La opinión de un confinado III – Aplausos
Cada día a las ocho de la tarde me asomo a una de las ventanas de casa, desde allí participo con mis aplausos como una gran parte de la ciudadanía, doy así muestras del apoyo a todos aquellos que se encuentran en la primera línea de defensa para que otros podamos subsistir.
Al principio los citados aplausos fueron para todos los servicios sanitarios, luego estos se fueron extendiendo a la policía nacional, ejército, guardia civil, policía local, trabajadores de tiendas, supermercados, taxistas, transportistas y un largo etcétera, porque todos realizan su labor para que esto siga funcionando, de una forma o de otra, pero lo importante es que todo siga en movimiento porque lo contrario sería una mala señal.
Pero cada día, cuando dedico esos aplausos a todos los que se están dejando la piel, siento rabia e impotencia al ver como a una parte de estos profesionales, en concreto los sanitarios, se les ha dejado tirados por el camino y las soluciones les llegan a cuentagotas. Mientras tanto son cientos los afectados y algunos los que se han quedado por el camino.
Ha sido vergonzoso el trato que se les ha dado desde los responsables gubernamentales, y el que se les continua ofreciendo, nunca se debería de haber llegado a esta situación. Desde el mes de enero, cuando China se encontraba en una situación crítica se veía venir el problema, mientras tanto nuestras autoridades sanitarias relajadas. Tuvieron todo el mes de febrero para actuar y tomar medidas, ir preparándose para intentar paliar al máximo la que nos podía caer, comprar test, EPIS, material sanitario, reforzar UCIS, contactar con sanitarios en paro y que estuviesen localizados ante las posibles eventualidades que se nos acercaban, pero no lo hicieron.
Si consultamos cualquier hemeroteca podemos observar que todo eran buenas palabras, “aquí todo está controlado”, ¨son casos esporádicos”, “no hay de qué preocuparse”, mientras tanto la invasión silenciosa ya había llegado.
Hoy nos encontramos con decisiones mal tomadas por las prisas, sanitarios en primera línea tratando pacientes con material obsoleto y que no cumplen estándares para realizar su trabajo, con la consiguiente amenaza para su salud.
Mi pregunta es: ¿Cómo es posible que se haya llegado a esto? ¿Quién ha permitido semejante barbaridad?
Todo han sido buenas palabras y lo de siempre: "Estamos buscando soluciones". Por cierto, cuando busquen soluciones deben de asegurarse de traer material homologado, no basura que se tiene que devolver, ese tiempo perdido no se puede malgastar porque se ha estado y se está jugando con la vida de los sanitarios y de los pacientes.
La hipocresía es el arte de muchos de nuestros representantes y eso es impermisible. Gran parte de lo que nos está sucediendo era evitable, desgraciadamente nadie quiso verlo, ahora salimos y aplaudimos, pero sigo haciéndome cada día la misma pregunta: cuando pase esta pandemia, ¿quiénes serán los que tendrán que responder ante semejante ineptitud a la hora de tomar decisiones? Ahí lo dejo.
Bienvenidos a mi blog sobre enología y hostelería. Llevo 23 años desarrollando la profesión de hostelería y me gustaría que este blog fuese un punto de encuentro para los lectores del Valle de Elda y de cualquier persona que quiera seguirnos. Para cualquier sugerencia podéis escribir al correo electrónico de esta redacción.