José José Gil, enfermero de la Unidad de Conductas Adictivas: "Fuera móviles y televisión a la hora de comer"
La Unión Profesional Sanitaria de Alicante ha distinguido al enfermero de la Unidad de Conductas Adictivas, UCA, en Elda, José José Gil, colaborador de Valle de Elda con un blog en su edición digital, con el Premio Promoción de la Salud, por su especialización en la prevención, divulgación y promoción de la salud entre los adolescentes, junto con otros diez profesionales en diversos campos. El ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, anunció su asistencia a la gala de entrega de premios que tuvo lugar el día 11 de abril en el Auditorio del Colegio Oficial de Médicos de Alicante. José José Gil es un enfermero vocacional, dispuesto siempre a ofrecer sus conocimientos a quien lo demande, pues la formación es fundamental para abordar los nuevos retos que se plantean a los padres y profesores respecto a los jóvenes en un mundo que no tiene nada que ver con lo que los adultos vivieron hace años.
Parece que los adolescentes están más expuestos a las adicciones que antes por la existencia de nuevas drogas o los juegos del mundo digital.
En la sociedad de la información, todo lo bueno y malo se conoce antes y a edades más tempranas. Cualquier adicción es un síntoma de algo que no se ha sabido gestionar, síntoma que si no se trata rápidamente puede convertirse en un problema mayor.
En sus charlas afirma que la tecnología digital es un tsunami que se nos vendrá encima y cuyas consecuencias no alcanzamos a ver.
La sociedad no ha tenido tiempo de prepararse para todos los cambios que están empezando a suceder; como cualquier cosa que desconocemos, nos produce miedo al vernos desbordados.
Los padres estamos más preocupados por formarnos de lo que estuvieron los nuestros, ¿qué está fallando?
Los padres de ahora nos enfrentamos a una adolescencia más larga donde la prioridad es que la familia viva lo más acomodada posible y donde el contrato social (cuanto más estudies mejor trabajo tendrás) se ha roto.
¿Qué papel debe jugar la escuela?
La escuela va a jugar un papel fundamental en el desarrollo de las personas, pero a mi modo de ver, un sistema educativo forjado en el siglo XVIII no está adecuado para formar a los jóvenes del siglo XXI.
¿Las relaciones sexuales entre la gente joven no se han banalizado demasiado como un objeto más de consumo donde la afectividad no cuenta?
Estoy totalmente de acuerdo, pero me pregunto si estamos preparando a nuestros niños. Tanto el cine, la música y no digamos internet (porno), los están bombardeando con este tipo de relaciones. Hemos pasado de una educación castrada en lo sexual a una totalmente opuesta donde mostramos la sexualidad de la forma más carnal y desafectiva que existe.
¿Cómo es posible que a pesar de que exista tanta formación, muchas jóvenes sigan dejando que sus novios las controlen?
Yo les preguntaría: ¿qué modelo familiar tienes en casa?
¿O que proliferen casos como el de "la manada"?
En estos casos yo creo que como sociedad hemos fallado. Pero eso no les quita un ápice de responsabilidad, pues somos lo que somos, no por lo que nos toque vivir sino por cómo decidimos hacerlo.
¿Cree que las películas y videojuegos, en su mayoría violentos, influyen en la actitud de los jóvenes?
Cada vez un mayor número de estudios de investigación confirma que, al contrario de lo que mayormente podríamos pensar, los jugadores de ese tipo de videojuegos son personas tranquilas que se desahogan jugando.
¿Cuáles son los casos más frecuentes en su consulta con adolescentes?
Los más frecuentes son los de consumo de cannabis seguidos de tecnologías y alcohol.
¿Qué consejo fundamental le daría a los padres de un niño?
El mejor regalo que le pueden dar a su hijo no es comprarle la última tecnología, sino su tiempo y compañía. Las tecnologías se vuelven obsoletas en días, pero el tiempo que les dedicamos a nuestros hijos perdurará en su memoria y forjará su carácter. Así que fuera móviles y televisión a la hora de sentarse a la mesa.
¿Y a los de un adolescente?
Que acudan a las escuelas de padres para conocer qué les está ocurriendo a sus hijos, aprendiendo a diferenciar lo que es normal de lo que no lo es y saber dónde hay que acudir cuando sospechamos que algo va mal.