Vicente Poveda y Juan

VICENTE POVEDA Y JUAN ( 1857~ 1935) EXPOSICIÓN: Coordinación: Mª CARMEN RICO NAVARRO CATÁLOGO: Textos: Mª CA RMEN RICO NAVARRO: Vicente Poveda y luan ( 1857- 1935) M ª CARMEN RICO NAVARRO: Catálogo de la obra ADR IÁN ES PÍ VAL DÉS Po ve da y la pin tu ra alica ntin a de e ntresig los Fotografías : HELI O DORO CORB Í S IRVEN T M USEO DEL PRADO M USEO DE BELLAS ARTES DE CÓRDO BA D IP U TAC IÓN PROV INC IAL DE A LICAN TE Dirección de arte y diseño: TÁNDEM Comunicac ión Vis u a l Impresión: BO15MAC, S L ., A RT ES GRÁF IC AS Depósito legal: V -4537 - 1998 ISBN: 84 - 921556 - 6 - 3 Concejalía de Cultura AYUNTAMIENTO DE PETRER DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE ALICANTE ÍNDICE Presentación 5 Poveda y la pintura alicantina de entresiglos 7 Vicente Poveda y Juan 11 Catalogación de su obra 21 PINTURA COSTUMBRISTA 23 Labrador 24 Guitarrista andaluz 26 Va lle de lág rim as 28 Pintando en San Marcos 30 Joven af inando la mand olina 32 Pa isa je de un a terraza en Roma 34 En la fuent e 36 Pozo ve nec ia no 38 Comun ió n 40 Prim era co muni ón 42 Palomas 44 En el patio 46 Cana l venec iano 48 Fumando en pipa 50 A lfare ro 52 PINTURA HISTÓRICA 55 La muert e de l príncipe de Viana 56 Godoy leyendo una misiva a Carlos IV 58 RETRATOS 61 Don Ciro Pérez Payá 62 Doña Emi lia Ferrer 64 Don José Pérez Payá 66 D on Migue l M ª Pérez Payá 68 E l conde Giuseppe Angletti Rossett i 70 Autorretrato 72 COPIAS 75 Salom é con la cabeza del Bauti sta 76 Lucrecia di Baccio del Fede 78 Bibliografía 81 PRESENTACIÓN Este catálogo es un intento de recup eració n de la obra y de la biog ra fía del pintor petre re nse Vice nte Pov eda y Juan (Petrer, 185 7-Rom a, 1935), ya que hasta es tos mome ntos ambas ha n sido poco conocidas Pretende mos co n estas páginas res catar del o lv ido al pint or d e may or fama qu e ha te nido Petrer , a s u arti sta más unive rsa l, cu yos c u adros so n cada día má s co tizados en el mer cado int erna ciona l de obras de arte. A lgunas de estas obras han sido re unida s, tras g randes y sign ificativos es fuerzos , po r el E xcmo. Ay unta mi ent o de Pet re r, pr opiet ari o de a lg una s de las m is m as, a unqu e el con sistor io ha increm entado s u patrimonio a rtístico rec ientemen te con la adqui sición, m edian te pública suba sta, de un magnífi co lien zo de Poveda. La expos ició n de las obras pic tó ri ca s t ie ne car ácte r tempora l, mientras que un catálogo de p intu ra es eterno, perdurab le a lo largo del t iempo , de a hí su nec esidad Est e libr o trata la vida del a rti sta en re lac ión con la evol ució n de su obr a p ictór ica para fin a lizar co n una panorá mica de la produ cción que conocemos hasta la fec ha y qu e en buena medi da hemos podido rec uperar La clas ific ación de los cuad ros se ha hech o en fun ción de unos apartados temáticos -ret ra tos, obras histór ic a s, etapa costumbr is ta y cop ias- , debid o a la falta de fec has de buena part e de la ob ra que pudi era serv ir para una correcta o rdenación crono lóg ica No obstan te, este tra ba jo no es fr uto de un día, s ino resultado de la rgos años de est udio e inves tigación e n torno a la en igmática figura de V ice nte Pove da, cuyos a ños e n Rom a fuero n los má s product ivos de su carrera , pero sin duda a lg un a los más os curos. Se ha llevado a cabo una intensa búsq ueda en archivos , gale rías y mu seos, ya que los lie nzos de P oveda está n rep artid os por todo el mundo y es harto difí cil segu irles la pista Al m is m o tie mp o, ha sido necesar io conseguir las ac tas de matr imonio y de d efunció n del a rt ista p ara sabe r cuándo y co n q uié n se casó, dó nd e v ivió , la fec ha y el momen t o de su mu ert e, documentos que se hal laban en los archi vos de R oma. E ste esf uerzo co lect ivo n ac ió co n un trab ajo de l e ntrañab le y tantas veces año rado Hipólito Nava rro V il lap lan a, invest igado r infatigab le que en el año 19 77 publicó en la revis ta de fies tas patro nales un artícu lo so bre el pin tor , logrando abr ir ca min os para po steriores inv estiga cio nes A este est udio sig uier on otr os de Adr ián Esp í Valdés, Carlos Conzá lez y Montse Martí. Francisco Javie r Jover Maestre, Mª Carmen Rico Navarro y Gabriel Seg ura Herre ro , que permi tie ro n con ocer nu evos as pecto s de la v ida y la ob ra del a rt is ta pe trere n se afin ca do en Ro ma Est os traba jos cimentaron n o só lo el i nteré s del Ayun tamient o de Pe tre r h ac ia la figura de este pintor si n o e l deseo de t raza r un a clara biog raf ía y una recupe ració n lo más exhau stiva pos ibl e de s u obra. Prueba pal pa ble d e todo e llo es la expos ición ant ológica cele bra da con moti vo de la inau gur ac ió n d el Cen tro Cu ltura l y e l libr o que tiene Vd. e n su s m anos. Mos trar l a o bra pictó rica de Pove da ha sido un g ra n reto que ha lleva do a cabo el Ayuntamie nto de Petrer con el fin de que el gra n públi co tenga l a oportun idad de co noce r a es te pint or aún no s uficient em ente valorado y poder aprec ia r su s magnífic os ret ratos, sus excelentes pa isa jes, las esce nas cost umbr istas de la v ida cot id iana en R o ma , el tie mpo d ete n ido e n la imagen de los ca na les de Venecia, rev iviendo en su s lienzo s céle bres mo ment os históricos , y s us at ract ivas ac uarela s, compradas mayor it aria mente po r c li e nte s inglese s, fervo rosos admir adores de s u pintur a P o r t odo e llo , esperamos que la expos ición ded icada a Vicente Poveda y Juan sea todo un éx ito, as í co mo e l ca tá logo que recoge e l l ega do d e una vida ded ica da al arte y que la p e rpetu ará a trav és de los siglos, porqu e r e te ner la expos ic ió n ded icada al mayor de los art ist as pe trerenses en imágenes que per dure n en el ti emp o y en la memoria es el objet ivo de es te ca tálogo, dest inad o a e vocar pa isajes, 5. • 6 r e tr atos , mome ntos y, en ge ne ra l, e l rea lism o y la b elleza q ue co n gra n m aestrí a sa be ca ptar P ove da e n es tos c ua dro s. No s g usta ría qu e e l pú blico que v is it e esta ex pos ic ió n co nsiga di sfrut ar d el riquí sim o le ng ua je plás tico del s ig lo XIX y q ue el ca tálogo que a bar ca la v ida y la o bra de este ge nio de la pintur a tu vie ra un a am plia y gene rosa acog id a e ntre c iudad anos de to da índ ole y co ndi ció n soc ia l Co mo p et rere nses y co mo a mant es del art e he m os d e se ntirnos org ull osos y satisfec hos en la m edid a de habe r rec up era d o pa ra la histo ria d el ar te buena pa rt e de la o bra de este exce le nt e arti sta. Mª Carm en Ri co Nava rro POVEDA Y LA PINTURA ALICANTINA DE ENTRESIGLOS Yo qui ero reco rdar - y con much o ca riño, ade más- una l arga co nversac ió n soste nida hace a ños, e n el tr ansc urso de la XX III Reuni ón anual de histo riado res del arte , ocurrida en Granada, co n aq ue l ilu str e ma est ro que fue el Ma rqués de Lozoya Me dijo qu e poc as veces se ha bía p intad o ’ta nto y tan bien ’ co mo e n el sig lo XIX españ ol Hab ía que matizar , cla ro Era menes ter una reflexi ón en torno a las téc n icas y los tema s. Se tenía qu e ace rca r un o a cada uno de los g ra nd es pintore s de la época y ext raer todas las e nse ñanzas que d e su arte se deri vaba n. Y en el caso de este pint or pet re re nse que es Vicent e Poveda y Juan , tan poco conocido durante mu ch os años, y come nzado a estudi ar y va lora r de un tiempo a esta parte, se puede aplica r es ta sabia se nten cia de D. Ju an de Cont re ras. Po veda , y como se demu estra en esta exposic ió n y en es te ca tá lo go, reco rre e l amp lio aba nico de la c reac ió n pictór ica, y lo ha ce s iempre co n exce lente mano y co n t éc n ica prod ig ios a, porque su prep ara ció n, s us ex periencia s pe rso nale s, sus compar ecenc ias públ icas le pe rmiten ir situándo se en el mund o de la plástica e spañ ola -y aún europ ea- que ti ene dos e nfoqu es bie n dife re ncia d os, aunque el un o co mplem ento o co nsec uen cia de l ot ro la seg und a m itad de esta ce nt u ria e n la qu e nac e ( 1857), y el prim er te rci o de l sig lo poste rior e n el q ue mu ere e n R om a ( 1935) E s Vice nte Pove da y Ju an otr o de los alica ntino s qu e se ’e nriqu ece’ co n los puntual es acue rd os de la D ipu tac ió n Pr ovincia l, fo rm ánd ose -g ra cia s a e lla- amp liand o y mejora ndo s us est ud ios de p intura en Madr id, p rim era m ent e, y e n la Ciud ad Eterna más tarde. La fig ur a e mbl emática de F ederi co de Madrazo y Kuntz es venerad a por l os futuro s pint ores El maes tr o conoce to d os los reso rtes del arte, los pract ica y sabe t ransm itirlos a su s alumn os, sie nd o Poveda uno de e llos, quien pront o, en 1879, apa rece ya ante el públi co en la Exposición que la Soc iedad ’E l F o m en to’ patroc ina en Alica nte, qu e desde 1860 -casi ve int e años ant es - n o conocía un eve nto c ultu r a l de esta índ ole Su cuad ro -dí gase que es co n el que ’ro mpí a ag uas’ -ha y que in scribirl o e n el t em a denominado de ’gé nero’, y se titula ’Un h idalg o de pie’ Es el mom ent o, adem ás, en que copia e l c u a d ro de Francisco Pradill a ’D oña Juana la Loca’ como s imple eje rc ic io de composic ió n y pa ra co ntes ta r a las ob ligacio nes que el pensionado le imp oní a Espai’ia -Mad rid- vive los año s mejo res -e n ca ntid ad y ca lidad- qu e surgen de las Exposiciones Nac io na les de Be llas A rtes, que se había n creado baj o el tut elaje de Isabel 11, y en cu yos sa lo ne s se prem ia n obra s de pintur a, grabado, escu ltura y aún proyectos a rq uit ectó nicos So n los ai’ios g lo riosos d e Ant oni o Muñoz Deg ra in , Em ilio Sa la Francés , José M oreno Ca rbone ro , Joaq uín So ro lla Ba stida, Juan Luna y N ov ic io, Ulpi ano Ch eca, Salvado r Viniegra, José Gran elo Ald a, A leja ndr o Ferrant y tant os otros. T o d os e llos oc upan la s pá gina s de los pe ri ódicos, son el ce ntro de las tertu lia s lit era ri as y a rtísticas, generá ndose un sentimi ent o c ultur al qu e ha de extender se a Ro m a, c iudad en la que otr os much os espa ño les -Poveda entre ellos- crea rá n un a a tmósfera simi lar, be né fica s in duda para e l a rte. A llí, e n I ta lia , se ha fundad o la Acade mia Españo la de Bell as Artes , en Ro ma , toc ando las piedras mag nífi cas de San Pi etr o in Mo ntor io , y directores ta n co nsp icu os co mo V ice nte Pa lm arol i, ent re otros más, sab rá n e nca uzar vocac io nes y s uge rir lín eas crea tivas. En París, s in em ba rgo , ha irrum pid o un m ovimi ento no tablem ent e at rev ido, nu evo, distint o, que en el es tudi o del f otógra fo Nadar, del Bou leva rd de los Capu chin os, acoge las muestras de Monet, Reno ir, Pi ssa rro, Sis ley, Degás , Mori sot, Guil aumin, Cézanne , Lépin e y B oudin. Pe ro Parí s, sin emb argo, no ha cer rado su s ojos a los ’taub lo tin es’ más aca bados, dibuj ad os y ’a trac tivo s’ de un Messio ne r o de otros ar tistas. El mi sm o pintor alica ntin o -d e Alcoy- Antonio Gi sb ert, qu e hicie ra céle br es, entre ot ros , ’ Ej ec ució n d e los Comuner os de Cas tilla’ y ’Desembar co de los Purit ano s e n Amér ica’ , in clu so más t a rd e ’Fus ila mi ent o de Torr ijos y s us co mpañero s’, se in cli na rá po r el ’c uadr etto’ de poca s med idas con te m as agra dables, bailes , fi es tas, interiores s untu osos. Mas volva mos a Vicente Poveda y s ituém oslo a hora en Roma. Ha dad o pru eba s de madur ez y accede a esta beca -ta mbién de la Diput ació n Pr ovincial a lica ntin a- en 1882, co n duración par a tres años. V ia Margutta y el Café Grecco son puntos de e ncuentro , y allí, co n un ambi ente entre románti co y bo he mi o, 7· • 8 coinc iden catalanes y valenciano s, madri leños y anda luces Fortuny , Reyna , Pin azo , Mar iano Muñoz, Ca sa nova, Echen a ... Una verdade ra república de ideas y parece re s, de inquietudes y aún de zozobras En las Aca dem ias Chig i y Cauva, lu gar de trabajo y de estudi o tant o teó rico como práct ico, se intro ducen en el cuadro de formato re du cid o -hoy diríamos , inclu so, ’minicuadr o’-en contrapos ic ió n a las g ran des te las co n tema s ta l vez enfar ragosos , muy teatralizad os pero, y como decía mi ma estro, d e ’exce pcio nal f actura , perfectam ente pintados’ H ay q ue dec ir ya que el ’preci osis m o’ -incluída a vec es la m in iatura-, e l ’majismo ’ (de maja y majo) es otra de las grande s corrientes que e n los últimos añ os del X IX aún perv ive, y más aún , se codea co n l