Canciones del camino

rancisco Mollá Montesinos 11’ L 1Edición preparada por SlllYIIOOR PIIYÍII PIIYÍII FRANCISCO MOLLA MONTESINOS Nació en Petrel en 1902 . Vi v ió 12 años en Brasil , entre 1908 y 1920 , trabajando en los cafeta les de Sao Paulo. En la luz y la exuberante naturaleza de la sel va brasileña , en la melodía y re- 1 igiosidad de los poetas portu gueses están los fundamentos de su poesía . Autodidacta , su mejor Universidad la tuvo en la convivencia con M . Hernández , Ferrándiz Alborz , Jorge Llopis , José Capilla , V . Clavel ... tras los muros del Reformatorio de Adul tos de Alicante , al acabar la gue rra civil. Su obra ha traspasado ampliamente las fronteras loca l es y ha sido objeto de múltiples estudios ; su poesía , impregna da de un intenso amor por la na turaleza , alcanza las cimas del más puro misticismo . Ha publicado «Cumbres» (1938) , «Cuando las yemas re v ientan» (1967) , «Orto» (1975), «Luz en la senda» (1980) , 11Alma» (1980) , 11Canciones del Valle» ( 1988) , y 11Canciones del camino» ( 1988 ). 1 Autor: FRANCISCO MOLLA MONTESINOS Edición preparada por SALVADOR PAVÍA PAVÍA Dibujos: EDU Y JOSÉ M. ª CASTELLANO Portada y Fotos bitonos : VICENTE OLMOS NAVARRO Edita: EXCMO. AYUNTAMIENTO DE PETRER CONCEJAUA DE CULTURA ISBN: 84-505-7649-0 Depósito Legal: A-405-1988 Imprime: GRAFICAS TORTOSA, S .L . - La Huerta, 116 - PETRER (Ali cante) 2 Poesía CANCIONES DEL CAMINO 3 4 FRANCISCO MOLLÁ MONTESINOS CANCIONES DEL CAMINO Edición preparada por SALVADOR PAVÍA PAVÍA EXCMO. AYUNTAMIENTO DE PETRER Concej alía d e Cultura 5 6 INTRODUCCION por Salvador Pavía Pavía 7 / 8 Ahora estoy en Dios ... ahora estoy relampagueado por un poder habitado que enamorado enamora. Estoy dentro de la Aurora de donde salir no espero, porque en ese reverbero más me adentraré al morir; y si el morir es vivir, más vida espero si muero. 1 -X II -87 9 ... 1.902. No es fácil la vida para casi nadie en el pequeño pueblo de agricultores y alfareros que es Petrel a principios de siglo. La caí da en picado de la exportación vinícola, motivada por la terrible epi demia de filoxera que había asolado los campos en el último decenio del siglo XIX había provocado un descenso importante del nivel de vida, agravado por la continua sequía de los primeros años del XX. Sequías o desastrosas lluvias torrenciales que transformaron radical mente la estructura agrícola del pueblo y decidieron definitivamen te el despegue de la nueva industria del calzado. La alfarería, aun que todavía importante , había quedado en manos de cuatro o cinco familias procedentes de Agost y era ya un sistema de vida en retro ceso, puesto que las nuevas generaciones orientaban su futuro pro fesional hacia las fábricas que surgían en Elda o iban a levantarse proximamente en el extrarradio de Petrel. El matrimonio formado por Francisco Mollá Cortés, «el tío Hereu », y Magdalena Montesinos Montesinos se mantenía pr ecariamente del trabajo eventual en el campo. Se habían casado el año anterior, vi vían en el número 16 de la calle Agost, y el 1 de Marzo les había na cido el primero de los once hijos qu e tendrán a lo largo de 60 años de vida en común; una larga vida en la que el dolor y la escasez eco nómica fueron constantes. El recuerdo que de sus padres tiene el poeta ha quedado de mani fiesto repetidas veces en sus poemas. Del «tío Hereu» recibió la hu mildad, la honrade z y, sobre todo, el amor a la tierra. Mollá recorda rá vivamente aquellos primeros momentos de descubrimiento y asom bro ante cada manifestación de la vida; los días en los que acompa ñaba a su padre y a otros campesinos empleados eventualmente en la plantación de pinos en las laderas de la Sierra del Cid. Ningún lec tor de Mollá puede pasar por alto poemas como «El árbol sagrado», «Mi padre», «Pinos que planté de niño» ... Ahí están las necesarias cla ves para entender ese espiritualismo panteísta , esa comunión con una naturaleza de condición divina, que aprendió de la mano del padre por los caminos de Catí, Pusa, Los Chaparrales ... De Magdalena , su madre, mujer fuerte y decidida , heredó la cons tancia , la rebeldía ante lo injusto y, especialmente, la sonrisa que oculta ante los demás un profundo dolor físico o anímico. ¡Qué pocas ve ces, si es que hay alguna , exteriorizan los poemas de Mollá tanta amar gura como ha habido en su existencia! Ni aun siquiera en los poemas de la cárcel hay más que unas referencias generalizadas, insuficien tes para remitir al lector a una realidad trágica . Sigue inédito , y espe- 10 remos que por poco tiempo, un breve pero sentido libro con poemas dedicados a la madre , muerta en 1.960. Paco no fu e a ninguna escuela . Recuerda los juegos frecuentes con otros niños en los aledaños del castillo, llenos de ortigas y maleza ; el abandono ensimismado ante la vida -una mariposa , una flor- qu e hace que, más de una vez , su padre lo busque preocupado bastante después de anochecido. En l. 908 la situación económica se hace insostenible para la fami lia Mollá . Paco ha cumplido seis años y son ya cuatro los hijos que tiene el matrimonio . Un día , un grupo de familias decide emigrar a Brasil , a la zona de cafetales de Sao Paulo, donde había hecho fortu na otro petrelense , «el tío Basilio , el de la Almadraba ». Son siet e las familias que inician el viaje a finales de ese año. Estas emigraciones de colonos europeos hacia Brasil fue hecho co rriente desde 1 .880 hasta la primera guerra mundial , especialment e después de la abolición de la esclavitud en 1.888 . El culti vo del cafeto 11 llevó al gobierno brasileño a organizar estas emigraciones de euro peos, sobre todo italianos, españoles y portugueses, aunque fueron también numerosos los procedentes de Alemania, Hungría, Medio Oriente o Japón. La mayor parte de estos colonos se dirigían a las plantaciones de Sao Paulo y Río de Janeiro. Trabajaban durante lar gas temporadas al servicio del «fazendeiro» cuyos enlaces en Europa habían contratado al agricultor, y recibían una tierra en arrendamien to y un dinero por cada kilo de café recolectado; además se le per mitía la utilización de una pequeña porción de tierra para cultivo de otros productos necesarios para su alimentación: garbanzos, arroz, patatas... · La primera «fazenda» donde reside la familia está situada en Gua yubira, que es, realmente, más el nombre de la plantación que el de una ciudad; luego, según las disponibilidades de trabajo, residirán sucesivamente en Sales d’Oliveira, Porangaba y Villa Olimpia , todas en el departamento de Sao Paulo . Tampoco en Brasil asistió Paco a ninguna escuela. En contacto con otros muchachos de su edad aprendió los mínimos conocimientos gra maticales para leer y escribir. Y así vinieron, indistintamente , las pri meras lecturas en portugués , castellano o italiano, alternadas con un intenso trabajo en el cafetal. Fue en Porangaba, ya con catorce años, donde la lectura de poetas portugueses tales como Joao de Deus, An tero de Quental , Teixeira de Pascoaes ... y de poemas de los clásicos españoles, especialmente de Fray Luis de León , publicados en los pe riódicos de esta ciudad, lo que impulsó al joven autodidacta a la com posición de sus primeros poemas . Esas lecturas y el caldo de cultivo que significaba el cantar de los troveros de los cafetales y de las plan taciones de caña de azúcar, generalmente indios más o menos civili zados que, acompañados de guitarra , se desafiaban a cantar impro visando sobre cualquier tema, especialmente de raíz satírica . Estas trovas solían comenzar con un verso que servía de enlace y al mismo tiempo de situación : «Eu planté una canna verde ... », como referen cia a su trabajo con las cañas de azúcar; de ahí el sobrenombre de troveros de la canninha verde, con el que se les conocía en Brasil. Naturaleza , musicalidad y sencillez fueron los tres pilares en los que para siempre se asentó el edificio poético de Mollá. Una natura leza exuberante en donde el rumor de la vida , la profusión de anima les y plantas tan distintos de los de Petrel, la lluvia insistente sobre los grandes bosques todavía cerrados al hombre blanco, el contacto con comunidades de aborígenes indios , la lucha por la supervivencia ... 12 dieron al adolescente, ya predispuesto , una concepción religiosa en la que Dios y naturaleza venían a coincidir por encima de cualquier dogma. Hilozoismo le llamará con toda propiedad el doctor Vicente Ramos . El ritmo cadencioso y persistente de las trovas populares, así como el lenguaje directo, escaso en simbología y rico en onomatope yas de aquellos entrañables troveros de la canninha, son otros tantos constituyentes de la poesía de Paco Mollá que hay que buscar en las raíces brasileñas . Apenas ha quedado algún poema de aquellos años . Paco recuerda que compuso versos para los troveros, versos en portugués, hechos por encargo para recitar o cantar , poemas que hablaban del trabajo o del amor y que apenas seguían alguna norma de la versificación castellana. Cuando regresó a Petrel traía un cuaderno con bastantes poesías, pero se le perdió años después en uno de los cambios de do micilio. Este poema, que ahora transcribo con la ortografía portuguesa utilizada por Paco, es uno de los poquísimos restos de aquella época. Es una poesía de carácter religioso , escrita en Villa Olimpia hacia 1.920 . Todos os desejos meus sao de pura adorac;::ao; tudo amor, meu corac;::ao vencido te dou meu Deus . Cuando se liga ao Senhor, o corac;::ao de quem ora faz da palavra urna flor colhida ao frescor da aurora. Deus está na flor do campo, como nas mais belas rosas, no modesto pirilampo e na luz das nebulosas! Paco ha cumplido dieciocho años; la familia, a pesar de encontrarse por entonces en una situación desahogada, vuelve a España ante la in sistencia de un pariente , quien deja a los Mollá unas tierras en heren cia. En Brasil quedarán enterradas dos hermanas, Cecilia y Magdalena; 13 quedará el primer amor idealizado, un nombre sugerente de mujer, Jandira, una jovencísima muchacha , hija de italiano e india , a la que conoció en Guayubira y a la que, ya en la distancia del tiempo y el espacio, Paco dedicará varios hermosos poemas como a la diosa so ñada en el amanecer: cabellos al viento, sutil túnica, caminando des calza por un huerto de azahar. Traerá del Brasil la «saudade», que no le abandonará jamás; el misticismo panteísta, que seguirá culti vando en la constante lectura de Teixeira y J oao de Deus ; un concep to del mundo basado en la humanidad y la tolerancia. A fines de 1.920 la familia vive en Petrel, en la calle Mayor número 3. Paco aprende el oficio de montador mecánico en la fábrica de Ro dolfo Guarinos, en Elda . Son los buenos años para la incipiente indus tria del calzado en el valle. Paco escribe muy de tarde en tarde algún poema, también hoy perdido; especialmente recuerda ciertos poemas que escribió para Justa, entonces su novia, o para las novias de otros compañeros durante su servicio militar en Valencia, en 1.923. El 25 de Julio de 1.929 se casa con Justa Beltrán Tortosa : no tendrán hijos. Sigue trabajando en el calzado cuando ya la so ciedad española, ante la intransigencia de unos y otros, se precipita hacia el abismo de la guerra civil. No es ningún secreto que Paco perteneció a las Ju ventudes Socialistas y que escribió algunos poemas y algún que otro artículo en las revistas y periódicos lo cales, que le granjearon ciertas enemistades decisi vas, como se verá luego, para su futuro ; pero no ocupó ningún cargo polí tico ni tuvo una relevante participación en las impor tantes huelgas del calzado de Mayo-Diciembr e de 1 . 931 o en las habidas pos teriormente . No obstante , 14 la familia del «tío Hereu », sus numerosos hijos , estaban calificados co mo activos defensores de la república y de los derechos del trabajador. Cuando comenzó la guerra, Paco se alistó voluntario en Sanidad. Fue nombrado sargento y, más tarde, comisario político en el Frente de Gua darrama, el mismo donde cayó herido de muerte su hermano Bonifa cio y Paco sufrió una gravísima enfermedad pulmonar de la que nunca se recuperaría totalmente. En esos años de guerra renació la llama poética y colaboró en los boletines del frente. Sus poemas, directos y violentos, desgarrados en la forma y en la expresión, dieron lugar a su primer libro publicado y del que hablaré más adelante. Al acabar la guerra fue encarcelado. Tras un breve tiempo en la pri sión fue liberado y marchó a Elche, donde podría haber pasado desa percibido para la inquina de alguno de sus paisanos , pero volvió a Pe trel y en el primer día de estancia fue denunciado y acusado falsamen te de haber participado en la quema y destrucción de la capilla de Ra bosa, así como de otros actos delictivos. Después de pasar un mes en e l campo de concentración en el que se había convertido la plaza de toros de Monóvar, fue juzgado en conse jo de gu erra, en Alicante. En e l jui cio no quedó probada su participación en los hechos del Parque de Rabosa. Mollá, personalmente , se defendió de la acusación de ma sonería, pero no pudo evitar la conde na a treinta años de reclusión ma yor en la cárcel alicantina. «Nunca -ha escrito Paco- intervine en com bate, y si es cierto que en ese tiempo participé de las ideas que consideraba más avanzadas, nunca creí que la violencia pudiera justificar el triunfo de esas ideas y, por supuesto, jamás podría haberme involucrado en los desór denes anticlericales ocurridos en Petrel. Ni por temperamento ni por con vicción . Luchaba por la dignidad del hombre y no me retracto de nada; las ideas que yo defendía son las ideas inmortales. ¿Quién no ama la libertad , la democracia , las grandes ilusiones por las que el hombre vive? No , no me retractaría por nada del mundo , aunque tuviese que volver a la cárce l» . El reformatorio se convirtió en la primera y única escuela que ha tenido Mollá , la mejor universidad , según sus palabras, pues tras los muros co nvi vió con otros presos de la talla cultural de Francisco Ferrándiz Alborz, na cido en Cocentaina y residente en Montevideo desde muy joven. Había sido director del diario «La Prensa» , de Buenos Aires, y autor de varios libros. También coincidió Mollá con José Capilla, excelente escritor que dirigió en E/da el semanario « !della » y la revista «Albor»; con el poeta y dramaturgo humorista jorge Llopis , con el maestro Vicente Grima/ ... y, sobre todos, con Miguel Hernández . 15 Esos cinco años en la cárcel son decisivos en el renacer poético de Paco Mollá, especialmente en lo que respecta a la construcción formal de sus versos. Dos hombres son fundamentales en su educa ción: Ferrándiz Alborz y Vicente Clavel. Ferrándiz, condenado a dos penas de muerte que le fueron conmutadas gracias a su amistad con el embajador de Estados Unidos, era el mentor y aglutinador de aquel grupo de presos aunados por sus afinidades literarias. Alborz fue el que más directamente animó a Paco a escribir poesía siguiendo unos cánones estróficos. En un artículo, escrito en la cárcel en 1.943 y pu blicado en 1.947 en la revista «La Tribuna», de Montevideo, Alborz dirá de Paco : « ... todo armonioso, emotivo, claro, sencillo. Su condi ción de autodidacta se ha transformado rápidamente, y en cada nue vo poema se acentúa su selección de léxico y se aquilata su inspira ción ... Del dolor de su corazón saca luz lírica para alivio de los hom bres. Y ese es, indudablemente, el motivo de su buena calidad poéti ca: que sus poemas le brotan del corazón». El otro guía fue don Vicente Clavel. Había sido director de la edi torial «Cervantes», de Barcelona, y pasó dos años en la cárcel alican tina. Durante unos meses de 1.941-42 dió un curso de literatura y preceptiva literaria a los presos. El señor Clavel convocó un concur so de poesía y fue un poema de Mollá, «Soneto a la esposa», el pre miado. A partir de entonces, el interés del profesor por el alumno aventajado es constante. Paco escribe con frecuencia, sus poemas son premiados en varias ocasiones y alcanza popularidad entre los pre sos. Surge así lo que podría denominarse un romancero de la cárcel, muchos de cuyos poemas aparecen por primera vez publicados aho ra en este libro. «Fue entonces cuando conocí la importancia de la forma en el poema. Hasta que no fuí a sus clases escribía tal y como me nacía el poema en el corazón. Aprendí preceptiva literaria y comencé a preocuparme de nuevo por la música y las imágenes en mis poemas. Me apasionaba la musicali dad y el ritmo». El 28 o 29 de Junio de 1.941 llegaba al Reformatorio de Adultos de Alicante, trasladado desde el de Ocaña, Miguel Hernández. El im pacto en todos los presos, especialmente entre el grupo de escrito res, fue enorme . Paco Mollá entabla amistad con el poeta de Orihue la y en esos breves cuatro o cinco meses de contacto, antes de que la bronquitis crónica de Hernández derivara en la tuberculosis pul monar que le llevó a la muerte, esa amistad se acentúa y es decisiva en la creación de un número elevado de poemas. En Octubre se 16 declara la enfermedad del poeta y, desde Diciembre, Hernández ya no saldrá de la enfermería. Toda la tragedia de Miguel, así como la huella que dejó en los que le conocieron en la cárcel, fue conservada amorosamente en el corazón y la retina de Paco, quien ha escrito unas páginas testimoniales que también ahora por primera vez son publi cadas en libro. Sin duda es exagerado decir que el estro poético de Mollá se desa tó por el estímulo de Miguel Hernández, aunque es evidente que al gunos de los poemas del período comprendido entre 1.941-1.950 re flejen el matiz emotivo, a veces el léxico y el ritmo, del «Cancionero y romancero de ausencias»; pero la poesía de Mollá, ya en esos años, está fuertemente impregnada de un hálito inequívocamente religio so. Hay más en él de la mano de Alborz, último juez del poema aca bado, que de Miguel. Por otra parte, no hay que olvidar que muchas de esas composiciones son ejercicios para ser leídos en la clase de preceptiva de don Vicente Clavel y, por lo tanto, obras de aprendiza je de fenómenos rítmicos. A principios de 1.946 es trasladado a la prisión de Carabanchel, de don de saldrá el 16 de Sep tiembre de ese mismo año con la prohibición de ir a Petrel durante los tres siguientes. A Madrid va Justa y, al poco de salir de la cárcel, Paco encuentra trabajo como mecánico de máquinas de calzado. En 1.950 regresan al va lle y se instalan durante doce años en el número 36 de la calle Vázquez de Mella, en Elda , puesto que la tolerancia no había hecho todavía acto de presencia en ciertas fami lias de Petrel. A partir de entonces su colaboración en periódicos y revistas de la comarca fue habitual , sobre todo en la revista «Dahellos» y en el 17 semanario «Valle de Elda», en los que se puede encontrar cronológi camente toda la evolución humana y poética de Mollá hasta media dos de los años setenta. Precisam ente , en esos primeros años de co laboración en la r evista «Dah ellos », que dirigía un equipo int egra do por Alberto Navarro, Eduardo Gras y Rodolfo Guarinos; Capilla B eltrán envió a Azorín un número de la revista en donde se inserta ba un trabajo literario de Capilla sobre el escritor de Monóvar. La respuesta de Azorín -véase la fotocopia de la carta- es sorprendente: tras una leve alusión al escrito de Capilla , el resto d e sus palabras es para alabar la poesía de Mollá , del que se habían incluído dos poe mas en ese número de la revista. Sin embargo , la r efe re ncia que Azo rín h ace de Chénier sorprendió a Mollá, quien nunca había leído al esc ritor francés . Años despu és, ahora sí de una manera oficial y con t o das las bendiciones , se había editado un libro en el que se recogían 45 poemas suyos , bastant es de ellos «arreglados » por el recopilador a es paldas del autor , para unirlos con poemas de otros escritores de Petrel en lo que pretendía ser una obra antológica : «Cuando las ye mas revi entan» , Petrel , 1.967 , que es el título de la , por otra parte, buena selección de poesías de Mollá , Enrique Amat , Gabriel García R om eu y del sacerdote don Jesús Zaragoza , recopilador del volumen. D esp ués vinieron «Orto » (1.975), «Luz en la Senda » (1.980) y «Al ma », también de 1.980 . 