Los líricos eldenses ante un nuevo reto: "Don Gil de Alcalá" en el Castelar el día 26
Tras dos años sin poder presentar una nueva producción con todos sus componentes sobre el escenario, la Agrupación Lírica de Elda afronta un nuevo reto supremo, programado para el sábado 26 de este mes de noviembre, en el Teatro Castelar, con la puesta en escena de la ópera española Don Gil de Alcalá, del compositor valenciano Manuel Penella Moreno (1880-1939) que fue autor no solo de la música, también del argumento y textos.
Con esta obra, infrecuente sobre todo en las agrupaciones de aficionados, los líricos eldenses conmemoran sus 30 años ininterrumpidos de programar zarzuela o lírica española.
Aun cuando Don Gil de Alcalá adquiere la condición de ópera, al carecer de diálogos hablados, puede decirse que, al igual que Marina (1), tan solo se ocupan de ella en las programaciones zarsuelísticas. Claro ejemplo lo encontramos en que desde 1997, que se reinauguró el Teatro Real de Madrid, todavía no se ha representado en él, y, por el contrario se han visto dos producciones distintas en el Teatro de la Zarzuela. La última de ellas el mes de mayo pasado, y la anterior entre octubre y noviembre de 1999, siendo esta reposición de la estrenada en 1988. Lo mismo podemos decir respecto de Marina.
La trama de Don Gil de Alcalá se desarrolla en el México colonial español, a finales del siglo XVIII. Por esta razón Penella creó una orquestación solo de cuerda, que él calificó de dieciochesca, con una sonoridad fina, elegante, clásica, muy acorde con la época representada.
Según declaraciones del propio compositor "Para atreverse a ofrecer al público tres actos de música con cuerda sola hay que conocer muchísimo esta clase de instrumentos" Y Penella decía conocerlos a la perfección, primero porque fue un gran violinista, que tuvo que dejar su faceta de intérprete debido a una lesión, y posteriormente un muy buen profesor.
En su autocrítica publicada antes del estreno decía "No puedo compararla con ninguna de las obras que estrenan los demás, pero puedo decir que Don Gil de Alcalá es muchísimas veces mejor que todas mis obras anteriores juntas. Claro que con esto no he conseguido más que batir mi propio récord, pero algo es algo.(...) (...) No es fácil empresa escribir una ópera en tres actos sin más recursos orquestales que la cuerda pero en mí disminuye el mérito de haberla realizado, porque he sido un notabilísimo violinista y un excelente profesor de violoncello. Estaba, pues obligado a hacerlo bien por cuanto queda dicho. El libro de Don Gil de Alcalá es una cosa que va como sobre ruedas. Nada de particular, naturalmente, como no sea haber intentado (tal vez conseguido) que el público pase un rato muy agradable."
Lo cierto es que cuando se llevó a cabo el primer ensayo de Don Gil de Alcalá, antes de su estreno, todos, cantantes, coristas, músicos, personal del teatro, quedaron gratamente impresionados.
Y Don Gil de Alcalá se estrenó con un éxito rotundo el 27 de octubre de 1932 en el Teatro Novedades de Barcelona.
La ciudad condal donde actualmente la zarzuela está desaparecida de las programaciones de sus teatros más importantes, era entonces uno de los feudos de la lírica española.
El mismo día del estreno de Don Gil de Alcalá en función de noche, en el Novedades, se representó en la de tarde Luisa Fernanda. Obra que también estaba programada en esas mismas fechas en otro teatro barcelonés el Victoria, con el divo Marcos Redondo. Y ese mismo día en el Teatro Nuevo, Katiuska y Los Gavilanes.
Sobre el estreno, Valentín Moragas Roger escribió en el Diario de Barcelona del 29 de octubre: "...La partitura tiene infinitos aciertos, acreditando las excelentes dotes del maestro Penella. Y de ella sobresalen: una romanza de tenor; una pavana; un pizzicato de la orquesta; un brindis, felicísimo; una habanera a dos voces; un triste argentino y los concertantes finales del segundo y tercer acto."
Regaló grandes elogios para todos los protagonistas del estreno "Garbo, atractivo, sentimiento, donaire y alegría dieron a sus papeles todos los intérpretes (...) (...) Un conjunto acopladísimo, denotando una dirección no común en el género lírico y un estudio y una compenetración con la partitura perfecta."
