficiente Y con la debida perspectiva. Por ltimo, ni que decir tiene, el templo en general y el presbiterio especialmente, sin de jar de cumplir los requisitos litrgicos incluso centrara ms la atencin de los fieles ga nara en vistosidad, riqueza y prestancia realzndose nuestro escaso patrimonio artstico. En realidad, nada nuevo, porque ya Lamberto Amat recuerda que en un principio los Patronos, an tes de construirse las respectivas capillas, estaban situados uno a cada lado del Altar Mayor. Realizar estas mudanzas no dejar de tener sus dificultades, pero estimo que ninguna sera insalvable. En principio, por las dimensiones de los retablos no parece haber mayo res inconvenientes. Desmontarlos y volverlos a montar sera una obra de carpintera deli cada pero factible. Los mayores impedimentos tal vez vengan de razones supuestamente tradicionales. De considerar que los Patronos slo deben ocupar puestos tan preferenciales en las Fiestas Ma yores, para de este modo darles mayor realce, pero creo que ello no resiste la comparacin con las ventajas descritas con el cambio propuesto. Otro obstculo puede proceder de c mo va a montarse en septiembre el baldalquino o trono tradicional, cuestin que tampoco entiendo infranqueable. No quiere todo esto decir que no se estudian profundamente estos y otros inconvenientes, sino que lo fundamental es que nos sintamos emprendedores para afrontar lo que es ma nifiestamente mejorable. Copio de un artculo venido a mis manos con anlogo afn de re novacin, referido a otro pueblo y a otro templo: Cuando visitamos algunos de los grandes monumentos de la humanidad ver bigracia una famosa catedral se nos aparecen enseguida estilos distintos, a veces ni siquiera complementarios, en el conjunto monumental, porque nunca han dado por fi nalizadas las obras, y en distintas pocas se han ido aadiendo altares, puertas, capi llas, columnas, pinturas, retablos, esculturas, etc. Nosotros debemos hacer lo mismo, no podemos quedar tan satisfechos de que nues tros antepasados acometieran la construccin de un gran templo. No debemos parar Es algo que tenemos ah, que es de todos que nos enorgullece, que forma parte de nues tro paisaje, de nuestro patrimonio arquitectnico y artstico, sin entrar en considera ciones sobre su fin principal, para el que evidentemente no necesitamos alharacas . Nuestros mayores levantaron un templo que era su orgullo. Un templo iniciado en 1528, consistente en un simple rectngulo y un solo altar. A este embrin se le fueron aa diendo capillas y altares. Para 1632 la Iglesia estren un rgano y un precioso Altar Mayor, de madera tallada, con tres cuerpos. En 1747 se erigi la Capilla de la Virgen, en 1751 se termin la suntuosa Puerta de la Virgen y, pocos aos ms tarde, en 1773 se levant la Ca pilla del Santsimo Cristo del Buen Suceso. Lamberto Amat, en 1874, dedica 86 pginas de su libro Historia de Elda para describir el templo que, aparte de la Capilla de la Comu nin y las respectivas de los Patronos, tena en su nave y crucero 14 altares y describe las constantes transformaciones, la mayora realizadas por el presbtero D. Gonzalo Sempere, reforzando altares, dorando capillas, naves y presbiterio, dotndola de un rgano, pila de bautismo, urna del sagrario, puertas y portadas, abriendo arcos, cancelas, cuadros, corti nas, araas, barandillas; y tambin de mantos, estandartes, casullas y ternos. Nos puede caber el orgullo de ser protagonistas de un hito histrico, que slo sucede cada cien aos, y poder realizar la aportacin singular para la posteridad, adems de ter minar con una situacin injusta, mejorar las condiciones de culto, cambiar sin apenas obras, enriquecer el templo sin dispendios, valernos de lo que tenemos sabindolo trans formar, realzar y valorar nuestro escaso patrimonio artstico, pero sobre todo manifestar nues tra preferencia, nuestro orgullo, y nuestra ms sagrada devocin. En definitiva, un autnti co homenaje de adhesin y cario para la Alborada del ao 2004. Rls JIS nINIA I A : NIAII Cts-1111V (/ rit -t. 111 r:.[ f.Dstl J1.1 1C r FONTIS ( /I 1E1)10 C 1 1 / 4 L. S ( ONSCRIPTI S , PE1 11 frk 1 l FI_ I C C 111 Inscripcin fechada en abril de 1603 que deja constancia de la inauguracin de una fuente en la capital de Cerdea. El texto epig,rfico alude al conde de Elda, virrey de Cerdea (COMITEELDAE SED PROREGE COLOMA). 63 Ano 2004 5 el gran reto Esperanza Alonso G larillos y Pedro Maestre Guarinos * Desde que comenz el ao 1996, en los medios informativos, prensa, radio y televisin, nos van dando noticias sobre el prximo ao 2000, el nuevo siglo XXI. En acontecimientos deportivos, nos dicen que los clubs de ftbol estn fi chando jugadores que estarn en la disciplina del club hasta el ao 2002. En los temas taurinos leemos que en algunas ganaderas ya han separado los toros que se lidiarn en las corridos del prximo siglo. La Ciudad de Sevilla solicitar con todas sus fuerzas la concesin de los Juegos Olmpicos del ao 2004. En el terreno poltico los Ayuntamientos, Diputaciones, Comunidades y Gobierno ya estn trabajando sobre reformas urbansticas de sus ciudades y planes generales, reforma de leyes; to do para la nueva dcada de los aos 2000. Los eldenses tenemos que empezar a pensar que en el ao 2004 tendremos que celebrar dos grandes acontecimientos: el Cuarto Centenario de la llegada de nuestros Santos Patronos, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso y el Primer Centenario de la concesin del t tulo de Ciudad a la entonces Villa de Elda. Pensamos que an faltan ocho aos y que nos queda mucho camino que recorrer, pero cuan do se tiene que planificar, estudiar, realizar y plasmar ideas a la realidad, el tiempo pasa como un soplo. La Mayordoma ha empezado a caminar, va a crear comisiones econmicas, culturales, re vista, publicaciones, etc.; y el primer paso que ha dado ha sido incluir en el equipo de confec cin de la revista Fiestas Mayores a D. Ramn Candelas, para que empiece a trabajar con temas del Centenario. A partir de esta revista se publicar en cada nmero un fascculo de las doce re vistas que se editaron con motivo de tan importantsimo acontecimiento y que fi nalizar en el ao 2004. Para que todos los eldenses vayan recopilando en cada ao esta interesante y entraable publicacin. Este ao es tambin motivo de felicitacin para todos los cofrades, ya que se cumple el 200 aniversario de la constitucin de la Mayordoma, en el ao 1796**. Eldenses, empecemos a mentalizarnos y que nuestros Santos Patronos, la Virgen de la Sa lud y el Cristo del Buen Suceso, nos protejan para poder recorrer el camino que nos queda has ta el ao 2004. El gran reto. Publicado en Fiestas Mayores, n. 13, 1996, p. 116. Vase nota de la pgina 72. 212 CONMEMOR C kON tirl III Crote.rto ki t L. 1. - en hl Lila da Mida. l dla s de sert.....~ de 19114. Altar de la Stma. Virgen de la Salud durante las Fiestas del Tricentenario (1904). 64 1904: las Fiestas de la Virgen se convierten en Fiestas en honor a los excelsos Patronos* Alberto Navarro Pastor Son pequeas cosas que apenas si revisten importancia, que quiz no tengan ninguna, y por ello pasan desapercibidas, pero que ah estn, y por ello llega en algn momento el dete nerse en ellas y preguntarse por qu... Es sabido por todos los eldenses que desde la llegada a Elda, rodeadas de aromas de le yenda y misterio, de las imgenes de la Virgen y del Crucificado, los sencillos eldenses de en tonces se sintieron protegidos por su presencia y las invocaron fervorosamente en calami dades, plagas y epidemias, sintindose confortados por esta proteccin, crecindose en amor hacia ellas y proclamndolas como Patronos celestiales de esta entonces Villa, patronazgo que contina en nuestros das. Pero es evidente que el fervor mariano, la mariolatra, est profundamente arraigado en toda Espaa y el culto a la Virgen es ms hondo en el sentir del pueblo que el de cualquier otra imagen o advocacin, como lo comprobamos en sus advocaciones de Lourdes, Ftima, Montserrat, del Carmen, de los Desamparados, del Remedio, la de Triana v un largsimo ro sario de advocaciones repartidas por toda Espaa. Por ello nos parece natural que en Elda haya sido la Virgen de la Salud la que haya sus citado en mayor medida la devocin popular y a la que segn nos cuentan los Gozos de la Santsima Virgen y las crnicas escritas por nuestros antepasados, sea a la que principal mente se atribuye la proteccin celestial sobrevenida en acontecimientos dolorosos y a la que se ha invocado generalmente en epidemias, calamidades o situaciones familiares de zozo bra y angustia. Lo que nos ha extraado, la pequea cosa que nos ha llamado la atencin, es haber nos dado cuenta de que las fiestas de septiembre estuvieron celebrndose, durante siglos, en honor a la Virgen de la Salud, como lo vemos en los contados programas de fiestas que hemos logrado conocer, como son los de 1866, 1883, 1892 y, ya en nuestro siglo, los ante riores a la magna fecha que para los eldenses representa el ao 1904. Como podemos ver por las por las portadas de los citados programas, reproducidas jun to a estas lneas, las fiestas de septiembre (o los Festivos obsequios de reconocimiento... Publicado en Valle de Elda, n. 2.019, 5-1X-1996, s.p. 214 o los Grandes y solemnes festejos...) son siempre en honor de su Excelsa Patrona la Vir gen de la Salud, no en honor a sus Excelsos Patronos como fi guraran en todos los pro gramas de fi estas editados desde dicho ario 1904. Incluso en los actos del da 9, tradicionalmente considerado como festividad o Da del Santsimo Cristo del Buen Suceso, se seala que Los solemrsimos cultos de este da se ofre cen a Nuestra Seora... (Programas de 1900 y 1902). Esta dedicacin casi exclusiva a la Virgen lgica en cierto modo, puesto que el da 8 de septiembre es, como es sabido, la Festividad del Natalicio de la Virgen y celebran las llamadas Fiestas de la Virgen en numerossimos pueblos de Espaa no quiere decir que no se celebrasen cultos al Copatrono de Elda, el Cristo del Buen Suceso, pues hasta antes del 1604 y en el citado da 9 se indica siempre que ... por la tarde saldr en devota pro cesin el Stmo. Cristo del Buen Suceso, con la misma solemnidad que el da anterior... Tam bin en la relacin de intenciones del Novenario, figura en el da 14, que en este da ... que celebra la Santa Iglesia la exaltacin de la Santa Cruz, el cura y el Clero obsequian con reverentes cultos al Santsimo Cristo del Buen Suceso... Esta mencin se repite hasta 1917, siendo sustituida en lo sucesivo por Cultos a los Santos Patronos en este da 14 o en cualquier otro Novenario, omitindose la cita a la festividad de la Santa Cruz. Es en 1904 cuando este enfoque de fiestas de la Virgen es sustituido por el de Gran des festejos... en honor a sus Excelsos Patronos, el Santsimo Cristo del Buen Suceso y la San tsima Virgen de la Salud y desde entonces con ligeras variaciones en el texto, continuar apareciendo as en los programas de fi estas. La coincidencia de este hecho con las grandes fi estas que Elda celebr en dicho ario con motivo del Tercer Centenario de la venida de los Patronos, y la decisiva intervencin que el Cannigo y Den de la Catedral de Orihuela, el eldense don Agustn Cavero Casez tuvo en la iniciacin y realizacin de estas extraordinarias fi estas, nos hace suponer una relacin di recta con el indicado cambio de dedicacin a las tradicionales fi estas. Ocurri, como est escrito, que en las fiestas de septiembre de 1903 y desde el plpito de la antigua Iglesia de Santa Ana, el cannigo Cavero exhort al pueblo de Elda a celebrar con la solemnidad y fasto que mereca la gran fecha del III Centenario y su invocacin mo vi a todos los estamentos de la poblacin a organizarse en comisiones para atender a to dos los aspectos que dieran mayor fastuosidad a la conmemoracin. Es muy probable que entre la fogosa disertacin del Cannigo, fervoroso devoto de los Patronos, mencionara que la venida era de los Patronos, no slo de la Patrona, y que lo que se iba a conmemorar era la llegada de los Patronos, no slo de la Patrona, por lo que haba que modificar el sentido de la fi esta y que cuando se hiciera fuera en honor y exalta cin de los Excelsos Patronos de Elda, el Cristo del Buen Suceso y la Virgen de la Salud y que igual dedicacin deba hacerse en las sucesivas fi estas en honor a los mismos, como as se ha hecho desde entonces. Y si no fue as, como ocurri, bien pudo ser. 65 Cuenta atrs (faltan siete aos) Esperanza Alonso Guarinos y Pedro Maestre Guarinos Ha pasado un ao desde que vio la luz nuestra revista nmero 13. En sus pginas se insert un artculo Ao 2004, el gran reto **, en el que se haca un llamamiento para que se co menzara a mentalizar a los eldenses para organizar y festejar el gran acontecimiento del IV Centenario de la llegada de nuestros Santos Patronos, la Santsima Virgen de la Salud y el Cris to) del Buen Suceso a nuestra Ciudad. Colaboradores de esta revista: Alberto Navarro, Ernesto Garca, Vicente Valero, Paco Cres po y otros, desde que sali el nmero 1, han venido plasmando en sus pginas magnficos y entraables artculos, resaltando lo que fue y represent entonces para un pequeo pue blo la celebracin del III Centenario. Tambin nos invitan a empezar a reflexionar sobre lo que puede ser y representar para todos aquellos eldenses que tengan la oportunidad de vi vir las inolvidables jornadas del prximo IV Centenario. Tan magno acontecimiento que se avecina, traer consigo una gran preparacin de ac tos y su organizacin no ser slo de un grupo de hombres y mujeres amantes de nuestros Santos Patronos sino de todo un pueblo (sociedades culturales, asociaciones de vecinos, co merciantes, industriales y autoridades), que apiados, sabrn trabajar por y para que el IV Centenario, siendo nuestra consigna desde ahora hasta el ao 2004 el crear comisiones que de forma silenciosa y abnegada vayan preparando la gran conmemoracin. Este ao se edi ta, y se inserta en esta revista, el fascculo nmero 2 de las publicaciones que se editaron en el III Centenario con trabajos que a los eldenses de antao les recuerdan los relatos que les contaron sus mayores, y para los jvenes ser una novedad lo que aquellos eldenses del ao 1904 escriban sobre cosas de su pueblo. En este fascculo figuran poesas de Maximiliano Garca Soriano, tan amante de las cosas eldenses, de Francisco Maestre, relatos de la llega da de nuestros Santos Patronos, noticias, artculos llenos de nostalgia, lecturas que hoy nos asombran de la ilusin de aquellos hombres que hicieron posible el extraordinario esplen dor de aquel Centenario. Y por ltimo, nos preguntamos estaremos dispuestos para que el IV Centenario sea tan grandioso como lo fue el III Esperemos que todos unidos, formando una gran pia empe cemos a recorrer el corto camino que nos queda, dejando a un lado los obstculos, la de silusin y los sinsabores con los que nos podemos encontrar, y con la gran ilusin y la ayu da de nuestros Santos Patronos llegar a la meta final del ao 2004, IV Centenario. *Publicado en Fiestas Marores, n. 14, 1997, p.124-125. ** Vase pgina 211 de este volumen. 216 1 (:::::::::: . 191ri4191r syloommois _ 1111111 weloists 1, I S 1111 sssigisla 4,,,,;TA SI SS.1111.. 00 . 11 M LIVII 1111111111 MIS ssssss , L a./ 411111111111 115 .4.... 11111111111ili 0 a l i tan 1111111111514 sastS VIIIIIIIII - Fachada principal del Teatro Castelar tras su reinaguracin en 1999. 66 De septiembre a abril. Actuaciones ms relevantes en el edificio del Teatro Castelar a lo largo de su casi un siglo de existencia Vicente Deltel l Valera Cuando el mes de abril de ao que viene se inaugure el nuevo Teatro Castelar, faltarn es casamente dos aos para que se cubra un siglo desde que un grupo de eldenses decidieran aportar su granito de arena para que la ciudad pudiera contar con un teatro digno. Cierta mente ha transcurrido mucho tiempo hasta que por fin el Ayuntamiento, es decir, el muni cipio, haya podido tomar el relevo de aquellos pioneros que impulsaron la construccin del teatro, pero sigue anidando el mismo objetivo: paliar la falta en Elda de un local pblico ade cuado para la realizacin de espectculos v actividades culturales, sociales v ciudadanas a cubierto. A lo largo de casi estos cien aos, en que el teatro ha ido sufriendo diversas trans formaciones, el mes de septiembre ha tenido un protagonista especial. La primera fecha para tener en cuenta en la vida del Teatro Castelar es el ao 1901, en que se constituye formalmente la Sociedad Artstico Recreativa La Eldense, con el nico fin de cons truir el teatro para lo cual se suscribieron 82 acciones por parte de 71 socios. La primera pie dra se pondra en mavo de 1902 y, dado que el dinero aportado no fue suficiente hubo que re currir a un prstamo. El proyecto tcnico fue elaborado por el arquitecto Enrique Snchez Se deo v la apertura oficial tuvo lugar el 11 de septiembre de 1904, en plenas fiestas del III Cen tenario, pero la verdad es que el teatro no estaba terminado. Haba pendientes graves carencias en la decoracin y el acondicionamiento: fachadas sin revocar y paredes sin enlucir, falta de cie lo raso y pavimento y deficiente iluminacin, de tal manera que el edificio era prcticamente inu tilizable en los meses de invierno y no se dara por acabado hasta 1909. Reformas La primera reforma en profundidad del teatro la impuls en 1921 Francisco Maestre Pa y (segn el testimonio de su hija, Ascensin Maestre, a cuenta del alquiler), de acuerdo con el proyecto que elabor el arquitecto valenciano Alfonso Garca. Con esta reforma, inaugu Publicado en Vivir en Elda, n. 252, septiembre 1998, p. 12-13. 218 rada en septiembre de 1921, desaparecen los dos palcos del proscenio, que son sustituidos por una estructura de palcos laterales con dos alturas a ambos lados del patio de butacas. El aspecto exterior tambin parece mejorado con una fachada que revoca la primera cons truccin, si bien la explanada de acceso sigue sin pavimentar, accin que se ll evara a cabo, probablemente, durante los aos 30, junto a la construccin de una verja frente al edificio. Por iniciativa, no sabemos si probablemente de la Sociedad Artstico -Recreativa La El dense, la imagen caracterstica del Teatro Castelar volva a sufrir una actuacin importante durante la dcada de los cuarenta, con la prolongacin frontal del edificio, con lo que desa parece la verja y la explanada exterior, se gana un primer vestbulo con dos plantas y cambia la fi sonoma de la fachada, que incluye la visera caracterstica que ha conservado hasta hoy. Otro mes de septiembre, pero de 1951, es el comienzo de la penltima actuacin en la fisonoma del teatro, como consecuencia de su venta por parte de la Sociedad que lo cons truy a otra Sociedad, la formada por los empresarios de cine Andrs Aguado y Ramn Se ll s. Tras un remozamiento interior, que incluye entre otras reformas, la eliminacin de los palcos laterales de la platea, el tapizado de las paredes y la instalacin de nuevos equipos de proyeccin, los nuevos propietarios reabren el edificio en 1952, hasta que en 1970 pa sa a ser de propiedad exclusiva de Andrs Aguado quien, por lo que se puede apreciar a sim ple vista, no realiza inversiones significativas desde entonces en la conservacin del edificio. Con un uso mayoritariamente cinematogrfico, pero acogiendo tambin representacio nes teatrales y otros espectculos artsticos, normalmente organizados por el Ayuntamiento mediante el alquiler de unas cada vez ms deficitarias instalaciones, el Teatro Castelar so brevive a la dcada de los ochenta, pero una inspeccin municipal realizada a mediados de 1990 detecta serias deficiencias en la instalacin elctrica del edificio, lo que determin su cierre mediante un decreto del Alcalde. Entretanto, se haban frustrado las posibilidades de ll egar a un acuerdo con su propie tario para la compra del teatro, que el Ayuntamiento vena intentando negociar desde 1985, cuando el Plan General de Ordenacin Urbana aprobado ese mismo ario integraba el teatro en una unidad de actuacin que dejaba abierta la posibilidad de compensaciones urbans ticas, sistema que ha venido permitiendo li berar suelo para equipamientos pblicos mediante la negociacin con los propietarios. Pero este sistema no funcion en el caso del Teatro Cas telar y hubo de cambiarse la estrategia desde la ptica municipal. Previa modificacin de la normativa urbanstica, en marzo de 1992, se inici un tenso proceso de expropiacin que an hoy no ha fi nalizado, ya que el propietario tiene recurrido ante el Tribunal Supremo la valoracin de 94 millones de pesetas que estim como correcta el Tribunal Superior de Jus ticia de la Comunidad Valenciana. Tras ms de dos aos de proceso expropiatorio, en las navidades de 1994, una repre sentacin de la Ciudad, con el Alcalde a la cabeza, tomaron por fi n posesin del teatro, de jado li bre por su propietario das antes aunque se haba llevado consigo gran parte del equi pamiento (butacas, equipos de proyeccin, elementos decorativos, etc.,) pero dejando li bre un inmueble en el que el Ayuntamiento ya poda empezar a actuar. Proyecto frustrado Se abre aqu otro captulo de la larga marcha de la recuperacin del Teatro Castelar que, simplificando mucho, est marcado fundamentalmente por dos circunstancias: la disponi bilidad de recursos econmicos limitados al convenio establecido con la Consellera de Cul tura dentro del programa Msica 92, ampliado posteriormente de 100 a 350 millones, el encargo de un provecto de rehabilitacin que realiza el entonces alcalde Roberto Garca al arquitecto alicantino Garca Solera inmediatamente a poder disponer del edificio. Este pro yecto es presentado pblicamente a principios de mayo de 1995, semanas antes de celebrarse nuevas elecciones municipales. El proyecto resulta muy ambicioso en su planteamiento, pe ro cuenta con un handicap fundamental: su alto coste, que se acerca a los 1.200 millones, una cantidad de dinero que sobrepasa la capacidad, en aquel momento bastante precaria, de la economa municipal, y de la posibilidad de conseguir ayudas econmicas de tanto al cance por parte de otras administraciones. Con el resultado de todos conocido que arrojan las elecciones municipales y auto nmicas de mayo del 95, se propicia un cambio poltico en el Gobierno de la Generan tat v, temporalmente, tambin en el Ayuntamiento de Elda con un equipo de gobierno en minora del PP. En octubre del 95 se constituye una comisin formada por los partidos polticos y representantes de distintos colectivos ciudadanos que afronta el reto de mo dificar el proyecto inicial de Garca Solera con el objetivo fundamental de reducir cos tes. Este proceso, en el que tambin toma parte el propio arquitecto, se salda en el mes de abril del 96, alcanzndose un consenso para rebajar el coste en 200 millones a cos ta de eliminar, entre otros elementos, la estructura de cristal que cerraba la entrada prin cipal. Conseguido el consenso y la rebaja, que dejaba el proyecto en unos 900 millones, se produce poco despus la mocin de censura que no lleg a serla, pero que en junio del 96 propicia que la coalicin del PSOE e 111 desplace al Partido Popular del equipo de gobierno municipal. Esta circunstancia dificult de manera evidente la posibilidad de que la Generalitat ampliase la ayuda prometida, algo que pareca factible mientras pre sidi la Alcalda Camilo Valor, y tampoco facilitaba la llegada de recursos estatales, va que el Partido Popular tambin acceda al poder central por aquellas fechas, relevando a la administracin socialista. El jarro de agua fra definitivo sobre las pocas esperanzas que quedaban de poder llevar adelante este proyecto lo recibe el nuevo Alcalde, pan Pascual Azorn, cuando en el mes de diciembre de 1996 se le comunica en Valencia que la Ge neralitat supeditaba la concesin de 290 millones (los 350 iniciales del convenio menos 60 que ya se le haban pagado al propietario por la expropiacin), pero ni un duro ms, a que el Ayuntamiento consiguiera por otras vas el resto del dinero hasta los 900 millones. Esta especie de ultimtum, provoc que se abandonara definitivamente el proyecto de Gar ca Solera y se cambiara el rumbo de la rehabilitacin del teatro para empezar a traba jar de nuevo sobre un nuevo proyecto ms barato y, por tanto, realizable en un plazo ra zonable de tiempo. 220 Solucin definitiva Esta decisin del equipo de gobierno se traduce en una bsqueda rpida de soluciones y, as, en el verano del 97 se saca un concurso de ideas para adjudicar la rehabilitacin por una cantidad asequible de dinero: 370 millones, contando con los 290 prometidos por el gobierno autonmico ye! resto aportado por el propio Ayuntamiento, y teniendo en cuenta que habr que pagar tambin los honorarios del arquitecto Garca Solera por su proyecto desechado. A pesar de las crticas del Partido Popular y las alegaciones del arquitecto eldense participante, Jos Luis Valer, por la premura de tiempo y la forma en que se resolvi el concurso de ideas, una sesin plenaria celebrada a finales de septiembre adjudica la rehabilitacin del Castelar al proyecto pre sentado por el arquitecto Mariano Cuevas, autor tambin de la rehabilitacin del Teatro Wagner, de Aspe, con lo que se desbloqueaba definitivamente la situacin. La recuperacin de la fachada antigua, o al menos de su parte ms caracterstica, es el dis tintivo externo del proyecto bsico que present Mariano Cuevas para una rehabilitacin inte gral del edificio. Se trata de una intervencin en sentido amplio que modifica notablemente la mayora de los espacios, su organizacin interna e incluso su aspecto exterior, reduciendo su aforo a 720 butacas y recuperando la sala y elementos originales como los palcos de la platea y la embocadura de la escena, adems de contemplar la restauracin de la lmpara central y el teln de boca, nicos elementos originales que se conservan tras las sucesivas reformas. Todo ello dentro de una mejora general de las condiciones acsticas y de visibilidad que incluyen tam bin el rebajamiento del nivel del suelo y la demolicin total de toda la caja del escenario hacia atrs, haciendo posible la habilitacin de un foso de orquesta para 50 msicos, diversos came rinos, teln cortafuegos, una nueva tramoya, despachos para usos generales y conexin con el exterior al nivel de la calle para facilitar los movimientos de vehculos y material escnico. La eli minacin de la marquesina y la reorganizacin espacial de los vestbulos de las dos plantas y sus anexos (aseos, escaleras y accesos a la sala), eran otros objetivos de la propuesta. Desde entonces y hasta hoy, la rehabilitacin del Teatro Castelar no ha podido ir ms r pida y, tras la presentacin, el 16 de febrero de este ario, del proyecto definitivo, el 17 de abril era adjudicada ya la obra a la empresa Doalco, que realiz la oferta ms ventajosa al rebajar 69 millones sobre los 338 del precio base. La obra comenz inmediatamente y, ya con el edificio panza arriba, a fi nales de mayo se produca el acto oficioso de colocacin de la primera piedra con la visita de la Directora General de Bellas Artes de la Generalitat, Con suelo Cscar, momento en que an no se haba hecho pblico que la Conselleria haba de cidido recortar para este ario la disponibilidad de la subvencin plurianual convenida, algo que aunque ha supuesto para el Ayuntamiento tener que reajustar el proyecto de inversin, no va a significar un retraso en la ejecucin de la obra. La previsin en este sentido es que el nuevo Teatro Castelar se inaugure el mes de abril del ario que viene con dos mujeres co mo posibles protagonistas: la Reina Doa Sofa, con quien se est realizando gestiones pa ra que pueda presidir la inauguracin, y la soprano Ana Mara Snchez que, si sus compromisos artsticos se lo permiten, podra estrenar el escenario. 