Ana María Sánchez en su 60 cumpleaños recibió la Insignia de Plata de la Escuela Superior de Canto
El pasado día 12 de marzo la soprano eldense Ana María Sánchez Navarro cumplió 60 años. Por tal motivo en la noche del sábado 16 recibió una de las más agradables sorpresas de su vida.
Su marido Pepe Rubio Marco, su hijo Miguel Angel y sus familiares más cercanos le habían preparado una fiesta, sin que ella tuviese la más mínima idea.
Como suele ocurrir muchos viernes y sábados, el matrimonio tenía previsto salir a cenar con sus amigos habituales. Esta vez con más motivo, para celebrar el aniversario de Ana María, sin embargo, se encontraba algo indispuesta y le apetecía más quedarse en casa. Pero al mismo tiempo la tertulia amigable en esta ocasión variaba un poco, pues se trataba de "asistir a una cata de vinos", prevista desde hacía algunas semanas, en los Salones Princesa. Una velada especial, para celebrar un cumpleaños muy significativo.
Y allí acudió Ana María, para no faltar al compromiso adquirido, pero con la idea de regresar a casa más pronto que tarde.
Cuando accedió al salón, casi sufre un desmayo del impacto que se llevó en el momento en que se encendieron las luces. Unos setenta familiares y amigos, que guardaban un silencio sepulcral, le entonaron el Cumpleaños Feliz. Lo de la cata vitivinícola resultó ser ficticio.
Antiguas amistades, forjadas hace más de 45 años en el Orfeón del Centro Excursionista Eldense; otros íntimos de épocas más recientes. Compañeras y compañeros de estudios y de escenarios. Alumnas y alumnos de sus clases de canto. Familiares.
Todo estaba preparado y coordinado a la perfección, sin que la protagonista tuviese la más mínima sospecha. No debió de resultar muy sencillo mantener el secreto, dada la gran cantidad de personas con las que se contactó, ninguna de las cuales debía revelar lo que se preparaba. Y se pudo conseguir. Su marido aprovechó los días de cada semana donde la soprano se encuentra en San Sebastián, impartiendo sus clases de canto en el Musikene -Centro Superior de Música del País Vasco-. Y a decir verdad, el resultado no pudo ser más satisfactorio.
Entre los asistentes se encontraban los maestros Alejandro Zabala e Itziar Barredo pianistas, José Miguel Rodilla, director de orquesta y profesor de dirección, Enedina Lloris, María José Martos y Teresa Albero, sopranos. Silvia Corbacho, mezzosoprano. La viuda del pianista Miguel Zanetti. El director del Conservatorio Superior "Oscar Esplá" de Alicante, José Vicente Asensi...
Es obvio que la cena transcurrió coronada por la alegría de poder reunir la familia a tan amplio grupo de amigos, en una conmemoración tan especial.
A los postres se proyectó una amplia serie de vídeos de felicitación -más de treinta- enviados por otros compañeros y grandes amigos de la cantante. Entre ellos citamos a las sopranos o mezzosopranos María José Montiel, Isabel Rey, Mariola Cantarero, Tatiana Davidova, Elisa Belmonte y Teresa Berganza. Los barítonos Carlos Álvarez, Angel Ódena, Carlos Chausson y Miguel Sola. Los tenores José Bros, Jorge de León, Ismael Jordi, José Luis Sola, Javier Palacios y Marco Armiliato. Los bajos Stéfano Palatchi y Simón Orfila. Los directores Miguel Ortega, Enrique García Asensio, Emilio Sagi y Esperanza Sempere. El compositor Antón García Abril. El pianista Julio Alexis Muñoz, actual director de la Escuela Superior de Canto de Madrid...
En todas y cada una de las intervenciones se expresó la admiración que compañeros, compañeras y alumnado sienten hacia la soprano de Elda, coincidiendo todos en su cercanía, sencillez y condición humana. En varios de los vídeos se trasladaron elogios idénticos hacia Pepe, su marido y compañero inseparable.