No debieron gustar al crítico, o quizá no le prestó suficiente atención, la plegaria de Niña Estrella, del primer acto, el simpático dúo, a ritmo de jarabe mexicano, de los criados de la joven Chamaco y Maya, o la originalísima escena de la confesión del gobernador con el Padre Magistral.
Un Gorgé en el estreno
El triunfo de Don Gil de Alcalá en Barcelona se repitió cuando se presentó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, 20 de abril de 1934, como queda bien patente en el segundo tomo de su historia: "La obra en tres actos tuvo en su estreno madrileño una noche verdaderamente triunfal, la partitura, orquestada solamente para instrumentos de cuerda, resultó magnífica, así como María Espinalt, que hacía su presentación en Madrid, Pablo Gorgé al que los años habían enriquecido con la experiencia haciéndole un gran actor además de excelente cantante, consiguió en el papel de Sargento Carrasquilla uno de los triunfos más grandes de su gloriosa carrera (...) (...) y el resto del reparto compartieron el éxito con el maestro Penella para el cual fue el triunfo definitivo y grandioso."
Este éxito y triunfo, al mismo tiempo, se vio avalado con llenos diarios, hasta el punto de que el 23 de mayo estaba anunciada su última representación, pues para el 24 había anunciado otro estreno, que se retrasó, no pudiendo por ello prorrogar más de cinco días Don Gil de Alcalá.
El bajo barítono Pablo Gorgé, hermano de Ramón Gorgé el que fuera director de la banda de música Santa Cecilia de Elda, fue uno de los grandes triunfadores en el estreno de la obra, tanto en Madrid como en Barcelona, como hemos podido apreciar en las reseñas anteriores.
Hay documento fonográfico, ya que la ópera, incompleta, se editó en discos de pizarra, en el mismo año de 1932, siendo reeditada en CD en 1998.
Aun cuando Penella la calificó de ópera bufa, que es lo mismo que decir ópera cómica, el argumento de Don Gil de Alcalá entronca perfectamente en los enredos propios de las operetas europeas, con un desenlace final que, puede decirse así, deja a todos los espectadores contentos. O al menos a una gran mayoría. Y es que Don Gil aunque sea un aventurero con "bastante cara dura", o un pícaro como su fiel Sargento Carrasquilla, desde el inicio de la obra suele caer bien al público.
Cuando el autor valenciano la estrenó, se le tachó de poco moderno, de no ajustarse a las nuevas tendencias que imperaban en el teatro lírico. Y es que una de sus máximas fue la de no alinearse con nadie. Incluso solía decir que si los libretos que le ofrecían consideraba que eran de baja calidad, prefería escribirlos él. Pero que leía todo lo que le ofrecían y cuando topaba con alguno de calidad literaria y dramática superior a lo que él podía hacer, no tenía inconveniente alguno en ponerle música.
Claro ejemplo lo encontramos en La malquerida, de Jacinto Benavente. Obra escrita por el Premio Nobel de Literatura de 1922 para el teatro hablado, y que Penella adaptó como zarzuela, con permiso de su autor, con unos resultados dramáticos excepcionales, como el mismo Benavente dejó escrito "Penella era excelente autor de libros, de un gran instinto dramático. En la adaptación que hizo de La Malquerida, para zarzuela, incluyó una escena muda entre la Acacia y Esteban, que, subrayada por la orquesta, era de gran efecto dramático. Sinceramente deploré que a mí no se me hubiera ocurrido al escribir la obra. Aquella escena era de verdadero autor dramático. Dicho sea de paso, Pablo Gorgé la interpretaba de modo admirable."
Resulta evidente comprobar que el hermano de Don Ramón Gorgé, fue un artistazo de pies a cabeza, además de un cantante excelente.
Penella que no dejó un cabo suelto ante el estreno de su Don Gil declaró a la prensa por qué había elegido Barcelona. Una de las premisas fue el haber fijado su residencia en la capital catalana, después de muchos años deambulando con sus viajes a América. Pero la principal se basó en que, según sus palabras, en el Novedades barcelonés estaba la compañía de Luis Calvo "El formidable empresario que tiene acaparados no digo a los mejores, sino a todos los verdaderos artistas líricos españoles. Ésta es la verdad. En Madrid no hay actualmente una sola compañía lírica que pueda atreverse con Don Gil de Alcalá." (3)
Con la misma Compañía Lírica de Luis Calvo la presentó en 1934 en el Teatro de la Zarzuela.
