El conservador Hermelando Albert se jubila tras 25 años dedicado al Museo del Calzado
El conservador del Museo del Calzado de Elda, Hermelando Albert Rico, se ha jubilado tras 25 años de trabajo ininterrumpidos en el mismo. Su vinculación con el museo comenzó en 1993 cuando iniciaba su andadura en su antigua ubicación en el Instituto La Torreta, donde era alumno de Segundo Grado. Sus conocimientos de las técnicas del zapato de alta gama le permitieron hacerse cargo del curso de zapatero artesano. Su incorporación oficial al Museo del Calzado fue en 1996, junto a un equipo integrado por Teresa Jover y Virgilio Berbegal, dirigidos por su fundador, José María Amat. Juntos crearon las bases de lo que más tarde fue el Museo del Calzado, un referente en el sector zapatero de España.
José María Amat solo tiene palabras de elogio a la labor de Hermelando Albert al decir que han compartido "muchos sacrificios y satisfacciones mutuas. Hermelando fue un compañero de trabajo necesario e imprescindible, especialmente en los momentos duros y una de las personas que con su eficacia contribuyeron a consolidar muchos de los logros para que el Museo del Calzado fuese el espejo en el que se miran otros centros similares en el mundo y un icono imprescindible en nuestra ciudad", señala en su blog de Valle de Elda.
El nuevo Museo del Calzado fue inaugurado por la Infanta Elena en 1999, momento en el que parecía que todo iba a ir bien, aunque con ciertas dificultades. Sin embargo, en 2007 llegaron los recortes de la Administración, coincidiendo con el periodo de crisis económica en España. "Entonces tuvimos que dejar los cursos del Servef porque tardaban un año en pagar unos 60.000 euros", afirma Albert. Los cursos se dejaron de hacer y Hermelando Albert siguió en el museo como conservador encargado del catálogo, que está compuesto por una amplia documentación, así como por herramientas, maquinaria y zapatos, parte de los cuales se expone en sus vitrinas, y el resto están almacenadas.
Ahora mismo no hay una persona que le sustituya, primero porque no hay dinero para contratar a otro conservador del museo y segundo por los conocimientos que atesora, pues como él mismo dice, "conozco todo al milímetro", y añade: "Solo hay dos personas trabajando en el museo, el conserje y su actual directora, Loles Esteve, cuando hemos llegado a ser seis personas. Las ayudas no llegan, solo una de Diputación de Alicante, la del Ayuntamiento y de algunas empresas, pero no es suficiente, pese a que la actual directora intenta sacar ingresos con los cursos".
El museo atesora piezas de gran valor, una de las más importantes son unos zapatos del Papa Juan XXIII, que ahora es Santo. Tienen zapatos de las Mejores Calzadas, piezas únicas del siglo XIX, réplicas que ha hecho el mismo Hermelando, la más antigua una reproducción del 3.500 a d Cristo, así como una colección de zapatos romanos, entre otras. Con José María Amat se adquieron piezas importantes, "él se implicó mucho, trabajó duro y sigue luchando por el Museo. Se siente dolido porque las autoridades prometen cosas que luego no cumplen. El museo tiene goteras y fallos eléctricos, cuando el mantenimiento corresponde al Ayuntamiento, pero nunca lo arreglan".
En mi opinión, agrega: "El Museo del Calzado debería seguir funcionando, pero se está dejando perder cuando es parte del patrimonio de la ciudad, algo que se ha conseguido a lo largo de casi 30 años. El Museo es la imagen de Elda, la historia de la industria desde 1830 hasta nuestros días, un referente de nuestra industria y del Valle del Vinalopó".
Hermelando atesora muchas anécdotas. Una de las más curiosas es su aparición en la película Manolete, de 2006 con Adrien Brody, que no se estrenó en los cines de España sino que salió directamente a la venta. En ella actuó como artesano zapatero en una breve escena rodada en Alcoy en la que saluda con la mano a Penélope Cruz.