domingo, 1 de diciembre de 2024

Un alcalde que apostó por el futuro. Elda, "Un pueblo valiente y emprendedor debe abandonar la senda del inmovilismo"

José María Amat Amer
17 mayo 2019
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Un alcalde que apostó por el futuro. Elda, "Un pueblo valiente y emprendedor debe abandonar la senda del inmovilismo"
Un alcalde con visión futurista para una exposición de calzados de calidad con prestigio.

El semanario Valle de Elda publicó una entrevista con el que era alcalde de la ciudad el día 3 de agosto de 1957. La alcaldía la ostentaba Joaquín Campos Fernandez, un honorable maestro nacional que fue nombrado alcalde de Elda y sería cesado a finales de septiembre de 1958, es decir, un año antes de la celebración de aquella primera Feria Local de Calzado organizada por el Ayuntamiento de Elda.

A pesar de no pertenecer al sector zapatero, Campos, tenía un alto concepto de lo eldense y de su industria del calzado, aun no habiendo nacido en esta ciudad. Hemos rescatado una entrevista realizada en Valle de Elda que no tiene desperdicio, entresacando algunas de las contestaciones puntuales. En esas respuestas denota su responsabilidad y su preocupación por el buen nombre de Elda.

En los primeros compases del lanzamiento de la idea de una Feria del Calzado, se le preguntó sobre su punto de vista a este "quimérico" proyecto.

He de decir que no sólo creo necesaria sino que la considero como la más interesante y provechosa para Elda. Cada pueblo ha de buscar su prestigio e imponer sus peculiaridades en aquello que puede sobresalir....  En aquellos primeros momentos, cuando solo eran palabras y escritos, había algunos que despreciaban esta iniciativa e incluso la rechazaban de plano, a ello Campos contestaba:

Nada hay imposible cuando autoridades y pueblo comulgan con las mismas ideas. En esto como en todo, la unión consigue el triunfo.

Aquel alcalde iba más lejos.....

Cmo alcalde, presiento para nuestra ciudad, si esta Feria se realiza y se arraiga, el hallazgo de la popularidad. Hoy los zapatos de Elda invaden el mercado, pero el pueblo que los produce no es conocido con la admiración y extensión que se merece. La Feria de Muestras puede conquistarle ante España entera la capitalidad del calzado español....  

 También aquel alcalde "casi accidental", desechaba los problemas y las adversidades sobrevenidas por la implantación de esta incipiente idea:

Ningún problema. Porque no puedo llamar inconvenientes y obstáculos a las posibles cargas económicas que para el Ayuntamiento pudieran suponer la realización de esta idea. Si buscamos el mayor lustre del nombre de Elda, todo debe darse por bien empleado si este fin se consigue.

La generosa predisposición ilusionaba a toda la corporación y, con ella, a la ciudadanía eldense de aquel final de la década de los 50, preguntado por la financiación respondía:

El Ayuntamiento representa y administra los bienes de la ciudad y en nada puede volcarse con más entusiasmo que en aquello que la prestigia y engrandece de puertas a fuera.

Han pasado más de 60 años pero, los planteamientos básicos, los principios fundamentales de colaboración, son los mismos que entonces.

Estos son nuestros valores. Hagamos lo imposible por mantenerlos.

Si realmente se quiere poner en marcha ideas novedosas, para tratar de enderezar el rumbo, lo primero y más acuciante es reconocer nuestra realidad actual y a partir de ahí  ¿Por dónde empezamos?

Elda adolece de un amplio patrimonio cultural que nos adentre en el turismo y éste sea representativo para sus habitantes, tampoco es ciudad monumental ni tiene alrededores que puedan invitar al visitante a descubrir parajes singulares, aunque reconocemos el valor de nuestra arqueología. Únicamente podemos destacar exhibiendo y afianzando nuestro patrimonio industrial, entendiendo por ese patrimonio, la supremacía del calzado que mejor sabemos hacer, es decir, el zapato de mujer de alta gama, ahí somos maestros, con ese tipo de zapato no tenemos parangón y nuestro prestigio como ciudad zapatera puede mantenerse e incluso alcanzar mayores cotas. Ese esfuerzo no será baldío porque es la base también de nuestra actual economía.

Comprender que la lucha por nuestro sector zapatero no es cosa únicamente de los empresarios, cuanto más retrasemos la comprensión de esta realidad, más nos alejaremos de los objetivos de crecimiento.

Elda que ha sido siempre una ciudad de ideas, que ha arriesgado en sus planteamientos, un pueblo valiente y emprendedor, parece que haya entrado en la senda del inmovilismo. Las grandes industrias se mantienen o crecen afortunadamente, pero los pequeños o los "no natos", en términos industriales, no encuentran un camino de salida. Lo que más preocupa ante estos derroteros que nos alejan de las verdaderas cotas de prosperidad, ante las demostradas pérdidas de población, y el escaso crecimiento del empleo por la falta de trabajo en unos años en que las exportaciones se recuperan, es que aceptemos nuestro caminar como algo asumido por imparable.

Estamos a tiempo de poner los relojes a cero, de reconvertir nuestro futuro, de luchar con firmeza, fuerza e ilusión, por lanzar mensajes de optimismo con planteamientos diferentes, con auténticas acciones que vayan en la línea de mantener el prestigio de nuestro zapato, de mostrarlo desde sus orígenes, de engarzar el nombre de Elda al de su zapato-joya, de comprometer a las autoridades nacionales, autonómicas y provinciales en nuestros planes de futuro, de movilizar a los políticos para que defiendan a nuestra ciudad desde las instituciones del Estado, de la Comunidad Valenciana y desde nuestra provincia. No debemos desterrar aquellos planteamientos a medio y largo plazo, porque el tiempo dará vitalidad a lo que aquí planteamos, las soluciones a corto plazo ya no son posibles.

Lo que suplico, empleando la mejor palabra para rogar a los eldenses ánimo y decisión, es que los colectivos de nuestro pueblo asuman estos planteamientos, los enriquezcan y los pongan en práctica con energía, sin escuchar "cantos de sirenas" que podrían surgir en este envite, por el bien común de los eldenses. A veces los problemas diarios de unos y de otros no dejan ver soluciones posibles que están a nuestro alcance, ¡Probemos, nada se pierde!

José María Amat Amer
José María Amat Amer
Acerca del autor

José María Amat Amer, es un apasionado del calzado. Como ingeniero técnico, el destino lo encaminó hacia la industria de su ciudad. Como profesor de Tecnología del Calzado, llego a conocer investigando, la industria del calzado. Publicando algunos libros sobre tecnología, artesanía y desarrollo social; siempre con el calzado como única premisa. El Museo del Calzado fue una de las realizaciones que le llevó a pasar de técnico a un apasionado del zapato. Con la mejor de las intenciones, y siempre con la pretensión de prestigiar la industria y el calzado de la ciudad de Elda, colabora en este blog para crear más amigos con inquietudes similares.

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