Y bajo estas premisas, y su interés por centrar la acción de una de sus obras en tierras americanas, continente que visitó en muchas ocasiones, nació Don Gil de Alcalá.
El capitán aventurero
El primer viaje de Penella al nuevo continente lo hizo cuando tenía tan solo 17 años. Se embarcó a la ventura, sin saber que ocurriría cuando estuviera al otro lado del Atlántico. Realizó algún trabajo como director de orquesta, pero tuvo que desempeñar otros muchos cometidos laborales para poder subsistir, hasta su regreso a España, diez años después.
Fue precisamente a su regreso cuando estrenó su primera zarzuela El amor ciego.1907. En realidad no fue la primera, ya que antes de aventurarse a salir de Valencia, y con solo catorce años, había compuesto La fiesta del pueblo. Pero su primer gran éxito vio la luz en Buenos Aires, en su segunda aventura americana: Las musas latinas, 1912. Una especie de opereta, con una música deliciosa, y muy agradable de escuchar, de aires italianos, franceses y españoles.
Tras estrenar su ópera El gato montés, 1916, en Valencia, y en Madrid, 1917, se embarcó de nuevo, esta vez a Nueva York, donde la presentó en el Park Theatre, (2) cosechando un triunfo resonante.
Su último viaje a tierras americanas se produjo al inicio de la guerra española, poco después de haber estrenado en Barcelona La malquerida, sobre la obra original de Jacinto Benavente. Obra que no se llegó a presentar en Madrid, y alcanzó éxitos muy notables en México. Y ya no habría más viajes, pues murió en Cuernavaca, cuando estaba dirigiendo la parte musical de la película sobre Don Gil de Alcalá, que comenzó a rodarse en México en 1938, con el título de El capitán aventurero. Nombre más que acertado, que podía resultar mas atractivo para el público, que el original de la ópera, si consideramos que por aquella época el cine de aventuras estaba a la orden del día, sobre todo en la mitad norte del continente americano.
Manuel Penella estuvo presente durante la filmación, falleciendo antes de su conclusión.
Para el papel de Don Gil se contó con el tenor y actor mexicano más destacado del momento José Mojica, quien tras una muy exitosa carrera en el mundo de la ópera, triunfó en Chicago y Nueva York, y en el cine, como gran estrella de Hollywood, al morir su madre en 1940, decidió entrar en la orden franciscana, tomando el nombre de Fray José de Guadalupe Mojica. Siendo ya religioso todavía visitó los estudios cinematográficos. Una de las películas que protagonizó, encarnándose a él mismo, fue El Pórtico de la Gloria, donde el Orfeón Infantil Mexicano, con él al frente, realizan un viaje a España, con motivo del Año Santo Compostelano.
Tanto El Pórtico de la Gloria como El capitán aventurero , filmadas ambas en blanco y negro, han sido restauradas, se encuentran fácilmente en internet y están editadas comercialmente en DVD,
El número musical más célebre de Don Gil de Alcalá, la habanera Todas las mañanitas...canta y no llores, que en la ópera se canta en una fiesta, en el palacio del gobernador de Yucatán, por dos voces femeninas y coro, en la película la canta José Mojica, y un grupo de amigos, durante una serenata que le ofrecen a Niña Estrella.
En conclusión estamos ante un gran obra de la lírica española, en cuyos elogios coinciden todos los especialistas que la conocen y cantantes y músicos que la interpretan, como se puede apreciar en la rueda de prensa, previa al estreno de la última producción del Teatro de la Zarzuela de Madrid, disponible en internet. Sirva como muestra, dos ejemplos:
Manel Esteve, barítono: "Grandiosa obra de arte."
Sabina Puértolas, soprano: "Esta música es un mundo abierto, que nos da enormes posibilidades.
Y es que esa orquestación para cuerda y arpa, aparte de su singularidad es una delicia."
Argumento
Aun cuando puede parecer algo enrevesado, la verdad es que el argumento resulta bastante sencillo se seguir.
Niña Estrella (Mitztilán en el habla de los indios mexicanos) es una mestiza que quedó huérfana, siendo adoptada por el gobernador español, y vive en un convento de monjas, junto a otras muchas jóvenes. Su protector la ha prometido al noble Don Diego, mucho mayor que ella, y pronto se celebrará la boda.
