Urbanismo y demografía medieval en elda

URBANISMO Y DEMOGRAFA MEDIEVAL EN ELDA. ANTONIO M. POVEDA NAVARRO URBANISMO Y DEMOGRAFA MEDIEVAL EN ELDA ELDA 1994 711 POVEDA NAVARRO, Antonio Manuel POV urb Urbanismo y demografa medieval en Elda / Antonio M. Poveda Navarro. - Elda, Alicante: Envases Tendero, 1995 (Elda: Editen). -104 p. 20 cm. ISBN 84 - 605 - 2724 - 7 1. Elda (Alicante) - Urbanismo - Historia - Edad Media. 2. Elda (Alicante) - Poblacin - Historia - Edad Media. I. Ttulo. 711.435+314(460.315 Elda)04/14 Antonio M. Poveda Navarro de esta edicin Envases Tendero Diseo Portada: Daniel Valls Gonzlez Tratamiento informtico de textos e ilustraciones Daniel Valls Gonzlez ISBN : 84- 605 -2724-7 Depsito Legal : A - 364 - 1995 Impresin : EDITEN c/ Ramn Nocedal, 2 - Elda (Alicante) 6 Estudios histricos, como el que se publica aqu, que investigan acerca de la morfologa urbana tienen un gran inters porque la founa de ciudad es el discurso fsico que un pueblo va escribiendo a lo largo del tiempo. La forma de la ciudad es como un libro, donde si se mira con agudeza, se puede leer y entender su pasado y la cultura urbana que ha marcado una determinada forma de ciudad. Deca Leonardo da Vinci que slo se ama lo que se conoce. Elda se ha construido como una ciudad sin historia y ya vernos el resultado que tal cultura nos ha traido. La historia no es un texto vaco, nos ensea a amar la ciudad. El espacio urbano de Elda ha perdido toda capacidad de transmitir significados que permitan a los ciudadanos identificarse con unos valores que den sentido colectivo a su vida. Naturalmente la ciudad actual dice cosas a travs de sus calles, arquitectura, ordenacin de espacios, etc. pero desgraciadamente en general es un lenguaje sombro. Afortunadamente, trabajos recientes y rigurosos (la mayora de la bibliografa de este libro es posterior a 1.980), estn recuperando el pasado de nuestra ciudad y entre ellos este que se publica ahora de Antonio M. Poveda, que se lee de un tirn. Cuando estaba redactando estas notas estuve examinando el plano de Elda de 1.916 que se incluye en este texto y pensaba que la trama urbana de la ciudad antigua era interesante y rica especialmente, pero las operaciones de ciruga urbana realizadas desde los aos 60 no haba sido muy afortunadas. Como 7 fragmento de la historia de la ciudad la morfologa urbana, especialmente la de los cascos antiguos, deba de ser contemplada corno patrimonio histrico Agredirla, desvirtundola sin sentido, es un atentado contra la memoria de todos los ciudadanos. La ciudad no se construye solo desde el poder, en el momento crtico que nos encontrarnos es necesario, ms que nunca, reconstruir o crear un tejido social, vigoroso e independiente, garanta de una cultura urbana que nos reconcilie con la ciudad. Jos Ramn Navarro Vera Universidad de Alicante 8 INTRODUCCIN. Esta investigacin histrica se enmarca en su fase inicial. centrada en identificar los elementos espaciales, aspectos monumentales y reas funcionales urbanas, que aunque son bsicos tambin son fundamentales para reconstruir la topografa histrica de la ciudad, y adentramos en el conocimiento del urbanismo medieval de Elda. Es obvio que ninguna ciudad puede ser estudiada nicamente desde dentro de sus muros, pues su carcter dinmico solamente se puede entender teniendo presente el contexto definido por su entorno rural y la organizacin agraria de ste, es decir, de las zonas periurbanas de la poblacin, fuera de su recinto. Estos espacios rara vez se estudian, sin embargo suelen encerrar un gran inters histrico y arqueolgico, ya que en ocasiones contienen algunos elementos que a veces han llegado hasta hoy. Cuando esos restos arqueolgicos faltan pero se tiene la fortuna de conservar, aunque sea parcialmente, la toponimia de origen rabe de un territorio, podremos definir la existencia de dichos espacios y sus funciones. Teniendo en cuenta todo ello, y aunque sea de modo sucinto, pasaremos revista a las zonas periurbanas de la alquera o modesta medina musulmana de ILLA/ELDA. Para ello debernos de partir de la organizacin territorial entre el final del perodo romano y los albores del medievo, por tanto en la fase preislmica (siglos V al VII), de la que poseemos nicamente informacin de carcter arqueolgico. 9 Recientemente (revista Alebus, 2-3, Elda, 1992-1993) hemos presentado una propuesta bastante completa y compleja sobre la estructura del territorio del Valle de Elda, incluyendo los distintos asentamientos humanos y la evolucin del hbitat de la fase tardorromana y visigoda. La circunstancia ms destacable es la existencia de una ciuitas romano -visigoda denominada ELO, que haba sido sede de un episcopado visigodo y que entre los siglos VII y VIII estaba totalmente descompuesta y en extincin. Su ubicacin era la de las tierras ocupadas por el yacimiento arqueolgico denominado El Monastil. Este asentamiento que fuera el nico y principal ncleo urbano de la comarca, dispona de un pagus o zona rural poblado por varios fundi o fincas de campo, que es lo que son los yacimientos arqueolgicos de Arco Sempere, Puente I, Puente II y Las Agualejas, los cuales han aportado materiales cermicos que pel Innen fecharlos entre los siglos VI y VII. Ese territorio del Valle, que era el ms densamente ocupado por el hombre, pudo continuar con actividad humana durante los siglos VIII y IX, aunque hasta la fecha no se han hallado restos materiales que lo demuestren, o no se han sabido identificar todava. La cuestin es que nicamente parece continuarse la vida hasta poca islmica en El Monastil, que aunque con unos niveles muy modestos documenta la existencia del lugar entre los siglos IX y XIII, momento en el que se habra convertido en una pequea alquera hispanomusulmana. Por su parte, el rea donde se ubican Arco Sempere-Galera de Jess Laderas de Boln, denotan la presencia de la cultura islmica desde el siglo X hasta el XIII, continuando la ocupacin o 10 reocupando un importante sector de asentamientomiento romano visigodo. La gran extensin de este ncleo musulman, la riqueza de algunos de sus materiales localizados (tesorillo de monedas de plata y cermicas de lujo), la abundancia de agua, la existencia de tierras muy aptas para la agricultura y su excelente ubicacin en la viabilidad rutera de la zona, nos hace pensar en que estamos ante un asentamiento que ms que una importante alquera podra ser una de esas tpicas almunias o fincas residenciales. Por ltimo, en los terrenos ocupados por Puente II y Las Agualej as se constituiran algunas modestas alqueras, al menos y en el pri mero de los sitios citados entre el siglo X y el XV. Hasta esas fechas, el solar que luego acogi al asentamiento medieval del actual casco antiguo de Elda no parece que tuviese presencia estable de una comunidad humana, aunque futuros hallazgos arqueolgicos en el lugar podran alterar esa idea: En la actualidad solamente se tiene documentada la aparicin de un pequeo centro rabe a partir del ltimo tercio del siglo XII, con la llegada de los almohades, quienes al levantar un alczar o fortaleza en el cerro donde hoy vemos el castillo de Elda, establecieron las bases para el desarrollo de una alquera que con el tiempo se transformara en una urbe o pequea medina musulmana. La importancia que adquirira en el siglo XIII, quiz ya bajo soberana poltica cristiana (desde el ario 1243), explicara que los habitantes de las zonas de El Monastil y de Arco Sempere-Boln se trasladasen al ncleo protourbano de Elda, a los pies de su alczar. Efectivamente, esos asentamientos se abandonaron en dicho siglo pues a partir de ese momento no se detecta presencia humana estable. Durante los siglo XIII y XIV se asistira a la organizacin de 11 los espacios agrarios periurbanos, algunos de cuyos elementos se pueden rastrear analizando la toponimia rabe que hemos heredado, como intentamos poner en evidencia con el mapa nmero O que aqu presentamos. MAPA O.- Elda y la organizacin de su zona periurbana medieval. 1. Al-munastFr/E1 Monastil. 2. Al-fawwara/Alfahuara. 3. Arco Sempere-Laderas de Boln. 4. Al-walaja/Algualejas o Las Agualejas. 5. Al-malik/E1 Melik. 6. Puente II. 7. Al-faly/E1 Campico. 8. Al-mafraq/Almafr. 9. Al-jawad/Aljaud o La Jaud. Las tierras de huerta ubicadas al sudeste de la sierra de La Torreta recibieron la denominacin de El Monastil, debido a que all se encuentra el antiguo poblado histrico de igual nombre. Ese topnimo se deriva de la palabra rabe al-munastir, con la que dicha etnia designaba lo que consideraban un lugar religioso fortificado, que es como identificaran a los restos basilicales y fortificados del citado poblado. Frente al castillo de Elda, a su norte y al otro lado del ro, se encontraba otra huerta en la que destacaba la presencia de un manantial o fuente por lo que reciba el nombre de Alfahuara o Alfaguara, que procede de la palabra rabe al-fawwara, cuyo significado es el de nacimiento de agua 12 que no cesa de manar. Los musulmanes de Al-Andalus designaban a los campos extensos y abiertos con el topnimo al fahs, que en cataln o valenciano se traduce por alfas, cuyo sinnimo es el trmino El campet, que en castellano equivale a El campillo o El campito y que en el habla eldense es El campico. precisamente la palabra con la que se haca referencia al extenso campo ubicado entre la actual plaza de Castelar y el terreno al sur del I.N.B. Azorn. En el meridin de Elda, junto al ro Vinalop, existan varias huertas y alqueras, ah encontramos el topnimo rabe al-walaja, traducido por meandro de ro, que normalmente contiene una importante extensin de tierra en cultivo, su equivalente en cataln o valenciano es algolecha o algoleja y otras variantes, en castellano algualejas o las agualejas y otras variantes; precisamente en Elda existe una partida rural en el lugar ya indicado, que se situa a lo largo de un extenso meandro con tierra ptima para el cultivo y abundancia de agua, que se denomina Las Agualejas o Algualejas y que es donde est la importante villa romano -visigoda ya mencionada. Junto a esa demarcacin rural pero al interior, sin contacto con el ro, se encuentra otro importante sector agrcola, denominado El Melik, topnimo derivado del rabe al-malik, que se traduce por El Angel, refiriendose al que acompaaba al difunto hasta su dios Al, segn El Corn; ello nos indicara que en las proximidades, entre esta partida rural y la puerta de la ciudad denominada Portal del ngel, se ubicara una necrpolis rabe, de la que trataremos ms adelante. Hacia el sudeste del trmino municipal de Elda encontramos una vasta extensin de tierra designada como La Almafra, que se continua incluso por el trmino de la vecina Petrer, lo cual avala la antigedad del topnimo, que se deriva del rabe al-maji aq, que significa bifurcacin de caminos y que es una fiel y abundante realidad en dicho lugar. La parte de campo 13 situada al suroeste de la anterior partida rural, junto al ro y saliendo de Elda por el sur, se denomina La Jaud, palabra heredera de la rabe al-jawad, caballo corredor, que hara referencia a una posta donde los caballos podan ser sustituidos o repostar para posteriot mente proseguir la marcha, por el camino o calzada donde se ubicaba aqulla. Este significado cobra total sentido si tenemos en cuenta su relacin con la partida que le es contigua, La Almafr, que justamente y no por casualidad delata la presencia de caminos y cruces, uno de los cuales