67 Aquellas fi estas del Tercer Centenario* Jos Luis Ba7an Lpez Con motivo de la celebracin del Tercer Centenario de la llegada de los Santos Patronos a Elda, nuestros antepasados tuvieron unas Fiestas dignas de una mencin especial. Quiz fue ra el momento oportuno para recordar que dentro de seis aos se cumple el Cuarto Cente nario, aunque nos consta que ya se empieza a pensar en dicha celebracin. Unos das antes de las Fiestas Mayores, exactamente el 15 de agosto de 1904, el Alcal de, don Jos J. Gonzlez, acompaado por el sacerdote don Jos Navarro y por el Secreta rio del Ayuntamiento, don Jos A. Garca, dieron a conocer a los eldenses, todos aquellos ac tos que se iban a celebrar en honor de los excelsos Patronos, la Virgen de la Salud y el Cris to del Buen Suceso. Los encargados de la planificacin de estos festejos fueron: la Mayordoma de los Pa tronos, el Ayuntamiento, los Gremios de Zapateros y el Comercio en general, los cuales tuvieron que realizar verdaderos sacrificios econmicos para llevar a cabo todo aque llo que tenan programado. Encontraron, como era de esperar, grandes obstculos, pe ro la fuerza, la pasin y el deseo eldense apareci una vez ms, y lograron realizar ese milagro que desemboc en unos actos que se iniciaron el 6 de septiembre con la entrada de la Banda de Msica La Primitiva de Alcoy, ms tarde lo hicieron los Dulzaineros de Tales y el Batalln Infantil n 4 de Nuestra Seora de la Salud, organizado por don Eduardo Pastor Juan. Por la tarde se desarroll la Gran Cabalgata Histrica con cinco carrozas; la del Gremio de los Zapateros, la del Comercio, la de la redaccin de la revista El Centenario y la Ma yordoma, una con las cajas simblicas que se usaron para traer a Elda a los Santos Patro nos, y por ltimo una nave -carroza llamada San Eduardo. Ese mismo da y por la noche se celebr el Tedum y la tradicional Alborada. El da siguiente se inici con un impresionante volteo de campanas y los correspondientes oficios religiosos, para despus poder apreciar el buen hacer de la Banda de Msica del Re gimiento de Infantera de la Princesa. Estamos obligados a destacar los bailes populares que se realizaron, al igual que el Concurso de mantones de Manila, para finalizar el da con la Gran retreta. r Publicado en Infirmacin, 5 -IX -1998, Especial Fiestas de Elda, p. 4. 222 El da 8 estuvo lgicamente dedicado a nuestra Virgen de la Salud con la solemne pro cesin y cuando fi naliz este acto todos los eldenses pudieron comprobar la iluminacin que don Vicente Coronel Rico haba realizado en la Iglesia de Santa Ana, compuesta por unas 700 luces. Con disparos de morteros se inici el da 9 para terminar con un esplndido castillo de fuegos. Aparte de la procesin del Cristo del Buen Suceso que como era costumbre con greg a la mayora de los habitantes de Elda. La batalla de confeti se celebr al da siguiente por la tarde, la calle Nueva fue su esce nario, donde tambin participaron todas las carrozas que desfilaron en la Gran Cabalgata, y por la noche no poda faltar la ascensin del globo aerosttico que haba construido don Manuel Martnez. Los actos religiosos duraron hasta el da 20 de septiembre, teniendo que destacar la pro cesin que se celebr el da 19, donde salieron los Santos Patronos realizando el itinerario acostumbrado. No podemos obviar la inauguracin del Teatro Circo Castelar (exactamente el da 11) donde actu la Compaa de Zarzuela y pera que diriga, don Pablo Gorg, her mano del gran msico, don Ramn. Tampoco sera lgico olvidar a todas aquellas perso nas, que con autntico cario a Elda y a sus Patronos, ll evaron a cabo la realizacin de una revista denominada El Centenario donde estos escritores pudieron demostrar su vala, y trans mitirnos todo lo referente a este acontecimiento histrico. 4 P 4 .0411: 4 REFoRmAno Al I k11tSt io :4_1) Tu N1111-41 DL 19 1 2i It DAD Wr TICA- RFe.REATI A la salida del patio de butacas del Teatro Castelar, esta lpida conmemorativa deja constancia de la Sociedad que lo construy. 68 Los proyectos de remodelacin del Teatro Castelar . Manuel Serrano Gonzlez Como se reconoce por las referencias escritas y la documentacin, los proyectos que se han realizado para el edificio del Teatro Castelar fueron: Primer proyecto de 1904, cuyo autor fue el arquitecto de Alicante D. Enrique Snchez Sedeo; el director de las obra fue el socio de la Sociedad Artstico Recreativa La Elden se, fundada para financiar el proyecto. La techumbre la construy la casa H. Eink de Va lencia y pint el teln de boca del escenario I). Eduardo Amors. La fachada era muy sim plista y sin ninguna decoracin. El segundo provecto de rehabilitacin, fundamentalmente de la fachada, fue el de 1921, que es la fachada que todo el mundo conoce por las fotos antiguas que contiene elemen tos neoclsicos y modernistas y es la que en el nuevo proyecto se recupera como segunda fachada decorativa interior; posteriormente en 1928 se complet con una verja que la re alzaba desde la vista a la calle Jardines. Por ltimo, el tercer proyecto de 1998 cuyo estudio en detalle nos ocupa por lo complica do que ha resultado todo el proceso, primero por el proceso legal expropiatorio ya que lo com pr el Ayuntamiento de Elda al ltimo propietario privado Sr. Aguado y el trmite ha sido largo y complejo. Otra circunstancia que ha dilatado el proyecto definitivo de rehabilitacin ha sido el haber encargado un proyecto arquitectnico la Corporacin Municipal de 1991-1995, al ar quitecto Garca Solera, de Alicante, y que hubo de desechar la Corporacin de 1995-1999 ya que era excesivamente caro para poder abordar la ejecucin y no se alejara del estilo arquitectni co del antiguo edificio, ni al paisaje urbano de esa zona del corazn de Elda, as como que las disposiciones fi nancieras y reservas de subvenciones por parte de la Consellera de Cultura de Valencia, solo se hacan cargo de una parte de los costos. As pues, en la presente legislatura, el Sr. Alcalde D. Juan P. Azorn Soriano, mediante la Concejala de Cultura y la Comisin Municipal de Cultura, cambi el rumbo del proyecto tras varias conversaciones y reunidos con Da Consuelo Cscar Casabb, Directora General de Promocin Cultural, Museos y Bellas Artes de la Consellera, y se desech definitivamente el proyecto del Sr. Garca Solera. Tras una serie de inconvenientes, pues el trmite se complic tras haber ganado la mo cin de censura el actual equipo de gobierno de coalicin PSOE e 1U, la solucin definitiva Publicado en Fiestas itic,vores, n. 16, 1999, p. 94-97. y arranque de la obra fue en el verano de 1997 cuando el grupo de gobierno sac a convo catoria pblica un concurso de ideas para el nuevo proyecto del Castelar por una cantidad global para el proyecto de 370 millones de pesetas, de los que una parte, o sea, 290 millo nes prometidos formalmente desde Valencia, sera aportada por el Gobierno autonmico y el resto por el Ayuntamiento eldense, que tambin corri con el pago del proyecto desechado a Garca Solera. Pese a las crticas por la celeridad con que se resolvi el concurso de ideas, a finales de septiembre se aprob por el Pleno del Ayuntamiento, el proyecto definitivo de rehabilitacin presentado por el arquitecto D. Mariano Cuevas, que antes haba rehabilitado el Teatro Wag ner, de Aspe, lo que permiti que se desbloqueara por fin la situacin. El nuevo proyecto modifica todos los espacios; el aforo definitivo del teatro ser de 750 butacas y desde todas ellas se puede ver el escenario en condiciones ptimas; se restaura la lmpara central del techo y el teln antiguo. Se mejoran las condiciones acsticas y de visi bilidad, se rebaja el techo del patio de butacas y se incrementa el espacio til del escenario y foso de los msicos para 50 profesores. Se crean numerosos camerinos individuales, teln contrafuegos, una nueva tramoya y peines, despachos para usos generales y servicios de nueva construccin en la antigua zo na de las cocheras y parte posterior del edificio y va pblica. Se hace accesible el teatro desde la calle Cervantes para introduccin de mercancas pe sadas, decorados y camiones de gran tonelaje desde el exterior, para mayor acceso del ma terial escnico. Se elimina la marquesina de la calle jardines, se reorganiza el espacio del vestbulo, es caleras, pasillos v accesos a la sala. El proyecto definitivo se present en el Ayuntamiento el 16 de febrero de 1998 al equi po de Gobierno, a la prensa y al pblico. El da 17 de Abril de 1998 se adjudic la obra a la empresa Doalco de Orihuela, ya que haba restaurado en esa ciudad el edificio antiguo del Teatro Circo con indiscutible acierto y realiz una oferta a la baja, pues desde los 338 millones de precio base, realiz una re baja de 69 millones de pesetas. Las obras comenzaron de inmediato y ya con las obras iniciadas, se realiz el acto ofi cial de la colocacin de la primera piedra por la Directora General, Da Consuelo Cscar que vino en visita oficial al inicio de la obra. Se hizo una ceremonia oficiosa de inicio, al arran car la placa conmemorativa del mrmol de 1921 del vestbulo, placa que se colocar de nue vo para la inauguracin oficial. El ritmo de las obras hasta final de 1998 es ptimo y se realiza segn las previsiones, estando prevista en abril de 1999 la inauguracin oficial, co mo ha sido, realizando la misma el Presidente de la Generalidad y el Alcalde de Elda, actuando magistralmente, Ana Mara Snchez y la Orquesta de la Comunidad Autnoma de Murcia. 69 Los Santos Patronos y la Banda de Msica Jos Hernindez Nez Repasando apuntes histricos de nuestra Ciudad, me remonto al ao de 1903 basndome en la revista catlica El Centenario, donde aparecen datos muy interesantes sobre la influencia que tena la Mayordoma de Nuestra Seora de la Salud con la Banda de Msica de Elda, a la que, al parecer, se le llamaba entonces Corporacin Musical, segn consta en al Acta de la Mayordoma del da 22 de noviembre en la que, entre otros acuerdos, se cita el siguiente: Nombrar dos comisiones que estarn formadas, la una por D. Jos Beltrn, don Constan tino Prez y don Dionisio Martnez, para que alcancen de la Corporacin Municipal dado el ao extraordinario en que nos encontramos la gracia especial de obsequiar al pueblo con una velada a la apertura de la Tmbola, en cuyo acto se rifar un cabrito, y con un pa sodoble en el da segundo de Navidad.... Tambin y en la misma revista, aparece un resu men de gastos con varias partidas relativas a la Banda de Msica, tales como: Mensualidad de noviembre ltimo del seor director de la Banda y orquesta. A Don Francisco Chico por emparchar dos cajas de la msica. A Don Manuel Esteve Beltrn por tres libros y quince cuadernillos de papel rayado, cuatro libretas, un paquete de papel blanco superior, una botella de tinta, plumas y sobres, segn factura. A Don Francisco Ferrando, portes de una caja de instrumentos de Cartagena. Todo ello demuestra que el sostenimiento econmico de la Banda de Msica dependa en buena parte de la Mayordoma de los Santos Patronos, como contraprestacin a los servicios que aqulla ofreca en los actos religiosos, o por la creacin de la orquesta de la Capilla de la Iglesia de Santa Ana, formada por msicos de la Banda y dirigida por don Ramn Gorg. Lo de la caja de instrumentos de Cartagena fue una aportacin especial de la Mayordoma, ya que en el momento en que en septiembre de 1903, el Cannigo don Agustn Cavero Casez, ilustre hijo de Elda, lanzara desde el plpito de la Iglesia de San ta Ana la invitacin al pueblo eldense de conmemorar dignamente la gran efemrides del Tercer Centenario de la venida de las imgenes de los Santsimos Patronos a Elda, tanto la Mayordoma como el Ayuntamiento se dedicaron a la preparacin de los actos, a los que haba que darles un especial relieve y En lo tocante a la Banda de Msica con el Publicado en Fiestas Mayores, 0. 16, 1999, p. 106-107. 226 fin de que su interpretacin en los actos religiosos y civicos fuera lo ms brillante posi ble, como caba esperar de la reconocida competencia de su director y de los miembros de la misma, se acord por la Mayordoma tomar a su cargo la adquisicin de instru mental preciso, que se encarg al vecino de Cartagena, don Jos Antonio Rodrguez, a quien se le pag el importe en varios plazos. Segn don Alberto Navarro Pastor en su Historia de Elda, ya en 1900 y como apote sis del gran triunfo en Alicante de la Banda de Msica de Elda Damas eldenses obsequia ron a don Ramn Gorg con un hermoso ramo de fl ores que este, acompaado por su Ban da, autoridades y pueblo en general, deposit a los pies de la Patrona de Elda, la Santsima Virgen de la Salud, a la cual tena el maestro Gorg especial devocin, plasmada musical mente en los hermosos villancicos y salves a la Patrona celestial de Elda su novia como l la ll amaba, que se cantan en las festividades religiosas del 8 de Septiembre. Ha sido tradicional que desde mediados del siglo pasado y hasta nuestros das, que los Santos Patronos hayan estado siempre acompaados por la Banda de Elda en los solemnes cultos en su honor y, especialmente, en todos los actos procesionales. Don Manuel Maestre Ballester, clebre msico eldense, en sus momentos emocionales vividos en Venezuela, compuso la marcha de procesin Virgen de la Salud, como muestra nostlgica de su amor a Elda y a su Patrona. Desde el momento mismo en que D. Manuel Maestre, a su regreso, estrenara su obra con la Banda Santa Cecilia, a la que haba pertenecido, sus notas se con virtieron en la marcha obligada que acompaa a nuestra Patrona la Santsima Virgen de la Salud, en su desfile procesional del da 8 de Septiembre. Estos apuntes acompaan a una fotografa de la A.M.C.E. Santa Cecilia a los pies del Al tar Mayor de la Iglesia de Santa Ana, engalanado con ocasin de las Fiestas Mayores y jun to a los Santos Patronos de Elda, la Santsima Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suce so, con cuya Mayordoma representan la ms pura y fi el tradicin de nuestro pueblo. 70 Elda y los Centenarios de sus Fiestas Mayores Gabriel Segura Herrero Sin duda, la Elda que hoy conocemos. Ciudad populosa, industrial y de servicios, cabece ra de comarca, que no osa sobrepasar los 60.000 habitantes, poco tiene que ver con aque lla pequea Villa agrcola, punto de paso y lugar de postas en el camino real entre Alicante y Ocaa, donde todos sus vecinos se conocan y eran llamados ms que por sus apellidos por sus motes. Calles, casas, plazas, lugares tpicos, monumentos, costumbres, bailes, tra diciones; todo, prcticamente, fue sucumbiendo a los nuevos tiempos. Pocas manifestacio nes culturales y sociales han conseguido sobrevivir a la vorgine destructora de los siglos que, en nombre del progreso, ha ido devorando la idiosincrasia eldense y aquellas particulari dades culturales propias que nos diferenciaban de nuestros vecinos, que hacan original a nuestro pueblo. En es t afn transformador, de Villa a Ciudad, hemos acabado conservando los aspectos ms negativos del ser de un pueblo, sin llegar a lograr alcanzar lo positivo de la Ciudad. Entre ese reducido nmero de manifestaciones que han logrado perpetuarse a lo largo de los siglos cabe hacer mencin especial a nuestras Fiestas Mayores. Festividad en honor a la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso que, a lo largo de ms de 350 aos, se ha venido celebrando de desigual manera e intensidad, segn las circunstancias sociales, po lticas y militares imperantes en cada momento. Celebracin religiosa que ha alcanzado su punto lgido en la conmemoracin de los Centenarios de la llegada a Elda de los Santos Pa tronos. Tres han sido los Centenarios celebrados desde 1604, cuando se data la llegada a El da, desde la espaola isla de Cerdea, de las imgenes de los entonces Nostre Senpor y Ata re de Deu, sin ningn tipo de advocaciones. Es en esos aniversarios cuando mejor han que dado descritos los actos y ceremonias celebrados para festejar las Fiestas Mayores. 1704 ser la primera ocasin de celebrar el Centenario de la llegada de los Santos Pa tronos a Elda. La delicada situacin preblica imperante en esos momentos, a punto de es tallar la fase de guerra civil en el conflictos por la Sucesin a la Corona de Espaa, impuso, de mutuo acuerdo entre las autoridades religiosas y municipales, la celebracin de las fies tas religiosas los das 8, 9 y 10 de septiembre. Misas oficiadas por diversos cargos eclesis ticos de la dicesis, procesin general el ltimo de los das y Tedum constituyeron los ac *Publicado en El Peridico comarcal, n. 206, 3 -IX -1999, p. 21. 228 tos celebrados en la pequea Villa de Elda, que por entonces contaba con unos 1.750 ha bitantes. 1804 ver conmemorar el Segundo Centenario de la ll egada de las imgenes a Elda en tre los das 7 y 11 de septiembre con la celebracin tanto de actos y ceremonias religiosas especiales preparadas al efecto, como de actividades profanas. Entre las primeras cabe des tacar las misas diarias; la representacin teatral de la ll egada de las imgenes y su entra da triunfal en la Villa, en procesin, acompaadas de abundante gento, repique de campa nas, salvas de artillera y dems manifestaciones de jbilo popular como el adorno de las ca ll es con li enzos, telas, flores, espejos, cuadros, lminas, fi guras y otros adornos; canto de vi ll ancicos; la realizacin de dos procesiones generales por toda la Villa, en cada una de las cuales se calcula que particip ms de un tercio de los 3.500 habitantes, aproximadamen te, que posea la Villa por entonces, y la celebracin de una Tedum fi nal. Entre los actos profanos destacaron los bailes, cucaas, disparo de tracas y fuegos artificiales, representa ciones teatrales callejeras y corrida de toros, celebrada en la plaza de Arriba, actual plaza del Sagrado Corazn. Actos religiosos y profanos acompaados del ineludible elemento musical, tan presen te en toda Villa valenciana, que vino dado por la presencia de dos bandas de msica. Una de Alicante con 22 msicos y otro grupo de 16 msicos procedentes de Sax, que pasearon por las calles a distintas horas durante todos los das. As como la espectacular iluminacin nocturna de todo el vecindario mediante velas, teas y antorchas. Casas, calles, edificios em blemticos fueron iluminados para que destacaran en la noche, a la par que el ya comen tado engalanamiento de calles y casas. As, por ejemplo, se dice que el castillo estuvo ilu minado por 3.000 luces o velas; el Ayuntamiento, 600; la Iglesia de Santa Ana, 3.800, con tando los exteriores e interiores y el convento de los ngeles, 2.000. Pero sern las Fiestas Mayores del Tricentenario, en 1904, las que mayor repercusin, por su cercana en el tiempo, han tenido y mejor son conocidas. Su preparacin se inici con un ario de antelacin de la mano de una comisin encargada al efecto. Celebradas con el recin estrenado ttulo de Ciudad, concedido por Alfonso XIII el 24 de agosto de ese ao, y con una poblacin que rondaba los 7.000 habitantes, en ellas ade ms de las correspondientes procesiones, misas, Tedum y otros actos religiosos progra mados, destac entre todos la Gran Cabalgata Histrica, en la que, junto a la carabela San Eduardo y los peregrinos desfilaron tres carrozas en representacin de la Industria, del Co mercio y de la revista El Centenario, rgano de difusin del quehacer de la Mayordoma. Exitoso desfile histrico amenizado por las Bandas de Msica de Alcoy, Muchamiel y Elda, en el que tomaron parte Gigantes y Cebezudos, heraldos, arcabuceros, pajes y el Batalln In fantil. Como vemos, aniversarios centenarios conmemorados con mucha imaginacin para los escasos medios econmicos, tcnicos y logsticos de que se dispona en Elda hace siglos. 71 Ante el IV Centenario de la venida de los Patronos. Invitacin* Alberto Navarro Pastor En estas fechas en que Elda va a celebrar las Fiestas Mayores en honor a sus Santos Patro nos, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso, est casi transcurrido el ao 2000 y a escasos aos del 2004 que se celebra el IV Centenario de la venida de las Imgenes, en me dio de una sencilla y piadosa leyenda que desde hace cuatro siglos ha rodeado de una au reola de portento y milagro la llegada de estas imgenes en el galen que traa al segundo Conde de Elda, Don Antonio Colom y Prez Calvin, terminado su periodo de mando co mo virrey de Cerdea por el Rey de Espaa don Felipe IV, regresando a su solar familiar, a su castillo -palacio de Elda, cabeza de su Condado. Desde 1604 en que ocurri dicho acontecimiento tuvieron a orgullo los eldenses ofre cer a las celestiales imgenes la mayor suntuosidad en los lugares a ellos reservado en el tem plo de Santa Ana, engalanndolos con joyas artsticas y remozando su ornamentacin para que cada vez refulgieran con ms brillo y magnificencia, as como a las propias imgenes, adems de rendirle los ms devotos cultos en especial en las fechas magnas de septiembre dedicadas a celebrar grandes fiestas en su honor. Pero cuando este entusiasmo se creca al mximo era cuando se acercaban las fechas conmemorativas del Centenario de la llegada de las imgenes a Elda, rivalizando en ofrecerle ms suntuosas y grandes fiestas, tanto en el ao 1704, de cuyas excelencias y manifestacio nes de ornato extraordinario nos dej testimonio el cronista oriolano Jos Montesinos, as como de las de 1804, confirmando la crnica del vicario de Santa Ana, Juan Toms Sempe re, transcritas en la revista de 1904, El Centenario, y tambin de las de este ao del III Cen tenario, emocionadamente narradas por la redaccin de esta misma revista, con todas las cuales asistimos al entusiasmo de toda la poblacin eldense de estos siglos por ofrecer a las excelsas imgenes un conjunto de actos extraordinarios con los que manifiestan su devocin y amor por la presencia de las mismas en Elda. Y ahora, ya en septiembre del ao 2000, el calendario va acercndonos constantemen te a la nueva fecha grande del IV Centenario, en el que nuevamente el pueblo de Elda ma nifestar su exaltada devocin a sus Patronos. Ya recientemente se han venido exponiendo opiniones y comentarios, manifestados p blicamente por la revista catlica Fiestas Mayores o en este mismo semanario, acerca de lo Publicado en Valle de Elda, n. 2.211, 6 -IX -2000, s. p. que Elda va a preparar para esta magna celebracin. Porque parece que los poco ms de tres aos que faltan para la gran fecha del IV Centenario pueden no ser suficientes para ir reuniendo ideas, sugerencias, propuestas y todo cuanto sea necesario) para que el IV Cen tenario supere a los anteriores celebrados, utilizando todos los medios al alcance de los el denses de hoy para que esta superacin sea visible y manifiesta. Y por nuestra parte, por el semanario Valle de Elda, que desde su fundacin ha queri do ser expresin fiel de estos sentimientos de fervor hacia los Patronos de Elda, deseamos modestamente, Y sin que intentemos entrometernos en un tema que personas u organismos de mayor significacin vayan a abordar cuando lo consideren oportuno, ir recogiendo en nuestras pginas las sugerencias que nuestros lectores y quienes lo deseen puedan hacer pa ra darle mayor brillantez a dicha conmemoracin. Como primera de estas sugerencias, y tal vez una de las ms importantes y hermosas, y merecedoras del mximo apoyo popular e institucional, tendramos que reflejar la mencionada por el Rvdo. don Andrs de Sales Ferri Chuflo, director del Archivo de Religiosidad Popular del Arzobispado de Valencia, en su intervencin en 1997 en el Novenario con el que finali zaron las fiestas de dicho ao, exhortando al pueblo catlico de Elda a que iniciase el pro cedimiento para conseguir se llevase a cabo la Coronacin Cannica de la Virgen de la Sa lud, Patrona de Elda. Es este un objetivo que todo el pueblo eldense debiera apoyar con entusiasmo, ponien do cada uno de su parte cuanto le fuera posible para honrar de tan excelsa manera a la Vir gen de la Salud en la grandiosa fecha del IV Centenario de la llegada de Ella y su Divino Di jo a Elda, ya que esto no es una concesin graciosa que se consigue por medio de una so licitud escrita por las autoridades eclesisticas locales solamente, sino que tiene que estar respaldada por este mismo pueblo en su gran mayora, en forma de adhesiones de fieles, en el mayor nmero posible, y.r de organismos representativos de los diferentes sectores en que el pueblo de Elda reparte su actividad, con la adhesin de todas las entidades, corporacio nes, cofradas, asociaciones de toda ndole, organismos profesionales, juntas directoras de fiestas populares representando individual o colectivamente a sus afiliados o componentes, como la junta Central de Comparsas, Junta Central de Fallas, Mayordoma de San Antn, Aso ciacin de San Crispn; o sea, en suma, una representacin del pueblo eldense con su m xima amplitud. Y en esta representacin tendra lugar de honor el Ayuntamiento de Elda, como corpo racin mximamente representativa del pueblo eldense, ajena a actitudes respetables de creencias o inclinaciones religiosas diferentes o indiferentes v considerando, ms que la ac titud particular, la general catolicidad del pueblo y la fervorosa dedicacin a los Santos Pa tronos de Elda, en especial en este caso a nuestra Patrona la Santsima Virgen de la Salud, para conseguir para ella la Coronacin Cannica, no como concesin de una gracia oficial sino como respuesta a la peticin de toda o la mayor parte de un pueblo amante de sus tra diciones. 