Los costaleros de los Santos Patronos esperan con ilusión la vuelta de las procesiones
Cuando concluyó la procesión del Cristo del Buen Suceso de 2019, nada presagiaba que las imágenes de los Santos Patronos no volverían a salir para procesionar por las calles de Elda en 2020 ni en 2021.
Eulogio Olivares es costalero desde el 2003, y en los últimos años acompaña a José Soler llevando el estandarte en las procesiones de la Virgen de la Salud y del Cristo del Bueno Suceso. El año pasado, tanto él como sus compañeros, entre los que también hay mujeres, no pudieron salir en la procesión, pero tuvieron un papel importante de apoyo de puertas hacia adentro, ayudando a que las misas se realizasen de forma segura en la iglesia Santa Ana, ya que algunas de sus tareas eran controlar los aforos, limpiar los bancos de forma constante y coordinar las distintas misas. Gracias a la labor de todos y también a la responsabilidad de los eldenses, no hubo contagios.
Olivares, al igual que el resto de los costaleros, pasan más de dos horas portando tanto a la Virgen de la Salud el día 8 de septiembre como al Cristo del Buen Suceso el día 9 y, aunque todos sufren de dolores musculares durante y después del acto, "te sientes realizado y privilegiado de poder ser portador de ambas imágenes", confiesa.
Él quiso ser costalero desde que era pequeño y veía las procesiones, mientras que algunos de sus compañeros son costaleros por tradición familiar. Lo cierto es que todos viven con mucha emoción esos días de Fiestas Mayores: "Se vive con solemnidad y con respeto, somos los pies de las imágenes y los que hacemos posible que la gente que no puede salir de casa pueda verlas", afirma el costalero.
Uno de los mejores momentos para Olivares y sus compañeros es el encuentro que ocurre en el salón parroquial de la iglesia Santa Ana justo antes de la procesión. En ese momento, o bien el presidente o bien el capataz hacen los "vivas" correspondientes y desean que todosalga bien.
Otro de los grandes momentos para todos los eldenses y para los costaleros es cuando suben a la Virgen por las escaleras de Santa Ana, mientras toca la Santa Cecilia y el capataz grita "al cielo con ella". En ese momento, todos los costaleros, ya dentro de la iglesia, extienden y alzan los brazos y trasladan a la Virgen de la Salud de vuelta al altar. Cuando termina la procesión, todos los portadores se funden en un abrazo emotivo después del gran esfuerzo realizado.
Este eldense, que espera continuar participando en las procesiones durante muchos años más, confiesa que lo que se vive en esos momentos es indescriptible, al igual que el instante en el que bajan las escaleras y da comienzo la procesión, o la parada en el Casino de Elda.Eulogio afirma que "al Cristo le pedimos buen suceso y a la Virgen le pedimos salud".