Chelo Moya: “Ser fallero es una forma de vida”
Las Fallas ya han llegado. La expresidenta de las fiestas del fuego eldense, Chelo Moya, fue ayer la encargada de pregonar las Fallas de 2022, vuelven tras dos años de ausencia estrenando fechas al celebrarse a finales de septiembre. Aseguró desde el balcón del Ayuntamiento que “ser fallero es una forma de vida” ante cientos de personas que llenaron la Plaza de la Constitución. Este acto también se ha trasladado al sábado en lugar del miércoles previo a las fiestas.
Con emoción contenida, Moya demostró sentir una gran pasión por la fiesta y deseó a la ciudad que las viva al máximo: "Dsfrutad, bailad, abrazad, besad, reíd, pero sobre todo, sed felices y vivid al máximo las mejores fiestas de Fallas que son las nuestras”.
La pregonera, presentada por la fallera Beatriz Rico, admitió sentir que cumplía una deuda personal con el expresidente de Junta Central, Jesús Sellés, quien en 2007 le pidió pregonar la fiesta del fuego, algo que le fue imposible, por ello le dedicó el pregón a Sellés, algo que despertó el aplauso de los asistentes.
Aseguró que este año “que siempre será mío, es el año del reencuentro, el año en el que estrenamos fechas, el año en que volvemos a vivir las Fallas como siempre lo hemos hecho”. Realizó un recorrido por los días de fiesta y recordó la evolución de los trajes: en su niñez eran de valenciana y rememoró que Angelita Rico fue la primera mujer que “abandonó el traje negro de comisionista e introdujo en la indumentaria eldense el traje de huertana”.
“Los eldenses llevamos por bandera ser las últimas Fallas del calendario fallero. Nuestras máximas representantes son las Falleras Mayores y sus Damas de Honor y su indumentaria es el traje de novia alicantina, porque Tomás Valcárcel diseñó y creó este traje para nosotras y tenemos todo el derecho del mundo a llevarlo porque somos mujeres y somos alicantinas”, dijo y despertó el aplauso de la plaza.
Moya admitió no ser fallera de cuna, pues entró a los siete años en la comisión José Antonio Las 300, y a lo largo de su vida ha pasado por las comisiones de San Francisco de Sales, la desaparecida Gran Avenida, Huerta Nueva y su actual comisión, El Huerto, en la que, asegura, “ha encontrado su sitio junto a su hija Rebeca”.
De 2011 a 2015 fue presidenta de la Junta Central, etapa de la que está orgullosa: “Ahí están nuestros logros: la elección de las Falleras Mayores de Elda en la Plaza Castelar, nuestras seis máximas representantes vestidas de forma exquisita, la mascletá en el centro de la ciudad, nuestra rotonda, las fallas en el cole, el medio año fallero, y tantas cosas”.
Para Moya “las Fallas de Elda sois los que estáis ahí abajo escuchándome y acompañándome esta noche de preludio fallero; pero también los que nos precedieron, los que desde 1929 trabajaron año tras año para que hoy estemos donde estamos. No nos son desconocidos, son vuestros abuelos y vuestros padres quienes os inculcaron y os dejaron como herencia la pasión por las Fiestas del fuego. Tenéis la obligación de honrarlos y no hay mejor forma de hacerlo que transmitirles que esta fiesta es tradición a vuestros hijos”.
Cridà
Tras el pregón, las Falleras Mayores, Lucía Giménez e Imara Lencina, realizaron la tradicional Cridà. Ambas dieron el pistoletazo de salida de la fiesta, "las más esperadas de la historia". Dieron las gracias a los falleros por "luchar por la cultura y la tradición, por permanecer fuertes y por trabajar por la fiesta". Seguidamente la Acustic Band interpretó los himnos festeros mientras numerosos falleros se abrazaban y celebraban que "Elda ya está en Fallas".
Antes del desfile, el Ayuntamiento ofreció una recepción a los falleros en la Plaza de Arriba, después se trasladaron a la Plaza Castelar para tomar un refrigerio y bajaron en pasacalles hasta la Plaza de la Constitución.
El miércoles será la plantà de la falla oficial a las 20:30 horas y un día después, culminará la del resto de monumentos.