Su anual “Semana de la zarzuela” comienza este jueves 32 años ininterrumpidos de lírica española en La Solana, Ciudad Real
La Solana es una localidad de la provincia de Ciudad Real, de unos 17.000 habitantes, la cual atesora razones más que suficientes para que sea denominada “Villa de la zarzuela”. Desde 1984 y sin interrupción viene celebrando un magno festival zarzuelístico, el cual gira en torno a uno de los títulos mas populares del repertorio: La rosa del azafrán (1*).
El desarrollo argumental de esta obra tiene lugar precisamente en una hacienda rural solanera. Y allí cada año se le rinde tributo a esta zarzuela, una de las mas representadas de todo el repertorio.
Sus autores, el músico toledano Jacinto Guerrero, y los libretistas Federico Romero (2*) y Guillermo Fernández Shaw, antes de acometer la composición de la partitura y acabar su libreto estuvieron varios días en La Solana, conviviendo con sus vecinos e impregnándose de sus costumbres, cantos y bailes populares.
Sin embargo, en los textos de la obra se cita mas a la vecina población de Manzanares que a la propia Solana. Por ejemplo, en la jota castellana que comienza con el “Bisturí, Bisturí, se quería casar...” se dice después “Manzanares, Manzanares, ya no es tierra de manzanos...”
La única alusión a La solana se canta en el coro inicial: “Desde Manzanaritos a La Solana...”
Este festival nació en 1984 como Semana Regional de la Zarzuela. En 1987 pasó a denominarse Semana de la Zarzuela-Festival Lírico, y al cumplir sus bodas de plata se convirtió en Semana Nacional. Lo de semana es un decir, porque la programación casi siempre ha contado con nueve o diez días consecutivos de representaciones.
En 1986 fue declarada por la Diputación Provincial de Ciudad Real de Interés músico cultural y en 2007 por la Comunidad de Castilla-Mancha de Interés Turístico Regional.
Un hecho muy perseguido por Ayuntamiento y ACAZ (3*) se ha logrado en fechas muy recientes: la declaración de Interés Turístico Nacional. Se oficializó la misma el 20 de agosto último, en un acto institucional llevado a cabo en la propia localidad.
De forma paralela este año se recupera el apoyo económico de la Junta de Castilla-Mancha, que les fue retirado, o rebajado, durante los cuatro años de mandato del Partido Popular. Cuestión esta poco entendible, si se considera que este festival lírico de La Solana no ha sufrido interrupción alguna, desde su inicio en 1984, y es una manifestación artístico-cultural única en toda España. Ni la situación general de crisis, ni la merma de ayudas oficiales, han traído consigo su paralización.
Es destacable, asimismo, dejar constancia de la presencia de la “Semana” en FITUR, la Feria Internacional de Turismo de Madrid. Hecho que, sin duda, habrá ayudado a conseguir la declaración de Interés Turístico Nacional (4*), aparte de la propia proyección a otros niveles.
Los niños protagonistas
Hecho esencial que ha ayudado, y lo seguirá haciendo, a la pervivencia de este festival, es la participación infantil. Desde sus inicios, la semana incluye en su programación una serie de representaciones llamadas jornadas, con fragmentos de zarzuelas diferentes, donde los protagonistas son los niños.
Con ello, no solo los mas pequeños de La Solana comienzan a conocer la zarzuela desde que entran en los colegios. Sus propias familias se integran de lleno: confección del vestuario, escenografías, ensayos, maquillaje, etcétera. Mas o menos como puede ocurrir en otros lugares con las fiestas de carnaval o las de Navidad.
Este trabajo continuado con los escolares se ve posteriormente reflejado en la propia ACAZ. Por lo general las agrupaciones de zarzuela de aficionados las componen personas mayores, siendo muy difícil la pertenencia de jóvenes a las mismas. Este no es el caso en la asociación solanera, gracias a su cantera tan enorme.
La actividad de la ACAZ, aparte de organizar el festival, se centra en protagonizar al menos tres actuaciones. Una, fija, con La rosa del azafrán, y las otras con otros títulos o antologías.
Otro aspecto, muy importante, que ha llevado hasta La Solana a los nombres mas representativos de la lírica española, son las distinciones que se conceden cada año: La Rosa del azafrán de oro, Juan Pedro mayor, Ama mayor y Sembrador del año (5*).
Y ese trabajo de la ACAZ se vio recompensado con la construcción del Teatro Auditorio Cervantes. Un edificio moderno, amplio, funcional, que para sí quisieran muchas ciudades y capitales de provincia.
Cuenta la villa con su museo de historia, etnografía y cultura. El Museo Municipal lleva por nombre La rosa del azafrán. Entre sus distintas salas una, está dedicada a la zarzuela.
Tampoco faltan las publicaciones de ámbito local. Y de entre ellas encontramos tres dedicadas al género: La Solana, villa de la zarzuela, 1989. La Solana y la zarzuela: La rosa del azafrán, 2.000, y La Solana, alma de la zarzuela, 2010. Autor de todas ellas Antonio García-Cervigón Torres.
Como se puede deducir La Solana toda se involucra con su semana. Allí se vive la zarzuela como en ningún otro lugar de España.
La semana comenzó celebrándose entre marzo y abril, con alguna incursión en mayo. De 1999 a 2002 se pasó al verano.
