Los derechos de la agricultura

Es evidente que tras las manifestaciones acaecidas durante las pasadas semanas en todo el territorio español, por esa defensa de todos por los derechos de la agricultura, he podido observar que existen personas que solapadamente y sin aparecer en los medios de comunicación mueven los hilos para que otros hagan el trabajo a pie de calle exigiendo lo que les pertenece y de lo que ellos van a salir beneficiados, pero allá cada uno con su conciencia si en realidad la tienen, cosa que dudo.

Es una lástima esperar una decena de años para ver cómo un almendro da su fruto, un naranjo cinco años y así sucesivamente  podría seguir dando detalles al respecto. Cuando se dejan perder y se arrancan árboles frutales lógicamente es porque no se les puede sacar beneficios y desgraciadamente observas cómo una parte de tu vida se ha ido al traste, no por dejadez, sino porque se tiene que renunciar al trabajo que has hecho toda tu vida debido a que su sostenibilidad es imposible por las prácticas abusivas de muchos y el poco interés de otros en cortar de raíz esas prácticas de deslealtad hacia los agricultores. Los gastos, esos malditos gastos, son los que han dado al traste con años de sus vidas, porque mientras todos los productos se encarecen el precio para el agricultor disminuye.

El coste de la vida ha ido aumentando y los agricultores, esos que tienen jornadas interminables de diez, doce o catorce horas diarias todos los días de la semana, tienen todo el derecho a manifestarse en defensa de sus tierras y de las cuales todos salimos beneficiados. Desgraciadamente este problema se veía venir desde que España entró a formar parte de la Unión Europea en el año 1986.

La agricultura siempre han sobrevivido gracias a las ayudas, una de estas es la del PAC (Política Agraria Común), la cual permitía vender a precios muy bajos los productos cosechados, pero esto ya no es suficiente como cualquier consumidor con un poco de información haya podido observar.

Pienso que la política que se ha seguido durante los últimos años no ha sido la adecuada, se ha venido parcheando cuando lo lógico era buscar soluciones, siempre se ha mirado hacia otro lado cuando los agricultores pedían que se velara por sus derechos, nadie quería quedar mal con nadie, perder votos es muy malo cuando se está en el poder y a todos nos gusta mandar. Desde este artículo aclaro que no es culpa de un solo partido, es de todos porque han pasado muchas legislaturas y todos se han encontrado  con problemas sin resolver y además con el agravante de que estos iban en aumento. Mientras tanto el pequeño agricultor o ganadero, los cuales también tienen un sinfín de problemas, a callar y a trabajar, los derechos que les corresponden los dejo para más adelante y que otros lo solucionen, cuando en realidad con esas decisiones agravaban aún más la situación y conseguían con su ineptitud y dejadez despoblar todo el interior de nuestro país, y que ahora estudian cómo poder solucionarlo. No se ha tenido vista de futuro,  un país para salir adelante depende de la agricultura y de la ganadería y sus problemas son de todos, no de unos pocos.

Esta es la mejor ocasión que tiene el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para tomar las medidas correctoras para sacar adelante y solucionar de una vez por todas estos problemas, pasando sin lugar a dudas en corregir las ventas por debajo del coste, la competencia desleal con la importación de productos de otros países y buscar las medidas necesarias para que repercuta lo menos posible en el Índice de Precios al Consumo, porque una subida de estos haría que la competitividad fuese efímera.

De igual manera se debería de estudiar cómo diferenciar el reparto de subvenciones, no se puede tratar por igual a un pequeño agricultor que al propietario de una gran corporación.

Opino que tenemos una gran oportunidad con nuestro ministro de Agricultura Pesca y Alimentación, don Luis Planas, el poder lograr solucionar una gran parte que los proyectos que siempre se han solicitado, por una vez pienso que se ha acertado en la elección para un Ministerio de una persona seria, capaz y preparada para buscar medias que lleven de una vez por todas a resolver los problemas de este sector y del cual todos dependemos.