viernes, 22 de noviembre de 2024

Naturaleza y tradición en el Día de la Mona

Los parajes de Elda y Petrer acogen cada Lunes de Pascua la visita de numerosas personas para cumplir con una cita ineludible para muchos
Marta Ortega
10 abril 2023
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Naturaleza y tradición en el Día de la Mona
Algunos pequeños han disfrutado en el Arenal de esta tradición, aunque ya no se puede subir al mismo| Nando Verdú.

Los parajes de Elda y Petrer acogen hoy a numerosas familias para celebrar el Lunes de Pascua o Día de la Mona, el último día festivo de la Semana Santa. Espacios como el parque San Crispín, el Pantano o el Arenal del Almortxó reciben la visita de decenas de personas, mona en mano, para celebrar una tradición que poco a poco parece diluirse, pero que mantiene decenas de seguidores. 

Los más madrugadores han acudido a San Crispín, Caprala y Ferrusa para disfrutar de una deliciosa gachamiga, hecha por ellos mismos, y de un día en la naturaleza al completo. Hay quienes han optado por caminar y visitar, como antaño, puntos como el Pantano o el Arenal. A su llegada han recuperado fuerzas cumpliendo con la tradición, comiendo el dulce de pascua, con huevo duro o chocolate, aunque también había quien optaba por toñas o bocadillos. Y es que lo importante de este día es reunirse con la familia o los amigos.

El Pantano sigue recibiendo visitas cada Lunes de Pascua | Nando Verdú.

También hay quienes han acudido en coche a estos puntos, cargados de mesas, sillas y todo lo necesario para poder disfrutar del día cómodamente. Tras el almuerzo y la comida y un poco de reposo, esperan a que baje el sol para tomar estos dulces. 

En el Arenal en su mayoría eran familias con niños, de hecho, había padres y madres que hacía unos 30 años que no volvían a este punto de Petrer, pero lo han hecho para que sus hijos aprendan esta bonita tradición. Miraban con nostalgia la gran montaña, llena de flora y rememoraban su divertida juventud lanzándose ladera abajo. Aunque está prohibido subir al Arenal, las nuevas generaciones pueden jugar con la arena que hay abajo y tirarse por una pequeña cuesta para recrear la tradición que sus padres les han contado. 

Muchas familias escogen disfrutar el día en San Crispín | Nando Verdú.

Algunos jóvenes han visitado por primera vez el Pantano, mientras sus padres les explicaban cómo en su infancia se contaban por cientos las personas que cumplían con esta tradición, que ahora solo ha quedado en pequeños grupos.

Algunos ciclistas han recorrido estos puntos para disfrutar de la apacible mañana y del último día de descanso antes de la vuelta al trabajo.

Diferentes generaciones han visitado el Pantano| Nando Verdú.

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