Bar El Albero, comer como en casa
Si por algo se distingue al Bar El Albero es por la calidad de sus platos, que se cocinan con mimo, como en casa, con el objetivo de que sus clientes se deleiten con los sabores de siempre.
Uno de sus mayores atractivos es la espaciosa terraza de la que disponen en la calle Alféreces Provisionales, actual Aurita González González, número 6, pues los clientes pueden disfrutar del almuerzo, comida o cena relajados, lejos de los ruidos de los vehículos y con tranquilidad, además, los pequeños pueden jugar sin temor.
Al frente de este establecimiento está una familia muy trabajadora, que levantó el negocio casi desde cero después de un traspaso hace seis años. Entonces apenas tenían clientes, pero poco a poco sus mesas se han ido llenando hasta al punto en el que les visitan de fuera y ya se sienten como unos más del barrio, algo que agradecen, con su estilo alegre y familiar.
Sus propietarios son Mari Carmen Villaplana y Pedro González, quienes hace cinco años decidieron emprender y ponerse al frente de este negocio tras años en el sector del calzado y del transporte. Villaplana es una apasionada de la cocina que ha mamado este oficio, pues su abuela tenía un bar, El Ruedo, en la Plaza de Toros; su madre también trabajó en este negocio, por lo que se crió entre fogones.
Villaplana está especializada en comidas tradicionales como gazpacho manchego, fabada, guisado, rustidera, paella, entre muchos otros platos. Los postres, caseros, también, tienen muy buena acogida. Y todo al mejor precio, pues los menús entre semana son a ocho euros y los fines de semana, a diez.