o mejor de la é poc a Y , como ejempl o poco menos que el m ág ico ’ La v icaría’, de Ma riano Fo rt un y. L os petimetres dieciochescos, las damas de pe lucas enharinadas, los jardin es rococ ós, los es padachi ne s de saló n y m in ué, la elegancia y la ga lantería v istas de mi l man eras a lo la rgo de un cana l vene c ian o o de un a plaza reco leta, en una terraza repleta de jarrones y búcaros hin chad os de fl ores, con su s fu entes y surt idores nunca interrumpid os, de musgosos lugare s prop ios para amorío s, el interior de una alcoba ca rga da de espejos, cande lab ros, co rtinajes polícrom os ... he aqu í una amplí sim a co lecc ió n de tema s que se tra nspo rtaban a la tab la o a l lienzo con ajusta da precis ió n Nu est ro pintor da la impr esión que, apa rte del retrato , tem a que culti va con perfecci ón, esme ro y atil dad o es tilo, a veces muy valient e en la pin celac ión , da la im pres ió n digo que se afil ia o decanta hacia e l c uadr o que más arriba he denominado de ’gé ne ro’ Y lo hace co n so ltura , gracia , m ov ilid ad, e mpleo a mp lio y ge neroso de las tint as limpia s y pletó ricas de luz , e n el trazado -dibujo- seg uro y fir me . Pued en re cordar se algunos títulos que aparece n definit ivos ’En la fuente’, ’P ozo veneziano’, ’Pai saje de una terraza en Roma’ , ’Pal oma s’, ’ Jov en afinando la mandolin a’, etc. E s esta la producción p rec isame nte que envía a Berlín, Ba rcelona, San Petersburgo, Lo ndre s, Munich , Viena e in cluso Buenos Aires, c iudad d onde la pintura española de l X IX , la de flores y bo de go nes, la de escenas gracio sas y conte nidos amab les es admirada , cot izada y bien ate ndida por colecc io ni stas y mar chan tes, amén de la crítica Es el cua dro dese nfadado , cómodo inclu so. que no se compromete con postura o ideo log ía po lítica o soc ia l alg una que pueda ocas ionar molestias, disg ust os o deste mplanzas a l autor o a l mi smí simo co m pra dor del gé nero Esto podría ocurrir con ciert os retratos de perso najes lib erale s o co nse rvado res, en l os te mas histó ricos que pudieran entenderse -por la esce na evoca da- t endenci osos o procli ves a cual quier sentimi ent o. Recuérde se que Gis b e rt. di rec tor del Museo del Pr ad o, fue llamad o po r Olózoga el ’ p in to r de las libertades’ en un moment o hart o difíci l de la monarquí a isa be lina. senci lla m ent e po r que el pint or de Alcoy pintaba tema s en donde se reflej aba la o pres ión ’Com uneros’, ’Purit anos’ , ’Libera les’ co mo To rrij os y aque llos compañe ros suyos que morirían, fusi lados, en las playas de Má laga, si b ie n el c uad ro, enca rgo del go bie rno , fue ejecutad o cuando ya Isa bel 11 estaba destro nada y re sidía en Parí s. donde, precisamente, vivía y tenía su estudi o el pintor. E l cua dro que de forma general se llama de ’ge nero ’, es un cuadr o que no ca usa altibaj os Tiene la vir tu d, además, de l peq ueño formato, y tiene la perfecc ión del deta lle. de l acicalamiento, de l len guaje cro mát ico ple tóri co de lumino sidad , sin que falte no obs tante -y es e l caso de Pove da- la pince la da s u elta y ju gosa, desenfadad a, de a rranque impresionis ta, la simp le insinuaci ón que se tran sfor ma e n un espac io plás tico singularmente be llo. V icente Pove da pinta también a la t écnica de la acuare la . E s esta una t écnica que desde Turner co bra viveza y prestigio entre el coleccio nism o de la época Son legión los ac ua re listas ingleses del sig lo X IX, etapa e n la que, prec isamente, se crea la Sociedad de Acuare lista s de Mad rid, como respuesta al interé s qu e por este procedimi ent o se tiene. Y así, su s tra baj os so bre el tradici ona l pape l ’Wa tman’ r esultan agradable s, valo rá nd ose de forma absoluta las vela dura s y textura s, la limpieza y l a fijac ió n cro m ática L a ge ne ración alica ntina de Vicente Poveda y Juan resu lt a a to d as luces magnífica Cantidad y calidad co incide n p lena mente en una serie de verdadero s mae stro s qu e log ra n m edallas de oro, de plat a y de bron ce en Mad rid en prim era pr ov idencia, en San Diego de Californi a o en Berlín -por citar dos eje m pl os- o c ualquier otra capital en seg unda estanc ia . En torno a la década en la que nace en Petrer Poved a, se produce la apa rició n de estos artistas Fra ncisco Laporta Va lor y Emilio Sa la Fra ncés en 1850. E l primero p inta ret ra tos y se espec ializa e n temas re lig iosos y hag iog ráficos , poco frecuen tes en la seg unda mitad de l X IX español Sala vive en R oma y en París, co mienza como pintor de historia y acaba retratando a María Guerrero , niña , o a ilu s t res figuras de sus días , siendo autor a un tiempo de ’L a G ramá tica del color’, todo un tr atado qu e du rante años era l ibro de cabecera ent re los pintores. Lorenzo Casanova Ruiz es anterio r, pe ro su s di scí pulos , tales como Helio doro Gu illén, Ade la rd o Parrill a, L orenzo Pe ricás , Rafae l H ernández o Vice nte Bañu ls so n creadores que corren líneas para le las con Poveda. Fernando Cab rera Can tó nac e en 1866 y mu ere en 1 937. Tamb ié n estará en Roma y será pintor de pa i sa jes impres ion istas, de vigor cro m át ico, aparte de cuad ros cost umbristas de excelente factura, como ’¿Necesita usted mode lo? o ’El sa nto de l ab uel o’ y ’La calera’. Ag rasot, Joaquín Agraso t y Ju an, de O rihu ela, vive hasta 19 19 y es el creador de toda un a iconogra fía de ampl io registro p opu la r fies tas y sa raos, bodas y bauti zos, huertan os, barracas , g it anos y valencianos en actitudes dive rsas. En definitiva , se trata, pues , de una etapa riquísim a, bril lante , un sig lo de oro de la p intu ra a licant ina, pero si realmente examin amos bien la cuest ió n, n in gún pint or si se excep túa a Rica rdo María Nava rrete y Fos , q ue con Rico y Rey na es e l g ra n pint or de Venec ia , en soport es de med idas reducidas , ningún a rti sta ’hace ’ lo que crea , pin ta y realiza Poveda Tiene su esti lo Un estilo que ta mpoco es único o per sona l, s ino que está e n la línea de mu ch os pinto res españoles , fr anceses e it al ianos que v ive n y pa lpan l a mi sma atmós fe ra , pero q ue de ntro del contexto al ica nti no s í qu e re sulta singular Ben lliur e, Pinazo , Domingo, si se recuerda a maestros de Valencia, sí que están en la sintonía de Poved a, o acaso sea más exacto dec ir q ue Poveda estaba en línea con estos g randes artistas. Lum inos idad, intensa sie mpr e, pince l sue lto y jugoso pa ra ana liza r los detal les y p rotago nis m o de la anécdota, de la esce na o escenog rafía sobre la q ue el hecho se desarro lla Una act itud b enévo la en sus l ienzos tan ajustados y tan seguros e n la línea composit iva Otra cosa bien distinta será ’Va lle de lágr imas’, que le va le una tercera medalla, o ’La mue rte de l P rín cipe de Via na’, te m a natu ral mente histórico de l q ue no pudo presc ind ir Estaba Poveda como obl i gado a interp retar -a su modo , si se quie re - la histo ria E l rigor ’h is tor ic ista’ ma rcaba la dir ecc ión, im ponía unas reg las Poveda , si n em bargo , es Poveda c uando recor re Ve necia y se me te en los int erio res de las iglesias afil igranadas , c uando d isc urr e po r los pa tios de caso nas , pa lacete s y edificios no b les , cargados de h isto ria viva o reinventada, que para el caso venía a ser lo mismo. Adrián Espí Va ldés Di rec tor. de l In st it ut o de Cul tura ’I ua n G i 1-AI bert’ 9. VICENTE POVEDA Y JUAN ( 1857-1935) Vicente Poveda y Ju an , como o tros muchos alicant inos , fu e un excele nte pintor que tuvo que salir de su poblac ión nata 1, Petrer, para pro fu nd iza r en su s estudios. Esta c i rcu nsta nc ia ha determinado que algunos de l os aspectos relacio nados con s u vida todavía nos sean desconocidos. Es el caso de su f echa de nac imiento. Poveda y Juan nació en Petrer el al’ ío 1857, aunque un estud io sob re e l pi ntor de Navarro Villaplana identif icaba la partida bautismal de Constant ino Max imino Poveda y Ju an que aparecía recog ida en el Libro de Bautismo correspo ndiente al año 1865 que se conse rva en e l Arc hivo Parroqu ia l de Petrer con la de l artista Navarro Villaplana a ludía a múltip les referencias ora les de d iversos fam iliares, que permit iero n conoce r que Constant ino siemp re fue llamado por s u propia familia como V icente. C uest ión, por ot ro lado , bastante hab itual en el sig lo pasado e incluso en las pr ime ras décadas del act ua l. No obstante, las actas de matr imoni o y defunción del pi ntor ha n demostrado que Vicente Poveda y Ju an nac ió en Petre r el 20 de feb rero de 1857, en la ca lle Mayo r, nº 6 y fue bautizado en la Iglesia Parroqu ia l de San Bartolomé, Apóstol Posiblemente Navarro Villapla na p ud o conf undirse con un h erm ano pequefio del artista, ya que las fechas de la etapa de for mació n del pi nt or de muestran que por lóg ica Vice nte Poveda no po d ía te ner 1 3 años cuando fue becado por la Diputación Provinc ia l Su padre, Joaquín Poveda, co nocido popula rm ente co mo ’e l tío Monis’, era propietar io de tierras y comerc iante de almendras y su madre, Franc isca Anton ia Juan, pertenecía a una familia con una posic ión económ ica relativamente desahogada Ello permit ió que todos s us hij os pudi ese n cur sa r es tud ios Así, Joaq uín, fue secretar io de var ios ayun tam ientos de Cast illa; Luis Antonio, m ás conoc ido por e l ’capella de Mo nis’, eje rció de precep tor de los hijos de unos marqu eses en Madrid y estudió para sace rdo te; E lisa , est udió ma giste rio; y el más pequeño fue Constant ino Max imino, con el qu e t rad icionalmen te se con fundía a l pintor Vicente Poveda y Juan en s u es tudio de Roma. Año 1926. 11 • · 12 Acta de la concesión de la pensión en Madrid para ampliar sus estudios. 5-IV-1878. Desde muy temprana edad , Vicente manifestó unas claras dotes artísticas, aficionándose fundamentalmente a la pintura De esta aptitud tendría conocimiento D. Ciro Pérez Payá, rico hacendado de Monóvar , diputado en la Corporación Provincial y amigo del padre de Vicente. Esta amistad, debida quizás al trato comercial, supuso que Vicente Poveda, a la edad de 21 años, solicitara una pensión a la Diputación Provincial alicantina el día 4 de abril de 1878. El objetivo era seguir en Madrid sus estudios. Tuvo que competir con otras promesas de la pintura alicantina como Farac h, Hernández y Antón. En el acta de la sesión del día 5 de abril del referido año, la Comisión Provincial propuso que el Sr. Amarás pensionado en Madrid pase a ocupar la plaza de pensionado en Roma, que quedará vacante en 1 º de Julio y que con la del Sr Amarás se constituyan dos, con el haber anual de 1 000 pesetas cada una, para las cuales se designan a D. Rafael Farach y D. Vicente Poveda Juan Estas pensiones, instituidas por la Diputación desde 1863, y cuya duración era de cuatro años, ascendiendo su importe a 2.000 pesetas anuales, se concedían a una sola persona Por ello, es destacable el hecho de que por primera vez se concediera esta pensión a dos pintores , dividiendo su cuantía, a pesar de las objeciones de algún miembro de la comisión, como fue el caso del Sr. Guardiola que manifestó que las pensiones debían circunscribirse a una y ésta debía concederse al que demostrase aptitud sobresaliente para dicho arte, siguiendo el ejemplo establecido en otras provincias El 1º de ju lio, Vi cente P oveda inició su s est udios en la Escue la de Bel las Artes de San Fern and o en Madr id, d ond e fu e a lumn o de Fede rico M ad raza, d irector de dicha acad emia y figu ra se ñe ra de la pintur a decimo nó ni ca. Mad raza lo introdujo en l a p intura ’ret rat is ta’, en el ll amado ’cuadro de géne ro’ y e n la p in tur a histó rica, temas característicos de l arte ro m ánti co de la époc a La primera exposic ión en la que Vicente Poveda participó fue en la Exposición Provin cia l, patroc ina da por l a Soc iedad ’E l Fo ment o’, ce le brada en los sa lo ne s del Ay unt amient o de Alica nte y en el Cons ulado del Mar e inau gur ada el 8 de agosto de 1879. En ella parti cipa ro n pint ores de to da la provinc ia, de staca ndo en tre ellos e l o rio lano Ag rasot. los ilicitan os Ma rian o A ntón Se rra y Pedr o Ybarra , y e l alicantino Mauricio Fr anco. Vicen te Poveda ex puso un óleo de peq ueño fo rmato, ’Hida lgo de p ie’, del que aparece refe ren cia en el per ió dic o ’El Grad uador ’ de l día 20 d e agosto (Espí, 1972) El auto r de l artí cul o, Joaq uín del Am o, se expresa