18 Finalmente, este mismo año se ha publicado «Canciones del Va lle », cuya intención ha sido reunir en un solo volumen las poesías de Mollá dedicadas a su entorno. Son 84 poesías, no todas las que Paco ha esc rito sobre el tema , ya que hubiera dado un libro muy abul tado , pero sí las más representativas, ordenadas como un camino ha cia el corazón de la montaña, hacia la total identificación con la na turale za. Después de este libro que el lector tiene en sus manos, que da toda vía bastante poesía inédita de Mollá como para publicar dos o más libros de las mismas dimensiones que este, y confío en que pueda hacerse, dadas las especiales circunstancias que concurren para que tampoco en el volumen prese nte se hayan incluido todos los poe mas de la guerra , cá rcel y desti erro. 19 «Canciones del Camino» contiene 106 poemas, de los que sólo cua tro han sido editados en libros anteriores; no obstante, la mayor par te de estas poesías han visto la luz en distintas publicaciones: revis tas de Petrel (Festa , Moros y Cristianos , El Carrer.. .) , de Elda (Albo rada, !della, Valle de Elda ... ), de Denia, Málaga , Novelda, Alicante ... Con todo, hay un buen número de poemas, unos cuarenta , que son absolutamente inéditos y que , estoy seguro , supondrán una variación importante en la consideración general de la poética de Mollá. Los poemas de este libro han llegado a mis manos a través de Fran cisco Máñez Iniesta, verdaderamente el albacea literario de Mollá; Paco Máñez, justo es decirlo aquí, ha sido el hombre clave para que la obra del poeta de Petrel se publique adecuadamente , y ha movido cielo y tierra para embarcar en la tarea a los organismos y personas que pudieran llevarla a cabo . Sin él , con seguridad, la poesía de Mo llá hubiera estado durante mucho tiempo dispersa . Todavía queda por recoger bastante de lo diseminado, todavía en un cajón bien ce rrado guarda Mollá poemas inéditos y otros, importantísimos, publi cados o no , escritos entre 1.933 y 1.946 , que algún día habrán de edi tarse; pero los que contiene este libro fueron amorosamente reuni dos en su mayor parte por Máñez y puestos en mis manos para dar les forma de libro . Como hice con el anterior, «Canciones del Valle», también estas «Canciones del Camino» salen con la total complacen cia del poeta : Paco Mollá ha corregido poemas mal publicados , ha rehecho varios , me aconsejó la supresión de alguno o la edición de otros y en todo momento me dio los datos necesarios -fechas , contexto para la mejor comprensión del poema. Bastantes llevan fecha. Se recogen aquí desde poesías realizadas en 1.925, incluso de la época brasileña , hasta las terminadas en No viembre de 1.987 , inmediatamente antes de su recaída en la enfer medad. Hay otros poemas que , aun sin fechar , claramente pueden situarse en un determinado año, pero he preferido dejarlos sin data ción porque así estaban en el original, sin pretender forzar al poeta a ningún ejercicio memorístico. He dividido el libro en cuatro apartados atendiendo a cuatro gran des temas o direcciones , incluyendo el llamado «Libro de Miguel», como apéndice, dentro de los poemas del entorno , es decir, de los biográficos o motivados por una relación personal. Indudablemente que tal división y sus epígrafes pueden resultar caprichosos a más de uno : a veces es difícil separar un poema biográfico de otro inclui do entre los religiosos o amorosos; con todo , la decisión ha partido 20 del hecho metodológico de intentar establecer los temas fundamen tales en la poesía de Paco Mollá. Si el libro anterior era una antología de poesías sobre la naturaleza -tema esencial en su poética- y más concretamente sobre el paisaje conmovido de estos valles, ahora he pretendido un libro antológico -no del todo cronológico- sobre sus otras grandes corrientes argumentales. 1.- Los primeros once poemas, todos inéditos, son una selección de aquellos en los que Paco se pregunta sobre el hecho, la razón de la poesía. Son muchos los versos que ha escrito sobre el tema, lama yoría de ellos publicados en «Alma». En ese libro está el poema que más claramente sintetiza su pensar: La poesía es el rocío errante, todo el rocío en cósmica belleza; mas el poema es sólo gota caída en el vaso del poeta ... -¡Lágrima milagrosa que puede ser estrella!Beber en ese cáliz es recibir la sangre de pureza, el pan del Infinito en comunión etérea. Es e vidente que el punto de partida de la poesía de Mollá está en la contemplación de la naturaleza , y ya resalté en la primera parte de e ste prólogo su decisiva estancia en las cercanías de la selva brasileña. Las metáforas que tienen como referentes al árbol y sus frutos, al sol y la montaña , son constantes . La onomatopeya, la personificación, la búsqueda de un ritmo que imite la musicalidad del pájaro, el goteo del agua , el vai vén del trigo mecido por el viento ... esas serán las bases de su poesía : «Poco sé de poesía . La concibo como una gracia universal emanada de la divinidad. Suele concentrarse en el corazón humano. Por eso, los grandes poemas líricos , más que percibidos espontáneamente al choque de las cosas de la vida o en la contemplación del paisaje , brotan de dentro del corazón. Acaso fueron recogidos en un tiempo determinado y guardados en el hondo receptáculo del alma , y en el momento preciso salen como pájaros de la jaula al vuelo libre de la luz del idioma , a la claridad vibrante de la armonía.» 21 El poeta es instrumento de la naturaleza para transportar a otros medios, a otros tiempos y espacios, la belleza o la tragedia. Aunque Paco añade que «sólo el dolor, desde el dolor vendrá la sacudida para alzarse. El hombre feliz no escribirá nunca un gran poema, porque no necesitará salir de sí». El poema «Ante lo bello» refleja exactamente lo que le mueve con frecuencia a dejar en el verso su sensación ante la vida: la fugacidad del presente, la ansiedad de lo eterno . También es de destacar en es te apartado el que lleva por título «Destino del poeta», fechado en Mayo de 1.944, y. que tan de cerca sigue el ritmo y la construcción de «Alma», escrito también en la cárcel y, ambos, fruto de las clases de preceptiva . No es difícil adivinar, dados los abundantes poemas que giran en torno a la creación poética, escritos entre l. 941-43, que éste debió ser uno de los temas recurso de las clases de don Vicente Clavel. Los dos poemas que cierran este apartado podrían haber sido in cluidos entre los biográficos, pero su ambigüedad y riqueza de mati ces permitían también esta interpretación: el preso es un poema frus trado (Esa bella flor del campo) y el último gemido del hombre en la tierra es la línea interrumpida del último verso. 2.- La segunda parte está formada por 27 poemas, más los 9 y los dos textos en prosa que constituyen el «Libro de Miguel». Aunque al gunos de estos poemas se han publicado en revistas, la gran mayoría son desconocidos y suponen, probablemente, lo más llamativo de este volumen. Son fácilmente reconocibles los escritos en el Reformatorio de Adultos, entre 1.939 y 1.946 . Son poemas con una gran carga emoti va: así el romancillo «Despedida triste», en el que rememora su situa ción en la plaza de toros de Monóvar, habilitada como prisión tras la guerra, y a donde todos los días, desde Petrel, llegaba Justa para traerle un cazo de leche y poder mitigarle su enfermedad . O ese «Soneto a la esposa», premiado en la prisión en 1.941. Algunos, como «Sagrado pan» o «Nardos blancos, nardos rojos» describen escenas ocurridas tras los muros con un impresionante realismo. Otros difícilmente podrían ha ber pasado la más suave censura: «Piedra dura de mi celda», «Los tra bajadores encadenados», «Opresión ... » Finalmente, hay algunos que nos muestran a un poeta demagógico y exaltado, muy lejano, sin duda, de la visión reposada y serena que tenemos de él. No están fechados, pero podrían pertenecer a los años de combate, aledaños de la guerra y acti vidad en el Frente de Guadarrama: poemas que aparecieron en mura les, hojas volanderas o recopilaciones de varios poetas . 22 A finales de 1.938 sus compañeros de la 30 brigada, 2. ª División, le sorprendieron con la publicación de todos sus poemas de guerra en un libro que llevaba por título «Cumbres», que recogía unos 50 poemas, generalmente romances. Editaron en Madrid muy pocos vo- 1 úmenes, hoy perdidos porque, según me dice Paco, «era fuego» y, al acabar la guerra, los que lo poseían lo hicieron desaparecer. Hoy, para Mollá, estos recuerdos están cerrados por una puerta sellada a cal y canto que no quiere abrir. Pero los poemas están; hay otros que podían haberse insertado en este libro, pero he respetado la volun tad del poeta. Y los que no he visto, confío en que no se pierdan definitivamente . Toda esta época tiene enorme importancia, porque si considera mos los escritos de Brasil como despertar, como tentativas que no fraguan en una obra continua -por otra parte, poemas desaparecidos que el poeta considera malas imitaciones de lecturas-; si entre 1.920 y 1.932 la musa poética quedó acallada y muy en contadas ocasiones escribió algunos poemas de amor, habría que situar por esas fechas y , sobre todo, en los dos primeros años de la guerra, el renacer del impulso literario. Pero esos poemas, como dice Mollá, salían de «un corazón caliente que desbordaba toda norma literaria». Por eso re memora las clases del Reformatorio, la influencia de Alborz, la si tuación anímica de los años de cárcel... como el encuentro conclu yente con su estilo poético y con su madurez como persona . Conflu yen en esos poemas la ansiedad por una naturaleza libre -montañas y mar que ve desde la celda-; la añoranza de la esposa que sufre necesidades e incomprensión en el pueblo, y un reencuentro con Dios, que se va haciendo tema central de su poesía muy prontamente. El poema «Alma» , escrito de un tirón, a oscuras, en un grueso cartón que servía para recoger la basura, puede considerarse prototipo y co mienzo de esa etapa hoy no cerrada . «El libro de Miguel» es un documento de enorme valor. El testi monio de Mollá es el de una persona que convivió con el poeta de Orihuela sus últimos nueve meses de vida, que estuvo en el mismo patio de la cárcel, en el mismo grupo de presos reunidos por sus afi ciones literarias, compartiendo la misma sala de la enfermería don de Hernández agonizaba. Por ello, su testimonio tiene el valor de la sinceridad y la objetividad del que, estimando al hombre, le separa de él su ansiedad religiosa y su discrepancia política. El texto «Recordando a Miguel Hernández» lo escribió Mollá a ins tancias de E. García Llobregat, entonces director de la revista Alborada, 23 de Elda, y se publicó en 1.979. Los poemas están escritos bajo el im pacto de la muerte del poeta. Varios llevan expresamente la fecha: abril de 1.942; el último, precedido de un texto en prosa de 1.984, está escrito tres días después de la muerte de Hernández. Algunos de estos poemas han sido publicados en revistas, pero todos, inédi tos o no, constituyen un pequeño libro que Mollá tenía la intención de haber editado con ocasión del 40 aniversario de la muerte de Miguel. 3.- Los poemas que se reunen bajo el epígrafe de «amorosos» es tán dirigidos, excepto el primero, a Justa, su esposa, y son, al mismo tiempo, una biografía sentimental del poeta. Ya dije antes que de la etapa brasileña quedó el recuerdo idealizado de una muchacha, Jan dira, a la que dedicó varias poesías que fueron recogidas en el libro «Alma» . Son muy pocos los nombres de mujer en la poesía de Mollá: Jandi ra fue el despertar del amor idealizado; Delia significaba el paso fu gaz de una pasión ... y Justa. Justa fue la culminación de una búsque da, la mujer fuerte durante los años de separación de la posguerra, la compañera necesaria en el camino de la vida. En estos poemas se repiten con frecuencia las palabras «hermana» y «compañera» . No hay grandes frases de amor; la idea que subyace es, casi siempre, la de 24 agradecimiento a Dios por darle a Justa y gratitud a ésta por seguir junto a él. «Te quiero » es el poema representativo y , aunque son es tremecedores los escritos en la cárcel -ese «Madrigal » o ese magnífi co «No concibo la vida sin tu amor» -, no lo son menos los últimos poemas, en los que se repite obsesivamente la idea de la unión en la muerte: «No nos separes, Señor» . De nuevo hay que remitirse al libro antológico «Alma », donde se encuentra una amplia selección de poemas amorosos que son imprescindibles para entender las bases afectivas de la poética de Mollá. Quedan todavía inéditos o esparci dos en revistas , pero son irrecuperables los escritos a Justa antes de la boda ; los aquí incluidos están fechados a partir de l. 940 . 4.- Y, finalmente , los poemas religiosos. He escrito ya en otras oca siones que Mollá es, por encima de todo , un poeta religioso , un poe ta místico que se ha acercado a la unión con la divinidad y transmite esas sensaciones en bastantes de sus versos. No es una religión con creta ni sigue unos dogmas determinados . Se siente hijo del univer so , compañero y caminante con toda la naturaleza hacia la integra ción absoluta en el Todo . Su concepción religiosa está repetidamente plasmada en su poesía: somos islotes , de Dios rodeados por todas par tes . Nos salva el saber que nuestro gemido , que nuestro dolor, es re cogido por el Todo. Un Jesucristo , humano hasta el estremecimien t o, nos acompaña en la noche , en el desierto ; pero caminamos segu ros porque sabemos que el amanecer está cerca y todas las criaturas , todo lo creado , terminará abrazado y abrasado en el Amor. ¿Hay que buscarle influencias a estos pensamientos? Pues tendría mos que hablar necesariamente de Teixeira, de Joao de Deus, de Fray Luis d e León ... a quienes Mollá leyó intensa y extensamente , pero estoy seguro que también sin esas lecturas Paco hubiera escrito lo mismo y de manera parecida a como lo ha hecho a lo largo de toda su vida. Muy poco debe en la forma a los poetas citados y , desde lue g o , no sale el sentimiento y la palabra de Mollá de una atenta lectura sino de la contemplación absorta del universo, de un corazón encen dido que se presiente eterno . No hay que buscar la hondura religiosa de Paco en los poemas de encargo, con ocasión de las fiestas patronales, y que aparecen en di chas publicaciones. En este volumen he recogido unos cuarenta poe mas religiosos de los que sólo uno ha sido editado en libro y algunos más han aparecido en revistas ; tienen especial valor los escritos en el último año, especialmente después de la recuperación de una gra v e enfermedad sufrida en la primavera de 1.987 y que le tuvo postrado 25 cerca de tres meses. Esos poemas revelan que Paco se encuentra en un momento de plenitud creativa. Hace muy poco me decía que, sin él pretenderlo, su poesía había vuelto a los orígenes, se había cerrado el círculo . Había comenzado en Brasil escribiendo redondillas y coplas sencillas buscando a Dios; después, en España, salió su poesía buscando al hombre, exigiendo para los más necesitados pan y justicia en versos violentos, en roman ces presurosos que se cantaban en las batallas; luego se aquietó, se rena, en sonetos majestuosos, en estrofas más o menos complicadas que hablaban de amor o de soledad, y Dios volvió a ser el origen y el centro de unos versos en los que el ritmo alcanzaba insólita per fección. Se podía cerrar el círculo, resuena en estos poemas el eco de aquella primera canción escrita en los cafetales de Sao Paulo cuando Paco apenas tenía diecisiete años: Pelas tardes magoadas e au luar da selva, desgrana o sabiá canc;oes da natureza. 26 Na beira do cavezal e matos a discre96es, o sabiá, suas can96es levanta sentimental E tudo o mato se esquece da sua própria grandeza no encantamento e na prece . .. E a tarde se escurece embriagada de beleza. Pelas tardes magóadas e au luar da selva, desgrana o sabiá can96es da natureza . O sabiá vive preso no seu mundo de beleza, almé) é da natureza com tudo o seu embelezo ... Por isso quando ele canta tudo: terra e séu encanta. E nas noites de luar, a selva é dormido mar seus sonhos sintonizando com diapac;ao impresizo, o sabiá vai cantando ... E recorda o seu cantar os tempos do Paraíso ... Pelas tardes magóadas e au luar da selva, desgrana o sabiá can96es da natureza. 27 Paco Mollá sigue escribiendo. La luz de su mesita de noche se en ciende y se apaga varias veces hasta el amanecer. En un bloc peque ño , a lápi z, va traspasando al papel los susurros que se escapan del alma en un diálogo amoroso con la divinidad, con el Todo del Uni verso. Sigue escribiendo: ... os dejaré mis alboradas y el gozo del espíritu sumido en las noches de estrellas argentadas. (¡Y todo lo que en vida os he querido!) Salvador Pavía 28 29 1.- Estos versos esparcidos ... 31 32 MIS CANCIONES ... Mis canciones, mis pálidas canciones, del choque de mis ojos con Natura fluyen, cual las del ave en la espesura ... ¡Arranques de alegría o bendiciones! Versos en profusión van a mi encuentro cual pétalos que el viento ha desflorado . Aquellos que el Misterio me ha dictado se derriten en miel , el alma adentro, o silentes se van a lo ignorado ... Unos vuelan del alma de Natura. Otros llegan del Centro Inefable en mensajes de ternura ... 