El miedo se cuela en Elda durante la noche de Halloween
Cientos de niños de toda la ciudad vestidos de brujas, vampiros, demonios y otros aterradores seres salieron a realizar el “truco o trato” ayer durante la noche de Halloween, de la misma forma múltiples asociaciones de vecinos y comisiones falleras convirtieron sus sedes en pasajes del terror para el disfrute de los niños, que se llevaron algún que otro susto. El Centro Cívico además acogió un gran pasaje del terror en el que participaron medio centenar de jóvenes.
Con la caída de la noche los más pequeños, cargados de ilusión y de sus calabazas, salieron a las calles de la ciudad para pedir caramelos demostrando que la celebración de Halloween ha conseguido consolidarse en la ciudad. Y es que cada vez son más las entidades que se animan a celebrar sus propios pasadizos del terror para pequeños pero también para mayores.
Así son los vecinos los que se esfuerzan durante semanas para que sus sedes se conviertan en aterradores escenarios preparados para dar más de un susto. Barrios como Estación-Cuatro Zonas, La Torreta o Virgen de la Cabeza y comisiones falleras como Las 300, Ronda San Pascual y Fraternidad ofrecieron sus propios pasajes con los que además recaudan fondos para poder desarrollar más actividades durante el resto del año. Cientos de niños acudieron a las distintas actividades en una noche muy divertida. Sedes como la de Ronda San Pascual, que lleva nueve años celebrando esta noche, acogieron aterradores piratas y un gran kraken, mientras que en otras como Huerta Nueva hubo pintacaras y cuentacuentos.
La sede de la Junta Central de Fallas, el Alminar, consiguió récord de asistencia en su caserón del terror, pues más de 400 niños y otros tantos adultos hicieron cola para acceder a su pasadizo en el que participaron las Falleras Mayores de Elda, Ana Ruano y Lucía Plaza, así como sus damas de honor y miembros de algunas comisiones falleras como de El Huerto.
El imponente Centro Cívico también fue tomado por los seres de ultratumba gracias a la Concejalía de Juventud. En torno a medio centenar de jóvenes tomaron cada una de las salas de las tres plantas para convertir este lugar en un espacio atormentado en el que la sangre, la muerte y el terror fueron los protagonistas. El espectáculo no defraudó al público que fue recorriendo las estancias con el susto en el cuerpo.
Así fue una noche en el que los gritos de susto se dejaban oír acompañados de risas nerviosas casi avergonzadas.
La noche en imágenes
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