ba así: representa un hidalgo de pie, apoyado sobre la pared ... El cuadro de l señor Poveda, en verdad, no es un lienzo de prete nsiones ... este lien zo es precioso: buen colo rido , natural posic ió n y verdad en lo s detalles .. en su eje cu ció n el artista revela dotes de verdad ero artista. An tes de la partida de Vicen te Poveda y Ju an a Mad rid o du rante los via jes que realiza ra a Petre r mientra s amp lia ba estudi os e n la E scuela de San Fernando , p int ó c uatro re tr atos de di versos miembros de la fa milia Pérez P ayá. Entre ellos, e l retrato de D. Ciro y e l d e s u muje r, m ostrando a sí su ag radeci mient o a esta familia, q ue tan to le ha bí a ay udad o e n la consec ución de la beca. Po r estas mism as fechas p int ó asim is m o e l cuadro titulado ’Lab rado r’ , tamb ié n co noc ido como ’E l caste lla no ’, aunque por test im oni os o ra les sa bem os que probab le m ente se trataba de un olive ro de Sax. P os ib lemente , un a de las activ id ades que rea lizaba en la Esc ue la de San Fernando , co n el obj et ivo de p e rfecc ionar su t écnica , consist ía e n la cop ia tanto de cuadros de pintores fam osos, co mo de obra s ga la rd ona das co n dist incio nes en los co ncur sos nacio na les de bella s artes, acudi endo con frecuencia al M useo del Prado a rea lizar las . De este modo , junt o co n el cuad ro titul ado ’L ab rado r’ ( 1 879) se e nco ntrab an una cop ia del venec iano Tizia no (1487-1576) y ot ra de l flo rentin o And rea de l Sarto (1 486-1530) que le son at ribu idas , aunq ue a par ece n sin firmar. D el pr im ero cabe citar ’Sa lomé con la cabeza del Baut is ta ’ y del seg und o un re trato de su esposa, Lucrecia di Bacc io, am bo s en co lecci ones particu la res de P et re r, si bien en el Re gis tro de copistas del M useo del Prad o Vi cente Poveda no a parece como a uto r de es tas co pias A l m is m o tiempo, la conce sió n de la pensión co nllevab a la ob ligación de envia r cuadros a la Diput ació n co mo mue str a de su s pr og resos artí sti cos. Así, e n el acta de la ses ió n del día 3 d e nov ie mbre de 1880, la Co misió n de Hac ie nda dab a las g racias a D. V icente P oveda y Juan: por el cuadro que acaba de pintar , cop ia del de Doña Ju a na la Loc a, y na regalado a la Dipu tación Este c uadro era co pia de l h omó nimo del pintor Franci sco Prad illa Ort iz, el c u a l, en 1878, fu e ga lardonad o co n el p rimer pre mio de la Expos ic ió n N acio na l de Bella s Artes en Madrid . La co pia d e Vice nte P oveda se co nse rv a actua lmente en los fondos pictó ricos de la Exc ma. Diputa ció n Prov inc ial de Alica nte. A los 24 años, sie nd o alumn o de la E scue la Espec ia l d e Pintura, Escu ltura y Grabad o de San Fern ando, partic ipó por prim era vez en una expo sic ió n nac io nal. la de Bellas Arte s de 188 1, do nde exp uso un lie nzo - ca tal oga do co n el núm ero de o rde n 567 - inspi rado en el d íst ico de A Ló pez de A ya la ¿ P or qué antes no na de ser impedim ento lo que de spués atro z re mordimi ent o? 13 · · 14 Agradecimiento de la Diputación Provincial de Alicante por la donación del cuadro ’ Doña Juana la Loca’. 3-Xl-1880. P e ro és ta no fue la úni ca exposición e n la que tomó part e du ra nte d ic ho a ño Tambi én ex hibi ó sus o br as en las expos ic io nes ab iertas por e l Círcu lo de Bellas Artes de Madrid y po r el seño r H ern ández, gran colecc io ni sta y m ece nas, con los cuadros ’R ec ue rd os de To ledo’, ’Narciso’ , ’La ausenc ia’ y ’Es tudi o de cabeza de vie jo ’ A prin cipios de juli o de 1882 se le acabó la pensión en Madr id . Po r ello , y con vis tas a completa r s u s est ud ios, so licitó a la Diput ació n alica ntina la conces ió n de una nueva pe nsió n en R om a, i mportante centro artíst ico de la época, do nde mu chos de los p int ore s es paño les acudía n a ampl iar s us co noc imi entos. En esas fechas , la pen sió n de Roma o to rgada por la Diputac ión había qu eda do vaca nte, al finaliza r su p ensio nad o el pintor Ant oni o Amorós. El día 4 de abril de 1882, en la ses ió n d e la Diputación respec to a la pensión d e Roma se acordó agraciar con ella a Don Vice nt e Poveda que tanta s pruebas tiene ya dadas de su aptitud, de su competencia y de su aplicación Ese mism o día , Gobierno Civ il co munic ó a Vicente P oveda la co ncesió n de la pens ió n por un p e ri odo de tres años, iniciánd ose en 1° de ju lio del mism o a ño co n un a c ua nt ía anual de 3.000 pesetas. La carta que diri ge al a rti sta es breve y conc isa: Sr. D. V icen te Po veda. P erso nal . 4 de abril de 1882. Este Cuerp o provincial no. o.cardo.do en reun ión de hoy concede r o. V lo. pensión o.nuo.l de tres mil peseto.s , con el fin de que puedo. perfecciono.rse en el difícil o.rte de lo. pintum , o.l que con to.nt o o.prov echo.m ien to se no.lla dedico.do , y cuyo no.ber percibirá desde el 1 º de julio próximo en que empi ezo. o. regir el presupu esto de 1882-83 . Lo qu e le comunico. o. V para su intelig enc io. y so. tisfo.c ción Dio s guo.rde o. V Muchos o.ñas (Espí, 1981) En octub re de 1882 , a los 25 a ños de edad, partió hac ia Roma , donde las asig nac io nes eco nó mi cas rec ib id as por los pen sionad os res ult aba n muy escasas; hay que tene r en cu e nt a qu e debía n mantenerse, comprar mate ri ales, v iajar, etc. El prin cip al gas to l o cons tituía el alquiler de estudios o tal le res, que so lían ser compartidos por pintores provenientes de la mi sma región o ciudad. Este es el :’ .tt ’;’~.--:::::-:- .. --.::~-, -.. ’ -.. • .~.-¡,:..;;.:~ .... -- ............. ~ .. - ’ ~ ~ - .,: ,·· . caso de Vicente Poveda, que residí a en la misma casa que los a rtistas valencianos Vice nte March Ma rco, Ped ro Se rrano y Gab riel Puig Roda , jun to a l mad rile ño Manue l M uñ oz y o tros pintores ital ianos S u viv ie nda estaba ubicada en la V ia Marg utt a, 5 3, ta n po pul ar entre los a rtistas y bo he mi os, y donde se encont raban, ent re o tros, los es tudio s de Mar iano Fortuny , José Vi lle gas, Benlliure, Agustín y Juan Pablo Sa lina s, Ig nac io Pinazo , José Galleg os, Domingo Muñ oz Cuesta, Franci sco Peralta del Campo , Lui s Jiméne z Aranda, Mariano Barbasán, Ant onio R eyna y Anton io Es truch , entre otros (Go nzá lez y Martí, 1987) Resolución de la Diputación Povincial otorgando el pension ado en Roma a Vicente Poveda. 4-IY-1882. 15 · · 16 Act a de matrimonio de Vicente Poveda y Juan con C aro lina Gin a Bravesca . 25-Xl-1895 . Una vez integrad o e n Roma no pe rd ió co ntact o con e l mund o artísti co de España , in te rv ini end o en va rios co ncur sos nacionale s de pin tur a, pos iblemente a tra vé s de la Ac adem ia E spañ ola de Be lla s A rtes e n Rom a, que era p re ci sam ente la qu e se o cupaba de la prom oc ió n d e lo s art is ta s es pa ño les E l 24 de mayo de 1884 se inau gur ab a e n M adri d la Exposic ión N acio na l, d o nd e V ic ente P oveda exp uso e l li e nzo firm ad o e n Rom a, titul ad o ’Val le de lág rimas’, que o btu vo co mo ga la rdó n un a med a lla de 3 ª c lase . E n es ta ex posic ió n pa rt ic ip aro n, e ntr e ot ros , los p in to res a lica ntin os Ag raso t, Jove r y Casa nova, N ava rrete y Fos, e tc. E n el ve ra no de 188 5 se le a cabó la pensió n de l a Diput ació n Pr ovin cia l d e A lic ant e y dec id ió f ija r su r es idencia e n R om a, c iudad qu e atrajo a l a rti sta debid o a su s inm ensa s pos ibilid ad es pic tó ricas y s u gra n a mbi ent e a rtísti co. No tenem os consta nc ia de q ue rea liza ra v ia jes a España , p ero sí d e s u p art ic ipac ió n a rtí stica e n la E xpos ic ión Naciona l de Be llas Artes -qu e co menz ó e l 21 de ma yo de 1887, y se in sta ló e n el Pa la cio de las Art es e Indu strias, inau gur ad o co n m otiv o de esta e xpos ic ió n-, do nde expu so los lie nzos ’ La últim a des pedid a’ y ’ La mu ert e del p rín cip e de Vian a’, sie nd o és te úl tim o e l que obtu vo de nu evo una m ed a lla de 3 ª clase, y a que la te m át ica e n torn o a la s cu estio nes histó ricas y necr ofíli cas alca nzaba ese a ño s u m áxim o a pog eo Casi co n to d a seg uridad , Pov eda se basó e n la o bra ’ El prín cip e de V ia na’ del pint or m alag ue ño losé More no Carb o nero ( 1860 -1942 ), pre mi ado co n prim era medalla en la Exp o sic ió n N ac io na l d e 188 1 Este cuad ro y o tro titula do ’La co nve rs ió n de l duqu e de Ga ndía’, prem iado ta mbién co n m ed a lla de prime ra cla se en la E xp os ició n Na cio nal d e 188 4, gua rd an mu cha s co nco mit ancias co n el _A’J Yl’.f DI MA.’TRIMONIO 1 1 . I .· lie nzo d el a rti sta petr ere nse, no só lo en l o re fe rent e a la te m ática hi stó ri ca y necr ológ ic a , s ino tam bié n p o r lo qu e res pec ta al con vencionalism o, co mpos ic ión amañada, gu ardarropía; grand es person ajes de l a histori a enca rnado s po r modelo s, que expre san, co n adem an es y gestos de pura fó rmul a, se ntimient os que están mu y le jo s de expe rimentar Jun to a Vicent e Pove da pre sentan tambi én obr as l os alicantin os Jov er y Casa nov a, Fr an cés y Pasc ua l y A ntoni o Amorós , y fig ur a co mo jurad o de l ce rtamen el a lcoy ano Rica rdo María N avarrete . En Roma continuó as is tie nd o a las clases nocturn as, co n todo s los a rtistas antes c itado s, de las aca demia s Chigi y Cau va, sit uadas en la misma Via Ma rg utta , e n la qu e tambi én se e ncontr aba e l Ce ntr o Int ern ac io nal d e Arte. Esta s acade mias e ra n d e la s más po pu la re s y co ncurrida s po r los esp añole s, do nde se pra cti ca ba la pintur a de pequeñ o fo rm ato , dibuj o y, sobre tod o, la acua rela sob re pa pe l W atm an , técn ica en la que se espec ia lizó a partir de ese m om ent o Vicent e Po veda. En esos m omento s era n los ingl eses los may ores co le cc ion is tas de ac ua re la s. T e nemo s re fe re nc ia d e qu e V icent e Po ve da pa sa ba amplias tempora das en Ve nec ia, do nd e se d edicab a a pin ta r vista s de la c iudad e int erio res d e pa ti os palaci egos, pre ferent em ente a la acu are la, q ue remitía a sus mar chant es londin enses , de la qu e es un eje mp lo ’ Pozo ve nec iano ’, ta mb ié n firmada en V enecia sin fec ha l eg ibl e N o obstante, tambié n real izaba tr abajos al óleo co mo ’Pintand o e n San M arcos’ , firmad o en Venec ia en 1889 ; ’Pai saje de una terraza en Ro ma ’ y ’E n la fuente’, firmado s en R om a en 189 0. To do ell o nos ha bla de un aba nd ono de los te m as hi stó ricos con los q ue h abía s ido ga lardonado en su s prim eros a ños e n Ro m a y la adop ción d e tema s cost umbrista s en las c iudade s it a lia nas. E n 1895 , el d ía 25 de nov ie mbr e, contr aía mat rimoni o en el A yuntami ent o de Ro m a co n Caro lin a Gin a Bra ves ca , na tur al de Si rolo, ac tuand o como tes tigos de bo da su s amigos, tamb ié n pint ores, Francisco Pradilla Ortiz ( 18 48-19 21 ), qu e un año des pué s fue no mbr ad o Direc to r de l Mu seo del Prado , y Ale jo V e ra Esta ca ( 18 34-1923) , pintor castell ano co nocid o como ’el pintor d e los tem as po mpe yan os’, que fu e nomb ra d o direc to r d e la A cade mia d e Bellas Art es de Roma en 1892 . E l prim ero , aragonés , asis ti ó junto con Pove da a la acad em ia Ch ig i y e n 1878 se le co ncedió la prim era m ed alla de hon or en la N acional de Madrid , pr emi o que rec ibe ta mbién en la Un iv e rs id ad d e Parí s y e n la Exp osic ió n U niv ersa l de V ie na , cel ebr ad a c uatr o años des pués En 188 1 fue eleg id o direct or d e la A cad emi a de B ellas A rt es e n Roma y en 1 896 fue n ombr ad o dire cto r d el Mu seo d el Prad o. Está consid erado como e l pi nt or mej or preparad o y más er udi to d e su gener ació n También actúa como t estig o e l marqu és Frances co del Gri llo , co la bo rador del diari o e l Giro di Roma . De su m atrim onio no tu vo descend encia E n e l act a, e l a rti sta apar ece como Vin ce nzo León Poved a. V ic en te P ove da siguió pintando y parti cip ando en numerosa s exp osic io nes Enviaba con regu larid ad o bras a la s e xpo sicion es de Viena, Munich, Londr es, San Petersburgo, Berlín, Bar ce lo na, Mad rid , R o ma y Bu enos Aires. A sí e n B erlín y e n el m is mo año e n que contr ajo matrimoni o, ex pu so su ob ra ’E l r o mance españ ol’ o p oste ri orment e, en 1904 , en la Ex pos ición N acio nal de B ellas A rtes en R om a p rese ntab a el lie nzo ’Car dena l e n ora ció n’. Se gú n el éxit o comerc ial y la fama de los a rtistas, é stos te nían la