33 ESTE SONETO ... Este soneto es sangre. Este soneto es alma en sufrimiento redimida. Este soneto es flémito de Vida. Este soneto es sentimiento neto . Este soneto es pasmo y es respeto . Este soneto es lágrima vertida ... Es abrazo infinito y es henchida alma de amor del Todo. Amor sin veto ... Este soneto ... carne no es del verso , nota de música , ni aliento arcano, ni alas de vuelo a la sedante calma ... Es un abrazo puro al Universo: supremo abrazo del amor humano que por el sentimiento . .. ya es sólo alma . 34 HASTA QUE NO ESTEN MADUROS ... Hasta que no estén maduros no recogeré mis versos; no quiero los frutos verdes aún faltos de sol y vientos. Cuando a punto de romperse estén las ramas, del peso, y brillen al sol, cerúleos, bien sazonados y prietos, entonces me acercaré al árbol a recogerlos . .. Y tendrán todo el azúcar, olerán a sol y a vientos ... Tendrán mis ojos relámpagos y magnetismo mis dedos ... Y, aunque exhausto quede el árbol , sonreirá satisfecho ... Hasta que no estén maduros no recogeré mis versos . (Sé que el árbol tornará a ofrecérmelos de nuevo: porque el árbol y yo somos un sólo amor en el tiempo.) 35 36 FLUYE LA POESIA ... Fluye la Poesía como un llanto del corazón transido . .. Sentimiento que es voz inmanente, alumbramiento que aflora de lo puro y de lo santo. Lo mismo que la savia estalla y toma la forma de la flor en primavera, en el poeta un alba reverbera al llegar a las luces del idioma. Auscultad vuestras voces interiores penetrando el silencio de las horas. ¡Poned en _ pentagrama el corazón!, que de él veréis surgir los surtidores de todas las recónditas auroras que forman el Gran Foco en eclosión. El corazón transpuesto, el puro encanto trasciende en lo inmanente al alba pura .. . Fluye la Poesía como un llanto y todo cuanto irradia transfigura . 37 EL POEMA Con tanta inocencia llega que su propia gracia ignora -como la luz cada aurora que todo lo alumbra ciega-. Asciende en hondo viaje como la savia en su imperio; estalla en flor su mensaje -divinizando el paisajeY continúa el misterio ... 38 CAMINANDO EL POETA ... Caminando el poeta por la vida instrumento es de la Naturaleza; se absorbe embriagado en la Belleza y bálsamo se quiere en toda herida. Siempre atento a una voz -chispa escondida absorto el césped pisa y la maleza; canta encantado y canta cuando reza ... Su vida es oración desconocida. Espíritu sensible a las mareas del hondo mar del tiempo -sin medida-, registra todo el bien y todo el mal. Remonta el vacuo azul de las ideas queriendo armonizar su propia vida con la Gran Armonía Universal. 39 8-12-68 ESTOS VERSOS ME HE ENCONTRADO EN LA PLAYA Estos versos me he encontrado esparcidos por la playa, recién salidos del mar, aún sucios de arena y algas . Unos, grávidos de sol, cabrilleantes de esmeraldas, con metas de luz y azul de constelaciones altas . Otros, foscos, de las cuevas en abismos sepultadas; ciegos, mas con la ilusión de ascender a la Alborada ... (Aljófares y brillantes en sus saetas portaban ; madréporas y corales de las regiones ignaras.) Baladas fosforescentes en lisas piedras; plateadas canciones de sol bullente en las fugaces escamas ... 40 ... Cualquiera puede encontrar estos versos en la playa, saliendo puros del mar o sucios de arena y algas . .. También se les puede ver libres saltando en las aguas -como los peces- o andar sobre las brisas saladas .. . Todo es posible en la mar si observamos con el alma. (Ya que Dios, antes de todo , era en El sobre las aguas) . 41 ANTE LO BELLO ¡Quién pudiera eternizar este preciso momento, incrustarlo en las constantes y raudas alas del Tiempo! Tenerlo siempre presente y fugaz, como los vientos, como las linfas del río que pasan .. . y están naciendo . Aquella gentil criatura de divinos ojos negros , de mirada turbadora llena de luz y misterio, ¿qué será su mirada única dentro de breves momentos? ¡Quién pudiera asi guardarla, intacta, en el tiempo nuevo! ¡Ay! la Natura se goza en crear siempre lo bello para después destruirlo y darle nuevos aspectos . .. ¡Y tiene que ser fugaz para poder ser eterno! 42 DESTINO DEL POETA «El p oe ta procede de lo human o pero sirve a l o divin o; s u ex is te n cia e s una misi ón; es com o una escalera armoniosa p or la qu e desce ndiera a es te mund o la divinidad. G rac ia s al P oeta, la Humanidad en ti nie bla s pued e v iv ir simb ólicam ent e lo divin o. C om o e n el mi ste ri o del cá liz, en él, en e l P oeta, to man l os hombr es la h ostia y beb en el vin o del cue rpo y de la s an gre del Infinito . P or eso e l Poeta ll eva una mi sió n sa ce rd otal y ha d e g uardar el vo to de pur eza». Stefan Z weig. Sobr e Honde rlin , en «La Lu cha co ntra el Demoni o». I Alba luz del total de los soles concentrada en un foco, aliento de la Armónica Entraña sin forma a la suma de todos los cuerpos, que atraviesa distancias sin números y que todo lo rige y no vemos : su estación espectral es el Vate, que expresa en su disco su luz en los tiempos . 11 Firme voz con raudales de siempre, que nos llegas con son de silencios de los centros motores del Cosmos por las ondas ignotas del viento ... Con temblor de novicias , las almas en las cumbres reciben tu beso; y al parir las ideas astrales, ¡la cruz de la tierra las alza a lo eterno! 4 3 111 Ciclamor con la base oprimida levantando los brazos al cielo por captar de la estrella remota el divino fulgor de su beso .. . ¡Ay de ti! No podrás alcanzarlo si no sufres la prueba del fuego ... sólo entonces ingrávida puede subir libre el alma , lograr sus anhelos ... IV Pararrayos de punta en la bóveda perforando el azul del misterio: si la chispa se lanza del Eter la recoge el imán del cerebro , y se hunde en corriente magnética en la entraña motor de tu centro ... Esos rayos son hijos prodigios ... , trascienden por ti, ¡mas son de lo Inmenso! V Estación receptora en el mundo del Mensaje de Amor sempiterno. ¡Oh Poeta! ¡crisol de saudades! ¡Diamante pulido en el Tiempo! Vaso etéreo , vibrátil y armónico que converges el Todo en tu Ego . Dios humilde que huellas la tierra ... ¡y elevas cantando tu psique a los Cielos! 44 VI ¡Oh misión dolorosa y sublime de mostrar a los seres lo excelso! Con tu verbo -ternuras astrales pones luz en lo fosco del piélago. Tu destino es servir al Espíritu -pereciendo mil veces tu cieno-; y ascender por las cruces del Hombre a ideales regiones de mundos perfectos . VII ¡Alba luz del total de los soles! ¡Firme voz de raudal sin comienzos ... ! Pararrayo en la bóveda azul perforando el dosel del misterio. Vaso etéreo que guardas la esencia del origen borrado en lo negro: en potencia levantas tu esp íritu a planos sublimes del Utero Eterno. 1 -V- 44 45 ESA BELLA FLOR DEL CAMPO Esa bella flor del campo, llena de luz, a la luz ... ¡con cuánto esfuerzo ha llegado! Vosotras que separáis insensibles de su tallo esa sonrisa aromada, llena de sol incrustrado; vosotros que destruís con indiferente paso esa falena encantada en s ilencio gris del campo ... no sabéis de la tragedia de ese poema frustrado: se pasó el invierno gélido en lo oscuro trabajando para llegar a emerger como un lucerito claro ... No sabéis de la tragedia: ¡Ved las lágrimas del tallo! 46 ULTIMO VERSO Ultimo verso: mi último gemido -apéndice en el mundo de mi vida-; ensueño de curar la eterna herida más allá de las nieblas del olvido. Ultimo verso: luz estremecida; final de un fuego en el amor ardido; vestigio apenas de fugaz latido, suspiro frágil, alas de partida ... Final de un sueño que traduce el llanto -quizás augurio de una nueva aurora-; despedida y arribo el mismo canto ... Un verso trascendente en su armonía que, al despedir el mundo, triste llora y vibra en la esperanza de alegría. 47 ESTA ES MI HISTORIA Coged a un niño, y a los siete años ponedlo ya en trabajos de la tierra. No le déis instrucción; si el niño yerra, colmadlo de amenazas y de daños . Los juegos de niñez séanle extraños y vea que de su bien se le destierra; le fuercen a vivir constante guerra y no le muestre el mundo más que engaños. Y luego, para colmo de injusticia, entréguenle a merced de la avaricia que le explote y le trate como escoria. Y, por fin, sin piedad se le condene a purgar una falta que no tiene, ¡y tendréis en verdad toda mi historia! 50 TRISTE RONDA Yo he sido despedido de la fábrica porque, débil, no puedo trabajar; pero pronto vendrá otro joven fuerte y el puesto nuevamente ocupará. A este joven que llega sano y ágil, igual que me pasó le pasará; mas pronto llegará otro joven recio y el puesto de trabajo ocupará ... Que agotando organismos friamente, como un Moloch moderno e infernal, devora nuestras vidas implacable la insaciable avaricia patronal. Condición inhumana que sufrimos de un orden sin justicia y sin moral: ¡y es Ley que no nazcamos para esclavos, sino para el amor y la hermandad! 1.934 51 ROMANCES DE CIEGO Se dijo cierto patrono lleno de desasosiego: «-Aunque tenga la «cartera» llena de pedidos, cierro. Es fácil hacerlo, es fácil. Ya muchos otros lo hicieron. Pretexto que estoy en crisis, que se agotó mi dinero. Desaparece mi «nombre» y la plantilla de obreros, y, ¡a jugar al escondite por antros y recovecos! Trabajan unos esclavos; no pago ningún derecho; driblo las leyes sociales, ¡y le hago gol al gobierno! Que _ aunque esté en ofside, el árbitro suele dar el gol por bueno. Lo que ganamos sesenta, ¿no es sólo mío en derecho?» Eso pensaba un patrono de tantos que conocemos. ¡Viva la arbitrariedad! ¡Arriba los retrocesos! Pero ... si el barco se hunde, ¡todos nos ahogaremos! 52 ¿Sabéis el cuento del loro del barco que se iba hundiendo? Ya sabéis lo que ocurrió ... Pues ... moraleja, ese cuento . Los fabricantes legales trabajan en desventaja, porque el «pirata » trabaja burlando pagos sociales y aprovecha la ventaja para vender más barato : así el «legal » paga el pato por la última migaja . Y la paradoja triste es que si hay una inspección, ésta va por los que «son », ¡no por el que «es » y no existe! ¡Qué listos son los «piratas» y los obreros de «olfato »! ¡Cómo hace falta un buen gato para cazar tantas ratas! 53 SUENO Y REALIDAD Como la flor nacida en primavera nació lozana la esperanza mía; mas, al pasar un día y otro día, la dicha fue trocándose en quimera ... Desalentado ... ni vivir siquiera quise un momento de la suerte impía; mas, de repente, nueva luz me guía ... Transcurre el tiempo ... ¡y me quedé en la espera! Así confuso, pesaroso y laso, va comprendiendo al fin mi corazón que por cada ilusión sigue un fracaso, y por cada fracaso, otra ilusión; y así, en el mundo, de la vida al paso sigo aherrojado ¡ay! sin remisión. 54 1.9 39 DESPEDIDA TRISTE Recuerdo ¡ay! lo triste de nuestra despedida del Campo de Monóvar .. . ¿Te acuerdas, vida mía? Cargado con las mantas y cesta de comida , y atado a otro, fuerte, ¡ay! , laso yo salía de aquella cárcel lóbrega que me amargó la vida camino del destierro .. . Tú afuera , Justa mía , con alma emocionada mirabas mi salida, y, al verme, sonreíste con mirada tristísima . .. Tus ojos me miraron con alma compungida , y , en cambio , por valerme , llorando te reías ... Te pusiste a mi lado: salió la comitiva , y , sin querer, las lágrimas quemaban mis pupilas ... 55 Saliendo al campo raso, se dirigió mi vista hacia los altos montes de mi tierra querida. Y vi Los Chaparrales y la soberbia Silla, erguidos y azulados allá en la lejanía . .. Les dije con el alma de pena estremecida: ¡Adiós, saudosos montes! ¡Adiós, tierra querida ... ! Allí dejaba, triste, serenas alegrías, días de amor bendito ... ¡que ya no volverían! Mis padres viejecitos, mis tiernas hermanitas, y la mujer que Dios me dio por compañía ... ¡Allí quedaba todo! ¡Oh amarga suerte mía! Por un infierno ¡ay! dejaba yo mi dicha ... Camino del exilio, ¡qué triste lo veía todo lo que otras veces dio júbilo a mi vida! 56 ¡Qué triste el puro cielo! ¡Qué triste la alta Silla! ¡Qué triste el padre sol que a todos igual mira! Los árboles, ¡qué tristes! Igual las avecillas; igual los aires puros que tibios acarician . Dolor era la tierra, dolor , la luz del día; dolor era el ambiente, dolor era mi vida ... Mas tú venías cerca -así Dios lo quería- pues que llegaste a verme el día que me iba, que sin saber tú nada, corriste compungida: la hora de mi exilio tu alma presentía ... Camino del Calvario a mí me parecía; camino de la muerte, destierro de la Vida . ¡Adiós, mis esperanzas! ¡Adiós, tierra bendita! ¡Adiós, mujer amada! ¡Adiós ... Dios os bendiga! 57 Llegamos al andén: el tren pronto vendría ... Hablamos un momento de Dios y de la vida. Tú me dabas valor, forzando las pupilas por no llorar de pena ... -¡yo bien lo comprendía!Yo a ti también trataba de darte alguna dicha hablando del futuro y de serenos días . Entonces, entre lágrimas amargas, sonreías ... Y yo te acompañaba besando tus pupilas . .. Miraba yo tus ojos con tanta simpatía que el alma lo inefable mirándote sentía ... Me mostraban tus ojos ternuras infinitas , bondades increíbles, serenidad altísima ... Un ángel de los Cielos entonces parecías .. . la gracia de las santas de tu mirar fluía .. . 58 Llegó por fin el tren. ¡Qué dura despedida! Unida contra mí llorabas tu agonía ... Creí en aquel momento que el cielo azul se hendía, que el mundo se estrellaba y todo concluía . .. Por fin nos separaron con brusca sacudida , y al tren subí cual entra el reo en la capilla. Miré desesperado desde mi ventanilla: te vi cual si estuvieses en páramo perdida ... Tan triste te miraba, tan turbada y hundida , que yo temí quedases allí desvanecida .. . Camino del Calvario a mí me parecía. Camino de la muerte . Destierro de la Vida ... ¡Adiós , mis esperanzas’ ¡Adiós, tierra bendita! ¡Adiós, seres amados! ¡Adiós ... Dios os bendiga! 59 SONETO A LA ESPOSA Supérate a este mundo ... ¡Ten valor! Elévate de toda escoria humana. Perdona al enemigo; sé su hermana ... ¡Aroma los senderos cual la flor! Sé sorda a la maldad . Calla el dolor ... Oue sea tu alma pura cual fontana perenne de ternura y fe cristiana ... ¡No abrigues en tu alma más que amor! No te importe mi suerte; estoy sereno. El martirio me acerca al Nazareno; me eleva de la vida hacia la luz .. . ¿No sientes de ver claro íntima calma? Si el dolor purifica y templa el alma, ¡bendigamos alegres nuestra cruz! 60 NO PODRA MALTRATARME ... No podrá maltratarme el que pretenda sembrar cardos y espinos en mi v ía; pues llevo el sentimiento como guía y tengo el sacrificio como senda. Perdono al lscariote que me venda , ¡sólo por complacer al alma mía! y firme por el Bien ofrecería entero el corazón hasta la ofrenda. Yo bien sé que al pasar -cual peregrino absorto en el misterio y la quimera escollos se alzarán en mi camino . .. Mas una luz que eterna reverbera desde el centro estelar de mi destino transpórtame el espíritu a otra esfera . 1.940 61 Cw1@ 0 Y, StA 11B&······ 62 CUANDO YO SEA LIBRE Cuando yo sea libre nos iremos al huerto a aspirar el perfume de las flores de almendro. A comer de los frutos sazonados y buenos y a llenar tu carita de purísimos besos . A escuchar de las aves deleitosos gorgeos entre almendros floridos y trigales morenos. A llevarte enlazada al rincón más ameno y mostrarte en mis brazos senderitos del cielo . Cuando yo sea libre ... Ay , Señor , ¡cuánto anhelo! 63 SAGRADO PAN A mis padres y a mi esposa, con el más hondo reconoci miento de mi corazón, por sus enormes sacrificios para aliviar mi situación en la cárcel. El pan que me enviáis es tan sagrado para el alma ... me da tal emoción, que, cuando lo recibo, es estrechado contra mi conmovido corazón. Cuando voy a comerlo, lo levanto como si fuera una hostia bendecida; pues viene del hogar sereno y santo, y es para mí sublime luz de Vida. Y luego, ya en mi boca, es ambrosía celeste ... ¡pues me sabe al lar en calma! Me sabe a tu sonrisa, a tu alegría y a bondad de la madre de mi alma ... Y lágrimas ardientes derramando, lo como lentamente, silencioso ... El alma, estremecida, está rezando con el fervor más puro y religioso ... Yo sé lo que ha costado a la pobreza el poder adquirir el dulce pan; y pienso en la amarguísima tristeza cuando es infructuoso vuestro afán. 64 Me sabe a luz del alma, a la calor de vuestros corazones fraternales ... El viene empapadito en el amor de vuestros pechos nobles, celestiales . Me dice del dolor toda la historia , y me habla de la fuerza del querer ... Es símbolo de amor, es miel de gloria ... ¡Es lágrima de madre y de mujer! No quisiera comerlo ; yo quisiera poderlo en mi refugio conservar, y venerarlo igual que se venera al Dios de la bondad sobre su altar. Lo como lentamente .. . más que herirle lo beso con respeto y emoción ; lo empapo con mis lágrimas ... ¡Le sirve al alma como sacra comunión! Y al comerlo , celebro un alto rito : oficio en el altar de la bondad; elevo el corazón a lo Infinito, y mi sangre se trueca en claridad ... El pan que me enviáis es tan sagrado para el alma ... me da tal emoción , que siempre al recibirlo es venerado en el ara del pobre corazón. 1 6 -3 -41 65 PIEDRA DURA DE MI CELDA Piedra dura de mi celda, piedra dura de mi juez; piedra dura, piedra dura en lo blando de mi ser ... Piedra fría de mi celda, piedra fría y ruín pared que aprisiona la lumínica lamparilla de mi ser ... Piedra dura ... Ley humana incomprensiva y cruel que desgarras mi existencia , que anulas mi don de ser ... Piedra fosca de mi celda , piedra fosca de mi juez . .. ; cuanto más en sombra inerte me sumerja vuestra ley, más quilates de pureza habrá el alma de tener -como la gema enterrada en la ignota lobreguez En la entraña del dolor se acrisola nuestro ser . 66 SONETO Como brilla el lucero matutino ahuyentando la noche embravecida, alumbras las tinieblas de mi vida mitigando el furor del duro sino. Como alegra el arroyo cristalino al cuitado sediento en la escondida maraña del des ierto , tu querida imagen es alivio en m i camino . Tan sólo tu recuerdo me alimenta en esta soledad del corazón en que toda amargura se me enfrenta ... ¡Qué pesados los días deben ser al mísero enterrado en la pr isión si no vela por él una mujer! 67 NARDOS BLANCOS, NARDOS ROJOS. (A l reci bir de man os de un as niña s u nos bo nit os ram os de nard os, co n mot ivo de la f ies ta de nuestr a Señ ora d e la M erce d, en que dej ab an en trar a los niños pequeños a la c árcel. 1. 9 4 1 J. Me enviáis, niñas queridas, de dos especies de nardos; unos , rojos cual la Aurora , otros, cual la nieve, blancos. Y con gracia preguntáis que cuáles más me han gustado; yo contesto que los dos, por venir de vuestras manos. Rojo y blanco ... son dos símbolos para mí esos lindos ramos: flores blancas: vuestras almas ; flores rojas : vuestros labios . ¡El rosa de las mejillas , y el delicado alabastro de la sedosa epidermis que la Natura os ha dado! Blanco y rojo ... Nieve y sangre, lirio y sol, espuma y astro ; rubo r y albura · de virgen ... Nardos rojos , nardos blancos ... 