El terror se apoderó anoche de Elda y Petrer
La celebración de Halloween se ha asentado en los últimos años en la conurbación que conforman Elda y Petrer. Los personajes más terroríficos volvieron anoche a las calles de ambos municipios, prueba de que esta tradición anglosajona les gusta mucho sobre todo a los jóvenes y niños. La población pudo disfrutar de numerosos pasajes del terror de los que salían con risas nerviosas y el corazón algo acelerado a causa de los sustos.
Entre los disfraces que se lucieron anoche se pudieron ver los tradicionales diablos, zombis o esqueletos pero también a personajes de la popular saga La Purga o de la exitosa serie Peaky Blinders.
La tarde fue para el disfrute de los más pequeños, pues numerosos niños hicieron el tradicional "Truco o trato" en los distintos barrios de ambos municipios para que sus vecinos les regalasen dulces, que luego guardaban en pequeñas calabazas. En numerosos barrios de Elda se hicieron actividades gratuitas y asociaciones como la Falla Huerta Nueva hizo una fiesta de disfraces.
Con la caída del sol tomaron el relevo los adultos, prueba de que esta celebración no es solo cosa de niños. Hicieron fiestas en cuartelillos y disfrutaron de los distintos pasajes del terror que se organizaron la noche de Halloween. La población hizo largas colas para participar en estas actividades y las calles eran un ir y venir de monstruosos personajes.
En Elda algunos de los puntos que reunieron a más personas fueron el foso de la Falla Las 300 en el centro polivalente del barrio o el de la comisión El Huerto, que se realizó en la sede de la Junta Central, El Alminar. Esta última se llenó de contagiosos zombis. El Centro Cívico y Juvenil volvió a convertirse en un túnel del terror, organizado por el Ayuntamiento, basado en Locke & Key, una serie juvenil que triunfa en Netflix. El público hizo largas colas para entrar a los distintos puntos.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Petrer organizó con éxito dos actividades en la localidad. Por un lado, el Casal de la Juventud volvió a transformarse en la Mansión Fasegura, primero con un pasaje para los más pequeños que acabó con un cuentacuentos, y, después, con uno para jóvenes y adultos. La Concejalía de Juventud contó con la colaboración de la Asociación Azarquia, lo que permitió incluir en el pasaje enigmas que hicieron todavía más divertida y estimulante la experiencia. El Castillo de Petrer se tiñó de rojo con la invasión de bestias lideradas por un macho cabrío que representó una sociedad animalizada, que sabía identificar las almas limpias de entre las impuras, prueba de que el ser humano no ha sabido convivir en armonía.