Crítica de "El Juego del Calamar"

Pues nada, ya estoy por aquí, tenía previsto seguir así hasta enero, pero soy persona de fenómenos, y este ha sido uno en toda regla. "El juego del calamar", la serie de la temporada para Netflix, récord de público en la plataforma y en tertulias de barra de bar.

La trama, una mezcla entre Los Juegos de Hambre y el Grand Prix, nos transporta a un “battle royale” con juegos tradicionales coreanos, una competición por ver qué personajes sobreviven y llegan hasta el final.

Desde mi punto de vista, como siempre, no diré que la serie es mala en absoluto, es más, me entretuvo bastante. Pero me parece algo sobrevalorada, con una trama de desigualdad y diferencias sociales mucho mejor tratada por ejemplo en Parásitos (Bong Joon-ho 2010).

El principio y el final pasan sin pena ni gloria, y lo único con algo de interés es una trama central algo repetitiva y predecible pero con alguna sorpresa interesante, no va a ser todo malo.

Sorpresa son las actuaciones de Jung Ho-yeon demostrando todo su potencial, en un papel que te hará disfrutar con la evolución de su personaje, sin duda la mejor actuación de la serie, y Oh Young-soo con un papel que juega con los corazones del público y nos obliga a querer cuidarlo y protegerlo. Una actuación que transmite muchísimo con muy poco.

Como punto extra a destacar, tanto los escenarios como la estética (esos uniformes van a triunfar este halloween) me parecen una auténtica maravilla, sin duda saben perfectamente cómo llamar la atención, y que lo real, si es espectacular, siempre supera a lo digital.

En definitiva, una serie entretenida y que se disfruta, pero que por culpa de las expectativas creadas puede resultar inferior a lo que se espera de ella.

Simplemente desconecta y no esperes nada, y por favor, respeta la clasificación por edad.

Nota: 6