p osib ilidad de mejo rar su pos ic ión soc ial, a sí co mo de camb iar d e residen cia No conoc em os bien si Vi cente Poveda camb ió su domi cili o des pué s de es ta blecer se en la V ia Mar gutta . Ah ora b ie n , en 1900 , Pui g Roda se tras la dó a E sp a ña, ve ndi end o to dos los objetos de su estudio a Poveda , fa cturánd olos a trav és de l Sr. Ramp oni , s u marchan te italian o Con t od o, parece ser qu e V icent e Pove da cre ó un estudio de pintur a en Rom a. C onocem os a través de l tes tim onio d el pint or sa jeñ o Pe dr o Valdé s Náge r ( 190 6-1996 ) su relaci ón co n e l pint or Vi ce nte Po ved a. V ald és, al ig ual que Poveda, ta mbién e stu vo pension ad o e n Rom a po r l a 17 · Acta de defunción del pintor. Rom a, I-Vlll-1935 · 18 Diputación de Alican te a comienzos de los años ve inte, y al lí conoc ió al pintor petrerense. Hubo entre ambos una buena amistad, una relación de paisana je y también , debido a la edad, una relación casi de padre a hijo El petrerense le ayudó durante toda su estancia en Roma y Valdés , aparte de estar le agradecido, s iempre sintió una gran admirac ión por sus capacidades artí sticas . De su v ida no conocemos prácticamente nada más, con la excepción de la po sibilidad que señaló en su día Hipólito Navarro Villaplana referente a que pudo trabajar como pintor en el Vaticano , aunque no se dispone de ninguna información que lo confirme, puesto que en el Vaticano no se halla ninguna obra suya. Vicente Poveda murió según figura en el acta de defunción, el día I de ago sto de 1935 en la Plaza Navona nº 93 de la ciu dad de Roma , a los 78 años de edad , habiendo fallecido su mujer Carolina con anterioridad. Respecto a su obra, Poveda es sobre todo un pintor costumbr ista que cultiva con igual maestría tanto el retrato como el paisaje, lo que nos ha permitido conocer una obra d iversa y de gran calidad , así como a un artista muy cualificado dentro del panorama de la plástica alicantina de l XIX. Costumbrista en multitud de obras, Poveda se distinguirá también como cu ltivador del cuadro histórico, la pin tu ra con argumento tan en boga e n aque llas décadas, y a estas facetas responden entre otros ’ L a muerte del prín cipe de Viana’, la copia de Juana la loca y otras te las más. Entre sus lienzos históricos destacan por su magn ificencia y gran formato ’La muerte del príncipe de Viana’ y ’Godoy leyendo una misiva a Carlos lV’, rea lizados en una época en la que la pintura de asuntos históricos estaba muy de moda Pintó c uad ros color istas, at rac tivos, desen fadados, de red ucidas med idas, a me dio ca mi no, tal vez, del quadretto y de l gé nero prim oroso que dese mboca e n el majis mo (Esp í) P or lo q ue respecta a los retrato s, plasmó en los mism os, casi s iempre, a co nocidos su yos y a llegados Este es el caso de la fam ilia monove ra de los Pérez Payá , de la que se conserva n retratos de varios de sus miembros, y del co nde Giuseppe Angletti Rossetti, aunque también ha llegado a nosot ros un m ag nífi co autor ret rato del a rt ista en los años de su senectud, en apar iencia inacabado En la pi ntura de Vice nte Poveda y Juan asis timos a dos tendencias en apariencia contrapuestas en c u a nto al tamaño de s us ob ras, quizás incluso a un a evo lución -la ausencia de muc has fechas no pe rmi te pasar de la mera hipótes is - desde los gra ndes lienzos histór icos de med idas sorpre ndentes co mo ’L a muerte del prín cipe de V ia na’, here ncia s in dud a de Mad razo y o tros p into res afamados y ded icados a tal moda lidad, a los cuadros de pequeño forma to que p intará d urante su l arga estanc ia en Roma , in fluido s in duda po r las enseñanzas recibidas en las academ ias C higi y Cauva -’En la fue nte’ , ’Palomas’ , ’Jove n afina ndo la mandol ina’ , etc.-, pasando por unas o bras q ue suponen un tér mino med io ’Co mun ión’, ’ Prim era co munión ’ y ’Pa isaje de una terraza en Roma’. S in embargo, a pesar de su va lía en va rias facetas de la p intura, destaca sobre todo en la c reac ió n -o r ec reac ió n- de be llas escenas costumb ristas de la vida cotidiana en Roma y Venecia, bien en esta mpas de la alta soc iedad -’Paisa je de una ter raza en Roma’-, ya sea ret ratando las clases popu lares de los ba rrios hum ildes -’Pozo ve nec iano ’- o inc luso hac iendo hincap ié e n las des ig ua ldades sociales al co nfro nta r en una mism a obra ambas clases socia les -’Prim era co mu nió n’Logra, de este modo, en toda su pin tu ra una imagen rea lista de la soc iedad it a liana de fina les de sig lo, que lo encumb ra como un gran maestro del arte pictó rico fin isecu la r VI EXPOSICION FILATELICA Y NUMISMATICA HOMENAJE A VICENTE POVEDA Y JUAN 5 a l 9 de Oc tubre 1988 PE TRER Mª Carmen Rico Nava rro ], 1a 11J elu11 i IJUl -lfl l Sobre conm em ora tivo ’ Hom enaje a Vic ente Po veda y Ju an ’. 19 · CATALOGACIÓN DE SU OBRA ’D on C iro Pé rez Payá ’ 0,83 x 0,54 ,5 m . Co lecc ión pa rt ic u la r ’ D o ña Emili a Fe rrer’ ’ 0,83 x 0,54 ,5 m. Co lección pa rticul ar ’ D on Mi guel Marí a Pé rez Payá’ 0,48 x 0,36 m . Colección par ticu lar ’ Do n José Pé rez Pay á’ 0,48 x 0,36 m. Cole cc ión part icul ar ’ Hi dal go de p ie ’ 1879. ’La brador ’. 18 79 . 0 ,52 x 0,40 m. Co lecc ión Ca ja de Cré d ito de Petre r. ’Sa lo m é co n la ca beza d el B auti sta’ . 0,3 1,5 x 0,24 ,8 m. Co lecció n pa rtic ular ’ Lucre cia di Bacc io de l Fe d e’ . 0,32 x 0,2 5,2 m. Colecció n particu la r ’ Sag ra d a Fa milia’. ’ Sa nta Bá rb ara ’. ’ D oña Ju a na la Loc a’. 1880 . Madr id D iput ació n Pr ovincia l d e Al ica nte ’G uita rris ta anda luz’. 1880. 0,49,5 x 0,33, 7 m M useo de Be llas Arte s de Córdoba ’¿ Po r q ué a ntes no ha de ser imp edim ent o lo qu e des pués at roz rem ordimi ento? ’. 188 1. l ,50x0,71 m . ’Na rc iso ’. 188 1. ’La ausen cia’ . 188 1. ’ R ec uerd os de To le do ’ 188 1. ’Es tu di o de ca beza de v ie jo ’’ 1881. ’ V a lle de lá g rima s’. 1884 . R o ma . 3 x 2 m . 3ª meda lla e n la Exp osic ió n Nac iona l de Be lla s A rtes e n Madr id . Museo del Prado. ’ L a ú lt im a des pedid a’ 1887. ’ L a mu ert e de l p rín cipe d e Via na’ . 188 7. R o ma. 2,98 x 4,97 m. 3ª meda lla en la Exposición Nacio nal de Bel las A rtes e n Mad rid Hospita l Real de Granada. ’Go doy leye ndo un a m is iva a Ca rlos I V’. 1 ,8 0 x 1, 1 O m . Roma. Co lecció n pa rticu la r ’ Pint and o e n Sa n Ma rcos ’. 1889 0,47 x 0,71 m. ’Jove n afi nand o la mand olin a’ 1890. Ro m a. 0 ,28 x O, 1 7 m . Co lecc ió n pa rt ic ul ar ’ P a isa je de una te rr aza e n Ro m a’. 1890. R o m a. 0,3 7 x 0,70 m. Diput ació n Pr ov inci al de Alica nte. ’E n la fu ent e’. Roma . 0,2 1 x 0,35 m ’ P ozo ve nec ia no’. 1880 -90. Venec ia 0,28 x 0,48 m . Co lección part ic ul ar ’ Co muni ón’. 1892 . Roma 0,45 x 0,75 m. Colecc ión pa rticula r ’ Prim era comun ió n’ Ro m a 0,5 4 x 0,40 m . Co lecc ió n Ay unt amiento de Pe tr er ’ P a lo m as ’ 1893. O, 18,5 x 0,9,8 m. Co lecc ió n pa rt icular ’E n el p ati o’ 189 4. R o ma . 0 ,50,2 x 0,33 m . Co lecc ión pa rt ic ular ’E l ro man ce espa ño l’ 1895. R om a. ’Ca na l ve nec ia no’ . Ve necia 0 ,50,9 x 0,30 ,5 m . ’Ca rde na l e n orac ió n’ 1904 . Roma. ’A uto rret rat o’ . R o m a. 0,24 x O, 16,2 m Co lecc ió n pa rt ic ul ar ’El co nde Giu se pp e A ng lett i Rosse tti’. Roma . O, 19, 5 x O, 1 3, 5 m. Co lecc ió n part ic ular ’’Fum ando e n pip a’ . Roma . 0,42 x 0,28 m Colecc ión Ay untamient o de Petrer ’A lfa re ro ’. 21 · PINTURA COSTUMBRISTA · 24 ·LABRADOR 1879 ’ 0,52 X 0,40 m. Firmado en áng. sup. dcha .: ’V. Poveda. 1879’ Colección Caja de Crédito de Petrer Este c uadro es una obra de juven tud Se trata de un retra to de un viejo lab rado r atav iado con traj e t ípico Tanto el fondo del cuad ro, co mo e l ag ricultor y su vest iment a p rese ntan tonos osc uros que hace n resaltar un semb lan te teñ id o de leve melancol ía. Según a lg un os test imo nios ora les po drí a t rata rse de un viejo agr ic ul tor de Sax, noti cia de la que no se tiene co nfirma ció n. A pesa r de hab erlo p intad o a la e dad de 22 año s, cuand o estaba pensio nad o e n Madr id , Poveda ya comie nza a dem ostrar unas exce le ntes dotes de re trat ista , adem ás de un dom in io técn ico y forma l. El lab ra dor , tacit urno, ex presa tristez a con la mirada , pe ro todo su rost ro es tá teñ ido de una pr ofund a resig nac ió n exi stencia l. E ste cuadro era propiedad del matri monio fo rma do por e l ca pitá n de i n fante ría D . Ricardo Fernánd ez Algarra ( 18 47 -1926) y po r Dª Ram ona de M esa Cervera ( 1858- 1950), la cu a l lo rega ló a l mé dico D . Antonio Payá Mart ínez , qu ien lo ve ndió a muy ba jo precio al hij o de su amig o Lino E steve, od o ntólogo a lica ntin o, e l tamb ién od o ntólogo E nriq ue Esteve. En el reve rso del cuad ro existe una de dicato ria del méd ico Anto nio Pa yá Ma rtínez a Enriqu e Esteve. En el año 1986 fu e a dqu irido por la Caj a de Créd ito de Petrer. · 26 G UITARRIS TA ANDAL UZ 1880 • 0.49,5 X 0,33,7 m. Grafito y acuarela sobre cartulina Firmado en áng. sup. dcho. :’ 16 noviembre 1880 . A mi amigo Ángel Av ilés.V. Poveda’ Museo de Bellas Artes de Córdoba En esta a cuar ela , Vi cente P oveda re pre senta a un gui tarri sta, perso na je típi co del folcl ore a ndaluz , ata viado c on tra je típico y t ocado con un pa ñuelo de vis toso co lo rid o c ubiert o po r un sombr ero casto reño. Se o bse rva n en el c uad ro res tos de g raf ito qu e no ha cubi ert o la pintur a E sta obra se in clu ye dentr o de la co lecc ió n Av ilés -nº de in ve nta rio 52- , que f o rm a pa rte de la do nación que Án gel Avil és y M erino (1 84 2- 19 24) hi zo al M useo de Bellas A rtes de Córdo ba. E l cuadro llega a l Mu seo e l año 192 2, junt o co n más de 400 o br as coe tá neas al perso na je qu e las do nó La re lac ió n fntr e los c rea do res de es tas o bras -in cluy endo a Vice nte P ove d a- y Avil és ve ndría d ad a pos iblement e po r el car go de este último como bibli oteca rio de la Rea l Academ ia de Sa n Fe rnand o. L a técn ica prefe rid a po r Av ilés e ra la ac uare la y, a la vez, a quella co n la qu e P o ve da alcanz ó mayo res cim as pictó ricas L a ac ua re la , ded icada po r el arti sta a s u ami go Áng el Avilés y pintada en M ad rid en 188 0, d ur ant e s u pe nsio nad o, es tá inac ab ad a. Así, el br azo d erec ho del gui ta rri sta y part e de la g uitarr a apa rece n es qu em ati za dos a l á pi z y c arent es de pin celada s cro m ática s. Á nge l Av ilés y Me rino na ció e n Có rdoba el a ño 18 42 y muri ó en M adri d el dí a 13 de nov ie mb re de 19 24 . Hi zo s us prim eros est udios en Có rdoba, co ntinu ánd olos e n Lim a y te rmin and o la ca rrera de Derec ho e n la Uni vers idad de Madrid. Ocup ó cargos en la po lítica y en la a dmini stra ció n públi ca, s iend o diput ado na cio na l, por prim era vez e n 188 7, re pr es ent and o e n Co rtes un di strit o de la is la de Pu ert o Rico. Gra n aficio nado a las Bellas A rtes, f ue di scí pulo de Cas ado del Al is a l y rec ibió des pu és, d e A lg arr a, las prim eras lecc io nes de acu a re la, procedimi ent o e n que se eje rc itó es pec ialment e y con recon ocido a prove ch a mi ent o, llega ndo a o btene r co n s u s obra s reco mpe nsa oficia l en la Exp osic ió n Int erna cio na l de 1892 . En co nformid ad co n su es pe cia l afició n, fu e La Ac ua re la e l tem a eleg ido para s u d iscurso de ingreso e n la Rea l Aca demi a de Bellas A rtes de Sa n F e rn and o, ac to qu e tuvo lu ga r el 5 d e feb re ro de 1 893. Fu e t am bié n bibli otec ario d e la c itada institu ció n . Medi ant e o nce elecc io nes s ucesivas , r e pr ese ntó v eint e a ños a la Acade mia en la Alt a Cám ara, de la qu e fue a lg un a vez v ice pres ide nte , y a la qu e ac ud ió s iemp re a l a di sc usió n d e todo as unt o re la cio nad o co n las A rtes. Hizo re p etid a a plicac ió n de su va lim ient o p e rso na l e n auxili o de arti sta s y lit erat os, y de s u ge nerosidad es púb lico y so le mn e te stim oni o la inau gur ac ió n c ele br ad a o ficialm ente pocos días a nt es de su mu ert e, de una sala , denomin ad a ’ de Avil és’, en el Mu seo Pr ov incial de Có rdo ba, de stin ada a la ex p os ic ió n d e un a nu tri da co lecc ión d e cu adro s, es plénd id o don ati vo con el q ue e l ilu str e acadé mico sat isfizo, e n l os últim os días de s u vid a, su s am ores a la c iudad nat al y s u int erés po r l a cultur a artí sti ca. Esta ba en p oses ió n d e la Gr an Cruz d e Isa be l la