"Es necesario apoyar al Casino Eldense porque es una entidad única y está abierta a la sociedad"
Ernesto Obrador Gil acaba en el mes de febrero una etapa de ocho años al frente de la presidencia del Casino Eldense, a lo largo de los cuales ha conseguido que la entidad vea reducida su deuda y que haya adquirido una mayor presencia en los momentos importantes de la ciudad como el cóctel de la Mejor Calzada, la recepción popular en Fiestas Mayores y los aperitivos de los Moros Musulmanes durante las fiestas de Moros y Cristianos.
Su objetivo antes de marcharse es que alguien dé un paso al frente para asumir la presidencia de la centenaria entidad, compuesta por trescientos socios, ya que las posibilidades de poner en marcha nuevos proyectos son enormes por sus amplias instalaciones, "podría habilitarse una zona para que la gente de 40 años juegue con máquinas vintage, crear asociaciones de baile, clases de idiomas, un club contra el estrés para mujeres ejecutivas… los espacios están", asegura.
El restaurante, además, tiene buenas expectativas y en marzo abrirá con un nuevo concepto de comida tradicional alicantina de interior con arroces y gazpachos. El restaurante continuará dando servicio a todo el público, que podrá utilizar los jardines, si bien los socios dispondrán de un comedor privado.
Su balance tras ocho años en la presidencia del Casino Eldense es positivo, aunque considera que el valor que representa la entidad para Elda no está suficientemente recocido. Entre sus logros destaca "la optimización de ingresos y gastos y la potenciación de la agenda cultural", indica, y añade que "hemos intentado hacer permeable una cultura más abierta a la sociedad con propuestas como la Escuela de la Felicidad o las clases de yoga y pilates", afirma.
Cuando Ernesto Obrador llegó a la dirección del Casino Eldense se encontró con una situación económica complicada ya que la hipoteca que se suscribió con el banco para acometer la reforma de las instalaciones era muy elevada. Tras renegociar los pagos, ajustar los gastos y reducir personal, el Casino Eldense goza de una buena salud económica, de manera que el próximo presidente se encontrará unas cuentas saneadas y solo tendrá que gestionar la agenda cultural de la entidad o poner en marcha nuevas iniciativas ya que el potencial de esta institución es muy grande.
Los socios del Casino Eldense se han mantenido fieles a lo largo de los años y han hecho posible que esta institución siga en pie, "es un socio emocional, amante de la ciudad, que quiere conservar el encuentro aquí y una agenda cultural independiente del Ayuntamiento", afirma Obrador. La inmensa mayoría de los socios no acude al Casino, pero sabe que su apoyo es clave para mantenerlo.
Para dirigir el Casino Eldense, asegura que se necesita "un perfil con bagaje empresarial, hombre o mujer de entre 40 a 65 años, con inquietudes culturales y amantes de la ciudad". Para optar a la presidencia, se necesita una antigüedad de dos años al menos como socio y presentar 15 avales de otros socios.
Ernesto Obrador ha trabajado duro y cree que el Casino Eldense está en su mejor momento "para que el nuevo presidente disfrute y se ilusione". Añade que "es necesario apoyar y sostener esta entidad única, de las que quedan muy pocas en España". El Casino está abierto a toda la población, solo es necesario pagar una cuota de 28 euros al mes y 90 euros al año si el socio no reside en Elda. Además, los socios tienen derecho a reservar mesa durante las Fiestas Mayores y a utilizar gratuitamente todos sus espacios para, por ejemplo, reuniones de trabajo. El Casino Eldense Cuenta con sala de exposiciones, un salón de conferencias, una amplia sala de uso social, un salón privado, una biblioteca y unos amplios jardines.
Para Ernesto Obrador, estos ocho años le han cambiado su forma de entender Elda, "asumí el cargo por responsabilidad, pero me ha llevado a amar más mi ciudad y valorarla más; me llevo también una gran riqueza por las relaciones personales que he hecho, ya que por aquí ha pasado mucha gente interesante, desde Carmen Posadas a Zapatero, quien almorzó en nuestro comedor privado", concluye.