Pero Mitztilán está enamorada del joven capitán Don Gil, y sufre al saber que no podrá casarse con él, que además le corresponde. Por ello antes de salir del convento entona una emotiva plegaria "Bendita cruz, que al morir mi madre llorando me dio, ella me acompaña y ella me consuela (...) (...) Madre estrella que me guías en mi camino, madre no dejes que se cumpla mi cruel destino. Acompáñame, no me desampares...".
Cuando el gobernador y Don Diego viajan al convento para recoger a la joven y llevarla al palacio, donde se oficiará la boda, son asaltados por un grupo de bandidos. Pero la inesperada y rápida intervención de Don Gil y su sargento Carrasquilla, logrará expulsarlos y liberar a los nobles. El gobernador queda impresionado, al ver que solo dos soldados se imponen a un grupo mucho más numeroso. En realidad los bandidos estaban sobornados por Don Gil.
Ya en la fiesta del palacio, en honor de sus salvadores, a la que acude el Virrey para concederles la Gran Cruz de Nueva España, el gobernador los presenta con grandes elogios por su hazaña, diciendo al capitán que le pida lo que quiera, que le será concedido. Y claro, Don Gil pide ser él quien se case con Niña Estrella.
Se creará un conflicto grave, pues Don Diego no lo admite. Sospecha ante un rescate tan sencillo, y logra localizar a los bandidos, a quienes además Carrasquilla no les pagó lo convenido por su pantomima. Y claro, han confesado la verdad.
El gobernador sufre una gran decepción, viéndose obligado a retirar todos los favores a sus supuestos salvadores, y castigarlos con ir a luchar contra los indios zacatecas.
Pero como en el mundo del teatro todo es posible, antes de que se concrete la boda, y en la escena más divertida de toda la obra, el gobernador confesará al Padre Magistral un pecado de amor que cometió de joven en España: haber dejado embarazada a una joven lavandera del Manzanares, llamada Cecilia.
Chamaco, criado de Niña Estrella, escucha la confesión, y traslada la historia a Don Gil. Cuando este acude a despedirse, y pedir perdón, cuenta al gobernador que es huérfano, hijo de madre soltera, llamada Cecilia, que murió siendo él un niño. Su edad y la época en que la joven lavandera quedó embarazada coinciden. El gobernador creerá que es su hijo natural, al que nunca conoció, lo toma como tal, y todo se solucionará favorablemente para Niña Estrella (Mitztilán) y el capitán aventurero.
Un desenlace que Emilio Sagi, director de escena de la producción del Teatro de la Zarzuela, estrenada en mayo último, calificó propio de las óperas cómicas de Mozart o Rossini. Lo que no es mala comparación.
Y el día 26 en Elda
Con todo esto, y mucho más, la Agrupación Lírica Ciudad de Elda ha venido ensayando durante los últimos meses esta obra tan singular e importante dentro de la música española. Con ello se cumplirá una de las aspiraciones de su director artístico, Paco Martínez Olcina, quien a lo largo de los 30 años de historia ha recuperado un buen número de zarzuelas desconocidas, por olvidadas, y que en su día gozaron de gran popularidad: El amigo Melquiades, La leyenda del monge, Los aparecidos, Adiós a la bohemia, Chateau Margaux, Buenas noches señor Don Simón, Benamor, Las bribonas...
Estos rescates se han ido alternando con otras muchas del repertorio habitual, tanto de género grande como del chico.
El próximo día 26, sábado, a las 8 de la noche se alzará el telón del Teatro Castelar. A las órdenes de Octavio J. Peidró Padilla, que empuñará la batuta estarán:
Mari Cruz Payá, Niña Estrella.
Christian Lindsey, Don Gil.
José Antonio Cecilia, Carrasquilla.
Javier Rubio, Don Diego.
Mari Carmen Yelo, Maya.
Francisco Javier Jiménez, Chamaco.
Francisco Martínez, Gobernador.
José Luis Sáez, Virrey,.
Gabriel Martínez, Padre Magistral.
Noemí Abellán, Madre abadesa.
Juan Justamante, Maestro de ceremonias.
Coro de la Agrupación Lírica Ciudad de Elda.
Orquesta Sinfónica Teatro Castelar de Elda.
Christian Lindsey, Director concertador.
Francisco Martínez Olcina, Director General.
Discografía.
1932.Grabación original, incompleta, en discos de pizarra, reeditados en CD en 1998, por el sello Bluemoon.
1956.Grabación original incompleta, en un solo disco Lp, del sello Montilla-Zafiro.
1957.Grabación original completa, en dos discos LP, del sello Columbia-Alhambra.