68 Estos ramos son dos símbolos de lo impoluto que guardo : flores rojas del Amor, albas flores de lo intacto. Ya mi celda no es tal celda , que es alcázar encantado desde que en las flores cándidas vosotras habéis entrado . 69 FATALIDAD Jadeante marchaba en la noche poblada de extraños fantasmas ... El viento -puñal aceradomi cuerpo tenaz maltrataba. Jadeante en la noche ... Perdido en páramo triste, deambulaba ... Detrás, la jauría asquerosa, aullante, feroz, sanguinaria .. . Corría, corría en la noche .. . El vidrio del miedo cortaba: mil furias seguíanme cerca, ¡mil furias hambrientas y trágicas! La luna -pandero celestehendía su parche asustada. La nube, cargada de lutos, horrible tronaba, tronaba ... Corría, corría ... Ya poco faltaba .. . y trazaba un frío de muerte en mi cuerpo veloces, fugaces parábolas ... Quería llegar a tu puerta, quería llegar a tu casa ... ¡mas ya no podía! Y la furia aullante y feroz se acercaba ... 70 ¡Por fín en tu puerta! Toqué ... ¡Toqué con el grito del alma! Toqué ... ¡y un minuto de siglos mostróme del todo la Nada! ¡Qué frío! ¡Qué apremios de vida! La furia llegó sanguinaria ... Cien garras rasgaron mis carnes . .. Tu puerta seguía cerrada ... 71 ESTOY EN MI CELDA Estoy en mi celda. Monótonamente el tiempo transcurre. Me pongo a pensar .. . Tristeza infinita resume el ambiente y el alma solloza mi vida doliente ... ¡La hiel de un instante más hondo que el mar! Transcurren las horas pesadas , vulgares ... (El mal hace presas en m i corazón) . Escucho de pronto lejanos cantares de gentes felices que t ienen hogares ... ¡Y siento, inaud ita , ex traña emoción! ¡Gozad, golondrinas , serenos amores .. . ! (No importa que nadie se acuerde de mí) . ¡Gozad de la vida las horas mejores! También yo tenía sonrisas y flores y un nido caliente ... mas ¡ay! lo perd í. Transcurren las horas vulgares , pesadas . De pronto la mente se pone a soñar ... Navego por montes y playas amadas . Apuro las mieles de dichas pasadas y siento saudade .. . Quisi era llorar ... 8-5-4 1 72 ¡AY! (Viendo llegar las golondrinas en la primavera de 1. 9../-2} Tres años que la inquieta golondrina ha marchado feliz al extranjero; tres veces ha tornado y, parlanchina, ha criado tres veces en su alero . Y en los tres largos años que camina por el mundo, dichosa ... , lastimero ha encontrado, al volver, al triste preso llevando de su cruz el duro peso. Ha visto el ancho mar de blanca espuma y el oasis del ~ .fr ica distante. El céfiro peinó su negra pluma en las abruptas cimas del Atlante cuando al cielo levántase sin bruma ... Y al tornar otra vez al nido amante, ¡tres veces sorpr endiose con ’~o(ror al ver sin ningún bien ta nto d c 1or! ¡Quién pudiera cual pájaro volar por la gloria mirífica del día, entre el azul del cielo y el del mar hacia tierras de paz y poesía! ¡Quién pudiera el espíritu alejar de tanta incomprensión , tanta falsía! Huir del hombre , que es la fiera impura, que el Edén ha trocado en amargura ... 73 LOS TRABAJADORES ENCADENADOS Dudo a veces, al ver las amarguras inmensas ... que no inspiran compasión, si seremos humanas criaturas, o carecemos ¡ay! de corazón . Somos los campeones del quebranto -po r el pecado de anhelar la luz -. Se escribe nuestra historia a sangre y llanto. Nuestro vivir culmina en una cruz ... Somos en la existencia desterrados por el ideal delito del Amor ... ¡Eternos Prometeos encadenados en las heladas rocas del rencor! Subimos como Sísifo los montes llevados por arcana ansia inmortal; y se nos abren más los horizontes haciendo más subime el Ideal . Nuestro principio es trabajar unidos. Nuestro estandarte , la Fraternidad. Nuestro ideal, amar correspondidos, nimbados por el sol de Libertad. La Tierra nos brindó su florecencia. El Sol nos deslumbró con la Verdad ... Mas la sombra en su velo de inconciencia nos envolvió en abismos de maldad. 74 ¡Ved nuestra suerte, hermanos bien amados! No importa que la sociedad entera descanse en nuestros hombros esforzados, ¡y todo mal sucumba en nuestra hoguera! Que camine el Progreso a nuestro fuerte impulso persistente y creador; que alegres combatamos con la muerte en noble sacrificio .. . ¡que es Amor! Que nos vean las blancas gaviotas , amigas del misterio de los mares , arribar bajo el sol a las remotas playas, venciendo todos los azares ... Nosotros descendemos al abismo los montes horadando colosales ; nosotros recibimos el bautismo del fuego en los estratos infernales ... Nosotros, entre brisas placenteras y cantos de las aves deliciosos, creamos las doradas sementeras y los huertos magníficos y hermosos . ¡Nosotros somos los trabajador es! (Esclavos sólo un día nos llamar on) . Y, de nuestro vivir lleno de horr ore s, los «otros » cautamente se encumb raron. En la mar y en la mina y en la tierr a nuestro má ximo esfue rzo siempre dimos ... ¡Mil veces nos llevaron ? la guerra! ¡Y mil veces la guerra maldijimos! 75 De Progreso y de Paz es nuestro empeño: en la austera amplitud de nuestras manos un himno hay fraternal, alto y risueño, una honda cordialidad de hermanos .. . Tantos siglos de penas han forjado firmezas implacables de destino ... ¡Un día reirán los que han llorado! ¡El Dolor nos levanta a lo Divino! 1.942 76 UN DIA ME NEGO SU OLOR LA ROSA Un día me negó su olor la rosa. Sólo el cardo reseco me asistía. Mi vida era una hoya tenebrosa, lejos, muy lejos, de alcanzar el día. Mis pasos no cruzaban, como el Dante, los centros procelosos del Averno, que allí yo me quedaba; era habitante forzado, y parecía ser eterno ... Mas dentro de foscua tan espesa en que un sueño de luz era utopía, muy dentro de mi ser, una pavesa de esperanza de azul constante ardía ... Al paso de mi sino, una abertura se iniciaba pequeña en lontananza: se aclaraba el pavor de la foscura al paso triunfador de la esperanza .. . Pensé que nuestra vida es un arcano, y no casualidad, simple proceso; que el amor y el dolor no son en vano si aquilatan el ser en su progreso . .. . Un día me negó su olor la rosa. Hoy bendigo el designio de la flor: pues vislumbro en lo alto una radiosa aurora de perenne resplandor. 1.943 77 OPRESION No le dejaban hablar, mas no podían sus ojos decir rr.ás ... Como el fuego soterrado sale en fuerza de volcán, por el cráter de sus ojos se escapaba la Verdad. Era inútil la violencia para su voz silenciar; por las fuentes del espíritu le salía la Verdad ... (La Verdad es como el sol: nadie la puede anular con las sombras de su índole ... ¡Siempre, siempre brillará! Con la Verdad en el alma no le dejaban hablar; mas no podían sus ojos decir más ... 1 .945 78 LA APARADORA Nadie de ti se acuerda: ni la que va descalza ni la que calzando oro el aire huella. Nadie se acue rda; ni la mendiga ni la princesa. Y aún no ha nacido el poeta que rime la cadencia de tus pies infat igables de veloz gacela. Cadencia que se duerme en el seno de las horas, pasando como río de aguas tercas ... Nadie de ti se acuerda: ni el hombre de la calle ni el poeta . El hombre de la calle mira el suelo ; el poeta escucha dentro su voz vieja ... Nadie sabe de tus sueños florecidos. Nadie penetra en el r ítmico idioma de tus pies , en el diálogo de tu lanzadera ... 79 Las pilas de tus ojos desgastándose en próvida fijeza - en vértigos del tiempo que prepara dejarte fuera- . ¡Oh dulce aparadora! Madre . Hermana. Compañera. Carne de nuestro espíritu . Hija nuestra . Cómo brotan caminos de tu aguja , cómo alumbran tus manos de paciencia, cómo endulza el espacio tu figura , cómo vencen tus ojos la materia . Mujer de nuestro hogar. Alma de la morada nuestra - con salidas a todo el mundo libre- . Angel de nuestros hijos. Lavandera . Enfermera. Zapatera . Nadie te nombra . Nadie se acuerda . Ni la que va descalza ni la que calzando oro el aire huella . Ni la mendiga. Ni la princesa . Ni el hombre de la calle. Ni el poeta . 80 (Aunque todos respiren del progreso tu proyección en la verdad fraterna). Nadie te nombra . N adie se acuerda .. . Y eres alma no más en tanta lucha. Aparadora. Dulce hermana nuestra . 81 LA LIBERTAD Limite tu libertad con la libertad ajena, y no seas como potro salvaje de la pradera. Por imitar, que se imite la conducta de la abeja: vuela libre bajo el sol, mas se debe a la colmena; aventa su libertad bebiendo la primavera, el aire azul aportando notas de la Orquesta Inmensa ... Su libertad es trabajo, solidaridad diversa; busca en la flor néctar, polen, y hace miel y blanca cera. Si la abeja hace la miel, tu libertad aprovecha para darte todo en flor por el Bien y la Belleza . Tu libertad sea tan grande, tan hermosa y alta sea, que aproveche en todo instante para engrandecer la ajena. 82 JUSTICIA DE LOS HOMBRES De tal manera la justicia opera que el pueblo en desamparo se estremece. La justicia ... «justicia» sólo ofrece al poder y al dinero .. . ¡es su bandera! Esta forma arbitraria, esta manera más y más abre abismos y decrece, pues castiga al que ofensas ya padece y al culpable absolviendo regenera ... Si el pueblo ve al revés obrar justicia, como lo ve le otorga su prestigio ¡y no es del pueblo entonces la malicia! Malicia es injusticia en un litigio ... Al pueblo no se engaña ... Si engañado, ¡vivirá con justicia sublevado! NOTA: El poeta asistió a un juicio en que , por in fluencias y dinero , se castigó a la víctima , valiéndose «la justicia» de marrullerías. Junio de 1.971 83 LOS TABANOS Vosotros sois los tábanos que venís por mi sangre ; mas yo voy con la luz por arterias del aire ... ¡Jamás me alcanzaréis, oh raza abominable! Si logran vuestras garras aprisionar m i carne, con eso os quedaréis -sólo ropa del viaje-, mas no podréis mi luz de la Luz eclipsarme .. . La inmensa Libertad que Dios quiso donarme .. . -¡Oh tábanos, vampiros, ahitaras de sangre!, que lograréis muy poco : . .. el poeta en sus lágrimas ¡la hizo luz en el aire! Juli o, 1.971 84 ENFERMEDAD DEL TIEMPO Estoy enfermo de asfalto; el que todo lo ennegrece; y-que crece como un cáncer comiendo células verdes. Como sarcoma maligno , donde hay bosques, flores, césped, extiende su negro duro de velocidad y muerte ... Estoy enfermo de asfalto , de D D T y detergentes ... Del inexorable cáncer que come células verdes . Es la magia del «progreso », de velocidad y muerte ... ¡Oh santa Naturaleza ,! ¿te he perdido para siempre? 1-V-74 85 REALIDAD IRREAL Aún tengo mi soledad con sus místicos silencios, con sus abismos azules constelados de misterios. Aún me quedan océanos en lo grande y lo pequeño, donde bucea el espíritu milagros del Universo. No me agrada la invasión de un progreso sin Progreso, de una conquista brutal sin luz del discernimiento . Un progreso de ruidos. Un progreso de venenos. Un progreso de neurosis ... ¿Hasta dónde llegaremos? Dejadme este sueño efímero -pues la Verdad ya es un sueño del espíritu- por vida del verdadero Progreso. Dejadme en mi soledad con sus místicos silencios, con sus abismos poblados de acordes del Universo ... 86 Isla de paz en la guerra. Verdad de lo «verdadero » ... ¡Dejadme salir conmigo hacia los rumbos eternos! 87 8-IV-78 MI HERMANA LIBERTAD «Era llena de graci a, como el A ve mar ía i ¡q uién la vio no la pudo ya jam ás olvi dar » Amad o Nervo La sombra de la noche de estrellas salpicada, me inmerge en su misterio de hondura trascendente; entonces tú te acercas , falena enamorada , a curar mi quebranto con tu beso silente .. . ¡Tú! El ángel incorpóreo, todo gracia de luz , te acercas a mi sombra nimbada de saudade . .. Vienes a mí en el vuelo que me llega Jesús ; ¡y entonces una aurora sin confines me invade! Llevabas en los ojos las cruces de la pena , saliéndote del alma como paloma al vuelo ... Candeal de agua mansa, que la vida serena y refleja en la tierra la belleza del cielo ... Las almas elegidas , las aves de pureza, se entregan confiadas al bien enteramente ; y suelen cosechar en cambio a su grandeza el hielo y la injusticia, el trato indiferente ... Te fuiste y no te fuiste: dejaste en mi cuidado la pena de tu tiempo deshecha en la partida; lleváronte a la cúspide del «hecho consumado », coronando el Calvario ... ¡trascendiendo tu vida! 88 ... Tu trance fue tan leve como el sueño de un lirio . Como el beso del aura ... ¡parpadeo de estrella! ¿ Qué misterio se oculta tras de todo martirio , que eviterna una luz en el alma destella? En tu efímero paso ¡oh dulce hermana mía!, inefable constancia nos dejaste al pasar ... « Era llena de gracia, como el Avemaría ; quien la vio no la puede ya jamás olvidar » ... 89 VOY DESBROZANDO RECUERDOS «El poeta es poe ta p or l o qu e conse rva de la infan cia». T . de Pascoáes . Voy desbrozando recuerdos como vivencias latentes , dulcemente envejeciendo como el día hacia el poniente . Tuve mis vírgenes albas con sus misterios rientes; los asombros de mi alma ante las rosas nacientes. Me he pasado mi existencia asombrando mi ignorancia . Mi ignorancia en las sorpresas tuvo sus pasmos vivientes ... ¿ Qué misterio es la existenc ia? ¡Oh la ignorancia sapiente! (La sabiduría ignota de las escond idas fuentes que nos llegan por ocultas filtraciones inmanentes . .. ) ¡Oh si la cándida aurora nos acompañara siempre! ¡Conservar entre espinares la inicial gracia inocente! 90 A HORT, AMISTOSAMENTE No sé quién sois; mas me llamáis amigo. Correspondo y lo aprecio de verdad, pues la amistad es como el limpio trigo ; que más que el oro vale la amistad. Por una vez tan sólo he descendido por las cuestas mordientes de la crítica. Bien sabe Dios que no es mi cometido . .. Caí en la indignación por la mefítica marea de egoísmos desatada en la ansiedad malsana del dinero, que amenaza sumirnos en la nada con gélida impiedad a bajo cero ... Me duele la injusticia ... ¡es que me duele! No puedo remediarlo. Desde adentro una fuerza suprema la repele que me turba el camino y ¡no me encuentro ... ! Ya sabéis de la estrella de mi verso: me brota de unos centros cristalinos; le atrae el grande Amor del Universo siguiendo rectilíneos caminos. Y el corazón me colma de amargura vivir la indiferencia que se siente por las obras de Dios ... ¡Por la Natura! Nuestra fuente de Vida permanente . 91 Yo conocí en mi vida el fosco Averno, y supe que el Dolor se trueca en gloria y logra de este mundo la victoria si en nuestro cielo interno nos arde un nuevo Oreb de fuego eterno. Y tuve como triunfo mi pobreza: me conquistó la paz, me dio un sosiego más allá de la vida y la tristeza, y ya no tuve titubeos de ciego ... Si fluye al alma en luz la poesía, la dejo en clara fuente verso a verso; yo sé que es una nota de armonía del poema total del Universo. Y el alma bien lo sabe; en fragua interna se forjó golpe a golpe de dolor una idea crucial de luz eterna: vivir ya opreso de infinito Amor . Sé lo poco que valgo. Aún sé más: que lo único que vale es el amor sembrado en nuestra vida; y al dolor ponerle un sello de esperanza y paz. No olvido lo fugaz de mi venida. Y sabe en claridad mi fuero interno que de los logros todos de mi vida tan sólo me valdrá lo que es eterno . 92 Desnudo como vine he de marchar; la estancia aquí en la tierra es breve inciso: que el alma ha de seguir .. . vo lar , volar atraída por Dios ... al Paraíso . 93 , .. Al .r. ! ’ . ~ ;. f .’ 94 EL LIBRO DE MIGUEL 95 96 RECORDANDO A MIGUEL HERNANDEZ No arrancaría esta página de mis recuerdos a no ser por el ruego de mi buen amigo E. García Llobregat , quien desde hac e mucho tiem po me lo viene pidiendo. Me he frenado en hacerlo por que en este tiempo se ha dicho lo divino y lo humano de Miguel , unas cosas cier tas y otras no, por los que le conocieron y por los que no le conocie ron. El respeto, la veneración que le guardo en mis recuerdos , siem pre me lo han imp edido. No quería mezclar mi voz con los frívolos exége tas, ni podía hacerlo co n los que de verdad lo han tratado de e leva r al lugar que se merece, por hacerlo mejor que yo. Sólo voy a intentar recordarle ... Vivíamos entonces en el infierno . Si Dante pasó por el Averno, cu rioso para contárnoslo, nosotros morábamos en él. La piedad huma na había descendido a bajo cero. La crueldad llegaba a lo infrahuma no . El dolor era inm enso: «Me duele mi propia sombra, / me duele la piel del alma; / le llevo luto al amor / que ha muerto en la flor de Espa ña ». «Mi amor es grande como mi pena. / D os cosas que me llevo ... y se quedan ». «El hombre acecha», había escrito.Miguel Hernández, y se lamen t aba no fuera publicado dicho libro, pues estaban imprimiéndolo en Valencia a la terminación de la guerra civil. Sólo se salvó de dicho libro lo que Miguel guardaba en su memoria. En cierta ocasión dijo, señalando su frente: «Mi verdadero archivo está en mi cabeza». Te nía razón. Su memoria era prodigiosa. Creía en la redención del hombr e, como el que sabe en la noche de tempestad sombría que el sol brillará nuevamente en el sereno azu l del cielo. La lu z vence a la sombra. «Soy una abierta ventana que escucha por donde va tenebrosa la vida . P ero hay un rayo de sol en la lucha que siempr e deja la sombra vencida». Conocí personalmente a M. Hernández en el Reformatorio de Adul tos de Alicante, allá por el 14 o 15 de Julio de 1.941. Había llegado allí el día 29 de Junio , día de San Pedro, procedente del penal de Oca ña , después de una larga odisea por las cárceles de España. En 1.940 había sido juzgado en Consejo de Guerra en Madrid y había sido 97 condenado a pena de muerte, que le fue conmutada por la de treinta años de reclusión mayor. Cuando salió al patio , de spués de los días obligados de aislamiento por medidas de higiene , un amigo, el deli cado poeta menorquín Diego Petrus, me dijo : «¿Ves aquel que lleva a la cabeza una toalla en forma de turbante? Es Miguel Hernández» . Efectivamente, iba con la cabeza pelada al cero y, para protegerse del ardiente sol de julio, se ponía una toalla en la forma antes dicha. Fue destinado a la cuarta galería, creo que a la celda 100 , donde en seguida se hicieron amigos los que la habitaban . Recuerdo a Ri cardo Fuente , a José Ramón Clemente, a Rigoberto Martín Lloret , a Luis Menéndez ... Sé que Rigoberto era muy bromista y chistoso y solía divertir a los que allí estaban , logrando hacer olvidar por algu nos momentos la tristeza ambiente . Miguel sufría mucho por lo que ocurría, y más entrañablemente por su hijito Manu el Miguel y su es posa , que no comerían lo necesario ... Allí ocurría que los aficionados a un arte se reunían espontánea mente en el patio. Así los amantes de la música , de la pintura , de la literatura , de las ciencias , etc ., sin darse cuenta s e hallaban reuni dos en pequeños grupos a lo largo del triangular patio. Algunos estu diaban idiomas ; otros , matemáticas. Era una forma d e evasión apren diendo ... Nuestro grupo solía leer poemas y discutir d e literatura . Mi guel , por aquellos días , llevaba un método de inglés casi siempre en las manos ; hizo amistad con un señor -decían que era ingeniero- que había estado en Australia muchos años y dominaba dicho idioma. Cuando un grupo de amigos nos presentó, Miguel llevaba su método de inglés en su mano izquierda . Afable, sonriente , me estrechó lama no, su mano enérgica y fuerte . Era muy moreno y contrastaban en su atezado rostro sus grandes ojos verdes , de mirada profunda y mag nética. Fuímos sinceros amigos , y en los días sucesivos nos juntába mos en el grupito del patio . Solía quedarse ensimismado, silencioso. Cuando alguien leía y en la lectura surgía alguna frase original o alguna b ella imagen , solía in terrumpir vehemente la lectura para decir. . . «A ver , ¿quieres repetir lo que acabas de leer? Leelo despacito .. . ». Parecía cambiar de color; vibraba todo él y sus ojos chispeaban ... Tal el efecto que producía e n el poeta la belleza . Solía fumar algunas veces. Como yo le dijese que le haría daño , él contestó que antes fumaba más. En una ocasión , dijo: «La escasez me ayuda poderosamente a dejar de fumar ». q.uardo la vanidad de 98 recordar que alabó mi poema RESOLUCION y me hizo repetirle dos veces ALMA, otro poema escrito por aquellos días. Alternaba un pantalón de pana, muy usado con otro de kaki tam bién re blanquecido por el uso. A veces se ponía un jersey color cara melo y siempre calzaba alpardeñas de yute, calzado que muchos re clusos tenían la habilidad de hacer deshilachando sacos. Cuando hablábamos de poesía , expresaba su admiración por Ne ruda y por Alexandre. Ambos eran íntimos amigos del poeta oriola no. Por aquellos días aün solía sonreír, con aquella su sonrisa infan til, clara y contagiosa, a través de la que entreveíamos la diafanidad de su alma. Decía que Alexandr e ayudaba un poco a su familia en aquella ho ra de extensiva miseria ... «Poco, porque no puede más ; pero ello re sulta muy valioso». Creo que eran 125 pesetas al mes. También parece que le llegó unas pocas veces una pequeña ayuda del señor Vergara Donoso , Agregado de la Embajada de Chile . (Si este señor no lo am paró en dicha Embajada , como se lo pidiera Neruda al ser trasladado a París , no fue por mala voluntad , como han publicado ciertos bió grafos del poeta; fue porque se le había negado el derecho de extra territorialidad , y legalmente no podía, y la Embajada estaba celosa ment e vigilada por la Policía; al revés de los republicanos, que du rante la guerra respetaron los der echos int ernacionales de asilo polí tico y en las Embajadas extranjeras se ampararon 10 ó 15 mil refu giados, que se fueron marchando al extranjero y, muchos, se pasa ron al lado nacional) . Tampoco el poeta pidió asilo; Miguel sólo anhelaba -¡infeliz!