Cató lica y d e va rias cond ecorac ione s extranj eras · 28 · VALLE DE LÁGRIMAS 1884 • Óleo sobre lienzo 3 X 2 m. Fi rmado en án g. inf . izqdo .: ’V . Poveda . Roma 1884 ’ Museo del Prado Co mo trabaj o de prim er a ño de s u p ensio na do e n Rom a rea liza es te ó leo de g ra nd es dimen sio nes , qu e re mite a la E xp os ic ió n N acio na l d e Madr id , in aug ur ad a el 24 d e mayo de 188 4, co n la a sis te ncia de los reyes de E spa i’la E n esta e xposic ió n cue lga n su s te las ilu str es a rt is tas de la prov in cia a lica ntin a, ta le s co mo Joa qu ín Ag raso t. orio la no; Franc isco Jove r y Casa no va, de Mur o de A lco y; y los alcoyan os Rica rdo María Nava rrete y Fos, P lác ido Fra ncé s Pasc ua l y su prim o herman o y discí pulo E mil io S ala Francé s. E l cu adr o repre senta un viejo y una niña salie nd o de un cementeri o. Es n o to ria l a extr em a po breza de s us ro pas La niñ a po rta so bre s us m anos un rosa rio E l art is ta pla sma e n es ta esce na un a vis ió n t enebr osa , lú gubr e y tri ste de la v ida s im bo liza da por la des ped id a de es tos fa miliares que deja n a un ser quer id o en el ca mp o sa nto. Los co lores g rises y ve rdosos q ue e l arti sta util iza tambi én sir ve n p ara increment ar ese as pec to so mbrí o qu e e l p int or traza , así c om o las nub es a menazante s qu e se ex tienden sobre los l á ng uidos y ape sadumbr ad os pe rs onaje s, que c aminan p or un suel o e nce nagado Tras e l arco del cementeri o los c ipr eses se yerguen e n so mbrecidos. Es te lienzo también es co noc ido co mo ’Viej o co n niñ a’ y ’ Día de difunt os’, t ítu lo es te últim o q ue fig ura e n un a a notac ió n en el r eve rso de l lienzo. E l cu adro es propiedad de l Mu seo de l Prad o, su núm ero de catá logo es e l 40 10 , se c ustodia en los almace nes de di ch o mu seo y fue res taurad o para se r ex pu esto en la ex pos ic ió n ant ológ ic a d el pint or qu e se ce le br ó e n Pe tr er e l a ño 1998. · 30 PINTANDO EN SAN MARCOS 18 89 • Óleo sobre lienzo 0,47 X 0,71 m . Firmado en áng. inf . izqdo. : ’V. Poveda . 1889 Venezia ’ Pove da pa só te m po radas e n Venec ia. do nde p int ó lugare s mu y r ep rese nta ti vos de la v ida de la ciuda d. E l pi nto r recoge una esce na de co rte cos tumbr ista co n ex trem ad o rea lis m o e n un espac io a bie rto, co ncreta ment e, la pl aza de Sa n Ma rcos de Ve nec ia. Es una es cena d e gra n v iv eza y de gran amb ie nt e ca lle je ro En la pa rte de rec ha de la ba síli ca de Sa n Marco s. que hace es quin a co n el palac io d uca l. un g rup o de ho m bres y mujeres co nve rsa y desca nsa. mie ntras obse rva n e l cu adro q ue rea liza un pint or, se ntad o junt o a s u caja de p in tu ras frent e a un atril que sos tiene el lie nzo. Pos ible m ent e sea un a ut orr et ra to de l pro pio Pove da, g ra n af icio nad o a p lasmar e n su obr a los l u ga res más t ípi cos de las c iudad es italia nas. so bre todo de Ro m a y Ve nec ia. En el marge n izq uie rd o de l cuadr o des tacan l os Tet ra rcas. e n pó rfid o. o bra s iri a del sig lo IV , s it u ad os e n la plaz a de Sa n Marcos a l sur d e la fac hada d e l a ba síli ca de l m is m o no mbr e, en el áng ulo co n la fas tuosa puerta d e la Ca rta ( 1442) La escultur a de los ’Tetra rchi ’ (en le ng ua je po pul ar ’los cuatr o m oros’), proced e nte de un bot ín. rep re sent a pos ib le m ent e a los c uatr o impe rntores r o m anos e n tie m pos de Di oclecia no (f inal d el sig lo 111 ) D io cl ec ia no , Ma xim ilia no , Va le ri ana y Constan cia e n ac to de abraz arse para si mb olizar la un idad d el im perio Junt o a los Te tra rcas se ap rec ia la m aciza co nstru cció n de la p ared. deco ra da con in cru stac iones de márm ol co lo reado q ue Poved a plasma m ag is tra lme nte e n su cu adr o. Pos ib le m ent e hu bo a quí un a de las torr es de l a a ntig ua for ta leza defe ns iv a del dux. ·32 · JOVEN AFINANDO LA MANDOLINA · Ó leo sobre tabla 0,28 X 0, 1 7 m. Firmado en áng. inf. dcho.: ’V. Poveda. Roma 1890’ Co lección particular 1890 Represe nta a una mujer joven, en u n sa lón , sen tada en una silla barroca acacia de neg ro con respa ldo de rej illa, a finando las c uerdas de una m ando lina co n la mano izq uie rd a, m ient ras a rranca unos acordes con l a de recha: al fo ndo aparece u n cu ad ro de una puesta de sol con dos patos vo lando. Des taca la alfombra, que cubre pa rte del suelo, por sus mot ivos flo ra les y por su vivo co lo ri do . Pe ro lo que más lla m a la atención es la l u mi nos idad del ’t raje de época’, que f igu ra en primer p lano, y en e l que r ecae toda la luz resa ltando, aún más, si tenemos en c uenta e l m atiz ve rdoso e i ncl uso algo lúgu bre de l deco rado poste rio r. El art ista util iza la figu ra femen ina pa ra crear espacio y luminosidad, al mism o tie mpo que la dota de gran expres iv idad y le da u n toq ue del más puro est ilo im presion ista E l tra je de la joven y la alfomb ra tienen también rasgos claramente re lac ionados con este movimiento a rt ístico, ta nto po r la luz, co mo por los tonos cá lidos que utiliza el pi nto r y tamb ién po r las pinceladas L a escena parece la imagen de un su eño, evocando el caduco romantic ismo ya exti nguido Entre los elementos rea listas que se aprec ian está la estructura ce rrada, es dec ir, los elementos represe ntados apa recen en todo su volumen La joven ocupa el cent ro de la ha bitac ión y pa ra crear mayo r espac io , ésta apoya el p ie de recho en un d iván o at ril con motivos neobar rocos, cla ramente r e lac io nados con e l Mode rnismo q ue emp ieza a sur gir Tamb ién destaca la p ro fu nd idad, q ue viene dada po r los tonos verduscos y por las sombras que se ap iña n en los rincones. Por otr a pa rte , la figu ra humana y el decorado nos reflejan la bu rgues ía asce ndente emparentada co n la nob leza. La compos ic ió n se centra e n la figura femen ina, tanto por su central idad geo métr ica co mo por el uso de la luz en e l tra je E l tema se desa rro lla en un espacio cerrado en el que se disting uen dos planos de prof und idad En u n pr im er lu gar aparece n los colores cál idos y lum inosos co n la fig ur a de la joven y en segundo pla no los colores fríos -verdes y sombras-, e n el cua l se abre u n pa isa je de una p uesta de so l que ayuda a crear es pacio. Este óleo está fi r mado en Roma y fue rea lizado en 1890 , es por tanto de la mi sma fecha q ue ’Pa isaje de una ter raza en Roma’ , ob ra esta últ ima que pe rtenece a la co lecc ión de la Exc ma. Diputac ió n Prov inc ia l de A licant e. En la parte poste rior de la tabla se conse rva en perfecto estado la et ique ta de la casa ing lesa Winsor & Newton q ue su min ist raba a Poveda las tablas. · 34 PAISAJE DE UNA TERRAZA EN ROMA • Óleo sobre lienzo 0,37 X 0,70 m . Firmado en áng . inf. dcho .:’ V. Poveda ’ Colección Diputación Provincial de Alicante 1890 Recrea una escena cortesana e n una terraza romana. Se trata de una v ista desde la terraza de Trinita dei Monti, un lu gar muy conocido y concu rrido de Roma, que se halla en la c ima de la esca linata ho m ón ima que une la Piazza di Spagna con la col ina del Pincio En este emp lazamiento debía de ubicarse , en un principio , la Academia Española e n Roma. En uno de los pa lacios de la Piazza d i Spagna estaba la embajada de España, donde se impartían clases de acuarela y donde, durante los primeros años, residieron los pensio nados por la Aca dem ia Espa ño la e n R oma. En las escale ras de esta p laza se re uní an los modelos co n los q ue trabajaban los pintores. Una vez más Poveda, g ran maestro en representar espacios abie rtos, nos sumerge e n una relajada escena en la que destaca un grupo de damas sentadas y de pie, así co mo un caba lle ro que conversa con estas últimas . El límite del cu ad ro v iene dete rm inado por una gran balaustrada , por un c ie lo azu l v ioláceo y por una masa vegetal, posiblemente un bosque En este ó leo se ap recia n rasgos impresionis tas q ue vie nen dados por lo que r especta a las osadas y briosas pinceladas del pintor En p rimer plano aparece una niña vestida de b lanco que juguetea con unas pa lomas, uno de los s ímbolos por los que Poveda tenía especia l predilección Detrás de la niña destacan unos cipr eses y macetas con flores. Esta origi na l composic ió n en d iagona l que puede considerarse en definitiva un paisaje con figuras , en un mirador muy típico de la ciudad de Roma , viene a se r una escena cotidiana y tranquila que habla por sí so la de la gran ca lid ad como p intor de Poveda y Juan, a ún por va lo rar en toda su dimensión. Se si túa en la línea de los cuadros que pintaba en la última década de l siglo XIX, con una preocupación por captar la luz y el co lor de naturaleza casi impresionista, como se adv ierte en el magnífico tratamiento -con pincelada valien te, toq ues s imples de color , que el pintor maneja de forma genia l- del gr upo formado por la niña y las palomas, apenas sugeridas. y en e l es ta llid o colorista de maceteros y flores ( Hern ández , 1 997, p 96). Este cuadro fue pintado en 1890 y lo adq uirió la Diputación Provincial de A licante en l 987 -nº de inventario 439- y fue seleccio nado por Adrián Esp í pa ra e l co lecc io na ble del diario Información’ 150 años de pin tura e n Al icante ’ · 36 · EN LA FUENTE · Óleo so bre l ienzo. 0,21 X Ü,3 5m . Firmado en áng. in f. dcho.: ’V. Poveda . Roma ’ Co lección par ticular Es una obra especia lmente costumbrista , típi ca de un barrio romano de la época. Representa una fo nt ana en la que aparece un aguado r con sus caba lle riza s sac iando su se d en e l ab revade ro Por lo q ue respecta a la arquitectura de la fuente, en la base aparecen med allo nes renacent istas, mie ntras que la parte su pe rior mu estra una a rcada barroca con un friso algo dete riorado. El ag ua mana de la boca de un os leo nes escu lpidos S ituadas en el ce ntro de la esce na , un as hilanderas, bajo un arco típico de medio punto apoyado en m énsulas, lía n un ovillo jun to a una a ntigua rueca. Sob re la pared fronta l apa rece una pintura mural, probablemente un fresco, e n co nsonanc ia con la tradi ció n muy extend ida en Italia de las pinturas murales en los espacios abiertos. En España, s in emba rgo, suelen ser más fr ec uentes los retablos de tip o ce rám ico. Posiblemente se tra ta de una Inm aculada Concepción bajo la que se ap rec ia una insc ripc ión, no claramente leg ible, que reza ’Maria Cratia Plena’. Sobre el fresco campea una orla vegeta l natural qu e destaca y le da más viveza , s i cabe, a l lie nzo. E l cont rap unt o de esta man ifes tac ió n r elig iosa lo p roduce la ropa tendida que l e da un pálpito vita l muy popu la r En el c uadro podemos apreciar un tercer gru po en el q ue aparecen tres muj eres, una de ellas portando dos cá ntaros, uno sobre la cabeza y ot ro bajo el brazo, para tr ansporta r el ag ua, mientras unos niños juguetean a leg re m ent e Esce na de gra n viveza que nos re fl eja el latir de la vida e n torno a una fontana roma na, a la que Poveda n os tiene muy acostumb rados. L as fuentes y fon tana s son tem as pred ilectos de los pintores de la escue la d e Ro ma , así los a rtista s Bernardo Ferrándiz y Badenes ( 1835- 1885) , José Moreno Carbonero (1860-1942) y Agustín Sa linas Terue l (186 1- 19 15) p lasma n en su s o bra s estos ·¡ ugares tan típi cos y ese ncia les e n las c iudades de la época · 38 · POZO VENECIANO · Acuarela sobre papel 0.28 X 0,48 m . Firmado en áng. inf. izqdo.: ’V. Poveda’ Colección particular Pintura cos tumbri sta caracte ríst ica de la Esc ue la de Ro ma que reve la el dom ini o de la técn ica de la acuarela. Cronológica mente corres po nd e a la década de lo s años 80-9 0. El cu ad ro es tá f echado pos ib le m ent e en Ve nec ia pe ro no es tota lmente leg ibl e a s imple vista. Destaca la profu sió n de detalles del pozo d e base oc togo nal que desca nsa so bre una esca linata de tres peldaños que repite la misma fig ur a geo métrica y en la que p icotean unas pa lo m as Motiv o este últi m o qu e se rep ite co n in sis te ncia en gran parte de su ob ra Mientr as una mujer saca agua , ot ras d os c ha rlan y un a de e lla s se dispo ne a carga r simu ltánea mente dos cubos s u jetos por un a va ra; al tiempo q ue un hombr e que pa sea fumand o un a pip a las o bse rva. R esal ta n tambi én los elem ent os a rquitect ónicos del pa lac io duca l de Ve nec ia en qu e está e nclavado el pozo se trata de