pasara por La Jaud, precisamente el que serva y sirve para entrar en el trmino de Novelda. Respecto a la fol. nacin del topnimo actual Elda, hemos de indicar que el punto de partida parece estar en el nombre que reciba la comunidad indgena ibrica ms importante del Valle, existente en el yacimiento de El Monastil, que era en lengua ibera ILU, cuando dicho poblado se romaniz fue conocido en lengua latina como ELLO, aunque durante la fase visigoda tambin se le denomin ELO, posteriormente, una vez se asentaron los musulmanes en la zona le llamaron en su lengua ILLA, momento en el que el topnimo pas de ser masculino a ser femenino, a partir del siglo XIII, conquistado el territorio por los cristianos, primero castellanos y luego catalanovalencianos, fue designado ELLA, aunque a veces tambin se usaron los trminos de ETLA y ECLA, sin embargo, desde finales del mismo siglo y sobre todo desde el XIV y hasta el presente, se ha denominado ya ELDA. 14 1 5 1I. APROXIMACIN AL URBANISMO MEDIEVAL DE ELDA. Dedicarse a intentar definir el urbanismo de la ciudad de Elda de pocas anteriores al siglo XX, es tarea particularmente ardua y dificil, ya que no contamos con ningn tipo de estudio y la escasa informacin existente est dispersa y confusa. El nico trabajo que se ocup del desarrollo urbano de Elda, desde la etapa medieval hasta nuestros das, fue la Diagnosis para la elaboracin del Plan General de Ordenacin Urbana de Elda (1984), que realizado por un equipo de arquitectos y urbanistas catalanes dejaba muchas lagunas, incurriendo en ocasiones en importantes errores, todo lo cual era ms o menos lgico por la naturaleza del estudio y ser el primero que se realizaba. De modo que, con estas carencias y las nuestras propias debidas a que en absoluto somos especialistas en investigar el medievo, y todava menos el urbanismo, nos hemos aventurado suicidamente a profundizar en este terreno, aunque ms por intentar colaborar con los investigadores de estos temas que por otra cosa. A ellos debo agradecer la invitacin para intervenir en esta obra. Dicho esto, hemos de manifestar que la metodologa que empleamos en esta investigacin es la nica que nos ha sido posible. Ha consistido en analizar la evolucin de la trama urbana 17 y sus lneas bsicas en la citada Diagnosis. En realizar una lectura cuidadosa y exhaustiva del plano ms antiguo que conocemos de la planta urbana de Elda (1916). En la bsqueda del callejero antiguo con la idea de interpretar sus nombres y su ubicacin en la topografia antigua. En estudiar documentos del Archivo Histrico Municipal de Elda y del Archivo de la Corona de Aragn, para documentar la existencia de ciertos elementos urbanos cuya construccin fuera promovida por los propietarios de la villa, bien fuese la Corona o el seor feudal, segn el momento de que se trate. En el anlisis de la informacin aportada por las excavaciones arqueolgicas urbanas efectuadas en el casco antiguo y, por ltimo, en revisar los trabajos histricos de eruditos locales e investigadores actuales. INDICIOS DE ORGANIZACION URBANA: a) Planta Urbana, Puertas y Cerca, Calles y Plazas. Para aproximarnos a las dimensiones y extensin de la Planta Urbana hemos de acudir a una restitucin orientativa del ario 1650, proporcionada por la Diagnosis, y al plano con callejero de Elda del ario 1916. Ambas fechas son interesantes por ofrecer ciertas garantas de fiabilidad, respecto a lo que aportan dichos documentos. Hay que tener en cuenta que hasta el ario 1609, cuando se produce la expulsin de los moriscos, la estructura socioeconmica y urbana era marcadamente medieval, donde los matices culturales y fi sicos musulmanes no haban sido excesivamente alterados por la cada vez mayor presencia cristiana. La poblacin de Elda hacia el ario 1595, era en su componente islmico del 81,81 (Yo del total demogrfico (1). Con esa expulsin el vaco poblacional produjo un estancamiento 18 Fig.1.- Panormica de la villa de Elda tomada desde las faldas del Monte Boln al suroeste de la misma, en el ao 1858. Interesa destacar la posicin hegemnica del castillo (parte izquierda) respecto a la poblacin y el ro, ya que estratgicamente se ubica en una elevacin montaosa entre ambos; igualmente pero en el llano, sobresale (parte derecha) la antigua iglesia de Sta. Ana, que hasta el primer tercio del s.XVI fue la mezquita mayor. Fig.2.- Vista panormica del ncleo urbano eldense tomada desde el noroeste hacia el ao 1900, y donde destaca la gran altura del Castillo en relacin a la poblacin, cuyas casas se concentran entre aquel y la iglesia de Sta. Ana, ademas se observa que el permetro de la villa se configuraba con la unin de las pare des traseras de las viviendas, consiguiendo formar un muro contnuo o cerca defensiva. Tambin apre ciamos una porcin de la huerta en el momento de iniciarse su retroceso definitivo. Fig.3.- Vista area del casco urbano de Elda a mediados de los aos 60, distinguindose en el centro la trama urbana primitiva, medieval, y la gran extensin ocupada por el castillo (arriba). 21 IND Fig. 4.- Visin de la ciudad de Elda en toma area desde el sur. Se observa claramente la distinta morfologa urbana y dimensiones del ncleo primitivo (hacia el centro y parte superior) en relacin al tejido urbano posterior, ms amplio y lineal que cambia incluso la viabilidad interior de la urbe. Imagen obtenida a mediados de los aos 60. CJ Fig.5.- Panormica area de Elda a mediados de los aos 60, en cuya parte central se distingue el barrio de origen medieval, surgido a partir de un pequeo ncleo islmico asentado a los pies del montculo donde se construy el castillo (primer plano a la izquierda), en los ltimos aos del s. XII, para proteger a la poblacin y controlar el acceso a la villa desde Sax por la bajada desde la sierra de la Torreta hasta el puente frente a la fortaleza, que de este modo controlaba el nico y mejor vado para crt,zar el ro y entrar por el norte. PLANO DE ELDA ElIC111 I 1000 1915 LJ Fig.6.- En este plano del ao 1916 se aprecia intacta la estructura de planta octogonal gtica, del barrio medieval, con sus principales plazas, placetas, calles labernticas, cortas y sinuosas y callejones, todo ello contrasta con la amplitud y la linealidad de la parte derecha y superior, perteneciente a los aadidos urba nsticos de finales del s. XIX e inicios del XX. Fig.7.- Planta deducida por el equipo redactor del P.G.O.U. de Elda, donde incluyen los tres principales hitos urbansticos de hacia 1650, que seran el castillo y la antigua ermita de San Antn en el sector izquierdo (norte de la villa, y la mezquita / iglesia de Sta. Ana en la parte superior derecha (sureste de la poblacin). Adems destacan las principales lneas de viabilidad y accesos de la urbe. econmico y urbano que perdur a lo largo de casi toda la centuria. Por otro lado, durante la segunda mitad del siglo XIX, la Elda de economa basicamente agraria y de arrieros comenz a ver implantarse una nueva actividad econmica, la del calzado, pero que solamente empezar a ser suficientemente importante, como para alterar la fisonoma de la agrcola Elda, a partir de la Primera Guerra Mundial y sobre todo desde la dcada de los arios 60 del actual siglo, por todo ello el plano urbano de 1916 todava fosiliza gran parte de la antigua villa, convirtindose en una fuente vlida para lo que aqu nos incumbe. El equipo que elabor la Diagnosis estima que el casco histrico contaba con 11 ha. de extensin, a partir de ese dato y de la planta que confeccionaron, hemos eliminado los sectores construidos con posterioridad al siglo XVI, de modo que deducimos que la dimensin de la villa al final de la Edad Media no superaba las 8,5 ha. En el momento de la transicin del mundo antiguo al medieval, la poblacin de Elda estaba diseminada por todo el valle, ubicada en ncleos rurales de la llanura cercana al ro y en algunos hbitats de altura, todos ellos originados en antiguos asentamientos de poca romana o tardorromana (2). En esta situacin se llegara, siempre segn los datos aportados por la arqueologa, al ltimo tercio del siglo XII, momento en el que se asentaron grupos rabes que sern los autores de edificar unos castillos inicialmente modestos a lo largo de las comarcas del ro Vinalop. Uno de esos grupos de rabes almohades creara una pequea aldea a los pies de un sencillo castillo, formando una comunidad preurbana en torno a una colina, que andando el tiempo dio paso a una primera trama urbana medieval, hoy 26 prcticamente desaparecida, que a su vez, entre los siglos XV y XVI, se transform en una planta ortogonal gtica, de la que es heredero el actual casco urbano de la ciudad de Elda, tal y como permite verificar el plano de 1916 y la contemplacin directa del casco antiguo. Las urbes medievales que posean murallas permiten definir facilmente los lmites de sus plantas, en el caso de Elda nos encontramos sin muralla aunque sabemos que su funcin de cerca o recinto, era substituida por la construccin de casas cuyas paredes traseras estaban unidas formando un muro contnuo, con el que se cerraba la villa y se delimitaba su trama urbana. Las casas cuyas paredes posteriores servan de cierre solan tener ms de un piso de altura, y disponan de una o varias aspilleras. Este tipo de morfologa de vivienda -cerca la hemos podido contemplar hasta hoy da en construcciones del siglo XVII, que son las que nos han llevado a proponer esa posibilidad de recinto. Respecto a los ingresos o accesos medievales de Elda, solamente conocemos con seguridad dos y de ellos unicamente sabemos el nombre de uno; aunque estudiando la trama urbanstica de calles y plazas y la viabilidad entre ellas, creemos poder deducir la existencia y ubicacin de otras dos entradas. El acceso ms evidente es el del oeste, que se corresponde con la va de comunicacin con la poblacin de Monvar que se ubicaba en el camino hacia las tierras de Murcia. Penetrando en lnea recta desde esta puerta, en direccin suroeste -noreste, se describe un eje vial bsico perfectamente sealado por la Diagnosis, que conclua al este de la villa en una nueva puerta, 27 prxima a la Iglesia de Santa Ana (antigua Mezquita Mayor), a su noreste. La entrada del oeste era conocida como Portal del ngel o deis orts, nombres con los que se la conoca todava en este siglo y que aparecen documentados en los libros de Clavarias del siglo XVII, del Archivo Histrico de Elda, como bien ha sealado A.Navarro (3). Este autor sita dicha puerta en la confluencia de las actuales calles de la Pursima y Alczar de Toledo, de modo que toda la parte trasera de las casas de la calle Gonzalo Sempere (antiguamente conocida como la Tripa), cuyo primitivo nombre fue el de la Fortaleza, formaran parte del cinturn que cerraba la villa. Interpretacin que es coincidente con la del equipo redactor de la Diagnosis, que observa en el trazado de la calle de Gonzalo Sempere el reflejo de los vestigios del muro adelantado de defensa (4), que encint esta parte de la poblacin hasta el siglo XVI. El portal en correspondencia con el que acabamos de ubicar, pero al este, se encontraba inmediatamente al noreste de la Iglesia de Santa Ana. Posiblemente se le deba identificar con el que aparece citado en las Clavarias del siglo XVII con el nombre de las heras, pues comunicaba con un gran nmero de ellas que se disponan fl anqueando todo el recorrido de la va que conduca a la villa de Petrel y al Camino de los Valencianos y el