Espectacular bajada de antorchas
La senda de los Reyes Magos ayer volvió a brillar de manera impresionante. Cerca de 250 antorchas, un centenar de fuego y el resto de tipo LED, iluminaron de un bonito y nostálgico color naranja el monte Bolón, aviso inequívoco de que sus Majestades de Oriente estaban preparados para la imponente Cabalgata que disfrutaron los eldenses. Y es que para la ciudad no hay una tradición más bonita.
Con la caída del sol, en torno a las 18 horas, se fueron encendiendo las antorchas en la cumbre de Bolón y sus portadores hicieron una larga fila para cumplir con su papel en la noche más especial de todo el año, la del 5 de enero. Así todas las miradas se fueron dirigiendo hacia el monte eldense, de forma que tanto los más pequeños como los adultos sentían la emoción heredada generación tras generación después de más de 60 años de tradición.
Delante caminaban quienes llevaban las antorchas de fuego y seguidamente los antorcheros con luces LED, las nuevas, que sorprendieron por la luz que desprendían, lo que hizo que desde abajo se vieran como si fueran fuego real. De hecho, el público comentó que desde el valle les recordaba por primera vez a las bajadas de antorchas de hace una década, cuando solo eran de fuego.
En esta tradición participaron personas de todas las edades, desde niños con sus familias hasta adultos a título individual o con amigos. Se pudo ver personalidades importantes de la ciudad como el boxeador olímpico José Quiles o ediles del Ayuntamiento. También subieron personas de la provincia, como una pareja alicantina con sus hijos que se quedaron prendados con la tradición.
Y es que esta es una práctica para la que no hay edad. La ilusión se siente por igual.
Madrugadores
Ascender a la cumbre del monte Bolón, a 652 metros, y llegar a la cruz es una tradición para muchos, pero no todos se esperaron hasta la tarde. Desde antes de las 9 de la mañana ya se podía ver a la población encaminarse hacia el monte desde todos los puntos de la ciudad.
Su ropa montañera era señal inequívoca de que iban con el propósito de cumplir con la tradición. Tras unos minutos en la cima, volvieron a bajar para comer y disfrutar de la Cabalgata de Reyes.