En 2003 se inauguró el nuevo Teatro Auditorio “Tomás Barrera” (6*), y desde ese año se celebra siempre dentro del mes de octubre.
La ACAZ visitó Petrer en 1989, participando en el Tercer Certamen Nacional de Zarzuela, de los cuatro que se celebraron entre 1987 y 1990. Presentaron, como no, La rosa del azafrán. La entonces joven y entusiasta agrupación tuvo que vérselas con el Orfeón Mahonés, agrupación centenaria, los Amigos de la Zarzuela de Crevillente, ciudad donde hay hasta siete coros, y los Amigos del Arte de Abarán, con mas de setenta años de trayectoria. Demasiada competencia.
La 32 Semana se inicia este viernes 16 y concluirá el domingo 25 (7*).
1*: La rosa del azafrán se estrenó el 14 de marzo de 1930 en el Teatro Calderón de Madrid. Estuvo dirigida por el autor de la partitura, Jacinto Guerrero. El éxito alcanzado fue rotundo, repitiéndose varios de sus números. Éxito que revalidó en sus sucesivos estrenos por toda España.
En La Solana se representó por primera vez la noche del 24 de julio de 1930, a cargo de la propia compañía del Teatro Calderón de Madrid. Todo un acontecimiento.
Actualmente sigue siendo una de las zarzuelas más representadas. Un claro ejemplo lo tenemos en nuestra tierra alicantina. Durante la temporada 2014-15, dentro de las escasas representaciones de zarzuela programadas en la provincia, que sepamos, se pudo ver La rosa del azafrán en Petrer, Teatro Principal de Alicante, Teatro Calderón de Alcoy y Teatro Chapí de Villena.
2*: Federico Romero, de origen asturiano, obtuvo la distinción de Hijo Adoptivo de La Solana, localidad que visitaba con frecuencia, desde mucho antes de acometer el proyecto de La rosa del azafrán.
Como libretista, junto a Guillermo Fernández Shaw, son autores de un buen número de las mejores zarzuelas: La canción del olvido, Doña Francisquita, El caserío, Luisa Fernanda, La tabernera del puerto, La chulapona...
3*: La ACAZ es la Asociación Cultural Amigos de la Zarzuela de La Solana, que actualmente adopta el nombre de quien fue su primer director, Maestro Andrés Muriel.
Desde 1984 es la asociación local que promueve todo el entramado organizativo, aparte de las actuaciones de su grupo artístico. Comenzaron con una serie de fragmentos de La rosa del azafrán, obra que representaron íntegra en 1988, y que es de obligada puesta en escena cada año. Ha habido festivales donde se ha representado por dos veces.
4*: El mismo año del estreno de La rosa del azafrán, ya hubo una representación solanera en el teatro Calderón de Madrid. Mas de doscientos vecinos y vecinas, muchos de ellos ataviados con el traje típico, asistieron a la representación número 55, repartiendo entre el público rosas de azafrán.
5*: Juan Pedro y el Ama son los dos protagonistas principales de La rosa del azafrán. De ahí que las distinciones que se conceden, lleven sus nombres.
6*: Tomás Barrera fue un compositor natural de La Solana. De su obra tan solo ha quedado en repertorio la romanza de tenor Adiós Granada de la zarzuela Emigrantes.
7*: Del programa general de este año, destacamos las representaciones de dos títulos infrecuentes fuera de Madrid: La chulapona, el sábado 17, y La calesera, el sábado 24, en producción profesional de Musiarte. El grupo local, la ACAZ, escenificará el domingo 18, El huésped del sevillano. Todos estos títulos en sesiones de tarde y noche. La propia ACAZ cerrará la semana el domingo 25 con La rosa del azafrán, en sesión única. Los escolares tendrán sus jornadas el martes 20 y miércoles 21.
Los precios para cada función son bastante asequibles: 12 y 14 euros, con descuentos a grupos.
Mis recuerdos más remotos que me atrajeron a la zarzuela me trasladan a sesenta años atrás. Primero escuchando los fragmentos que sonaban con frecuencia en la radio. También gracias a las fantasías, preludios e intermedios que interpretaban las bandas de música en los conciertos de las fiestas de octubre de Petrer. El templete donde actuaban estaba justo ante la fachada de mi casa.
Lo que más me gustaba de la Semana Santa es que en la radio solo se emitía música clásica. El viernes y sábado santo las emisoras enmudecían.
Lo más intenso vino en la época dorada del tocadiscos. Lo compró mi abuelo materno en 1963. La primera zarzuela que entró en casa fue Doña Francisquita con Kraus y Olaria. Es una grabación incompleta, pero suficiente para que me la aprendiese de memoria. Mi abuelo estaba impedido y era yo quien la ponía todos los mediodías y noches durante dos semanas consecutivas. A los quince días compramos un segundo disco: La generala, de nuevo con Kraus y Olaria. Y ya fuimos alternando. Después vino Maruxa. Y yo con solo 13 años me entusiasmé con ella y también la aprendí. Sí, digo bien. ¡A mis 13 años ya me encantaba Maruxa!
Ahí comenzó todo y ya no he parado. Siempre como aficionado.
Como le dice un padre a su hijo al final del documental de TVE sobre zarzuela La romanza de Madrid, de 1988, “Te acompañarán toda tu vida, porque son inmortales”.