72 2004, unidad de centena(rio)-0 y II) Enrique Chinchilla Amat Con la mirada puesta en la efemrides que lentamente se aproxima, las personas que tienen a su cargo editar la revista de las Fiestas Mayores decidieron un pasado ao unir a la misma un fascculo reproductor de la revista El centenario, y otro del programa de los festejos del Tercer Centenario de la venida a Elda de sus imgenes patronales. Las p ginas del primero de ambos, cuyo primer ejemplar databa de septiembre de 1903, a un ao de aquella memorable cita, fueron ofrecidas al vecindario para que en ellas vertie ran sentimientos o sugerencias para el mayor xito de tan aosamente nutrido cumpleaos, aceptando la invitacin diversas gentes, en prosa o en verso, lo que redundara a favor del evento. El segundo era, sencillamente la nmina de los actos cvicos -religiosos programados, sien do objeto de este texto incidir en ellos como se razonar al final del mismo. Indudablemente la intencin de reproducir estos fascculos es la de ambientar a los ciu dadanos sobre el Centenario suceso que se avecina a tan solo cuatro aos de, supongo, ba jar la cuesta del Reventn, aunque hasta su arribada sern muchos los soles, y lunas, llu vias y vientos, los que esperan, pero bueno es que de vez en cuando se vaya remachando en el subconsciente, que es guardin de la paciente memoria, la ilusin del Cuarto Centenario a descabalgar en el ao 2004. La incgnita es cmo se podr celebrar esta conmemoracin un siglo despus, y vaya siglo!, con tantos adelantos y con el rotundsimo cambio urbano de la poblacin y de sus gen tes en todos los imaginables aspectos. Al parecer, en aquel septiembre de 1904, la organizacin de los actos supuso un sacri ficio personal y econmico para hacerlos lo ms atractivos posible, y cabe pensar que ho gao tampoco podr realizarse todo aquello que se desee, porque ser Don Euro el que tendr la sartn por el mango, y ustedes perdonen la intromisin de tal utensilio, propio del ms calenturiento fogn. Personalmente, repetidas veces, escuch ab s mayores, entonces jvenes testigos, refe rirse siempre al Ao del Centenar, y a las magnificas fiestas que tuvieron lugar, y gracias a dicho fascculo hemos conocido su diseo, porque cuando se desarrollaron muchos es tbamos bastante lejos de nacer, aunque alcanzar las venideras sea, ay!, un reto de calen dario. Publicados en Valle de Elda, n. 2.211, 6 -IX -2000, s.p. y n. 2.213, 22 -IX -2000, p.16. Como introduccin al programa hay una llamada a los eldenses por parte de la Mayor doma de los Patronos, en la que en sntesis se expone que de comn acuerdo con el Ayun tamiento y con el auxilio a la vez del Gremio de zapateros ) similares, comercio en ge neral, arrendadores de la huerta y empresa arrendataria de consumos, todos en apre tado haz) , venciendo con sacrificado anhelo trabas y obstculos, dificultades pecuniarias y materiales, han logrado superar todo sin desmayo, presentando a continuacin el ra millete de festejos a celebrar a partir de/da 6; festejos que arrancan al amanecer de di cho da con el repique general de campanas . ) , disparo de morteretes anunciando al ve cindario el inicio de tan solemnes fi estas. Aproximadamente a la misma hora del amanecer (psmense ustedes), la banda Ni de Alcoy, har su entrada en la villa, costeada por la Industria de Zapateros, la cual recorrer las calles del trnsito tocando bonitos pasodobles; y por si fuera poco v tambin aproximadamente a la misma hora (que no aclara cual es), harn su entrada los clebres Dulzaineros de Mies los que seguirn la misma carrera que las bandas. Es te nmero es costeado por el Comercio de la poblacin, V como la cosa sigue de 6(1 7 de la maana y precedidos por su Banda de Tambores se anuncia la entrada en la Vi lla del Batalln Infantil n 4 de Ntra. Sra. de la Salud, organizado por el vecino de la poblacin D. Eduardo Pastor Juan. II Obviamente, el cronista ignora si dicho da fue festivo o no, si vel el vecindario; lo cier to es que, sobre las siete de la maana, y desde la casa Ayuntamiento, saldr la M. Ilus tre Corporacin Municipal, Rvdo. Clero y la Mayordoma acompaada de los msicos de Alco . ) , ) , de esta Villa en unin del Batalln Iifantil, marchando por las calles de la Cons tancia. PI/ni y Esperanza hasta el final de sta, situndose ante el Templete levantado al electo, donde se celebrar Misa de Campaa. Realmente debi ser un da de esplendoroso fervor vecinal ya que de 9 a 9j media entrar la laureada Banda de Muchamiel, la cual lo mismo que sus antecesoras reco rrer varias calles tocando pasodobles. Esta banda la costear la Mayordoma de Ntra. Sra. de la Salud. Una vez celebrada la misa es de suponer que hubo un general descanso que dur has ta las 3 de la tarde, no sin antes el volteo de campanas del medioda y disparo de mor teretes y sobre las 2 de la tarde el reparto a los pobres de solemnidad del lugal; por par te de la Administracin de Consumos, de bonos de arroz, pan y carne. Y mas o menos a la citada hora de las 3 desde el punto conocido por la Cruz de San Blas, dar comienzo el desfile y entrada en la Villa de una gran Cabalgata Histrica abriendo la marcha los ya legendarios Gigantes y Cabezudos precediendo a dos heral dos a caballo y por el orden siguientes las artsticas carrozas: 1.- La del Gremio de za pateros) similares. 2.- La del Comercio, yendo detrs de sta, comparsa de arcabuce ros y marinos. 3.- La de la redaccin de la revista El Centenario, conduciendo a los re presentantes de los Excmos. Condes de Colma. 4a - La carreta histrica con las dos ca jas en cuyo interior vinieron a esta Villa los Stos. Patronos y 5a.- La Carroza -Nave titu lada de San Eduardo construida por el ingenioso artfice local D. Eduardo Pastorjuan. Al ll egar la Carreta Histrica frente a I a fbrica del Sr Vera har alto la cabalgata, momento en que los representantes de los Excmos. Condes de Coloma harn entrega de las Stas. Imgenes a una comisin de Autoridades civiles) eclesisticas, levantndose la correspondiente Acta por el Notario de esta villa, D. Jos Ala Pujalte, acabada esta pro tocolaria ceremonia seguir su curso la cabalgata por las calles de la Esperanza, Nue va, Vall, San Francisco, Linares y plaza de Topete, fi nalizando en la Constitucin, sien do amenizado este acto por las bandas citadas. De 5 a 8 de la tarde saldr de la Iglesia de Santa Ana el Clero, Ayuntamiento )! Ma yordoma exhibiendo sus estandartes, siendo escoltados por las dichas bandas) el Ba talln Infantil, dirigindose al final de la calle de la Esperanza, procedindose a la en trada triunfal de las Imgenes, instante en que la Asociacin de las Hijas de Mara re galar a la Patrona un magnIfico corazn de oro con los nombres en su interior de las donantes, cantndose un Himno de bienvenidapor la orquesta que dirige el laureado D. Ramn Gorg, autor de la msica, sindolo de la letra, D. Maximiliano G. Soriano, re conocido vate local. A los coros propios de la orquesta se sumarn distinguidas seoras y seoritas de la localidad.. Sigue anunciando el programa que al llegar las Imgenes frente a la puerta de D. Ma nuel Tordera, y ante un lujossimo altar que se levantar al efecto, se entonar otro him no por la Orquesta Artstica que dirige el profesor D. Francisco Santos, cantado tambin por distinguidas seoras y seoritas de la Villa y al terminar seguir la procesin por la Plaza del Hospital, calles de Castelar, Serrano e Iglesias hasta el templo parroquial, por cuya puerta de la Virgen penetrarn en su Casa los Patronos, finalizando el acto con un solemne Tedum. Y para rematar la prolija jornada inicial, alas 12 en punto de la noche tendr lugar la Tradicional Alborada, disparndose desde la torre una gran palmera de cohetes yo adores) vistosos fuegos artificiales. Este nmero es costeado por la Admn. de Consumos de la villa, y durante la dura cin del mismo las msicas tocarn la Marcha Real en las plazas de Topete, Constitu cin e Iglesia, cantndose despus ante la Casa del Ayuntamiento la Gran Salve en re me obra del seor Gorg, dando fin con un pasacalle por las tres bandas de msica S ) disparndose, entre tanto desde la torre de la Iglesia cohetes voladores. Se inserta una nota al final del programa en la que se anuncia que el da 11 de Septiembre se inaugurar el Teatro -Circo Castelar, por la compaa de zarzuela y pera que di rige D. Pablo Gorg, al propio tiempo se advierte que, como obsequio a nuestros Excel sos Patronos, tomar parte en las festividades como las dems seoritas, la diva alicantina Milagrito Gorg. No s a ustedes, pero a m todo lo reproducido me ha parecido encantador, ntimo y fa miliar propio de su poca y de la estrechez urbana de la Villa en la que entonces, como aho ra, algunas personas o cosas eran un referente ms orientativo que cualquier toponimia. Lo que ha pretendido el autor de este trabajo es, sencillamente, una ms amplia difu sin a travs de Valle de Elda de la iniciacin de los festejos del Tercer Centenario, suponiendo de antemano que bastantes de sus lectores quiz no tuvieron la oportunidad de conocer el programa centenario. Obviamente, el fascculo contiene todos los actos programados, especialmente los re lativos a los das 8 y 9, propios de nuestros Patronos, pero dada la diferencia ambiental que envolva aquella distante ocasin con la homnima venidera, es de la mayor importancia re saltar especialmente el arranque de la celebracin para intentar aproximarse, al menos, al espritu e ntimo contenido de aquel colectivo vecinal, aunque el continente sea muy distin to. Y para ello el vecindario, en general, tendr la palabra y... el facultativo sentimiento de la presente presencia, valga la redundancia, huyendo siquiera por una vez de la dispora, en das tan sealados, hacia lugares que nada tienen que ver y que, adems, no se van a agra viar. El Cuarto Centenario se merece un multitudinario homenaje y un emotivo resplandor, y no slo por el espritu religioso, sino tambin por el cvico. Al fin y al cabo, ser Elda, con sus gentes fieles a ella, la gran receptora de tan secular conmemoracin. Recurdese que aqu no vale decir: Si este me lo pierdo, ser el prximo. 73 El Casino Eldense que yo conoc (0* Rodolfo Guarinos Amat A principios del XX, en una Elda que contaba ya incipiente industria del calzado y, conse cuentemente con un grupo de empresarios que constituan una nueva clase social, empez a abrirse paso la idea de la fundacin de una Sociedad de carcter recreativo -cultural, que sirviera de punto de encuentro y reunin a esta nueva clase que, junto a los terratenientes rentista, formaban un estamento selecto, con evidentes ganas de diferenciarse. Ese fue el germen, la semilla, del que surgi el Casino Eldense, coincidiendo su natali cio con el ao 1904 **, ao en el que Elda celebr el Tercer Centenario de la llegada a la poblacin de los Santos Patronos, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso, y ao tambin del nacimiento del Teatro Castelar. De esta forma qued incorporado a los establecimientos de la que sera muy pronto Ciu dad un nuevo centro de reunin y esparcimiento de los socios y sus familias, en el que se contaba con las instalaciones propias de un caf y los asociados podan disponer, adems, de salas de juego y biblioteca, as como de un bonito jardn, donde poder pasear y tomar el sol y en el que poder celebrar toda clase de actos sociales. Eso si, todo ello estaba solamente y con carcter exclusivo a disposicin de los seores socios y familias, formando una sociedad selectiva, constituida en sus principios por slo unas pocas decenas de personas, los llamados socios fundadores. Con el transcurrir del tiempo fueron muchas las cosas del Casino Eldense que experi mentaron cambios, hasta el punto que se puede decir que son pocas las sociedades e insti tuciones eldenses que hayan sufrido mayor nmero de reformas, particularmente a lo que a sus jardines se refiere. Todo ello hasta llegar a los aos 30, que fue durante los que el que esto escribe tuvo un conocimiento ms directo del Casino y sobre los que puede hablar con mayor propiedad. Durante los primeros aos de aquella dcada, en su primera mitad que precedi a la Guerra Civil, el Casino Eldense segua siendo la Sociedad elitista de su fundacin, pero ha ba perdido algo de su espritu selectivo y todo se haba relajado un tanto, en opinin de al Publicado en Valle de Elda, n. 2.211, 6 -IX -2000. s.p. **Como se puede comprobar, por medio de diversos trabajos incluidos en esta recopilacin, el Casino Eldense se cre formalmente en 1901. gunos de sus socios. Este malestar del aludido sector dio lugar a una escisin, pasando los seores disidentes a fundar un nuevo centro recreativo, ms exclusivista si cabe, que fue bau tizado con el nombre de Gran Pea, y se ubic en la misma calle Nueva, el local que hoy ocupa el estudio fotogrfico de Vicente Berenguer. Fueron estos aos del Casino una poca muy entraable para el nio que entonces era el que esto suscribe, llena de aventuras, travesuras y gloriosas hazaas, que tuvieron co mo escenario sus dependencias y jardines, entre persecuciones y amenazas del to Rafae l/co, el portero vitalicio del Casino, siempre con su uniforme azul marino con galones do rados, v el to Fulgencio, el jardinero, que le ayudaba a mantenernos a raya. Y es que esta ba prohibida la entrada de los nios sin sus padres, aunque fueran hijos de socios, como era mi caso y nosotros nos colbamos en el jardn para hacer mil perreras, siendo legendarias luego las persecuciones de que ramos objeto para arrojarnos del paraso. La verdad es que nuestro propsito) principal, como una especie de deporte, era cabrear al to &O die, clebre entre nosotros por su mal genio, y tambin al to Fulgencio, aunque a este to dos le aprecibamos por ser un pan bendito. Pero lleg la guerra de 1936 y todo aquel mundo feliz se hundi en el olvido. El Casino Eldense dej de ser un centro social y se transform en un hospital de sangre, es decir, en un centro hospitalario destinado a los soldados que regresaban heridos de los frentes. Sus diferentes salas fueron habilitadas como dormitorios, quirfanos, salas de cura, etc., y pronto se vieron llenas de hombres con fracturas, heridas de bala o con cualquiera otra cla se de lesiones. Los que podan, an los cojos, mancos o descalabrados, deambulaban por las calles de Elda, muchas veces con aparatosas prtesis, y algunos formaron aqu una fa milia casndose con una eldense. Tras la Guerra Civil, ocupada la Ciudad por las tropas nacionales el Casino volvi a la nor malidad. Fue devuelto a su original destino y conoci una poca de inusitado esplendor. Era natural que as fuera, ya que los oficiales de las fuerzas de ocupacin, tras las privaciones y penalidades de la guerra estaban ansiosos de diversiones. Y el Casino se las proporcion en abundancia, con bailes y fiestas casi ininterrumpidas. Tambin entre estos jvenes militares y las muchachas eldenses surgieron pronto relaciones sentimentales que en ocasiones al canzaron final de boda. 74 El Casino Eldense: una sociedad centenaria (1901-2000) Juan Marhuenda Soler y Gabriel Segura Herrero En la Espaa de finales del siglo XIX, todo pueblo de provincias que se preciara de su desa rrollo econmico, demogrfico y urbano aspiraba a alcanzar, como signo externo del mismo, dos elementos que le concedieran prestigio social frente a los pueblos de alrededor, a saber: El ttulo de Ciudad, concesin administrativa heredada de siglos anteriores que, si bien va no garantizaba como antao toda una serie de privilegios y exenciones fiscales, si vena a sancionar una realidad econmica y demogrfica que diferenciaba social y po lticamente a la poblacin agraciada de las Villas agrcolas circundantes. Y la existencia de un casino o crculo social, asociacin con fines recreativos y cul turales donde tenan cabida las personas ms relevantes de la poblacin: empresa rios, profesionales liberales, zapateros, etc., todos amantes de su pueblo que, cons tituidos en socios, fundaban un club de amigos en el que reunirse. En este sentido, la Villa de Elda alcanz en pocos aos los dos elementos. El rango de Ciudad lo disfrut desde el 24 de agosto de 1904, cuando el gobierno conservador presidi do por Antonio Maura, en reconocimiento a los logros econmicos y demogrficos conse guidos, concedi el ttulo de Ciudad a la hasta entonces Villa de Elda. Pocos aos antes, nada ms empezar el siglo XX, dos dcadas por detrs de la fundacin de los casinos de las ciudades ms cercanas, caso de Monvar (1880) y Novelda (1888), a instancias de la burguesa zapatera eldense, se procedi a la fundacin del Casino Eldense. Sociedad cuyos orgenes, gestacin y primeros aos de vida presentan numerosas lagunas pa ra su conocimiento exacto, no concordando entre s todos los datos que poseemos. As, para su fundacin manejamos dos fechas, la del viernes 1 de febrero de 1901, que hay que tomarla como la fecha en que de manera informal una pea de amigos tom el acuer do de fundar un Casino y la del mircoles 6 de marzo de 1901, cuando de forma legal, se procede a la aprobacin del Reglamento para el Casino Eldense, documento que viene a constituir el acta fundacional de la sociedad, que es inscrita en el Gobierno Civil de Alican te el da 9 de marzo de 1901. Como viene a comentar A. Navarro Pastor (198111, 27-29), el Casino debi tener su ori gen en un grupo de amigos, todos varones, que se reunan asiduamente en una casa de la Publicado en Alborada, n. 44, 2000, p.147-156. calle Coln, y que al igual que en las poblaciones cercanas ya comentadas, desearon y cons tituyeron con el objeto de establecer y fomentar un Crculo para instruccin y recreo, de quienes a l pertenezcan. . . la Sociedad denominada casino Eldense cuya primera sede social qued radicada en la calle Coln esquina a la calle Caballero de Rodas, actual calle Santa Ana. Una vez inscrita oficialmente y aprobados los estatutos se constituy la primera Jun ta Directiva de la Sociedad Casino Eldense, quedando integrada por los siguientes so cios: Juan Vidal Vera, Presidente de la Sociedad, Ventura Vera Garca, Presidente de la Junta Directiva; Vicente Nogueroles Garca, vicepresidente; Joaqun Coronel Rico, Anto nio Rico Lloret, Jos Paya Vidal, Hilarlo Amat Vera, Hiplito Juan Snchez, Emilio Rosas Coronel y Roque Gonzlez Amat, Vocales; y Ventura Pastor Martnez, Secretario. Los estatutos quedaron organizados en diez bases constitutivas y treinta y nueve ar tculos, donde quedan recogidos todos aquellos aspectos bsicos para el funciona miento) de la Sociedad. Vienen a reflejar el espritu de la poca y de esta clase de inicia tivas burguesas tendentes a la formacin de una Sociedad selecta, restringida a los de una misma condicin social y econmica, convirtindose en la manifestacin colectiva de una clase social, que les permite diferenciarse del resto de la clase obrera. As, se establece CO () segundo precepto base que el ingreso en la Sociedad queda reservado a los varo nes; del mismo modo que se fijan cuotas de entrada de 5 ptas. para los socios fundado res y 1,50 ptas. para los socios de nmero, siendo esta ltima cantidad la establecida co mo cuota mensual (base tercera); se prohibe en el local de la Sociedad juegos de azar, hablar con voz alta y discutir sobre temas de actualidad poltica o religiosa (base octa va); haber cumplido los dieciocho aos, saber leer y escribir y ser de buenos antecedentes personales (art. 2); etc. Desde sus inicios, entre los objetivos principales de esta junta figur el lograr un in mueble propio donde establecer el domicilio social adecuado a los fines propuestos y dotado de jardn para el recreo del personal y esparcimiento familiar. Con tal fin, y que riendo hacer coincidir la inauguracin de la nueva sede de la sociedad con la conme moracin del Tercer Centenario de la llegada de los Patronos eclesisticos a Elda, el 5 de septiembre de 1903 la Sociedad Casino Eldense pidi un prstamo econmico con el fin de poder adquirir un inmueble en el que poder ubicar el Casino y varias fincas ane xas donde establecer el jardn. Estas necesidades quedaron cubiertas en 1904, cuando el 10 de febrero se adquiere por compra a Vicente Gabanes Sempere, tres fincas, reca yentes a la calle Nueva, dos de las cuales eran terrenos y en la tercera haba una edifi cacin. Inmueble que debi ser acondicionado, tal y como relata el cronista oficial de Elda ...a gran ritmo, emitindose 50 acciones a 100 pesetas cada una, reintegra bles, y una cuota de 1,50 pesetas mensuales. .., firmndose contrato con un maestro) de obras para que adecuase el edificio a los nuevos usos (Navarro Pastor, 1981 11, 29). Apenas un mes y medio despus de su compra, eran cursadas, con fecha 28 de marzo de 1904, las invitaciones al acto de inauguracin del Casino: Se invita a V Para el acto de la inau guracin del Casino, situado en la Calle Nueva, nums. 38j 40, que ten dr lugar el da 30 de Abril prximo, a la una de la tarde. Elda, 28 de marzo de 1904. Inaugurado el sbado 30 de abril y segn se desprende de los datos notariales, el Ca sino estaba ... compuesto de dos pisos, situado en la calle Nueva de la ciudad de Elda, nmero treinta y ocho de polica, cuya superficie es de 248 m. cuadrados; con una de lantera sin edificar que mide 168 m. cuadrados) la parte posterior un jardn (..) de fl ores) rboles propios, el cual tiene una cabida de 1.404,50 m. cuadrados, cercado por una veda de madera; lindante el edificio y delantera que est sin edificar; por derecha entrando, casa de Vicente Maestre Sempere, izquierdo otra casa de Luis Amat Maestre y espaldas con el jardn antes indicado, acequia en medio;) la finca rstica linda por Este, con terrenos de la fbrica de calzado de Don Casto Pelez; Sur con la calle Jardi nes, Oeste camino de servidumbre de Silvestre Hernndez y Vicente Maestre, y por Nor te el edificio expresado al principio, acequia de en medio. Pocos meses mas tarde, el sbado 6 de agosto de 1904, reunida la Junta General ex traordinaria de la Sociedad, se aprob la reforma de los estatutos del Casino Eldense. Esta tutos que venan a sustituir a los fundacionales, modificando tanto aspectos formales, como de fondo, y cubriendo lagunas que haban quedado sin especificar en los anteriores. As, se establecen ahora unos estatutos constituidos por veintiuna bases, divididas en tres captu los y un reglamento de funcionamiento interno, con sesenta y dos artculos divididos en on ce captulos, quedando definido el objeto del Casino por la siguiente frase, del todo signifi cativa, recogida en la base primera: El Crculo constituido en esta ciudad, denominado Casino Eldense, es una reunin de amigos, cuyo objeto es proporcionar los goces y recreos que autoriza la buena sociedad. Como se puede observar de su detenido anlisis, y en consonancia con los tiempos .que corran, sigui siendo una sociedad clasista pues en ella ...no podan ingresar... ms que La fecha de apertura del edificio del Casino Eldense no parece cuestin pacfica. En torno a este particular existe un desajuste en la datacin sobre el que, en la medida de nuestras posibilidades, trataremos de arrojar algo de luz. El Centenario (n. 7, marzo de 1904) nos informa que el Domingo de Pascua [3 de abril] se inaugur el Casino Eldense que. de nueva planta se ha construido a costa de la perseverancia de los se ores comisionados; en cambio las invitaciones enviadas el 28 de marzo dejan bien patente que la inaugu racin tendr lugar el dia 30 de Abril prximo. ala una de la tarde. De lo expuesto se puede inferir, eclc ticamente, que entre el 28 de marzo (Lunes santo) y el 3 del mes siguiente, los socios ya pudieron hacer hu so de sus instalaciones, sin embargo el acto oficial y protocolario de inauguracin se retrasara unas sema nas, hasta el sbado 30 de abril de 1904, festividad de Sta. Catalina de Siena. los varones de 17 aos cumplidos, hijos de socios, .y de 20 aos, los que carezcan de es ta condicin... (base segunda); dividindose los socios en fundadores, fundadores accionistas, numerarios fundadores, numerarios, transentes, honorarios y de mrito (base tercera), sien do socios honorarios el Alcalde y el Juez municipal de la poblacin (base cuarta) y perte neciendo todos los objetos y bienes del Casino a los socios fundadores y fundadores accio nistas (base novena); eliminada la figura del Presidente de la Sociedad, la direccin del Ca sino se organiza mediante una Junta de Gobierno, compuesta de un Presidente, Tesorero, Contador, tres Directores y dos Secretarios (base sexta); establecindose la cuota anual pa ra toda clase de socios, excepto los honorarios, de mrito y transentes, de 18 pesetas, pa gaderas en doce mensualidades a razn de 1,50 ptas. al mes (base vigsima), del reglamento del rgimen interior, adems de las disposiciones orgnicas normales en este tipo de aso ciaciones, y tendentes a regular el correcto funcionamiento de los rganos de direccin y derechos y obligaciones de los diferentes socios, cabe destacar aquellos artculos que po nen especial nfasis en aspectos como el juego, la vestimenta, el comportamiento, etc. As, se dispone que queda a cargo de la Junta de Gobierno ... proporcionar todos los recreos, juegos, comodidades) diversiones que autorice la buena sociedad;) , sobre los juegos que haya establecidos se establezcan, imponer arbitrios... (art. 27); del mismo modo Que da al cuidado de dicha Junta de gobierno, elli;Mr el mmero de criados, atender su ad misin, omisin y reprender) castigar sus faltas, as como designar y pagar el suel do que juzgue oportuno. (art. 28). Respecto a la vestimenta se establece que Para la ma yor compostura en el local del Casino, se prohibe todo socio transente, concurrir l con blusa o cualquiera otra prenda que revele falta de armona en la buena pre sentacin social; as como discutir en alta voz sobre todos los temas en general y sobre los polticos religiosos en particular (art. 61). La Junta Directiva que aprob los nuevos estatutos estaba compuesta por Manuel Vera, Presidente, y Antonio Rico, Juan Guarinos, Emilio Rosas, Dionisio Martnez, Gabriel Vera, Eduar do (iras, Luis Amat, vocales, y Francisco Ferrando, como Secretario. Durante los aos siguientes el Casino Eldense fue experimentando un auge social que debi repercutir en el nmero de socios y en los gastos de mantenimiento y acondiciona miento del Casino. Gastos que originaron, en marzo de 1910, siendo miembros integrantes de la Junta Directiva Pedro Amat Pomares, Luis Amat Bernab, Jos Joaqun Gonzlez Pa , Marino Sempere Maestre y Jos Pay Vidal Pci,r Lira, la formalizaron de un prstamo de 30.000 pesetas a diez aos y al 8% de inters anual pagadero en mensualidades vencidas. Emprs tito concedido el jueves da 24 de marzo, por Gonzalo Soriano Calatayud, comerciante, ve cino de Onteniente, a favor de la Sociedad, quien tuvo que proceder a imponer una hipote ca sobre el inmueble y jardn de su propiedad como garanta del mismo, siendo tasados pa ra la ocasin en 40.000 pesetas. El proceso de desarrollo y