de Castilla. Precisamente del ingreso por este vial se conserva una fotografa de principios de este siglo, donde se aprecia la entrada junto a la citada iglesia (antigua mezquita mayor). e incluso los restos de la Cruz de Trmino que marcaba el inicio y final de la villa, a la altura de la confluencia de las actuales calles de Jardines y Pedrito Rico (5). El otro gran eje viario intraurbano que permita la fcil comunicacin entre el noroeste y el sureste de la poblacin, nos 28 ha permitido deducir otras dos puertas medievales de las que se desconoca su existencia y denominacin. Una se ubicara al suroeste del castillo, hacia el comienzo de la calle Espoz y Mina, desde donde se poda acceder rapidamente a dicha fortaleza o al interior de Elda, comunicando con la principal plaza medieval, la del ngel (hoy de la Constitucin, que no conserva nada de lo que fue), adems de ser la que mejor unida est con la mayor cantidad de las calles de entonces. La puerta donde acabara en el sur se situara en el inicio de la calle Coln, desde donde parta el camino a Alicante, Elche y la costa. Estas puertas y la travesa urbana que las una, fueron sustituidas por un nuevo eje formado a su oeste, en el siglo XVII, apareciendo dos nuevos portales, el de San Antn (pasando por la ermita de igual nombre) y el del Hostal o del Mesn, saliendo por la calle Antonio Maura. Todava pudo existir otra puerta, o ms bien un estrecho paso abierto en el norte de la villa, que serva para comunicarla con la entrada fortificada del castillo. Esto es lo que se desprende de la lectura del plano de 1916, donde se observa como exista un tramo perfectamente alineado desde el arco de acceso a la fortaleza hasta el comienzo de la calle denominada significativamente del Castillo, donde se localizara esa especie de puerta. Adems, todava hoy se puede contemplar esa situacin, ya que la topografa urbana en esa zona no ha sido apenas modificada, al impedir la presencia del castillo que la ciudad evolucionara en ese lugar. Sobre la cuestin de la fisonoma de las calles y plazas del medievo de Elda, poco o nada ha llegado a nuestros das, los nicos datos inferibles son a partir del tan citado plano. En l apreciamos un casco antiguo muy modificado con respecto a los 29 CD y LA MESETA [5 o o /4 / a ALICANTE Fig.8.- A: Planta global de la Elda de hacia el ao 1650, con la viabilidad, las puertas y los hitos urbanos destacables (Castillo, iglesia Sta. Ana y ermita de San Antn). B: Plano de la Elda Medieval deducido del Plano de Elda del ao 1916, y con aadidos del autor. 1.- Pza. del Angel. 2.- Mezquita/Iglesia de Sta. Ana. 3.- Castillo. 4.- Arco de acceso al castillo. 5.- Primitiva Iglesia. 6.- Baos de Alfaguara. 7.- Acueducto en c/Pilares. A -B -C -D -E= Puertas de la Villa. Necrpolis cristiana. ri Necrpolis rabe. A Fig.9.- La entrada norte a Elda era difcil debido a que se necesitaba cruzar el ro, y el punto para hacerlo era por un puente situado delante mismo de una mole rocosa defendida por una gran fortaleza. Estas cir cunstancias son las que se ilustran en esta fotografa de comienzos de los aos 40. Fig.10.- Al fondo de esta imagen de los aos 40 se observa el estrecho por tal del final de la calle Los Clrigos, que recuerda al antiguo acceso en cuesta que directamente permita entrar en la villa despus de cruzar el ro y pasar junto al castillo. 32 Fig.11.- Vista de la entrada este de Elda a comienzos del siglo XX (primeras dcadas), se trata de uno de los principales ejes de acceso a la villa, que pasaba junto a la mezquita /iglesia de Sta. Ana, que se apre cia al fondo de la imagen; igualmente destacan los restos de la cruz de trmino ubicada en ese punto y que se observan en primer plano a la izquierda. primeros siglos de la etapa medieval, la ms marcadamente islmica, las caractersticas parecen responder al final de ese perodo, o al menos originadas hacia los siglos XV y XVI. Las calles conservan todava en el plano una cierta sinuosidad, los tramos estrictamente rectos son cortos y escasos. presentndose a menudo discontinuidades causadas por la implantacin de plazas o placetas, crendose multitud de rinconces y recodos en las esquinas o ngulos de las pequeas e irregulares manzanas. Tambin se aprecian en el plano algunas de las tpicas calles sin salida o callejones. y otras que describen recorridos en forma de ele, si a todo ello aadimos que por lo general son calles de 2 o 3 metros de anchura, con algunas ms tardas de algo ms de 4, estaremos ante la morfologa de un callejero de origen rabe. Las alineaciones de estos viales son irregulares y quebradas. adaptndose a la parcelacin de las manzanas, las calles, como hemos visto son estrechas y de dimensiones variables en un mismo tramo. El sector del castillo, que siempre estuvo vertebrado por la calle Virtudes, mantiene los viales primitivos en espina que ascienden hacia ella. Toda esta trama urbana es un rea muy definida situada al noroeste de la ciudad actual, que se desarrolla alrededor de la colina del castillo hacia el sur. Se asienta principalmente sobre un llano con ligera pendiente hacia el ro Vinalop al noroeste. No obstante el asentamiento ms primitivo se dispone hacia las laderas de pendientes acusadas que rodean el cerro de la fortaleza. 34 La malla de esa implantacin forma una cuadrcula istropa que se pierde en la actualidad al efectuar operaciones de apertura y reforma. Adems, se focaliza en pequeos ensanchamientos y en esquinas que crean espacios en forma de rectngulo o de ele, constituyndose en placetas: Plaza de Arriba (R.N.S.), la de Abajo (antao del ngel y hoy de la Constitucin), la de la Iglesia, la de San Agustn, la de San Pascual y la de Santa Ana, estas dos ltimas ya desaparecidas. En la malla ms primitiva se producen manzanas cerradas, irregulares y de formas generalmente cuadrangulares, con un mayoritario primer grupo de dimensiones entre 8.000 y 2.000 metros cuadrados, compactas, y un segundo grupo con superficies entre 2.000 y 4.000 metros cuadrados que se esponjan permitiendo acceso a pequeas placetas interiores mediante estrechos callejones. La parcelacin es gtica de pequeo tamao (4 X 15) en el sector ms antiguo alrededor del castillo. La agrupacin es lineal apoyada en los viales, llegando a formar manzana por soldadura de parcelas apoyadas en los mismos que son paralelos. En el llano la parcelacin es de mayor tamao (6 X 20), formando manzana por soldadura, igual que en el caso anterior. Se acceda a parcelaciones interiores de las grandes manzanas mediante callejones (6). De entre todas las plazas de origen medieval destaca la antao denominada Plaza del Angel, debido a su posicin cntrica respecto a la trama urbana, pero sobre todo por ser el gran espacio donde se ubicaban los elementos socioeconmicos y polticos principales de la villa. 35 La citada plaza era la ms grande de las primitivas, pasando a ser la segunda al finalizar la fase medieval en un momento en el que ya exista la Plaza de Arriba. La forma de su planta era rectangular aunque no totalmente regular. Se emplazaba cntricamente y era la mejor comunicada con puertas y calles. Su configuracin y origen pudo ser a finales del siglo XIV o ya en el XV, momentos en los que sabemos que los seores de Elda (tanto la Corona como los propietaros feudales) estaban fomentando e impulsando obras y construcciones en la villa, su periferia y en el castillo, algunas de las cuales las citaremos ms adelante. Adems, el crecimiento poblacional rabe y cristiano (7) experimentado por esas fechas, trajo nuevas exigencias de infraestructura y de una plaza como la del ngel, donde sabemos que se alojaban el Concejo, la Crcel y la Lonja, y donde A.Navarro, basndose en documentos del Archivo Histrico de Elda (8), localiza la celebracin de todos los actos de administracin de justicia y jurisdiccionales, destacando especialmente la resolucin de pleitos sobre las aguas para el riego de la huerta. Pero adems. era el lugar donde se producan todas las transacciones comerciales y mercantiles, de modo que cuando la reina Violante, seora de Elda, consigue en 1388 que el rey Juan I conceda la celebracin de mercado y feria (9), o cuando la importante familia valenciana de los Corella, seores de Elda, consiguen de Alfonso V la concesin de mercado, en 1426, y de Juan II la de feria, en 1466 (10), todo ello se ubicara y desarrollara en la Plaza del ngel. Y precisamente en ella, aunque con los nombres de Plaza de Abajo, de Jos Antonio o de la Constitucin, se han venido celebrando todas las ferias y mercadillos ambulantes hasta la dcada de los aos 70 de este siglo, de modo que la tradicin perpetu un lugar concreto para 36 unos actos definidos desde poca medieval. b) Construcciones religiosas: Mezquitas e Iglesias. Las necesidades espirituales de las comunidades musulmana y cristiana obligaron a edificar y mantener alguna mezquita y alguna iglesia en Elda. La existencia de estas construcciones religiosas nos es evidente por ser mencionadas en algunos documentos que ahora veremos, pero no tenemos datos suficientes para poder ubicarlas con precisin en la trama urbana, y por otra parte, la arqueologa no nos ha aportado todava ninguna informacin a tal respecto. Dado que la primera comunidad en asentarse en el actual solar urbano fue la islmica, hemos de comenzar por investigar la segura presencia de al menos una primitiva mezquita, que si nos dejamos llevar por el tpico esquema de su ubicacin topogrfica, debera situarse en el interior de un tringulo cuyos vrtices seran el castillo y la colina sobre la que se erige, la plaza del ngel y el ro Vinalop, ello nos plantea como nico sector de ubicacin el del noroeste de la villa medieval, no podemos precisar ms, pero el lugar es bastante idneo: en un llano por el que se desciende en suave pendiente desde el pie de la colina del castill, donde se ubica la parte alta de la poblacin, lugar donde la tendencia del desnivel del terreno nos lleva al ro, rea por tanto donde es fcil disponer de agua, que puede a su vez ser comodamente evacuada. Hipotticamente es aqu donde pudo estar la mezquita menor, la ms antigua, ya que la denominada mezquita mayor, ms moderna, se la localiza con casi total seguridad bajo la actual 37 iglesia mayor de Elda, la de Santa Ana, pues como es bien sabido, en el ario 1528, la monarqua espaola determin que todas las mezquitas mayores existentes entonces fueran requisadas, siendo transformadas en iglesias para el culto cristiano, proceso que fue totalmente cumplido en Elda (11). Estos hechos y la identificacin de esa iglesia con la citada mezquita, encajan perfectamente con la ubicacin de aquella en el viejo plano de 1916, sobre todo despus de nuestras aportaciones o modificaciones, ya que dicho lugar de culto musulmn fue construido en la periferia de la villa, en su sureste, lo cual es lgico, ya que la poblacin rabe de entonces sera mucho ms numerosa despus de haberse instalado hacia el siglo XII, que en los siglos XIV -XV, momento en el que se debi valorar las necesidades de otra mezquita, ms amplia y nueva, para una ya populosa masa musulmana que adems, es de suponer que se encontrase en plena expansin econmica, en lo mercantil gracias a las concesiones de feria y mercados, y en la agricultura por la misma razn y por el gran apoyo recibido desde la corona para obtener el agua suficiente. Es evidente que una nueva construccin pblica de esa naturaleza requera un espacio amplio y adecuado, y ello solamente poda ser as en terrenos perifricos, sin construcciones ni propiedades que entorpecieran el proyecto. Pero adems, hemos tenido la fortuna de que se conservase el plano de la antigua iglesia de Santa Ana, al menos como era en el siglo XIX (12), y la estructura cuadrada o ms bien rectngular que se aprecia, aunque con aadidos y reformas, es claramente identificable con la de una posible mezquita. 