Él mismo, en una emotiva alocución, agradeció a todos los presentes su compañía en fecha tan señalada. "Todos quienes aquí estáis habéis formado parte muy importante en la vida social y artística de Ana María en algún periodo de sus sesenta años, y por eso hemos querido reuniros", dijo Pepe, precisando que se habían proyectado más de 30 vídeos, pero que se recibieron otros tantos, imposibles de proyectar, al haber llegado el mismo sábado, sin tiempo material para realizar el montaje técnico. Entre ellos se encontraban los de la mezzosoprano Alicia Nafé, el tenor Vicente Ombuena y el director de orquesta José de Eusebio.
No faltó el canto en directo. Alumnas y alumnos de Ana María interpretaron una serie de canciones, a las que se sumaron María José Martos y Teresa Albero. Esta última se incorporó al acontecimiento con algo de retraso, al haber actuado en Alcoy esa misma tarde. "Pero esto es algo que no podía perderme, tratándose de Ana María, a quien venero". Así nos lo dijo personalmente la joven soprano nacida en Biar, quien solo dos días después viajaba hasta Miami, para intervenir en varias representaciones de ópera.
Y para que la fiesta fuera completa, un conjunto musical de viento, de la Agrupación San Antón de Elda, amenizó la sesión de baile, que se inició con el pasodoble Ana María Sánchez, cuyo autor, Alejandro Baidez, se encontraba entre los intérpretes.
Insignia de plata de la Escuela Superior de Canto de Madrid
En representación de la Escuela Superior de Canto de Madrid estuvo la catedrática de lengua francesa Carmen Torreblanca, quien impuso a Ana María la insignia de plata de la institución. Una distinción que solo se concede a sus profesores cuando se jubilan. Y que hasta ahora a la única alumna a quien se le ha concedido es a la eximia mezzosoprano Teresa Berganza.
En la Escuela Superior de Canto estudió la soprano eldense cuando decidió dedicarse por completo al arte lírico y abandonar su labor docente como profesora de Filosofía y Letras en el Liceo Francés de Alicante.
Acabó la carrera de canto con el premio extraordinario "Lola Rodríguez de Aragón".
Antes de acceder a la escuela madrileña la Sánchez fue alumna de la soprano Dolores Pérez -una de las grandes voces históricas de España- en el Conservatorio Superior de Música "Oscar Esplá" de Alicante.
Figura decisiva en su inclinación por el canto fue Francisco J. Ballester Bonilla, director del Orfeón del Centro Excursionista Eldense, en el cual Ana María ingresó cuando contaba apenas 15 años. Creyó ciegamente en sus condiciones vocales y posibilidades, pero no fue posible que iniciara sus estudios siendo joven.
Impedimentos familiares le vetaron tal posibilidad. Había que centrarse en los universitarios, de ahí que su llegada a los escenarios se produjera siendo relativamente mayor. Aun así no tuvo prisa para debutar. Lo hizo cuando ya había adquirido una preparación técnica excelente, fruto de las enseñanzas y consejos de Isabel Penagos, su profesora en la Escuela Superior de Canto de Madrid.
La misma Ana María suele decirlo en sus entrevistas a la prensa "Mi vocación ha sido tardía", diario El correo 26 de abril de 1997, vísperas de su debut en Bilbao con El trovador, de Verdi.
Su debut operístico se produjo el 2 de junio de 1994 en el Teatro Principal de Palma de Mallorca con otra ópera de Verdi, Nabucco.
La crítica que firmó Roger Alier en el diario La Vanguardia, del día 5, decía "También merece un elogio sobresaliente la labor de la joven soprano de Elda Ana María Sánchez, que cantó el terrible papel de Abigaille con medios vocales de sorprendente capacidad y sin que se produjera en ningún momento el agotamiento de sus posiblidades, cantando con voz a la vez tersa y poderosa, más tersa de lo que habitualmente suelen poder lucir las intérpretes de este papel, y con una agilidad más que suficiente para dar los tremendos saltos y escalas que el rol exige. Escénicamente dio autoridad al personaje y lo hizo creíble, lo que no es poco."
Sin prisas, pero sin pausa, se fueron produciendo sus debuts en otras obras y escenarios. Como, por ejemplo, su participación en el Palau de la Música de Valencia, con la arriesgada Elektra, de Richard Strauss, en el papel de Crisótemis, junto a dos voces legendarias: Eva Marton y Leonie Rysanek.