-mar char a Orihuela a conocer a su hijito Manuel Miguel, que acababa de venir al mundo, y abrazar a Josefina, su buenísima y lea l esposa. Allí lo detuvieron por última vez. Como habíamos apuntado antes, el poeta tenía por entonces espe ranzas y voluntad de superarlo todo. Había tenido paratifus y bron quitis, ya en el penal de Ocaña . Su ánimo luchaba contra las malas condiciones, la escasez y el confinamiento. Mas él era de buena cons titución y fuerte . Su vida había transcurrido al aire libre y al sol de todas las estaciones. Pero al entrar el otoño volvió a resanarle de ma nera aguda, o subaguda , la solapada bronquitis. Después de seis o siete días de permanencia en su petate de la celda, tendido en el sue lo , con voraz calentura, hubo que trasladarlo a la enfermería. Al prin cipio parecía mejorar y se levantaba. Lo sé bien porque ocho o nueve 99 días después de ingresar él en la enfermería , me llevaron también a mí aquejado de bronquitis, tocándome estar a cuatro camas de la del poeta. Torné a verlo sonreir algunas veces, y era frecuente oírle hablar con el bonísimo enfermero V. Amorós (Sato) como le llamaban cari ñosamente (se comportó con Miguel hasta el final, que una madre no lo hubiera hecho con más cariño y dedicación. Conmueve el sólo recordar lo) . Solían hablar del campo y de las costumbres de los animales po niendo verdadera pasión. Derramaba Miguel caudales de su mundo poético en las cosas que decía y que le sugería su amigo. Cuando ca llaba se le veían entornados los ojos, como recorriendo paisajes ama dos, ideales , vistos o entrevistos . También hablaba conmigo de poesía, de la Naturaleza -que am bos coincidíamos en amar- , y de las libertades legítimas del hombre , de la Humanidad . Una tarde me instó a qu e le hablara de la selva del Brasil -país donde viví muchos años-; de sus gigantescos árboles, de la variedad infinita de insectos , pájaros, flores ... Los grandes ríos que platean el verde negro de la selva ... Su mayor devoción eran su esposa y su hijo, a quienes dedicó im perecederos versos. A fines de Diciembre de 1.941 empezó a empeorar . Se le había ma nifestado una tuberculosis pulmonar. Tosía constantemente con una tos seca y profunda, expectorando sangre algunas veces ... Decayó su ánimo entonces. Seguía empeorando día a día, hora por hora . Por fin lo llevaron a rayos X y a un detenido reconocimiento en el Hospital Provincial de Alicante. Empezó a visitarle el Dr. Barbero. Un día vi no acompañado del Dr. Alfonso de Miguel , director entonces del Hos pital Provincial de Alicante , con un aparato portátil de rayos X . Po cos días después, presente el Dr. Miralles, médico titular del Refor matorio, el Dr. Barbero le operó, sacándole una gran cantidad de pus de la pleura . Supimos que muchos de aquellos gastos los pagó don Miguel Abad Miró , hijo de una prima de Gabriel Miró. Cuando nos dejaban pasar a verlo, lo hallábamos o con los ojos cerrados respirando penosamente , apoyadas espalda y cabeza sobre almohadas, o en la misma postura, los ojos desmesuradamente abier tos, cayéndole grandes lágrimas por las mejillas ... 100 «Aquí estoy para vivir mientra s el alma me suene, y aquí estoy para morir c uand o la hora me llegue , en los veneros del puebl o desde ahora y para siempr e. Vario s tragos es la vida y un solo trago la muert e». Por estar con el poeta, cuando podíamos nos cambiábamos con los que les tocaba limpieza en la enfermería. Una mañana , en compañía d e otro amigo , entramos en la sala de camas . Le ofrecí unas manza nas del hu erto qu e entonces tenía mi padre . Al ver la piel cerúlea y la fresca b elle za de los frutos , lle vándose a la boca una , dijo : «Gra c ia s, her mano. Gra cias por traerme esta síntesis de sol, es tos vivos poe ma s de luz ... ¡ Qué hermo sa ser ía la vida si fuéramo s de otro aire!». Por aqu el entonces no escribía, no podía escribir, mas él me dio un hondo poemita , escrito en papel higiénico , que me fue arrebata d o junto con un manuscrito mío en uno de los cacheos que sufría mos. Nun ca me p erdonaré el no haberlo apr endido de memoria. He podido salvar versos de Jorge Llopis , de Diego Petrus , de M. Ara bid , de J. Moya , de F. Albor z y de otros ; mas por mi mala fortuna perdí, co n perdón de los otros, el más valioso. Enflaque ció hasta que d e él no qu edaba más que huesos y piel y sus grandes ojos verdes p en etrando universos infinitos ... «Es impo sible seguir sufriendo tanto ... No puedo más ... No puedo más .. . ¡ Oh el air e puro , libre ... Mont es ... Pin os ... Cielo azul ... Trigos de oro .. . ¡Aire ... Aire puro ... !». Era triste , muy triste, ver en aquel estado a tan excelente persona, qu e resultaba ser uno de los mayores poetas patrios de todos los tiem pos. «Es singularísimo su caso -dice un biógrafo suyo- que , muerto aún no cumplidos los treinta y dos años, y con sólo doce de actividad lit eraria , de dura infancia y autodidacto, alcanza a ocupar un puesto luminoso entre los epígonos de la generación del 27, a la zaga en el tiempo -que no en los méritos- de los grandes: de un Gerardo Diego , García Larca , Salinas, Alberti, Guillén , Dámaso Alonso, Alexandre, Cernuda ... y el nobel chileno Neruda ». «Entr e todos vosotros, con Vicente Alexandre y con Pablo Neruda, to mo silla en la Tierra », dice Miguel en «Llamo a los poetas», donde ex pone, en forma casi exegética , sus convicciones de escritor ante el 101 mundo, sus ideas sobre la función de la poesía y su religión poética del hombre. «La trayectoria de este lírico de amarga inspiración, ori ginal y magnífico, dice Daría Puccini, es tan rápida como lo requiere la brevedad de que dispone». Conocimos los impecables sonetos de «El rayo que no cesa», sufi ciente poesía para que su nombre pasara a la posteridad. Tambtén «Vientos del Pueblo», «Teatro de la Guerra», etc.; pero la más grande producción de Hernández, la que nos lo presenta como poeta altísi mo y definitivo que por fuerza ha de sobrevivirse a sí mismo producción que por otra parte permaneció mucho tiempo inédita y casi desconocida durante muchos años- está integrada por un amplio manojo de poesías que no llegaría al público hasta 1.958, agrupadas bajo el título de «Cancionero y Romancero de Ausencias », escritas entre 1.938-1.940. Se diría que tiene carácter de diario íntimo, pues como tal incluye los más signados acontecimientos de su existencia de esa época. En la última semana de su vida permitían entrar a verlo y traerle leche y algunas cositas que pedía a su esposa Josefina. Unas veces la veíamos pasar con su hijo, otras no. Su obsesión era que le sacaran de allí a algún sanatorio. Los papeleos y trámites duraron más de me dio año; cuando llegó la orden de ingreso en un sanatorio, era dema siado tarde : ya no se le podía tocar de su lecho . Los médico reclusos -que eran muchos-se comportaban con los enfermos con una dedi cación que les honraba como profesionales y como hombres , luchando con tan adversas condiciones. Recuerdo con gratitud y admiración a los doctores Trinitario , de Pinoso; a Villalta, de Monóvar ; a Mical y Angel Claret, de Valencia ; a Oribe, de Alcoy ; a Angel Pascual De vesa , de Alicante ; Angel Nieto, de Elda ; Antonio Graz, de Monforte del Cid (estupendo oculista). También a los practicantes , entre ellos a José Deltell, que luego ejerció en Elda, donde murió . Este practi cante eldense también se destacaba en cuidados a los enfermos ¡tan abundantes! No puedo nombrar , como es natural, a todos los médi cos y practicantes b enefactores en aquel lugar y situación , porque se haría interminable . Se turnaban en la guardia de la enfermería y en celdas y dormitorios. En los últimos días del poeta, Deltell lloró y nos conmovió al nutrido grupo que esperábamos su salida de la sala alta de la enfer mería: «Miguel se muere ... está agonizando ... ». Unos días antes , mi rándonos con mirada única, oímos que dijo: «Est o se acaba ... llegá a su fin ... josefina ... Jo sefina ... ». El día 28, apenas pasar lista y salir al patio, toda la prisión se enteró en menos de un minuto que Miguel , el más grande poeta del pueblo doloroso, había muerto ... Ya no sufriría más por tantas miserias humanas. ¡El, que sentía en la carne de su propia alma el dolor de los demás, el dolor de Espa ña! Seguían fusilando ... ¡Cómo le afectaba esa fría indiferencia por la vida humana! Otro poeta exclamaba: « ... Ya la sangre derramada sube en espeso oleaje cubriendo todo el paisaje de España crucificada». Fuimos corriendo. Estaba tendido con los ojos muy abiertos. Ni l os médicos ni Deltell pudieron cerrárselos. Dijeron que más tarde también lo intentó Josefina, su esposa. Francisco López le hizo un dibujo . Era el 28 de marzo de 1.942. Había muerto a las 5’ 30 de la maña na. Terminó su penosa agonía con un largo suspiro ... Al atardecer de aquel mismo día, todos formados respetuosamen te, («la selva sin árbo les del patio»), y acompañado por su esposa, su hijo Miguelito y dos hermanos del poeta, a hombros de entrañables amigos desfilaba el entierro ante el sollozo de todos los que le amá bamos. Era la primera vez que la banda de la prisión acompañaba un entierro tocando una marcha fúnebre ... Sonaba Schubert en la hora triste ... Su poesía y su persona se complementaban. Se diría que forma ban una sola pieza poética-humana, dolorosamente. Nadie podrá du dar de que forma parte, y en manera prominente, de los poetas már tires del mundo. De los bardos dolorosos y proféticos en cuyas es paldas sensibles llevaron el peso del dolor de su mundo contemporá neo. Misión sagrada y dolorosa del Poeta. También aquí, en profundas vibraciones llega tu corazón como un venero: tu corazón nutriendo corazones ... « Compañero del alma , compañero ». 103 EL VUELO AZUL DE UN POETA ¡Miguel Hernández! El que amó a Natura con tanta entrega ... que Natura expande por su sangre de poeta la Hermosura más vasta ... (¡por profunda y alta y grande!) Le brota el verso de interior de hoguera como irrumpe el volcán de la montaña; toda fuerza potente se libera mostrando la grandeza de la entraña. Si el carbón comprimido da el diamante , y el reprimido amor, sentir diverso, y fuerzas en unión, la fulgurante claridad que genera el Universo ... , se explica la poesía de Miguel : su espíritu es crisol de la energía ... ¡Mil fuerzas oprimidas salen de él generadas en luz de poesía! ¡Pastor alicantino! Tus corderos deleitabas con silbo enamorado al dulce rosicler de los oteros o en las tranqu ilas tardes por el prado . Los pinos te adoraban, como el aire que les hace cosqu illas en las ramas, como el jilguero de gentil donaire, como la aurora de virg íneas llamas. 104 Porque tú las barreras trasponías de sus verdes sentidos vegetales en surtidor de frescas poesías de telúricos giros musicales. Tu fuerza natural, deslumbradora , se adueñó del paisaje alicantino en la gracia prístina de la aurora y en el lento suspiro vespertino. Pues todo se fundía en tu crisol : la parda sinfonía de los montes, las cascadas olímpicas de sol y el áureo-gris en hilo de horizontes . Escanciador soberbio de albas lumbres , estrellas y corderos conduciendo, el sol te aureoló en las magnas cumbres tu testa en pararrayos convirtiendo . ¡Miguel Hernánd ez! Mi mayor hermano . No en años , pero sí en inspiración . Sonámbulo te fuíste, ¡tan temprano! (Te fuíste ... o bien viniste, de la mano a estarte siempre aquí , en mi corazón!) Para siempre en profundas vibraciones vendrá tu corazón como un venero : tu corazón nutriendo corazones ... « Compañero del alma, compañero ». 105 MIGUEL HERNANDEZ Miguel Hernández Gilabert. Miguel. Corazón de la tierra. Corazón de telúrica fuerza en erupción ... Poeta de las mieles y la hiel. El coraje del toro por tu piel llora sangre de España en su pasión .. . Nuevo Cristo. Otra cruz. Crucifixión .. . ¡Y el tiempo en «amarillo» va, Miguel! No quiero regresarte, cual querías regresar a Sijé, desesperado, que la guerra y maldad siguen los días. Sé que estás en lo Azul bien amparado; donde surgen eternas armonías ... Compañero del alma bien llorado. 106 PALOMA EN EL AZUL Paloma en el azul con su blancura ingenua y matinal, mas huidiza; espuma del dolor, alba sonrisa, luz l iberada de la entraña oscura. Paloma en el azul: falena pura escapando a la máscara imprec isa del barro organizado que se eriza en un plano envolvente de locura. P aloma en el azul ... Sin hiel paloma. Delicia y libertad del alto vuelo allí donde el infierno el tizne asoma . Allí donde el infierno asoma, al cielo asciende inmarcesible , como aroma ... , buscando sólo en Dios calmar su anhelo. 1.942 107 MIGUEL EN LA MONTANA Alto y ancho y bello el monte. Aquí peña, allá vergel en que, absorbido, Miguel auscultaba el horizonte ... Oficia en cabras y en cumbres, por hondonadas y oteros serpea por los senderos que van trepando a las cumbres . Henchido de Inmensidad clava en el Azul su grito: y lo envuelve el Infinito con su potencialidad. Y siente bajo su planta la telúrica potencia que , en armónica sap iencia, el espíritu · le inmanta ... En un vértice del mundo se yergue el hombre , ¡todo él! Miguel Hernández. Miguel entre lo alto y lo profundo. Todo armonioso se siente de los pies a la cabeza ... Le circunda la Belleza como una mar omnisciente. 1 08 Llega el enigma a su entraña de profeta y de poeta : como Moisés, profeta culminando en la montaña . .. ¿Por qué todos los ungidos por la Luz aman la altura? ¿Qué poder les transfigura en el Misterio sumidos? Embriagarse de día, de vasta naturaleza; e impregnarse de belleza ... ¡Ser poeta y poesía! Y admirar también las cosas diminutas; ver en ellas que son grandemente bellas y, en sí y en todo, armoniosas . Con serena lentitud va bajando la ladera; en sus ojos reverbera la insondable magnitud de la Creación entera con áreas infinitas ... (Por la sierra, sus cabritas van pasturando a su vera) . Al regresar de la altura el poeta es más poeta: su aleación se completa en el crisol de Natura. 109 De más altura y hondura se encuentra su ser inmerso: de diamante es el verso que de lo ignoto le anima, porque en su alma culmina el alma del Universo. Miguel Hernández. Miguel. El poeta de las cimas; el de las solares rimas sin limitado nivel ... Versos de miel o de hiel exprimiendo el corazón; tienen la variación que tiene la Humanidad y también la vastedad de toda la Creación . 110 TRANCE DEL POETA EN EL TIEMPO La sal de los sollozos corroía del espeso infernal tupido ambiente; la tarde era de un gris delicuescente que ahogada por las penas se moría. Sacaban de una oscura enfermería (1) entre entrañables hombros, tristemente, al Poeta estelar, de vuelo ingente, ya ofrendada su vida en poesía ... . . . Transcurre el tiempo y quedan sus tiranos al correr de la historia, oscurecidos como seres maléficos y vanos. El Poeta , como el Fénix, resucita; y encantan sus jardines florecidos por una gracia cósmica, infinita ... ( 1). El autor estaba pr esente en la tarde del 28 de Marzo de 1.942 , en el Reformatorio de Adultos de Alicante , cuando desde la enfermería sacaron hacia la calle, en un ataúd de tablas blancas, con la bande ra española encima, los restos mortales d el Po eta. 111 - -------- MAL TIEMPO ¡Qué cantidad de dolor se extiende en la hora actual! Por todas partes el mal y el odio sobre el amor ... Por todas partes el grito desgarrado de agonía; impera la cobardía y el derecho es un delito. Se anula al consciente obrero . Se asfixia a la juventud ... El hambre y la esclavitud aniquilan por entero. Un rugido de caverna precede al triunfante abismo ; el fascismo y el nazismo nos pudre como gangrena ... Abrego de las cavernas llega con muertes y horrores: vienen las aves protervas, emigran los ruiseñores . (1 l. Falta sitio al inspirado si a la jaula no se entrega : O adular o estar callado .. . ¡esto si es la pena negra! 112 Se persigue , se maltrata. Se alienta la traición . Se hace todo una prisión. Se odia , se injuria , se mata ... ¡Es tan grande ya el dolor que llega hasta el Infinito! La humanidad es un grito profundo , desgarrador ... Ya la sangre derramada sube en espeso oleaje hasta cubr ir el paisaje de España crucificada . Abri l de l. 942 (1) . Se alu de a la m uerte d e Ga rcía Lo rca y la de Mi gu el Hernánd ez y tantos o tros , y la d esbandada de po etas hacia el extranjero . 