El eldense Andrés Beltrán, entre los diez mejores neurocirujanos de España
El doctor Andrés Beltrán Giner nació en Elda, es un prestigioso experto en Neurocirugía, especialidad que estudia las enfermedades del sistema nervioso, tratables mediante intervención quirúrgica, y en la que se licenció con Sobresaliente. Su nombre figura en la lista de los diez especialistas españoles más recomendados por otros médicos, como constata la primera Edición de los Premios Top Doctors Awards 2014, y está presente en la selección que figura en el libro Los líderes de la Sanidad en España.
Jefe de sección de las Unidades de Cirugía Vascular Cerebral y de Base de Cráneo del Hospital Universitario La Fe de Valencia, Beltrán Giner se jubiló el pasado año y ahora ejerce la medicina privada en el Hospital Casa de Valencia. También es conocido su trabajo como organizador de diversos congresos de la especialidad.
¿Qué puesto ha desempeñado hasta su jubilación?
He sido jefe de sección de Neurocirugía y de las unidades de Cirugía Vascular Cerebral y de Base de Cráneo del Hospital Universitario La Fe de Valencia. Además de ejercer en el Hospital Casa de Salud de Valencia, donde sigo trabajando tras jubilarme. He sido perito judicial de neurocirugía durante diez años y en la actualidad lo soy a instancias de varios bufetes de abogados.
Además soy experto en Aneurisma cerebral, Cáncer de médula, Cirugía Endoscópica de base del cráneo, Malformaciones vasculares, Neuralgia del trigémino y tumores cerebrales.
¿Ser incluido en la lista de los diez médicos más recomendados por otros doctores es muy relevante?
La organización Top Doctors, de origen americano, se implantó en España en 2013. Su misión es encontrar a los mejores médicos que recomendaría y lo hacen a través encuestas realizadas entre médicos de todas las especialidades.
Desde 2014 yo figuro entre los especialistas más recomendados por otros médicos en la primera Edición de los Premios Top Doctors Awards. Ser incluido en esta lista me lleva a pensar que algo habré hecho bien para estar ahí. Es una forma de que te conozca más gente y también de que te lleguen más pacientes recomendados.
¿Qué avances se han producido en la neurocirugía?
Yo he asistido a lo largo de mi carrera a tres revoluciones en la especialidad, la última fue en 2004 con la aparición de la cirugía endoscópica de la base de cráneo, técnica mediante la cual se puede acceder a través de los orificios nasales a toda la base del cráneo, desde la zona frontal a la cara anterior de las dos primeras vertebras cervicales sin tener que abrir el cráneo. Por otra parte, en la medicina del siglo XXI se han producido otros avances espectaculares como el de la Medicina Regenerativa que estudia el tratamiento de enfermedades degenerativas con células madre del propio paciente. Yo estoy colaborando en el estudio de este tratamiento de enfermedades neurodegenerativas (Esclerosis Múltiple y Demencias). Lo esencial de esta terapia avanzada es que el paciente se convierte en su propio agente terapéutico.
¿Cuándo se podrá trabajar con células madre de forma generalizada?
En este momento se están realizando unos 4.000 trabajos experimentales al año y 500 trabajos clínicos en todo el mundo. Ahora estamos pendientes de que la Agencia Española de Medicamentos autorice las células madre para el tratamiento de las enfermedades degenerativas. En España se realiza el 40% de todos los trabajos clínicos que se desarrollan en Europa. De hecho, yo colaboro en la investigación de ensayos clínicos con células madre.
¿Se podrán aplicar estos avances en el sistema sanitario español?
A la Sanidad llegarán cuando se les convenza con números. Para crear la Unidad de Cirugía de Epilepsia en la Fe de Valencia hubo que convencer a la Administración al presentar el proyecto de lo que costaban los aparatos quirúrgicos y el coste de enviar un paciente fuera de la Comunidad Valenciana.
¿Qué efectos tiene el estrés en nuestro sistema cerebral?
El estrés es el desencadenante de todas las enfermedades cardiovasculares, mentales y de la ansiedad. Para combatirlo lo mejor es cambiar nuestra escala de valores y las metas que nos planteamos en nuestra vida. Debemos recuperar la cultura del esfuerzo y del trabajo bien hecho, de la amistad y del compañerismo y desterrar la de ganar dinero sin límites a costa de lo que sea.
¿Qué importancia da al trato que mantiene con el paciente?