38 Respecto a las iglesias del culto cristiano de poca medieval, los datos documentales existen pero son algo confusos. Inicialmente solo existira la capilla del castillo, obviamente de fecha posterior a la toma del mismo por Castilla (1243-1244), despus se debi edificar una primitiva iglesia para la comunidad cristiana, cuando sta existiese en nmero que la hiciese necesaria, lo cual no ocurrira hasta el siglo XIV, segn los datos demogrficos y tnicos de que disponemos (13). En la ltima dcada de ese siglo, la reina Violante, seora de la villa de Elda, fund una capellana en la iglesia existente en ella, tal y como se desprende de la cita documental que afirma: In ecclesia seu Capella Villae de Elda: una capellana fundata per Dominam Reginam Violantem (14). Dnde se ubicaba tal iglesia antigua, el primero en intentar contestar a esta cuestin fue el erudito local L.Amat (15), quien supuso que la antiqusima ermita de San Antn (que fue sustituida por la actual en el ao 1950), al oeste del castillo y en las afueras al noroeste de una villa en cuyo interior habitaban mayoritariamente musulmanes, pudo ser la primera iglesia de la localidad. A esta suposicin le llevaba tambin el que hasta el ao 1837, en el altar de la ermita existan unas pinturas en tabla con las imgenes de Santa Ana y San Joaqun con la Virgen Nia, siendo la primera la ms antigua patrona de Elda y bajo cuya advocacin estara ese recinto de culto, antes de convertirse en la primitiva ermita de San Antn. Todava tenemos otro dato ms sobre la existencia de una antigua iglesia. Nos lo ofrece un notario de Monforte, Diego de 39 , ...1111.3.11501.n3tar #1. Fig.12.- Parte de una pintura mural al fresco, perteneciente a la capilla del Castillo; se observa una mano que alza un cdiz o copn litrgico. Debe datar del s. XV o XVI. Fig.13.- Vista frontal de una pequea estructura absidal perteneciente a un edificio del s. XV, ubicado a espaldas del Ayuntamiento y actualmente ente rrado. 41 NJ Fig.14.- Planta de la mezquita mayor convertida en el s. XVI en iglesia. en este dibujo del ao 1873 de la actual iglesia de Sta. Ana, queda patente todava la forma cuadrada perteneciente a la mezquita, a la que posteriormente se le hicieron los aadidos cristianos. Aracil, que intervino en un pleito entre esa poblacin y la de Novelda, por lo que redact un documento en el cual se deca que havia...en la vila de Elda una sglia non sab sots quina invocaci..., antes de la conversin de los moros del reino (16), fenmeno promovido con cridas desde el ario 1519 y siguientes. En 1451, el Papa Nicols V plantea en una bula que el seor de Elda, Ximn Prez de Corella, edifique una iglesia en dicha villa, lo que no ocurrira hasta el ario 1528, cuando con un nuevo propietario, Juan Coloma (poco despus nombrado Conde de Elda), se convirti en iglesia la antigua mezquita mayor musulmana, tal y como ya hemos comentado, momento a partir del cual la primitiva iglesia se convertira en ermita, mientras que la nueva parroquia que inicialmente se llamaba de Santa Catalina, pas poco despus a estar bajo la advocacin de Santa Ana. c) Construcciones hidrulicas: presa, acueductos, barios. El importante problema del abastecimiento de agua para satisfacer las necesidades de las poblaciones de las comarcas del Vinalop, no es una cuestin nueva puesto que existe documentacin escrita, al menos desde el siglo XIII, donde los pleitos de aguas entre Aspe, Elche, Elda, Sax y Villena, son una constante que ha llegado hasta nuestros das. En el Valle de Elda exista una parte importante de terrenos dedicados a la agricultura de regado, por ello para su mantenimiento se precisaba garantizar el uso continuado de agua, mediante presas o paradas que la regulasen. De este tipo de construcciones no hemos documentado fsicamente ningn resto, 43 lo que por otra parte es bastante normal, pues es bien sabido que el ro Vinalop ha sido siempre una especie de torrente, no excesivamente caudaloso, que cclicamente recibe fuertes y violentas avenidas fl uviales debido a fenmenos climatolgicos, del tipo gota fra y de lluvias torrenciales de fuerte intensidad horaria, cuyos efectos notorios han sido las inundaciones y el arranque violento de puentes, presas, azudes, molinos, acueductos, etc. . Tales circunstancias han sido histricamente sufridas por Elda, cuya muestra ms ilustrativa es la de su pantano (hoy inservible), del que sus restos mejor conservados datan de los siglos XVII y XIX. Nosotros hemos podido identificar recientemente la existencia de cuatro fbricas o construcciones distintas y sucesivas en el tiempo, una de las cuales creemos que puede remontarse a poca medieval, o al menos anterior al pantano del siglo XVII, que se emplaza inmediatamente aguas abajo del que nos referimos. Por otra parte, disponemos de una noticia del ario 1481, del Concejo de Elche a su seor feudal don Gutierre de Crdenas (17), que entre otras cosas le solicita... Que consiga del Rey que el Conde de Cocentaina y Don Pedro Maza no tengan paradas en el ro por el que el agua de Villena discurre para regar la huerta de esta villa, y que las presas de Elda y de Novelda sean deshechas... . Esta informacin es preciosa y precisa, pues el Conde de Cocentaina citado era el seor feudal de Elda, don Juan Ruiz de Corella y de Moncada (18), y se quiere impedir que posea paradas en el paso del ro por las tierras de su propiedad, es decir que era posible que las tuviese en Elda, pero, lo que es ms elocuente, se pretende conseguir el derribo de presas, con la indicacin expresa de la de esta villa. Queda probada, por tanto, la existencia de una presa en Elda cuya antigedad debe remontarse, al menos, al 44 siglo XV, que quizs se corresponda con los restos que mencionabamos como situados junto al antiguo pantano de dicha poblacin. Tambin existe una rica documentacin escrita que va desde el ao 1314 hasta el 1536, que nos informa de la trada de agua, desde las poblaciones de aguas arriba, Sax y Villena, lo que supuso la realizacin de obras hidralicas como la canalizacin de las aguas de aquellas, para llevarlas a Elda mediante acequias que fi nalmente desembocaban en el propio cauce del ro (19). Asegurada la continuidad en la posesin del lquido elemento con esas obras de su recogida y almacenamiento, era obligada la creacin de una red de distribucin, que permitiese la derivacin del agua hacia su aprovechamiento en la huerta y sobre todo, introducirla en la villa para sus fuentes y barios pblicos. Todo ello exiga la construccin de acueductos de diversa envergadura, de los que al menos se nos ha conservado parte de uno y escasos indicios de otros dos. Frente al tramo final de la Sierra de La Torreta, en su parte oriental, en un gran meandro del ro a unos 500 metros aguas abajo del pantano de Elda, donde la actual autova Madrid -Alicante entra en contacto con el cauce de aqul, se aprecian entre los caaverales restos de piedras y de un arco de puente o acueducto, que por su antigedad y conservarse tan oculto ha pasado desapercibido, unos metros ms abajo se levantan todava dos paredones de un acueducto que salva una rambla que evacua en el ro. El tipo de mampostera, de grandes y medianos cantos rodados fl uviales cogidos con cal, y la escasez de lo conservado, no nos permite afirmar con seguridad que sea una 45 Fig.15.- Panormica actual de los restos conservados de al menos cuatro obras distintas, pertenecientes a otros tantos pantanos de los que existen referencias desde el s. XV hasta el s. XIX. Fig.16.- Imagen del tramo conservado del acueducto gtico -mudjar, del siglo XV, ubicado en la rambla de Ruca a su paso por el barrio petrerense de San Rafael. Con l se traan las aguas llegadas de Caprala, del pantano y del nacimiento de Sta. Barbara, para cubrir sobre todo la necesidad de los campos de Elda. oo Fig.17.- Vista de un ngulo de la gran cisterna cristiana ubicada en el centro del castillo, para abastecer a sus residentes del agua necesaria. Fig.18.- Croquis del plano de la villa de Elda, de los aos 80 del siglo XIX, donde se indican los lugares por donde llegaba el agua y las plazas donde se ubicaron fuentes para facilitar su consumo pblico. obra medieval. Por el mismo lugar se aprecian canalizaciones antiguas ya abandonadas, cuya ubicacin coincide con la zona por donde discurra el agua derivada del pantano antiguo y de la recogida de nacimientos de la Sierra de Caprala (en tierras de la poblacin de Petrel). Ambas conducciones todava vean aumentar los caudales a escasos metros, en el alto de Santa Brbara, autntico manantial de agua y puerta obligada para entrar en el Valle de Elda. Semejante concentracin hdrica permite crear desde all una red de acequias, y lo que es ms espectacular, que a unos 300 o 400 metros, en la siguiente rambla a salvar, la denominada de Puea, junto al barrio de San Rafael (Petrel) y frente al cementerio de Elda, se erige todava parte de un acueducto gtico mudjar que es casi un desconocido del arte arquitectnico espaol (20). De esta obra hidralica quedan todava tres arcos ojivales, que con los restantes facilitaron la llegada del agua a las tierras bajas y llanas del Valle. La datacin que nos parece ms probable para su construccin es el siglo XV, teniendo unos ciertos paralelos en acueductos medievales de Biar, Planes y la zona del Comtat de Cocentaina. Desde el acueducto de Puea los aportes hdricos llegaban a la huerta del este de Elda, e incluso se derivara agua hasta las faldas del castillo, a su oriente, donde exista otro acueducto que fue destruido en el siglo XVIII y del que todava a principios de la siguiente centuria, se contemplaran algunos de sus pilares, razn por la cual la calle que en dicho lugar se fue configurando recibi la denominacin de calle Pilares, que es como todava hoy la conocemos. 