113 ENTIERRO DEL POETA MIGUEL HERNANDEZ En filas el dolor se queda firme en la selva sin árboles del patio . La tarde va a morir. Sobre los cielos aparece un lucero sollozando ... (1) La música es de lágrimas humanas que en los pechos se van lentas filtrando . .. ¡Miguel Hernández va entre cuatro tablas, la caja sin forrar de pino blanco! Lo miro para siem ’pre ... Va en los hombros de cuatro amigos que eligió callando ... «Nos duele hasta el aliento ... » En la raíz sin nombre y sin instante y sin espacio . La música agoniza y muere el día . El silencio aparece devorando ... ¡La vida del Poeta ha concluído! ¡La vida del Poeta ha comenzado! ( 1). Precisam ente encima de la Enfermería -mirando desde donde estábamos nosotros- a la hora d e la tar de en que llevaban al infausto compañ ero -siete u ocho personas a lo sumo- aparecía el lu cero de la tarde . La «selva sin árbo les del patio» se refi ere a la gran concentración de hombres respetuosament e en for mación militar. Fu e e l primer entierro en qu e actua ba la banda de la prisi ón . 114 YO ESCUCHE SU VOZ Tenía de los vientos la pujanza cuando alzan tempestades en la mar. Tenía la bonanza del pinar dormido en dulces nimbos de esperanza. Levantó con el sol himnos de cumbres y atronó en los abismos de foscura; mas su voz, incólume , queda pura irradiando en los tiempos albas lumbres. Su voz era telúrica y humana . Sabía de volcanes y de trigos ... Olvidó traiciones y, entre amigos , surtió en torrente su inmortal fontana . Era el verbo en la boca del Poeta. El ensueño en dominios del idioma . Era hondura y altura ... Era paloma en vuelo azul de paz .. . Era el Profeta . Tenía del bordón las notas graves , si bajaba la voz íntimamente. Mas , después, era límpida corriente o remansos de luna dulces , suaves ... Su voz era el barranco , la cañada , la trocha florecida del otero ; el gemido profundo del obrero .. . La justicia, la paz , la madrugada .. . 115 Voz acariciadora ... comprimida por el dolor en su alma comprimido; dolor que se le escapa en el sonido como la sangre mana de la herida ... Era la voz del pueblo: el pueblo en cruz. La voz del pueblo resumida en luz. La voz-alma de un pueblo en agonía ... Por eso se notaba en el temblor que el corazón en voz se le salía deshecho en notas de dolor y amor ... ... Su voz era lo Inmenso aflorando en anímicos matices: esperanza mezclando y sentimiento ... Su voz era lo Inmenso. Pero era por sus ojos, por sus ojos que alumbraba su desbordamiento en dinámicas fuerzas encontradas, sometidas al mundo de lo bello. Sus ojos eran mares insondables; dos lagos inquietantes de misterio; dos gracias siderales de los soles; dos ventanas abiertas en los cielos ... Un prisma inmensurable de armonía refractando las notas del Silencio; áurea miel de la aurora en las montañas ; plácido azul de los sonoros vésperos; luz cenital en la esmeralda alpina; alba virgínea edulcorando el cielo . .. Todo el dolor del hombre en la retina; 11 6 todo el amor calándole los huesos y aflorando a su espejo de mar honda ... Obra pura de Dios, obra maestra resumiendo la ley del Universo ... ¡Oh los ojos color de cielo y mar, colmados de Infinito en movimiento ... ! Ojos reverberantes de hermosura: ojos humanos y a la vez sidéreos ... Mirada que abarcaba el Macrocosmos y el Microcosmos con poder magnético ... Mirada de Poeta. De profeta. ¡De visionario en luz de lo Eviterno! 117 FRAGMENTO DE UN DISCURSO EN UN ACTO DE HOMENA JE AL POETA MIGUEL HERNANDEZ EL 28 DE MARZO DE 1.984 . ... El hombre y el poeta se complementan: como hombre era ejem plo de lealtad , de generosidad , de bondad y de entereza al mismo tiem po . Como poeta llega a trechos a escalar las más altas cumbres de la lírica . Y siempre el verso claro y másculo. Musical como Mistral , alto como Rilke, fuerte como Junqueiro y como Hugo , armonioso co mo Píndaro y como Darío . .. Mas siempre permaneciendo él mismo ... El Amor , la Libertad, la Belleza ... tales fueron las plenitudes de su visión vitrisibilar que columbró su genio . Esa fue la antorcha que lo alumbró en aquel deslumbramiento hacia el Ideal que fue su vida. Humanista e impresionista ; a la vez gozoso y grave ; en sus versos hay energías y potencias de apóstol ; sensibilidad es indefinidas de artista y el flémito genial del ser superior hacia sus hermanos los hombres. Ama la tierra genetriz , fecunda y voraz , y su estro es como un flá meo tirso inclinado sobre la gloria de las plenitudes . La florescencia triunfal de sus metáforas, el ritmo de sus alitera ciones y de sus exaltaciones de aeda apasionado producen eh el alma la impresión humana de un apoteósis de encendimientos volcánicos y sidéreos . .. Sufriente sin quejarse del mal cruel que sentía avanzar en la no che como el ala de Azrael , en su engrandeciente crepúsculo , su al ma, luminosa en crescendo, trazaba en la gran sombra , con el orgu llo imperativo de una llama , las líneas resplandecientes de ese poe ma que fue su vida de orfebre exaltado y soñador , hecho a trabajar el oro repujado de sus cálices , en la pompa orquestal de los desier tos, en el tumulto de la guerra y de las cárceles , en la bruma azul y el fastuoso silencio de los montes . Adondequiera que su cuerpo doli ente lle vado fue por la angustia de la vida , el poeta cantó . Inquieto , febriscente , nos deja al morir pe dazos de su corazón , todo su corazón poemizado, con los fragmentos de su vida magníficente de visiones, donde todo el dolor y toda la ambición de su afma canta en ritmos de viviente eternidad , lo infini to de la pena , lo amargo del acontecer ... 118 Altanero, doloroso , fatigado , ese poeta , que no amó el reclamo e ignoró la debilidad anímica , nos dio sus versos para morir , como si alinease una teoría de vírgenes armoniosas, cautivas de su genio , que escoltaron su marcha bajo un cielo soñador a través de un bosque eterno de laureles ... Se retiró de la arena ensangrentada, dejándonos sus cantos por herencia . Su espíritu bello y altivo entró en el Misterio como el alba de un bello crepúsculo . .. Desapareció el Poeta entre la florescencia luminosa de sus versos, envuelto en ellos como un sudario . .. Armoniosamente. Luminosamente. Gloriosamente ... ¡ Paso al Poeta! En este homenaje quisiera se desgranaran sus versos con la carga de emoción que merecen, como un áureo polen lírico en el que deje mos la luz de nuestras almas , la palpitación de nuestros corazones en la vibración receptora de todos los pechos . .. Antes quisiera, como pórtico , leeros una Elegía que escribí a los tres días de la muerte física del Poeta. Me la encontré hará un mes entre viejos y arrugados papeles y es crita a lápiz en papel higiénico. (Solíamos usar este papel porque era más barato y porque, en los « cacheos » que sufríamos , era más dificil que nos lo arrebataran, ya que este papel era considerado como artículo de aseo) . He aquí la Elegía: 119 EL LLANTO DE MIGUEL Le derramó a Sijé tan bronco llanto que estremeció la tierra en su lamento ... «Por doler me duele hasta el aliento». Tal fue la magnitud de su quebranto. Ouebráronse los vidrios del espanto, y el viento pavoroso, el negro viento levantó tempestades violento ... y la mar trocó en lágrimas su canto . No tienen parangón sus agonías: ni el treno secular de Jeremías conmoviendo las tierras de Israel, ni el mismo Prometeo, encadenado, expresan un dolor tan desgarrado como este sin fronteras de Miguel. 120 EN MEDIO DE UN OCEANO DE PENAS En medio de un océano de penas nos oprime la tuya sin consuelo, oprime hasta olvidar nuestras cadenas . No hay duelo mayor que nuestro duelo ni una herida mayor que nuestra vida sometida al horror ... soñando cielo. Ya no t iene confines nuestra herida. Ya no tiene salida nuestra suerte sometida a lo fosco, sometida . .. El dolor, compañero, de perderte resquebraja cimientos de esperanza y nos hunde en los mares de la muerte. Mas tu vuelo estelar, tan alto alcanza, tan hondamente en nuestra sangre se hunde , que infunde vida en muerte y confianza. Milagro del martirio que transfunde, como el sol que transforma en agua el hielo, y al metal resistente el fuego funde. Ya no quiero más cielo que tu cielo; ya no sigo más penas que tus penas, que las mías se anulan en tu vuelo. 121 Ya no aprieta el metal de mis cadenas: que tu ejemplo es el puro diamante que se filtra en el alma y en las venas . S i oscurece, tu sol sale triunfante; que la fuerza que anima tu destino es la misma que al sol hace brillante . Seguiremos tu sombra y tu camino ; y serán tus poemas en los días nuestro amor, nuestro pan y nuestro vino. Volarán por la mar tus poesías; subirán senderitos del otero; bajarán a las negras galerías ... Con nosotros vendrán como venero ; y, en anímicas comunicaciones, la vuelta le darán al mundo entero . Cantarán tus poemas las naciones, y el aeda serás de polo a polo en oleajes de generaciones. Jamás fue tan feliz llevando Eolo armonía de Amor -que el alma ensalma de tu lira de luz , digna de Apolo . Con nosotros vendrán en luz del alma . Tu martirio será nuestro estandarte en la brega del mundo y en la calma. La bandera alzaremos de tu Arte como una sideral constelación , y serás nuestro guía y baluarte. 122 Porque fuíste armonía y corazón -el acíbar trocando en áurea miel- , viviremos por siempre tu Pasión, Miguel Hernández Gilabert. Miguel . Abril , 1. 94 2 123 SE DESPIERTA JANDIRA La mañana subía venturosa cubriendo las montañas de alegría . Tras la niebla lejana, aparecía la franja iridiscente en oro y rosa. Aún reposa Jandira -¡cuán hermosa en su dulce camita ... ! Se diría una perla en su concha-. Avanza el día con su marcha continua y trabajosa. Se despierta Jandira. Se incorpora -sus pechos son limones temblorosos, y su camisa, el peplo de la aurora- . ’ Descalza va, con pasos deleitosos, a estrenar aquel día en la ventana; y los rayos de sol de la mañana le asaltan con sus besos lujuriosos. 126 ¡OH SOMBRA HERIDORA Y HERIDA! Era la brisa en mis manos como una fresca sonrisa, era en mis manos la brisa como sonrisa de hermanos . Era la aurora en tu pelo, la aurora que me enamora ; (no se ve nacer la aurora sin estar mirando al cielo). Era mi anhelo y mi herida, mi esperanza y desconsuelo; era mi infierno y mi cielo, mi dolor, mi amor , mi vida . .. Era mi todo y mi nada : m i luz , mi sombra , mi suerte , mi vida disparatada: ya que el morir era vida y el vivir era la muerte ... ¡Oh alma heridora y herida! 1 27 SAUDADE Había una casita junto al mar, batida por los vientos del alcor ... Allí aprendí a nadar. Allí aprendí a rezar. Allí nació el amor ... Las fulvias gaviotas por el cielo trazaban su pesado, antiguo vuelo. De vez en vez cruzaba algún navío el lejano confín de la bahía ... Yo pescaba y cantaba y me reía .. . Y sentía un profundo escalofrío si a veces por la playa te veía ... Si iba a veces de noche a tu casita, rezábamos en bien del pescador . Tu cara -¡tan bonita!llenábase de santo resplandor ... Tú mirabas a la Virgen . Yo miraba a la Virgen y a ti : mis devociones. Afuera el viento con rigor pulsaba sus arpas en los riscos. Sin cesar, abajo, bronco, sus detonaciones saladas y profundas daba el mar ... ¡Oh tiempos deshaciéndose en distancia · incesante! -Misterio de pasar-. Saudoso tiempo de mi tierna infancia ... ¡Oh la dulce casita junto al mar! 1 28 EN LOS MARES DEL SUR La brisa de la tarde transitaba en inquietantes, misteriosos giros, cadencias y recónditos suspiros que todo se sentía y se olvidaba. Resbalaba mi barca, resbalaba entre felpas de rápidos zafiros ; las ondas terminaban en suspiros y el arco de la tarde se inclinaba ... Me esperaba en la orilla; mas tan bella , tan dulce en su mirar , tan armoniosa , que el peligro olvidé y torció el timón. Y fue al nacer de la primera estrella que mi barca se hundía silenciosa ... ¡Sin barca me quedé y sin corazón! M arzo , 1. 940 129 ¡NUNCA EN MI VIDA ME FALTES TU! Yo vivo solo, yo vivo triste, yo no me encuentro ... ¡me falta luz! Hay en mi vida triste vacío ... ¡y es que en mi vida me faltas tú! Tiene mi pecho la transparencia y la dulzura del lago azul: falta en su margen la imagen bella que se retrate ... ¡Me faltas tú! Ven a mi lado, mi cara amiga . Pon en mi vida calor y luz, que vivo triste, que no me encuentro ... ¡Nunca en mi vida me faltes tú! 1.939 130 SONETO Como sigue la sombra al peregrino consecuente a su planta dolorida, me acompaña tu imagen bendecida en la marcha escabrosa del camino . Y bendigo contento el negro sino que abrióme en el costado la honda herida , si pone a la tristeza de mi vida albores de lucero matutino. Yo sé que alguno, al verme sonreír en las más duras horas de dolor , me creerá insensible en mi vivir . ¡Ignora las conquistas de mi vuelo! No sabe que el milagro de tu amor ha trocado mi infierno en dulce cielo. 13 1 MADRIGAL Mi corazón no está preso, que late muy libremente; y el pensamiento en mi frente se enciende en pujante exceso . En alas de un dulce beso no se cansa de volar ... Penetra en el triste hogar con la fiebre del delirio y en tus labios de martirio rompe en blando desgranar. Si dormida te sorprende, queda un instante suspenso; y, lleno de amor inmenso, sobre tu frente se prende . Pero si el beso comprende que sufres desolación, tembloroso de emoción se posa sobre tu boca, y desciende en ansia loca a incrustarse al corazón. 13 2 Si algunas veces dormida -o despierta-, sientes breve una caricia ... ¡tan leve como roce de ala herida!, no te sorprenda, mi vida; más bien te alegres por eso : es que hallándome poseso de ternura , en mar sin calma, vuela a ti a entregarse el alma en el pájaro de un beso . 133 NO CONCIBO LA VIDA SIN TU AMOR No concibo la vida sin tu amor . Y si sufro la ausencia, es porque espero pasar la negra noche del dolor y mostrarte después lo que te quiero. Alivia la esperanza mi tormento; tu imagen es la estrella que me guía por el mar de amargura y desaliento, cuando es más triste la existencia mia . No importa que la vida sea dura y no tenga un amigo en mi dolor; me basta tu recuerdo de ternura y la hermosa esperanza de tu amor. Ya puedo descender a las tinieblas o subir mi calvario con la cruz; tu amor es como un sol rasgando nieblas y llevando a mi espíritu la luz. Si un día tu cariño me faltara y en mi vida muriese esa ilusión, sería cual si el Astro se apagara y todo fuese caos y confusión ... No concibo tristeza más gravosa ; tan honda soledad, dolor ingente ... Sería cual si un alma venturosa cayese en el Infierno de repente. 1 3 4 Mas no quiero pensar tanta amargura ... Me falta libertad, salud, dinero ... ¡Todo, Señor! Mas déjame la albura de su alma para mí ... porque la quiero con cariño fatal como la muerte, y más que a mi existencia ... De tal modo que negación sin ella es toda suerte, y con ella, Señor, ¡lo tengo todo! 135 ME TRAE EL VIENTO MARINO Me trae el viento marino gusto de yodo y de sal, blanca risa de cristal de un palpitar venusino. Sonidos de caracola . Sinfonía diamantina: espuma y vela latina y lujuria de la ola. Pupila azul de sirena. Mórbida carne mojada. Trenza de oro desatada sobre el oro de la arena. Nube blanca en el turquí del cielo y el horizonte. Sol y mar . Y sobre el monte un reflejo carmesí. Luna de plata y silencio. · Rumbo de ensueño y amor. Labios de fuego y de flor ... Y alma, detrás, que evidencio ... Tal en el viento apercibo en esta tarde estival. Mas ... ¡se disuelven cual sal los ensueños del cautivo! R . de A dultos de Alica nte, Mayo de 1.944 136 TE QUIERO Porque fuiste la imagen amada que endulzó la aridez del Sendero -de muy antes de verte, soñada-, ¡te quiero! Porque fuiste la miel de ternura en mi vida de triste jilguero ... Porque fuiste en mi noche alba pura , ¡te quiero! Porque fuiste el consuelo en mi pena y en mi falta el bendito perdón; porque fuiste en mi vida tan buena que tan sólo te vi corazón ... te volviste en mi duelo la calma; mi ideal ... ¡mi más caro venero! Y por eso , mi Justa del alma, ¡te quiero! 137 DESENCANTO He de limpiar el camino de mi casa de la sierra. He de limpiar el camino por donde ha de pasar ella. Allanaré los obstáculos . Quitaré todas las piedras. Me cuidaré de las bandas porque, como es primavera, han florecido campánulas, salvia, centaura, ajedrea ... Y es un deleite mirar las orillas y laderas ... Sí, he de quitar los obstáculos por donde ha de pasar ella. Yo esperaré en el collado que está arriba de la cuesta ... El corazón, como un potro saltará cuando la vea ... Es rústica mi casita al pie mismo de la loma, entre pinos; y es blanquita como un huevo de paloma. 138 Una gran enredadera, una parra y un rosal forman dosel ideal de mi casa en la frontera. El verde se desparrama por toda la serranía; y nuestro amor y alegría desbordará el panorama ... Cuando ella esté en mi mansión pienso soltar el jilguero que anida en mi corazón y diga lo que la quiero ... Allí un amor sin inciso aislado en la montaña , hará de humilde cabaña verdadero paraíso ... Pasó el tiempo . Ella no fue ... Y al poeta en larga espera fue sumiéndole, sumiéndole en un infierno de penas ... Un día se lo encontraron de bruces sobre la mesa ... La muerte le sorprendió escribiendo un madrigal luminoso para ella .. . (Escribía con las lágrimas radiantes de las estrellas ... ) 139 PREMURA Mira que la vida pasa como el sol sobre el paisaje, como el agua sobre el río, como la nube en el aire. Mira que la vida pasa ... y nos ata al engranaje del tiempo, que no se vuelve ni para ver la saudade . La rosa da su perfume, su juventud y donaire una sola primavera .. . ¡Pero es suyo el bello instante! Déjame marchar, mujer , si no decides amarme ; tengo mi tiempo contado y mucha labor delante. Tengo una alondra en el pecho que anhela beberse el aire ... y he de soltarla a la aurora ; después ... ¡se me haría tarde! Que la vida pasa rápida como el sol sobre el paisaje, como el agua sobre el río, como la nube en el aire ... 14 0 Déjame marchar, mujer, si es que no puedes amarme, que tengo el tiempo contado . .. y ha de florecer mi sangre, que la noche ha de beberse en luces de eternidades. 