presencia del Casino en la buena sociedad eldense ir acom paado de un evidente incremento de las necesidades de espacio para satisfacer las exigencias recreativas de los socios. En ese proceso de ampliacin de las instalaciones, vemos como Tiof 2 4 el da 22 de abril de 1918, siendo Presidente Manuel Maestre Pay y Jos Ma Gras Amat, Se cretario, la sociedad adquiere por compra a Ala Salud Amat Alonso la casa de la calle Alfonso XIII, n 42, situada junto al Casino, por el precio de 5.000 pesetas, abonando dicha canti dad en un plazo de cinco aos, con un inters anual del 2%, y con la condicin de que los vendedores se reservaban el derecho a habitar los altos de la casa durante el mencionado periodo de pago. Adquisicin que debi conllevar un incremento de los gastos como se desprende de la ampliacin de la responsabilidad hipotecaria sobre el Casino, con un nuevo prstamo de 10.000 pesetas que la sociedad presidida ahora por Joaqun Coronel Rico se ve obligada a solicitar en febrero de 1919, al mismo Gonzalo Soriano Calatayud. Financiacin a diez aos (1919 1928) que se viene a sumar en capital y en tiempo al prstamo hipotecario que pesaba so bre el Casino. Transaccin que, por otra parte, permiti reducir los intereses pagados del primer prstamo al 6% anual, al igual que los del segundo, pagaderos por trimestres ven cidos. Hipotecas que fueron canceladas antes del plazo previsto, satisfaciendo las cantidades adeudadas a Gonzalo Soriano en junio de 1926, mediante la imposicin de otro prstamo hipotecario en marzo de 1924. Las sucesivas Juntas generales celebradas los das 28 de no viembre de 1923, 11 de enero y 29 de febrero de 1924 acordaron, por unanimidad, el ges tionar para la Sociedad un prstamo hipotecario de 100.000 pesetas. Concertada tal operacin en Junta celebrada el da 20 de marzo de 1924, se autoriz al Presidente, Jos Justamante Vera, para formalizar la operacin fi nanciera con establecimiento de hipoteca a favor de Sal vador Amors Martnez, de Villena, por un plazo de diez aos (1924-1934) con un inters anual del 7 %. Sin embargo, la dcada de los aos veinte supondr el periodo de consolidacin del Ca sino Eldense. Periodo en el que destaca la figura de Arturo Sempere Juan (h. 1926-1927), bajo cuya presidencia se instal un saln de juego. La intensa y prspera actividad econmica de Elda favorecer su desarrollo y el incre mento en el nmero de socios, lo que llevar a la Junta Directiva a encargar, en 1924-1925, y contando con el capital del prstamo econmico financiado, la redaccin de un proyecto de reforma al arquitecto Alfonso Jimeno, quien en febrero de 1926 har entrega del mismo a la Sociedad. Proyecto con el que se quera igualar, e incluso superar, la categora arqui tectnica y artstica del Casino Eldense con la de los restantes casinos y crculos burgueses de Monvar, Novelda, Elche, Villena, Torrevieja, Alcoy o Alicante. Sin embargo, las grandes pretensiones del proyecto no se vieron plasmadas sobre el edificio existente que, a pesar de todo, y en el ltimo lustro de los aos 20, debi ser profundamente reformado, amalgamando en un edificio los diversos inmuebles de que constaba el Casino, y adquiriendo la fisonoma que presenta en la actualidad. Siguiendo la descripcin del mismo recogida en la Gua de la arquitectura de la pro vincia de Alicante, se puede decir que el edificio presenta dos plantas con cubierta de te ja y un jardn posterior. La fachada, con balcones en el primer piso, es tpica de la arqui tectura burguesa destinada a viviendas del cambio de siglo, sin grandes compromisos for males. Como es habitual en este tipo de edificaciones, y en Elda en especial, hay ligeras re sonancias modernistas en la ornamentacin de los balcones, recercados y carpinteras. En el interior presenta un especial inters la escalera principal y algunos artesonados de los te chos de los salones, que permite relacionarlo con algunos de los casinos ya mencionados (Jan etalii, 1999, 182). La dcada de los aos veinte y la 11 Repblica (1931-1936) vinieron caracterizadas por el aumento de socios, ya no slo miembros de la burguesa eldense e industriales del cal zado, sino tambin por los cada vez mas abundantes profesionales liberales, comerciantes, miembros de la banca, empleados, propietarios, etc. Al socaire de las nuevas corrientes in telectuales, librepensadoras, filosficas y polticas, alguno de los socios ingresaron en la lo gia masnica eldense Amor, fundada en 1927 e integrada a la Gran Logia Regional del Le vante de Espaa, con sede en Alicante. Entre los socios masones del Casino Eldense, y ads critos a la mencionada logia, cabe destacar a ngel Vera Coronel Plutarco, Jenaro Vera Co ronel Estrella, Jos Capilla Beltrn Platn, Jos Toms Snchez Pestalozzi, Joaqun Por ta Rausa Actividad, Jos Verd Cuenca Pascal y Juan Jos Aguado. Relacionadas tanto con el Casino Eldense como con la masonera, por la pertenencia y adscripcin de sus miembros a unas y otras, las peas de amigos los Chamorros. Los in dios, del Agua etc. fueron elementos singulares en la vida cotidiana de Elda, siendo tramadas en los salones del Casino muchas de las bromas realizadas, algunas de las cuales, dada la originalidad y transcendencia tenida, han logrado traspasar la barrera del tiempo, llegando a nosotros, circulando de forma oral entre quienes de nios o jvenes las presenciaron. Muestra del auge experimentado por la sociedad recreativa eldense durante las dca das de los aos veinte y treinta es el nmero de socios, que ha sido estimado en 1.135 con anterioridad al estallido del conflicto blico de 1936. La Guerra Civil vino a suponer una brus ca interrupcin de la vida del Casino Eldense, pues la alteracin de la vida pblica tambin se dej sentir tanto en la Sociedad como en los usos del inmueble del Casino. Requisado al inicio de la contienda, las autoridades republicanas, dadas sus caractersticas arquitectni cas. Con espaciosos salones donde albergar hiladas de camas en batera, facilidad para el mantenimiento del orden y la higiene, fcil acceso desde la calle y amplio y soleado jardn, estableciendo en l un hospital de sangre, destinado a albergar a los soldados heridos y con valecientes procedentes del frente. Perodo durante el cual hay que sealar la prdida de la mayor parte de los volmenes de la biblioteca del Casino, donde entre otras joyas bibliogrficas recogidas desde la fundacin de la Sociedad, se encontraban las obras completas del gran tribuno eldense Emilio Castelar. En abril de 1939, al trmino del conflicto blico, el Casino fue restituido a la Sociedad propietaria, recobrando el uso como lugar de esparcimiento y distraccin, ahora, de la cla se social vencedora. A los escasos seis aos de finalizar la guerra, y durante el ejercicio como presidente de Manuel Tamavo, el Casino Eldense solicita un prstamo econmico de 125.000 pesetas a Ma ra Ibez Lloret, vecina de Alicante. Emprstito a cinco aos y a un inters del 5% anual, pagadero por trimestres anticipados, que fue protocolizado por medio de escritura otorga da en Alicante el 28 de septiembre de 1945, ante el notario Jos Gonzlez-Romn y Gonz lez-Elipe, quedando obligado el Casino a tener aseguradas contra incendios las fincas hi potecadas. En junio de 1946, bajo la presidencia de Manuel Tamayo y siendo Vicente Mateo Luengo, Secretario -Contador de la Junta de Gobierno, se procedi a levantar la hipoteca que, desde 1924, pesaba sobre las fincas que componan el Casino, mediante el pago de las cantidades adeuda das a los herederos de Salvador Amors. Del mismo modo en febrero de 1953, tras haber sa tisfecho las cantidades adeudadas, tambin quedaba cancelada la hipoteca a favor de Mara Ib ez Lloret, recuperando la Sociedad Casino Eldense la total propiedad legal del inmueble. Las dcadas de los aos cincuenta, sesenta y setenta supusieron una segunda Edad de Oro del Casino Eldense y de sus instalaciones. Durante esos aos el Casino fue el lugar de diversin mejor considerado por la buena sociedad eldense. Sus bailes y verbenas durante las Fiestas Mayores de septiembre eran verdaderos acontecimientos sociales. Eventos sociales y ldicos que, sabiamente, fueron complementados por las sucesivas juntas de gobierno con una oferta cultural atractiva, celebrndose en sus salones exposiciones de pintura, fotogra fa, conferencias, etc. Actos que, durante casi tres dcadas, convirtieron al Casino en refe rencia de la vida cultural de Elda. Muestra de ello es el cambio de denominacin de la misma con la aprobacin del nue vo reglamento de rgimen interno. As, en su primer artculo se establece que La Sociedad.. se denomina Sociedad Artstico Cultural Casino Eldense. Espritu recalcado en el art culo segundo, donde se especifica que Los fines... son propagar la cultura y el arte en todas las manifestaciones y al mismo tiempo proporcionar a sus competentes las dis tracciones) recreos que autorizan las buenas costumbres y sean propias de personas cultas... Del mismo modo, en el duodcimo artculo se establece la creacin de la llama da Seccin de Asociados Jvenes, como instrumento de nutrir a la sociedad de futuros so cios. Pero los tiempos corran y lo hacan ms rpido fuera que dentro del Casino. Las dca das de los aos ochenta y noventa han supuesto para el Casino Eldense el alejamiento de su seno de la savia mas joven y su conversin en saln de nostlgicas reuniones de los socios ms veteranos. Las nuevas generaciones de eldenses no encontraron en el Casino ni la mo tivacin cultural, ni la diversin ldica ni el ambiente social ms adecuado a sus inquietu des e iniciativas. El Casino Eldense, perdido todo su dinamismo, adquiere entonces el esp ritu venerable que le confiere la edad centenaria. Durante la dcada de los noventa, tanto la Sociedad como el edificio que la alberga han conocido varias tentativas para devolverle la actividad pasada. Iniciativas encaminadas a la revitalizacin del uso del Casino, especialmente de sus jardines. La primera de ellas con el montaje de un catering de banquetes y celebraciones mediante la instalacin de unas car pas prefabricadas para la celebracin de bodas, comuniones, bautizos, etc. Sus jardines de antao lugar de paseo y mgico encuentro de jvenes enamorados ba jo la sombra de sus rboles y rodeados del perfume de sus fl ores en las clidas noches de verano, fueron reformados desapareciendo en pro de la modernidad los maceteros que re mataban los pinculos del vallado y sus artsticos bancos alicatados con azulejos, a lo que se sum la reciente reforma del vallado perimetral, tanto en la fachada que da a la calle Jar dines como en la actual Plaza Princesa, mediante en retranqueo de la valla siguiendo las nue vas alineaciones de los mencionados espacios urbanos. A juicio de los autores, que en este momento abandonamos la cmoda posicin de his toriadores para pasar a exponer nuestra opinin como ciudadanos eldenses a los que les im porta, y mucho, la supervivencia del Casino y su buena salud, slo un cambio de timn que sepa dirigir el barco de esta institucin centenaria por las trepidantes y cambiantes aguas del nuevo siglo, adaptndola a las nuevas necesidades exigidas por la sociedad, permitir que esta institucin recupere su dinamismo social. Cambio de rumbo que, sin perder el primi genio espritu de la Sociedad, deber ser realizado a base de soltar los lastres que anclan el Casino en el pasado, para poder permitir enrolar en el barco a los jvenes navegantes el denses. Por ltimo, quisiramos agradecer a Juan Maestre Prez, actual presidente del Casino Eldense, y a Manuel Sirvent Martnez, socio de la Sociedad, la informacin facilitada para la redaccin de este trabajo, as como todas las facilidades dadas para el acceso y consulta de cuanto material ha sido necesario. Del mismo modo, queremos mostrar nuestra gratitud a Ma Josefa Anaya Anaya, hija de Manuel Anaya Garca, socio fundador que fue del Casino, por haber donado al Museo Etnolgico de Elda los sucesivos estatutos y reglamentos que tuvo el Casino Eldense. 75 La Comisin del IV Centenario de la llegada de los Patronos presentar el programa de actos el prximo mes de octubre (...)* En ocasin de la presentacin de la revista Fiestas Mayores, el pasado jueves da 23. D. Jo s Navarro Navarro, Cura Prroco de Santa Ana, inform sucintamente al Alcalde y al Con cejal de Fiestas de nuestro Ayuntamiento de la marcha de las gestiones que viene realizan do la comisin extraordinaria constituida para preparar los actos y festejos especiales con motivo del Cuarto Centenario de la ll egada a Elda de las imgenes de sus Santos Patronos, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso, a celebrar en el mes de septiembre del ao 2004. La Comisin est formada por 23 personas, entre las que figuran representantes de las cinco Parroquias eldenses y de cada uno de los distritos de la Ciudad. Se han constituido nue ve subcomisiones, cada una de las cuales han estudiado y valorado las diversas propuestas presentadas, habindose celebrado ya seis reuniones y tenindose el propsito de, en una prxima, establecer ya el esquema bsico de las actividades a realizar en las fiestas del ao 2004 y en relacin con la efemrides que en tales fechas se celebrar. El Alcalde, Juan Pascual Azorn, prometi colaborar, a travs de las Concejalas de Fies tas y Cultura, en la ms brillante realizacin del Centenario. Publicado en Valle de Elda, n.2.257, 31-V111-2001, p. 1 y9. 246 Jos Pay Vidal, Paya Lira (1863-1941). 76 La Mayordoma de 1900 Pedro Maestre Guarinos Por el entusiasmo y devocin de los vecinos de la Villa de Elda a las sagradas Imgenes de la Santsima Virgen de la Salud y el Santsimo Cristo del Buen Suceso y por los extraordina rios beneficios y proteccin que por su mediacin consiguieron, con el nimo de fomentar ms las demostraciones de gratitud y amor, por aclamacin de los vecinos y con la autori zacin del Reverendo Clero e Ilustrsimo Ayuntamiento se fund en el ao 1796 la Mayor doma, cuyos estatutos fueron aprobados por el Ilustrsimo Seor Obispo de la Dicesis Han pasado muchos aos desde aquella fecha en que se constituy la primera Mayor doma. Hoy llega a mis manos un ejemplar extraordinario del diario independiente La Re generacin, editado en Alicante el da 8 de septiembre del ao 1900, que dedica su edicin completamente a las fiestas de septiembre, industria y personajes de Elda, y sobre todo, a la Mayordoma de ese ao, insertando el programa de festejos. Como Presidente de la actual Mayordoma quiero dedicar un recuerdo y agradecimien to a esas cinco personas que componen la primera Mayordoma del siglo )0(, y que con sa crificio y trabajo prepararon las fiestas patronales en honor de nuestras imgenes. Fue la Ma yordoma del nuevo siglo, empezando una nueva andadura, pensando en el Tercer Centena rio de la llegada a nuestra ciudad de nuestros Santos Patronos, y aunque en dicha fecha ya no estaran ya en la Mayordoma no dejaron de participar en los actos del Tercer Centenario. Hemos entrado en el tercer milenio, nos separan tres aos de la celebracin del Cuar to Centenario, la Mayordoma y las Comisiones Especiales estn trabajando para que sea un gran acontecimiento recordado por las generaciones venideras, como exaltacin y cario que los eldenses profesan a sus Santos Patronos. Insertamos a continuacin tinos retazos biogficos de quienes constituan la Mayordoma de 1900. D. Ramn Gorg Soler Vio la primera luz en el ao 1853 en Alicante, hijo de tina familia destacada en los me dios musicales, se traslada a Elda para hacerse cargo de la Banda de Msica en el ao 1879. Padre de la gran Milagrito Gorg, en el ao 1883 abandona la direccin de la Banda, para cuidar de los estudios y acompaar a su hija Milagrito por Espaa y extranjero en su *Publicado en Fiestas Mayores, n. 18, 2001, p 14-17. **Vase nota de la pgina 72. gran carrera artstica. Nuevamente en 1896 se hace cargo de la direccin hasta el ao 1914 cuando deja definitivamente la Banda. Aunque no form parte de la Mayordoma de 1904, con motivo del Centenario de la ve nida de las imgenes escribi un Himno de Bienvenida a los Patronos, con letra de Maxi miliano Garca Soriano. Sinti un gran amor y devocin por los Patronos, como lo demuestra las dos piezas ms queridas por los eldenses, que son los preciosos Villancicos a la Virgen de la Salud y al Cris to del Buen Suceso con letra de D. Francisco Laliga, y que an se cantan todos los aos en las Misas Mayores. Entre sus composiciones se encuentra una gran Salve para Coro y Orquesta y una Mi sa Mayor en Fa que fueron cantadas en las fiestas de aquellos arios. Un da primero de septiembre de 1925, cuando Elda se preparaba para celebrar sus Fies tas Patronales, falleca D. Ramn Gorg, siendo su sepelio una manifestacin de dolor y ca rio del pueblo de Elda. D. Jos Pay Vida! Nace en Elda en el ao 1863. De profesin comerciante de curtidos establecido en la calle Nueva, fue una persona muy vinculada a casi todas las sociedades de aquella poca. Fue fundador y secretario de la Sociedad Artstica La Eldense, que construy el Teatro Caste lar, y de la Comisin organizadora del Monumento a D. Emilio Castelar en 1926, y Contador de la primera Asamblea Local de Cruz Roja de Elda en el ao 1902. Muy amante de las cosas de su pueblo, publicaba artculos en los peridicos locales de la construccin y vida de los barrios Prosperidad, Fraternidad y Progreso. En la revista Va lencia Atraccin editada en agosto de 1930, en la seccin Ciudades Valencianas escribe un extenso artculo sobre la transformacin de Elda, su antigedad histrica e industrial. Muy amante del arte de tocar la li ra de forma magistral, fi rmaba sus artculos son el pseu dnimo de Pay Lira. Falleci en Elda el 30 de marzo de 1941 a la edad de 78 arios. D. Baldomero Alonso Alonso Vivi en la calle Maura, nmero 8. Presbtero de la Parroquia de Santa Ana siendo Cura Prroco D. Jos Navarro, durante el Tercer Centenario. De familia eldense, hermano por parte de padre del que fue alcalde de Elda D. Francisco Alonso Rico, colabora en la revista El Centenario con el artculo Mi primer trabajo que con gran entusiasmo se dirige a sus queridos paisanos indicando que nos encontramos prximos a un acon tecimiento que como grande y de imperecedero recuerdo ha dejado escrito con ca racteres de oro en la historia de Elda sobre los acontecimientos del mes de Septiembre que se avecinan del 1904. Fallece en Elda en el ao 1923 siendo su entierro una gran manifestacin de duelo y es tima que los eldenses profesaban a D. Baldomero. D. Jos Mara Ainat Gras De familia eldense (apodada Real de Plata), segundo de tres hermanos, cursa sus es tudios en el seminario de Orihuela, ejerciendo su ministerio de sacerdote como Presbtero en la Parroquia de Santa Ana, siendo Cura Prroco D. Jos Navarro. Por su cargo de Presbtero es nombrado Mayordomo en representacin del Clero. Persona muy humilde y sencilla que se dedic intensamente a su ministerio, vivi con su hermana Mara Dolores en la antigua calle Prim, hoy Francisco Laliga. Falleci en Elda en Octubre del ao 1940. D. Manuel Martnez Lacasta (Manolico, el Sacristn) Nace en el ao 1877 a la sombra de la Iglesia de Santa Ana, calle de los Giles. Desde muy joven le nace la aficin de construir globos de papel que ms tarde se con vertira en una tradicin de las fiestas de septiembre. Aunque en el ao 1904 no perteneca a la Mayordoma no dej de participar en los ac tos de construir y tirar los globos en las fi estas del Centenario y en todos los arios continuamente hasta 1936, en que dej de tirarse por la Guerra Civil. A principio se tiraban los globos en el ensanche del Teatro Castelar y ms tarde en los terrenos del Progreso. Ms de sesenta aos se conserv esta tradicin. Fue organista de la Iglesia de Santa Ana dirigiendo el Coro durante el Tercer Centena rio. Falleci en agosto de 1959 y el programa de fiestas de ese ao con estas palabras de ca: El da 8 a las doce horas elevacin de un magnifico globo, obra pstuma del malogrado Manuel Martnez Lacasta. Sirva este artculo de homenaje de la actual Mayordoma a la que construyeron estos hom bres hace ms de cien aos. En la casa n 12 de la calle Zorrilla se instal el primer Cuartel de la Guardia Civil en Elda. 77 Historia del puesto de la Guardia Civil en Elda Juan Rodrguez Campillo () Cundo se plantea en Elda la necesidad de contar con un puesto de la Guardia Civil permanente Como consecuencia de las alteraciones de orden pblico que ocasionaban las huelgas, el Ayuntamiento eldense toma el acuerdo, segn acta de 11 de octubre de 1903, de que se reclame sin prdida de tiempo, el establecimiento en sta de un puesto de la Guardia Civil, corriendo de cuenta del Aruntamiento los gastos de alquiler de la Casa -Cuartel. Acta de 20 de marzo de 1904.- Seguidamente se dio cuenta de un oficio del primer jefe de la Guardia Civil en el cual se interesa se diga si el Ayuntamiento cede permiso para establecer en sta, el puesto de la Guardia Civil que ha solicitado. Y puesto a dis cusin se acord se informe, que el Ayuntamiento abonar el alquiler de la Casa -Cuar tel, y que los individuos que fo rmen el puesto, sern relevados del pago de Consumos y tendrn gratuita la asistencia filcultatim y medicinas. Acta de 19 de junio de 1904.- En uno de sus puntos dice: .Dando as mismo el Ayun tamiento, cuenta de haberse concedido un puesto de la Guardia Civil a esta Villa, sien do ste el de Petrel, y que haba necesidad de buscar) alquilar Casa -Cuartel, para ins talar las fuerzas. Por unanimidad se acord dar poderes al Alcalde, D. Jos Joaqun Gon zlez Amat, para que en su nombre y representacin de/Ayuntamiento busque Casa Cuartel y contrate el precio de arrendamiento anual y cuantas consideraciones sean ne cesarias para dejar instalada la fuerza. Acta de 26 de junio de 1904.- Por la presidencia se dio cuenta de que se haba hecho contrato con D. Damin Tudela Llobregat, de una casa de su propiedad para Casa -Cuar tel de la Guardia Civil, por el precio en cada un ao de 800 ptas. pagadas en meses ven cidos, cuyo contrato da comienzo a 12 de julio prximo, por tiempo de quince aos. Acta de 1 de octubre de 1904.- Se da cuenta de una peticin hecha por D. Enrique Mn. ROO de que el Ayuntamiento le subvencione con 800 ptas. anuales como conce sionario del servicio telefnico que se ha de instalar en esta ciudad) mediante ello co locar dicho servicio en Ayuntamiento, Cuartel de/a Guardia Civilluzgado y casa del Al calde. Por unanimidad se acord desestimar dicha peticin por no estar el presupues to en condiciones de ms gastos. Se estudiar. Publicado en Fiestas Mayores, n. 18, 2001, p. 51-56. 78 Tradicin y despertar espiritual de Elda* Ricardo Navarro Martnez La tradicin es la memoria de los acontecimientos pasados, transmitidos a travs de la his toria humana, para el bien y el conocimiento de las generaciones. Los pueblos conscientes de su responsabilidad histrica saben que la tradicin es el te soro ms preciado que reciben slo en usufructo, y que tienen el deber de custodiar sol citos, para no legar mermado por la incuria, o la incomprensin a las generaciones futuras, antes bien se debe conservar, depurar y enriquecer con su valiosa aportacin. Elda tiene en s su tradicin, que nos viene transmitida de nuestros antepasados de ge neracin en generacin desde el ao 1604. Y en septiembre, cuando la tradicin levanta los marchamos de la preocupacin coti diana, Elda revive la venida de sus Patronos desde hace ahora 397 aos, segn pa tradicin. Desde entonces sobrevive la tradicin a la muerte de las ideas y de las instituciones, dando calor y vida a nuestra sociedad. Los eldenses se sienten felices en sus Fiestas Mayores, porque les domina el gozo de saber se protegidos por sus excelsos Patronos, el Cristo del Buen Suceso y la Virgen de la Salud, que constituyen para Elda y los eldenses El Faro Luminoso que orienta su existencia por las rutas ilusionadas del Bien, y por las arriesgadas del afn social y del progreso cultural. Queridos paisanos: ante el reto de la prxima celebracin del Cuarto Centenario, ya muy cercano de la venida de los Santos Patronos, revivamos espiritualmente la tradicin en que palpitan los ms venerables sentimientos de gratitud por parte de nuestros abuelos y ante pasados. Ahora bien: nosotros recogiendo la antorcha del pasado con responsabilidad creyente, he mos de volcarnos en clidas demostraciones de amor y fe a nuestros venerados Patronos, y pa ra esa vivencia cristiana Elda con su Ayuntamiento y Clero al frente, necesita despertar espiritual y culturalmente ante el acontecimiento que nos va a tocar vivir el 2004 en que se cumplen los cuatrocientos aos de la venida de nuestros Patronos a nuestra querida Ciudad de Elda. El problema fundamental del mundo espiritual, y por eso el mundo debe ser desperta do a la realidad de Dios, y armado nuevamente con una cosmovisin basada en los princi pios que afirman la fe en Dios, y el verdadero amor entre los humanos. * Publicado en Fiestas Mayores, n. 18, 2001, p. 133. 254 Despertar espiritual, o fracaso del siglo. No hay otra opcin. La salvacin del mundo est en la voluntad de las personas que tienen fe y amor en su doble aspecto de Dios y del hombre. Dios nos pide que seamos nosotros los que decidamos las opciones de nuestra vida. Pe ro hay posibilidad de una vida que merezca la pena sin Dios. Entre seguir a Dios porque en la niez me lo inculcaron y rechazarlo porque no es de adultos, est la decisin de fi ar se de l, siendo consciente de sus dificultades. He aqu un reto formidable, trazado por nuestros Patronos, para avanzar con impulso esperanzado, en la preparacin espiritual del IV Centenario de la venida a esta Ciudad eldense del Cristo del Buen Suceso y de nuestra madre la Virgen de la Salud. La soprano Milagtitos Gorg (1878-1959) tom parte, junto a un coro, en el canto del Himno de Bienvenida a los Santos Patronos, en 1904. 