El daño emocional de la manipulación parental
- Desacreditar al otro progenitor: decir cosas como “tu padre no te quiere” o “tu madre nunca está cuando la necesitas” no es protección, es envenenar la relación con el otro. Con cada comentario negativo el niño carga con una versión distorsionada de alguien que, hasta ese momento, era parte de su seguridad.
- Bloquear las visitas y el contacto: modificar los horarios de visita, poner excusas o simplemente negar la posibilidad de que el niño vea o se comunique con el otro progenitor es un acto de control disfrazado de “cuidado”. Este tipo de manipulación le hace creer al niño que el otro progenitor no se preocupa, destruyendo una conexión esencial para su desarrollo emocional.
- Ambiente de tensión y rechazo: mostrar desagrado o frialdad cuando el niño expresa afecto hacia el otro progenitor es una forma de castigar sus sentimientos. Así el niño aprende a reprimir sus emociones, desarrollando una necesidad de esconder lo que siente para evitar conflictos.
- Ansiedad y estrés constante: los niños atrapados en esta guerra emocional llevan una carga de estrés que les pesa todos los días. Esta presión se convierte en ansiedad, insomnio, dolores de cabeza y problemas digestivos. El cuerpo y la mente de un niño no están diseñados para soportar los conflictos de los adultos.
- Inseguridad y destrucción de la autoestima: cuando los hijos escuchan constantemente que uno de sus padres es “malo” o “poco confiable,” su seguridad emocional se tambalea. Crecen con la duda constante de si realmente pueden confiar en quienes los rodean, incluido ellos mismos.
- Culpa y conflicto de lealtades: pedirle a un niño que elija entre dos personas que ama es cruel. La culpa y el conflicto de lealtades arrastran al menor a una división emocional en la que siempre siente que está traicionando a alguien.
- Relaciones futuras dañadas: estos niños crecen aprendiendo que el amor está teñido de conflicto, manipulación y desconfianza.
Soy madre, psicóloga y directora de la Clínica Petrer. Con este blog, quiero invitarte a compartir conmigo las dos grandes pasiones que iluminan mi vida: la psicología y la maternidad. Ambas son para mí un viaje constante de aprendizaje y crecimiento, y es por eso que he decidido abrir mi corazón y compartir un pedacito de mí contigo. ¡Espero que disfrutes cada palabra y que este espacio se convierta en un rincón especial para reflexionar y conectarnos!
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