Paco Hernández Gran, más que un amigo
En el momento de tu despedida quiero hacer algo que probablemente jamás me habrías permitido en vida, dada tu modestia y poco propenso a ningún tipo de protagonismo. Sin embargo, no puedo dejar pasar estos tristes momentos para descubrir algo más de este gran hombre que hoy nos ha abandonado.
Mi amistad con Paco vino por los lazos familiares con algunos de sus hermanos menores, fundamentalmente por el deporte. En unos momentos de nuestras vidas fuimos inseparables pareja de dobles en el tenis y, aunque no llegamos a obtener grandes triunfos, sí que hicimos muy buenas amistades y, en mi caso, aprendí que "el caballero se distingue en la mesa y en el juego" y Paco Hernández era el ejemplo vivo del perfecto caballero, siempre tolerante y con la sonrisa en los labios. Más tarde fuimos compañeros de juegos de mesa, en este caso el dominó, ahí éramos casi imbatibles... quizás algo menos, pero no lo hacíamos mal.
Pero con el último adiós quiero referirme a tu altruista participación en todo aquello que nacía de Elda, tanto para su industria como para el desarrollo de la ciudad.
Estuvimos juntos en varias "batallas". En 1982 recuerdo aquel incipiente proyecto de componer una gestora para hacer posible el futuro polígono industrial Campo Alto y allí nos sentamos en una mesa a discutir y gestionar la mejor forma de llevarlo a feliz término, José Luís Valero, Paco Belmar o Enrique Planelles, entre otros, nos pusimos a las órdenes del alcalde de la época para arrimar el hombro y hacer de aquel proyecto una realidad. Más adelante, en 1993 acudimos a la llamada de Paurides González y formamos parte con Pedro Maestre, Pascual Orgilés, Ramón Candelas, Alberto Navarro, Manuel Jover y el propio Paurides, de la Fundación que hoy lleva su nombre y a la que pertenecimos durante un tiempo.
Pero a nivel personal fuiste mi apoyo y ayuda moral para muchas de las realizaciones que hoy se mantienen en nuestro pueblo y otras que no llegamos a alcanzar: El Museo del Calzado, Monumento al Zapatero, Monumento a la Familia Zapatera o la petición de la Escuela de Diseño que ya en los años 80 pedíamos insistentemente para Elda.
Te echaré de menos, y en el reencuentro con nuestros seres queridos que partieron antes, formarás ese nuevo frente que nos protegerá y nos ayudará a los eldenses a conseguir todas las metas que naturalmente seguirán siendo retos para esta maravillosa ciudad.
Descansa en Paz querido amigo.
José María Amat Amer, es un apasionado del calzado. Como ingeniero técnico, el destino lo encaminó hacia la industria de su ciudad. Como profesor de Tecnología del Calzado, llego a conocer investigando, la industria del calzado. Publicando algunos libros sobre tecnología, artesanía y desarrollo social; siempre con el calzado como única premisa. El Museo del Calzado fue una de las realizaciones que le llevó a pasar de técnico a un apasionado del zapato. Con la mejor de las intenciones, y siempre con la pretensión de prestigiar la industria y el calzado de la ciudad de Elda, colabora en este blog para crear más amigos con inquietudes similares.