El sector de la hostelería vive unos Moros y Cristianos atípicos en Elda
Elda no celebra estos días los Moros y Cristianos 2020 debido a la crisis sanitaria que ha dejado el virus de la COVID-19. Las calles no se llenarán de mil colores, ni de olor a pólvora; la alegría y diversión no se van a respirar en una localidad que se paraliza para vivir al máximo esta fiesta. En su lugar, la gente va a aprovechar que se permite una mayor movilidad para reunirse, cumpliendo con las recomendaciones, y brindar por los próximos Moros y Cristianos en bares, cafeterías y cuartelillos. En estos establecimientos, las opiniones son muy diversas sobre lo que va a significar este año sin fiestas.
Algunas cafeterías perciben un aumento de la clientela con respecto a días anteriores: “Ayer jueves vino bastante gente y no dejamos que entren grupos grandes pero se nota que la gente tiene ganas de salir”, explica la propietaria de la Cafetería-Heladería Mira, Ana Martínez, quien ve con optimismo que “tras varios meses sin abrir, cualquier evento es positivo para la economía”.
Otros bares, al contrario, explican que el trabajo va a ser el mismo que en semanas anteriores. En la Cafetería-Cervecería Braulio comentan que llevan dos fines de semana abriendo y el trabajo no va a cambiar: “Tenemos reservadas varias mesas grandes pero no hay un cambio significativo a lo que hemos tenido en días anteriores”, explica la gerente del bar, Lorena Gil.
Todos los entrevistados coinciden en que van a notar la diferencia con respecto al año pasado: “Tenemos varias mesas reservadas de máximo nueve personas, pero no va a ser lo mismo que hace un año en estas mismas fechas”, comenta la jefa de cocina del BarTikismikis, Carmen García. En el Bar-Cafetería El Paseo de Javi estiman pérdidas de 1.000 a 1.500 euros este fin de semana en comparación con los Moros y Cristianos de otros años ya que “aunque se han reservado algunas mesas, la gente tiene miedo de entrar en el establecimiento. Prefiere quedarse en la terraza y nosotros tenemos nuestras limitaciones por las medidas de seguridad”, comenta María José García, propietaria del bar.
Algunos entrevistados creen que este fin de semana habrá más movimiento de gente en los bares y cafeterías. “En mi caso, tengo un grupo de más de 20 personas que son de un cuartelillo”, comenta Lorena Gil, de la Cafetería Braulio. Por su parte, la propietaria de la Cafetería Mira espera que “este fin de semana salga más la gente, sobre todo los jóvenes".
Cuartelillos
Pese a que se han aplazado los Moros y Cristianos, muchos cuartelillos están congregando a festeros este fin de semana, pequeños grupos de amigos que quedan para rememorar fiestas pasadas, para vivir con nostalgia un fin de semana que en nada se parece al que se estaría viviendo. Los cuartelillos cada noche estarían llenos a rebosar y la población viviría cinco intensos días en las calles en hermandad y fraternidad, porque si algo significan los Moros y Cristianos es precisamente eso, unión. Por otra parte, la gente en general está siendo responsable y cumpliendo con las medidas de seguridad.