Por una Feria del Calzado Eldense
En cada momento vivimos un presente diferente. En el año 1959 Elda inició su primera muestra ferial con carácter local. Un Certamen Exposición que pretendía mostrar los zapatos fabricados en Elda y comarca. Un año después se crearon las Ferias Nacionales y las Internacionales. Elda alumbró un futuro para el sector y los eldenses nos sentimos orgullosos de lo que hicimos en aquellos momentos.
Pasaron los años y lo que en un principio fue bueno, brillante y genial, pasó a convertirse en un "objeto de deseo". Los carroñeros de siempre, aquellos que nunca crearon nada, pero vivieron del esfuerzo y las ideas de los demás, hicieron su aparición en la escena y Elda se vio sumida en una encrucijada de intereses que acabó por cerrar sus pabellones feriales y pasar al anonimato, en lo que a las ferias se refiere.
Han pasado ya 24 años de aquella última feria realizada en Elda. Primero fue Torrellano, después Madrid y durante todo ese tiempo los eldenses han acudido mayoritariamente a sus ferias con la misma entrega y entusiasmo de siempre.
Se decía que las ventas en Madrid, centralizadas y de todo el sector, eran mucho más efectivas que en provincias. Quizá podía ser cierto en aquellos años, pero con el paso del tiempo los parámetros que antes eran aceptables, ahora pueden no serlo y, aquí, lo que interesa es vender zapatos. Llevamos ya años (muchos a mi entender) en que las ferias en Madrid no son lo que eran y la oferta española de calzado no acaba de acaparar la atención que merece y que otros países han conseguido. Por otra parte el zapato fabricado en Elda (lo hemos repetido varias veces), se ha desmarcado hasta convertirse en un zapato de calidad media-alta, muy cotizado en los mercados internacionales. La calidad de los zapatos de mujer no se improvisa de la noche a la mañana. Elda ha realizado un constante y continuado esfuerzo en mantener las características diferenciadoras de un zapato elegante, magníficamente ejecutado y con un diseño avanzado y en constante transformación. ¿Por qué no podemos ofrecer nuestros productos con la denominación de origen que tanto esfuerzo nos ha costado? ¿Por qué no alentamos una muestra de temporada (dos al año) en la que los visitantes puedan admirar y comprar los zapatos que solo Elda puede ofrecer de forma mayoritaria y con garantías? ¿Por qué Elda no puede volver a sus principios y alentar una muestra que atraiga, aunque solo sea por unos días, a compradores que buscan ese tipo de zapatos?
Volver a nuestras antiguas ferias del calzado supone siempre ventajas para la ciudad. Notoriedad ante el comprador. Promover los servicios (hostelería, comercios, etcétera) durante los días de las ferias. Potenciar nuestro calzado de calidad. Ofrecer visitas guiadas a los lugares de interés de la ciudad. Y todo ello sin menoscabo de las otras ferias que se puedan mantener a nivel nacional y que los empresarios de Elda seguirían arropando con su presencia.
Me gustaría salir al paso de aquellos que pudieran tacharnos de "localistas". A este respecto creo llegado el momento de decir ¡basta! Hemos sido los primeros en sacrificar a nuestro pueblo en favor de la concentración en la oferta. Pero al final nadie hará nada por esta ciudad si no somos los propios eldenses los que nos empeñemos en ello. Dejémonos de “quijotadas” y vayamos a aquello que realmente interesa y, en estos momentos, las Ferias del Calzado de Elda vuelven a ser una necesidad acuciante. ¿Quién va a potenciar la ciudad como lugar de trabajo y residencia? ¿quién nos puede visitar como lugar de referencia? ¿a quién le puede interesar venir expresamente a recorrer las calles y plazas de Elda?
Somos testigos el fin de semana pasado de la feria que Brea de Aragón está realizando en favor de la fabricación de sus calzados. Está siendo un éxito de afluencia de visitantes, nada menos que más de 10.000 personas han visto su feria; se han realizado visitas a lugares de interés y los centros gastronómicos del pueblo se colapsaron ante la demanda de servicios. En una ciudad que no llega a los 2.000 habitantes. ¿Qué ocurriría en Elda si se celebrase de nuevo una Feria del Calzado con la concurrencia de los fabricantes de la comarca?
Creo llegado el momento de ir pensando en cambiar estrategias. La ciudad de Elda merece de nuevo ser un lugar de acogida. No podemos ofrecer más que el producto de nuestro trabajo, pues potenciemos lo que tenemos y ¿qué mejor forma que con aquello que nos dio fama y gloria?
José María Amat Amer, es un apasionado del calzado. Como ingeniero técnico, el destino lo encaminó hacia la industria de su ciudad. Como profesor de Tecnología del Calzado, llego a conocer investigando, la industria del calzado. Publicando algunos libros sobre tecnología, artesanía y desarrollo social; siempre con el calzado como única premisa. El Museo del Calzado fue una de las realizaciones que le llevó a pasar de técnico a un apasionado del zapato. Con la mejor de las intenciones, y siempre con la pretensión de prestigiar la industria y el calzado de la ciudad de Elda, colabora en este blog para crear más amigos con inquietudes similares.