79 Milagritos Gorg y Miguel Tato y Amat en El Vinalap* Alberto Navarro Pastor Son stas dos fi guras destacadas de Elda, que brillaron en los finales del siglo XIX y principios del XX, con curiosas coincidencias y divergencias en ese escaso periodo de unos veinticinco aos, tras los cuales sus respectivas trayectorias existenciales siguieron bien distintos derroteros. Nacen en el mismo ao, 1878, Milagritos en Alicante el 19 de abril, y Miguel en Elda el 29 de septiembre. La infancia de ambos fue muy divergente totalmente, pues mientras el el dense Miguel pas su infancia en Alicante, donde vivi su padre, el cubano Agustn Tato y Vidal, y su madre, doa Antonia Amat, hija del influyente poltico eldense D. Jos Amat Sem pere, la alicantina Milagritos dio sus primeros pasos en Elda, donde su padre, el eminente msico Ramn Gorg haba aceptado en 1879 la direccin de la Banda de Msica de Elda a la que llevara a gran altura, especialmente con el gran triunfo en el Certamen musical ce lebrado en la Plaza de Toros de Alicante, en agosto de 1900, en el que la Banda de Elda ob tuvo el primer premio sin segundo, ante bandas de gran categora de la provincia. Ambos vuelven a Elda, Milagritos a los 19 aos, tras una brillante poca de nia prodi gio, de extraordinaria calidad vocal, presentada con siete aos en el Teatro Principal de Ali cante y con trece ante la Reina Regente Mara Cristina y las infantas, y en teatros de Madrid y otras capitales de Espaa, en Lisboa, Pars y otras ciudades europeas. Miguel ha estudiado en Alicante y ha hecho sus pinitos literarios en los peridicos de la capital, especialmente en El Graduador, a cuyo director Gald, consideraba como su maestro. En la capital, a los 23 aos funda un semanario titulado La Sinceridad. Fallecido su padre en 1899, vuelve COn su madre a Elda, a la que llega con mpetu juvenil, decidido a cambiar las estructuras de la poblacin introduciendo actividades culturales y sociales, para lo cual funda un semanario, El Vinalap defendiendo este nombre para el ro Vinalop, para cuyo cambio no aport referencias convincentes, por lo que qued solamente como cabecera de su semanario. Ya su padre haba dirigido durante algn tiempo el primer peridico de El da, El Bien General (1886-87), y publicado en prensa alicantina y cubana elegantes poes as, en cuyo camino tambin le sigui el aventajado Miguel. Desengaado de la acogida de Elda a sus animosas ideas aunque consigui la fundacin de la Cruz Roja de Elda y la celebracin de veladas literarias y culturales en el Casino Eldense, (que Publicado en Valle de Elda, n. 2.258, 6 -IX -2001. s.p. aunque constituido ya en Sociedad desde 1901, todava no tena el elegante edificio que cons truy pocos aos despus en 1904, con ocasin de las fi estas del Centenario), as como promovi la Cabalgata Histrica, que fue uno de los ms brillantes actos de estas fi estas. Miguel Tato abandon Elda y se traslad a Madrid, donde fue uno de los animadores del periodismo de la capital hasta su fallecimiento en 1948. Milagritos continu su vida en Elda, casada con D. Vicente Coronel Rico, miembro de una acreditada familia eldense, de la cual formaban parte el Cannigo don Jos, el Alcalde varias veces de Elda, don Joaqun y el director del Palacio de Correos de Madrid, don Luis, reviviendo su antigua gloria musical con su intervencin en funciones artsticas benficas y con la interpretacin en las grandes fechas de las fi estas de septiembre de los Himnos y Sal ves a la Virgen de la Salud, Patrona de Elda, de la que era muy devota, hasta su fallecimiento en 1959. Miguel Tato escriba gran parte del semanario El Vinalap , muchas veces sin firma o con seudnimos como Emetea, M.T. y otros, por cuyo motivo le atribuimos cualquier seu dnimo que hallamos al pie de artculos de inters, como el que dedic el semanario a Mi lagritos Gorg y que iba firmado con la enigmtica frase de El de las treinta, y que por ser probablemente la primera resea biogrfica de la diva, aunque sucinta, reproducimos n tegramente a continuacin: MILAGRITOS GORG Y BORRS Se anunciaba por las calles, plazas y peridicos de Alicante que una actriz en mi niatura iba a hacer su presentacin en el Teatro Principal Ansiosos todos invadieron el decano de los coliseos de la millor terreta del mon. Se presenta la nia y desde los primeros compases de sus cantos se llev al pblico de calle, entusiasmando a hombres y mujeres, ancianos) nios, ricos y pobres que aplaudan a rabiar Aquella noche le expidi el regium exequatur de tiple de porvenir y mrito y se le abrieron de par en par las puertas de la gloria artstica. Diez aos tena cuando hizo su debut en la Corte y fue tan franco y espontneo el xito, que la infanta Isabel invitla para que diera un concierto en Palacio. Y all se present Milagritos alegre y sonriente, tranquila como quien est acos tumbrada a tratar con altas personalidades. Y colocado en el pi ano el maestro Vzquez, comenz la Gorg a cantar de modo pe regrino el clebre rond de La Sonmbula, luciendo con sus mltiples trinos) gor geos, semejantes a los del ruiseor, su dulce, hermosa y potente voz. Cuando Milagritos Gorg dio fi n a tan bella parte de (Ja Sonmbula, las regias per sonas, llenas de entusiasmo, la colmaron de elogios y regalos, entre ellos una preciosa mueca y ofrecieron costearle la carrera. Y puesta bajo la tutela del clebre Verger, continu recibiendo lauros para su coro na. Y de triunfo en triunfo recorri Pars, San Petersburgo, Lisboa, Marsella, Londres y las principales capitales de Europa, consiguiendo que la prensa le adjudicara el pom poso ttulo de la pequea Patti. En 1897 se retir de su gloriosa carrera y se estableci en Elda, para que de vez en cuando pudiramos extasiamos oyendo y sotazndonos con sus habilidosos juegos de canto, mirando como jugueteaba con su preciosa garganta. Un punto de egosmo nos hace alegrar por esa retirada que nos proporciona tan pre ciado instantes de felicidad, y si a la par lo deploramos, es por ella que no teje ms lau reles para su corona, y por el arte nacional que pierde una de sus ms clebres divas. El de los treinta (El Vinalap, n 12 de marzo 1903). En la seccin de Pasatiempos de varias semanas antes (nmero 9, de 8 de febrero de 1903) ya haba El Vinalap dedicado a Milagritos estos versos firmados por otro enigmti co seudnimo: T. As.. que tambin poda ser del mismo Tato y deca: Es Milagritos Gorg muy graciosa y elegante, Y sobre todo cantante Que admiro y admirar. La primera vez que o su dulce voz armoniosa tal entusiasmo sent, que encantado exclam as: Ruiseor de selva umbrosa! El Vinalap dej de publicarse en mayo de 1904, y los caminos de estas dos destaca das personalidades de la vida eldense, cercanos y distantes a la vez, siguieron sus lneas vi tales, en mundos diferentes y alejados, hasta su extincin. All Ali Ali MANUEL MAESTRE ORAS CASA FUNDADA EN EL AO 1904 Ja LDA. ( ALICANTE ) NM 309 TELEGRAMAS: MAESTREGRAS-ELDA .111 111 911 41W.,111 A n, ra =11111%111~ AWAIr -. , TELFONO o CY$ o 1%11: CCI 21 o E 3 8 (-) t r -I 1-1 D a. Marca registrada EL CID Si queris vestir elegantes comprad los calzados de esta marca La empresa del mecenas de Idella fue creada en 1904. 11 3 e 3 P . 3 -=; 1!3 10 111 111 110 117 31) 111 si 313 30 si 313 80 Elda durante el primer tercio del siglo XX (IV)* Jos Luis Bazn Lpez Un acontecimiento datado a principios del siglo XX y que tambin debemos de destacar es la inauguracin del Casino Eldense en 1904. A modo de introduccin vamos a transcribir lo que nos dice Alberto Navarro en su Historia de Elda de la situacin social de aquella po ca: La actividad industrial eldense haba creado un to social hasta entonces desco nocido en Elda aunque ya era tpico de las poblaciones industriales, la del nuevo rico, del industrial que por sus dotes personales de iniciativa y trabajo se haba creado una posicin econmica sana que le permita tener acceso a un ambiente social hasta en tonces reservado a ((las familias antiguas, a los propietarios y a los agricultores en riquecidos. Lo que la irrupcin de esta clase de personas abiertas, ricas en iniciativas ,j , medios para llevarlas a cabo, conscientes de su propia vala nacida de su esfuerzo y no de su cuna, signific en la sociedad tanto espaola como eldense, est patente y visible. Los polvorientos pergaminos cedieron paso a las sociedades industriales) el trabajo ad quiri una especie de carta de nobleza que cada vez es ms valorada como fuente de bienestar As se form una nueva sociedad en la Elda de comienzos de siglo, y esta nueva da se fue la que dio impulso a la creacin de un centro selecto, donde pudiera reunirse la buena sociedad eldense con sus familias sin tener que acudir a los cafs en uso, con ms visos de tascas que de lugar de reunin, en los cuales un rico fabricante o un acau dalado propietario podra encontrarse con el ltimo de sus asalariados o aparceros. Elda, como est demostrado, estaba hurfana de una sociedad recreativa donde pudie ran encontrar los eldenses el descanso y las diversiones que se merecan. Bien es verdad que stos estaban un poco incmodos por tener sus correspondientes tertulias en los cafs de la Ciudad, donde normalmente no exista la intimidad que ellos venan buscando desde ha cia un tiempo. El origen del Casino fue como siempre ocurre en estos casos: un grupo de amigos y con tertulios de la pea Caf Pblico acordaron fundar una sociedad (1 de febrero de 1901). Publicado en Valle de Elda, n. 2.268, 16 -XI -2001, p. 10. Enseguida arrendaron un piso en la calle Coln, lugar donde se cre la Junta de Gobierno, que sera la encargada de regir los destinos del futuro Casino. En ese mismo momento se inscribieron unos treinta socios con tina cuota semanal de una peseta con cincuenta cnti mos. En este local estuvieron hasta 1904, momento en que acordaron comprar uno nuevo, porque el que tenan se les haba quedado pequeo, ya que eran ms de doscientos socios. Fue en la calle Alfonso XIII (hoy calle Nueva) donde adquirieron dos casas de planta baja, las cuales derribaron para construir lo que ms tarde sera el Casino Eldense, que fue inau gurado en abril, exactamente el Domingo de Pascua de Resurreccin. A partir de este momento se inici un ambiente selecto y empezaron a realizarse actos culturales, fi estas de sociedad, bailes..., donde muchos eldenses, de distintas edades, pudieron disfrutar de este Casino que fue el orgullo de nuestros antepasados. Siendo Presidente de esta entidad D. Jos Toms realizaron una gran reforma, basada en la buena economa de la sociedad, en el entusiasmo de los rectores y de todos los socios cuyo nmero sobrepasaba los mil cien, por tanto era necesario que los eldenses tuvieran un Casino digno de su Ciudad. 81 Tendremos un IV Centenario Vicente Valero No nos referimos, estimado lector, a la histrica fecha de la llegada de nuestros Santos Pa tronos; esa conmemoracin ya pas, al final os lo dir 1 ! . Muchos han sido los colaboradores que ha tenido Elda cuando se ha tratado de cooperar a su engrandecimiento cultural, artstico, industrial, etc. Tenemos el ejemplo de cuando, con un ao de antelacin, en 1903, se inici la preparacin de los actos que haban de celebrarse con motivo del Tercer Centenario de aquella efemride, y a partir de ese ao se fund la ni ca revista El Centenario que recogera durante doce meses las colaboraciones de sus ms distinguidos hijos, entre ellos D. Agustn Cavero Casez, Vicario general de la Dicesis de Orihuela; D. Jos Coronel Rico, Cannigo Arcipreste de la catedral de Segorbe; I). Baldomero Alonso Alonso; D. Francisco Maestre Prez; D. Jos Navarro Garca, Cura Prroco, todos ellos sacerdotes, sin olvidar a Maximiliano Garca Soriano, de quien hemos dado a conocer mu chas de sus obras por medio de Valle de Elda; D. Jos Joaqun Gonzlez PayMcalde en aque llos tiempos; D. Juan Vidal Vera, inolvidable maestro para muchas generaciones; D. Ramn Gorg Soler, ilustre msico, director de la Banda Santa Cecilia, y otras muchas personas, el denses o no de nacimiento, pero considerados como tales por todas sus actividades. Y en este ltimo caso hallamos a Francisco Tetilla Rubio, castellano de pura cepa, venido a lo que el consider su segunda patria chica, por el cario que tuvo a Elda y a todas sus cosas. En nuestro deseo de que este trabajo comience a ser recuerdo para aquellas personas que tengan en mente colaborar para el prximo 2004, IV Centenario, pues una de las ide as que deber tener la comisin organizadora para su celebracin deber ser un segundo libro IV Centenario. Para confirmacin de cuanto dejamos expresado del buensimo amigo Tetilla Rubio, ofre cemos uno de sus trabajos relacionados con su Ciudad, como l sola llamarla. CANTO A ELDA Elda, la noble ciudad de morunos sortilegios, junto a la orilla de un ro que vive triste y anmico tus antiguas callejuelas arrancadas del medievo, duerman su historia de siglos y slo rompe el silencio la afanosa centinela de tu vivir zapatero. *Publicado en Valle de Elda, n. 2297, 6-V1-2002, p. 13. En lo alto, tu castillo, mutilado por el tiempo, como perenne viga mira tus campos sedientos. An flota sobre el ambiente todo un mundo de recuerdos que habla de tus grandezas y tus sentires pretritos. Hoy Elda vive otra historia, la de su afn sempiterno que ya no tiene fronteras que limiten sus anhelos. El tesn, la inteligencia, la aventura y el ingenio sostienen la arquitectura fabril, el gran monumento que admiran los espaoles y envidian los extranjeros. La ciudad no se ha dormido, tiene el espritu tenso y es la cancin del trabajo la que espabila su sueo. Mujeres aparadoras, ciudadanos zapateros, cortadores, aprendices, todos, atinando su esfuerzo, levantan, como aureola, el bienestar de su pueblo. As se form un estilo, surgi una norma, un secreto de cuidada artesana con signos de fl orilegio, y los zapatos de Elda, estilizados y bellos, son el prestigio de Espaa nimbadas por sus cerebros. Elda venci su penuria quit el polvo de otros tiempos para hacerse una ciudad con ambiciosos proyectos. Y paviment sus calles, hizo producir su suelo, moderniz sus viviendas, sus fbricas, sus colegios, su fl amante biblioteca, sus lugares de recreo: todo surge por ensalmo cuando en la hondura de un pecho se siente amor a la patria simbolizada en el pueblo donde viven nuestros padres, descansan nuestros abuelos y donde vimos la luz que ilumina nuestros hechos. Elda ha sabido crear con impulso gigantesco la soberbia arquitectura de dos magnficos templos que son su mayor orgullo y son su mayor consuelo. Desde all mueven los hilos ocultos de los cerebros los dos amados Patronos que no olvidan a su pueblo: la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso. As, con sus bendiciones, con su ayuda, con su aliento, Elda no teme a la furia mortal de los elementos y marcha por sus destinos, siempre los ojos abiertos, para conquistar el mundo dorado de sus ensueos. Francisco Tetilla Rubio 82 El Centenario manda Vuelve el programa de actos litrgicos, el homenaje de las Parroquias a los Santos Patro nos y la AMCE se encargar de la Serenata a la Virgen. El traslado de los Patronos a la In maculada abrir oficialmente los actos del IV Centenario. Restauraciones y IV Centenario A las li geras novedades de la programacin litrgica [de las Fiestas Mayores de septiembre de 20021 hay que aadir la colocacin de nuevas tulipas en la iluminacin de la imagen de la Virgen de la Salud. sta no ha sido la nica intervencin, ya que tambin se estn res taurando las andas de la Virgen y del Cristo y las dos carrozas, que se reestrenan en estas fiestas, segn seala Pedro Maestre. Estos trabajos de restauracin tienen un coste consi derable, 18.000 euros (3 millones de pesetas), pero no van a ser los nicos ya que, de ca ra a la celebracin del IV Centenario de la venida de los Patronos, tambin se estn hacien do gestiones para confeccionarle un nuevo manto a la Virgen, as como se est haciendo nue vo el panel del trono para estrenarlo en el ao 2004. Y es que, con el Centenario cada vez ms prximo, ya estn trabajando a fondo las siete comisiones surgidas en el seno de la Co frada de los Santos Patronos. Dentro de esta dinmica, a principios del prximo ao se va a acometer una renovacin total de la iluminacin de la Iglesia de Santa Ana, para la que hay una empresa dispuesta a afrontarlo, y se est estudiando restaurar o hacer nuevas, se gn lo que cueste menos, todas las vidrieras de la Iglesia. Y es que como afirma Pedro Ma estre, no se pueden dejar todos los actos del Centenario para el ao 2004. De ah que el ao que viene, seguramente se har en septiembre la coronacin de la Virgen. Y antes, este prximo mes de octubre, las imgenes de los Patronos saldrn en romera hacia la In maculada permaneciendo ocho das en esa parroquia. La Inmaculada, en deferencia a su 50 aniversario, ser la primera, pero el ao que viene las tres parroquias restantes: San Jos, San Francisco de Sales y San Pascual recibirn tambin la visita de los Patronos en romera, con un calendario que todava est por definir. Segn hizo pblico en la presentacin de la revista Fiestas Mayores el Prroco de Santa Ana, Jos Navarro, el anuncio oficial del IV Cen tenario se har en la ltima semana de este mes de septiembre. Publicado en Vivir en Elda, n. 300, septiembre 2002, p. 16. 264 olowc- 07.1. t; *. . it 4 , Imagen de la tradicional Alborada que preludia las Fiestas Mayores. 83 Alborada 2002* Ernesto Garca Llobregat El hombre propone y Dios dispone, dice el refrn, pero nos envuelven los imponderables todo aquello que no se puede pesar y prever y todo lo descompone. Descompone la idea que albergaba el agotado prologuista de dar por acabada su misin de hilvanar pala bras con que iniciar prembulos para esta revista, pensando en el emrito descanso, en el fin de una etapa y en que, otros que vengan, la continuarn. Pero por lo visto la etapa an no est cerrada, hay que seguir todava haciendo camino machadiano hasta completar ce rrar el crculo, hasta alcanzar la meta que las circunstancias nos advierten. Esto supone lle gar hasta el mismsimo Cuarto Centenario, aquello que fue lejana idea a lo largo de nues tras vidas y que el transcurrir del tiempo (en sus dos versiones, lento o rpido, segn apre ciaciones circunstanciales) ya nos muestra casi al alcance de las manos. Como supremo pre mio a las aspiraciones de los pacientes eldenses que ya peinan canas, o no peinan nada, de seosos de formar parte de ese mirfico coro que se formar en el ao 2004 por todos aque llos que han vivido desafiantes a los aos y sus avatares con esta idea clavada en el alma. Agru pados alrededor de nuestros sacros smbolos, ser entonces, entre litrgicos cnticos, ener vantes aromas de espliego e inciensos, compartida espiritualidad y entrega de un Credo que nos viene legado a travs de testimoniales generaciones, como estar pisando los umbrales de una eternidad prometida. Parte de nuestro pensamiento estar dedicado al recuerdo de todos aquellos que fueron presencia fsica y ya no lo son. Aquellos que se quedaron en el camino con la bandera desplegada al viento del amor a sus Santos Patronos. Tal como nos ocurre con nuestro inolvidable sonetista Rodolfo Guarinos, que por milagro de su voluntad, an sigue haciendo camino del Centenario con sus emocionados versos: ... He querido volver sobre estas losas de la dormida Iglesia de Santa Ana a pedirte perdn y poner rosas a los pies de tu dura cruz romana. Que tengo que contarte muchas cosas Mientras rompe cristales la maana Mientras tanto, sumidos en este comps de espera compuesto por estos dos aos de ho jitas de papel que an hemos de arrancar del almanaque hasta alcanzar tan importante efe Publicado en Fiestas illayores, n. 19, 2002 p. 4-5. mrides, el pensamiento se llena de humanos afanes y proyectos con que dar realce al acon tecimiento. La palabra fiesta se llena entonces de gozosa celebracin pensando con ac tos extraordinarios capaces de dejar huella en las mentes de los eldenses durante los prximos cien aos, tal como ocurri en el Centenario anterior, aunque habra que entender que la capacidad de asombro actual ya no es la misma que la que se posea un siglo atrs. Los ac tos organizados en el ao 1904, aunque hoy pudieran parecernos un tanto ingenuos, fue ron motivo y esfuerzo de todo un pueblo y gran referencia festiva durante muchos aos des pus. Es por esto que habra que insistir recreando una tradicin a la que habra que tratar con los medios actuales; nos referimos, claro est, a aquel inefable Batalln Infantil de trom petas y tambores que atron las reducidas calles de Elda en las Fiestas del Tercer Centena rio y que, actualmente, podra convertirse en la gran tamborada del siglo como signo del gran evento. Igual tratamiento podra darse a la Cabalgata Histrica y Gremial que durante tan tos aos fue motivo de conversacin en los mentideros locales. Durante el transcurso que va de un Centenario a otro en Elda, como en otros lugares, los usos y costumbres se han vis to envueltos en una serie de cambios surgiendo o resurgiendo nuevos tipos de fiestas ms espectaculares y grandiosas acordes a su momento, sumando con ello, actitudes donde los eldenses alcanzan cotas de lucimientos personales y ambientales de difcil superacin. Es en esa fuerza popular y testera, donde habra que buscar la influencia participativa a los actos del Cuarto Centenario, dndole a la Gran Cabalgata Histrica y Gremial, el necesario toque actual fortaleciendo la memoria para futuros e ignotos Centenarios. En este lapso por el que caminamos, resumido ya tan slo en dos Alboradas, seguire mos pensando en tan glorioso instante, en la Gran Alborada del ao 2004, a la que, segn parece, se nos concede la dicha de alcanzar. Momento trascendental, compendio de cien Al boradas y que los eldenses siempre han considerado como el principio y el fin, el Alfa y Ome ga de una historia capitulada secularmente. El captulo que nos ocupa se nos muestra pr ximo a finalizar entre alardes triunfales de Salud y Buenos Sucesos. llagamos acopio per severante y devocional de estas advocaciones y depositemos a los pies de nuestros Santos Pa tronos, como uno ramo de rosas RG/02 todo un siglo de veneracin y de ese amor que los eldenses siempre han guardado en el fondo de sus corazones hacia ellos. 84 A.M.C.E. Santa Cecilia. 150 arios de actividad msico -religiosa en la historia de Elda os Hernndez Nez La A.M.C.E. Santa Cecilia se halla en plenas celebraciones con motivo del 150 Aniversario de su fundacin. Un acontecimiento histrico que bien merece el homenaje y reconocimiento de todos los eldenses por la importante labor que nuestra Banda de Msica viene desarro llando, casi de manera ininterrumpida, desde 1852 y por el orgullo de tener en Elda a una de las agrupaciones musicales mas antiguas de nuestra Comunidad. Muchos han sido los tra bajos que se han publicado y se publicarn en el presente ao, recordando la historia y los hechos ms relevantes de nuestra Santa Cecilia, por lo que me gustara aadir a todo ello unos apuntes sobre la extensa actividad que la Banda, sus directores y muchos de sus m sicos, han aportado a los cultos religiosas de nuestro pueblo. El fundamento del grupo musical creado en 1852 para amenizar fiestas y otros actos, fue progresando rpidamente hasta convertirse en una verdadera y reglamentaria Banda de Msica. Ello debi ocurrir al hacerse cargo D. Juan Bta. Garca Botella en 1854 y, desde en tonces, la vinculacin con la Iglesia Parroquial de Santa Ana y con la Mayordoma de los San tos Patronos, fue muy estrecha e incluso se lleg a la circunstancia de que buena parte de los fondos que necesitaba la Banda para su sostenimiento los aportaba la Mayordoma, (suel do a sus directores, material de imprenta, adquisicin y reparacin de instrumental, etc.), en contraprestacin de los numerosos servicios de la Orquesta Parroquial, formada por los propios msicos de la Banda y siempre dirigida por los distintos directores que fueron pa sando por la Santa Cecilia. Ello suceda hasta mediados del siglo XX, en que Mayordoma y Banda de Msica se fueron desvinculando en esas obligaciones permanentes de mantenimiento y por la disolucin de la Orquesta Parroquial. No obstante, la Santa Cecilia ha acompaado siempre en los actos procesionales a la Santsima Virgen de la Salud y al Cristo del Buen Su ceso, Patronos de Elda. Uno de los muchos acontecimientos a destacar, en que la Banda de Msica de Elda tu vo un especial protagonismo fue el de la reinauguracin de la Iglesia de Santa Ana, hecho ocurrido el da 16 de mayo de 1869, siendo entonces Cura Prroco el Ilvdo. D. Gonzalo Sem pere y Juan y artfice de las importantes obras de mejora del templo parroquial. A este im portante acontecimiento asisti el Obispo de la Dicesis, D. Pedro Mara Cubero, que ofi *Publicado en Fiestas Mayores, n. 19, 2002, p. 82-84. ci la Misa, el Gobernador Civil y el Comandante General de la Provincia, as como autori dades eclesisticas y civiles de la localidad y provincia, amenizando el acto la Banda de M sica de Elda, haciendo una magnfica interpretacin de msicas adecuadas a la solemnidad. (Tomo 1 , pginas 322/323 de la Historia de Elda, de D. Alberto Navarro Pastor). En la conmemoracin del III Centenario de la venida a Elda de los Santos Patronos y, dentro de los Actos extraordinarios que la Mayordoma organiz en 1904 para tan seala do acontecimiento, la Banda de Elda y la Orquesta Parroquial intervinieron de manera per manente durante los das 6 al 20 de septiembre, amenizando la mayora de los actos. En la Entrada Triunfal de los Santos Patronos se cantar un Himno de bienvenidapor la Orquesta que dirige el laureado profesor y director de la banda de esta poblacin D. Ramn Golg, autor de la msica de dicho Himno, sindolo de la letra el vecino de es ta Villa D. Maximillano Garca Soriano (. . .) Las msicas tocarn la Marcha Real en las plazas de Topete, Constitucin e Iglesia, cantndose despus ante la Casa del Ayun tamiento la gran salve en re menor, obra del Sr Gorg, dando fin con un pasacalles por las tres bandas de msica. Estas tres bandas eran la del Regimiento de la Princesa, de Alcoy, la de Muchamiel y la de Elda. Para dar mayor esplendor a los cultos religiosos en tan sealada efemride, el maestro Gorg puso msica a los clebres villancicos dedica dos a los Santos Patronos, con letra de D. Francisco Litiga, que en la actualidad siguen in terpretndose en las Fiestas Patronales. En 1928 y concretamente en la solemne Misa del da 8 de septiembre, fue estrenado el villancico Reina de Elda, dedicado a la Santisima Virgen de la Salud, compuesto por el maestro y director de la Santa Cecilia D. Enrique Almiana y letra del entonces Prroco de Santa Ana D. Miguel Daz. Se desconoce el paradero de esta partitura que, junto con el legado que nos dej I). Ramn Gorg, vendra a enriquecer el archivo msico -religioso que profesores y directores de la Santa Cecilia compusieron para honrar a los Santos Patronos de Elda. El da 6 de septiembre de 1944 A las 11 de la noche, con toda solemnidad y con una numerosa)) emocionada procesin, fueron trasladadas las imgenes del Cristo del Buen Suceso y la Virgen de la Salud al templo reconstruido, para ser colocadas como es tra dicin en las fiestas, en el altar mayor de la Iglesia, clausurndose en este momento la Igle sia provisional creada en 1939, que supla al templo de Santa Ana, quemado el da 19 de mayo de 1931 y totalmente destruido y demolido el da 21 de julio de 1936. Esta proce sin fue el preludio de la inauguracin de la nueva Iglesia de Santa Ana, a la que concu rri el pueblo entero junto con autoridades y Bandas de Msica. Se entiende por Bandas de Msica a las dos que en esa poca existian en Elda, la Instructiva Musical o de Falange y la Santa Cecilia. D. Manuel Maestre Ballester, clebre msico eldense que lo fue de la Banda Santa Ce cilia, en su periodo de residencia en Venezuela, trat de consolar sus momentos nostlgi cos componiendo msica que dedicaba a sus seres ms queridos y a su siempre recordado pueblo. Entre esas composiciones cabe destacar la marcha de procesin Virgen de la Sa lud que, a su regreso a Elda, puso a disposicin de la Banda Santa Cecilia, y, desde su es treno, se ha convertido en el preludio e himno en honor de la Patrona de Elda. Como dato emotivo, el compositor tena por tradicin la costumbre de asistir todos los arios el da 8 de septiembre y hasta el mismo de su fallecimiento, a presenciar en la Iglesia de Santa Ana, la salida en procesin de la Patrona, en que se interpretaba y sigue interpretndose ya con ca rcter oficial, su clebre y tradicional composicin. Da 17 de mayo de 1998 fue la fecha en que la Virgen de la Salud sala por segunda vez en romera, en esta ocasin para visitar los terrenos donde, todava hoy, se ubicar el tem plo parroquial de San Pascual. Dada la importancia del acontecimiento, la A.M.C.E. Santa Ce cilia, con compromiso ese da con la Fiesta de Moros y Cristianos de Petrel, para lo que bus c suplencia con la Banda de Monvar para acudir a ese acto tan significativo, ya que no era lgico que el acompaamiento lo realizara una Banda que no fuera la de Elda. El artculo que la Mayordoma public en la revista Fiestas Mayores de 1998 (pgina 134), resalta de manera muy especial y detallada este extraordinario acontecimiento que estuvo presidido por el Sr. Obispo de la Dicesis, D. Victorio Oliver, el Cura Prroco de San Pascual, D. Francis co Carlos, y el Alcalde de Elda, D. Juan Pascual Azorn Soriano, con una asistencia de ms de 5.000 eldenses y a los sones de pasodobles e Himno Nacional interpretados por la A.M.C.E. Santa Cecilia. La Mayordoma agradeci el gesto de la Santa Cecilia imponindole un cor batn a su Bandera el da 9 de septiembre de 1998, al trmino de la salve en honor al San tsimo Cristo del Buen Suceso. A la A.M.C.E. Santa Cecilia, al cumplir 150 aos de vida, todos los eldenses le deben tri butar un carioso y merecido homenaje y el apoyo constante para que dentro de otros 150 aos la Banda haya seguido haciendo cultura e historia. Enhorabuena y felicidades. La Banda de Msica Santa Cecilia de Elda, hacia 1900, ario del triunfo en el certamen de Alicante. 