La dignidad en la derrota o cómo nada sobrevive a todo
El pasado jueves 19 de noviembre se presentó en el vestíbulo del Teatro Castelar el poemario Anfitriones de una derrota infinita, último libro del profesor, crítico literario y poeta nacido en Novelda, Joaquín Juan Penalva. En la excelente presentación, Alejandro Jacobo Egea, poeta eldense, amigo y compañero en la Universidad de Alicante del autor, destacó las dos líneas de fuerza que atraviesan el libro: el culturalismo, en tanto que fórmula de desdoblamiento del yo para expresar los propios sentimientos y la veta experiencial, que le permite al poeta transmitirnos sus vivencias cotidianas mostrándonos un sujeto en constante disolución y que busca una nueva identidad tras las continuas derrotas a las que le somete la vida misma. Tras las palabras de Alejandro y el autor, se llevó a cabo una lectura de poemas del libro a cargo de Reme Páez, Joaquín Juan y yo mismo, acompañados a la guitarra por el emotivo virtuosismo del maestro Pepe Payá.
En la onda machadiana de que se canta lo que se pierde, el tema central del libro es la plasmación del sentimiento de pérdida o fracaso ante lo que ya es imposible de conseguir o recuperar. En esa nostalgia y en ese anhelo por lo perdido se ubican los referentes culturalistas de algunas ciudades (Venecia, Madrid, Lisboa, etcétera), el mundo del cine o la propia literatura. Unos referentes que sostienen -con esa dignidad que menciona la cita previa de Borges a todo el libro- las ruinas del imaginario sentimental y cultural del poeta. Escritos con un lenguaje directo, coloquial y preciso, y una concisión que invita a la meditación tras su lectura, los 31 poemas que componen el libro no eluden la ironía o el aforismo lapidario en momentos decisivos.
No es la primera vez que el noveldense acude a Elda a presentar y leer sus poemas. Codirector de la revista de poesía Ex Libris y habitual crítico de poesía en el suplemento Arte y Letras del Diario Información, ha publicado en solitario los poemarios La tristeza de los sabios, en 2006, e hiberna, hibernorum, en 2013. En colaboración con Luís Bagué publicó en 2005 el libro de poemas cinéfilos Babilonia, mon amour y la plaquette Día del espectador, en 2009. Precisamente ambos, estuvieron leyendo sus poemas en torno al cine en mayo de 2012, en el Casino Eldense, dentro del ciclo de poesía Poemayo organizado por el grupo Pic- Nic, presentados también entonces por Alejandro Jacobo.
Este es un libro que, aunque ve la luz ahora, fue escrito en 2008 y presentado al premio Adonais (aunque es posible que algunos poemas hayan sido retocados para la edición definitiva recién publicada), un premio en el que Penalva ha sido finalista en cuatro ocasiones con distintos poemarios. De hecho, uno de los poemas del libro habla de eso, Cuando perdí el Adonais, concluyendo: “Tengo ganas de llegar/ a mi casa/ y a mi costumbre,/ y hacer de esta última guerra/ una nueva derrota,/ otra batalla perdida.” Por suerte para nosotros, aquella dura derrota es hoy este libro. Como subrayó Alejandro Jacobo, “la derrota es aquí una victoria en la que vida (memoria de lo vivido, mejor dicho) y cultura (recuento verbal de esa memoria) se remiten inexhaustivamente la una a la otra”.
Para ilustrar la actitud poética del autor, lean los dos poemas finales en los que Penalva concluye recordándonos con palabras originarias de Hipócrates que, a pesar de todos los pesares, el arte es duradero aunque la vida sea breve.
Y como muestra del tono y el estilo que atraviesan el libro, el siguiente:
Recortes de vida
A veces encuentro
recortes
de periódico
sobre algo que ya escribí,
sobre algo que pensaba escribir,
sobre algo que me interesó
y ahora ya no recuerdo por qué.
Los releo,
los recuerdo,
los destruyo….
Es la vida, me digo,
nada sobrevive a todo.
Además de disfrutar como maestro de escuela, me encanta escribir. Y leer. Y subir los montes alicantinos. Y jugar al ajedrez. Y… siempre me sigue apeteciendo aprender. Y segregar lo que aprendo -lo que vivo, lo que siento- en artículos, poemas y aforismos como éste: “¿Es imaginable la felicidad en un grano de pimienta?”