Justo Romero en Diario 16 del 19 de diciembre de 1995 dijo: "La deslumbrante soprano valenciana Ana María Sánchez construyó una sobresaliente y dubitativa Crisótemis que pudo y, además, supo hablar de tú con sus dos inmensas compañeras de reparto."
Con esta misma obra y rol se presentó en 1998 en el Real de Madrid. El titular de la crítica firmada por José Luis García del Busto en el diario ABC del 5 de noviembre de 1998 no pudo ser más expresivo: "Eva Marton y Ana María Sánchez, grandes triunfadoras de una intensa "Electra".
Pero su apoteosis -y digo apoteosis porque en realidad lo fue- llegó cuatro semanas después de su triunfo valenciano de 1995. Fue en la segunda edición de la anual gala que la ORTVE -Orquesta y Coro de Radiotelevisión Española- celebra con los cantantes galardonados en los diferentes concursos de canto que se celebran en España. La soprano eldense fue invitada a participar habiendo obtenido solamente el premio a la mejor intérprete en euskera, en el Concurso de Bilbao de 1992. Su presencia se produjo gracias al empeño personal de uno de los directivos de la ABAO. Bendito empeño.
Su interpretación del aria "Vissi d´Arte" de Tosca de Puccini, recibió la, posiblemente, más atronadora ovación que se haya escuchado en el Teatro Monumental de Madrid, cuando de premiar a una cantante desconocida se trata. El crítico Antonio Fernández Cid le concedió su simbólico Gran Premio, en el titular de la crítica de dicho concierto, aparecida en el diario ABC del lunes 16 de enero de 1995. Decía así: "Entre la voces que escuchamos, una, importantísima, encendió los mayores entusiasmos. La soprano de Elda Ana María Sánchez cantó un "Vissi d´arte" admirable y un "Pace, pace mio Dio" verdiano también de clase... La voz de lírico spinto es grande, caliente, igual y segura, capaz de filados y matices como los que coronaron su Puccini. Es toda una cantante."
Tuve la suerte de asistir a esta gala, y el recuerdo que me acompaña 24 años después sigue siendo imborrable. Como también es imborrable la frase corta pero contundente con la cual el hijo del maestro Francisco Alonso -al autor de La parranda, La calesera, Las leandras- por aquel entonces presidente de la Asociación Pro-Género Lírico español, resumió su actuación: "Habéis arrasado". La verdad es que yo no arrasé nada. Quedé eso sí muy agradablemente impresionado, y sobre todo emocionado, por mi amistad con Ana María y por ser ambos alicantinos.
Voz tan autorizada como la del tenor Pedro Lavirgen también expresó elogios de todo tipo, visiblemente entusiasmado, como aquel en el que estuve de testigo: "Y tú qué haces aquí que no estás en la Escala de Milán".
Su triunfo en esta gala de cantantes jóvenes le valió un primer contrato con la ORTVE, interpretando el 6 de diciembre de 1996 el Réquiem de Verdi.
Fuera de serie
No resulta muy normal -creo que hasta habrá sido un caso único- que se cite la excepcionalidad de una cantante en una crítica o comentario donde no ha estado presente.
Y así lo hizo Gonzalo Alonso, el 14 de enero de 1996, en el diario ABC, tras haber asistido a la tercera gala de la ORTVE de ganadores de concursos de canto españoles: "Si el año pasado escuchábamos una voz, la de Ana María Sánchez, con gran disposición para empeños relevantes, en este no podemos hablar de una voz o una personalidad fuera de serie."
Para entonces su presencia estaba a punto de consolidarse, y convertirse en fija, en las temporadas de Bilbao, Oviedo, Palma de Mallorca, Valencia, Liceo de Barcelona, primero en los diferentes escenarios donde se desarrolló su programación a causa del incendio sufrido en 1994, y poco después en las del Real de Madrid y el propio Liceo, en cuya reinauguración tras ser reconstruido, estuvo presente como Liu en Turandot.
