Luisa Vera, ilustradora: “En The Barcelonian participan más de cien ilustradores”
Luisa Vera (Elda, 1962) es una conocida ilustradora eldense, quien tras licenciarse en Bellas Artes, cruzó el charco hasta Nueva York, donde vivió 18 años y trabajó como ilustradora para periódicos como The New York Times, The New York Press o The Chicago Tribune, entre otros. Actualmente vive en Barcelona, donde su último gran proyecto ha sido la creación de The Barcelonian, que surgió en 2020 y ya cuenta con cerca de 16.000 seguidores en Instagram. Desde la pandemia, cada semana, un ilustrador diferente viene diseñando la cubierta de una revista que tiene a Barcelona como tema central. Así pues, The Barcelonian es una "revista inexistente", que no tiene contenido, sino solo maravillosas cubiertas, creadas por decenas de artistas. Con estas obras se va a editar un libro y ya se ha realizado una exposición, y está prevista otra en el Ayuntamiento de Barcelona.
¿Cómo surgió The Barcelonian?
Nació en medio del confinamiento. Empecé haciendo dibujos que eran un diario ilustrado del día a día dentro de casa. Luego me hizo gracia la idea de ponerle el encabezamiento inspirándome en la revista de The New Yorker, y así surgió The Barcelonian.
¿Por qué The New Yorker?
The New Yorker es una revista semanal que nació en 1925 y todas sus cubiertas son ilustraciones, utilizan muy poco la foto. Así que como ilustradora es un referente.
¿Cómo empezaron otros ilustradores a participar en The Barcelonian?
Empecé a subir esas cubiertas falsas a las redes, y a la gente le gustaban, así que hice como 11 o 12, y a partir de un punto se me ocurrió la idea de que si cada semana la hacía algún colega ilustrador. Se lo propuse a un grupo de amigos ilustradores y me dijeron que les gustaba la idea. Además, estábamos todos encerrados y nos apetecía crear cosas que no solíamos hacer. La única premisa es que fuera de Barcelona, que dieran su visión más personal de la ciudad.
¿Hay algún proyecto similar?
Uno de los ilustradores que ha participado en el proyecto vio que había uno similar en París llamado The Parisianer. Cuando lo busqué vi que era muy completo porque además habían logrado realizar dos libros con todas las cubiertas y diferentes exposiciones. Así que a partir de aquí The Barcelonian pasó de ser un proyecto de risa con los amigos a hacer algo más ambicioso como The Parisianer. Así fue como entró una amiga mía llamada Inés García-Albi con su empresa Factoría Cultural Martínez, y el proyecto empezó a moverse a gran escala.
¿Aquí fue cuando entró en juego el Ayuntamiento de Barcelona?
En la búsqueda de patrocinadores pensamos que sería ideal que el Ayuntamiento se implicara ya que estos últimos años han promovido mucho el tema de la ilustración. Así que entramos en negociaciones con ellos y el libro The Barcelonian con las 102 primeras ilustraciones se hará realidad en septiembre u octubre, y el Ayuntamiento de Barcelona será coeditor, junto con nosotras. Además, el próximo mes se inaugurará una exposición con todas las cubiertas que aparecerán en el libro.
¿Esa será la segunda exposición?
Sí, porque hace unos meses el centro comercial L’illa en Barcelona nos propuso una exposición en el atrio, pero como ya teníamos comprometida la otra con el Ayuntamiento, decidimos exponer una selección de obras, no todas. Esta exposición se realizó en mayo y nos sorprendió el éxito que tuvo. La gente estaba muy contenta de ver la ciudad contada por tantos ilustradores.
¿Cómo elige las cubiertas que participan en The Barcelonian?
Elijo a los ilustradores no solo por su fama o si son veteranos o no, sino por la calidad de lo que están haciendo. El proyecto es muy abierto para todo tipo de ilustradores, ya que da igual si están empezando, están en la universidad aún o ya llevan años en la profesión. También ha participado gente famosa como Andreu Buenafuente, pero no me centro en si la persona es importante o no, me fijo en que su trabajo dé para hacer una cubierta.
Además de The Barcelonian, ¿tiene algún proyecto en marcha?
Hay uno que sale en septiembre que está enfocado en niños pequeños, y consiste en una historia de una niña y un lápiz que se lanzan a una aventura y todo transcurre en una sola línea. Los niños tienen que ir buscando las cosas que hay escondidas, pero sin levantar el lápiz. Otro de los proyectos que estoy terminando es con mi amigo y artista neoyorkino Spencer Finch, que consiste en diseñar los techos de las paradas de una línea de autobús de Washington.
