INESCOP crea un programa para calcular los gases nocivos que se han producido en la fabricación de cada par de zapatos
El Instituto Tecnológico del Calzado y Conexas (INESCOP) ha desarrollado una herramienta informática que permite calcular la huella de carbono de cualquier modelo de calzado teniendo en cuenta todo su ciclo de vida. Esto supone una potenciación del ecodiseño y la mejora ambiental de las empresas que la utilicen, ya que hace posible cuantificar los gases de efecto invernadero, equivalentes a dióxido de carbono (CO2), que se producen como consecuencia del proceso de fabricación y saber qué etapas y materiales conllevan un mayor impacto ambiental y así poder reducirlo.
Esta herramienta permite conocer la huella de carbono de cualquier modelo de calzado desde la obtención de las materias primas hasta que el zapato ha sido utilizado y desechado. La Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) ha validado este programa basándose en los resultados del test piloto realizado por la empresa DIAN a través de la herramienta denominada "CO2Shoe". Este certificado acredita la veracidad del cálculo, reducción o compensación de las emisiones de gases de efecto invernadero, resultado del ciclo de vida de un producto.
El programa es sencillo e intuitivo, puesto que incorpora los principales materiales que pueden aparecer en el calzado así como los factores de emisión correspondientes, por lo que solo se han de introducir las cantidades de los materiales empleados y los consumos realizados y, de forma automática, la aplicación proporciona el resultado del producto analizado en forma de CO2 por cada par de zapatos.
La principal ventaja de esta aplicación es que supone una mejora ambiental por lo que puede ser utilizada como una herramienta de ecodiseño, lo que constituye un elemento de diferenciación con respecto a los competidores y para adelantarse a exigencias regulatorias.
La aplicación ha sido desarrollada gracias al proyecto europeo LIFE CO2Shoe "Huella de carbono de calzado", en el que INESCOP trabaja como coordinador junto a centros tecnológicos de Polonia, Portugal e Italia así como con la Confederación Europea del Calzado y la Federación de Industrias del Calzado Español. Además, cuenta con el apoyo parcial de la Unión Europea a través del programa LIFE y tiene prevista su finalización en septiembre de 2017.