1.950 141 142 ERES MI COMPANERA Eres mi compañera porque así Dios lo quiso. Mis ojos te encontraron, y fue acontecimiento. Desde antes de los tiempos estaba ese momento escrito en un oráculo misterioso y preciso. Desde antes de los tiempos tenían compromiso mi espíritu y el tuyo de tal florecimiento: marchábamos los dos por recodos del viento soñando, deseándonos, hasta que Dios lo quiso . Fue el momento crucial en que nuestras miradas se encontraron a un tiempo; como dos llamaradas encendieron los ojos tanta espera interior . Tanta espera en el sueño, tanto ensueño en la espera, como savia en invierno afloró en primavera, y en delicias de luz estalló nuestro amor. 1.974 143 CANCION DE AMOR Tú contemplabas el cielo, yo te contemplaba a tí: ambos lo estábamos viendo. Lloviznaba ... Y tus cabellos se llenaban de diamantes a la claridad del Véspero . ¡Cómo envidiaba la luz que se los comía a besos! Tu sonrisa es un pájaro que abre sus alas leves y se aleja cantando .. . ¡Qué dulce escalofrío se escapa de tus labios! Al despertar cada día y sentirte respirar a mi lado , mi alegría no tiene en mi vida par . Pero siento, cual cizaña que se mezcla con el trigo, el pensar que una mañana no despertaré contigo. 1 4 4 NADIE ME PUEDE QUITAR Nadie me puede quitar la agonía de mi muerte: ese momento crucial de perderme y de perderte ... (iÜ de ganarme y ganarte para siempre!) 145 DOS RACIMOS PARA UN VINO Mi sueño era encontrar la compañera para hacer de la vida un colmenero; su sueño era encontrar al compañero para fundir en él la vida entera. Cada cual por su lado, a su manera, el tiempo consumía por entero esperando el momento verdadero en que el ser ideal apareciera. Estaba escrito y se cumplió el destino: queríamos los dos un riachuelo de juntar nuestros cauces ; un camino que fuera la unidad de nuestro anhelo ... (Eramos dos racimos para un vino). Y aconteció cuando lo quiso el Cielo. 146 ¡NO NOS SEPARES, SEÑOR! Somos los dos un aliento. Aliento del mismo aire. Somos los dos un espíritu . Somos los dos una carne. No nos separes, Señor. ¡No nos separes! Sería una gran tragedia, un desgarro irreparable ... No nos separes, Señor, ya que en amor nos juntaste. Llévanos a los dos juntos a tu seno, inseparables ... ¿No lo dice el Sacramento del matrimonial enlace, que ya queda indisoluble todo lo que Dios atare? Si nos ataste, Señor, nunca nunca nos desates. Como un haz llévanos juntos a tus mundos inefables ... Y si alguno se condena , Dios mio, no nos separes ... Nuestro amor alumbraría los abismos espantables ... ¡Los antros trascendería! 147 Conmovería a los ángeles. El Orbe se llenaría de vibraciones amantes ... No nos separes en vida, que somos del mismo aire; que somos un sentimiento; que somos la misma carne ... Y separarnos sería que el mundo se desgarrase ... No nos separe la muerte con su signo inexorable, que somos un monolítico espíritu inseparable. No nos separe la vida. La muerte, no nos separe: que vida y muerte son Vida transcurriendo interminable ... No nos separes, Señor. ¡No nos separes! Que somos indivisibles. Que somos inseparables ... Que somos un vino cálido de dos racimos iguales; un ardoroso perfume mezclado de dos rosales; una lámina homogénea fundida de dos metales ... (Dos en uno y uno en dos en espíritu y en carne; 148 uno en dos y dos en uno para siempre en lo Inefable ... ) No nos separes, Señor . ¡No nos separes! 149 150 4.- MI CORAZON YA ES SILENCIO (Poemas del creyente) 120 151 MI ORACION YA ES SILENCIO ... Mi oración ya es silencio, Padre mío. Ya es silencio por honda y por sincera . ¡Emoción de la senda verdadera que me llega en su cauce como río! Que me llega en claror Tu albedrío, como linfa en saudade de madera, como linfa bullente que le espera El Gran Mar en ternura de rocío ... Mi oración ya es silencio ... porque llega más allá de las pausas del sent ido ; más allá del sonido limitado .. . Es -Tú lo sabes- la total entrega: tal el grano de trigo en sí venc ido para ser en el Todo el Pan Sagrado . 152 DIALOGO Todo lleno de vida me encontré con la Muerte. Y los dos un instante nos miramos de frente. Y la Muerte me dijo: -Sólo he venido a verte: goza y sufre la vida ... Cuando la hora ,te llegue, yo vendré, y en mis brazos dormirás para siempre ... -¿Todo anulas en mí?, le pregunté a la Muerte. -No -me dijo-; hay en ti un soplo trascendente ... Yo me llevo de ti sólo la espesa veste que este mundo te dio para que en él vivieses. Actúo en la materia transformándola siempre . No puedo con la luz, ¡que es de Dios solamente! Yo pensé: Si soy soplo de Dios , seré en El siempre ... siempre. 15 3 QUIEN SABE QUE NO SABE ... Quien sabe que no sabe qué es la vida, perplejo mira el mundo y mira el cielo; se asombra en la raíz de cada anhelo, se pasma en el por qué de cada herida . Remonta alguna luz, siempre escondida sin poder explicarse su desvelo; cuanto más se remonta, menos cielo, menos luz del suceso de su vida . Y se alienta en las sombras su tormento, cual la savia en el árbol , cuando espera -sin saber- ser la flor y risa al viento . ¡Triste en potencia su apagada hoguera! Mas, si llega al filón del sentimiento, ¡qué júb ilo y verdad su primavera! 124 154 LA FE (L a fe mueve los mont es .) San Juan . La fe es oculta llama poderosa que alcanza lo imposible . En nuestro sino es ceguera que alumbra en el camino llevada de una fuerza misteriosa. Pasión la más intensa y más hermosa : parece descender de lo divino; pues jamás en lo fosco pierde el tino ni el Norte en nuestra v ida dolorosa ... Todo esfuerzo sin ella es vano empeño . Sin ella nuestra vida languidece y lo grande se esfuma en lo pequeño . Con ella , lo pequeño crece , crece ... Se plasma realidad lo que era un sueño. Se mueve el monte y el erial florece . 1.940 155 156 NO ME DEJES, SENOR, EN EL DESIERTO ... Dame el agua, Señor , de tu pureza, que ando sucio del barro del camino; dame un poco , Señor, del sacro vino , que ando muerto , reseco de vileza. Sopla un poco, Señor, en mi cabeza, que ando turbio de tanto desatino. Dame un rayo de luz de tu divino imperio de bonanza y de belleza ... No me dejes, Señor, en el desierto, donde el a~ua de amor es tan escasa que ~e mustia mi vida de secura ... Condúceme, mi Dios, al almo huerto, al tibio calorcillo de tu casa ... ¡Quiero hundirme en Tus Fuentes de Ternura! .. . 157 TARDE Lentamente la tarde se desmaya como un suspiro lánguido . Y el Véspero se oculta tras la nube cenicienta que se va ensombreciendo por momentos .. . Siento anhelo infinito. Con la tarde quisiera reintegrarme -como un sueño al Todo, lentamente, dulcemente , llenándome de luz ... oscureciendo. Inundarme de luz -hacia la noche-. Por ondas de ternura abrirme en vuelo . En tanto que la carne se ensombrece, deslumbrarme de Amor hacia el Misterio. 158 1 .944 GRITO A veces, taladrante, me llega un hondo grito impreciso y sin forma, mas de ignoto matiz. No sé si va subiendo de mi oscura raíz, o me llega en un halo del Poema Infinito ... Un nimbo misterioso. Un flémito profundo .. . Misterioso cual alma, más profundo que el mar. Y tan alto tan alto, que se llega a esfumar el recuerdo de vida en el ritmo del mundo ... Como idioma sin forma, sin sonido ni pausa ¡esparciendo un aroma, un dulzor fulgurante! ¡Oh ese grito, ese grito ... ! Esa miel taladrante ... ¡Quién pudiera ascender a su etérea causa! Nada sé del enigma del constante latido que me sigue en la tierra, y después ... (¡seguirá!) _Sé que un día sabré su profundo sentido ¡Oh qué gozo de luz ante mí se abrirá! 1.947 159 LLORA LA FUENTE ... Llora la fuente sonora y glauca, llora la fuente, sin reposar se vierte en llanto ... La voz del agua dice saudades del ancho mar. ¡Cuántos caminos, cuántas veredas tiene, cuitada, que caminar! Irá en las nubes , irá en las tierras siempre camino del ancho mar. ¿Por qué tan triste -dice la estrella- , tan largo llanto me da pesar ... ? ¿No corres libre por las praderas? ¿No te embriagas de luz solar? ¿No riegas dulce las raicillas del alma simple del vegetal? ¿No eres espejo de las estrellas? ¿Por qué, hermanita, tanto llorar? -¡Ay! -dice el agua- de donde vengo , ¡cuánto me cuesta para tornar! Mil siglos ando peregrinando, camino siempre del ancho mar ... 160 ¡Cuánto he sufrido, cuánto he llorado! Estoy e xhausta de tanto andar ... Harto mis culpas estoy pagando : ¡salí en un beso de luz solar! Dejóme ingrato por el camino ; dejóme ingrato a mi propio azar ... Y desde entonces sufro el martirio, camino incierto del ancho mar ... -As í va el Alma -dice el Poeta -; así va el Alma sir, reposar en larga Vida , por rr il veredas , camino siempre de la Gran Mar . 24- 3-44 . 161 NO ME DIGAS MAS ... No me digas más que te duele el alma aunque sea tu cuerpo hoja macerada; aunque sea tu vida redondez de lágrima ... No me digas más que te duele el alma. Dime que tu espíritu siente la nostalgia de otros horizontes cuajados de gracia .. . Dime que tus ojos buscan la lejana estrella impoluta de sonrisa clara ... Que vives en El, ajena a las gándaras de espinos y abrojos que impiden la marcha del cuerpo azogado -las flores tronchadas perfuman más alto-. Dime que levantas por sobre el pantano tu vuelo sin mancha ... (Que el fuego destruya el tronco robusto, no te importa nada: mira del dolor emerger la llama .. . ¡Sueño en luz sumiéndose como una plegaria! No me digas más que te duele el alma: es dolor de estrella ... ¡de Dios una lágrima ... ! Y tan sólo en Dios se cura esa llaga. 22-11- 51 162 YO Y MI SOMBRA Mi sombra va delante y va detrás, a un lado y otro lado de mis pasos; asiste tenazmente a mis fracasos .. . Mi sombra es siempre oscura y nada más . Si el sol me da de frente, queda atrás -ilusión de perder sus tercos lazos-; pero ella me persigue con sus trazos siempre fría y oscura y contumaz .. . Me sigue y me persigue y me atenaza con su negro designio de misterio , alérgica a la luz que siempre evita. Constante como el tiempo me amenaza dejándome entrever su eterno imperio ... Pero yo venceré: ¡La Luz me habita! 1 63 YO Yo soy un grito en la soledad de medianoche ... ¡Yo soy un ay! Mas por la cátedra de mi dolor, dice mi orgullo: « ¡Yo soy! ¡Yo soy! ¡Yo soy! » Y vibra todo en el alma. ¡Yo soy en medio de mi ignorancia! Y avanzo a oscuras cual la luciérnaga, s iguiendo el rayo que el la proyecta. Siguiendo el foco, en oscuridad camina el alma ... ¿Adónde irá? ¿Será atraída por algún Sol? ¿De dónde vengo? ¿Adónde voy? 164 Nada sé, nada de la Verdad ... Mas soy presencia y sé llorar . Ante la Vida me afirmo: «Yo ». Mas me pregunto: y «Yo» , ¿quién soy? 165 ¿ES ESTE EL CORAZON QUE YO TENIA? ¿Es este el corazón que yo tenía? En otro tiempo este corcel hollaba senderos de la Aurora y se encendía en el pasmo del día que llegaba. Mas nada de esta vida serenaba sus ansias de Infinito ... Pretendía un mundo que en el mundo no encontraba : La «verdad » a la «suya » se oponía ... Arrastrándome el tiempo en su riada -ignorando los rumbos de su vía impuso «su » razón a «mi » razón, escarneciendo la esperanza mía y reduciendo en todo como a nada m i extraño solitario corazón . 166 IGNORANCIA DEL HOMBRE Miré el camino atrás desde mi puente y vi tan sólo brumas, sombra ... ¡nada! Lancé sobre el futuro la mirada y en túnel se cerraba oscuramente. Entonces quise ver en el presente y sólo vi pasión ’ en llamarada; dolor y ceguedad; lucha enconada, y miedo de morir siempre latente. Al cielo dirigí la vista absorta: azul impenetrable, inmensidad ... ¡Inaccesible arcano en vida corta! Por fin encaminé la vista adentro de este ser que es en mi fragilidad y el Todo, el Infinito vi en su centro. 167 ANSIA ETERNA ¡Ansia eterna, ansia eterna! Hambrienta del Azul, en alma es girasol marchando en pos de luz ... ¡Estoy asido al vértice! -¡Oh el milagro de ser! ¡Húndete, oh noche negra , debajo de mis pies! ¡Oh Luz! ¡Oh Luz! ¡Oh Luz ... ! Ciega de la claridad .. . ¿Qué me costó ser vida? Y ¿qué me costará -¡oh noche del ascenso! llegar al Ideal? 168 MI CARNE ES TIERRA ... Mi carne es tierra, mas la tierra es pura; si recibe lo impuro , con la muerte devora las cenizas, la basura , y en vida nuevamente lo convierte . El cuerpo es la materia organizada ; pero la vida es el divino aliento , el soplo de la Gracia enamorada, la dádiva de Dios a todo evento ... ¡Qué milagro es la vida , qué portento! ¡Cuántas cosas el ser contempla bellas! La conciencia de ser ... ¡divino aliento! El infinito mar de las estrellas ... La carne es ilusión .. . Botón de tierra . Convive en desacuerdo con el alma . Retorna al seno al concluir la guerra y el alma cobra al fin toda la calma. 1 69 YO SOY COMO EL MISERRIMO MENDIGO Yo soy como el misérrimo mendigo que vive de implorar, pero yo imploro al Cielo los ocasos fuego y oro y las noches eufóricas ... Y sigo por médanos descalzo y sin abrigo, atento sólo al interior tesoro ... Yo sé que he de cruzar, cual meteoro, tan sólo con la luz que va conmigo. Yo soy un ser extraño que camina por el prisma del tiempo, paso a paso, entre beso de estrella y entre espina . Y cuento como un triunfo mi fracaso: espero ver el alba más divina al sumirme en las sombras del ocaso . 170 EN EL SUSPIRO DE LA TARDE ... En el suspiro de la tarde lenta se oye el silencio de la Tierra Madre aflorando a la punta de las hojas y cayendo al océano del aire. Asciende de la entraña profundísima a encontrar las raíces de los árboles, remonta en vibraciones a las cúspides y se derrama en místicos raudales ... Recibe del Espacio bendiciones ... Entonces se deshace en hondo aliento de vital poder sin principio ni fin .. . ¡y renovándose! ¡Oh la voz del Silencio en nuestro espíritu -latido temporal en nuestra sangre; camino y asistencia de esperanza; divina realidad en su lenguaje-! 1.9 53 171 POR QUE NO SERE ... ¿Por qué no seré viento, beso del aire azul, beso puro ... sin cuerpo? Adoro la pureza ... ¿Por qué no seré alma como el alma desea? ¿Por qué este cuerpo sórdido parecido a la tierra, donde brotan deseos como brota la hierba? ¿Por qué no seré vie:-ito, beso puro de amor ... sólo beso? 172 CALIZ DE ROCIO Por las noches, abierta -cuál el cáliz de un lirio dejo el alma ... Y se llena hasta el borde de estrellas hechas luz de rocío ... Y al beber de esa copa -cual corola de lirio comulgo con la ignota sangre del Infinito. l-V-74 173 ALMA SENSITIVA El alma sensitiva percibe vibraciones desde el aire , latidos de otras vidas ... Receptora -no importa las distancias -, se goza con los niños cuando ríen y llora con el mundo cuando llora .. . El alma sensitiva tiene mártir y m últiple vida . ... Voz de presentimiento : confusa profecía que , antes de que se cumplan avatares, ya al alma martirizan ... (Antes que el trueno llegue, ya el relámpago deslumbró en resplandores nuestra vista) . ¿ De dónde al alma esas corrientes vienen que le auguran tristezas y alegrías? ¿De dónde las saetas misteriosas , sutiles , parten a inquietar la vista? Científicos lo niegan llevados por sus artes analíticas: ¿ Qué pueden demostrar ciencias humanas ante la inmensidad de los enigmas? 174 Pararrayos celestes: El alma sensitiva recibe vibraciones de lo Ignoto . Deslumbradoras chispas . 175 NO TODO SE VE DEL HOMBRE Mirándome no me ves, no te veo si te miro; mirándonos no nos vemos ¡aún siendo tan conocidos! Nos conocemos por fuera : no en el último recinto donde aún cada cual se pierde en su propio laberinto, y se oculta cada cual en misterios de s í mismo ... 176 NAVIDAD Esta es la noche de ternura inmensa en que la Gracia descendió del Cielo. Enamoró los vientos. Lo señaló el prodigio de una Estrella ... La luna era de nata luminosa. Los pastores sintieron en la sierra un hondo escalofrío medular y siguieron absortos a la Estrella ... ¡Qué silencio se hizo en todo el mundo! ¡Qué calma más serena! ¡Oh momento crucial en que la Luz descendía a una hoya de la tierra! Era la noche de ternura inmensa en que la Gracia en Luz se derramaba en figura de Niño ... ¡Miel sidérea! .. . Cabía todo el Orbe en un pesebre . Toda la Gratia Plena ... (Y cupo en una Cruz todo el Amor. ¡Toda la Luz , sin pausa y sin fronteras!) Navidad de 1.984 177 ¿DONDE VA LA CARAVANA? ¿Dónde va la caravana por la aridez del desierto? ¿Por qué consultan los Magos la nueva estrella del Cielo? Escuchad todos los niños, que lo que digo es muy cierto: Avanzando hacia Belén va una hilera de camellos; sus pisadas en la arena borran las uñas del viento ... ¿Cuántas noches, cuántas albas sus pisadas sorprendieron guiando al dulce lugar las estrellas de sus pechos? Arribaron a Belén. Y los Reyes Magos vieron, entre mansas bestezuelas, al Creador de los Cielos ... ¡En un humilde pesebre el alma del Universo! Era una gota de luna caída a un botón de almendro ... Pelusilla de membrillo, nimbo dulce, tallo tierno ... 178 ¡La luz de todos los soles como cuajada en un beso! Y los Reyes le adoraron . Le ofrecieron mirra , incienso , oro ... ¡y el oro purísimo y rendido de sus pechos! En un humilde pesebre ¡el Alma del Universo ! 179 ¿QUÉ HEMOS HECHO, SEÑOR, DE TU MENSAJE? ¿Qué hemos hecho, Señor, de Tu Mensaje? El alma se dormía y Te olvidaba ... Al cuerpo lo más fácil le agradaba : la tierra fue nuestro único paraje .. . ¿Qué hemos hecho, Señor , de Tu Mensaje? « Tu prójimo amarás como a ti mismo » ... Y el fosco nubarrón del egoísmo la dulce luz borró de Tu lenguaje ... ¿Qué hemos hecho, Señor, de tu Mensaje? Por nosotros dolor de Tu venida. Derramaste Tu sangre herida a herida , ¡encima perdonando tanto ultraje! « No matarás », dijiste . ¡Eterna Ley! Cumpliendo propias leyes en la tierra, matamos por la ley contra la Ley y ¡aún Tu nombre mezclamos en la guerra! Tú dijiste, Señor: «Todos hermanos ». « El Amor es dominio de la Vida ». Y somos envidiosos o tiranos, perpetuando la lucha fratricida . Ha ya tiempo, Señor, de Tu viaje a la vida del hombre oscuro , vano; y ¡aún no busca la Luz de Tu Mensaje ... ! Ayúdanos, Señor , danos la mano. 180 HACE FALTA QUE EL DOLOR ... Hace falta que el dolor se encizañe en nuestra vida , para saber el valor de nuestra dicha perdida . Nunca se sabe medir del presente la importancia hasta que llega a ocurrir una infeliz circunstancia . Es , pues, vivir, aprender ; y es triste que la enseñanza no llegue nunca a valer si con penas no se alcanza. Es sabio rect ificar todo camino inseguro para mejor caminar los senderos del futuro . 18 1 CUANDO CRISTO EXPIRABA ... Cuando Cristo expiraba, un ruiseñor piadoso fue a cantar en su agonía . .. Era tal el encanto, la armonía, que olvidaba sus males el Señor . Miel espiritual, mares de amor derramaba en su canto el ave pía . El Orbe extasiado enmudecía, y el Cielo se iba abriendo como flor ... Cuando Cristo expiraba ... (que el martirio le dejaba como un tronchado lirio exán ime , pendiente de la Cruz) , el ave se perdía por el viento ... Su canto fue el amor y el sentimiento que no ha sentido el mundo por Jesús . 182 ¡LO QUE ME DISTE, SENOR! Señor, me diste los ojos para ver el mundo, el sol; para mirar las estrellas , para admirar la Creación. Y me dotaste de mente para discernir, pensar ... para admirarte en Tu Obra y entrever la Eternidad. También, Señor, me pusiste en el pecho el corazón para recibir Tu influjo , para palpitar Tu Amor. Y esta falena diáfana enamorada del sol, que anhela tornar a Ti ya pura por el dolor, ya pura por la alegría, ya pura por el Amor ... Señor, lo que Tú me diste , helo a Tus plantas, Señor , hecho temblorosa miel, deshecho en adoración. 