La unión y el sentimiento fallero protagonizan el pregón en el inicio de las fiestas del fuego en Elda
Elda ya está en Fallas. Con el emotivo pregón de Vicente Ferrándiz, fallero de cuna y de corazón, la ciudad se sumergió anoche en cuatro días en los que la pólvora, los monumentos, las mantillas, las faldas, chalecos y la hermandad protagonizan cada minuto, tiempo que pasa con suma rapidez y los falleros disfrutan al máximo. El pregonero resaltó la capacidad de los falleros "de sobrevivir a tantos avatares y cambios", por lo que resaltó que "nos han hecho únicos a lo largo del tiempo". Este acto fue seguido por unas 300 personas.
El pregonero aseguró sentirse la persona "más feliz del mundo" al poder iniciar las fiestas que considera más importantes ya que durante toda su vida ha participado en las ellas. La pasión por las Fallas la heredó de su padre, Vicente Ferrándiz Busquier, fundador de la falla Fraternidad. Y puede presumir de ser el primer presidente infantil de la Falla San Francisco de Sales así como presidente adulto durante varios años. Unas fiestas que "con el transcurrir de los años hemos sido capaces de llevar a unos niveles exquisitos, inimaginables hace un puñado de años".
Ferrándiz se mostró orgulloso de formar parte de las Fallas de Elda, "las más peculiares de todas las fiestas del fuego, con una identidad propia e intransferible", y bromeó al recordar cómo "hubo un tiempo en el que no nos entendían ni en Valencia ni en Alicante, siempre nos decían lo mismo: '¿Cómo sois fallas y vestís el traje oficial de novia alicantina?' Y es porque no conocían el tesón de los falleros de Elda".
En su discurso, el pregonero realizó un viaje a lo largo de cerca de 60 años, desde la constitución de la Junta Central en 1959 hasta el desfile que tuvo lugar este mismo año en Murcia, símbolo de cómo año a año estas fiestas del fuego siguen creciendo. Ferrándiz recordó el accidente que en 1973 destruyó la imagen del anterior patrón de las fiestas, San Pedro, así como el cambio de junio a septiembre de la celebración de las fiestas en 1977 o el nombramiento de los nuevos pregoneros de las fiestas, San Crispín y San Crispiniano en 1989.
El fallero destacó la labor de cada uno de los festeros, pues aseguró que "la gente es quien hace que las cosas pasen y que un sueño se haga realidad, los falleros obráis el milagro, siempre arriesgáis, con esfuerzo físico y económico, pero ahí estáis firmes y trabajadores". De Fraternidad destacó su longevidad; de Estación, su continua innovación; de El Huerto, su compromiso; de Huerta Nueva, su implicación; de San Francisco de Sales, el siempre estar en la brecha; de "Las 300", su valentía; de Trinquete el ser el motor festero; de Zona Centro, su familiaridad; y, por último, la fidelidad de Ronda San Pascual. Cada comisión aplaudió las palabras del pregonero que con alegría y cariño las citaba.
También afirmó que el espíritu fallero "del que tanto se habla es lo más importante que tenemos, los valores, la integración, la participación, la responsabilidad y el esfuerzo".
Vicente Ferrándiz finalizó su discurso invitando a los falleros a "sacar las faldas, mantillas y chalecos, llenad vuestras casas y la ciudad de fiesta, porque las Fallas ya están aquí".
Este acto lo cerraron las Falleras Mayores de Elda, Esther Carbonell Pérez y Andrea Rico Beamud, quienes realizaron la tradicional cridá que da comienzo a las fiestas del fuego. Ambas estuvieron acompañadas por sus Damas de Honor, las jóvenes María del Mar Grimaldos Martínez y Rebeca Salguero Moya y las niñas Ainhoa Amorós García y Candela Ferriz Martínez.
El lanzamiento de los fuegos artificiales mientras sonaba el himno de las Fallas anunció a toda Elda que las fiestas del Fuego han llegado. Tras el acto el alcalde de Elda, Rubén Alfaro, las Falleras Mayores y el pregonero firmaron en el Libro oficial de Firmas de la Junta Central de Fallas.