El Museo del Calzado. ¿Imagen de la ciudad?
Casi todas las poblaciones cuentan con una imagen, una seña de identidad que habla de su historia, de sus tradiciones o de su vida industrial, comercial o incluso agrícola. A mis hijos les tengo que explicar que Elda, antes de tener un museo del calzado, tenía una imagen pública e internacional, esa imagen eran la Ferias del Calzado. Pero esa imagen se quebró, se perdió en el año 1991 y la ciudad se quedó un poco a oscuras, faltaba esa luz que nos distinguía como ciudad zapatera y nos hacía sobresalir por encima de muchas otras.
¿Quiere decir esto que Elda no cuenta con otras importantes actividades que brillan también con luz propia?, claro que las hay, en esta ciudad industrial hay muchas señas de identidad, contamos con un yacimiento arqueológico de gran valor y cuya riqueza está recogida en parte en ese museo arqueológico municipal, un teatro muy digno del que muchos otros pueblos carecen, una Plaza Mayor que congrega muchas actividades del día a día de la ciudad, un dignísimo museo etnológico con la colección del más famosos cantante que viajó por todo el mundo como embajador de su "Elda querida", Pedrito Rico, por citar algunas como ejemplo. Sin embargo hay que reconocer que el Museo del Calzado es algo que nos hace algo más singulares y que, sin menospreciar a cualquier otra institución local, aporta y da vida cultural a la industria del calzado, que es lo que nos da de comer cada día, de lo que vivimos y de lo que esperamos depender durante muchos años, porque de otra forma sería una tragedia.
Estoy totalmente convencido que el Museo "vende" nuestra imagen de ciudad zapatera y me reafirmo en que el prestigio que tiene nuestro calzado en el mundo, no sólo por los excelentes zapatos que se fabrican en Elda en la actualidad, sino por toda su trayectoria desde hace casi dos siglos, pero también en los tiempos actuales, por la machacona insistencia que realiza el Museo del Calzado desde su nacimiento, ya casi veinticinco años, mostrando dentro y fuera de nuestro pueblo, lo que somos y lo que hicimos. En definitiva un instrumento al servicio de la industria del calzado de España, pero de manera especial de la comarca y de la ciudad que lo alberga.
Todo lo anterior, que muchos vemos con absoluta claridad, parece que no es compartido por aquellos a los que más debe importarle. El Museo del Calzado de Elda no recibe más apoyo que el que proviene del Ayuntamiento de forma destacada y de la Diputación en menor medida. ¿Qué aportan los demás patronos?¿Dónde está el sector zapatero como institución?¿Cómo colaboran los industriales del calzado y especialmente las marcas zapateras de la zona y del resto de la provincia? Sinceramente me sonrojo cuando alguien me hace esas preguntas, ¿es posible que el patronato del museo sea ajeno a la financiación, al mantenimiento del Museo del Calzado? Pues sí, así es, en el patronato se sientan los representantes de las instituciones del sector, reciben los números rojos de las cuentas del museo, se habla de la necesidad de ayuda urgente... pero nadie pone un euro. Así es imposible que nada funcione y menos una institución como la nuestra que ya carece de personal (sólo una persona a cargo de su presupuesto), con una catalogación de sus fondos parcial e inexplicablemente perdida por la irresponsabilidad de uno de sus pasados gestores, aunque en los momentos actuales se está tratando de poner en práctica un nuevo programa de la Generalitat, pero es necesario recomponer lo perdido y para eso hace falta personal. Y mientras, en el patronato nadie mueve ficha, cuando se pide ayuda, fondos, e incluso para disponer de un simple ordenador usado de los que retiran cualquiera de los patronos o de las instituciones a las que representan, sin embargo ante las reiteradas peticiones de ayuda, todos miran para otro lado. ¡Así no es posible!
Pero como además viajamos y preguntamos, museos similares en otros países los mantienen , además de con dinero público, con la intervención de su industria a la que sirve. En otras épocas hubo mucha más colaboración del empresariado, incluso esas ayudas que aportaron empresas a título individual fueron extraordinariamente importantes para la adquisición de fondos, para realizar el monumento a la "Familia Zapatera", entre otras muchas otras actividades; hoy desgraciadamente esas aportaciones apenas se producen y, en algunos casos, como la colaboración a la "Mejor Calzada" algunas empresas emblemáticas dan la espalda.
Por eso puedo entender a algunos concejales del Ayuntamiento de Elda cuando hacen un silogismo simple..."si el Ayuntamiento pone los medios económicos, el Ayuntamiento es el propietario", pero eso no es posible, los fondos son ajenos y si analizamos la mayor parte de las Fundaciones están estructuradas como privadas. Lo que debe hacerse es que los patronos se comprometan a colaborar económicamente o con servicios prestados. Cuando no se tienen medios económicos para poder trabajar normalmente, deben ser los miembros del patronato los que provean de los mismos. Lo cierto es que por el camino que andamos el Museo del Calzado puede un día dejar de ser esa imagen que Elda y el sector zapatero necesitan.
José María Amat Amer, es un apasionado del calzado. Como ingeniero técnico, el destino lo encaminó hacia la industria de su ciudad. Como profesor de Tecnología del Calzado, llego a conocer investigando, la industria del calzado. Publicando algunos libros sobre tecnología, artesanía y desarrollo social; siempre con el calzado como única premisa. El Museo del Calzado fue una de las realizaciones que le llevó a pasar de técnico a un apasionado del zapato. Con la mejor de las intenciones, y siempre con la pretensión de prestigiar la industria y el calzado de la ciudad de Elda, colabora en este blog para crear más amigos con inquietudes similares.