lunes, 23 de diciembre de 2024

Ana Hurtado y Liliana Capó, dos mujeres pioneras que dejan sus cargos en la fiesta de Moros y Cristianos

En este 2018 dos grandes mujeres de los Moros y Cristianos dan un paso atrás, se marchan la presidenta de la comparsa Contrabandistas, Ana Hurtado, tras 19 años en el cargo y Liliana Capó tras ocho años como presidenta de la Mayordomía de san Antón
Marta Ortega
15 julio 2018
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Ana Hurtado y Liliana Capó, dos mujeres pioneras que dejan sus cargos en la fiesta de Moros y Cristianos
Ana Hurtado y Liliana Capó, ejemplo del esfuerzo y trabajo de las mujeres en Moros y Cristianos | Jesús Cruces.

Este 2018 dos grandes mujeres de las fiestas de Moros y Cristianos dan un paso atrás y dejan su cargo: la presidenta de la comparsa Contrabandistas, Ana Hurtado, tras 19 años, y Liliana Capó después de ocho años como presidenta de la Mayordomía de San Antón. Ambas tienen claro que es el momento de que entre gente nueva cargada de energía e ilusión para seguir engrandeciendo la fiesta que tanto aman. Se marchan satisfechas y contentas porque han conseguido engrandecer la fiesta, en concreto la comparsa de Contrabandistas y la figura de San Antón, que ahora es arropada en cada acto.

Liliana Capó se ha convertido en la primera mujer en desempeñar el cargo de presidenta de la Mayordomía de San Antón de Elda, tras otros cuatro años como vicepresidenta de la misma con José Javier Santa a la cabeza de la entidad. Para Capó fue una grata sorpresa que contasen con ella hace ya 12 años “fue idea de Santa, tiene un don especial y unió a un grupo de mayordomos que empezó de cero y que encajó perfectamente”. Esta fue la primera vez que ostentó un cargo en la fiesta, pues aunque ha pertenecido a la comparsa de Cristianos y Musulmanes, siempre fue como una festera más.

La todavía presidenta de la Mayordomía -hasta que el próximo 20 de julio Pedro García renueve su presidencia en Junta Central y elija a una nueva persona para el cargo-, se marcha satisfecha, con los deberes hechos: “San Antón es la parte religiosa de la fiesta, una tradición de la que no nos podemos salir, el espacio está acotado, pero creo que hemos sabido mantenerla y que ahora sean más los festeros que acompañan al santo anacoreta en cada acto; también tienen buena acogida los actos de la Media Fiesta, los niños estudian a San Antón en el colegio... Hemos conseguido acercar a los eldenses todavía más la figura de San Antón, transmitir que es un trozo de madera pero que tiene unos valores”.

Ana Hurtado ha dirigido la comparsa Contrabandistas durante casi dos décadas: en el año 77 entró a formar parte de la misma como festera, pero pronto, en el 81, ella y su amiga Nieves Rico decidieron que era el momento de un cambio, “que la fiesta no podía ser un mundo dirigido por hombres, pues no nos dejaban hacer nada, éramos las amigas, hijas o esposas. En un momento dado nos plantamos en una reunión decididas a ejercer un cargo y nos dijeron que sí de inmediato, lo que he de admitir que me sorprendió. Era una época distinta, había una sola mujer en la directiva, pero ella no decidía nada, nosotras con esfuerzo fuimos introduciéndonos, algunos nos decían ‘nenica, nenica, me estás tocando las narices’ -recuerda con una sonrisa- pero todo fue muy bien, desde entonces no he dejado la directiva”.

Hurtado ha pasado por todos los cargos de los Contrabandistas salvo uno, el de tesorera: “A mí las cuentas no me van”. Ahora tiene claro que, si quieren, seguirá ligada a su comparsa, pero en un segundo plano. Es la primera mujer presidenta de los Contrabandistas y la segunda presidenta de una comparsa de Elda, la primera fue la zíngara Magdalena Maestre.

Capó a la izquierda, Hurtado en el centro, junto a la estudiante Rosa Rocamora, únicas mujeres directivas de los últimos años | Jesús Cruces.

Ha conseguido muchos logros, como contar con una nueva sede. Con cariño recuerda que lo primero que hizo al tomar el cargo fue igualar a todo el mundo: en su comparsa, como en muchas otras, antes las mujeres pagaban menos, lo que conllevaba tener menos derechos como ir lejos de las bandas o no abrir o cerrar la comparsa en los desfiles. Lo tenía claro: “Todos, mujeres y hombres, debían tener los mismos derechos y obligaciones”. Y curiosamente solo hubo una persona en la asamblea que se quejó, una mujer, porque quería seguir pagando menos, el resto estuvo de acuerdo. “Esto era algo que ocurría en todas las comparsas y que la fiesta ya ha dejado atrás, ahora sería impensable, pero cualquiera que tenga cierta edad lo recordará”, explica.

