Los niños vuelven a las calles y parques
Con patines, pelotas o bicicletas, miles de menores de Elda y Petrer están saliendo con alegría de sus hogares para disfrutar del aire libre tras 42 días de confinamiento. Son paseos de máximo una hora, con un solo adulto y a menos de un kilómetro de casa, la llamada regla del uno. Las calles han cambiado por completo y se han vuelto a escuchar risas y voces de niños. Los pequeños han corrido, jugado y recuperado una sensación de libertad como parte de la normalidad perdida durante el confinamiento.
Tras aguantar, no sin alguna rabieta, tantos días en casa sin salir, tantos momentos de tensión acumulada, por fin los pequeños de hasta 13 años inclusive han podido volver a jugar y pasear bajo el sol y un cielo azul con alguna que otra nube.
Por todas las calles se han visto patines, carreras, pelotas y se escuchaban risas infantiles. La gran mayoría ha salido con responsabilidad, respetando la distancia social, sin compartir sus juguetes y hasta haciendo algún requiebro complicado para esquivar a otras familias para no tocarse. En general se nota un ambiente de prudencia y respeto por temor al contagio. Algunos han aprovechado para saludar desde la distancia a sus familiares, abuelos o tíos, que han salido al balcón de sus casas para ver a los pequeños.
Sin embargo, algunas personas, las menos, no han respetado las normas. Familias con los dos progenitores paseando juntas, otras charlando con personas que se han encontrado en la calle sin respetar las medidas o dejando a los pequeños jugar entre ellos. También ha habido quienes han ido a visitar a sus abuelos. Pero en general, parece que ha reinado el orden porque al fin y al cabo, las familias piensan en lo mejor para sus hijos, que es velar por su seguridad.
Los niños han tomado así no solo las calles sino los parques y jardines, sin acercarse a los juegos, que está prohibido. Lo han hecho conforme avanzaba la mañana, sin prisa, disfrutando del momento y de la recompensa que han recibido los menores tras aguantar tantos días sin salir. Esta tarde, hasta las 21 horas reglamentarias, saldrán otros tantos.
Entre los transeúntes se ha podido ver a niños con y sin mascarillas, al igual que los padres, pues esta es una medida recomendable y no obligatoria, por el momento.
Sin salir
Pero también muchas familias de Elda y Petrer han optado por la prudencia y mantener a sus hijos en casa. Afirman que lo hacen por seguridad y también por algo de miedo, pues no quieren exponer a los menores.
Uno de ellos es Rafael Monzó, quien con dos hijos de diez y seis años, afirma que “aunque estoy de acuerdo en que debe haber esparcimiento, vivimos en un campo, mis hijos echan de menos quedar con sus amigos, ver a la familia. La razón principal es porque creo que sigue siendo peligroso, creo que es muy difícil llevar todas las medidas de higiene estrictas con los niños, pues por instinto lo tocan todo y se acercan a otros niños, es casi imposible que no se toquen la cara, por ejemplo. Si tienes que estar encima de ellos, la experiencia de salir será negativa, les provocará nervios y estrés”. Concluye afirmando que “ellos mismos han decidido que preferían quedarse al saber que tenían que salir con mascarillas, guantes y que no podrían jugar con otros niños”.
A continuación, la Guía de buenas prácticas en las salidas de la población infantil durante el estado de alarma.
