Arrociar, arrogiar, rogiar

“Voy a arrociar la calle pa salirnos luego al fresquico”
Arrociar, arrogiar y rogiar, son términos utilizados en nuestra habla eldense para designar la acción de rociar o baldear la entrada de la puerta de la casa con la función de que ‘no se levante polvo y refrescar’.
¿Quién no recuerda a nuestros mayores arrociando el portal con el caldero? Era y sigue siendo frecuente arrociar nuestros portales, bien para aplacar el calor absorbido por el asfalto, o para asentar el polvo acumulado en la entrada de las casas de campo. Arrociar, arrogiar y rogiar son palabras recogidas en el libro de Juan Rodríguez Campillo ELDA: Urbanismo, Toponímia y Miscelánea. Estas formas proceden del verbo del castellano general ‘rociar’, que a su vez provienen del latín vulgar «roscidāre», y ésta de la voz "roscĭdus" ‘lleno de rocío’. Observamos que al verbo original rociar, le añadimos la vocal protética A, para facilitar su pronunciación al comenzar la palabra por consonante.
El diccionario de la RAE también recoge la variante rujiar, con el mismo origen y sentido, aunque la circunscribe a Murcia y Aragón, aun así, las formas del antiguo romance aragonés conservado en los valles pirenaicos, mantienen el fonema correspondiente a la X antigua (suena como la SH inglesa), al igual que en valenciano-catalán, donde tenemos ruixar y arruixar con la misma etimología.
El uso de arrociar en castellano antiguo lo encontramos en su forma arroçiar, escrito con cedilla o c trencada Ç en el siglo XVII representaba el fonema S y no a TS a diferencia de la Edad Media. El grafema Ç desapareció posteriormente del alfabeto castellano. Un ejemplo del uso de arroçiar lo encontramos en este fragmento de la comedia “Los Moeibços de Hoenachos”, ‘Los Moriscos de Hornachos’, datada en 1649 y cuya autoría se atribuye a Francisco Agustín Tárrega (Segorbe,c 1554 – id.,1602), dramaturgo español de la generación anterior a Lope de Vega:
Vamos con *mucho olores
de peuetes y pastillas
y odoriferas pomillas
de différentes colores
1425 a *perflmar la mesquita
y arroçiar el altar
para poder aplacar
el mal que nos solicita.

Comprometido con el patrimonio, la historia y la cultura eldenses.
Vicepresidente de la Asociación de Amigos del Patrimonio Histórico y Cultural de Elda, Mosaico, fundadora del Museo Etnológico.
Ha colaborado con artículos de tipo histórico, etnológico y lingüístico en publicaciones como las revistas "Alborada", "Fiestas Mayores" y "La Revista del Vinalopó" del CEL. Lleva años dedicado al estudio del habla tradicional de Elda, y está pasión por la lingüística y filología le ha llevado a cursar el Grado en Lengua y Literatura en la UNED, que está acabando.
En 2019 creó un grupo de Facebook llamado "Hablemos cagaldero", dedicado al estudio y divulgación del habla tradicional de Elda.