l pozo de Nicco lo dei Cont i ( 1556) en el pati o de dicho palac io que el pintor pl asma con so rp rendente técn ica. En e l a la re na centista d el patio ex iste otr o brocal de pozo en br once ob ra de Alfo nso Albergehett i ( 1559) , ambos art istas fundid ores de caño nes d e la Repúb lica d e Sa n Ma rcos. Se obse rv a tamb ién la sensac ió n de movim iento que se ap rec ia en las muje res, perten ecie nt es al puebl o lla no por su tipi smo, así co mo la v iveza de l as te las de su s ve stidos D etrás de l cuadr o apa rece la sigui ent e i nsc rip ció n ’«The wate r ca rriers» wa ter co lo ur b y Spa nish art is t Vin ce nt Juan y Poveda , bo rn in P etrel F eb, 1 857 and worked in Rome’, por lo qu e es ta ob ra ta mbién es conoc ida como ’ La s aguado ras ’ · 40 COMUNIÓN 1892 · Óleo sobre lienzo 0_45 X 0,75 m. Firmado en áng. inf. izqdo.: ’V Poved a. Roma 1892’ Colección particular La escena se desarro lla en un a zona no bien determinada de una igles ia Se obse rva un arco centra l con un alt ar con dosel y una imagen que por sus vestiduras -en color es b lanco y azul- parece una Purí sima. A la izqu ierda se s itúa una corn isa sosten ida por column as sobre la cual se aprec ian varios santos s imilares, lo que hace pensar que podría tratarse de un aposto la rio En uno de los muros, sobre una ménsula, descansa un ángel Al fondo de todo este conjunto aparece una cúpula que puede ser parte de un tabernáculo Entre e l arco y lo ante riormente descrito existen varias tribunas Se observan las celosías de las tribunas , una de e llas ocupada por un coro de niños cantores y su d irector A la derecha se ap rec ia otro altar de po rte más rico , con co lumnas de fustes más ornamentados y cap iteles co rint ios que sostienen arcos de med io punto, bajo los cua les se distinguen unos cirios encendidos. La deco rac ión es muy profusa y se aprecia una influencia oriental. El suelo es de mosaico, con diseños geomét ricos , sob re e l que se despliega una alfombra de rico color ido, la cua l se ext iende, s ubiendo unos escalones , hasta los pies de un obispo , vestido con ricos atavíos, como indicativo de un día festivo de especial s ignif icac ión r e ligiosa . A su alrededo r son varios los religiosos que están presentes en la eucaristía. Junt o a la imagen de la Virgen, un grupo de niñas vestidas de un blanco pu rísimo se prepara pa ra tomar la primera comunión. A su lado, un monaguillo esparce una nube de aromát ico incienso. Otro monagui llo, que porta una bandeja, derrama por el sue lo ramitas de olivo. Una niña sostiene un cordero pascua l, mientras otro está tumbado sobre la alfombra Una madre sujeta a su hija que extiende sus brazos hacia el grup o de comu lgantes Tras ella, un anciano prosternado ora en actitud sup licante A s u lado , un grupo de personas pertenecientes a una congregación que porta estandarte y farolas, avanza hacia el alta r como s i espera ra recibir la bendición del obispo Desde el ángulo i nferio r derecho , en p rimer plano, ot ra niña con trenzas y pobremente vestida, a jena a este con junto, obse rva toda la escena sentada en un escalón. Esta figura nos introduce e n el aspecto soc ial de su pintura Poveda , a lo largo de su obra, tiende a incluir personajes que contemplan el co njunto del cuadro en e l que ellos mismos aparecen Ejemplos de esta constante en su pintura son ’ Paisaje de una terraza en Roma’, ’Godoy leyendo una misiva a Carlos IV’ y ’Pozo venec iano ’ Este cuadro muestra interés social, porque Poveda no suele mezclar en sus lienzos pe rsonajes pertenecientes a diferentes estamentos soc ia les. Como muestra de ello, e n ’Va lle de lágrimas’ el viejo y la niña representa n una pobreza que podemos tachar de extre ma, mientras que en cuadros co mo ’En la fuente’ y ’Pozo venec iano’ se reflejan clases populares y gente senc illa. Si n emba rgo, en obras como ’Joven af inando la mandolina ’ y ’Paisaje de una terraza en Roma ’ plasma las clases sociales más favorecidas El pint or va lencia no José Benlliure Gil ( 1855-1937) , en su lienzo titulado ’Ofre nd a a la Vi rgen de los Desamparados’ plasma también e l interior de una iglesia que presenta, hasta en s us más ínfim os detalles, gran parecido a ’Comunión’ · 42 PRIMERA COMUNIÓN · Óleo sobre lienzo 0.54 X 0_40 m. Firmado en áng. inf. izqdo.:’Y. Poveda. Roma’’ Colección Ayuntamiento de Petrer Sorp re nd ent emen te, Pove da ad opta una nueva perspectiva de una de su s ob ras más re p rese ntativas: ’Com unió n’ Cas i co n to da certeza e l a rt ista pint ó es te cuadro con p osterior idad al otro, quizás como enca rgo de algún pa rticu la r o b ien com o un intento de resaltar e l co ntraste existe nte entre las comul gantes y la niña pob re que se erige en e l pe rso na je prin cipa l, co nst it u ye ndo es te c uadro un fr agment o del a nte rio r. A pesa r de ser dos obras muy sim ila res exis ten a lguna s dife rencias e ntre las mis mas. En prime r lu gar po r lo que respecta al formato y a l tamaño ’ Prime ra co mun ión’ p re se n ta la esce na desde una óptica vertica l y s u ta maño es más red uci do que el an te rior. Se distinguen en la esce na tres g rupos las niñas comu lgantes , los ec les iást ico s de diferentes jera rquías y la n iña pob re En el g rupo de comulgan tes , antes eran dos las que po rtaba n li bretos y ahora sólo una. En ’Co munión’, una de las niñas lu ce un t raje de co lo r az ul ce les te en to nos pálidos, mient ras que ahora un l azo azu l ciñe la c in tu ra de un a de ellas. Detrás de las niñ as com ulga ntes desapa rece la mu jer que las acompa ñaba en el ot ro cu ad ro. El monagu ill o de l ince nsar io destaca por el co ntra ste de sus ropa jes El ob ispo y e l sace rdote s itu ado t ras e l m onagu il lo po seen rostros d ist intos y m ás enve jec id os , en e l pr im ero se aprecia me jor e l semb lante respecto al ot ro c uadro , qu e só lo mos traba su pe rfil En pr ime r pla no , la niña pob re m en te vest ida adqu iere releva ncia como pe rso naje, al ser m ás acusadas las dife re ncias soc ia les entre e lla y las co mul gantes Ésta, sentada sobre un escaló n, apoya su ma no de rec ha q ue pa rece exte nd erse hac ia las comu lga ntes co n deseo de pode r imit arlas En el su e lo de la ig le sia, en lugar de ramitas de olivo , hay flores y péta los de rosa. J osé Gallegos Arnosa ( 1859- 19 17) , amigo y compañero de Vicente Poveda , a l i gua l q ue Ben lli u re , p int ó un óleo so bre tabla con el t ítu lo de ’La p rime ra com unión’( 1897) E l cuad ro fue a dqu ir ido po r el Ay unt ami ento de Pe tr er, en la s ubasta ce lebrada por So theby’s en Lo nd res e l 24 d e juni o de 1998. · 44 PALOMAS 1893 Óleo sobre tabla Ü, 18 ,5 X Ü,9 ,8 m. Firmado en áng. inf. izqdo .: ’V Poveda . 93’ Colección particu lar Representa dos palomas picoteándose en actitud de cortejo, sosteniendo unas ramas pequeñas con flo res de color rosa intenso q ue rompen la monotonía cromática del cua dro. Se tra ta e n esta ocasió n de un óleo de tonos suaves e n el que predomina el color azul que conforma e l fondo y l as distintas tonalidades o matices del mismo, p lasmadas en la paloma que posee un tono azul grisáceo, mientr as que la otra es de colo r blanco con motas o pinceladas marrones. El fondo de esta pintura es muy plano y los rasgos de las aves muy esq uemá ticos, apenas hay detalli smo y predominan las lín eas En c uant o a la co mposic ión de stac an la s posiciones dorsal y frontal de las palomas azul y blanca respect ivam ente La monocromía de este cuadro, en diversos to nos de azules, se diferencia c la ramente del res to de la obra de Poveda. Las palomas, tema recurr ente e n su s cuadros, también apa recen e n ’Pozo venec ia no’, ’ Pa isa je de una terraza en Ro m a’ y ’En el patio ’ Las dimensiones de esta tabla, como oc urre en ot ros mucho s cuadros del pintor , son reducidas, influenc ia, s in lu gar a duda s, de la s cla ses noct urn as q ue rec ibió en las acade mias ro man as C higi y Cauva, en las que so lía p rac ticarse la pintura de pequeño format o. · 46 EN EL PATIO 1894 · Óleo sobre lienzo 0,50 ,2 X 0 ,33 m . Firmado en áng . sup . izqdo.: ’ V. Poveda. Roma 1894 ’ Colección particu la r La esce na se desarrolla en un patio típ ico a ndal uz, co n una profusa decoración mudé ja r Un a vez más, Pove da re cr ea una image n cos tumbri sta r ep le ta de glam our en l a que la fig ura pr inc ip a l es una jove n ves tida co n un be llo tra je cuya fa lda acaba e n volan tes, con un mantón de rico co lor ido que cue lga has ta e l s u e lo y un clave l en el pe lo, tocand o la g uita rra co n un a m irada ensoñadora E l m ant ón que porta muestra la im porta ncia que éstos t uvi eron en el arte de finales del sig lo XIX y princip ios del XX, pu es p in to res de la ta lla de So ro lla, Rusiñol y An glada Ca marasa re fle jan esa fu ent e de in spir ació n que además de un valo r ar tíst ico def inió toda una época y una fo rm a de vida En un prim er pla no destaca la jove n gu ita rrista, unas flo res y una vez más, e l ar tista re p it e dos pa lomas bla ncas arru llá nd ose junt o a e lla . Detrás de la mu je r apa rece una parra encara mada al mu ro t re pa nd o e n pos de un arco mudéjar que se adiv in a, junt o a unas palm eras que forma n un abanico a s u s espal das E l co njunto p ictórico evoca e l frescor de un patio a ndalu z e n una ca lur osa ta rde de ve rano, en la que sólo se escucha el arru llo de unas pa lo m as, e l agua ma nando de la fuente y un os delicados acordes de gu ita rra P oveda f ue un gra n afic ionado a re pr ese nta r en su obr a instrum entos m usicales, como se p uede ap rec iar en ’Jove n afin a nd o la mandolina ’ y ’ Gu ita rr is ta and alu z’, log rando no sólo pintar la m úsica sin o ta mbi én que e l espectado r escuche la pi ntur a E l pint or Eugen io Álvarez Dumont ( 1864- 1927) , que se tras ladó a Roma e n e ne ro d e 1889 y qu e es tu di ó e n las mis m as acad emi as que Pove da, tie ne una obra t itul ada ’T ert ulia en e l patio’ ( 1898) que plas ma un a a tmósfe ra s im ilar a la que se aprec ia e n el cuadr o del pintor petrerense. · 48 · CANAL VENECIANO · Ó leo sobre lienzo 0.50,9 X 0,30,5 m. Atribuido a Vicente Poveda (sin firmar) Colección particular Cuadro de género cost umbrista , de evocac io nes ro mánticas, que re fleja una esta mpa ya típi ca e n la pint ura de l sig lo XIX la ciudad de Venecia, las gó ndo las s urcand o las aguas t urbi as de los canales, los ant ig uos palazzos baj o un cielo lim pio y claro, con leves cenda les de nub es borrosas E n l a época, cua lqu ie r pin to r que se preciara de serlo, ac udía a la mágica Veneci a y plasmaba en su s cu ad ros la bel leza i nmut able de un lugar único e n el mun do Pintores co mo Pa b lo Gonz alvo Pé rez ( 18 27 -18 96). Manuel D omín guez Sánc hez (1839 -1906). Anto nio Muñ oz Degrain ( 18 4 3- 1924 ). Francisco Pradi lla Ortiz (1848 -192 1), Arcadio Mas Fondev ila (1852- 193 4). J osé Gallegos Arn osa (1859- 19 17). Antonio María de Reyna Manescau ( 1859- 1937). José More no Ca rbonero (1860-19 42) y Juan Ll im ona Bruguera ( 1860 -1926 ). todos e llos pe rt eneciente s a la escuela española de Ro ma , recogi eron en sus ob ras el esp le nd or de l a Venec ia dec im onónica y de p ri ncipio s de sig lo Lo que da proporción a este óle o es la altur a de los edif ic ios s ituad os en s u s már genes. Dos góndolas navegan en dire cciones opuestas , una de las cua les se acerca al espectador y en ella un gondolero transporta a un a jo ven dama elegantemente vestida, mientras que otra embarcación permanece anclada a las pue rt as de una magní fica re sid encia El artista capta a la perfección el m ov imi ent o del gondolero q ue rema , así como el r ef lejo on dulant e de la luz sobre las aguas E l cielo es de un azul purís imo, m ientra s que el agua de los canales se torna oscura a la so mbra de los e difi cios , trazados con gran m aestría, en cuyo s balcones con bara nda de forja las flo res se abre n paso en l a fro nd osidad de la vegetac ió n ci rc undante . E l cua dro, ta mb ién conoc ido co mo ’Gó ndo las en un cana l venec ia no’, aparece sin firm a, aunqu e se atribu ye a Vice nte Poveda. · 50 · FUMANDO EN PIPA · Acuarela 0,42 X 0,28 m. Firmado en áng. sup. izqdo.: ’V . Poved a. Roma ’ Colección A yuntamiento de Petr er Esce na de gé ne ro intimis ta, situada en el inte rio r de una estancia. El h ombre sede nte sos tiene en su m ano derec ha un a p ipa, mientr as que la otr a mano d escansa so bre el b razo del