85 150 arios con la Cofrada de los Santos Patronos* Juan Carlos Martnez Caabate Q uien le iba a decir a Joaqun Beltrn que 150 aos despus, estaramos celebrando el aniversario de la Banda Santa Cecilia, que de aquel grupo de amigos que se dedicaba a amenizar fiestas, y que poco a POCO ira adquiriendo cuerpo de banda de msica, a imagen de esas formaciones militares que marcialmente desfilaban en las fiestas de los pueblos, con sus vistosos uniformes llenos de botones, sus gorras y va riedad de instrumentos, dispuestos a interpretar desde los populares modobles a las ms difciles sin fonas pasando por el gran repertorio de nuestras zarzuelas. Desde 1852 esta agrupacin musical con sus momentos de esplendor, momentos de crisis, escisiones, etc., es una de las entidades de ms solera y tradicin de nuestra Ciudad junto a la Cofrada de los San tos Patronos, con la que ha mantenido una buena relacin de colaboracin a lo largo de su historia. Relacin que se refleja a travs de diversos aspectos, como la compra del instrumental necesario para la banda, pago de alquiler del local de ensayos, compra de partituras o papel pautado, con motivo de la preparacin de los actos de1111 Centenario, en donde particip nuestra banda en la Cabalgata His trica acompaando a la carroza que representaba a los Condes de Elda y que fue elaborada por la co misin del Centenario. La vinculacin de nuestra banda con la Cofrada de los Santos Patronos tambin se v reflejada en las composiciones musicales realizadas por varios de sus directores como Marcelino Z. Gutierrez, Ra mn Gorg, Francisco Lpez, Enrique Almiana o Jos Estruch, que adems de componer salves, him nos, villancicos y marchas de procesin, algunas muy populares, como las que omos en las misas ma yores de nuestras fiestas, han dirigido la Orquesta Parroquial que se formaba para acompaar esas mi sas solemnes. Pero la participacin de nuestra Santa Cecilia, no slo se circunscribe a los Santos Patronos, tam bin ha participado y participa en las procesiones de Semana Santa, incluso en sus pocas de crisis en cuanto a participacin de cofrades se refiere, en las procesiones del Corpus, Fiestas de Septiembre e In maculada. Tambin en 1944 con motivo de la inauguracin de la nueva Iglesia de Santa Ana, las dos bandas eldenses, la Santa Cecilia y la Instructiva Musical participaron en tan importante evento, y en aquellos ac tos extraordinarios en los que se le ha pedido colaboracin y que de manera desinteresada nuestra agru pacin ha estado participando. Publicado en Fiestas Mayores, n. 19, 2002, p. 82-84. Como homenaje o reconocimiento a todos aquellos msicos que han dedicado gran parte de su vi da a ser miembro de la Banda, director, directivo, socio o simplemente aficionado, se han organizado una serie de actividades a lo largo del presente ao, que con sabor musical, como no podra ser de otra manera, quede constancia de esta importante efemrides, como es el cumplir y celebrar 150 aos. Entre las distintas actividades, se han organizado una serie de conciertos de Bandas invitadas, unas profesionales como las Bandas Municipales de Alicante y Valencia que nos deleitaron con sus respecti vos conciertos, as como los conciertos desarrollados a lo largo del mes de julio por las bandas de nues tra comarca. Mencin especial merece el concierto extraordinario ofrecido por nuestra Banda el pasado 6 de Mar zo en el Palau de la Msica de Valencia, y que fue un rotundo xito ante 1300 personas de las cuales 500 eran eldenses que acompaaron a nuestros msicos, adems de nuestro Alcalde, D. Juan Pascual Azo rn, y los concejales Da. W Femanda Obrador y D. Jos Manuel Oral), pudiendo disfrutar de tan es plndido concierto interpretado por nuestra Santa Cecilia y magistralmente dirigida por Manuel Mon djar. Cuando salga a la luz pblica el presente artculo se est a punto de inaugurar la exposicin con memorativa que se podr visitar en la Casa Grande del Jardn de la Msica, en la que nos dar a cono cer un poco ms la labor de nuestras agrupaciones en la poblacin. Para el mes de noviembre, mes cumbre de este aniversario y coincidiendo con la festividad de la Patrona de la msica, presentaremos nuestra revista especial, en la que contamos con la participacin de protagonistas, historiadores y expertos musicales, que nos detallarn diversos aspectos de la historia de la Banda. Por supuesto no podra faltar el tradicional concierto de Santa Cecilia, y menos este ao, en el que se aprovechar para presentar el disco compacto grabado por nuestra Banda, as como homenajear a aquellas personas que de una forma u otra han estado vinculadas con nuestra asociacin musical. Estos son algunos de los actos programados con motivo de nuestro cumpleaos, as como los ho menajes y reconocimientos recibidos por parte de diversas asociaciones de nuestra Ciudad, y por supuesto los actos que habitualmente realiza nuestra Banda como son el acompaamiento en las procesiones de nuestros Santos Patronos, Virgen de la Salud y Cristo del Buen Suceso, acompaamiento que como men cionbamos antes, realiza nuestra Banda muchos aos, y este ao de forma especial tambin en la Se renata a nuestros Santos Patronos. Y para finalizar este artculo, me gustara apuntar una peticin, recomendacin o ruego, y es el que en los programas de actos de nuestras Fiestas Patronales que edita la Cofrada, apareciese nuestra Ban da Santa Cecilia como acompaante en los desfiles procesionales que con tanto fervor y cario realizan nuestros msicos, a los que les gustara verse reflejados con una modesta mencin de su Banda en los citados programas. Slo me resta felicitar a los eldenses por estas entraables fiestas y dar las gracias al comit de re daccin de esta revista por permitirnos aportar nuestra pequea colaboracin en este ao tan especial para la Santa Cecilia. 86 Esperando el Cuarto Centenario Juan Deltell Jover Ao 2002, el ao en que nos dej la peseta. Ao en que de nuevo al cabo de muchsimo tiempo, volvemos a entendernos con los cntimos. Ao este que estamos viviendo, donde se cumplen cien, desde que la Cruz Roja, llegaba, se instalaba en Elda esta benfica institucin. Un ao que nos ha trado tambin, el ciento cincuenta aniversario de nuestra querida y lau reada Banda de Msica Santa Cecilia. A las dos, desde aqu, desde este modesto escrito, nues tra felicitacin. Hablbamos de la despedida de la peseta y el volver de nuevo a convivir con los cnti mos. Esto que duda cabe, abre el bal de los recuerdos que siempre se agolpan en nuestra memoria, sobre todo, a los que ya hemos rebasado la barrera de los sesenta y que gracias a esta revista de Fiestas illcuores, cada ao, podemos exteriorizar nuestros recuerdos de mo mentos pasados, que no fueron ni mejores ni peores, fueron sencillamente distintos. El cambio de nuestra moneda nos ha trado recuerdos de cuando por ejemplo, una en trada de cine sobre todo en los de verano, costaba una peseta con 50 cntimos. Nos lleva el recuerdo tambin a aquellos cartuchos de mezcla, que se vendan en los quioscos o ca rricos que haban en la puerta de alguno de los cines de nuestra Ciudad. Y nos lleva al recuerdo de aquellas monedas de 25 cntimos que nos servian a los que formbamos la pandilla de amigos en el barrio, para hacer alguna que otra travesura, con una sola moneda. Esto que les voy a resear, muchos de los amigos que entonces formba mos el grupo en el barrio de la Prosperidad, si llegan a echar una ojeada a este articulo, sa brn que es cierto. Una travesura que consista, en escondernos en un portal de cualquier casa, tras la per siana. Hay que decir que en aquellos aos, me refiero a la dcada de los aos cincuenta, la mayora de las casas tenan persianas que daban a la calle. Bien, nosotros, nos escondamos, tras ellas, y con un hilo muy fino atado a la moneda que tena un pequeo agujero en el cen tro, la dejbamos caer. No haba, luz en las calles, solamente una bombilla grande en cada esquina. La gente cuando pasaba y escuchaba el sonido de la moneda que caa al suelo, se deshaca buscando a ver lo que se les haba cado, mientras que nosotros, los amigos, los que hacamos esa travesura, estbamos casi sin respiracin detrs de la persiana para no ser descubiertos. Cuando la gente se hartaba de buscar encendiendo cerillas o mecheros y lo que buscaban no lo encontraban, se marchaban. Entonces nosotros salamos del escon *Publicado en Fiestas Mejores, n. 19, 2002, 119-120. dile y con esa moneda de 25 cntimos, volvamos a preparar otra historieta. Para eso va lan aquellas monedas, adems de por supuesto, ser muy vlidas para ir al cine, o para com prarte algn helado. En este ao 2001, comenzamos a pensar, porque adems sabemos que desde que fina lizaron las fiestas del pasado ao, se han formado comisiones para comenzar a organizar lo que se pretende sea una gran fiesta, unas grandes fiestas de septiembre en el ao 2004, ao en que se celebra el Cuarto Centenario de la llegada a nuestra Ciudad de los Santos Patro nos de Elda, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso. Es quiz el momento de po der ir pensando en cosas que se pueden desarrollar durante ese ao 2004. Supongo que ha br un montn de ideas que por parte de quienes tengan la responsabilidad de organizar los festejos de tan magno acontecimiento, querrn llevar a la prctica. Me gustara, no se si ser o no ser apropiada, quiz a alguien le podr parecer una ton tera o una chorrada, como ahora se dice. De todos modos, mi propuesta, por si la consi deran interesante los responsables de la organizacin de las fiestas mayores del 2004, es la siguiente. Se han parado a pensar lo que podra parecer nuestra Ciudad durante esos das de fies tas del citado ao del Cuarto Centenario, totalmente engalanadas sus calles, balcones, fachadas, etc. Yo desde aqu, propongo, dejo en el aire la idea, para que se convoque un concurso de engalanamiento de calles. Una convocatoria que podra partir o bien de la Cofrada de los Santos Patronos, o desde el propio Ayuntamiento. Que todo esto nos parece anticuado Pues claro que puede que lo sea. Pero se trata de rememorar una cita con la historia de nuestra Ciudad de cuatrocientos aos. Si una vez cada cien, nos volvemos quiz un poco nios, su pongo que tampoco iba a pasar absolutamente nada. La idea est para quien la quiera re coger. No se sinceramente como la vern. A mi, que cuando me doy una vuelta en los das de septiembre en fechas de Fallas por el barrio de la Huerta Nueva y contemplo esas calles engalanadas, cuando se ven durante los das de Fiestas Mayores no muchos esa es la verdad, balcones engalanados con banderas y cobertores, a mi, sinceramente me gusta. Por cierto hablando de cobertores. Es de suponer que para esta efemrides la Cofrada de los Santos Patronos, s habr pensado en la confeccin de uno especial para conmemo rar este feliz aniversario que tenemos como quien dice a la vuelta de la esquina. Siendo pequeo, recuerdo aquellas calles de nuestra ciudad, donde los vecinos se en cargaban de engalanar puertas, balcones y fachadas. No haba luz como ahora, pero ese sa bor de las banderas de papel, los farolillos, las cadenetas, eran lo que daba sabor de fiesta a grande a Elda. El tiempo pasa y cada ao, cuando nos acercamos hasta la plaza del Ayuntamiento en la noche de la Alborada, nos damos cuenta, que, gente, personas que nunca faltaban a la cita, ya no estn entre nosotros. Eldenses de nacimiento y tambin de corazn, recordemos que de algo s podemos estar orgullosos, es que aquellos que ll egaron a Elda y aqu formaron su vida, son, se consideran y nosotros tambin unos eldenses ms. Aquellos de esta condi cin que en la noche del seis de septiembre no acuden a la cita tradicional de la palmera en la torre de la Iglesia de Santa Ana, a ellos, tambin les echamos de menos. Hace algunos aos, una persona muy querida para m, Jenaro Vera Navarro, el hombre que durante ms de 20 aos fue el capataz de los Moros y Cristianos de nuestra Ciudad, de ca que le peda a Dios, que le asegurara estar en citas importantes como las Bodas de oro de los Moros y Cristianos, los aniversarios de sus comparsas, Moros Musulmanes y Znga ros, tambin el 25 aniversario de una comparsa que naci para la fiesta estando l de Pre sidente de la Junta Central, como las Huestes del Cad y por descontado, peda que le diera fuerzas para llegar al 2004, momento en que Elda, celebrara el Cuarto Centenario de la lle gada de la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso. Desgraciadamente el no estar pa ra este evento. Ojal s estemos muchos, seamos muchos los que de alguna manera estemos ah para celebrar con gozo unas fiestas mayores, que seguro, en ese ao, sern ms mayo res que nunca. Como cada ao, creo que la intencin al escribir este articulo, ha quedado clara. Re cordar algunas cosas del pasado y en esta ocasin pedir algo para un futuro muy prximo. Las torres de la Iglesia de Santa Ana ilumindas durante las fi estas septembrinas. 87 La gran ilusin Pedro Maestre Guarinos En la revista Fiestas Mayores, nmeros 13 y 14 de los aos 1996 y 1997 editada por esta Cofrada se insertaron dos artculos en los que se empez a anunciar a los eldenses, el ma yor acontecimiento del Cuarto Centenario de la venida de los Santos Patronos a la Villa de Elda. Los encabezamientos de ambos artculos no podan ser ms significativos para todos los eldenses amantes de nuestros Santos Patronos: El gran reto y Cuenta atrs **, sig nificando que estos dos ttulos encierran mucha ilusin. Han pasado seis aos desde su publicacin y cuando el da 6 de septiembre el reloj del templo arciprestal de Santa Ana d la ltima campanada de las doce, comenzarn las fies tas en honor de nuestros Santos Patronos del ao 2002 que son el preludio y preparacin para las del 2004. Se ha empezado a recorrer el camino para llegar al Cuarto Centenario con el nombra miento de las Comisiones que estn trabajando, confeccionando y preparando actos de la venida de nuestras imgenes y que este ao en el mes de octubre y con motivo de la cele bracin del 50 aniversario de la inauguracin de la Parroquia de la Inmaculada, la Santsi ma Virgen de la Salud y el Santsimo Cristo del Buen Suceso saldrn en romera desde San ta Ana a visitar la Parroquia de la Inmaculada, y ante este gran acontecimiento esperamos que el pueblo de Elda se vuelque a su alrededor acompandolos por las calles que, por pri mera vez en la historia, van a recorrer juntas las imgenes de los Santos Patronos. Las Comisiones que se han formado y que en la actualidad estn trabajando son las siguientes: Coronacin y Ofrenda. Formacin. Cultura. Celebraciones Litrgicas. Medios de Comunicacin. Protocolo. Voluntariado. Dentro de la Mayordoma tambin se ha creado la Comisin Econmica que ha empe zado a recaudar fondos exclusivamente para sufragar los gastos originados por la celebra cin del Cuarto Centenario. *Publicado en Fiestas Mayores, n. 19,2002, p. 130-131. Vanse las pginas 211 y 215, respectivamente. 278 Han pasado muchos aos desde la celebracin del Tercer Centenario hasta la actuali dad. Se han quedado en el camino de la vida muchos eldenses que lo vieron y cuando con taban todos los actos que se celebraron, sus ojos se iluminaban con la ilusin del recuerdo y a otros se les llenaba de lgrimas recordando y acordndose de la grandiosidad de aque ll as fiestas que vivieron los eldenses de aquella poca. Las generaciones de los aos veinte en adelante tienen la esperanza de ll egar al ao 2004 para participar jubilosamente en todos los actos que se celebren en honor a nuestros San tos Patronos. Ilusionmonos, y pensemos que si en el ao 1904 Elda era una pequea Villa donde sus habitantes se volcaron para dar el mximo esplendor a sus Fiestas Mayores, hoy que Elda es una gran ciudad, estamos seguros que sus habitantes nuevamente se volcarn para acom paar a sus Patronos en su recorrido por las calles eldenses y en todos los actos que se ce lebrarn en honor y gloria de la Santsima Virgen de la Salud y el Santsimo Cristo del Buen Suceso. Nos queda muy poco camino que recorrer para llegar al 2004, preparmonos para el gran acontecimiento que se avecina y pidamos a nuestros Santos Patronos su proteccin pa ra poder celebrar ante ellos el Cuarto Centenario con gran ilusin. 88 El Ayuntamiento apuesta por un logotipo moderno como icono del Centenario de la Ciudad de Elda* Julia Moraga Jimnez La imagen corporativa para la celebracin del Centenario de la Ciudad en el ao 2004 fue presentada ayer en el Ayuntamiento. La empresa seleccionada, Estudio de Arquitectura To ms Amat, ha creado un logotipo de diseo vanguardista que conjuga tradicin modernidad al representar la Ciudad de forma ntida y clara. Uno de los responsables de la empresa, Toms Amat Guarinos, explic que las imge nes seleccionadas representan a la ciudad desde un punto de vista visual, en ellas se inclu ye visiones arquitectnicas de Elda, personajes famosos como Pedrito Rico o emblemas his tricos como la bota de FICIA. Estas imgenes reflejan la evolucin de una ciudad qu en un siglo ha pasado de 6.000 a unos 55.000 habitantes. El crecimiento urbanstico, industrial y demogrfico ha quedado reflejado en un traba jo que ha nevado un minucioso proceso de investigacin y seleccin de datos. Otro de los responsables del proyecto, el arquelogo Juan Carlos Mrquez, seal que se ha investigado la historia, iconos, figuras y elementos de la Ciudad. Segn Toms Amat, la imagen corporativa del Centenario consigue sus efectos, con la palabra Elda como epicentro y mediante una tipografa moderna que ha permitido resaltar en cifras el paso de un siglo 1904-2004. Para ello utilizan colores como el rojo que re presenta el color del escudo de Elda. El Ayuntamiento tendr la patente de la nueva imagen corporativa del Centenario de El da como Ciudad. El logotipo podr ser reproducido por cualquier colectivo que lo solicite. Los requisitos para su utilizacin los impondr el Consistorio. Las imgenes podrn ser re producidas en camisetas, gorras, cartas o sobres, entre otros artculos. El alcalde, Juan Pascual Azorn, manifest que con este emblema hemos pretendido ha cer algo que pueda ser asumido por todos los colectivos, contando con el consenso de em presas patrocinadoras y del propio Consejo de Cultura. Las distintas imgenes del nuevo emblema corporativo permitir renovar las imgenes seleccionadas. En total se han creado diecisis iconos susceptibles de ser utilizados por di ferentes colectivos, como deportistas, comerciantes, empresas u otras agrupaciones. *Publicado en El Peridico comarcal, n. 336, 20 -IX -2002, p. 19. 280 El Consejo Sectorial de Cultura recibi cuatro propuestas diferentes, una de ellas de sestimada. La empresa seleccionada recibi 2.500 euros por su trabajo. La eleccin de la imagen corporativa del Centenario era un paso previo para poner en marcha el resto de actividades relacionadas con esta celebracin. Tambin en el 2004 se fes tejar el IV Centenario de la ll egada en barco al puerto de Alicante de los Santos Patronos, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso. Las imgenes procedan de Cerdea y te nan como destino Elda. Los Santos Patronos son trasladados en romera a la Parroquia de S. Francisco de Sales. 89 Comienzan los actos de celebracin del IV Centenario de los Patronos Julia Moraga Jimnez La Mayordoma de los Santos Patronos inici este fin de semana los actos conmemorativos de la llegada de los Patronos a la Ciudad. A partir de octubre prximo se han programado distintas visitas en romera a todas las Parroquias de Elda. La Mayordoma de los Santos Patronos anunciar oficialmente este fin de semana en las dis tintas Iglesias de la Ciudad el inicio de la conmemoracin del IV Centenario de la llegada de la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso a nuestra localidad desde Cerdea. El Prroco de Santa Ana, don Jos Navarro, indic que en todas las parroquias colga rn este fin de semana unos pendones como anuncio de dicha celebracin. Durante dos aos se llevarn a cabo diferentes actos hasta culminar en el 2004 con la Coronacin Social de la Virgen de la Salud (5 de septiembre de 2004). Las parroquias solicitarn a travs del Obispo el permiso de la Coronacin Cannica de la Vir gen por el Vaticano. Unos meses antes, concretamente desde el 4 de noviembre de 2002 hasta el 15 de enero de 2003, tendr lugar una campaa de recogida de fi rmas para racabar apoyo eco nmico de la Generalitat Valenciana para construir un Centro de Da de enfermos de Alzheimer. Se han creado siete Comisiones encargadas de organizar las actividades. Una de estas Comisiones, la de Ofrendas prepara para el 11 de septiembre de 2004 un acto de ofrenda de la Virgen que se destinar a obras sociales. La Comisin de Formacin prepara un ciclo de conferencias que comenzar en marzo de 2003 con una semana dedicada a hablar acerca de la Cristologa. En prximos encuentros se tratar sobre la doctrina social de la Iglesia y en noviembre de 2003 habr un encuentro interparroquial. Tambin proyectan editar una revista mensual con informacin de todos los eventos. Por su lado, la Comisin de Cultura ha programado para el prximo ao un concurso de carteles de anuncio del IV Centenario y la Coronacin de la Virgen, as como el encargo de un himno en honor de los Patronos. En el 2004 habr un concierto extraordinario y ex posiciones fotogrficas y de obras de arte. En enero de 2004 presentarn una unidad didctica *Publicado en El Peridico Comarcal, n. 337, 27 -IX -2002, p. 19. que formar parte de las actividades en los centros escolares. Lo ms inmediato ser la creacin el prximo mes de octubre de una pgina web con informacin y las cuentas para realizar aportaciones econmicas. La Comisin de Celebraciones y Liturgias editar un texto con cantos y momentos litr gicos ms importantes del ao conmemorativo, adems de organizar un encuentro juvenil de vigilia en el templo de Santa Ana. Mientras que la Comisin de Protocolo organizar un encuentro de eldenses ausentes. elda I CENTENARIO DE LA CIUDAD Imagen corporativa del I Centenario de la Ciudad (1904 2004), original del Estudio de Arquitectura Toms Amat Guarinos. 285 90 Imagen corporativa del Centenario La imagen corporativa que se utilizar para la celebracin del Centenario de nombra miento de Elda como Ciudad, que tendr lugar en el ao 2004, fue presentada pblicamente el pasado 18 de septiembre. La propuesta seleccionada fue la del Estudio de Arquitectura de Toms Amat. El logotipo del Centenario ocupa un lugar central en esta imagen corpora tiva y est formado por la palabra Elda en minsculas con una tipografa moderna; en su par te inferior aparece la leyenda I Centenario de la Ciudad en un tipo de letra ms clsico, y la 1 de Elda es utilizada tambin como nmero 1, al que le siguen en diagonal dos ceros de distintos tamaos en los que aparecen los aos 1904 y 2004, estos tres ltimos elementos en color rojo. Adems, tambin se han elaborado unos iconos circulares en los que apare ce la silueta de paisajes como Boln o el Cid, personajes como Emilio Castelar o Pedrito Ri co y el torico de la FICIA y el propio Ayuntamiento. La idea, segn el Alcalde, es que esta imagen corporativa pueda ser utilizada no slo por el Ayuntamiento, sino tambin por co lectivos, asociaciones y establecimientos privados a los que, sin embargo, se les pedir ce irse a un libro de estilo, de futura creacin, en el que se definirn las formas y modos de utilizacin de los diferentes elementos grficos. El logotipo se usar ya en el ao 2003, cuan do comiencen las actividades conmemorativas del centenario. Para preparar estas activida des, ya estn en marcha cuatro grupos de trabajo coordinados por otros tantos funcionarios municipales. * Publicado en Vivir en Elda, n. 301, octubre 2002, p. 11. 284 Almanaque popular para 1904 impreso en Alicante por J. Rovira Lpez el ario anterior. (Biblioteca Gabriel Mir. CAM. Alicante). 