Más eldenses en el Teatro de la Zarzuela
Sin descartar la posibilidad de que otros artistas eldenses hayan actuado, además de los tres cantantes de nuestro artículo anterior en el Teatro de la Zarzuela de Madrid a lo largo de sus 160 años de historia encontramos al bailarín: Antonio Gades, y a los directores de orquesta: Gerardo Pérez Busquier y Pilar Vañó Bacete.
Antonio Gades
Antonio Esteve Ródenas. Elda 11 de noviembre de 1936-Madrid 20 de julio de 2004. Sin duda una de las máximas figuras que ha dado la danza española. Su verdadero renovador, para muchos entendidos en la materia. Dignificó el baile flamenco, elevándolo a los escenarios de los teatros de ópera mas importantes del mundo.
Su presentación en el Teatro de la Zarzuela se produjo el 28 de febrero de 1959, formando parte de la compañía de danza de Pilar López. Tres años después, debutó en el Teatro Alla Scala de Milán, con El amor brujo, de Manuel de Falla. De ahí a la Ópera de París... De Gades se ha dicho que compartió con el ruso Rudolf Nureyev el reinado mundial de la danza durante el siglo XX.
En su doble faceta de bailarín y coreógrafo, se presentó en el Teatro de la Zarzuela el 29 de septiembre de 1979. La 2 de TVE dedicó su programa Imprescindibles, del viernes 13 de marzo último, al bailarín nacido en Elda.
Gerardo Pérez Busquier
La dilatada y exitosa trayectoria del músico eldense Gerardo Pérez Busquier dirigiendo ópera en el Liceo de Barcelona y en los festivales de Palma de Mallorca, contrasta con sus escasas actuaciones en Madrid. Solo tenemos constancia de una visita al Teatro de la Zarzuela para dirigir la ópera española Las golondrinas de José María Usandizaga. Fue los días 22 y 24 de mayo de 1975.
Con anterioridad actuó en los Festivales de España, en el Parque de El retiro. Fue con la Compañía del Liceo de Barcelona, el 24 de julio de 1968, dirigiendo otra ópera española: Marina, de Emilio Arrieta.
Pilar Vañó Bacete
Nacida en Bocairent (Valencia), como reza en sus biografías, la consideramos eldense de adopción.
Profesora de dirección de orquesta del Conservatorio Superior de Música "Joaquín Rodrigo" de Valencia, dirigió cinco representaciones de Los Gavilanes, en el Teatro de la Zarzuela, entre el 12 y 23 de junio de 2002. De esta misma producción dirigió las cinco representaciones que se programaron en el Teatro Campoamor de Oviedo, en marzo de 2003.
Durante algunas temporadas, el coliseo madrileño dio oportunidad a directores jóvenes de dirigir algunas funciones de sus producciones líricas.
Pilar Vañó se convirtió en la cuarta mujer que empuñó una batuta, en los 146 años de historia del teatro.
Una curiosidad: La Papelería Vidal
Durante los días que está en cartel cada programa del Teatro de la Zarzuela, en su Ambigú (1*), se puede visitar una exposición alegórica a la obra que se está representando. Partituras, cartas de los autores, vestuario de funciones antiguas, fotografías, bocetos, discografía, etcétera.
Con ocasión de las representaciones de Marina, del 15 de marzo al 21 de abril de 2013, se exhibió un álbum de 10 discos de los de pizarra, edición de 1929. Primera versión completa llevada al disco de esta inmortal obra de Arrieta (2*). Hasta aquí todo normal. Lo curioso es que en la etiqueta de los discos se decía: Papeleria Vidal Elda. Además estaba intacta. Como acabada de imprimir.
Dicho álbum llegó a esta exposición por medio de quien esto firma. Gracias a un cartero de Petrer que desarrolla su cometido en el extrarradio. Lo recogió de un contenedor de basuras de la partida rural Loma Badá. Me lo regaló y yo hice lo propio con un gran amigo madrileño, musicológo, a quien poco después se le encomendó el comisariado de la exposición.
Cuando la visité y vi la etiqueta de la emblemática librería eldense, ya desaparecida, sentí una gran emoción. Yo, como muchos eldenses y petrolancos, era de los que siendo niño, visitaba esta librería el "Día de la Feria", cuando esta se instalaba en las calles Colón, Iglesia y la actual Plaza de la Constitución.
1*: Ambigú es el salón de los teatros donde se ubica el bar o cafetería. El de La Zarzuela de Madrid está presidido por el busto del tenor Alfredo Kraus, obra del escultor Santiago de Santiago.
2*: Esta grabación de 1929, contó con un elenco de las mejores voces del momento de la lírica española: la soprano Mercedes Capsir, el tenor Hipólito Lézaro, el barítono Marcos Redondo y el bajo José Mardones, con dirección de Daniel Montorio. Tras ser reeditada en 2 discos de vinilo, dada su enorme calidad, en 1996 gozó de una nueva reedición en disco compacto.
Mis recuerdos más remotos que me atrajeron a la zarzuela me trasladan a sesenta años atrás. Primero escuchando los fragmentos que sonaban con frecuencia en la radio. También gracias a las fantasías, preludios e intermedios que interpretaban las bandas de música en los conciertos de las fiestas de octubre de Petrer. El templete donde actuaban estaba justo ante la fachada de mi casa.
Lo que más me gustaba de la Semana Santa es que en la radio solo se emitía música clásica. El viernes y sábado santo las emisoras enmudecían.
Lo más intenso vino en la época dorada del tocadiscos. Lo compró mi abuelo materno en 1963. La primera zarzuela que entró en casa fue Doña Francisquita con Kraus y Olaria. Es una grabación incompleta, pero suficiente para que me la aprendiese de memoria. Mi abuelo estaba impedido y era yo quien la ponía todos los mediodías y noches durante dos semanas consecutivas. A los quince días compramos un segundo disco: La generala, de nuevo con Kraus y Olaria. Y ya fuimos alternando. Después vino Maruxa. Y yo con solo 13 años me entusiasmé con ella y también la aprendí. Sí, digo bien. ¡A mis 13 años ya me encantaba Maruxa!
Ahí comenzó todo y ya no he parado. Siempre como aficionado.
Como le dice un padre a su hijo al final del documental de TVE sobre zarzuela La romanza de Madrid, de 1988, “Te acompañarán toda tu vida, porque son inmortales”.