sill ón. La te mática del ho mbr e fum and o e n pip a se rep ite tambi én en la ac uare la ’ P ozo venecia no’ y, posibleme nte, el m ismo Vicente Poveda fuese aficionado a f um ar e n pip a D estaca, como e n muc ha s o tras ob ras de Poveda y Ju an , su gusto por los eleme ntos a rquit ec tó ni cos , plas mand o un a co lumn a que sostie n e un b usto. seg urame nte fe m enin o, y un es pe jo de marco reca rgado Tambié n se observa so bre la pa re d un esgra fiad o de co mplica do d ise ño que, junto al espe jo de bor roso re fle jo , le da cie rt a p ro fun didad a l cu adr o La a lfo mbra a la rgada del pa sill o de ja un espacio abierto que p roduce sensac ión de co ntinuid ad , h ac ia do nde mira e l p erso na je Esta ac ua re la f ue rea liza da y f irmada e n Rom a y el Ay un tam ie nt o de Pet re r l a adq uirió el año 199 7. · 52 ·ALFARERO · Ó leo Se trata del re tr ato del alfarero José Romá n Maestre, tío Pepo, ( 1845 -19 17), que tenía su talle r de alfa re rí a en la zona con ocida popular mente como Cuat rovientos. José Román, apa rte de alfare ro fue, tambié n, ten ient e-alca lde de Petre r y oc upó el cargo de juez El cuadro, de l qu e só lo poseemos una fotog raf ía an tig ua e n blanco y neg ro e n la qu e se enc uentr a el prop io artist a en su est udi o, jun to a una escult ura d e su busto y otro cuadro correspondi ent e a un obispo, f ue rega lada por Po ved a, e l año 1926 , a un paisano petre re nse que lo v isi tó en Ro m a. El p int or l e dio la ins tan tá nea para qu e la entregara a la fa mi lia de José Román Maes tre como prueba de amistad y de que n o se había olv idad o de s u puebl o na tal, coment ándole que se ha b ía ten id o qu e desprende r del c uadro p orqu e se lo ha bía co mprad o un americano. El art is ta refle ja en esta o bra un a actividad artesa na l, la alfa rería, documen tada e n Pet rer desde el año 1655 ya que , sin duda , lle va ba e n su r ec uerd o haber v isto a los alfa reros dar forma al barro en la zona de La Foia, e n el Petr er de s u infanc ia y juventud A med iado s de los año s se te nta había cuatro fábricas de alfarería en un pueb lo cuya población no sup eraba l os 3 .40 2 habita ntes, así pues e ra lóg ico que Pove da tuviera el recuerdo y la image n de un pue blo alfa re ro y de su pri ncipa l act ividad eco nó mi ca. E l alf are ro está mode la ndo un boti jo tipo madrileño en e l torn o y se e ncuen tra cerrando la p ieza, des pués se a ñadirían las partes adicc ionales boca, pito y asa. Sobre el tab le ro s e ha lla n depositadas varias pellas, masas ci líndr icas de arcill a disp uestas para se r utiliza das en el to rn o, y a su derecha va rios cuerp os de boti jos a fa lta de añ adir las part es comp lementa rias, que se realizaban tam bién a to rn o. Termin ad o el cu e rpo d e la pieza, ésta se ex ponía al so l, por su parte, las asa s seg uían el mismo p roceso y una vez secos ambos ele men tos se peg aban con ba rro bland o El pito y la boca se un ía n direc ta m ente, sin habe rlos exp ues to al sol y los colocaban las mu jeres qu e ayudaban a los alfareros En este cuadr o, la v isión es más diáfan a respec to a otra s o bras ant eri o res y e n ella juega más impo rta nc ia la lu z q ue los co lo res Se no ta qu e es una obr a de mad urez , e n la q ue co n men os pin cela das y meno s detal lismo e l a rt ista log ra un a verosimil itud total. PINTURA HISTÓRICA · 56 LA MUERTE DEL PRÍNCIPE DE VIANA 1887 · Óleo sobre lienzo 2.98 X 4,97 m. Firmado en áng. inf. dcho .: ’V Poveda. Roma 1887’ Museo del Prado . Hospital Real de Granada. Poveda cu lti vó los temas histó ricos El año 1887 obtiene de nuevo una medal la de tercera clase -de bron ce-co n es ta obra, a la que acompaña con otro cuadro ’con argumento’ ’La ú lt ima despedida ’, o bras que re prod uce ’La Il u str ació n’ en sus ediciones número 358 y 362. La temát ica en torno al tema histó rico alca nzó este año su máxim o apogeo y , posible mente , este ep iso dio ya lo hab ía suger ido en 1881 More no Carbonero En el Catá logo de la Exposición Nacional de Bel las Arte s de 1887 aparece el texto que inspi ró a Poveda para pintar este cuadro, un texto q ue relata la m ue rt e del Prínc ipe de V iana, entresaca do de l Libro de cosas notables existente en el Archivo M unic ipal de Ba rce lona E ra el marte s 22 de Set iemb re de 146 1 cuando e l ilust re pr imogénito de santa é inmortal memoria, que desde días anter iores yacía en su lecho postrado por grave enfe rmed ad , mu rió en la cámara alta del P alac io Rea l de Ba rce lo na L os honorables conse lleres y el Consej o ord inario de los Trei nta y dos el igiero n á cuatro persona s, una por cada Estame nto , con especial encargo de que a te nd iesen y cuida sen en todos los p reparativos necesar ios para ba jar el cadáver del Príncipe al sa lón Rea l A dic ho objeto, re unieró nse los honorables consel leres en la casa de los T re in ta y do s de la menc io nada ci udad con el veguer de la misma , mosén B enet de Guimerá Vervesson, y con un ind ivíd uo de cada Esta m ento , di rig iéronse al Palacio y, subieron á l a cá mara en que, segú n se ha di cho, yacía sob re s u lecho el c u e rpo de l Pr ín cipe E n dich a cámara se ha llaban ya el Rdo . Ob ispo de Huesc a, el Co nde de Pa llás, Dipu ta d o de Cataluña , y mucha gente noble Poco después subió proces io na lme nte e l clero de La Seo con la cruz mayor, y una vez arriba el Rdo Obispo de Vic h. que en vida fué íntimo a migo de l d ifunto Príncipe , hizo sob re su cadáver absolución general, qued ando e ntonces expuesto el cuerpo del Prín cip e, e nvue lto en fino sudar io. vest ido y con la cara descubie rta. Las mu chas personas q ue le co ntemp la ba n, as í famil ia res como ext ra ñas , se en tregaron á grandes demostraci one s de dolor y de d ue lo: y cogie ndo algunos de a quél los el ca dáver de su querido Príncipe sobre una sábana, lo bajaron proce sio nalmen te á una cáma ra in fe rio r, do nde fué coloca do en un túmulo cubierto con un gran paño de colo r ca rme sí brocado de oro. Al lle gar aq uí se repitieron los llantos y las grandes demostracio nes de dolor . D espués el cadáve r, co n la c ara desc ubie rta, fué con duc ido por D. Ju an de Beaumont, D. Jua n Di xer, D. Juan d e Ca rdona y otros mu ch os v aro nes y pe rsona jes ilustr es, famili ares del pr im ogé nito , ves tid os todos con t ún icas y entra llis, has ta la sa la Real, donde fué deposi tado sobre e l túmulo , teniendo la cabeza en d irecc ión á la Seo y los pies hac ia la pue rta de d icha sala. I nmediatame nte se prec ip itó e n el la el pu eb lo, llená ndola por completo , apiñándose la multitud hasta el p unt o de que apenas nadie podía moverse , confu ndiéndose pers ona s de todas clases y condic io nes, ent regá ndose, sin dist inción, á las mayore s y más sentidas expresiones de piedad , do lor y sent im ie nto. Dura nte el tiempo q ue el cadáver perman eció exp uesto en la sala, no de jó de celebrarse el Santo sacr if ic io de la M isa en los d iversos a lta res q ue á es te fin f ueron dispue stos y preparados en ella: concu rriendo también dos veces al día todo el clero, as í de la Seo como de las parroqu ias y m onasterios, en forma de proces ió n y co n las cr uces alzadas, repitie ndo p reces y oraciones delan te de los resto s del m alog rado p rimogé nito Dos ugie res, que en v ida s irvie ro n al Pr íncipe, ve laba n de cont inuo al lado de su ca dáver, aventand o s u avemen te su rost ro, que segu ía descub ie rto , con grandes abanicos de p luma, en la m isma forma que si es tuviera vivo. Y cué ntase por muchas y dive rsas personas. dignas de toda fe y cr éd ito , que el d ía del ju eves s iguien te. aquel prec ioso cuerpo, por virtud de Nuestro Se ño r Di os y mé ritos de la buena vida del P ríncipe, comenzó á ob ra r seña ladísimo s milagros , sana ndo pa ra líticos y en fermos y excita ndo la devoc ión de las gentes. Esta o bra es propiedad de l Museo del P rado (n º de catálogo 6 518) y fue depos itada en e l M useo de Bella s Artes de G rana da por Rea l Orden de 18 de nov ie mb re de 188 1. Pasó a l Hospit al R eal de Granada po r o rd en mi nisteria l d e 15 de e ne ro de 1979, 1 uga r do nde se enc u e nt ra act ua I m ente · 58 · GODOY LEYENDO UNA MISIVAA CARLOS IV • Óleo sobre lienzo 1 ,80 X i , 1 0 m . Firmado en áng. inf. izqdo.: ’V. Poveda. Roma ’ Colección particular Esce na de género histó rico y de cie rto reg usto r om ántico , situ ada en los j a rd in es del Pa lac io de Aran ju ez , res idenci a de lo s reye s de Esp aña A la i z qu ie rd a grup o de pe rs onajes, tres dama s y un obi spo con versando Fr ancisco de Pau la , Ca rlos IV ( 1778- 1808), sentado junt o a su perro, y la rei na María Luisa esc uch ando la lectu ra de la mi siva, que lee Godoy en act itud serv il y mu y próx imo a la so berana. A la de rec ha un mil itar fran cés obse rva el grupo con pose marc ial. Tra s e l soldad o se a lza majest uosa hacia l as a ltura s la Fu ente de Hércu les y sus agua s reverbe ran plác ida mente Al fo ndo, e ntre la vegetac ió n, e l palacio E ste c uad ro , p osi bleme nte , recoge un epi sod io de lo s acaec idos e n los t ur bul ento s añ os que aba rcan desde la sub ida a l p oder de God o y en 1792 y e l mo tín d e Ara n ju ez , 1808 , c uand o los monar cas y Godo y son des te rr ad o s E sta obra fue pintada y firm ada e n Roma con apu nte s tomados al natural y, dada su env ergadura, real izada pos iblement e para figu ra r en una gran ex pos ic ión Es de des taca r la ad mir ación qu e el pintor dem ues tra hac ia Goya , al reproducir l os físicos de los monarca s plasmados e n los cuad ros de l maes tro de Fuendetodo s. P e rt enece al den om in ado gé ne ro his tó rico a necd óti co , ya que rep rese nta un aco nteci mient o rea l, in terp re tad o ba jo la v is ió n pro pia del pint or T e m át ica que cob ró g ra n aug e du ran te e l sig lo XIX. E l lienzo también es conoc id o co mo ’La Corte de Carlo s IV en la Granja’ y ’ Lo s ja rdine s del Palac io Real’ ,;. RETRATOS · 62 DON CIRO PÉREZ PAYÁ · Ó leo sobre lienzo 0 ,83 X 0 ,54,5 m . Firma do en áng. su p. izq do. :’ V Pove da’ Co lecció n particular El ret rato rep resenta a D. Ciro Pérez Payá, rico hacendado de Monóvar que fue p residente de la Dip utación Prov incia l de A licante. D. Ciro Pé rez fue amigo del padre de Vicente Poveda y Juan y princ ipal promotor de l p into r desde su cargo de presidente de la inst ituc ión prov inc ial E l ilust re po lítico nac ió e l I de ma rzo de 1820 y murió e l 18 de enero de 1 899. Después de cu rsar tres años de F ilosofía en el Semina rio de O rihuela , r eal izó sus estud ios de Derecho en la Unive rsidad de Valenc ia. Fue diputado a Cortes, p res idente de la Diputac ión en 187 1 y pres idente i nterino de la Mesa P rov inc ial en 187 4, senador, g ran am igo del gene ral O’Donnel l y Zaba la, siendo uno de los fundadores de la Un ión Liberal Ostentaba el ca rgo de vicepresidente de la Dip utac ión Prov inc ia l en el momento de la llegada de D. Amadeo de Sabaya en 1870 y el 17 de febrero del año s ig ui ente fue eleg ido presidente de d ic h a entidad. Muerto el general Pri m y eleg ido para ocupar el trono Amadeo , acudió a Cartagena a recib ir le como de legado regio, y fue por este soberano distingu ido con el título de Caba llero Gran Cruz de la O rden de Isabe l la Cató lica A la llegada del rey D. Alfonso X II ocupó la pres idencia de la Mesa Provinc ia l, que con i nsistencia le ofrec ie ra el i lust re estad ista D. Antonio Cánovas del Cast illo. Formó pa rte de la Jun ta de defensa contra la filoxera y sus vinos fue ron prem iados en varias exposiciones universa les y nacionales. D . Ci ro Pérez Payá ’Don Ciro el vell’ era hijo de D. J osé Pérez Navarro, nieto de D . José Pé rez y Brotons, y birnieto de Miguel Pérez , todos e llos abogados de los Reales Conse jos Fue hermano de D . José y D. Miguel Mar ía Pé rez Payá Su hijo D. C iro Pérez Fe rrer ’Don Ciro el jove’, licenciado en Derecho y docto r en Filosofía y Letras , llevó la d irect iva del partido liberal hasta su m uerte, en 1920. En el retrato, D. Ciro aparece con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Cató lica y sost iene sobre su mano derecha -en la que se aprecia incluso el recorrido de las venas -un documento. Destaca la perfección de los ojos y en genera l de todo el rostro, surcado de pequeñas e ínfimas arrugas, así como sus peculiares patillas b lancas, irreprochab lemente cu idadas · 64 · DOÑA EMILIA