Lisboa, Venecia, Berlín, Hamburgo, Munich, Zurich, Marsella, Buenos Aires, México, Dresde, Salzburgo, Nueva York, Quincena Donostiarra de San Sebastián, Murcia, y otras muchas ciudades europeas pudieron disfrutar de su arte.
Junto a óperas de repertorio fue la única soprano española de su generación que se atrevió con títulos como Aída, Norma, Zigor y Gernika en euskera, Lucrecia Borgia, Adriana Lecoveur, Roberto Devereux, Anna Bolena, Don Carlo, El rey de Lahore, Los hugonotes, Tanhauser, Otello, Tosca, Ildegonda...
Debutó Tosca, un personaje que le venía como anillo al dedo, algo tarde. En enero de 2004 en el Teatro Real de Madrid, dentro del segundo reparto.
El recordado José Luis Pérez de Arteaga, el 19 de enero de 2004 y en el diario La razón, titulaba su crítica al segundo reparto "La Tosca de Ana María": "El elemento clave del otro elenco es la protagonista, en donde Ana María Sánchez se alterna en las funciones con Daniela Dessí. Sin parroquianismos caseros: nada tiene que envidiar la "Tosca" de la soprano alicantina a la de la genovesa, a la que incluso supera, en ciertos momentos, en elocuencia dramática. Hay una carnalidad, una inmediatez en esta "Tosca" que, salvadas las distancias de talantes y estéticas diferentes, mira a la personificación creada por María Callas. La tan hermosa como compleja línea de canto trazada por el pentagrama y los inmisericordes agudos no tienen problema para la Sánchez que, como diría el castizo, "las da todas". Su entrega y su inteligencia vencen, por ende, el alejamiento físico con el estereotipo de la "Tosca" espigada que forjara la mentada Callas".
Pérez de Arteaga culmina su comentario recordando el primer reparto, del que destacó al barítono Ruggero Raimondi: "...Y es que si la otra "Tosca" es la de Raimondi, esta es la de Ana María. Por eso el día 30, único en que ambos coincidirán en escena, el Real puede echar chispas."
Muy poco después protagonizó la recuperación de la ópera de Arrieta Ildegonda, en el mismo Teatro Real, la cual fue registrada en disco.
Presente en los grandes acontecimientos
Durante sus años gloriosos intervino en los mayores acontecimientos de relieve aquí en España. Concierto del centenario del diario ABC, como única cantante. Del 150 aniversario de la inauguración del Teatro Real, junto a Jaime Aragall, Alicia Nafé, Plácido Domingo, Carlos Álvarez, María José Montiel, José Bros, Plácido Domingo y Ainhoa Arteta. En el del centenario de la creación de la SGAE, con Alfredo Kraus, Montserrat Caballé, Carlos Álvarez, María José Montiel, Montserrat Martí. El del 25 aniversario de la Constitución Española. Entrevistas en programas televisivos... Fue la cantante que inauguró el sello discográfico del Teatro Real, cuya grabación en directo recogió un concierto suyo de ópera y zarzuela con la Orquesta Sinfónica de Madrid -titular del teatro- dirigido por Jesús López Cobos.
Y tras más de diez años intensos. De triunfos. De críticas excelentes en la gran mayoría de sus actuaciones, de golpe y porrazo llegó casi el silencio, aún siendo una de las sopranos más apreciadas en muchos teatros de España y otros paises.
Creo no estar equivocado al decir que sus últimas representaciones escénicas se produjeron en el Palau de les Arts de Valencia con la zarzuela La bruja, de Ruperto Chapí. Su primera y única incursión escenificada en el género. Fue entre finales de enero y primeros de febrero de 2007.
Para entonces Gonzalo Alonso ya citó su nombre en una artículo de El cultural del diario ABC de 8 de enero de 2007, bajo el títular Los damnificados.
Sobre la Sánchez escribió: "En otros casos tal actitud es de los responsables artísticos. ¿Me quieren contar qué pasa por ejemplo con Ana María Sánchez? Hasta hace nada era de las artistas más queridas, no ya en el Real sino también en todos los teatros y temporadas españolas y ahora parece casi una apestada. ¿Por qué no se le ofrece nada? Dicen que no llega para el repertorio dramático y que está muy gruesa para Mimís y similares. ¡Ay, Dios mío! Y se buscan féminas de buen tipo con vocecitas que sólo dan bien ante un micrófono."
