Los eldenses vuelven al castillo una década después
El Castillo de Elda reabrió sus puertas el 24 de abril después de diez años, con dos visitas guiadas de aproximadamente una hora y media de duración, para recorrer distintos puntos y se ha dividido en cuatro partes. Sendas visitas las guiaron el arqueólogo municipal, Juan Carlos Márquez y el cronista de Elda, Gabriel Segura. El castillo se pudo visitar los fines de semana hasta mediados del mes de junio y las entradas se agotaron rápidamente.
La primera parada tuvo lugar en el antemural donde Márquez explicó que el castillo data del siglo XII como inicial fortaleza islámica, mientras que a partir del siglo XIII tuvo lugar la segunda transformación con la llegada de los cristianos, y aquí es cuando se reforzaron algunos puntos débiles a nivel defensivo. En el siglo XVI y XVII se instalaron dos familias a Elda: los Corella y los Coloma y a partir de aquí el castillo fue transformándose en palacio.
Una vez estas familias se marcharon, el castillo-palacio se fue convirtiendo en una ruina con la desamortización del siglo XIX y el abandono posterior. Uno de los aspectos que el arqueólogo destacó fue la singularidad de este castillo ya que durante la fase cristiana se transformó en “alcázar y hay muy pocos”. Antes de llegar al segundo punto de la visita, recordó que alrededor del castillo hubo casas, pero durante los años 50-60 empezaron a desalojarse.
La visita continuó por el camino que lleva a la entrada del castillo donde Márquez explicó la última de las intervenciones que se han realizado que es la reconstrucción de la puerta, es decir, el arco de entrada al recinto interior de la fortaleza. “En la restauración queremos primar el castillo de la época de los Coloma en el siglo XVI porque es la que más pistas y monumentalidad nos ha dejado”, señaló el arqueólogo.
La tercera parte de la visita se situó en el espacio de liza, es decir, entre murallas de la parte islámica y la feudal. En este punto se observó la zona de la barbacana que es la siguiente restauración que se quiere llevar a cabo cuando acaben las visitas en junio. En esta parte, Márquez explicó que cuando los primeros cristianos llegaron a Elda se enterraban justo ahí, dentro del castillo, ya que la población era mayoritariamente morisca. Cuando llegaron los Corella y los Coloma construyeron el antemural y las torres dejaron de ser cuadradas para pasar a ser circulares.
La última parte de la visita fue en la entrada al corazón del castillo, que está sin intervenir, donde se puede apreciar el patio de armas y la zona que llevaría a las habitaciones. “Los Coloma viajaron mucho, pero tuvieron en Elda el lugar de referencia de su familia”, señaló Juan Carlos Márquez. Una de las partes que también se quiere recuperar es la cisterna subterránea, ya que es un ejemplo “por el mimo y cuidado que se le daba al agua”. Este lugar fue en los años 50 el vertedero de basuras del barrio.
El arqueólogo acompañó la visita con distintas fotografías y reproducciones para explicar con más claridad cómo fue el castillo fortaleza en cada etapa, como la conocida foto de 1858 realizada por J. Laurent, donde aún se aprecian las dos altas torres circulares de la entrada al castillo.