91 Cmo fue el III Centenario Jos Luis Bazn Lpez Desde hace algn tiempo ya se estn preparando en nuestra poblacin, dos acontecimien tos muy significativos que van a hacer vibrar a todos los eldenses, y a todos aquellos que acu dan a estas celebraciones. Nos estarnos refiriendo al Centenario del nombramiento de Elda como Ciudad, y al IV Centenario de la llegada de los Santos Patronos. Muchas comisiones ya estn planificando todo aquello que se va a realizar en el ao 2004 con verdadero entusiasmo, porque estn convencidos de la importancia que van a tener es tos eventos, y sobre todo el dedicado a los Patronos, porque desean poder superar aquellos actos celebrados en 1904. Cmo se celebr este aniversario Segn los datos que tenemos fue magnfico. Elda se estaba convirtiendo en una Ciudad de mucha importancia debido al auge que estaban teniendo algunas industrias tradicionales y por supuesto el calzado. Todo ello deriv en una mayor demografa y muchas mejoras en todo el pueblo. Podemos destacar la inauguracin del Teatro Castelar, el Casino Eldense, adems las construcciones de nuevas viviendas, que de mandaban todas aquellas personas que se haban integrado en nuestra Ciudad. Aquel septiembre de 1904 tuvo, ante todo un elevado nmero de eldenses, que con gran entusiasmo y dedicacin lograron que fueran unos momentos inolvidables, para aquellos que lo vivieron y para que nosotros comprobemos aquellas ilusiones y cario hacia los Santos Patronos. Un mes antes, exactamente el 15 de agosto, el Alcalde, D. Jos J. Gonzlez, el Cura de Santa Ana, D. Jos Navarro y el Secretario del Ayuntamiento fueron los encargados de trans mitir al pueblo de Elda todos aquellos actos que se iban a celebrar. No podemos olvidar la gran participacin de la Mayordoma de los Patronos y de los industriales zapateros que, en unin del consistorio se hicieron cargo de todos los gastos que aquel evento ocasion. hay que iniciar este recorrido destacando la publicacin de una revista mensual que sa li a la calle en septiembre de 1903, llamada El Centenario, fue una coleccin de doce n meros que hizo las delicias de nuestros antepasados. En ella participaron todos los intelec tuales de la poca corno Juan Vidal Vera, Maximiliano Garca Soriano, Domingo Toms, Jo s Coronel, Miguel Tato y Amat entre otros. No podemos olvidar la Gran Cabalgata Histrica formada por unas preciosas carrozas, por los clsicos dulzaineros, cuatro Bandas de Msica como la Primitiva de Alcoy; la Cor * Publicado en Crnica de Elda, n. O, octubre 2002, p. 9. 2$11. poracin Musical de Muchamiel; la del Regimiento de la Princesa de la guarnicin de Ali cante y la Banda de Elda que diriga el famoso maestro D. Ramn Gorg. Adems hubo unas comparsas de arcabuceros, un Batalln Infantil, la carabela San Eduardo y muchas perso nas que les acompaaban, dando a este acto una fastuosidad que debi de dejar perplejos a propios y extraos. Lgicamente las procesiones que se celebraron en honor a la Virgen de la Salud y al Cris to del Buen Suceso fueron unas manifestaciones populares donde participaron la mayora de los eldenses. Fueron muchos momentos los que se vivieron con intensidad y devocin, pero, quizs, el que destac por la advocacin y el ambiente existente, fue cuando entr la Virgen de la Salud al templo de Santa Ana, iluminado para la ocasin con unas siete mil luces, que eran velas, obra de D. Vicente Coronel Rico. Los cronistas de la poca nos han transmitido aquel momento con todo lujo de detalles. Para terminar esta pequea resea estamos obligados a resaltar la figura del Cannigo D. Agustn Cavero que fue la persona que supo aglutinar a las fuerzas econmicas y cultu rales, adems de las oficiales, para conseguir que este III Centenario fuera inolvidable por su brillantez y ante todo por el esfuerzo de muchos eldenses que comprendieron la impor tancia de esta celebracin. Estamos convencidos que el IV Centenario va a superar al anterior, porque ya existen una serie de personas que estn trabajando con mucha ilusin, para que cuando ll egue el mo mento podamos disfrutar de las programaciones que se estn efectuando. 287 92 Medallas de oro, imagen corporativa y canteras de Bateig. (Ordinario, 2 de octubre) La concesin de la Medalla de Oro de la ciudad a la Asamblea Local de la Cruz Roja y a la Agrupacin Msico Cultural Eldense Santa Cecilia, la aprobacin de la imagen corporativa conmemorativa del Primer Centenario de la concesin a Elda del ttulo de Ciudad y la adop cin de una serie de acuerdos que suponen la legalizacin de las canteras de Bateig fueron los puntos ms importantes de un Pleno donde estuvo ausente el debate y que desarroll con rapidez ante la presencia de los presidentes y directivos de las dos entidades beneficiadas con la ms alta distincin del Ayuntamiento. Todos los puntos fueron aprobados por unani midad. () Imagen corporativa Tambin se aprob la imagen corporativa del Primer Centenario del nombramiento de Elda como Ciudad, eligindose, a propuesta del Consejo Sectorial de Cultura y de la Comi sin Municipal informativa de Cultura, el diseo presentado por Toms Amat-Estudio de Ar quitectura de Elda, que competa con otras tres empresas a las que tambin se les haba en comendado la realizacin de diseos. En este punto, se abstuvo, por connotaciones familiares con el ganador, el portavoz municipal del PP, Jos Mara Amat. Adems, y a propuesta de Do mingo Orgils, portavoz municipal de Esquerra Unida, se acord agradecer a los miembros del Consejo Sectorial de Cultura la labor desarrollada en la recepcin, estudio y propuesta de las diversas alternativas presentadas. * Publicado en Vivir en Elda. n. 302, noviembre 2002, p. 10. O Iconos representativos de distintos aspectos de Elda que acompaan a la imagen corporativa del I Centenario de la Ciudad (1904-2004). 93 Imagen para el Centenario Estudio de Arquitectura Toms Amat Guarinos El pasado 18 de septiembre fue presentada pblicamente la imagen corporativa que se utilizar para la celebracin, el prximo ao 2004, del Centenario del nombramiento de Elda como Ciudad. Entre tres propuestas solicitadas a otras tantas empresas de diseo, finalmente fue seleccionada, con unos ligeros cambios sugeridos por el Consejo Sectorial de Cultura, la presentada por el Estudio de Arquitectura Toms Amat, que explica cul es el sentido del diseo ideado para el logotipo y los iconos que servirn para diferenciar las diferentes actividades. Nuestro primer acercamiento a un trabajo directamente vinculado a la Ciudad de Elda nos otorgaba el privilegio de indagar y bucear en nuestras tradiciones, en nuestra historia, en el origen de nuestra evolucin, del crecimiento y del progreso, y nos ofreca la oportunidad de desgranar los acontecimientos origen de lo que somos como Ciudad, descubrir la iconografa visual bsica que dota de personalidad a nuestro entorno. La imagen final sintetiza lo que fuimos, lo que somos, y aporta matices de modernidad y desarrollo para el futuro; transfiere al usuario intenciones, emociones y una gran carga de tradicin ofreciendo una respuesta actual. En una primera lectura de la imagen del Centenario, se hace mencin a la Ciudad don de se desarrolla el evento: Elda. Es evidente que el nombre de la ciudad jerarquiza los ele mentos dispuesto en la imagen global. La tipografa nos permite jugar con la 1 del nom bre de Elda, pasando a formar parte del nmero cien que se lee en diagonal y que est for mado por la mencionada 1 y por dos crculos. En el interior de estos crculos se inscriben dos fechas, que acotan de forma precisa el periodo de tiempo que estamos conmemorando: 1904 marca el inicio y 2004 el final. Ade ms, no es gratuito que el tamao de los crculos sea sensiblemente distinto, el primero ms reducido y el segundo de un tamao mayor para enfatizar la idea de crecimiento, evolucin y progreso. Por otra parte, el texto adjunto de 1 Centenario de la Ciudad declara qu evento se con memora y apoya y equilibra la imagen global. El orden jerrquico entre estos tres elementos que hemos desglosado hace que la in formacin transmitida sea al mismo tiempo rpida, eficaz y fcilmente memorizable. * Publicado en Alborada, n. 46. 2002. p. 66-67. 290 Hemos intentado que la disposicin formal y la secuencia de la lectura transmitan un con cepto de modernidad y actualidad, sin que se pierda la sobriedad y actualidad. La utilizacin del color y del gran poder simblico del crculo hacen que el conjunto sea atractivo, mo derno y actual. El color rojo empleado tiene un alto poder de comunicacin; es actual, trans gresor, moderno y li gado inseparablemente a la historia de nuestra Ciudad. En ltima instancia, se han realizado una serie de iconos representativos de la Ciu dad de Elda para que, a modo de elemento evolutivo y durante el ao de la celebracin del Centenario, se pueda ir modificando la imagen, y as enfatizar o singularizar determinados soportes publicitarios. Estos iconos estn arraigados a nuestra historia como Ciudad y re cogen aspectos del mbito poltico, religioso, monumental, geogrfico, cultural... 291 94 Planes para el Centenario* Consuelo Poveda Poveda El 24 de agosto de 1904 Alfonso XIII concede a la Villa de Elda el ttulo de Ciudad, a ins tancias del conservador Antonio Maura, entonces Presidente del Consejo de Ministros. Sin duda el apoyo polftico y recibimiento de las autoridades locales eldenses a su paso por la Estacin de Elda desde Alicante influy en la concesin de este ttulo. De hecho, el recibi miento favorable a Maura en Elda contrast con los disturbios que se produjeron en Alicante y otras zonas. En el trasfondo de la concesin del ttulo de Ciudad hay que buscar tambin el notorio auge demogrfico e industrial de la Villa de Elda. A comienzos del siglo XXI, inmersos en la era de la globalizacin, Internet, la donacin, la construccin europea y la moneda nica, el estrs y la vida sin pausa, una fecha nos ha ce girar la vista atrs: la conmemoracin del Primer Centenario del ttulo de Ciudad a la Vi lla de Elda. Esta feliz efemride nos otorga la excusa perfecta para detener el tiempo y bu cear en la Elda de hace cien aos. Con esta intencin y bajo el auspicio e inters del Ayun tamiento, refrendado por el Consejo Sectorial de Cultura, se han creado cuatro Comisiones: una que se encargar de las Publicaciones; otra dedicada al Patrimonio Histrico Artstico; una tercera que le prestar atencin a las Artes Escnicas, y por ltimo, la destinada a las Artes Plsticas. Estas cuatro Comisiones estn preparando, con ilusin y buena fe, diversos actos conmemorativos del Centenario. Entre estas actividades, se plantea una programacin intensa de espectculos de todo tipo en el Teatro Castelar, espacio que, por cierto, tambin celebra en 2004 sus primeros cien aos de vida (como tambin alcanza la centuria de vida el Casino Eldense, a la vez que se cumple un siglo de la implantacin en Elda de la Guardia Civil). A falta de cerrar con nombres concretos esa programacin, la idea es que se pueda contar con la presencia de fi guras artsticas de pri mer orden en el campo de la msica, el teatro, la danza y otras artes escnicas. Hay pensado tambin tributar diferentes homenajes y editar varias publicaciones. Entre ellas, una reedicin de Elda, el manuscrito de Lamberto Amat, agotado hace tanto tiempo y siempre tan demandado, edicin que estara acompaada de su transcripcin. Est planteada igualmente la publicacin de una nueva y actualizada Historia de Elda, proyecto que contar con la participacin de un amplio equipo de especialistas en cada una de las pocas. As mismo, se considera conveniente una publicacin centrada en el ao del Cen tenario, es decir, que recupere lo que fue la vida de la Ciudad hace cien aos. * Publicado enAlborada, n. 46, 2002, p. 67. 29 . 2 Otras de las iniciativas que se pretenden llevar a cabo aprovechando la conmemoracin del Centenario es la restauracin de algunos elementos ornamentales urbanos. Otro proyecto es la exposicin Del monte al valle, con una concepcin didctica y bien ilustrada de la gnesis de la Ciudad de Elda. No faltarn tampoco exposiciones de pintura, tanto de artis tas y colectivos locales como de artistas forneos. Tambin hay en proyecto una obra escultrica para Elda que conmemore el Primer Centenario, concursos, exposiciones de fotografa y un largo etc. de actividades conformando el panorama de actos que permitira ofrecer tanto al ciudadano de Elda como al ciudadano que nos visite un amplio atractivo programa socio cultural desde septiembre del 2003 hasta diciembre del ao 2004. El proceso para la concrecin definitiva de las actividades a realizar, as como su pla nificacin y respaldo presupuestario por parte del Ayuntamiento deber contar con el cam bio de corporacin, sujeto a la celebracin de las Elecciones Municipales del prximo mes de mayo. En este sentido, e independientemente de la dotacin presupuestaria que ya hay prevista para poner en marcha la programacin en el presupuesto del ao 2003, la conce jala de Cultura tiene intencin de plantear al Pleno del Ayuntamiento la adopcin de un acuer do vinculante para que la corporacin entrante asuma en lo fundamental las actividades pro yectadas. 95 Camilo Valor Esteve, autor del cartel del IV Centenario de los Santos Patronos* Julia Moraga Jimnez Los representantes de la Cofrada de los Santos Patronos se trasladaron a Cerdea para conocer el origen de la historia de los Patronos eldenses. El Presidente de la Cofrada de los Santos Patronos, Pedro Maestre, present el logoti po del IV Centenario de los Santos Patronos de Elda, diseado por Camilo Valor Esteve. El autor explic que ha querido sintetizar dos ideas mediante una circunferencia dividida en dos partes, una de ellas reproduce una concha en color azul del mar por el que llegaron los Patronos en barco, y la otra mitad de color amarillo como el manto dorado de la Virgen de la Salud. El logotipo se completa con los nmeros romanos que indican el IV Centenario y el periodo que abarca la celebracin desde 1604 a 2004. Maestre explic que representantes de la Cofrada de los Santos Patronos se trasladaron recientemente a Cerdea para documentarse respecto al origen de las imgenes. Sin embargo nada encontraron en los archivos, salvo una referencia explcita al virrey de Cerdea, Con de de Elda, en una lpida de 1603. El resto de la historia forma parte de una leyenda popular de la que los naturales de Cerdea no guardan recuerdo alguno. Sin embargo, las personas de ms edad relatan que tras el hundimiento de un galen espaol en la costa de Cerdea, sali a flote un pesado cajn que fue recogido por los padres dominicos; dentro se encon traron la imagen de una virgen con un nio, a la que llamaron Madonna de los Mares. ( . . .) * Publicado en El Peridico Comarcal, n. 357, 14-11-2003, p. 19. ** El relato de este desplazamiento fue escrito por Esperanza Alonso Guarinos y Pedro Maestre Guarinos con el ttulo Viaje a Cerdea y publicado en Fiestas Mayores, n. 15, 1998, p. 118-123. 96 El azul y oro, colores del manto de la Virgen de la Salud, en el logotipo del IV Centenario de los Santos Patronos* Pedro J. Navarro Requena El pasado mircoles se present por la Comisin de Cultura del Cuarto Centenario, en lo que ha supuesto el primer acto oficial de este nuevo logotipo, del que es autor Camilo Valor Esteve. En forma de crculo, simulando una concha, el nmero cuatro escrito en nmeros roma nos, y la fecha 1604-2004, sobre las tonalidades en azul y amarillo oro, tpicas del manto de la Virgen de la Salud, son sus principales caractersticas. El Presidente de la Mayordoma de los Santos Patronos, Pedro Maestre, explic que las dis tintas Comisiones creadas con motivo del Cuarto Centenario ya estn trabajando a pleno rendi miento, y los primeros resultados comenzarn a plasmarse en breve en distintos proyectos y ac tividades. El logotipo del Cuarto Centenario presentado el mircoles presidir todas ellas, hasta que concluyan las celebraciones a fi nales del 2004. De otro lado, la Comisin de Cultura y de la revista de fi estas, dieron a conocer las bases del IV Concurso de Carteles, cuyo ganador se encargar de anunciar las prximas Fiestas Mayores 2003. Maestre habl de algunas novedades que se han introducido, entre las que destaca el incremento de la cuanta econmica del premio, que se ha fijado en 600 euros. Publicado en Valle de Elda, n. 2.327, 14-11-2003, p. 1 y9. 296 CONO) del III elattenarikI Santleinto 1iri io I loen SIIIIMO quo odehra Villa de IJd J diaJ de Septiembre de 19114. Altar del Stmo. Cristo del Buen Suceso durante las Fiestas del Tricentenario (1904). 29 97 Ante el Cuarto Centenario. Faltan... (I, II, III y IV)* Vicente Valer Bellot Ahora si que se aproxima, amigo lector, la conmemoracin del IV Centenario de la llegada a la Ciudad, antes Villa, de las imgenes de nuestros excelsos Patronos, la Virgen de la Sa lud y el Cristo del Buen Suceso. Mucho se ha escrito en estos prximos pasados tiempos, quiz algo menos de los que el tema merece, pero se ha ido recordando para que el recuerdo fuera inolvidable y per maneciera en nuestro pensamiento. En 1903 se inici lo que haban de ser los actos previstos, y en el mes de septiembre de dicho ao apareci el nmero uno de la revista que haba de acoger las colaboraciones de los eldenses: El Centenario, revista catlica dedicada por la Mayordoma actuante en el ao del Centenario 1903 a 1904, al Santo Cristo del Buen Suceso y a la Virgen Sant sima de la Salud. El Centenario deca en su presentacin trae una misin mucho ms alta: es san ta la causa que defiende, porque no se propone otra cosa que sostener y aumentar el en tusiasmo de todos en la obra emprendida de festejar con el mayor lucimiento posible a nues tros Patronos. Ya este llamamiento pronto acudieron insignes plumas, como las de los sacerdotes eldenses D. Francisco Maestre Prez y D. Baldomero Alonso Alonso; D. Maximiliano Garca So riano, D. Domingo Toms Vera, D. J. Gonzlez Pay, D. Miguel Tato Amat (que al niego de la Ma yordoma respondi: Gustoso accedo al carioso requerimiento). Y a estos primeros cola boradores siguieron D. Agustn Cavero, Vicario general de la dicesis de Orihuela; D. Juan Vi dal Vera, maestro; D. Ramn Gorg Soler, msico, autor de las plegarias Virgen Pursima y Al Cristo del Buen Suceso. Y otros muchos ms que con sus trabajos hicieron de la revista un re cuerdo perenne de lo que fue aquella conmemoracin. En septiembre de 1903, con un saludo de la redaccin y diversas colaboraciones que ha ban de continuar durante doce meses de septiembre de dicho ao a agosto de 1904 ** se inici el referido El Centenario, con unos cuadernos mensuales que, recopilados al fi nal, cons truyeron el hermoso li bro que nos recuerda aquella efemrides. * Publicados en Valle de Elda, n. 2328, 21-11-2003, p. 14;n. 2330, 7-111-2003, p8, o. 2332, 21-111-2003, p. 6 yo. 2334, 4 -IV -2003, p. 26. ** Vase nota segunda de la pgina 67. Cree la actual Mayordoma posible la creacin de un nuevo Centenario. En parte este modesto trabajo, si esto es as, tiene por finalidad hacer un llamamiento a aquellas personas en cuya mente est la idea de colaborar en este sentido. Otro de los actos previstos, ante la carencia de un himno al Cristo del Buen Suceso, se gn me coment un miembro de la Mayordoma, es la convocatoria de un concurso para elegir la letra y msica del mismo. Recordamos: faltan dieciocho meses para agosto de 2004... ALBORADA * II De nuevo voy a insistir sobre el tema y pienso que no sea la ltima que a los el denses nos preocupa, relacionado con los actos a celebrar en las fiestas del IV Centenario; supongo que debe ser as, por cuanto a la poblacin nos incumbe que estos sean, no bri llantes, sino brillantsimos, superando a todo cuanto se hizo en 1904. En nuestro nimo de cooperacin y para un conocimiento general veamos como y cuanto co laboraron con sus escritos algunas de las personas que, ll evados de su inmenso amor y devocin a nuestros excelsos Patronos lo hicieron, y para ello nada mejor que recurrir, una vez ms, a esa joya que se edit entonces y me supongo que no muchos guardarn en su biblioteca, como grato recuerdo de sus queridos antepasados que tuvieron la dicha de vivir el Tercer Centenario. Veamos como D. Francisco Maestre, virtuoso sacerdote hijo de Elda, nos describa uno de los actos ms emotivos de nuestras fiestas... LA ENTRADA DE LA VIRGEN * Y finalizando este modesto y hermoso trabajo, que slo al describirlo, por haberlo vivi do muchos aos revive en mi sus imborrables recuerdos y filial amor a Jess del Buen Su ceso y Mara de la Salud, D. Francisco nos ofreca el siguiente poema: CONCHAS Y PERLAS PARA ELDA ** Cra el mar conchas ostiales de las que salen las perlas con que sus cuellos las damas engalanan y hermosean. Las fl ores tambin son conchas en cuyos clices deja el cielo en gotas de agua sus hermossimas perlas. Bocas hay que conchas son, pues cuando se abren ensean como semejantes dientes dos sartas de finas perlas. El primer texto se reproduce en las pginas 73 y 132. El segundo pertenece a los Cuadros vivos del autor citado y se inserta en las pginas 75-76. Aparecido en El Centenario, n. 1, septiembre de 1903, p. 5. Concha es tambin la palabra que en alas del viento vuela, pues como perla en su concha va en la palabra la idea. El corazn de una madre tambin es concha que encierra las perlas que ms encantan... pues las lgrimas.., son perlas. Y las dos cajas cerradas y con el lema Para Elda que hace ya trescientos aos nos mand la Providencia, quin duda que son dos conchas con dos riqusimas perlas, nuestro Cristo y nuestra Virgen que de amor nos enajenan Sea, pues, concha nuestra alma que al amor por perla tenga y brille nuestro entusiasmo por las centenarias fiestas. F. Maestre Prez III En mi deseo de colaborar a la programacin de algunos de los actos que la Ma yordoma de la Congregacin de los Santos Patronos, o comisin organizadora del IV Centenario, estimen de inters, dir que el contacto con los muchos eldenses au sentes, tanto residentes en Espaa como en el exterior, mediante la recepcin de sus direcciones por familiares que habitan en Elda, para comunicarles la gran fiesta que se prepara de carcter extraordinario con motivo de la celebracin del IV Centena rio, debe ser de una importancia inmensa; no podemos tener olvidados a unos her manos que, como nosotros hoy, habrn sentido no ya el Tercer Centenario, sino la alegra y solemnidad de nuestras fiestas durante el tiempo que habrn permaneci do entre nosotros antes de ausentarse definitivamente. Esto habr de realizarse con el suficiente tiempo. Deseo exponer dos ejemplos. Uno, hace bastantes aos: don Santiago Bellod Pay, residente en Elda muchos aos, hijo de Onil, amante de las tradiciones y costumbres de su villa, con motivo de una fiesta extraordinaria celebrada en honor del Nostre Senyor Robat, copatrono de la misma por un hecho milagroso acontecido haca ms de un si glo, tuvo la feliz idea de llevar a la prctica esta misma que expongo, con un resultado ms de lo esperado por parte de todos los onilenses ausentes. Expongo esto por haber tenido el honor de ser Secretario, como hijo de una onilense, y por tanto conocedor del resultado de esta idea. Otro; hace varios aos, la escuadra Gran Reserva, de la Comparsa de Zngaros de esta Ciudad, preparaba unos importantes y extraordinarios actos a celebrar en tiempo indeterminado; tuvieron la idea de que el mayor nmero de eldenses ausentes los co nocieran; se dirigieron a los familiares residentes en Elda recabando sus direcciones, y poseen actualmente un nmero superior al centenar, residentes en Espaa y en el extranjero. Jos Joaqun Gonzlez Pay, siguiendo la feliz costumbre de incluir poesas en El Centenario, ofreca como ramillete de fl ores a la Madre de los eldenses el siguiente soneto: A LA SANTSIMA VIRGEN DE LA SALUD * Cuando yo era muy nio, me ensearon a venerar tu imagen bondadosa, y fe profunda en tu virtud gloriosa en mi pecho mis padres inculcaron. En mi sencillo corazn grabaron tu memoria dulcsima y hermosa, y una estela de luz esplendorosa tus sublimes encantos me dejaron. Guardo dentro del alma recogida la gloria que a mi pueblo le legaste; y te venero Madre muy querida! porque T eres la estrella que alumbraste los albores risueos de mi vida, y por ella T siempre me guiaste!. IV I le de recurrir a otro sacerdote eldense, D. Baldomero Alonso Alonso, para elegir de en tre sus muchas colaboraciones a El Centenario la publicada en la revista n. 1, del mes de septiembre de 1903, que titula Mi primer trabajo. I). Baldomero era hermano de nuestro inolvidable Alcalde D. Francisco Alonso Rico, po pular y cariosamente tratado como I). Paco Alonso. En este trabajo, por ser el primero, su corazn debi rebosar de alegra y gozo, ambos incontenibles. Deca D. Baldomero que el objeto de su participacin no era otro que, siguiendo la magna obra iniciada por D. Agustn Cavero, nos encontramos prximos a su acontecimiento que, como gran e imperecedero recuerdo ha de ser escrito, pero con caracteres de oro en este libro, la Historia de Elda, que ha de pasar de generacin entre los hijos de este pueblo. Continuaba con su mayor entusiasmo para que el Centenario que se avecinaba como no sotros deseamos para el futuro Cuarto eclipse a todos los dems en esplendor y gloria. Y finalizaba el trabajo con los siguientes prrafos: Empiece ya el entusiasmo y amor a templar vuestros corazones, y ojal acertemos a entusiasznaros tanto para los feste jos cvico -religiosos del ao 190, que os veamos rendir homenaje de amor y gratitud en das tan gloriosos para este pueblo y para todos sus hijos. Entonces, Elda, entonando un himno de amor, dir a sus hijos; seguid lo que nosotros hemos seguido, abrazad como nosotros esa fe que nos ha hecho vivir felices todos los aos de nuestra vida) que siem pre sean objeto de nuestras esperanzas los mismos que lo han sido de las nuestras; el Santo Cristo del Buen Suceso y la Santsima Virgen de la Salud. Y, unindose al gozo de todos los eldenses, Maximiliano Garca Soriano, el ilustre Bo ticario de Elda, se sumaba a la brillantez de esta pgina con el siguiente poema, segunda de la muchas colaboraciones que tuvo para El Centenario. SALUDO ** Aparecido en El Centenario, n. 2, octubre 1903, p. 25. Reproducido en la p. 134 de este volumen. 