El gobierno de la República llega a Elda
Hoy martes, 25 de febrero, se cumplen 81 años de un acontecimiento desarrollado en Elda, pero que por su trascendencia forma parte de la historia de España: la llegada del gobierno de la República a Elda. Pocos documentos hay tan clarificadores sobre este hecho y los sucesivos acontecimientos desarrollados entre finales de febrero y el 6 de marzo de 1939 como el acta del Consejo Municipal eldense celebrado el día 27 de febrero de 1939 en la que el alcalde Manuel Alberola Castelló participa a los consejeros municipales presentes que…
“… el sábado último, veinticinco del corriente, se presentó en su despacho una comisión enviada por el Gobierno para ordenarle que fuera desalojado el edificio de las Escuelas Castelar con el fin de instalar en el mismo las dependencias de la Subsecretaria del Ejército de // Tierra. Con tal fin los muebles y material escolar que había en dicho edificios, fueron instalados en la fábrica de “Industria Española del Calzado”.
El Consejero Iñíguez se lamenta de que se haya obligado a algunas familias a desalojar las viviendas, en el plazo de seis horas, para instalarse en ellas personal de las dependencias ministeriales. “
Estas breves líneas se convierten en el único documento oficial conservado, no solo a nivel de Elda, Petrer y Monóvar, sino a nivel nacional sobre el llamado “gobierno de Elda”. Testimonio oficial, fidedigno e incuestionable que viene ratificado por las afirmaciones que en el mismo sentido quedan recogidas en las diversas obras y/o memorias autobiográficas de los protagonistas principales de aquellos días del finales mes de febrero y principios de marzo del año 1939, caso de Rafael Alberti, Ignacio Hidalgo de Cisneros, Antonio Cordón, Palmiro Togliatti, Irene Falcón, Dolores Ibárruri “Pasionaria” y Manuel Tagüeña.
Del estudio de estos testimonios, del “unicum documental” conservado en el Archivo Municipal de Elda y ante la ausencia de mas documentación oficial cabe suponer que la llegada del gobierno de la República a Elda lo fue con cierta discreción pública; al tiempo que la llegada de Juan Negrín, como presidente del gobierno y máxima magistratura de la República en suelo español, de algunos de sus ministros y de altos cargos militares, así como de destacados cargos del Partido Comunista lo fue dentro de la más estricta cautela y discreción pública. Circunstancias que explican la utilización de nombres en clave, caso de la Posición Yuste o la Posición Dakar, amén de que la población de Elda y los ayuntamientos de Petrer y Monóvar permanecieran ajenos por completo a la presencia en nuestro valle de los últimos representantes legítimos del poder civil y militar de la República.