El traje oficial femenino de las comparsas
La mujer, cuya participación en los primeros años de la restauración de nuestra Fiesta se limitaba al cargo de abanderada, algunas de cabo de escuadra y niñas en su mayor parte, no tenía un traje específico oficial para desfilar en cada una de las comparsas. Podemos ver en numerosos testimonios gráficos de la época chicas vestidas con el traje oficial masculino, o bien con trajes distintos de mora, zíngara o pirata que no podemos considerar como trajes plenamente oficiales.
En comparsas como los Zíngaros o Contrabandistas se hace patente a lo largo de muchos años el uso de un traje digamos “oficialista” de mujer o niña zíngara o de gitana -en el caso de los Contrabandistas- que se generalizan como trajes propios de cada una de las comparsas, aunque con diversidad en modelos en su concepción y colorido.
Es a partir de la década de los setenta del pasado siglo cuando aparecen las primeras escuadras de mujeres y, con ellas, la inmensa riqueza y variedad de trajes especiales espectaculares que han venido dando a la Fiesta un esplendor, antes impensable, hasta nuestros días en todas las comparsas que componen nuestra Fiesta.
En el año 1997, con ocasión de celebrar la comparsa de Moros Musulmanes su 50 aniversario, la directiva de esta comparsa se propuso crear un traje oficial específico para el uso de las mujeres tanto en los desfiles como en el resto de actos de la Fiesta. Se convocó el correspondiente concurso del que salió ganador un lujoso traje que lucía los colores básicos y tradicionales del traje musulmán. Este traje se presentó en un magnifico acto celebrado en el entonces Teatro Cervantes de nuestra ciudad, que venía a ser la clausura de los actos del cincuentenario musulmán el día 30 de enero de 1998.
Sin embargo este traje no llegó a cuajar entre las mujeres de la comparsa que preferían llevar el traje oficial de hombre en la mayoría de actos, ya que en los desfiles seguían ostentando trajes especiales, según, ellas, más espectaculares. Solamente tres escuadras completas se confeccionaron este traje femenino que, a lo largo del tiempo, se convirtió en una escuadra todavía superviviente entre la diversidad de trajes especiales.
Siguiendo la estela de la comparsa de Musulmanes, los Estudiantes también consiguieron crear un traje oficial destinado a la mujer festera. Esto ocurrió en el año 1999 y fue, esencialmente, un traje de estudiante adaptado a las características femeninas. En el transcurso de ese mismo año 1999, la comparsa de Cristianos cambió su traje oficial con características del siglo XVII por uno de corte medieval y, junto a éste, también se diseñó un traje femenino que, al menos en su versión de desfiles, no ha llegado a cuajar hasta la fecha.
Debemos remontarnos al año 2003 para que otra comparsa, la de Contrabandistas, creara un elegante traje de mujer que, poco a poco, se va consolidando en el seno de esta agrupación festera, luciéndolo ya las abanderadas y una de las escuadras de la comparsa.
Los tres últimos años han visto nacer dos nuevas versiones de un traje femenino: la comparsa Huestes del Cadí lo estrenaron en 2015 y los Moros Realistas lo han confeccionado para este año 2017. En ambos casos, se han realizado los correspondientes concursos del que han salido dos originales diseños que esperemos que tengan eco entre las festeras de ambas comparsas.
Otras comparsas, como los Zíngaros y Marroquíes, ha decidido por ahora mantener el traje oficial unisex para todos sus festeros, ya que las mujeres de ambas formaciones prefieren, al parecer mayoritariamente, vestirse con el traje de hombre. Los Piratas, que cambiaron algunas prendas de su traje oficial hace algunos años, adaptaron éste a la idiosincrasia femenina de sus festeras con pequeños ajustes.
Finalmente, este viernes 27 de octubre de 2017 la comparsa de Moros Musulmanes tiene previsto presentar y aprobar en asamblea un nuevo traje femenino con la intención de hacerlo más asequible y atractivo a sus festeras que el actual oficial, que está en candelero desde hace veinte años.
La Fiesta, no cabe duda, se ve enriquecida con la proliferación de estos trajes destinados a las mujeres festeras y, en este sentido, nos gustaría que tuvieran la aceptación plena en las comparsas que ya lo tienen establecido como traje oficial. Todos los cambios, especialmente si se refieren a la vestimenta de unos y otras, son complicados y se van asumiendo paulatinamente, pero creo que es positivo intentar que las mujeres, si lo desean, tengan su propio traje oficial. En aquellas comparsas que han decidido, seguramente por deseo de sus socias festeras, mantener el mismo traje para hombres y mujeres, nada hay que decir, ya que es lo que prefieren y no desdicen en absoluto en cuanto a la dignidad e idiosincrasia de su vestimenta.
Lo más importante es que todos los festeros y festeras se sientan a gusto en su participación en la Fiesta y lleven con orgullo y dignidad el traje que han elegido para formar parte de esta gran manifestación festiva, cultural y participativa que es nuestra querida Fiesta de Moros y Cristianos.
Festero de la comparsa de Moros Musulmanes desde hace 50 años. He sido secretario, cronista y presidente de esta comparsa, presidente de la Comisión de Embajadas y Alardo y, finalmente, presidente de Junta Central desde 1995 a 2006. Actualmente ejerzo el cargo de cronista oficial de la Fiesta de Moros y Cristiano de Elda. Mi trayectoria, como puede verse, ha sido larga y yo diría que fructífera en los entresijos de la Fiesta y, además de trabajar por ella, he dedicado gran parte de mi vida a estudiar, investigar y opinar sobre los diversos aspectos de los Moros y Cristianos en infinidad de publicaciones especializadas, en diversos congresos sobre temas festeros y a participar en charlas, mesas redondas e incluso pregones en algunas poblaciones festeras de nuestro entorno. Por todo ello, pretendo compartir en este blog todas mis experiencias y estudios en este campo tan atractivo de la Fiesta con las personas que tengan alguna inquietud en este sentido y con los festeros en general, intentando inculcarles ese virus tan intenso que nos hace sentir y disfrutar esa gran representación festiva que es la Fiesta de Moros y Cristianos.