50 98 IV Centenario (I, II, III y IV)* Jos Soler Vilar 1 Cuenta una vieja leyenda, que en el ao 1604, acabado el virreinato de don Antonio Colo ma, en Cerdea, el Conde de Elda, dispuso su nave para regresar a su castillo -palacio, jun to al Vinalop. A punto estaba de dejar la isla, cuando se le presentaron dos gallardos jvenes en traje de peregrino, rogando que su excelencia les permitiera acompaarle en su singladura. Aceptados de inmediato, dada la generosidad del conde, procedieron a embarcar dos arcones y pretextando hacer ciertas compras regresaron a tierra, comprometindose a re gresar en breve plazo. No volviendo a ver a estos peregrinos, antes de zarpar, el Conde les mand buscar en la ciudad de Cagliari, residencia del virrey, sin resultado alguno, por lo que orden levar ama rras sin ellos. Hechos a la mar sin ellos, la singladura se desarroll amablemente hasta el puerto de Alicante, lugar en el que se desestib toda la carga de tan gallardo bajel, entre esta, se en contraban aquellas cajas, en cuya cubierta se pudo observar el rtulo Para Elda. Comunicando esto al Conde y considerndose ste con ttulo para conocer el conteni do de aquellas cajas, las mand abrir, quedando gratsimamente sorprendido al ver en ellas dos admirables imgenes, una deslumbrante imagen de una preciosa Virgen, artstica mente adornada, y Santsimo Cristo clavado en la cruz, de severa y majestuosa traza, que supuso le haban sido confiados por enviados del cielo. Desde entonces, con el dramtico lapso de la Guerra Civil, estas imgenes han acompaado a generaciones de eldenses. Tantos aos como cuatrocientos se cumplirn el prximo 2004. Por ello aparece hoy es ta columna, con el objetivo de informar de los diversos acontecimientos que vendrn, de las actividades organizadas por las comisiones creadas y como no, para celebrar el Cuarto Cen tenario de la llegada de los Patronos de la Ciudad de Elda. II Cada septiembre, desde hace cuatro siglos, se celebran en Elda las Fiestas Mayores, en honor a nuestros Patronos, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso. En ellas, las Seccin aparecida en Valle de Elda, de la que recogemos los primeros trabajos publicados en los nms. 2.328, 21-11-2003, p. 8; 2.329, 28-11-2003, p. 5; 2.333, 28-111-2003, p. 7; 2.335, 11-1V-2003, p. 5. procesiones son actos en los que el fervor del pueblo hacia sus Patronos se siente en calles y plazas, abarrotadas a su paso. Son multitud los que, tras ver como salen las imgenes de la Iglesia de Santa Ana, acompaan a stas en procesin. Tras el barco, como manda la tradicin. Acompaadas por ngeles, peregrinos y aquellas cajas en las que un da llegaron a Elda; andando y haciendo el mismo camino que el ao anterior. Por calles que huelen a espliego, bajo la luz de fue gos artificiales y calles engalanadas de fi esta, viendo a amigos y conocidos, recordando aos pasados y especulando sobre los que vendrn. Delante de una imagen precedida por el es tandarte, a hombros de su pueblo, representado en la abnegada figura de los costaleros. Al final del camino, el templo espera, con sus puertas abiertas de par en par, que sus fieles regresen con la imagen para acogerlos entre aplausos y vivas a la Virgen de la Salud y al Cristo del Buen Suceso. Pero las procesiones no son los nicos motivos por los que los Patronos salen a la ca lle. A lo largo del tiempo se han sucedido distintas romeras, en las que, como cosa excep cional, se ve a las imgenes caminar entre su gente. En esas romeras el sol es el encargado de hacer lucir la celebracin, iluminando con su luz sin parar calles y avenidas por las que nunca se haba visto evento como aquel, don de los vecinos ven pasar bajo sus ventanas a aquellos a los que en tantas ocasiones han ido a visitar. Son los Patronos lo que van a ver los eldenses. Por ello, en los actos conmemorativos de este Cuarto Centenario, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso estn saliendo de Santa Ana para visitar durante das las Iglesias de la Inmaculada, de San Francisco de Sales, de San Jos Obrero y de San Pascual Bailn. Ya estuvieron en la Inmaculada y su prxima cita es con San Francisco de Sales. III Con motivo de la celebracin del IV Centenario de la ll egada de los Patronos a la Cofrada de la Ciudad de Elda [sic] , se va a proceder por la Mayordoma a la realizacin de un nue vo dosel para el trono de las Fiestas Mayores. El dosel del trono actual es la cubierta ornamentada y coronada, que a cierta altura lo cubre. Compuesta en terciopelo rojo, bordado en hilo de oro, con adornos fl orales, que cae detrs a modo de colgadura de armio. Segn una inscripcin que en el mismo se halla, bordada en su parte inferior izquierda, su realizacin data de 1899, por lo que es uno de los pocos elementos que se conservan anterio res a la Guerra Civil. El motivo de su sustitucin es claro, las piezas que lo componen, empiezan a estar sig nificativamente deterioradas, haciendo especialmente difcil su utilizacin para el cometido al que se dedican. Esta sustitucin, va a facilitar que las partes de este dosel de 1899, de especial valor ar tstico, puedan ser exhibidas y apreciadas por todos los eldenses en el museo de la Parro quia de Santa Ana. 03 De la realizacin del nuevo dosel se est encargando M. Loli Amat, con la colaboracin de Nati Romero, siguiendo la esttica y formas del antiguo. IV Corra el ao 1974, cuando la Comisin Municipal de Fiestas del Excmo. Ayuntamiento de Elda, realizaba un entraable vinilo de 33 r.p.m. en el que por primera vez se grababan para deleite de los eldenses, los villancicos a los Santos Patronos. En aquella ocasin, bajo la direccin de Moiss Davia, la orquesta de Alicante de Alicante y la Coral Crevillentina, con Beln Jimnez y Joaqun Fuentes como solistas, ejecutaban el ni co documento fonogrfico que se ha realizado sobre la msica que acompaa los actos ms importantes de nuestras Fiestas Mayores. Este ao, y con motivo del Cuarto Centenario de la llegada de los Santos Patronos a la Ciudad de Elda, treinta aos despus del primero, la Mayordoma retoma la idea y grabar un nuevo disco que en esta ocasin tendr la forma de CD. El Teatro Castelar, ser el lugar elegido para la grabacin, contando para ello con ms modernos sistemas de grabacin, por lo que es de esperar resulte memorable, tanto por su contenido como por las personas que en l participan. La ms famosa de nuestras divas, la gran soprano Ana M. Snchez, el bajo crevillenti no Manuel Adsuar, la Coral de los Santos Patronos y la Orquesta de Cmara de la Ciudad de Elda, bajo la direccin de M. Carmen Segura, ejecutarn las piezas ms famosas del acer vo msico cultural eldense. De este modo, los villancicos Virgen Pursima, de Ramn Gorg a la Virgen de la Sa lud con el solo de Ana Mara Snchez; Sol de justicia, con msica del maestro Gorg y le tra de Francisco Laliga al Cristo del Buen Suceso con Manuel Adsuar; la Misa Pontifical de Perossi y las Salves, compondrn una obra sin parangn para un pueblo ansioso de cele brar los cuatrocientos aos de la ll egada de las imgenes. 304 Logotipo del IV Centenario de la llegada a Elda de los Santos Patronos (1604-2004), realizado por Camilo Valor Esteve. 305: 99 Logotipo del IV Centenario* Los colores azul y oro, tomando como referencia el manto de la Virgen de la Salud, con forman el logotipo que arropar los actos del IV Centenario de la llegada a Elda de los San tos Patronos, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso. El logotipo, de forma circu lar simulando una concha, con el nmero 4 en caracteres romanos y las fechas 1604-2004 sobre tonalidades en azul y amarillo, es obra de Camilo Valor Esteve y fue presentado p blicamente el pasado 12 de febrero. Este logotipo presidir todas las actividades previstas para el IV Centenario, que se prolongarn hasta finales del ao 2004. * Publicado en Vivir en Elda, n. 306, marzo 2003, p. 29. 306 REFORMA DE LOS RSTATUTOS Y RELMENTC DEL easioo eldense APROBADO en Junta General extraordinaria Sesin del 6 de Agosto de 1904. ALICA4TE.--1904 .7nrp. de J. lovira .Cdpez Plaza de Isabel II, nm. 29 Reglamento y estatutos del Casino Eldense reformados en 1904. 307 100 2004: el Casino Eldense cumplir cien arios Jos Luis Bazn Lpez Al iniciarse el siglo XX Elda estaba viviendo unos momentos muy significativos; la industria del calzado haba conseguido entrar en un contexto empresarial muy importante. Una consecuencia de este despegue econmico fue el origen de una burguesa, que necesitaba un lugar determinado para reunirse y descansar del quehacer cotidiano. En 1901 se reunan unos cincuenta amigos en un local que estaba ubicado en la calle Coln, donde se celebraban todo tipo de tertulias. Nos imaginamos que aquella sede resultara algo pequea, por lo cual pensaron el construir algo ms operativo y prctico. Debieron de realizar todas las gestiones con bastante rapidez, ya que enseguida se pusieron de acuerdo con el Sr. Maestre Sempere que les ofert, con todo tipo de facilidades, tres casas que posea en la calle Nueva. Automticamente formaron una Sociedad que emiti unas cincuenta acciones a un precio de cien pesetas. No tardaron mucho tiempo en ser adquiridas, y en comprometerse a pagar todos los meses la cantidad de una pesetas con cincuenta cntimos. La primera estructura del Casino Eldense no fue como la que actualmente conocemos; Fernando Matallana escribi en la revista Alborada (1994) un trabajo titulado 90 Aos de Elda Ciudad (1904-1994). El ao de los prodigios donde nos dice lo siguiente: El edificio primigenio no deba ser nada suntuoso, pues por la descripcin que conocemos constaba de dos plantas, cerrado por las cuatro paredes y cubierto de un tejado de cartn cuero que se mantuvo durante tres aos. No obstante su modestia parece que el inmueble colmaba las expectativas de los socios, siendo inaugurado oficialmente, el Domingo de Pascua. Esta Sociedad evolucion rpidamente por el incremento de socios que se sumaron a esta idea tan positiva para nuestra Ciudad. Segn pasaban los aos el Casino Eldense iba siendo el punto de encuentro de la mayora de nuestros antepasados, pero aos despus empez a perder posibilidades con mucha celeridad. Ahora en el ao 2003 una serie de personas, con grandes ganas de rehabilitar socialmente nuestro Casino, estn luchando para que este lugar tan carismtico vuelva Publicado en Crnica de Elda, marzo 2003. 308 a ser igual o parecido al que disfrutaron los eldenses de pocas anteriores, por eso estn preparando distintas actividades que estamos completamente seguros que las van a poner en prctica con unos resultados magnficos. Nuestros deseos van por el mismo camino que la actual Junta Directiva, a la que auguramos un brillante porvenir ya que estn demostrando mucho inters y estamos convencidos que lograrn todos sus objetivos. 309 INDICES 3.11 ndice de autores ALONSO GUARINOS, Esperanza y MAESTRE GUARINOS, Pedro: - Ao 2004. el gran reto 211 - Cuenta atrs (faltan siete aos) 215 AMAT GUARINOS, Toms: - Vase ESTUDIO DE ARQUITECTURA TOMS AMAT GUARINOS ANAYA ANAYA, Mara Josefa: - La fundacin del Casino Eldense 107 BAZN LPEZ, Jos Luis: - Ao 1904: buenas fiestas de septiembre 111 - El Casino Eldense cumple ochenta aos 113 - ngeles o peregrinos 127 - Pablo Gorg: otro triunfador de la familia 191 - Aquellas fiestas del Tercer Centenario 221 - Elda durante el primer tercio del siglo XX (IV) 259 - Cmo fue el III Centenario 285 - 2004: El Casino Eldense cumplir cien aos 307 BELMAR TAMAYO, Francisco: - El Teatro Castelar 163 BORREGO -CHICO: - De verbena 21 CANDELAS ORGILS, Ramn: - Un templo para el ao 2004 207 CHINCHILLA AMAT, Enrique: - 2004, unidad de centena(rio)-(I y II) 231 COMISIN MUNICIPAL DE FIESTAS: - Eldenses 43 CORONEL RICO, Vicente: - Las Fiestas del III Centenario de la venida de los Patronos 37 CRESPO GARCA, Paco: - Las tradiciones deben mantenerse. Lo que va de ayer a hoy 117 - Un ao de grandes acontecimientos 141 DELTELL JO VER, Juan: - Esperando el Cuarto Centenario 273 DELTELL VALERA, Vicente: - De septiembre a abril. Actuaciones ms relevantes en el edificio del Teatro Castelar a lo largo de su casi un siglo de existencia 217 izt ESTUDIO DE ARQUITECTURA TOMS AMAT GUARINOS: - Imagen para el Centenario 289 GARCA LLOBREGAT, Ernesto: - 75 Aniversario del Tercer Centenario 83 - Alborada 2002 265 GRAS SEMPERE, Eduardo: - Septiembre y Elda 45 GUARINOS AMAT, Rodolfo: - El Centenario de 1904. Unas fiestas extraordinarias 51 - El Casino Eldense que yo conoc (I) 235 HERNNDEZ NEZ, Jos: - Los Santos Patronos y la Banda de Msica 225 - A.M.C.E. Santa Cecilia. 150 aos de actividad msico -religiosa en la historia de Elda 267 JO VER GONZLEZ DE LA HORTETA. Seud. de Jos Jover Gonzlez: - La carabela San Eduardo!. Historia de una singladura en mar arbolada . . 171 MADRONA IBEZ, Juan: - El barco de la Virgen 115 MAESTRE AMAT, Luis: - Aleluyas de La Marinera. Aleluyas conmemorativas del III Centenario . 167 MAESTRE GUARINOS, Pedro: - La Mayordoma de 1900 247 - La gran ilusin 277 MAESTRE GUARINOS, Pedro y ALONSO GUARINOS, Esperanza: - Ao 2004, el gran reto 211 - Cuenta atrs (faltan siete aos) 215 MAESTRE VERA, Emilio: - Un villancico de Ramn Gorg y Francisco Laliga 145 MARHUENDA SOLER, Juan y SEGURA HERRERO, Gabriel: - El Casino Eldense: una sociedad centenaria (1901-2000) 237 MARTNEZ CAABATE, Juan Carlos: - 150 arios con la Cofrada de los Santos Patronos 271 MATALLANA HERVS, Fernando: - El ao de los prodigios. 90 aos de Elda Ciudad (1904-1994) 183 MORAGA JIMNEZ, Julia: - El Ayuntamiento apuesta por un logotipo moderno como icono del Centenario de la Ciudad de Elda 279 - Comienzan los actos de celebracin del IV Centenario de los Patronos 281 - Camilo Valor Esteve, autor del cartel del IV Centenario de los Santos Patronos . . 293 NAVARRO MARTNEZ, Ricardo: - Tradicin y despertar espiritual de Elda 253 NAVARRO NAVARRO, Jos: - 1994, ario de gracia 165 NAVARRO PASTOR, Alberto: - De Villa a Ciudad 29 - La foto olvidada 33 - El barco y otras facetas septembrinas 35 - Maximiliano Garca Soriano 39 - D. Juan Vidal Vera (una vida al servicio de la cultura eldense) 41 - El Centenario. Publicaciones peridicas eldenses (XI) 47 - El barco legendario 57 - Efemrides eldenses de los aos `cuatro 59 - La leyenda de la venida de los Patronos celestiales de Elda 65 - Elda, setenta y cinco aos Ciudad 79 - Dos importantes efemrides a la vista: el 375 aniversario de la llegada de los Patronos y el 75 de la concesin a Elda del ttulo de Ciudad 81 - Venida a Elda de sus Santos Patronos. Hace 375 aos... 89 - El Teatro Castelar y el Casino Eldense cumplen 75 aos 91 - 1804, 1904. 2004 (a los eldenses del ao 2004) 95 - Dos curiosos documentos eldenses 103 - La huella del III Centenario en la bibliografa eldense 121 - Las fiestas del Centenario -1904 161 - Los festivales ciclistas en las fi estas de septiembre de primeros de siglo 177 - Notas sobre el cuartel de la Guardia Civil de Elda 199 - 1904: las Fiestas de la Virgen se convierten en Fiestas en honor de los excelsos Patronos 213 - Ante el IV Centenario de la venida de los Patronos. Invitacin 229 - Milagritos Gorg y Miguel Tato y Amat en El Vinalap. 255 NAVARRO REQUENA, Pedro J.: - El azul y oro, colores del manto de la Virgen de la Salud, en el logotipo del IV Centenario de los Santos Patronos 295 ORTEGA GAMS, Jos Antonio: - Las fiestas del Segundo Centenario en Montesinos 201 PAY LIRA. Seud. de Jos Pay Vidal: - Lo que puede la voluntad 25 PEATARO, Felipe: - Elda 1904-1949 31 POVEDA POVEDA, Consuelo: - Planes para el Centenario 291 RODRGUEZ CAMPILLO, Juan: - Historia del puesto del Guardia Civil en Elda 251 SEGURA HERRERO, Gabriel: - Elda y los Centenarios de sus Fiestas Mayores 227 SEGURA HERRERO, Gabriel y MARHUENDA SOLER, Juan: - El Casino Eldense: una sociedad centenaria (1901-2000) 237 SERRANO GONZLEZ, Manuel: - Un Alcalde ejemplar [Jos Joaqun Gonzlez Amat] 149 - Los proyectos de remodelacin del Teatro Castelar 223 SEMPERE JUAN, Juan Toms: - Las fi estas del Centenario de 1804 descritas y relatadas por el Vicario y Dr. D. Juan Toms Sempere 61 SOLER VILAR, Jos: - IV Centenario [I, II y III] 301 VALERO BELLOT, Vicente: - Las cosas de mi pueblo Hl (1977, 1981) 67 - Las cosas de mi pueblo [II1. Historia y tradicin (1978 1982, 1985) 71 - Las cosas de mi pueblo [III] . El barco (1983) 105 - Pensando en el Cuarto Centenario 131 - Las cosas de mi pueblo [IV1. Saludo y Un bouquet, de M.Ga. Soriano (1987) 133 - Las cosas de mi pueblo [V]. Villancicos para el Centenario, (1988, 1990) 137 - Olvido o apata La fecha en que Elda dej de ser Villa 153 - Las cosas de mi pueblo [Vil . Fidenses que dejan huella (1992, 2001, 2002) 155 - Las cosas de mi pueblo [VIII. La colaboracin de los eldenses al Tercer Centenario (1992, 1993) 159 - Las cosas de mi pueblo [VIII]. Est cerca el ao 2004 (1994) 181 - Las cosas de mi pueblo [XI. Hombres que colaboraron en El Centenario (1995) 195 - Tendremos un IV Centenario 261 - Ante el Cuarto Centenario. Faltan... (1, II y III) 297 VALOR GMEZ, Camilo: - El barco, mi nieto y... yo 193 ARTCULOS SIN FIRMA: - El Casino Eldense, en Idella. 23 - Recuerdo del Centenario, en Valle de Elda. 75 - Concurso literario Ciudad de Elda, en Valle de Elda. 97 - Fallo del jurado calificador del Premio Ciudad de Elda., en Valle de Elda 99 - Presentacin del libro Elda durante el primer tercio del siglo ,, 01, editado por la C.A.A.M., en Valle de Elda 101 - La Comisin del IV Centenario de la llegada de losPatronos presentar el programa de actos el prximo mes de octubre en Valle de Elda. 245 - El Centenario manda, en Vivir en Elda 263 - Imagen corporativa del Centenario, en Vivir en Elda. 283 - Medallas de oro, imagen corporativa y canteras de Bateig. Ordinario, 2 de octubre, en Vivir en Elda. 287 - Logotipo del IV Centenario, en Vivir en Elda. 305 ndice de publicaciones peridicas ALBOR. Revista de Elda. Arte y cultura. Poltica general. Elda, Jos Capilla Beltrn, 1933-1935: - Lo que puede la voluntad, por Pay Lira 25 ALBORADA. Elda, Excmo. Ayuntamiento, 1955- : - El Centenario de 1904. Unas fi estas extraordinarias, por Rodoffo Guarinos Amat 51 - El barco legendario, por Alberto Navarro Pastor 57 - Las fiestas del Centenario de 1804 descritas y relatadas por el Vicario y Dr. D. Juan Toms Sempere 61 - 75 Aniversario del Tercer Centenario, por Ernesto Garca Llobregat 83 - Las cosas de mi pueblo Hl , por Vicente Valero Bellot (1981) 67 - Las cosas de mi pueblo [Hl . La historia y la tradicin, por Vicente Valero Bellot (1982) 71 - Elda, setenta y cinco aos Ciudad, por Alberto Navarro Pastor 79 - Las fiestas del Centenario -1904, por Alberto Navarro Pastor 161 - El Teatro Castelar, por Francisco Belmar Tamayo 163 - El ao de los prodigios. 90 aos de Elda Ciudad (1904-1994), por Fernando Matallana Hervs 183 - El Casino Eldense: una sociedad centenaria (1901-2000), por Juan Marhuenda Soler y Gabriel Segura Herrero 237 - Imagen para el Centenario, por Estudio de Arquitectura Toms Amat Guarinos 289 - Planes para el Centenario, por Consuelo Poveda Poveda 291 CRNICA DE ELDA. Alicante, Primera Plana, 2002-2003: - Cmo fue el III Centenario, por Jos Luis Bazn Lpez 285 - 2004: el Casino Eldense cumplir cien aos, por Jos Luis B2tzn 307 DAHELLOS. Letras eldenses. Elda, Pea Literaria Dahellos, 1949-1953: - La foto olvidada, por Alberto Navarro Pastor 33 - El barco y otras facetas septembrinas, por Alberto Navarro Pastor 35 - Maximiliano Garca Soriano, por Alberto Navarro Pastor 39 - D. Juan Vidal Vera (una vida al servicio de la cultura eldense, por Alberto Navarro Pastor 41 ELDA EN SUS FIESTAS MAYORES. Elda, Excmo. Ayuntamiento, 1949H -1954: - Elda 1904-1949, por Felipe Peataro 31 - Las Fiestas del III Centenario de la venida de los Patronos, por Vicente Coronel Rico 37 - Eldenses, por la Comisin Municipal de Fiestas 43 - Septiembre y Elda, por Eduardo Gras Sempere 45 FIESTAS MAYORES. Revista anual que la Cofrada de los Santos Patronos edita en honor de la Virgen de la Salud y del Cristo del Buen Suceso, para mayor exaltacin y memoria de los valores eldenses. Elda, la Cofrada, 1984- : - Las cosas de mi pueblo [III. La historia y la tradicin, por Vicente Valero Bellot (1985) 71 - Las tradiciones deben mantenerse. Lo que va de ayer a hoy, por Paco Crespo Garca 117 - El barco de la Virgen, por Juan Madrona Ibez 115 - La huella del III Centenario en la bibliografa eldense, por Alberto Navarro Pastor 121 - ngeles o peregrinos, por Jos Luis Bazn Lpez 127 - Las cosas de mi pueblo [IV1. Saludo y Un bouquet, de M.Ga. Soriano, por Vicente Valero Bellot (1987) 133 - Las cosas de mi pueblo [VI. Villancicos para el Centenario, por Vicente Valero Bellot (1988, 1990) 137 - Un ao de grandes acontecimientos, por Paco Crespo Garca 141 - Un villancico de Ramn Gorg y Francisco Laliga, por Emilio Maestre Vera 145 - Un Alcalde ejemplar [Jos Joaqun Gonzlez Amatl, por Manuel Serrano Gonzlez 149 - Las cosas de mi pueblo [Vil Eldenses que dejan huella, por Vicente Valero Bellot (1992) 155 - Las cosas de mi pueblo [VIII, por Vicente Valero Bellot (1993) 159 - 1994, ao de gracia, por Jos Navarro Navarro 165 - Aleluyas de La Marinera. Aleluyas conmemorativas del III Centenario, por Luis Maestre Amat 167 - La carabela San Eduardo!. Historia de una singladura en mar arbolada (...), porJover Gonzlez de la Horteta 165 - Los festivales ciclistas en las fiestas de septiembre de primeros de siglo, por Alberto Navarro Pastor 177 - El barco, mi nieto y.., yo, por Camilo Valor Gmez 193 - Las fiestas del Segundo Centenario en Montesinos, por Jos Antonio Ortega Cams 201 - Un templo para el ao 2004, por Ramn Candelas Orgils 207 - Ao 2004, el gran reto, por Esperanza Alonso Guarinos y Pedro Maestre Guarinos 211 - Cuenta atrs (faltan siete aos), por Esperanza Alonso Guarinos y Pedro Maestre Guarinos 215 - Los proyectos de remodelacin del Teatro Castelar, por Manuel Serrano Gonzlez 223 - Los Santos Patronos y la Banda de Msica, por Jos Hernndez Nez . . 225 - La Mayordoma de 1900, por Pedro Maestre Guarinos 247 - Historia del puesto de la Guardia Civil en Elda, por Juan Rodrguez Campillo 251 - Tradicin y despertar espiritual de Elda, por Ricardo Navarro y Martnez . 253 - Alborada 2002, por Ernesto Garca Llobregat 265 - A.M.C.E. Santa Cecilia. 150 aos de actividad msico -religiosa en la historia de Elda, por Jos Hernndez Nez 267 - 150 aos con la Cofrada de los Santos Patronos, por Juan Carlos Martnez Caabate 271 - Esperando el Cuarto Centenario, por Juan Deltell Jover 273 - La gran ilusin, por Pedro Maestre Guarinos 277 IDELIA. Semanario independiente. Elda, Manuel Maestre Gras, 1926-1930: - El Casino Eldense 23 INFORMACIN. Alicante, Editorial Prensa Alicantina, 1941. - Aquellas fiestas del Tercer Centenario, por Jos Luis Bazn Lpez 221 EL PANTANO. Peridico acutico. Quincenal. Elda, 1903: - De verbena, por Borrego -chico 21 PEREGRINACIN. Revista mensual de la Juventud de Accin Catlica de Elda, 1948-1949: - De Villa a Ciudad, por Alberto Navarro Pastor 29 El PERIDICO COMARCAL. Semanario independiente de Elda, Petrer, Monvar y Sax. Elda, Ediciones Notivalle, 1995- : - Elda y los Centenarios de sus Fiestas Mayores, por Gabriel Segura Herrero . . 227 - El Ayuntamiento apuesta por un logotipo moderno como icono del Centenario de la ciudad de Elda, por Julia Moraga Jimnez 279 - Comienzan los actos de celebracin del IV Centenario de los Patronos, por Julia Moraga Jimnez 281 - Camilo Valor Esteve, autor del cartel del IV Centenario de los Santos Patronos, por Julia Moraga Jimnez 293 VALLE DE ELDA. Semanario de informacin local, deportes y espectculos. Elda, 1956- : - El Centenario. Publicaciones peridicas eldenses (XI), por Alberto Navarro Pastor 47 - Efemrides eldenses de los aos cuatro, por Alberto Navarro Pastor 59 - La leyenda de la venida de los Patronos celestiales de Elda 65 - Las cosas de mi pueblo I II, por Vicente Valero Bellot (1977) 67 - Las cosas de mi pueblo [II]. Historia y tradicin, por Vicente Valero Bellot (1978) 71 - Recuerdo del Centenario 75 - Elda, setenta y cinco aos Ciudad, por Alberto Navarro Pastor 79 - Dos importantes efemrides a la vista: el 375 aniversario de la ll egada de los Patronos y el 75 de la concesin a Elda del ttulo de Ciudad, por Alberto Navarro Pastor 81 - Venida a Elda de sus Santos Patronos. Hace 375 aos..., por Alberto Navarro Pastor 89 - El Teatro Castelar y el Casino Eldense cumplen 75 aos, por Alberto Navarro Pastor 91 - 1804, 1904, 2004 (a los eldenses del ao 2004), por Alberto Navarro Pastor 95 - Concurso literario Ciudad de Elda 97 - Fallo del jurado calificador del Premio Ciudad de Elda 99 - Presentacin del libro Elda durante el primer tercio del siglo XX, editado por la C.A.A.M. 101 - Dos curiosos documentos eldenses, por Alberto Navarro Pastor 103 - Las cosas de mi pueblo 11111 . El barco, por Vicente Valero Bellot (1983) 105 - La fundacin del Casino Eldense, por Mara Josefa Anaya Anaya 107 - Pensando en el Cuarto Centenario, por Vicente Valero Bellot 131 Olvido o apata La fecha en que Elda dej de ser Villa, por Vicente Valero Bellot 153 - Las cosas de mi pueblo [VI]. Eldenses que dejan huella, por Vicente Valero Bellot (2001, 2002) 155 - Las cosas de mi pueblo [VIII. La colaboracin de los eldenses al Tercer Centenario, por Vicente Valero Bellot (1992) 159 - Las cosas de mi pueblo [VIII]. Est cerca el ao 2004, por Vicente Valero Bellot. (1994) 181 - Pablo Gorg: otro triunfador de la familia, por Jos Luis Bazn Lpez 191 - Las cosas de mi pueblo IX] . 1 Hombres que colaboraron en El Centenario, por Vicente Valero Bellot (1995) 195 - Notas sobre el cuartel de la Guardia Civil en Elda, por Alberto Navarro Pastor . . 199 - 1904: las Fiestas de la Virgen se convierten en Fiestas en honor de los excelsos Patronos, por Alberto Navarro Pastor 213 - Ante el IV Centenario de la venida de los Patronos. Invitacin, por Alberto Navarro Pastor 229 - 2004, unidad de centena(rio)-(1 y II), por Enrique Chinchilla Amat 231 - El Casino Eldense que yo conoc (I), por Rodolfo Guarinos Amat 235 - La Comisin del IV Centenario de la llegada de los Patronos presentar el programa de actos el prximo mes de octubre (...) 245 - Milagritos Gorg y Miguel Tato y Amat en El Vinalap, por Alberto Navarro Pastor 255 - Elda durante el primer tercio del siglo XX (IV), por Jos Luis Bazn Lpez . . . . 259 - Tendremos un IV Centenario, por Vicente Valero Bellot 261 - El azul y oro, colores del manto de la Virgen de la Salud, en el logotipo del IV Centenario de los Santos Patronos, por Pedro J. Navarro Requena 295 - Ante el Cuarto Centenario. Faltan..., por Vicente Valero Bellot 297 - IV Centenario, por Jos Soler Vilar 301 VIVIR EN ELDA. Peridico municipal. Elda, Excmo. Ayuntamiento-EMIDESA, 1981- : - Ao 1904: buenas fiestas de septiembre ,por Jos Luis Bazn Lpez 111 - El Casino Eldense cumple ochenta aos, por Jos Luis Bazn Lpez 113 - De septiembre a abril. Actuaciones ms relevantes en el edificio del Teatro Castelar a lo largo de su casi un siglo de existencia, por Vicente Deltell Valera . . 217 - El Centenario manda 263 - Imagen corporativa del Centenario 283 - Medallas de oro, imagen corporativa y canteras de Bateig. Ordinario, 2 de octubre 287 - Logotipo del IV Centenario 305

El año del Centenario. Historia y memoria de una tradición secular recogida en cien textos de la prensa eldense

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