Por su parte, Capó también ha roto moldes, pues fue la primera mujer presidenta de la Mayordomía. Algo que, según un mayordomo le aseguró “era impensable”. Todavía no comprende con qué lógica le dijeron aquello, supone que por costumbre, pero ella tomó el cargo sabiendo que podía, y lo ha demostrado, afirma satisfecha. Mientras que Hurtado todavía recuerda que en el primer acto de Capó, tenía frente a ella en un cartel que decía: "Presidente de la Mayordomía de San Antón", y ella misma cogió un bolígrafo y lo convirtió en "presidenta", era un logro y quería remarcarlo. 

En un mundo controlado antes por hombres y que ahora, curiosamente, empieza a tener más representantes femeninas que masculinos, ambas destacan por su labor y dedicación durante años. Pero parece que esa paridad todavía no ha llegado al máximo cargo, pues en las últimas fiestas solo tres de las once presidencias las ostentaba una mujer

Ambas recuerdan que los tiempos han cambiado mucho. Las mujeres y la sociedad también lo han hecho. Ahora es inimaginable, pero cuando eran jóvenes, ellas mismas se quedaron en casa para cuidar a sus hijos en algunos actos para que sus maridos pudiesen desfilar. Sencillamente comprendían que alguien se tenía que quedar con los niños y entendían que debían ser ellas, las mujeres, por costumbre, porque era lo que tocaba. “Ahora las cosas se comparten o se comparten”, bromea Hurtado, y apostilla: “Creo que somos la peor generación, pues ahora somos abuelas y volvemos a hacerlo, dejamos de desfilar para cuidar de los nietos y que sus padres puedan salir”.

Hurtado se pone sería y afirma que “todavía queda lucha, aún veo maridos que no ven bien que sus mujeres estén en directivas porque les quita tiempo de estar en casa, y lo dicen, en tono de broma, pero lo sueltan delante de todos. Es lo raro, pero se sigue dando, porque piensan que si alguien se debe sacrificar es la mujer, no el hombre”. Capó añade el dato positivo a las palabras de Hurtado al asegurar que cada vez hay más mujeres en las directivas: “Incluso a mí me costó más encontrar hombres que mujeres para la mayordomía”.

Reflexionan por qué razón hay más mujeres que hombres en las directivas, pero no ocurre lo mismo en las presidencias, Capó cree que “puede ser porque ni nosotras mismas creemos que podemos sacarlo todo adelante”. De hecho, en sus casos, ambas llegaron a sus cargos por casualidad, no porque se lo hubiesen propuesto porque se sienten más cómodas en un segundo plano, aseguran.

En Elda a las mujeres todavía les quedan algunas barreras por romper, Hurtado espera ver el día en el que sea una mujer la encargada de dirigir a los Cristianos o a los Moros en las embajadas, le encantaría ver a una mujer embajadora. Afirma que lleva años comentándolo, pero todavía no se ha dado el caso, aunque ella es paciente y espera que en algunos años ocurra.

Ambas afirman que ahora son más mujeres que hombres en las directivas | Jesús Cruces.

Se marchan a unos meses de una efeméride especial para Elda y los Moros y Cristianos, como es la celebración del 75 aniversario de las multitudinarias fiestas. Ellas lo disfrutarán al máximo, pero desde la barrera: Liliana lo hará con su escuadra "Pepi Hernández" de los Moros Musulmanes, que acaba de cumplir 50 años; y Ana, muy probablemente con sus “Pochas”, que fue la escuadra con la que empezó y a la que, aunque en los últimos años no ha podido desfilar con ella, planea reunirse para participar en una fecha tan importante como es la de los 75 años de las fiestas de Moros y Cristianos.

Cierran un ciclo y se van contentas, Liliana Capó afirma que su etapa ha llegado a su fin porque cuando entró tuvo claro que era para un periodo máximo de ocho años. Se lleva muchos amigos y recuerdos muy positivos. Por su parte, Ana Hurtado bromea al explicar que se debía haber ido hace cuatro años, pero le pidieron que se quedara, y debido a su situación personal decidió seguir adelante, pero ahora prefiere hacerse a un lado.

Ambas desean animar a las mujeres, pero también a los hombres, a que se apunten a las juntas directivas de las fiestas, lo que permite conocer los entresijos de los Moros y Cristianos, lo que ha sido lo más bonito para ellas.  Dejan así que sean otras personas las que tomen las riendas de la comparsa de Contrabandistas y la Mayordomía de San Antón, que durante tantos años han mimado y hecho crecer.

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