50 Gracias a estos trabajos de ingeniera hidralica medieval, la comunidad musulmana y cristiana de Elda dispuso de suficientes caudales de agua, para las fuentes, lavaderos y baos urbanos, como complemento cmodo a la posibilidad de usar directamente la del ro. De las fuentes medievales, que seguro existieron, nada sabemos ni podemos intuir. De los baos tenemos escuetas informaciones, la ms antigua es de la reina Blanca de Aragn, que en la segunda mitad de la primera dcada del siglo XIV, manda construir unos baos y posteriormente realizar modificaciones en su caldera (21). Desconocemos si se hicieron para los rabes o para los cristianos, o si eran exclusivos de la propia reina. Lo cierto es que por esas fechas los musulmanes llevaban mucho tiempo asentados en la villa, en la que dispondran de al menos un bao pblico, ya que su religin y su cultura les exiga realizar peridicos y rituales baos. El edificio dispuesto a tal efecto se ubicara en el interior de la poblacin, en un lugar hasta hoy desconocido. En el caso de que los baos construidos ahora fueran para cristianos, debieron situarse en la periferia de la villa, pues esta era enteramente poblada por rabes con muy pocos cristianos instalados entre ellos, ya que logicamente se iran asentando cerca de los primeros ncleos cristianos: castillo, iglesia (posterior ermita de San Antn), etc.. Precisamente junto a estas construcciones, inmediatamente al otro lado del ro, existan unos baos antiqusimos que desaparecieron hace unas dcadas. Su denominacin mediante el arabismo alfahuara o alfaguara, que 51 significa precisamente barios, nos ofrece la confirmacin de su origen medieval. Otra construccin hidralica de inters pblico era el de los lavaderos, importante para la higiene, por ello y con el fin de que los habitantes de la villa tuviesen asegurada el agua necesaria para limpiar sus prendas y objetos cotidianos, en febrero del ao 1393, la reina Violante accede a la construccin de un safareig (22), cuyo emplazamiento nos es desconocido, pero que lgicamente sera en la periferia urbana y cerca del ro. d) El Castillo. Un elemento tpico de las villas del medievo es la existencia de una fortaleza que, adems de proteger a la comunidad asentada a sus pies, condiciona significativamente el crecimiento y la evolucin del urbanismo de la villa en cuestin. En el caso de Elda esto se cumple igualmente. Castillo y casco histrico son las dos caras de la misma moneda. De modo que creemos interesante presentar un resumen de los datos obtenidos con las excavaciones arqueolgicas realizadas en el castillo, y la descripcin del mismo (23). Una de las ltimas actuaciones de la antigua Seccin de Arqueologa del Centro Excursionista Eldense fue, precisamente, la realizacin de algunas excavaciones y limpieza o desescombro en el castillo de Elda, a principios de la dcada de los 80. A lo largo de la misma el Ayuntamiento continu parte de esas labores. Los resultados obtenidos con esas acciones no han sido en general divulgados, salvo excepciones. De ellos merecen ser 52 destacados los hallazgos de parte de un sarcfago paleocristiano, una fosa comn con casi una veintena de cadveres,la capilla del castillo -palacio, la puerta interior de ingreso, la cisterna islmica, la cisterna cristiana, una zona de almacenaje. parte de escaleras para ascender a pisos superiores hoy inexistentes y otras para descender a zonas subterrneas todava recuperables, adems, se constat en profundidad que la roca sobre la que se alza la fortaleza pudo ser habitada de forma definitiva a partir de la segunda mitad del siglo XII. La primera excavacin arqueolgica oficialmente aprobada por la Consellera de Cultura de la Generalitat Valenciana para el castillo de Elda. tuvo lugar en el ao 1985 y se centr en la torre circular ubicada en el flanco oeste. El resultado obtenido, una vez eliminado el medio metro de escombros del actual siglo, fue espectacular pues apareci una torre rectangular de la que se conservaban 3,50 metros de altura. Esta estructura adentraba su cimentacin en la roca madre sobre la que se erige la fortaleza, por lo que se deduce que es una de las primeras construcciones de la misma, pudiendo datarla en la segunda mitad del siglo XII, en funcin de los materiales arqueolgicos (cermicas y vidrios rabes) aparecidos en su base y en su relleno. Se tratara, pues, de uno de los cubos o bastiones del recinto levantado por los rabes almohades asentados en IYYA o ILLA, nombre con el que era denominada la poblacin islmica de Elda (entre los siglos VIII y XII). Pero muy pronto, a comienzos del siglo XIV aproximadamente. dicha torre fue cegada para posteriormente ser rodeada de piedras que le daran forma casi circular, y finalmente se la forrara de los sillares de piedra que le dieron la configuracin externa actual. En el interior se le construy una cubierta en forma de bveda con nervatura gotica, posiblemente 53 Fig. 19.- Vista area del ao 1956, que refleja el aspecto que tena el ncleo urbano ms primitivo desarrollado a los pies del Castillo, que como se apre cia ocupaba una gran extensin. Arriba vemos el puente y a su derecha la rafa del molino y baos de la Alfaguara. 54 Fig. 20.- Detalle ampliado de la panormica del ao 1.858 (fig.1), donde aparece una imagen muy ilustrativa del estado del Castillo en esa fecha, distinguiendose todava las almenas, puertas, ventanas y torres, sobre todo las dos circulares ( la de la derecha no se conserva actualmente). Fig.21.- El Castillo contemplado desde el norte en su estado de alrededor del 1900, destacando una visin poco conocida de su cara norte en la que se aprecia todava en pie parte de la muralla de ese sector, los cubos almohades del este y otras construcciones. Fig.22.- Panormica del Castillo en los aos 40, tomada desde el noroeste y que verifica claramente el tra zado de la muralla norte, la altura de las construcciones del este, adems se observa a la derecha el torre n cuadrado con una altura todava importante. CO Fig.23.- Vista del ingreso externo al Castillo desde el final de la calle las Virtudes; en el muro y en la puer ta distinguimos varias fases constructivas con tcnicas murarias diversas usadas desde el s.XVI a XX. tarda. De manera que se cre una torre circular sobre otra anterior rectangular, proceso constructivo que se repiti igualmente en el cubo rabe ubicado al sur de dicha construccin. As, la arqueologa nos documenta la existencia de dos torres circulares gemelas que servan de autntica defensa de la fortaleza interna, siendo este el aspecto del fl anco oeste del conjunto arquitectnico entre los siglos XV y XVIII. Posteriormente, en el ao 1986, se realiz otra excavacin arqueolgica de urgencia, esta vez delante del cubo suroeste y como paso previo a una posterior restauracin del mismo. La intervencin fue realizada por la arqueloga Ma. Luisa Delgado Garca y evidenci la inexistencia de otras estructuras, aunque s se document la presencia de materiales arqueolgicos (fundamentalmente cermicas) de los siglos XIV -XV. Estas son en resumen las intervenciones arqueolgicas llevadas a cabo en el castillo, con anterioridad a las que actualmente se efectan por parte de la Escuela -Taller Castillo de Elda. En estas decidimos intervenir arqueolgicamente en el rea suroccidental, donde se contempla la realizacin de trabajos de restauracin, encaminados a la restitucin volumtrica de los lienzos de muralla, cubos y puerta de acceso. Para ello procedimos a la apertura de distintos cortes arqueolgicos, siempre adosados a la muralla y puerta. Con lo cual se pudo descubrir nuevos elementos que vienen a enriquecer la complejidad arquitectnica del castillo. As, se descubri que la parte inferior de la muralla interna del castillo posea un talud que facilitaba su defensa ante un posible ataque, al hacer la muralla ms gruesa en su base. 59 Tambin documentamos las ltimas fases de destruccin de la otra torre circular que posea el castillo, y de la que actualmente, tras el proceso de limpieza, se conserva su parte inferior, y descubrimos lo que parece ser la superficie original de acceso al recinto del castillo desde el exterior, que comunicara la puerta externa con la propia del recinto interno. En esta ltima, tras una minuciosa limpieza, pudimos constatar su estructura, encontrando, a pesar de su estado de deterioro, todos los elementos que la integraban. As, aparecieron la rampa empedrada de acceso a la puerta, hecha a base de cantos rodados de mediano tamao; la parte inferior de las jambas; la gran piedra del portal con las rodadas o huellas dejadas por los carros en su entrada y salida del castillo; las quicialeras y topes de la puerta; y el suelo interno de la puerta, tambin construido a base de guijarros de ro de pequeo tamao trabados con mortero de cal. Adems, pudimos identificar una de las piedras del arco de la puerta. Todos estos elementos, junto a los escasos documentos fotogrficos antiguos conservados, permitirn la restitucin de la puerta principal del castillo. Una vez excavada la puerta, pasamos a trabajar en todo el lienzo occidental, comprendido entre la torre circular y la torre cuadrada que da a la Avda. de Novo Hamburgo. Sector en el que se est trabajando en la actualidad y que comienza a deparar grandes sorpresas. Paralelamente, procedimos al desescombro de las habitaciones que adosadas a la cara interna del lienzo occidental haban sido cegadas a consecuencia de los procesos desamortizadores del siglo XIX y de los derribos llevados a cabo 60 por las corporaciones municipales de comienzos del siglo XX, como medida preventiva al estado ruinoso del castillo. Actuacin que nos est permitiendo la recuperacin de habitaciones completas, a falta de los techos y plantas superiores y con los suelos intactos, as como con numerosos grafitti en sus paredes que nos informan sobre su funcionalidad y pocas de utilizacin. Nuestro castillo, como edificio arquitectnico donde se han visto reflejados gran parte de los avatares histricos por los que ha atravesado la propia ciudad, es un cmulo de edificaciones de distintos momentos, tipologa, calidad de materiales y funcionalidad que se han ido sumando en el discurrir de los siglos para conformar el complejo conjunto edilicio que actualmente contemplamos. En espera del estudio global, que venimos realizando, anticipamos una breve descripcin de su estructura sin detenernos en considerar las sucesivas fases constructivas. Sobre la misma orilla izquierda del ro Vinalop, el castillo de Elda se levanta sobre un cerro de considerables dimensiones, compuesto de yesos y arcillas de origen trisico, ocupando toda la cima y parte de las laderas. Originariamente, la fortaleza musulmana responde, como otros muchos ejemplos conservados en la cuenca del ro Vinalop, a un recinto poligonal construido a base de tapial -mortero de tierra, piedras y cal- flanqueado por 8 cubos o torres de planta cuadrangular. De esta primera edificacin son escasos los restos conservados. Si exceptuamos las murallas, el nico testimonio de filiacin musulmana que se observa en la actualidad es una 61 cisterna de planta rectangular y considerables dimensiones, para el almacenamiento de agua. Tras la conquista cristiana, la fortaleza fue cambiando de propietarios, segn los avatares sociopolticos de la poca -siglos XIII, XIV, XV, hasta su conversin en sede del Condado de Elda en el siglo XVI. Las guerras entre Castilla y Aragn, los cambios de propiedad y su conversin en palacio condal implic el que se efectuaran constantes reformas, con la consiguiente adaptacin de un recinto militar en otro palaciego. Estas dieron lugar a que el propio castillo fuera rodeado de una muralla exterior, construida a base de mampostera, actualmente muy deteriorada. Pero en los tramos conservados se puede observar que se trataba de una alta e imponente muralla, con un espectacular ataluzamiento en la base que facilitaba la defensa de la fortaleza. El acceso al castillo parece que estuvo siempre donde actualmente lo conocemos. Es evidente que tanto la configuracin fsica del cerro como la ubicacin y el desarrollo de la trama urbana de Elda debieron condicionar el acceso. Este se realiza por el medioda, al final de la calle Virtudes, en la placeta llamada del Castillo, mediante un arco de medio punto fabricado en sillera y mampostera que consigue salvar el fuerte desnivel existente entre la calle y la puerta de la muralla ex terna. La puerta principal de acceso al propio castillo no estaba alineada con la anterior, sino que adosada a una de las torres circulares -la que se conserva en pie- origina un recorrido en codo, que obliga a pasar por debajo de la torre y murallas. Esta 62 disposicin acodada es una medida defensiva tpica de las fortalezas. Una vez dentro del propio castillo, al que se accedera por la gran puerta de 3,5 m. de altura, el espacio interno se distribua alrededor del patio de armas, al que asomaban gran parte de las estancias de las varias plantas que posea. Todas adosadas a la muralla, aprovechaban sta como pared propia. Bodegas, establos, cuadras, almacenes, cocinas, despensas y otras dependencias domsticas se encontraran en los semistanos y planta baja frente a salas diversas, habitaciones y salones que se ubicaran en las plantas superiores. Adems del conjunto de habitaciones del cuadrante meridional, a las que nicamente les falta la techumbre, y que dadas sus caractersticas parecen corresponder con las estancias ms seoriales del palacio. Hallndose entre ellas lo que parece ser la capilla religiosa mencionada en los documentos. De todas estas construcciones, exceptuando las ltimas, apenas nos quedan ms restos que las huellas dejadas por la viguera que soportaba las plantas superiores, restos de escaleras de ascenso, arranques de paredes o arcadas, alacenas, pequeos huecos para la iluminacin mediante candiles, restos de una gran chimenea, suelos de losetas cermicas, etc. En funcin de la recogida del agua procedente de los tejados del castillo y que verteran al centro del patio, existe una gran cisterna subterrnea para el almacenamiento del agua de lluvia o de la trada mediante canalizacin desde el manantial de Santa Brbara. Para el abastecimiento hdrico tambin parece funcionar un profundo pozo situado entre la muralla N.W., que 63 Fig.24.