Videografía.
No existe videografía comercializada. En internet hay completas dos producciones:
Teatro de la Zarzuela de Madrid de 1989, filmada en el Teatro Campoamor de Oviedo, con escenografía de Daniel Bianco, director actual del teatro madrileño.
Escuela Superior de Canto de Madrid, de 20 de abril de 2018.
1* Marina fue la obra elegida por el Grupo Lírico de Elda en ocasión de su 25 aniversario, siendo representada en el Teatro Castelar, y posteriormente en la Plaza Mayor de Aspe.
2* Cuando Penella se presentó en el Park Theatre de Nueva York con El gato montés, llevó como gran revelación de la canción española a Conchita Piquer, a sus 14 años.
3* Después de las afirmaciones del maestro Penella, de haber elegido Barcelona para el estreno de Don Gil, porque en Madrid, y en la época dorada de la zarzuela, no había una compañía lírica capaz de representarla ¿podemos considerar una osadía, un atrevimiento, que una agrupación lírica de aficionados sí sea capaz de hacerlo? Yo soy optimista y creo que saldrán airosos del lance. A los liricos eldenses les avala su trayectoria.
Ilustraciones musicales:
Solo audio:
*Brindis. Pablo Gorgé. Grabación de 1932.
Audio y vídeo:
*Plegaria de Niña Estrella.
Ana María Sánchez-Concierto del centenario de la SGAE. Teatro Real de Madrid.1999.
Orquesta Sinfónica de Madrid. Odón Alonso, director.
*Habanera-
Sonia de Munk-Marina Rodríguez-Cusí- Orquesta y Coro de Radiotelevisión Española. Cristóbal Soler. Director. 2015.
*Brindis (El Jerez)
David Menéndez. Orquesta Sinfónica de la UCAM. Borja Quintas, director.
Auditorio Nacional de Música de Madrid. 4 de enero de 2020.
*Dúo de Maya y Chamaco (jarabe mejicano)
Adriana Vinuela Simón y Matías A. Noisel.
Escuela Superior de Canto de Madrid.2018. Antonio Moya, director.
*Serenata "Todas las mañanitas" - Film El capitán aventurero. 1939.
José Mojica
Bibliografía.
*Libreto editado por el Teatro de la Zarzuela de Madrid en noviembre de 1989, con textos de Roger Alier, Manuel Penella y Jacinto Benavente.
*Conferencia de María Pilar Espín Templado, Teatro de la Zarzuela de Madrid, mayo 2022, disponible en internet.
*Hemeroteca digital Diario La Vanguardia de Barcelona, 27 de octubre de 1932.
*Emilio García Carretero
Historia del Teatro de la Zarzuela de Madrid. Vol. II. Pág. 165.
Fundación de la Zarzuela Española. Madrid 2004.
*Teatro de la Zarzuela de Madrid.
Rueda de prensa de presentación de la producción de Don Gil de Alcalá, mayo de 2022.
*Enrique Mejías García
Apuntes.
Mis recuerdos más remotos que me atrajeron a la zarzuela me trasladan a sesenta años atrás. Primero escuchando los fragmentos que sonaban con frecuencia en la radio. También gracias a las fantasías, preludios e intermedios que interpretaban las bandas de música en los conciertos de las fiestas de octubre de Petrer. El templete donde actuaban estaba justo ante la fachada de mi casa.
Lo que más me gustaba de la Semana Santa es que en la radio solo se emitía música clásica. El viernes y sábado santo las emisoras enmudecían.
Lo más intenso vino en la época dorada del tocadiscos. Lo compró mi abuelo materno en 1963. La primera zarzuela que entró en casa fue Doña Francisquita con Kraus y Olaria. Es una grabación incompleta, pero suficiente para que me la aprendiese de memoria. Mi abuelo estaba impedido y era yo quien la ponía todos los mediodías y noches durante dos semanas consecutivas. A los quince días compramos un segundo disco: La generala, de nuevo con Kraus y Olaria. Y ya fuimos alternando. Después vino Maruxa. Y yo con solo 13 años me entusiasmé con ella y también la aprendí. Sí, digo bien. ¡A mis 13 años ya me encantaba Maruxa!
Ahí comenzó todo y ya no he parado. Siempre como aficionado.
Como le dice un padre a su hijo al final del documental de TVE sobre zarzuela La romanza de Madrid, de 1988, “Te acompañarán toda tu vida, porque son inmortales”.