Más de 1.500 personas conforman una gran marea morada por el Día de la Mujer
La marea morada ha vuelto a recorrer hoy las calles de Elda y Petrer para recordar que la lucha feminista sigue y que las mujeres desean una igualdad real, para la que todavía queda camino. En torno a 1.500 personas, en su mayoría mujeres, han alzado pancartas y realizado llamamientos con frases como “Feminismo para todo el mundo”, “La fuerza de las mujeres es el futuro de todas”, "Mi cuerpo, mi vagina, ni se compra ni se alquila", “Manolo, Manolo, hazte la cena solo” o "Las mujeres trans también son mujeres".
Entre todas las personas se ha visto a miembros del equipo de gobierno de Elda, liderados por Rubén Alfaro, así como del de Petrer, encabezados por Irene Navarro. También participaron miembros de otros partidos como los portavoces de Izquierda Unida de Elda y Petrer, Iñaki Pérez y Rafa Masiá, respectivamente, de Compromís Elda, Cristina Rodríguez, y de Podemos Elda, Marisa Ibáñez, entre otros.
Destacaba la gran cantidad de menores que acompañaban a sus madres, así como numerosas personas mayores, lo que demuestra que esta no es una lucha de las nuevas generaciones sino de toda la población.
Esta manifestación la ha organizado la Asociación Feminista del Vinalopó Mitjà y ha recorrido desde la avenida Reina Sofía de Petrer hasta la Plaza Castelar de Elda. En el céntrico jardín eldense han leído un manifiesto en el que han asegurado que “mientras sigamos viviendo conforme a las reglas y normas del sistema patriarcal, la libertad real, la emancipación total de las mujeres, seguirá siendo una utopía” y han criticado que “existe un bombardeo de mensajes dirigidos hacia niñas y mujeres en los que se pone en valor la hipersexualización como arma de empoderamiento femenino”. Si algo tienen claro es que “se nos dice que tenemos la libertad de vender nuestro cuerpo, y en realidad lo que eso significa es que los hombres tienen el privilegio de comprarnos si así lo desean. El dinero hace que sea aceptable lo inaceptable”.
En su manifiesto han asegurado que “se han aprobado leyes que desprotegen a las mujeres y a la infancia, se ha negado la palabra a las asociaciones feministas por defender que sexo no es género, que el género debe ser abolido porque es la herramienta de opresión más potente del patriarcado” ya que “ser mujer no es feminidad, no es reunir una serie de estereotipos sexistas y no es un disfraz. Ser mujer es una realidad y es el motivo por el que se nos oprime y se ejerce violencia para someternos. Significa crecer con miedo a ser agredida sexualmente por un hombre y que nuestros testimonios sean silenciados o directamente cuestionados”.
Así han señalado que “el feminismo es internacionalista y ninguna tradición está por encima de los derechos de las mujeres”. Han criticado la brecha salarial y la precariedad laboral, y han exigido “medidas contra la cultura de la violación y la pornografía como escuela de desigualdad entre hombres y mujeres" y han pedido que se apruebe la ley abolicionista del sistema prostitucional”.
También han recalcado la importancia de que las mujeres puedan elegir libremente si son madres o no, y se han mostrado en contra del borrado de las mujeres y "la idea reaccionaria del cuerpo equivocado”.
Cuando ha concluido este manifiesto, se han oído gritos de "las mujeres trans también son mujeres" haciendo alusión a la crítica por parte de algunos sectores feministas de la nueva Ley Trans.