Decía Gonzalo Alonso "En otros casos tal actitud es de los responsables artísticos." Cierto, pero también podría ser de los agentes.
La verdad es que resultó muy extraño que de golpe y porrazo se le cerraran las puertas del Real, Liceo, Euskalduna y Campoamor, por citar solo a los de aquí, donde más había actuado.
Y es que yo, que apenas entiendo de esto, todavía soy más neófito cuando observo ese cerrojazo de los teatros, después de haber leído críticas sobre sus actuaciones, como por ejemplo: "Uno se queda con el esplendor refulgente de la voz majestuosa, intensa y extensa de Ana María Sánchez, de sonoridad imponente, armónica, brillante como el oro en los centro, templada, como el acero, en los agudos. Precioso el verismo otorgado a la gran aria de Adriana Lecovreur; centelleante en el Ritorna vincitor; elocuente, dúctil y plena de plasticidad en el Vissi d´arte, de Tosca, o en el Pace mio Dio, tan verdiano." Alfonso Sáiz de Valdivielso, diario El mundo 20-12-1998. Concierto de Navidad de la ABAO (Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera).
O lo que firmó Dido Dentici, en El correo, sobre su actuación en Tanhauser, en el mismo Bilbao: "La soprano Sánchez fue la que sobresalió con nitidez entre los cantantes solistas. El debut wagneriano de la de Elda no pudo haber sido mejor y la calidez de su voz, su corpóreo centro y su grato timbre se amalgamaron con naturalidad a un papel que en estos momentos le hacen ser la única soprano española que canta al compositor alemán."
De sus actuaciones en las temporadas de Oviedo, rescato tres críticas sobre su debut en Anna Bolena, por el que recibió esa temporada el premio de la tertulia ovetense "Los puritanos".
Diario ABC 9-10-2000, firmada por Cosme Marina: "Ana María Sánchez que debuta en "Anna Bolena", dio sobradas muestras de por qué ha protagonizado un espectacular crecimiento en los últimos años... Es la suya una Bolena perfectamente interpretada, interiorizada y que habrá de ganar en el futuro. Su carnoso y bello centro vocal acentúa los matices del personaje... la valentía de asumir un papel en el que muchas naufragan, dice mucho y bueno del hacer de la Sánchez."
Por su parte I.C.F. decía en El Comercio el 12-10-2000: "Anna Bolena, reina de Inglaterra, es el cilindro sobre el que gira toda la trama. El nombre del título lo dice: exigencia de una soprano protagonista de alta calidad. La hemos tenido a entera satisfacción... Sin romper moldes estamos con Ana María Sánchez, realizada artísticamente, voz espléndida, en calidad, igualdad y equilibrio registral, dicción pura y belcantismo. No podemos exigir más, como no sea que se salga de la partitura, con alardes no siempre exigibles. Va camino de ser una gran figura."
Y en La nueva España, 10-10-2000, Luis G. (Gracia) Iberni decía en recuadro "Ana María Sánchez brinda la mayor calidad vocal que ha dado este país después de Caballé; el bel canto es, hoy por hoy, su mejor terreno", para añadir en el texto: "... Es de una belleza cada día más impresionante... si madura técnica y musicalmente estos personajes terribles, puede ser la número uno en las primeras décadas del siglo que empieza. Su instinto es excelente...".
A pesar de todo cuanto transcribimos, a tres semanas del estreno de La bruja en Valencia, Gonzalo Alonso tenía muy claro que el futuro de la Sánchez se oscurecía.
Y eso que su participación en este zarzuelón de Chapí se saldó con el éxito acostumbrado. Para Pablo Meléndez-Haddad, diario ABC 5-4-2007, "La bruja ha significado el debut del género español en el escenario valenciano. Debut que también correspondió a la alicantina Ana María Sánchez en el nuevo coliseo y como protagonista de una zarzuela escenificada. El arte de esta cantante, una de las voces españolas más bellas y poderosas de las últimas generaciones, fue una de las bazas de la propuesta, sin defraudar, con un canto ágil, flexible y dramático."
