La promesa paralímpica Alejandro Marín firma con la multinacional Ottobock
La joven promesa paralímpica de Petrer, Alejandro Marín, firmó el pasado lunes 10 de diciembre un contrato de cuatro años de modelo y patrocinio con la multinacional alemana Ottobock. Se trata de una empresa que es líder mundial del sector protésico, con ingresos anuales de más de 800 millones de euros, que al conocer la proyección del atleta en el deporte adaptado no ha dudado en ser su patrocinador.
Marín está contento con la noticia y ha destacado que “todas las personas que tenemos esta discapacidad usamos sus productos, yo mismo empleo sus ballestas de carbono para competir y sus prótesis para mi vida diaria, su tecnología es de las más avanzadas. Para mí es un sueño poder formar parte de la familia de Ottobock y representarla a nivel internacional".
Selección nacional de snowboard
Además, el joven paralímpico ha conseguido un nuevo logro en su corta pero exitosa carrera deportiva, pues ha sido convocado por la Selección Nacional de Snowboard, que entrena Albert Mallol Soler. Marín estará presente en la semana de detección y seguimiento del equipo paralímpico de snowboard en Baqueira-Beret, Lérida, del 18 al 23 de diciembre.
Este es un paso importante, pues le da la opción de entrar en el equipo nacional, lo que permitiría ser de los pocos atletas a nivel mundial que compitan en dos federaciones diferentes: snowboard y atletismo. Dadas sus grandes aptitudes deportivas, podría clasificarse para los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 de verano como corredor y para los Juegos Paralímpicos de Pekín 2022 de invierno en la categoría de snowboard. Sería un caso único sin precedentes.
Marín empezó a practicar snowboard hace tres años por su afán de superación y para sentirse funcional, indica. Este es el deporte que más le ha costado aprender: “Es complicado para cualquier persona sin discapacidad y el hecho de que te falte una pierna lo complica de manera exponencial, de hecho, me he pasado estos tres años muchísimo tiempo en el suelo y ha sido frustrante, pero jamás he abandonado ni me he echado para atrás. Cuando la motivación y la perseverancia se juntan, te vuelves imparable.”
Lo que empezó con un viaje a la nieve de parte de la empresa TRANSVIAXPERIENCE en 2015, ha llevado a que a día de hoy, no solo pueda mantenerse encima de la tabla y recorrer todo Andorra, sino formar parte del grupo de guías de esta misma empresa, que la semana pasada hizo su viaje anual de formación a Pas de la Casa.
“Conocer la nieve ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Después de esta vivencia tan maravillosa, quise formarme como guía para entrar a trabajar con ellos en 2017 y este año he repetido la formación. Es difícil de entender para alguien que no comparte esta pasión, pero mis amigos de TransviaXperience son personas que apenas veo una o dos semanas al año, pero nos une un vínculo muy fuerte, son mi familia de la nieve, y es un viaje que voy a hacer siempre que pueda.“