El trato personal es muy importante, tú curas al paciente en un 50% hablando con ellos. La idea es que el paciente llegue tranquilo al quirófano, pues un paciente que se duerme con este estado se despierta tranquilo. La confianza con el médico y con el equipo que le va a intervenir es fundamental.
¿Se necesita algo especial para ser un buen neurocirujano?
Aparte de conocimientos, ser valiente, pues cuanto operas te encuentras en muchas situaciones inesperadas que hay que resolver de forma instantánea. No hay que perder la calma ya que la intervención depende de ti y de lo que transmites a tu equipo. Para ejercer bien la medicina la tienes que sentir, saber que lo que haces es trascendental. Es una de las profesiones que más satisfacciones da.
¿Habrá vivido también muchos momentos críticos?
Sí, se viven muchos momentos críticos por la patología de los pacientes, pero en esos casos la experiencia es la que te sirve. De hecho, estoy pensado escribir un libro, pues tengo muchas cosas que contar. En neurocirugía llevas una mochila a cuestas, incluidas las equivocaciones, ya que 43 años de experiencia dan para mucho, como el haber operado a 6.500 pacientes.
¿Cuáles han sido los últimos reconocimientos que le han concedido?
En 2015 el Instituto para la Excelencia Profesional me concedió un reconocimiento a mi labor profesional y compromiso con la Excelencia. Y en 2016 he recibido la Medalla de Oro Europea al Mérito en el Trabajo.
¿Qué otros premios ha obtenido a lo largo de sus 43 años de profesión?
El Premio Estrella de Oro en reconocimiento al prestigio profesional; la Medalla Europea al Mérito en el Trabajo, concedida por la Asociación Europea de Economía y Competitividad. Además soy miembro de asociaciones médicas privadas, miembro Fundador de la Sociedad de Neurocirugía de Levante (1977); y miembro activo de la Sociedad Española de Cirugía de la Base del Cráneo.
Tengo entendido que fue un buen estudiante.
Soy licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia (1971) con nota media de sobresaliente. También he realizado cursos de doctorado por la Universidad de Valencia (1971-1972 y 1973-1974). Fui un alumno becado y cuando terminé la carrera me dieron el Premio Nacional al Mejor Expediente de España de Medicina de becarios, motivo por el que el entonces Jefe del Estado, Francisco Franco me recibió en la recepción del 18 de julio de 1971 en el Palacio del Pardo junto a otros premiados.
En 1971 no había médicos formados para ir a los centros sanitarios, fue cuando se creó el Mir. En el primer examen oficial nos presentamos unos 3.000 médicos en toda España, yo saqué el número tres y al elegir hospital opté por la Fe de Valencia porque allí estaba mi novia, Enriqueta Gaos. Ella daba clases en la Universidad de Valencia de Filología Inglesa. Tenemos dos hijas abogadas, una de ellas residente en México.
¿Qué destacaría de su faceta como docente?
He formado a 24 neurocirujanos y he impartido clases a alumnos de quinto curso de Neurocirugía de la Universidad de Valencia durante trece años. Creo que es un privilegio tener este tipo de alumnos que hacen la especialidad, pues desde el principio son un público entregado, por eso desde el primer día les digo que no tomen nota y escuchen algo que no está en los libros.
Además me he encargado de organizar desde el primero al quinto Curso de Cirugía de la Epilepsia entre los años 2007 al 2011 en el Hospital Universitario La Fe de Valencia. Pero además he sido organizador de las primeras Jornadas de Cirugía Endoscópica de Base de Cráneo y del primer Congreso Nacional de Neurocirugía Funcional y Esterotáctica, en Valencia, ambos en 2010.
También formó parte del equipo médico en la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia en 2006.
El Arzobispado de Valencia se encargó de organizar la visita a Valencia del Papa. Se trataba del quinto Encuentro Mundial de la Juventud y me propusieron ser el cirujano responsable. Yo temblaba porque la visita fue en el mes de julio y hacía mucho calor por lo que temía que se produjese algún desmayo. Previamente mantuve una reunión privada con el médico personal del Papa, que nos informó del historial clínico del pontífice. Fue un acto muy bien organizado y casi todo lo que ocurrió fueron asuntos menores que se solucionaron inmediatamente.
¿Qué sintió al jubilarse?
Ya me hicieron esa pregunta y les dije que el respeto por la gente con la que he trabajado. Por ello, no cambiaría nada de lo que he hecho en mi vida. Estoy orgulloso de ser médico, es algo que ha culminado todas mis expectativas. Mi meta no era económica, era ser mejor especialista cada día.