- Imagen de la torre circular de sillares que defenda el acceso a la plaza interior central del Castillo desde el oeste, al menos desde el s.XVI. Pertenece a un momento posterior a su restauracin del ao 1985. Cri Fig.25.- Bveda tardogtica de la torre circular del Castillo, caracterizada por presentar nervios en cuya interseccin central destaca un botn. Est restaurada. Fig.26.- Detalle del ventanal flanqueado por bancos y ubicado en el oeste de la torre circular. Fig.27.- Vista del interior del Castillo donde se aprecian muros y alturas construidas que en los aos 40 toda va se conservaban, aunque las estructuras que delimitaban y daban forma a la plaza central ya han sido demolidas, ofreciendose un aspecto de gran explanada como en la actualidad. CO Fig.28.- Panormica area del Castillo con las distintas dependencias y estructuracin, de los aos 80 y pri meros de los 90. Fig. 29.- Dos dibujos con la reconstruccin hipottica de cmo pudo ser el castillo de Elda, el de la izquierda sera el de finales del siglo XII, edificado por los musulmanes almohades; el de la derecha representara al mismo castillo transformado por los cristianos en los siglos XIV y XV, dando paso en el siglo XVI al palacio de los Coloma, Condes de Elda, que le dieron el aspecto definitivo reflejado en este segundo dibujo. Ambos son creaciones del artista C. Callado apoyndose en la informacin histrica aportada por la Seccin Arqueolgica del C.E.E., A.M.Poveda, G.Segura y documentos fotogrficos. segn testimonios del siglo pasado alcanzaba los niveles freticos del ro, de donde se abastecan en el castillo. e) Necrpolis. Otro elemento de organizacin urbana es la creacin de espacios destinados a los enterramientos de los fallecidos, tanto de la comunidad rabe como de la cristiana. De esta cuestin contamos con bastantes datos de hallazgos sueltos de restos humanos, en distintos puntos de la ciudad, documentacin del Archivo Parroquial de la Iglesia de Santa Ana (legajos del ario 1555 al 1600) y un par de trabajos que tratan escuetamente el tema (24). Con todo ello hemos deducido de modo aproximado la topografa cementerial de la Elda medieval. Comenzando por la comunidad ms vetusta, la islmica, hemos de rastrear la aparicin de cadveres hacia el oeste de la villa, ya que es bien sabido que tienen por norma ubicar sus necrpolis a poniente, hacia la salida oeste de la poblacin, que recibe el nombre de Puerta del ngel, que es traduccin del trmino rabe al-Mlik(E1 ngel de la Muerte del Corn), y que siempre coincide por tanto con la proximidad a una necrpolis musulmana (25). En nuestro caso hay indicios de que esto pudiera ser igual, pues el denominado fosar de fuera en el libro de defunciones de la Iglesia de Santa Ana, del siglo XVI, se situaba entre la confluencia de las calles Lamberto Amat, Tropas Gallegas y Gabriel Mir, es decir al suroeste de la Puerta del ngel. Curiosa y significativamente, la parte de la antigua huerta 70 que se extiende entre ese fosar o necrpolis y el ro se denomina El Melik, y no nos cabe ninguna duda de estar hablando de un sector agrario islmico periurbano, pues ese terreno se encuentra fl anqueado por otros dos de clara denominacin rabe: La Algualeja y Almafr, y algo ms lejos se encuentra La Jaud, de igual filiacin. Pero este fosar musulmn deba de ser el ms reciente pues pervivi hasta el siglo XVI, cuando an era recordado en el archivo de la ya tantas veces citada iglesia, era por ello el lugar de enterramiento de los moriscos hasta que fueron expulsados en el ao 1609. Por otra parte, su ubicacin en la periferia de la villa es indicio de que anteriormente existira otra necrpolis musulmana, ms pequea, del ncleo rabe inicial que origin a aqulla y al ser ms reducido dispondra en su cercana de esa modesta necrpolis, que al crecer el casco urbano se rebasara y englobara a la misma, lo cual obligara a crear una nueva que de nuevo fuese perifrica y que sera la del citado fosar de fuera, que hara olvidar a la primitiva a la comunidad islmica, y todava ms a los cristianos del siglo XVI. Sobre su ubicacin solamente podemos intuir que se encontrara hacia la calle Independencia, donde hace unos arios aparecieron buen nmero de cadveres, hallazgo claramente situado al oeste del casco antiguo de Elda y sobre todo con respecto al primer asentamiento urbano rabe. Adems, se encuentra muy cerca del Portal del ngel. De los cementerios cristianos sabemos algo por el libro de defunciones del archivo de Santa Ana, donde se cita el fosar de las espaldas de la iglesia o fosar de los moros convertidos, mientras los cristianos viejos eran enterrados en una gran cripta subterrnea de esa iglesia, que sirvi de cementerio cristiano 71 hasta el ao 1813 (26). Efectivamente, al este y noreste de la parroquia (en su placeta trasera y la contigua calle de San Francisco), se han hallado gran nmero de restos humanos a lo largo del actual siglo. Pero estos datos son bsicamente del siglo XVI, con relativo inters para lo que aqu tratamos. Por ello, son ms sugerentes los hallazgos de cadveres antiguos en una zona perifrica de la villa medieval, al noreste de la misma y al sureste del castillo. entre la Placeta de San Pascual y la calle Juan Vidal, fosar del que nada nos dicen los archivos eclesisticos cristianos que comienzan en el ao 1555. Otros enterramientos corno los aparecidos entre la calle Coln y la de San Roque, al sur del casco histrico, y los de las calles a los pies del Altico de San Miguel, al este del castillo y fuera de la poblacin medieval, son datos que no nos permiten saber a qu poca pertenecen. La ausencia total de ajuares y objetos en todas esas necrpolis, que por otro lado nunca han sido excavadas, impide que podamos precisar fechas. LA INFORMACIN APORTADA POR LAS EXCAVACIONES ARQUEOLGICAS. Desde el ao 1983 hasta el 1988, el Museo Arqueolgico Municipal de Elda realiz una serie de excavaciones de urgencia y prospecciones en el casco antiguo, cumpliendo con las normas establecidas en el Plan General de Ordenacin Urbana para reas de proteccin arqueolgica. Fruto de esas actividades es el 72 comienzo de una etapa en la que se investiga la formacin de la ciudad, su configuracin urbanstica, sus elementos urbanos, la evolucin y la cronologa de las distintas etapas de ese fenmeno urbano. Los resultados de ese proyecto son hasta la fecha muy escasos, pero por lo que suponen de novedad creemos oportuno resumirlos dentro de este trabajo, al que de algn modo complementan. Son ocho los puntos del casco histrico que se han investigado hasta hoy: 1.- Solar de la confluencia de las calles Andrs Amado y Castillo. 2.- Solar de la confluencia de las calles General Solchaga y A. Amado. 3.- Solar entre la Plaza de la Constitucin y la del Sagrado Corazn. 4.- Solar en la confluencia noroeste de las calles San Juan Bautista y Coln. 5.- Solar en la confluencia noreste de las calles General San Jurjo y San Roque. 6.- Solar en la confluencia suroeste de las calles Gonzalo Sempere y El Huerto. 7.- Solar entre las calles Juan Vidal y Dos de Mayo. La informacin obtenida nos indica que los niveles arqueolgicos estn en casi su totalidad alterados, por pozos 73 Fig. 30.- Plano con indicacin de las investigaciones arqueolgicas realizadas en el casco histrico de Elda, que han aportado restos e informacin de poca medieval, despus de los trabajos desarrollados en la dcada de los 80. 74 ciegos, solanos y obras en general, que en una primera etapa que abarca del siglo XVII al XVIII, y una segunda del siglo XIX al XX, han modificado las estructuras y topografa medievales, que las encontramos totalmente arrasadas. Los puntos 2,3,4,6 y 7, son los que hasta la fecha han aportado los materiales arqueolgicos medievales ms antiguos, cermicas fundamentalmente, que nos sitan en el ltimo tercio del siglo XII, constituyndose desde entonces en lugares con actividad humana hasta nuestros das. El punto 5 aport escasos materiales del siglo XIII, que aparecan directamente depositados sobre la tierra virgen del solar; sobre ellos se defina un nivel de cultura material claramente de los siglos XIV -XV, continuando posteriormente la habitabilidad del lugar hasta el siglo XX. El punto nmero 1 ofreci como materiales ms antiguos los del siglo XV, sobre estos aparecen los niveles posteriores que llegan hasta nuestros das. Destaca la pobreza y escasez de los restos de estructuras localizados, de las que suelen quedar de una a tres hiladas de piedras de frgiles muros de cantos rodados cogidos con cal. De los siglos XII y XIII se han documentado algunos de esos rsticos muros, en los puntos 2,3 y 4, destacando el nmero 3 por el hallazgo relativamente bien conservado de un pozo y un depsito de una posible casa islmica (27). De los siglos XIV al XVI, se han definido parte de estructuras en los puntos 1,3 y 5, destacando excepcionalmente los restos de un muro que finaliza en un pequeo bside en el nmero 1, que precisamente se data en el siglo XV. 75 Los hallazgos de los puntos 6 y 7 fueron fortuitos, pues se trat de la recogida de materiales despus de la intervencin de las palas mecnicas. Es de destacar, sobre todo, el conjunto de materiales islmicos de los siglos XII -XIII, del punto 6, ya que es una zona exterior a la villa medieval, en su zona perifrica y al noroeste del Portal del ngel. Por otro lado, en dicho lugar no aparecieron estructuras de ningn tipo, solamente se recogi el material agrupado por bolsadas de deposicin, todo lo cual nos inclina a pensar que estamos ante un posible vertedero musulmn, del primitivo asentamiento de Elda. Actualmente no podemos profundizar ms en esta informacin arqueolgica, que por otra parte esta en vas de completarse a medio plazo. Y en general, del tema que con este trabajo hemos planteado, entendemos que en el estado actual de conocimientos los lmites y las hiptesis son muchos, y nada ms nos es posible aadir. 