1 83 VOY DEJANDO EL CAMINO ... Como es ley, voy dejando en el camino lo que encontré al nacer, de ignota fuente; y mi asombro en la vida va en creciente por ignorar la letra de mi sino . Vivo ignorando todo. Si un espino despierta con dolor mi ser consciente, afírmome en la vida crudamente; mas envuelto en las sombras y sin tino ... Caminar y pensar tengo por ciencia ... ¿Para qué vine al mundo? Mi ignorancia anhela claridad con impaciencia ... « Pues no se perderá -con insistencia dice una eterna voz desde la infancia la dolorosa luz de tu experiencia ». 184 FLOR DE HUMILDAD Mirad la flor escondida en un mundo de maleza ; toda su naturaleza es embellecer la Vida. Ved su copa inmaculada temblorosa de colores ... ¡Cuán divina a los fulgores que le da la madrugada ! Palpitante de arrebol en la soledad sonora , ella del sol se enamora, de ella se enamora el sol. Y , de noche , a las estrellas admira en la Inmensidad ... Ignorando en su humildad que es tan linda como ellas. Asi, en sencillez y calma viva tu flor escondida , que el valor de nuestra vida está en el fulgor del alma. 185 PASOS EN LA SOMBRA Si el hombre no te sigue, Cristo mío, ¡cuán ciego entenebrece su andadura! A un lado, perdición: vicio, locura ... y al otro el desaliento, el hambre, el frío ... Sus pasos en la sombra, a su albedrío, camino sin salida le procura; y más y más se hunde en la foscura, y más y más se crea un mundo impío ... Si un día despertara del letargo, ahuyentando de sí tanto egoísmo, en miel trocara tanto trago amargo. Si te abriera una vez, dulce Cordero, se haría claridad su negro abismo y la Luz guiaría su sendero. 186 EL TIEMPO SE HA DORMIDO ... El tiempo se ha dormido en la distancia al sentir en su seno Tu presencia , y cargar sin poder tanta potencia eterna , conservando su fragancia. ¡Oh, el alba misteriosa de Tu infancia , las mieles de Tu ciencia y Tu querencia, el fuego medular de Tu clemencia, el divino poder de Tu constancia! El tiempo se ha dormido . .. enamorado , perdiendo en la distancia su espesura , quedando tan delgado, tan delgado que deja transparente Tu figura ... , como una mar preñada de ternura , como un todo de Amor iluminado . 18 7 VOZ AZUL Voz azul de lejanías ondula dentro del aire llenando todos los ámbitos de cancioncillas vibrátiles. Sus ondas esparcen límpidas gozo armónico al paisaje; las antenas del espíritu captan sus claros mensajes . Verde paz va en las arterias fecundas y chispeantes en dúctil circulación de ópalos y diamantes . El aire es la sangre lúcida que circula por los mares traslúcidos del Espacio nutriendo vida constante ... Dentro del aire circulan vivencias de la «otra parte», seres que han muerto -y no mueren luz de esperanza y saudade ... Aquí y allá todos vamos, en lo pequeño y lo grande, lentamente descubriéndonos, y, en la Inmensidad, ¡cuán frágiles! Somos islotes ... ¡de Dios rodeados por todas partes! 188 Esa es nuestra salvación en los tiempos insondables ... La integración del gemido al Todo inconmensurable. 189 SOLILOQUIOS Ha sido mi destino una losa er. los hombros y amor en el camino. No pudo tanto peso ahogar el corazón ni mis ansias de vuelo. En la balanza del tiempo el dolor tuvo más peso. Pero en la del corazón, salió ganando el Amor. Dicen que se forma el Tiempo del correr de las estrellas en su eterno movimiento. El Tiempo a las criaturas no perdona en su correr; nos da un alba y una aurora y un cénit y una vejez .. . Después viene la noche. Mas luego, el amanecer ... Y como nada se pierde, no nos podemos perder ... Y eterno será en el Tiempo nuestro ser. 190 Sólo el recuerdo me asiste como una al!rora co nstante que me consuela y rr.e asiste ; y es más pura si más triste , más real si más distante. Si pongo en una balanza lo sufrido y lo gozado , marcarán desequilibrio al momento los dos platos: hacia arriba , el de la dicha, y el de las per:-ias, abajo. Pero agradezco a la vida todo el bien que me ha donado : el amor que he recibido y todo el que yo he sembrado . Todas las cosas encierran en sus vivencias misterios ; todas dicen , todas callan sus recónditos secretos : ¡que nunca llega hasta el fondo la curiosidad del viento! Todas las cosas encierran enigmas , puertas adentro. 191 Siempre es propicia la hora para darnos en Amor derramando lo mejor que en nosotros de Dios mora. Siempre en el alma es aurora y plenitud cenital si pasamos el letal muro espeso que interfiere: libre el alma así se adhiere al Concierto Universal. No saber de dónde vienes, ignorar a dónde vas, pero , ¡estar en el Camino! Andar la ignorancia , andar ... Un parpadeo de sombra y de luz ... ¡y nada más! Mas si despiertas, tu luz de otra Luz se alumbrará . Mientras vivas, aprovecha tu tiempo sembrando amor; que ya verás , sembrador ¡cuán hermosa la cosecha! 192 Se cansa tu cuerpo porque vive en el tiempo . Y el cuerpo acumula peso. Tú te liberarás de los dos : del tiempo y del cuerpo. Del cuerpo en el tiempo ... Te pondrás fuera de su alcance . Ligero . Libérrimo ... En vuelo anímico en el vacuo sin fondo de lo Eterno ... No hagas de ti un sueño a realizar . Ve sin camino marcado. Tú eres de todos los caminos . Sé apenas una presencia, invisible presencia silenciosa. Todas las cosas esperan la luz . Sin decir que la esperan . Sin saber que existe. Todas las cosas esperan por ti, sin hablarte. Sin hablarles. 193 No, no es posi~le escapar ... Tú , eres . Estás en la Vida. Estás en la Muerte. ¿Qué camino tomarías para escapar, si por todos los caminos te cerca la Eternidad? Juni o, 1.987 160 (2) 194 EN UNA VIEJA CHAQUETA En una vieja chaqueta hallé un papel olvidado, y volvió mi juventud a mis ojos y a mis manos; y guardé el viejo papel en la americana nueva para que aquel cielo puro conmigo siempre viniera ... (Hasta el bolsillo amoroso en que me guarde la tierra). Toda mi sangre estoy dando a lo largo del camino ... ¡Qué r ·ojos están los cauces de los aires que respiro! No me duele derramarme. También se desangra el trigo en torrenteras de harina para ser pan de los niños . Creamos un mundo feo y después no nos agrada; nos tiraniza nuestra obra .. . Nos tiraniza y nos mata. 195 ANSIA DE VUELO Cuando llegue la hora de pagar y alejarme de la tierra tupida, y envolverme en las luces prístinas de la Aurora siguiendo los designios eternos de la Vida, volaré, volaré en alas del contento ... Mundos innumerables deleitarán el alma. Llegaré a las regiones donde es bálsamo el viento y nacen la Armonía, la Belleza y la Calma ... . Entonces veré claro el porqué del Dolor, y el enigma axiomático del glorioso Progreso ... Beberé tembloroso en las Fuentes de Amor y seré todo luz, y seré todo beso. Y seré del Espacio, y seré de los mundos yendo desentrañando las recónditas artes. Como islote vibrátil de los mares profundos me veré rodeado de Dios por todas partes . .. ¡Oh, almas peregrinas, es glorioso el Destino! Llevad con valentía la carga de la cruz ... Sembrad a manos llenas amor en el camino, que el Amor y el Dolor te convierten en Luz. 19 Junio 1.987 196 DE MIRAR TANTO EL CIELO ... De mirar tanto el cielo, más del cielo me parece que soy, porque en la tierra el destino me obliga, siempre en guerra a vivir por la fuerza, en desconsuelo. Aunque soy de este mundo, va mi anhelo a escapar de la cárcel que me encierra ... ¡Un sueño de imposibles!, mas se aferra el alma en no vivir hollando el suelo ... Contradicción muy triste, adversa suerte el tener que vivir como gusano ahogando mi poder y mi albedrío. Me consuela pensar que, con la muerte -sin perder condición de ser humano-, sin trabas volaré a ese mundo mío . 9-9-87 197 DUALISMO Crece mi admiración día por día pensando en los trabajos de Natura: dentro de la Armonía, la Hermosura ; dentro de la Hermosura, la Armonía. Dualismo atrayente, fiel porfía que, en perfecta dinámica, asegura la marcha universal de la estructura divina con sus fuentes de Poesía. Lo bueno es bello, de virtud doblada; y el alma que estos dones atesora ya está del Infinito iluminada, porque en leyes de Dios obra y se guía ... Y su vida será una eterna aurora por rutas de belleza y armonía . 10-9-87 198 ANHELO Envolverme en el oro de la Aurora perforando la luz del Universo, y emerger en remotas lejanías derrotando mi ser Espacio y Tiempo; sumergirme en los mares del Amor bañándome en las ondas de lo Inmenso, y arribar a cantiles enigmáticos que adornan rutilantes archipiélagos; marchar en el viaje de la luz por galaxias pobladas de luceros, hallar las mismas Fuentes de la Vida siguiendo al Creador Su pensamiento, y poder reintegrarme enteramente, en la gloria amorosa de Su seno, -la gracia creadora y regidora-después de mil periplos , ya perfecto; el cristal de mi espíritu mostrarle, rendido en humildad -¡cuánto le debo!-, ofreciéndome a Su obra eternamente, y ver que mi deseo es Su deseo . .. , sería coronar todas mis dichas: ¡ser en El en el Todo y en lo Eterno! 10-9-87 199 ¡YA LLEVAME CONTIGO! Me muero por Tu Amor y Tu sapiencia. Me muero si no muero por quererte. Si muriendo, Señor, yo puedo verte, me muero de premura y de impaciencia. Me muero por matar esta vehemencia pensando pecador no merecerte ... Me muero por sentirte y por tenerte constante en mi conciencia y mi vivencia . ¡Ya llévame contigo! Fortaleza ya tiene el alma mía para el vuelo que, a más amor, volando menos pesa .. . ¡Oh, qué dicha será volar al Cielo! Y más cuando se sabe con certeza que esperas con Tu anhelo nuestro anhelo. 200 MI TESTAMENTO Voy a dejar mi testamento escrito: ¿Qué puede interesar mi testamento? ¿Los versos de un poeta sin talento que un día se creyó al Parnaso adscrito? ¿Mi sed insaciable de Infinito y mi amor infinito a todo evento? ¿Mi querer descifrar la voz del viento y otras muchas locuras que no cito? ¿Mi dolor en silencio padecido? ¿Mi temor a las almas ofuscadas? ¡No! ¡Más vale enterrarlo en el olvido! Tan sólo os dejaré mis alboradas; y el gozo del espíritu sumido en las noches de estrellas argentadas ... (¡Y todo lo que en vida os he querido!) 201 202 INDICE PROLOGO ........................ .................. 10 1.- ESTOS VERSOS ESPARCIDOS . ........... ... .... ....... .. 31 Mis canciones ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 Este soneto ... . ............. ........ .... ... .. ... .... ...... ... 34 Hasta que no estén maduros ... . .. ...... ... .. . .. ... .. ... .... ... 35 Fluye la poesía ... . .. · .. .... ....... .... ... .... .. ... ......... ... 37 El poema . ............ .. .. .. ..... ...... ...... ........ .... .. 38 Caminando el poeta. .. . .... ....... ........ .. . ......... ........ 39 Estos versos me he encontrado en la playa ... .. ... ..... ......... 40 Ante lo bello ........ ... .... .. ...... ........ .... ... .. .... ... 42 Destino del poeta .. ........... .... ..... ...... ....... .. ...... 43 Esa bella flor del campo. .. . . ..... .... .. .... ...... ..... ..... ... 46 Ultimo verso .. ...... ......... ............... ...... .... ..... 47 2. -ESTA ES MI HISTORIA (Poemas del entorno) ....... ... ...... .. .. .. . .. .. ....... .. ... 49 Esta es mi historia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50 Triste ronda ....... ..... .. ... ..... .... ... .. .. .... ... ... ..... 51 Romances de ciego . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52 Sueño y realidad . .............. ..... ... .. ... .... ....... ..... 54 Despedida triste .... .... .... ..... ..... .. .. .. .... ....... .. .. .. 55 Soneto a la esposa . ....... .... ............ ..... ... .. ..... .... 60 No podrá maltratarm e .... ..... ....... ........ ... ... ..... ... .. . 61 Cuando yo sea libre ................................ ........ . 63 Sagrado pan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64 Piedra dura de mi celda .... .... .... . ..... ...... ... ... .. ...... 66 Soneto ........... ................... .................... ... 67 Nardos blancos, nardos rojos ............. ... ..... ..... ... ... .. 68 Fatalidad ... ... .... ... .... ..... ... .. .. .. ... .. ..... ..... .... . 70 Estoy en mi celda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72 ¡Ay ! ... ....... .... ... ......... ... ... ..... ..... ..... .. ... ... 73 Los trabajadores encadenados ............... ..... ............. 74 203 Un día me negó su olor la rosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77 Opresión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78 La aparadora .. .. .. .... .. ... ....... .. .. ...... ........ .... ... 79 La libertad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82 Justicia de los hombres . : . . .. ...... ...... .... ..... ... .. .. ... .. 83 Los tábanos .......... .... ..... ..... ....... ... ... .... .. .... . 84 Enfermedad del tiempo .. ... .. ..... .. ..... ..... ....... ...... . 85 Realidad irreal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86 Mi hermana Libertad .. · ... .. .... ... ........... ......... ... ... 88 Voy desbrozando recuerdos ......... .. .... ........... ......... 90 A Hort, amistosamente . ............ ....... ....... .... .. ... .. . 91 EL LIBRO DE MIGUEL ............. ..... .... .... .... .. .... 95 Recordando a Miguel Hernández ...... ................ ... .... . 97 El vuelo azul de un poeta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104 Miguel Hernández . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106 Paloma en el azul ...... ..... .... · ........ ....... ............ 107 Miguel en la montaña ......... .. ...... ....... .......... ..... 108 Trance del poeta en el tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111 Mal tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112 Entierro del poeta Miguel Hernández . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114 Yo escuché su voz .. ......... ...... ...... ..... ...... .... .... 115 Fragmento de un discurso ..................... .......... ... . 118 El llanto de Miguel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120 En medio de un océano de penas . ....... .... .. ..... ..... ..... 121 3.- ¡OH, SOMBRA HERIDORA ... ! (Poemas de amor) ...... ....... .. .... ... .. ... .... .......... 125 Se despierta Jandira .. .......... .. .. .... ... ... ... .... ..... .. 126 ¡Oh sombra heridora y herida! .. ...... ...... ..... ...... ...... 127 Saudade . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128 En los mares del sur ........ .... .................... .. ... ... 129 ¡ Nunca en mi vida me faltes tú! ....... ............... ........ 130 Sonet o ................. ...... ... .. ........... ... ... ... .... 131 204 Madrigal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132 No concibo la vida sin tu amor ........... .. ... ...... ..... .... 134 Me trae el viento marino .............. ........ ...... ... .. ... 136 Te quiero .............. .............. ... ....... .......... . 137 Desencanto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138 Premura ............... .............. ......... .... ........ 140 Eres mi compañera ....... .... .......... .......... .......... 143 Canción de amor .................... ...... ....... ..... ..... 144 Nadie me puede quitar ............. .. ..... ... .... .......... . 145 Dos racimos para un vino ................. ... ............ ... 146 No nos separes , Señor ......... .... ............... ..... ..... 147 4.- MI CORAZON YA ES SILENCIO (Poemas del creyente) .................... . ... ... .. ... ..... 151 Mi oración ya es silencio ... . .... ... ... ....... .... .. ..... ..... 152 Diálogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153 Quien sabe que no sabe ... . ...... .... ..... .... .... ......... .. 154 La fe ....... ........ .................. ....... ............ . 155 No me dejes, Señor, en el desierto .......... ... ..... ... ..... .. 157 Tarde .......... .... ....... ...... .............. ... ....... . 158 Grito ...... ..... ... ........ .......... .. .. ..... .......... .. 159 Llora la fuente ... . ....... ....... ....... ...... .... ...... ..... 160 No me digas más .... ...... ........ ......... ... ... ..... ..... . 162 Yo y mi sombra ......... ..... ... ............ ...... ....... .. 163 Yo ....................... .... ........ .................... 164 ¿Es este el corazón que yo tenía? ....... ..... ................. 166 Ignorancia del hombre .............. ....... .......... ..... .. 167 Ansia eterna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168 Mi carne es tierra. .. . ............. ......... ... .. .. .. ........ 169 Y o soy como el misérrimo mendigo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 70 En el suspiro de la tarde ................ ................ ...... 171 ¿Por qué no seré ... ? .......... ................. .......... ... . 172 Cáliz de rocío . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173 205 Alma sensitiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 4 No todo se ve del hombre ........................ ... ..... ... 176 Navidad ............ .... .. .. ... . ...... ... .... ..... ........ 177 ¿Dónde va la caravana? ................. ......... ... .. ...... 178 ¿Qué hemos hecho, Señor, de tu mensaje? .... ... .. ... .... .... . 180 Hace falta que el dolor ... . . ..... ..... ... ....... ... ......... .. 181 Cuando Cristo expiraba ... ................ ......... .... .... ... 182 ¡Lo que me diste, Señor! ..... ... ..... ..... ....... .. ... ...... 183 Voy dejando en el camino. .. . .... .......... .. .. ... ....... .. .. 184 Flor de humildad .......... .... .... ..... ...... .... .......... 185 Pasos en la sombra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 186 El tiempo se ha dormido . ............. .. .. .... . ..... ..... ..... 187 Voz azul ....... ....... ........... ... .. ..... ... .. .. ... ..... 188 Soliloquios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190 En una vieja chaqueta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195 Ansia de vuelo .............. ... ..... ..... ..... ........ ..... 162 De mirar tanto el cielo. .. . .. .... .... ..... ......... ........ ... 197 Dualismo . ............... ... ....... ...... .......... .... ... 198 Anhelo ........ .... ... .. ..... .. ..... ..................... . 199 ¡Ya llévame contigo! ...... ....... ..... .......... ..... ...... . 200 Mi testamento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201 206 FE DE ERRATAS En la pág. 135, en la 7. ª estrofa , 2. 0 verso , dice: «Me falta liber tad ... », y debe decir: «Me falte liberta d ... ». En la pág. 152, en el 1_ e, verso de la 2.ª estrofa , debe leerse: «que me llega en claror de Tu albedrío». En la pág. 168, e l 3_ er ve rso de la 1. ª estrofa debe decir «el alma es girasol» y el 2. 0 ve rso de la 3.ª estrofa debe decir: «Ciega de c laridad ». 207 208 ’ . . • . li ~ - ’~ ~ -u , . . . • ’ .:_ ! , -._

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