Por su parte Rosa Solá publicó la suya en el diario El País. Bastante negativa en líneas generales, salvaba tan solo a la soprano de Elda. Su reseña la cerraba con la frase siguiente: "...para evitar el naufragio, también estaba ahí Ana María Sánchez. Evidentemente."
El musicólogo Ignacio Jassa Haro, siempre explícito y muy bien documentado en sus artículos y críticas del portal digital con sede en Inglaterra zarzuela.net, no regateó elogios: "El broche de oro lo pone el reparto de cantantes encabezado por una inspiradísima Ana María Sánchez de perfecta vocalidad y extraordinaria eficacia escénica en su doble rol de bruja/Blanca (especialmente mágicas sus intervenciones en "su" acto, el segundo)".
A partir de aquí sus actuaciones quedaron reducidas a conciertos y recitales. Bien con orquesta, piano o conjunto de cámara. De esta nueva etapa destaca su presencia en las recuperaciones de la ópera de Ruperto Chapí Roger de Flor, en el Palau de la Música de Valencia, y la zarzuela de Barbieri El relámpago, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, ambas en versión concertante.
Su trayectoria artística ha sido reconocida con numerosas e importantes distinciones. Destacamos La Encomienda de Número de la Real Orden de mérito civil, que le fue impuesta en 2009 por el Rey Juan Carlos I y el Laurel de Oro de la Universidad de Alicante. Es asimismo académica de la Real de Bellas Artes de San Carlos de Valencia.
El Conservatorio Profesional de Música de Elda lleva su nombre, así como una calle de la ciudad de Aspe.
Juan José su testamento lírico.
Ahora bien, podríamos calificar como su testamento lírico el estreno absoluto, en versión de concierto, de Juan José, la ópera póstuma de Pablo Sorozábal. Primero en el Palacio Kursaal de San Sebastián y escasos días después en el Auditorio Nacional de Madrid. Testamento lírico porque se registró la grabación discográfica, de la cual podemos disfrutar siempre que nos apetezca.
Tanto los conciertos de estreno de Juan José, como la grabación discográfica en estudio, se llevaron a cabo en febrero de 2009.
Aunque no es este su único legado discográfico, al haber protagonizado otros estrenos o recuperaciones, como Maror, del valenciano Manuel Palau, o Ildegonda, de Emilio Arrieta.
Lo de la obra de Sorozábal quizá tenga mayor significado, al haberse cancelado por dos veces su estreno escénico. La segunda de ellas en 1976, con los ensayos bastante avanzados. Su autor no llegó a verla estrenar pues falleció en 1988.
Y es que esos son otros de los regalos que nos deja la Sánchez, sus grabaciones discográficas, aunque no hayan sido muchas. Pero la selección bien vale la pena, por su singularidad. Como, por ejemplo, el disco de dúos femeninos de zarzuela -única iniciativa de estas características acometida en España- junto a la mezzosoprano Maria José Montiel.
O el del Oratorio de Navidad El pessebre, de Pau Casals. La ópera en euskera Gernika, de Francisco Escudero o El rey de Lahore, de Massenet.
En sus dos grabaciones de zarzuela, una en solitario y la otra con María José Montiel, encontramos romanzas y dúos nunca antes grabados por otras cantantes. Labor esta de investigación y recuperación de nuestro patrimonio lírico, en la cual se ha distinguido.
Ana María Sánchez, sin abandonar del todo los conciertos y recitales, ha vuelto a las aulas, después de sus años gloriosos por teatros y auditorios. Pero no para impartir filosofía y letras. Esta vez para transmitir su arte y experiencia vocal y artística a las jóvenes generaciones de cantantes. Muchos de ellos le expresaron su gratitud por medio de los vídeos de felicitación que pudimos ver en la fiesta de su sesenta cumpleaños.
