“Conocer la Historia, no solamente tener memoria” Tzvetan Todorov
El pasado 11 de enero se presentó en la sede universitaria alicantina el libro Guerra civil y memoria histórica en Alicante. Previamente, el 16 de noviembre de 2016 (coincidiendo con el 80 aniversario del inicio de la contienda) se había inaugurado una exposición con el mismo título en el Archivo Histórico Provincial, en la calle Guillén de Castro, número 3, y que se podrá visitar hasta el próximo mes de junio. Dado que Elda albergó al último gobierno republicano antes de partir al exilio, y que el Archivo Municipal eldense ha colaborado en la exposición y el libro, éste se presentará en nuestra ciudad el próximo miércoles 8 de marzo a las 8 de la tarde en la Biblioteca Alberto Navarro.
La exposición del Archivo Histórico está dividida en 5 secciones que recogen desde la evolución de la contienda en la ciudad y en sus aulas hasta el exilio y la represión, pasando por el final en Elda. Además de la gran variedad de objetos y materiales propios de la época, hay que destacar el gran valor de varios documentos de primer orden, como el Libro de registro de detenidos de Gobierno civil, el audiovisual que recoge interesantes testimonios orales de la guerra y la inmediata posguerra y una propuesta didáctica de actividades para el alumnado de Primaria, Secundaria y Bachillerato de toda la provincia. En este enlace se puede visualizar el vídeo didáctico para Primaria Llapis, paper i bombes, con dibujos reales de los niños reflejando la crudeza de la guerra:
Y en este otro, DESDE EL SILENCIO. Exilio republicano en el Norte de África:
Los hijos de aquellos exiliados cuentan el trauma de la diáspora y su experiencia creciendo en los países de acogida.
Como la exposición, el libro también se divide en cinco capítulos. En el primero, María del Olmo, directora del Archivo Provincial, hace recuento de las fuentes documentales y fotográficas básicas del propio Archivo para seguir el relato de los hechos. Por su parte, Pablo Rosser, jefe del Departamento de Memoria Histórica y democrática Municipal, desgrana en la segunda parte del capítulo la compleja situación de la ciudad tras declararse la guerra y hasta su final, sobre todo por los problemas de abastecimiento, las revueltas internas contra el poder republicano, los 70 bombardeos que sufrió la ciudad o el penoso final de los miles de personas hacinadas en el puerto y que no pudieron salir hacia el exilio.
En el segundo capítulo, Seila Soler narra las enormes dificultades de las instituciones educativas durante la guerra y la depuración franquista a los docentes, concretándola en la figura de Lafuente Vidal. En el tercero, nuevamente María del Olmo describe las fuentes documentales disponibles para realizar el relato de la represión y Pablo Rosser detalla los procesos represivos contra masones, militares, mujeres, docentes, médicos, artistas, etc. deteniéndose en tres figuras emblemáticas y representativas: Eliseo Gómez Serrano, Ángel Pascual Devesa y Eduardo Irles.
El historiador Juan José Oña y la Directora de la red de Bibliotecas eldenses, Consuelo Poveda, describen en el capítulo cuarto la estancia del último gobierno de la República en el valle de Elda y su salida al exilio desde Monóvar o detalles de la vida cotidiana en la ciudad en esos días. El quinto cierra el libro narrando el trato cruel a los republicanos al final de la guerra, las fases y los lugares del exilio o la salida del Stanbrook desde el puerto de Alicante el 28 de marzo de 1939 con más de tres mil exiliados y las penalidades acaecidas tras su llegada a Orán.
“Hay que rescatar del olvido la memoria de la Guerra civil española para que las vivencias de todos los que vivieron en ese periodo formen parte de la historia de nuestro país”, subrayó Carmen Amoraga, directora general de Cultura y Patrimonio, el día de la inauguración de la exposición. Como señaló el recientemente fallecido Todorov, no basta con tener memoria: hay que conocer la Historia. Tal ha de ser el sentido último de la exposición y del libro que ahora se va a presentar en Elda. Conocer las dificultades de una ciudad que no estuvo en primera línea de guerra durante la contienda, pero que padeció la crueldad de indiscriminados bombardeos y una represión atroz con ejecuciones sumarísimas y campos de concentración, aún a pesar de lo dicho por los vencedores y que en contra de las palabras de Azaña en 1938 (que abren el libro) ni disfrutaron de paz ni obtuvieron piedad ni recibieron perdón alguno.
Además de disfrutar como maestro de escuela, me encanta escribir. Y leer. Y subir los montes alicantinos. Y jugar al ajedrez. Y… siempre me sigue apeteciendo aprender. Y segregar lo que aprendo -lo que vivo, lo que siento- en artículos, poemas y aforismos como éste: “¿Es imaginable la felicidad en un grano de pimienta?”