FERRER · Óleo sobre lienzo 0,83 X 0,54,5 m. Firmado en áng. sup. izqdo.: ’ V Poveda ’ Co lección particular Retrato de D ª Emili a Ferrer, natural de Valencia , y esposa de D. Ciro Pérez Payá, que la conoc ió c ua nd o estaba estud iando Derecho en l a cap ital del Turi a. A la mu ert e de su esposa, D. Ciro abandonó toda act ividad política y dedicó los últimos años de su vida a su af ición po r la agricultura D ª Emili a, sobre un fondo osc uro aparece se ntada en un sill ón de maderas nobles y tapizado en te rc iope lo de color granate desvaído, mostrand o una actitud severa por la rigid ez y el es tatism o de su mirada . La exp res iv id ad del rostro y el gesto adusto de esta mujer avalan a Poveda como un gran ma estro del ret rat o. Destaca la perfección de las man os, que sostiene n un aba nico, y de las j oyas que porta D ª Emilia pendientes, cadena de oro con un crucif ijo, dos pulseras y tres anillos El enca je blanco del cuello y las man gas contrasta con la oscura sob riedad de la vestimenta , dándole un aspecto a la vez que señorial un tanto lumin oso. · 66 · DON JOSÉ PÉREZ PAY Á · Óleo sobre lienzo 0,48 X 0,36 m. Atribuido a Vicente Poveda (sin firmar) Colección particular José Pérez Payá ’Ganyvetet’, nació en Monóvar el 17 de octubr e de 1805, hombre de leyes, fiscal y político, líder del partido liberal Era pequeño de cuerpo, delgado, incisivo, tenaz, quizás cortante en sus relaciones y trato. T uvo relación con los duques de Híja r, con el marqués de Salamanca y con aquellos que por esa época manejaban los hilos de la po lítica nacional y local En un delicioso docu mento que se titula Rela ción de los e jercic ios literarios, mér itos y se rv ic ios de l licenciado D. José Pérez y Pay á, abogad o de la Real Audienc ia de Va lenc ia, se enu meran minuciosamente sus estudios superio res desde 1822 a 1832, entre los que destacan un año de elementos matemáticos, otro de fil osofía mora l, dos de derecho romano, uno de derecho españo l, ot ro de inst ituc iones ca nónicas , otro de Digesto romano hispano , part idas, religión y orato ria, dos de novísimas recopilac ión y prácticas y uno de prác tica forense En 1828 se graduó de bach iller en leyes, en 1832 se l icenció y co menzó a eje rcer de abogado Tuvo gran hab ilidad para la política , g ran facilidad para los negocios y se casó con una de las muj ere s más d ist inguidas y ricas de Monóvar, R emedios Pérez y Verdú Fue uno de los alcaldes de más reliev e y de más p restig io con los que ha con tado Monóvar a lo largo de l sig lo X IX, ostentando el cargo entre 1861 -18 63 La cur iosa y polifacética personalidad de D. José Pérez Payá, rica en valores hum anos, fue la que durante mucho s años nutrió de savia, vida y fuerza al liberalismo monove ro . Este retrato es, sin duda una obra de juvent ud , algo i mper fecta, s ituada en pleno proceso de aprend izaje creativo del pintor Posiblemente sea esta la causa de que el lienzo no apa rezca firmado. Ante un fondo neutro s in cambios de ma tices en el colo r, se halla el busto ·de José Pérez Pa yá en postura rígida y está tica. Permanece con los ojos fijos y perdidos en algún punto d istante En el rost ro la distribuc ión del color no es unif orme Destaca la oscura indumentar ia decimonónica · 68 DON MIGUEL MARÍA PÉREZ PAYÁ · Óleo sobre lienzo 0,48 X 0 ,36 m. Atribuido a Vicente Poveda (sin firmar) Colección particu lar Fue senado r de l rei no po r el partido libe ra l y he rman o de D. Ciro y D. J osé Pérez Payá Era hij o de D. José Pérez Navarro, docto r en Derecho , y de Dª Ju ana Mª Payá Rico. F u e en dos ocas io nes alca lde de Monóva r, siendo nomb rado en 1839 po r la r e ina Isabel 11 y en 18 44 por el br igad ie r genera l de l rein o. E l r etrato co rres ponde a s u senectud , rep resentada po r la pr ofu sió n de arr ugas e n el rost ro, detal ladas con minuciosidad por el pintor Don Miguel Mar ía Pérez muest ra una mira da profunda pero afable, a unqu e posa con c ie rto hierat is m o. El fo ndo en clarosc uro hace resalta r la imponente figura del personaje envu e lt o co n el oscuro gabán de la época A l ig ual que el r e tr ato de su h erm ano José Pé rez Payá, apa rece s in firmar Pintura con estilo muy am ane rado, ca re nt e de natur alidad y con gra ndes dosis de academ icismo en la pin celada , como o curre tambié n en el retrato de su he rm ano José Se le atribuye a Poveda, en la m is m a fa milia h ay quien lo afirma , pero la variedad de es tilo respec to a los de D. Ciro Pé rez y D ª Emilia F erre r es m uy di stin ta · 70 EL CONDE GIUSEPPE ANGLETTI ROSSETTI • Óleo sobre lienzo 0 ,1 9 ,5 X 0 ,1 3 ,5 m . Atribuido a Vicente Poveda (sin firmar) Colección particular El retrato parece no estar totalmente acabado y por e llo quizás Poveda no l o f irm ó. Posiblemente se trata de un apunte. como demue stran las manchas que hay en el ex tremo inferior derecho del cuadro. que no son más que e l resultado de limp iar la paleta sobre el lienzo y el hecho de que no esté firmado. En el reverso del lienzo apa rece un recorte del periód ico el Gir o di Roma. que refleja la singula r. pec uliar y est rambótica figura del conde que apa rece en el retrato al que el autor de la reseña , el marqués del Grillo . amigo de Poveda y que llegó a ser incluso testigo de su boda, denomina ’cabel lera de plata’ El conde fue un personaje interesante. típico y curioso, según se desprende del recorte del periódico Giuseppe Angletti Rossetti, cabellera de plata, era un bibliófilo que durante muchos años vendió libros usados bajo los muros de la ig le sia de San lranzio , enfrente de la Biblioteca Casanatense. Tenía una extraña manera de revende r los libros , porque no l os compraba ni los pagaba , sino que los recibía como donativo de personas caritativas que aligeraban su s propias bibliotecas , libr ándo se de opúsc ulos supe rfluos o de duplicados Cuando los clientes se dirigían a compra r libros y preguntaban el precio , el aristócrata venido a menos respondía que lo pusiera el comprador El conde desapareció por un cierto tiempo y no se sabía nada de él Cuando todos pensaban que le hab ía podido ocurrir algo se difundió una voz misteriosa Se supo, quién lo diría , que se había he cho amateur de la c in ematog rafía Pero lo más impresionante era que Rossetti representaba al ’Padre Eterno’ e n una película religiosa , que se proyectaba en un l ocal anexo a la igles ia de San Giuseppe al Trionfale. Su cabelle ra le hab ía servido para represe nta r al mi smí simo Dios. Pero eterno no era y cua ndo volvió a ve nder libros, en el invie rno del 1934, enfermó de pu lmonía y fue trasladado al hospi ta l donde su vida expi ró . . 72 · AUTORRETRATO · Óleo sobre l ienzo 0,24 X 0 , 16 ,2 m . Firmado en áng. inf. dcho .: ’Vzo . Poveda ’ Colección particular Este re trat o mue stra un gra n dom inio de la técn ica y de la expresividad Por la seg uridad que se aprecia en la pince lada no ha y duda de que Poveda era un pintor vie jo con mucha experiencia Curiosamente es el único cu ad ro de Poveda que aparece firmado con su nombre en italiano . En contraste con su etapa de juventud en la que los ret ratos e ran realistas y de un n aturali smo que rozaba la perfección, ha lla m os ahora fig ur as abocetadas en gru esas y bastas pinceladas que, no obsta nt e, permiten adiv inar en sínte sis la personalidad de l anc iano que se plasma a sí mismo e n el c uadro Es una obra inacabada en la que los co lo res no se derraman hasta los m árge nes Predomin an blancos, neg ros y tonos ro jizos 1 ’ ~- :r;J:;~~ COPIAS · 76 SALOMÉ CON LA CABEZA DEL BAUTISTA · Óleo sobre lienzo 0,31,5 X 0,24,8 m. Atribuido a Vicente Poveda (sin firmar) Co lecc ión particular Se trata de una d e las copias que Vicente Poveda rea lizó durante los c uatr o años q ue est uvo b ecado en Madr id por la Excma. Di puta ción Provincial de Alicante (1878- 1882) Entre las actividades que llevó a cabo en la Esc uela de Bellas Arte s de San Fe rnand o pa ra perfeccionar su técn ica, copió cuadros tanto de p intores fa m osos como de o bras ga lardonadas en los concursos nacionales de bellas art es. Pos iblemente algu nas de ellas fueron copias de o bras pertenec ien tes al Mu seo del P rado y así podemos llega r hasta estas reproduccio nes vendidas o r egaladas a amig os y fam iliares de Petre r. Estos cuad ros fueron prop ie d ad del capitán de inf antería R icardo Fernández A lgar ra (1847-1926), que los h e redó de su pad re Jo aquín Fernández López (1807- 1888), médico c irujano de l ejé rcit o y di recto r de los Baños de Busot , según se desp re nde de un documento firmado por el pr im ero a causa de unas disp utas mant enidas con s u hermano, Severiano, po r motiv os de he renc ia . Este doc umento hac e re fe renc ia a ’cuatro cuadr os que representa n la Sagrada Fami lia, San ta Bárbara, una moza sultana y Jud it co n la cabeza de Holofe rnes’. Esta cop ia de Vic ent e Poveda perte nece al pint or veneciano Tiz iano ( 14 87- 1576) Se trata de ’Sa lomé’, pintada por este artista, según Cronau, hacia 1550, en óleo sobre l ienzo (0 ,87 x 0,80 m.) , a unqu e pud iera se r el r e tr ato de Lavin ia, hija del pintor Repr ese nta a la princesa judía Salo m é co n la cabeza de San Juan Bautista Esta prin cesa, hija de Herodes Filipo y H erod ías, i nsti ga da por su madre obtuvo de su tío , el tetra rca Hero des Antipas , como reco mpensa po r haber bailado ante él, la ca beza de l santo. Se d iferencia básicamente de la de ’Judi t con la ca beza de Holofernes’ (con la que frecuentemente es confundida , equívoco que también real iza Ric ard o Fernández) en que Sa lo m é mu estra la cabeza del santo sobre una bande ja El maestro de la gran escue la pic tór ica venec iana sepa ra las leyes forma les del Renac imiento y es tabl ece una r elació n más i nmediata con e l m odelo, captando e l dramat is m o de la escena, intensifica ndo las pastas cromát icas y establ ecien do jue gos de ilumina ción muy contrastados . · 78 LUCRECIA DI BACCIO DEL FEDE · Óleo sobre l ienzo 0,32 X 0,25,2 m. Atribuído a Vicente Poveda (sin firmar) Colección parti cu lar Esta obra es una cop ia de un ret rato que e l pint or floren tino And rea del Sarta (1486-1530) hizo a s u esposa Lucrecia di Bacc io. La ide ntif icac ió n no es segura Se s upone e l retrato poco pos te rior a la boda , que se ce lebró en 1517. Esta figu ra fe men in a apa rece de más de medio cuerpo, escotada y r odea su c ue llo e l cordó n de l tocado. Del Sarta, en sus ob ras une las formas trad iciona les del quattrocento con las inn ovac iones clasicistas del siglo XVI , especia lmente la a rmonía compos itiva de Rafael y el sfurnato de Leonardo , junt o a la utilización de un colo rido v ibr ante y lum inoso Sus ret ratos sigue n los co lores y las for mas rafae lescas y co mo inn ovación de aquel los, los s uyos se ace rcan a las formas manieristas aná lisis y captació n psicológica del rostro, ala rgamiento del cuello c ilí ndrico y cromatismo muy lumin oso. Fede rico Madraza, director de la Acade mia de Bellas A rtes de San Fernando y profesor de Vicente Poveda lo inició en la pintu ra ’ retrat ista’, en e l ll amado ’cuad ro de géne ro’ y e n la p intur a histórica, temas característ icos de l a rte ro m ántico de la época Fr ut o de esta af ic ión al retrato so n las copias que , posib le m ente, rea lizó en el Museo del Prado, aunque Poveda acostumbraba a red ucir las dimensiones or iginales en s us repreducc iones BIBLIOGRAFÍA AMO, Joaquín del ( 18 79) ’Expo sic ió n Pro vin cia l de B ellas A rtes’. El Graduador , 20-VI II- 1879 BENEZ IT. E. ( 1966) Di ctiona ire des pe intres, scult ers , dessinateur s et grave urs. Li bra iere Grund , to m o V II Boletín de la Real Academia de Be lla s Artes de Sa n Fernando W Época A ño XV II nº 72. 31-X ll-1924. CA LA TAY UD BAYA, J ( 19 77 ) Diccionario abreviado de personaje s alicantinos Alica nte Catá logo de la Expos ic ió n Ge neral de Bell as A rtes de 18 8 1. 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Ses ió n de l día 24 de marzo. -Libro de actas de 1878. Ses ió n de l día 5 de abril -Li bro de ac tas de 1880 . Sesión de l día 3 de nov iembre -Libr o de ac tas de 1882. Sesión de l día 4 de abril A rc hi vo Municipal de Petrer -19 71 . Exped ie nten º 27. Arc hivi o Co mune di Roma . Rip art iz io ne IV Se rv iz i Demo graf ic i Stato C ivile M onum enti Mu sei e Gal lerie Po nt ifi cie. Citta del Vaticano. A rc hi vio Seg re to Vat ica no Cittá de l Vaticano

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