El Musikene forma parte de su vida desde hace más de diez años. Y sin lugar a dudas allí cerrará su trayectoria profesional en el mundo del arte lírico, con nuestra esperanza y deseo de que, entre clase y clase, nos brinde alguna de sus lecciones magistrales, aunque solo sea en concierto o recital.
Los consejos de su primer maestro en el Orfeón del Centro Excursionista Eldense, Antonio J. Ballester Bonilla, fallecido prematuramente y que no pudo disfrutar del arte de su corista, no cayeron en saco roto. Y aunque fuese algo tarde, todavía pudimos llegar a tiempo de disfrutar de su arte y estar presentes en la fiesta de su sesenta cumpleaños.
Discografía básica de Ana María Sánchez.
El pessebre.
Oratorio de Navidad de Pau Casals.
Sello Auvidís Ibérica 1997.
Ana María Sánchez, Raquel Pierotti, Joan Cabero, Enric Serra, Stéfano Palatchi.
Orfeó Catalá. Director Jordi Casas.
Còr de Cambra del Palau de la Música de Barcelona. Director Jordi Casas.
Orquestra Simfónica de Barcelona i Nacional de Catalunya. Director Lawrence Foster.
Concierto Lírico. Ana María Sánchez.
Teatro Real. Sello RTVE Música. 2002.
Grabación en directo realizada en el Teatro Real de Madrid el 22 de diciembre de 2001.
Orquesta Titular del teatro Real. Director Jesús López Cobos.
Maror.
Opera en lengua catalana. Música de Manuel Palau sobre un libreto de Xavier Casp.
Primera grabación mundial.
Editada por el Palau de la Música de Valencia, 2002.
Ana María Sánchez, Maria José Martos, Marina Rodríguez-Cusí, Cristina Faus, Vicente Ombuena,
Ismael Pons, Alberto Feria, Vicente Antequera, Ignacio Giner.
Escolanía de la Mara de Déu dels Desamparats. Cò de la Generalitat Valenciana.
Orquestra de Valéncia.
Director Enrique García Asensio.
Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE.
Ana María Sánchez-Zarzuela.
Sello RTVE Música. Julio de 2004.
Director Enrique García Asensio.
Director del coro Mariano Alfonso.
La vida breve.
Opera con música de Manuel de Falla con libreto de Carlos Fernández Shaw.
Sello Naxos. 2004.
Ana María Sánchez, Vicente Ombuena, Alicia Nafé, Alfonso Echeverría, Enrique Baquerizo, María José Suárez, Manuel Cid, Pedro Sanz.
Coro de la Fundación Príncipe de Asturias. Director José Esteban García Miranda.
Orquesta Sinfónica de Asturias. Director Maximiano Valdés.
Le roi de Lahore (El rey de Lahore)
Opera con música de Jules Massenet.
Sello Dynamic. 2004.
Grabación en directo en el Teatro La Fenice de Venecia.
Versiones en disco compacto y DVD.
Giuseppe Gripali, Ana María Sánchez, Vladimir Stoyanov, Federico Sacchi, Cristina Sogmaister, Riccardo Zanellato, Carlo Agostini.
Orquesta y Coro del Teatro La Fenice de Venecia.
Directora del coro Emanuela Di Pietro.
Director musical Marcello Viotti.
Misa de Réquiem.
Giuseppe Verdi.
Rtve.servicios comerciales.2004.
Edición en DVD de la interpretación del 6 de diciembre de 1996 en el Teatro Monumental de Madrid.
Ana María Sánchez, Stefanía Toczyska, Latcherar Provtchev, Peter Mikulas.
Coro de RTVE. Director Alberto Blancafort.
Orquesta de RTVE. Director Miguel Angel Gómez Martínez.
Ildegonda.
Opera con música de Emilio Arrieta y libreto de Temístocle Solera.
Teatro Real. Sello RTVE Música 2005.
Carlos Alvarez, Ana María Sánchez, José Bros, Angel Rodríguez, Stefano Palatchi, Mariola Cantarero.
Coro de la Orquesta Sinfónica de Madrid. Director Martín Merry.
Orquesta Sinfónica de Madrid, titular del Teatro Real. Director Jesús López Cobos.
Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE.
Dúos de Zarzuela.
