Adiós a Paco Coello, el sacerdote de la Transición
El sacerdote Francisco Coello Cabrera ha fallecido hoy jueves, a los 83 años de edad, en Benidorm tras una larga enfermedad.
Fue el primer párroco de San Francisco de Sales y estuvo al frente de esta iglesia entre 1965 y 1981, donde fue consiliario del movimiento de Acción Católica HOAC, en una época de grandes cambios políticos y sociales. Formado en el Seminario de Valencia, representó un sacerdote atípico y moderno que aplicó las tesis del concilio Vaticano II a la recién creada parroquia como lugar abierto, de acogida e implicado en la vida de la ciudad. En San Francisco se reunieron durante la Transición movimientos sindicales antifranquistas, también se encerraron en el templo trabajadores en 1976 como protesta por el despido del trabajador de una fábrica.
Su actitud crítica y reivindicativa le valió ser vigilado, por lo que grababa sus homilías para evitar acusaciones falsas, aunque tuvo que declarar ante la Guardia Civil en alguna ocasión. Tampoco encontró apoyo de la Iglesia de entonces.
Francisco Coello se dedicó además a la docencia y fue el primer profesor de Religión del Instituto Azorín. También trabajó en el colegio Sagrada Familia y el de las Carmelitas.
La última entrevista la concedió el pasado verano para la revista conmemorativa que se estaba elaborando en torno a los 50 años de la parroquia que él fundó. Lejos de atribuirse ningún mérito, recordó que su proyecto fue desde el principio el de “una parroquia pobre y para los pobres, donde tuviera prioridad la gente sencilla. Jesús dijo que es a la gente sencilla a quien el Padre les revela las cosas del Reino.”
Tras su paso por San Francisco, Coello fue destinado a la parroquia Buen Pastor de Benidorm, y posteriormente a Onil y a Nuestra Señora del Remedio de Alicante. En sus últimos años era capellán de la residencia “Cortés Roig” de las hermanas de la Doctrina Cristiana de Benidorm y estaba adscrito a la parroquia del Buen Pastor.
La parroquia de San Francisco de Sales celebrará una eucaristía en su recuerdo después de las fiestas de Moros y Cristianos de Elda.