76 NOTAS (1) PONCE, G. y JUAREZ, C. (1985), El Vinalop Medio. Historia de la Provincia de Alicante. 1,2. Murcia. p. 271. (2) POVEDA NAVARRO, A.M. (1986), Villa et castiello de Ella (Elda, Alicante) en el siglo XIII. Anales de Historia Medieval. 4-5. Universidad de Alicante. pp. 67-98. (1993), La estructura territorial en el Valle Medio del Vinalop durante los siglos V -VII. Alebus, 2-3. (en prensa). (3) NAVARRO PASTOR, A. (1981), Historia de Elda. I. Alicante. pp. 210-211. (4) EQUIPO P.G.O.U.-ELDA (1984), Diagnosis. p. 98. (manuscrito). (5) VARIOS, (1992), Elda en imgenes, 2. Alborada,37. p. 85, fotografa inferior. (6) op. cit. nota 4, Diagnosis. pp. 98-101. (7) POVEDA NAVARRO, A.M. (1985), Demografa mudjar, cristiana y juda, en Elda en la Baja Edad Media (ss.XIV-XV). Alborada, 32. pp. 44-48. (8) NAVARRO PASTOR, A. op. cit. nota 3, p. 210. (9) FERRER I MALLOL, M.T. (1988), Les aljames sarraTnes de la Governaci dOriola en el segle XIV, Barcelona. p. 75. (10) POVEDA NAVARRO, A.M. (1983), Elda y la familia de los 77 Corella (s.XV), Alborada, 29. s/f. RUZAFA GARCIA, M. (1984), El mercado y la feria de Elda en el siglo XV. Alborada, 30. pp. 33-40. (11) AMAT Y SEMPERE, L. (1873), Elda. Su arttiguedad, su historia. I. Elda. Captulo IV, p. 21. NAVARRO PASTOR, A. op. cit. nota 3. p. 136. (12) AMAT Y SEMPERE, L. op. cit. nota 11. p. 240, desplegable. NAVARRO PASTOR, A. op. cit. nota 3. p. 249. (13) POVEDA NAVARRO. A.M. op. cit. nota 7. (1987), Aproximacin a la demografa bajomedieval de la comarca del Medio Vinalop (Alicante). Anales de Historia Medieval. 6. Universidad de Alicante. pp. 31-45. (14) ABAD NAVARRO, E. (1927), La Magdalena y Novelda, Murcia. p. 39. Donde incluye el documento tomado de Diego de C, omontes en su Fundamento de la Santa Iglesia y de toda la dicesis de Cartagena. Cartagena, 1447-1458. (15) AMAT Y SEMPERE, L. op. cit. nota 11. Captulo VII. (16) ABAD NAVARRO, E. op. cit. nota 14. p. 25. 78 (17) RAMOS FERNANDEZ, R. (1989), Historia de Elche. Informacin de Alicante. p. 112. (18) POVEDA NAVARRO, A.M. op. cit. nota 10. (19) FERRER I MALLOL, M.T. op. cit. nota 9. pp. 96-99. (20) VARELA, S. (1983), Acueducto de San Rafael, en el Catlogo de Monumentos y Conjuntos de la Comunidad Valenciana. II. Valencia. pp. 30-31. (21) Comunicacin oral facilitada por el investigador del rea de Historia Medieval de la Universidad de Alicante, don Jos Vicente Cabezuelo, quien dispone de varios registros de documentos del Archivo de la Corona de Aragn, sobre el Valle de Elda, en uno de los cuales se mencionan dichas obras. Desde aqu le agradecemos publicamente la informacin que nos ha transmitido. (22) FERRER I MALLOL, M.T. op. cit. nota 9. p. 98. (23) AMAT Y SEMPERE, L. op. cit. nota 11. Captulo III, pp. 11-20. AZUAR RUIZ, R. (1981), Castellologa Medieval Alicantina. rea Meridional. Alicante. pp. 107-111. MAESTRE AMAT, L. (1981), Excavaciones en el Castillo de Elda. Alborada, 27. s/f. (1983), El castillo de Elda. Alborada, 29. s/f. 79 MATEO BOX, J. (1969), El Palacio Real de Elda. Castillos de Espaa. 67. Madrid. pp. 409-414. NAVARRO PASTOR, A. op. cit. nota 3. (1955),El castillo de Elda. Fiestas Mayores. s/f. NAVARRO PAYA, J. (1982), El castillo. Alborada. 28. s/f. POVEDA NAVARRO, A.M. op. cit. nota 2, Villa et castiello.... (1990), Torre circular del castillo (Elda, Alicante). Excavacions arqueolgiques de Salvament a la Comunitat Valenciana. 1984-1988. II. Intervencions Rurals. pp. 62-64. POVEDA NAVARRO,A.M. y SEGURA HERRERO, G.M. (1993), El castillo de Elda.Un proyecto de restauracin. Alicante. RICO AMAT, J. (1843), El castillo de Elda. La Ilustracin. Madrid. SEGURA HERRERO, G.M. (1994) El Castillo de Elda. Elda. SEIJO ALONSO, F.G. (1964), Castillos de Alicante. Alicante. pp. 15-19. (1978), Castillos del Pas Valenciano. I. Alicante. pp. 32-36. (24) AIVIAT Y SEMPERE, L. op. cit. nota 11. Captulo IX. 80 NAVARRO PASTOR, A. op. cit. nota 3. p. 168. (25) EPALZA, M. de. (1983), Nombres de lugar rabes del Municipio de Elda. Alborada, 29. s/f. (26) NAVARRO PASTOR, A. op. cit. nota 3. p. 168. (27) DELGADO GARCIA. M.L. (1990), C/ Andrs Amado -El Castillo. Excavacions arqueolgiques de salvament a la Comunitat Valenciana. 1984-1988. 1. Intervencions urbanes. Valencia. pp. 36-37. C/ Andrs Amado -General Solchaga. 1dem. pp.38-39. POVEDA NAVARRO, A.M. (1990). Plaza de la Constitucin. Excavacions arqueolgiques de saluctment a la Comunitat Valenciana. 1984-1988. I. Intervencions urbanes . Valencia. pp. 40-41. 81 DEMOGRAFA BAJOMEDIEVAL DE LA VALL DELDA. (Medio Vinalop). En los momentos iniciales, despus de pasar el valle medio del Vinalop a manos cristiano -castellanas (1243-44), cualquier intento de asentar nuevas gentes en esa comarca era baldo, las familias castellanas dispuestas a ubicarse en el Medio Vinalop (o en cualquier nuevo territorio castellano) seran escasas; incluso los dueos del seoro o donado no solan hacer efectiva la toma de posesin del mismo, pues frecuentemente se marchaban sin arraigar en el lugar. Lo cual tuvo que combatirse legislativamente. Adems, sabemos que en los inicios de la repoblacin del reino de Murcia (al que perteneca esta comarca hasta primeros del siglo XIV) por los castellanos, stos chocaban con el predominio poblacional musulmn. Predominio que en el Medio Vinalop se mantuvo hasta casi el siglo XVII. Si a estos hechos aadimos la falta de indicios que reflejen evacuaciones poblacionales musulmanas por los castellanos, y la opinin de Del Estal de que en todo el reino de Murcia no ocurri ni un solo caso de vaciamiento poblacional mudjar (1), entonces debemos suponer que durante la segunda mitad del siglo XIII no hubo una autntica y sustancial alteracin, ni cualitativa ni cuantitativa, en la poblacin del Medio Vinalop, pues ni hubo llegada masiva de castellanos, ni stos expulsaron a los moradores mudjares de la comarca; lo que tampoco debieron hacer los valenciano -aragoneses que posteriormente se asentaron en la misma. A partir de 1257 se aceler y acentu el proyecto de repoblacin castellana, en virtud de la propia actuacin directa del rey Alfonso X el Sabio. En ese mismo ario este monarca entregaba la villa y el castillo de Elda a su hermano don Manuel, amplindole su gran seoro (2), y convirtindole en relevante figura repobladora en la provincia de Alicante. Don Manuel contaba en la misma inmensas propiedades en las comarcas del Vinalop ubicadas entre Villena y Elche -Sta. Pola. 83 Con don Manuel debieron darse los primeros asentamientos castellanos importantes en la comarca. De modo que se formara una pequea comunidad cristiana universitas en los valles del Vinalop, que justificara la adscripcin de los mismos al obispado de Cartagena y al vicariato de Elche, y la obra legisladora de don Manuel que ordenaba que los pleitos y alzadas de los cristianos de Elda y Novelda deban verse en Elche, mediante los fueros y alcaldes de esta misma poblacin (3). Adems. en 1265-66 Jaime I intervino en los valles del Vinalop para sofocar a los mudjares de esas tierras, que se haban levantado contra don Manuel, su dueo, y don Alfonso X. su monarca. La intervencin de Jaime I tuvo xito y tambin repercusin repobladora, pues debi realizar donados a los cien caballeros aragoneses -valencianos que asent en las tierras ubicadas entre Alicante y Villena, con el objeto de vigilar esa importante ruta -frontera (4). La consecuencia de tales hechos fue el asentamiento de nuevas familias cristianas, ahora valencianas, que se sumaron al supuesto nmero reducido de familias castellanas asentadas anteriormente, con Alfonso X. De este modo aumentara ligeramente el nmero de habitantes cristianos. De todas formas, la poblacin musulmana continu siendo mayora casi exclusiva en las comarcas del Vinalop (Elda, Petrer, Monvar, Novelda y Aspe), pues la autntica y eficaz repoblacin se desarroll en Alicante, Elche, Orihuela, Villena y el norte de la actual provincia de Alicante. LOS SIGLOS XIV -XV Ante la falta de cifras reales y explcitas para esta etapa medieval, nos vemos obligados a utilizar datos que, indirectamente, nos ofrezcan unas cifras aproximativas a la realidad demogrfica del 84 NM 7 1 C ELDA MONOVAR ALICANTE NOVELDA* /.1 W MONFORTE *ASPE CREVILLENTE *ELCHE ABANILLA *e *ALBATERA cox CATRA , ORIHUELA c L os AO * I PP A V j A ASA ALGRFA .E0 MURCIA O 5 10 15 KO, ALJAMAS MUDEJARES EN LA GOBERNACIN DE ORIHUELA SIGLOS XIV - XV. * Comunidades importantes. . Comunidades secundarias. ---- Lmite de la gobernacin.. MAPA 1 Segn J.B.Vilar. BENIJOFAR CABO CERVERA MAR MEDITERRANEO 85 NM JUMILLA * RIO MULA 9 * 0 LORCA ...... , JATIVA VILLANA * ,.. / / ELDA , , / ** PETIZIr., i / ,,...,,... ,ss.,, ALICANTE I 1 ( CATI1 ELCHE ORIHUELA T MAR MEDITERRANEO 0 10 20 30 40 50 rms. i---L--J----g---..W * uum MURCIA , COMUNIDADES ISRAELITAS EN LA GOBERNACIN DE ORIHUELA. SIGLOS XIV - XV. * Colectividades importantes datadas. * Colectividades secundarias datadas. * Probables ncleos de poblamiento israelita. MAPA II Segn J.B.Vilar. (modificado por el autor). 86 Medio Vinalop bajomedieval. De los primeros arios del siglo XIV data una tributacin de algunas poblaciones de la Gobernacin de Orihuela (5), entre las que aparecen Aspe, Elda y Novelda, que respectivamente pechaban al ao 3.800 sueldos, 24.000 sueldos y 12.303 sueldos. El pecho pagado por Elda lo hemos podido desglosar en tres partes, las correspondientes a las tres comunidades que la habitaban: mudjares, cristianos y judos. Sabamos que los mudjares pechaban con 20.000 sueldos y los judos con otros 100, de modo que los 3.900 sueldos restantes, hasta completar el total de 24.000, correspondan a los cristianos de Elda en los principios del citado siglo. Si observamos la proporcionalidad entre las tres comunidades contribuyentes en dicho pecho, resulta que los mudjares pechan algo ms de cinco veces que los cristianos, y doscientas veces ms que los judos. Esta misma proporcionalidad es la que suponemos debe existir entre el nmero de individuos que pertenecen a cada una de esas tres comunidades. Si admitimos esa proporcionalidad a nivel fiscal y demogrfico, estaremos admitiendo tambin una presin fiscal por cabeza idntica en las tres comunidades. Hecho que es probable pues el trato, incluido el fiscal, para con el mudjar y el judo deba ser bueno con tal de que no se marchasen de la ciudad, ya que eran los principales sustentadores de la economa de la misma. Tambin el trato fiscal deba ser aceptable para la ltima comunidad asentada, la cristiana, de otro modo no accederan a establecerse definitivamente en la zona. Hay que tener en cuenta que un mal trato fiscal poda obligar a la poblacin a marcharse, tal y como hicieron 80 familias de Orihuela en 1353 (6). Una excelete investigacin llevada a cabo por W. T. Ferrer (7) ha permitido presentar los primeros y ms fiables datos, hasta 87 hoy, sobre la demografa de la Vall dElda en el siglo XIV, aunque limitndose a la poblacin rabe: Cuadro 1. POBLACIN MUSULMANA DURANTE LA P MITAD DEL S. XIV. 1315 1355 1366 caps habit. caps habit. caps habit. ELDA 400 1.200 239 830 92 351 NOVELDA 300 900 307 953 135 408 ASPE 220 660 225 1.168 225 624 Otro documento importante, de primeros del siglo XV, nos aporta el censo de cristianos de Elche y el valle medio del Vinalop (8). Nuestro inters se centra en los cristianos de ese valle, cuyo nmero viene ofrecido en casats o fuegos, a los que aplicaremos el coeficiente 4,5 por cada casat, que es el ndice aplicado por V. Gozlvez para Elche (9). Cuadro 2. CRISTIANOS DEL MEDIO VINALOP HACIA 1400. (10) casats habitantes ASPE 6 27 ELDA 30 137 MONVAR 2 9 NOVELDA-LA MOLA 11 49 PETRER 4 18 SALINAS 8 36 Totales 61 274 En los inicios del siglo XIV las poblaciones deban contar, 88 Fig. 31.