Ana María Sánchez y María José Montiel.
Sello RTVE Música. Julio de 2006.
Director Enrique García Asensio.
Director del Coro Mariano Alfonso.
Gernika.
Ópera en euskera con música y libreto de Francisco Escudero.
Sello Decca. 2008.
Ana María Sánchez, Manuel Lanza, Gustavo Peña, Alfonso Echeverría, Enrique Baquerizo, Fernando Cobo, Gorka Guerrikabeitia, Luis María Uriarte, Jesús Arranz, Imanol Nebreda, Urko Sangroniz, Loli Hernández.
Sociedad Coral de Bilbao. Director Iñaki Moreno.
Orquesta Sinfónica de Euskadi. Director José Ramón Encinar.
Monográficos.
Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE.
Director Odón Alonso.
Gala Lírica -Vol. II-
Sello RTVE. 1995
Selección de la gala lírica del Teatro Monumental de Madrid del 13 de enero de 1995.
De Ana María Sánchez incluye el aria de La forza del destino, de Verdi.
Voces para la Paz (Músicos Solidarios)
Concierto benéfico celebrado en el Teatro Monumental de Madrid el 8 de mayo de 2005.
Orquesta y coro formados por músicos y cantantes de las diferentes formaciones con sede en Madrid.
Director Jesús López Cobos.
Ana María Sánchez interpretó el aria de Gianni Schicchi, de Puccini, y el movimiento final de la Sinfonía nº 9 de Beethowen "Coral", junto a Maria José Suárez, Joan Cabero y David Menéndez.
Juan José.
Ópera póstuma de Pablo Sorozábal, versión libre de la obra teatral de Joaquín Dicenta.
Musikene 2009.
Manuel Lanza, Ana María Sánchez, José Luis Sola, Maite Arruabarena, Olatz Saitúa, Celestino Varela, Simón Orfila, Emilio Sánchez, Alberto Núñez, Mario Cerdá, Iñigo Vilas, Elena Barbé, Consuelo Garrés, Miren Urbieta.
Orquesta Sinfónica de Musikene. Director José Luis Estellés.
Antón García Abril-Canción Española de Concierto.
Fundación Antón García Abril. 2011.
Album de cinco discos compactos, todos con canciones de Antón García Abril, con las voces de:
Ana María Sánchez, José Bros, José Antonio López, Isabel Rey, Joan Martín-Royo, María José Montiel, Ainhoa Arteta, Gabriel Bermúdez, Nancy Fabiola Herrera, Ángel Ódena, Elena de la Merced, José Ferrero, María Bayo, José Manuel Zapata y Ofelia Sala.
Pianistas Alejandro Zabala y Rubén Fernández Aguirre.
Mis recuerdos más remotos que me atrajeron a la zarzuela me trasladan a sesenta años atrás. Primero escuchando los fragmentos que sonaban con frecuencia en la radio. También gracias a las fantasías, preludios e intermedios que interpretaban las bandas de música en los conciertos de las fiestas de octubre de Petrer. El templete donde actuaban estaba justo ante la fachada de mi casa.
Lo que más me gustaba de la Semana Santa es que en la radio solo se emitía música clásica. El viernes y sábado santo las emisoras enmudecían.
Lo más intenso vino en la época dorada del tocadiscos. Lo compró mi abuelo materno en 1963. La primera zarzuela que entró en casa fue Doña Francisquita con Kraus y Olaria. Es una grabación incompleta, pero suficiente para que me la aprendiese de memoria. Mi abuelo estaba impedido y era yo quien la ponía todos los mediodías y noches durante dos semanas consecutivas. A los quince días compramos un segundo disco: La generala, de nuevo con Kraus y Olaria. Y ya fuimos alternando. Después vino Maruxa. Y yo con solo 13 años me entusiasmé con ella y también la aprendí. Sí, digo bien. ¡A mis 13 años ya me encantaba Maruxa!
Ahí comenzó todo y ya no he parado. Siempre como aficionado.
Como le dice un padre a su hijo al final del documental de TVE sobre zarzuela La romanza de Madrid, de 1988, “Te acompañarán toda tu vida, porque son inmortales”.