Riesgos de la conducción nocturna
El invierno no solo trae consigo riesgos a la hora de conducir debido a la bajada de temperaturas y al incremento en las precipitaciones, sino que además disminuyen las horas de luz, con los consiguientes peligros que esto puede suponer.
A continuación, se van a mencionar cuáles son los riesgos más comunes que nos podemos encontrar en la carretera si circulamos de noche y cuáles son los mejores tips para conseguir hacerlo con total seguridad.
Una de las claves es conocer en todo momento, ya sea circulando por una ciudad o en un viaje más largo entre localidades, cuál es el taller Carglass más cercano, ya que el mayor consejo a tener en cuenta es que si sufres cualquier tipo de avería, lo mejor que se puede hacer es solventarla de manera inmediata. De este modo, se evitará que el daño vaya a más y se limitarán además los riesgos que dicho desperfecto pudiese ocasionar.
Ahora bien, es importante tener en cuenta cuáles son los riesgos más frecuentes, con el fin de mantenerse alerta durante la conducción nocturna, además de saber cómo actuar ante este tipo de situaciones. A continuación, toda esta y más información relevante para aquellos que prefieren o que se ven obligados a circular por la noche.
¿Cuáles son los riesgos de conducir por la noche?
Cabe destacar que los seres humanos están mejor adaptados a la conducción durante las horas de luz, puesto que según determinados estudios, el 90% de la información que se recibe al volante está directamente relacionado con el sentido de la visión y puesto que la oscuridad dificulta esta percepción, existen más posibilidades de perder detalles, distraernos y cansarnos mientras conducimos, de ahí que se estime que, a pesar de que existe menos tráfico en la carretera, el porcentaje de accidentes mortales sea mayor por la noche.
Y es que existen grandes riesgos a los que se expone un vehículo que circula por la noche, los principales son:
- Como se comentaba anteriormente, el principal riesgo de conducir de noche es la pérdida de visibilidad y la disminución del campo visual. A pesar de circular con las luces puestas, incluso si se utilizan las de largo alcance, es difícil poder conocer lo que está pasando metros por delante en la carretera antes de llegar a dicho tramo o si hay, por ejemplo, algún animal en las inmediaciones de la carretera que pueda llegar a cruzarse.
- Asociado de manera directa al riesgo anterior, encontramos que, no solo nuestro vehículo utiliza luces por la noche, sino que el resto también, lo que puede llevar a deslumbramientos, ya sea por aquellos automóviles que vienen de frente o, incluso, por vehículos que circulan detrás de nosotros, a través de los retrovisores.
- Además, si a la noche le sumamos otros fenómenos meteorológicos como la lluvia, la nieve o la niebla, la cosa empeora aún más.
- Debido a la oscuridad, podemos encontrarnos con fenómenos como la disminución en la propia apreciación de la velocidad o una mayor dificultad a la hora de ver y entender las señales viales.
- Es un hecho que por la noche la cantidad de conductores que circulan bajo los efectos del alcohol y otras sustancias incrementa, con los riesgos que esto puede suponer, no solo para ellos mismos, sino también para el resto de vehículos que circulan por la calzada.
- Del mismo modo, es más común que aparezca cansancio a la hora de circular en las horas sin luz. Ya seas tú mismo u otros conductores, los riesgos pueden ser devastadores.
¿Existe alguna ventaja asociada a la conducción nocturna?
Pero no todo son riesgos e inconvenientes, si no no existirían conductores que prefieran circular durante la noche.
Y es que a pesar de las situaciones comunes a las que nos podemos enfrentar, tal como se comentaba anteriormente, la noche es el momento más tranquilo del día para circular en cuanto a tráfico se refiere. De este modo, se puede ir más tranquilo y relajado, a una velocidad más constante y sin muchos sobresaltos.
Eso sí, hay que tener en cuenta que la persona que conduzca se encuentre en las condiciones óptimas para hacerlo, que esté descansado, no haya consumido alcohol u otras sustancias y que realice las paradas pertinentes para descansar y estirar las piernas. Además, en los casos que sea posible, se recomienda que se intercambien al menos dos conductores durante un viaje largo por carretera de noche.
Consejos para mantener la seguridad mientras se conduce por la noche
Ahora que ya se conocen todos los riesgos de conducir por la noche, cabe destacar cuáles son los mejores consejos para afrontar dichas situaciones y para actuar de manera correcta, evitando así posibles accidentes.
- Uno de los mayores consejos a tener en cuenta es que se debe respetar en todo momento la velocidad máxima de cada calzada. Puede parecer algo obvio pero dado que, como ya se mencionaba con anterioridad, apenas hay tráfico por algunas carreteras durante la noche, es posible que, incluso inconscientemente, se tienda a incrementar la velocidad.
- También es importante mantener en todo momento la distancia de seguridad. Es más, se recomienda aumentar algo más esta distancia con el vehículo de delante, ya que dada la disminución de la visibilidad, no podemos saber lo que está ocurriendo metros por delante del otro automóvil y, tal como se mencionaba anteriormente, los reflejos tienden a disminuir. Por estos motivos, es aconsejable contar con un mayor margen de maniobra.
- Como se comentaba, es imprescindible realizar una serie de paradas durante un viaje largo. Pero, en el caso de la conducción nocturna, los expertos recomiendan que estas se lleven a cabo de manera más sucesiva.
- Siempre que sea posible, utiliza las luces de largo alcance, ya que estas incrementan de manera notable el campo de visión. Eso sí, cuando se pueda deslumbrar a otro vehículo, ya sea uno que circula en el sentido contrario o bien que está por delante en el mismo carril, es necesario utilizar las de corto alcance.
- En caso de comenzar a notar signos de cansancio y somnolencia, como bostezos continuados, picazón o molestia en los ojos o pérdida de concentración, es necesario realizar una parada cuanto antes para descansar, o bien cambiarse con otro conductor si esto es posible.
- En caso de deslumbramiento, es necesario disminuir la velocidad y, si fuese necesario, buscar un lugar adecuado y seguro para inmovilizar el vehículo.
- Se recomienda, también, incrementar la frecuencia con la que se mira a través de los retrovisores.
- Si el vehículo así lo permite, también es aconsejable disminuir la intensidad de las luces del cuadro de mandos, para evitar que esto se convierta en una distracción.
Ahora que ya se conocen cuáles son los posibles riesgos de la conducción nocturna y los mejores consejos para afrontarlos, tan solo queda estar pendiente y tenerlos en cuenta si se circula durante las horas sin luz. Como siempre, la seguridad al volante es la prioridad de cualquier viaje.