- Grafitos sobre un muro aparecido despus de desplomarse el arranque de la bveda de una estancia del s. XIV o XV. De izquierda a derecha se aprecian dos lneas de digitaciones y sobre ellas pequeos signos islmicos, letras en cataln (centro) y una cruz. en general. con casi los mismos habitantes que a principios del XV. El esquema general de la evolucin demogrfica de la Corona de Aragn. del Reino de Valencia (11) y de Orihuela (12), entre esos mismos aos, se caracteriza por un incremento poblacional en la primera mitad del siglo XIV nunca inferior al 40 50%, respecto del censo de 1300. Sin embargo, desde mediados del XIV (1348-51), tal crecimiento fue frenado y anulado por las calamidades sufridas en la segunda mitad de dicho siglo (epidemias, malas cosechas, hambre, belicismo, alta mortandad). La evolucin demogrfica del siglo XV fue favorable en su saldo final, y permiti un aumento poblacional general sobre el censo de 1400, aunque en 1492 se expuls de Espaa a los judos. stos constituan en el Medio Vinalop una comunidad numricamente irrelevante. En Elda sabemos que existi una pequea comunidad israelita, quiz tres o cuatro familias en su mejor momento. Tambin tenemos ciertos indicios de que en Petrer y en Aspe hubiese algn judo. Pero por su nfimo significado numrico, no hemos tenido en cuenta a los judos a la hora de confeccionar los censos. De modo que tal expulsin juda apenas mermara la poblacin del Medio Vinalop. La poblacin de esta comarca, a principios del siglo XV sera prcticamente la misma que hacia 1300. Por otra parte, merece inters la existencia de dos autnticos censos, aunque sean solamente de cristianos, que datan del 26 de agosto de 1400 y del 8 de marzo de 1401, cuya confeccin corri de parte del Corwell de Alicante y del de Elche, respectivamente. Este ltimo ya lo hemos reflejado con el cuadro 2. El censo de 1400 (13) lo conocemos indirectamente, por lo cual ignoramos su distribucin por villas, solo contamos con la 90 suma total de fuegos, que es lo que podemos contrastar con el censo de 1401: 1400 1401 casats habit. crist. casats habit. crist. 52 234 61 275 Nos aparece muy evidente que entre uno y otro censo hay un aumento de 9 casats, es decir, de 40 cristianos (aplicando el indice 4,5) pero desconocemos cmo se distribuira tal aumento entre las villas del Medio Vinalop. Ambos censos son de ndole fi scal pero bastante fi ables. Para conocer la demografa de la comarca al finalizar el siglo XV hemos de analizar un censo fi scal de 1510 (14). Dicho censo se confeccion con motivo de las Cortes de ese ario, al celebrarse en Monzn. sta es la razn de que se detecten ocultaciones, adems de no existir exhaustividad de los pueblos recogidos. Sin embargo, la aplicacin del test de J. Dupaquier referido a la frecuencia de la cifra de las unidades, efectuada por R. Garca Crcel (15), ofrece cierta fiabilidad para el censo de 1510. Cuadro 3. 1510: VILES E LOCHS DEL BRAC MILITAR Cases Habitant. Bestiars. ASP 315 1.480 896 ELDA 206 968 88 MONVAR, LA MOLA e XINOSA 99 465 2.697 NOVELDA 230 1.081 1.625 PETRER 99 465 1.436 SALINES 22 99 88 Totales 971 4.558 6.830 Este cuadro recoge los datos que el censo de 1510, del 91 Fig.32.- Vista del Castillo desde el sur, en un tramo urbano medieval que acogi a un populosa poblacin musulmana, cuyas casas se amontonaron a sus pies a lo largo de estrechas y cortas calles. Data de los aos 40. reino de Valencia, aporta sobre las villas del Medio Vinalop. Pero la columna de habitantes la hemos confeccionado aplicando el ndice deducido 4,7 al nmero de cases (hogares), excepto en las de Salines, donde por ser lugar de cristianos viejos hemos aplicado el ndice 4,5. Hasta aqu, hemos presentado los datos demogrficos bajomedievales de la comarca del Medio Vinalop, y ahora debemos relacionarlos con la coyuntura histrica que afect a esa demografa y fue influida por sta. LA COYUNTURA Desde finales del siglo XIII, Jaime II de Aragn favoreci la llegada de inmigrantes valencianos, catalanes y aragoneses, lo que unido a un importante crecimiento vegetativo en los mudjares preexistentes y los primeros asentamientos cristianos (de Alfonso X y de Jaime I), origin un crecimiento demogrfico, en la primera mitad del siglo XIV, que como mnimo fue del 40-50%, respecto del censo de 1300. Sin embargo, las frecuentes razzias granadinas y castellanas creaban un clima de total inseguridad en la comarca del Medio Vinalop, ubicada en una zona fronteriza por excelencia. Adems, la prolongada contienda de los dos Pedros entre Castilla y Aragn, que se convirti en guerra total en el Bajo Segura y el Vinalop, ocasion la tala de los campos y graves daos en las poblaciones de esas comarcas. El hambre, el hierro, las plagas y las epidemias, fueron de la mano durante esa contienda interminable, injusta y brbara (16). De entre tan negro panorama destaca el hambre de 1333; la peste bubnica, que no ces desde 1348 hasta 1351, aunque luego se dieron rebrotes, el ms mortal el de 1363, sobre todo para los nios, y nuevas epidemias en 1374, 1375, 1383 y 1384, 1394 y 1398; adems, las plagas de pulgn, de roedores y especialmente de la langosta, abatieron los campos y la huerta entre 1358 y 1459. 93 El fatal resultado de este proceso fue que, en la segunda parte del siglo XIV, se anul el incremento poblacional del 40-50% sobre el censo de 1300, que se haba conseguido en su primera parte. Tambin contribuy al descenso demogrfico la emigracin a la zona castellana prxima, es decir, Murcia, adems de al reino de Granada, y sobre todo que Orihuela qued tan despoblada que necesit traer gente de diversas comarcas, pero sobre todo de los valles de Elda y Novelda (17), que parece que fueron ms dbilmente afectadas por la peste (18). Las hambres cclicas, la reaparicin espordica de las epidemias, las fugas a Murcia y el nuevo conflicto castellano -aragons, convirtieron en lenta y laboriosa la recuperacin del siglo XV. La evolucin demogrfica del Medio Vinalop fue muy favorable durante ese siglo, y debi ser muy semejante a la desarrollada en la capital de la Gobernacin, Orihuela (19), sin embargo, la tnica demogrfica general en Europa Occidental y en el Pas Valenciano era a la baja (20), sobre todo de 1451 a 1487, aunque de 1487 a 1593 hay al7a, y a partir de 1499 fl uctuaciones heterogneas (21). Volviendo al crecimiento poblacional del Medio Vinalop, debi ser decisiva la compra de Ximn Prez de Corella a la Corona de las villas y castillos de Elda y Aspe, en octubre de 1424, y algo ms tarde de Petrer y Salinas. Dicho seor pudo favorecer la llegada de nuevos cristianos -valencianos- , con los que se pudo aumentar en nmero de habitantes (22). Un indicio de la pujanza econmica y demogrfica de esa comarca, creemos que debe ser la creacin de un mercado (1426) y una feria (1466) en Elda, y un mercado (1466) en Aspe (23). Sin embargo, el belicismo entre Castilla y Aragn de los 94 EVOLUCIN APROXIMADA DE LA POBLACIN A LO LARGO DE LA BAJA EDAD MEDIA. 2000 1900 1800 1700 1600 1500 1400 1300 1200 1100 1000 900 800 700 600 500 400 300 1.315 Grfico 1 1.355 1.366 ASPE NOVELDA ELDA PETRER 1.510 Musulmanes (ao 1366) Cristianos (ao 1400) Grfico 2 Poblacin medieval aproximada de la villa de Elda entre 1366 y 1400. Aunque tenemos datos de la presencia de algunos judos no hemos contabilizado a ninguno, ya que formaban una comunidad reducidsima de poco ms de dos o tres familias. 96 aos 1429-30 afect profundamente a Monvar, Novelda, La Mola y Chinosa, pues debido a ello presentaban una extrema despoblacin, los campos estaban abandonados y el ganado haba desaparecido. por ello Alfonso V decide favorecer la comarca guiando por cinco aos al ganado de tiro, lanar y caprino que se llevara a estos trminos y a sus carniceras (24). El resultado demogrfico de esa poltica econmica (de mercados, feria y ganadera) desarrollada en el Medio Vinalop por el rey Alfonso V, nos parece altamente positiva si observamos el censo de 1510, donde la comarca aparece bastante poblada y con riqueza bestiar. En suma, la demografa de esa comarca al final de la Edad Media parece ms vigorosa y positiva que en la mayor parte del reino de Valencia, fenmeno ratificado por la demografa del siglo XVI. 97 NOTAS (1) J. M. DEL ESTAL, Documentos inditos de Alfonso X el Sabio y del Infante, su hijo Don Sancho, Alicante. 1984, pp. 14-16. (2) A. M. POVEDA, Villa et castiello de Ella (Elda) en el s. XIII, Anales de Historia Medieval, 4-5. Univ.de Alicante, 1986, pp 67-98. (3) A. M. POVEDA, op. cit. nota 2 (4) A. M. POVEDA, op. cit. nota 2 (5) CODOIN AGCA, XXXIX, Rentas de la antigua Corona de Aragn. Barcelona, 1871, pp.121-3. J. B. VILAR, Los siglos XIV -XV en Orihuela. Murcia, 1977, pp. 51 y 56. A. M. POVEDA, op. cit. nota 2. (6) J. HINOJOSA. Historia de la provincia de Alicante, Murcia, 1985. p. 317. (7) W. T. Ferrer i Mallol. Les aljames sarraines de la Governaci dOriola en el segle XIV. C.S.I.C., Barcelona, 1988. pp. 48-50. (8) A. M. de Elche. Llibre de Concells. nmero 1 (antiguo 696), 8-111-1401. (9) V. GOZLVEZ, La ciudad de Elche. Estudio geogrfico. Valencia, 1976, p. 195. (10) La nota 8 recoge un documento que precisa, entre otras cosas, que en Elda haba 30 casats cristianos viejos (135 habitantes), 4 de ellos miserables, es decir, que eran pobres (18 habitantes) y por lo tanto no pagaran pecho alguno. (11) VICENS VIVES -NADAL OLLER. en Historia Econmica de 98 Espaa, Barcelona 1967, pp. 161-3. (12) J. B. VILAR, op. cit. nota 5, p. 17. A. M. POVEDA, Demografa mudjar, cristiana y juda en Elda, en la Baja Edad Media (ss. XIV -XV), Alborada,XXXII, Elda, 1985, p.47. (13) P. HERRERO, Aproximacin a la Historia de Novelda, Novelda (Alicante) 1978, p. 29. (14) A. R. V., Real 514, ter., ff. 57-61. R. GARCIA CRCEL, El censo de 1510 y la poblacin valenciana de la primera mitad del s. XVI, Cuadernos de Geografia, 18, Valencia, 1976, pp. 49-66. (15) J. DUPAQUIER, Problmes de contrle des dnombrements, Annals de Demographie Historique, 1972, pp. 203-214. (16) J. B. VILAR, op. cit. nota 5, p. 21. (17) J. B. VILAR, op. cit. nota 5, p. 24. (18) J. HINOJOSA, op. cit. nota 6, p. 316. (19) J. B. VILAR, op. cit. nota 5, p. 18-20. (20) P. PREZ PUCHAL, La poblacin del Pas Valenciano hasta la poca estadstica, Cuadernos de Geofrafia, 10, Valencia, 1976, p. 6. (21) R. GARCA CRCEL, op. cit. nota 14, pp. 62-3. (22) A. C. A., Reg. 2.920, fol. 102. L. FULLANA MIRA, Historia de la villa y condado de Cocentaina, Valencia, 1920, p. 297. y ss. A. M. POVEDA, Elda y la familia de los Corella (s. XV), Alborada, XXIX, Elda 1983, s/p.; op. cit. nota 3, p. 48. 99 (23).- M. RUZAFA, El mercado y la feria de Elda en el s. XV, Alborada, XXX, Elda 1984, p. 40; y bibliografa aportada. (24).- J. HINOJOSA, op. cit. nora 6, p. 320. 100 Indice Pg. Prlogo 7 Introduccin 9 Aproximacin al Urbanismo Medieval de Elda ... 17 Demografa Bajo Medieval de la Vall dElda 83 101 103

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