Las Falleras Mayores Esther Carbonell y Andrea Rico confían en vivir un año "perfecto e inolvidable"
Una joven y una niña han escrito su nombre en fuego en la historia de las Fallas de Elda. El pasado sábado proclamaron Fallera Mayor adulta y Fallera Mayor infantil a Esther Carbonell Pérez, señorita de 22 años de Zona Centro y Andrea Rico Beamud, niña de 11 años de la falla Estación, respectivamente. Ambas inician con emoción e ilusión un año en que aseguran llevarán con orgullo el nombre de Elda, sus Fallas y sus costumbres allá donde vayan, un año que esperan "sea perfecto e inolvidable".
Este viaje no lo realizarán solas, sino que estarán acompañadas por sus Damas de Honor, las señoritas María del Mar Grimaldos Martínez, de la falla San Francisco, y Rebeca Salguero Moya, de Huerta Nueva; mientras que las Damas de Honor de Andrea Rico son Ainhoa Amorós García de Zona Centro y Candela Ferriz Martínez de El Huerto. Tanto Rico como Carbonell admiten sentirse afortunadas por contar con estas compañeras.
La gala de elección de las Falleras Mayores y sus Damas de honor fue el culmen de un proceso que duró cerca de un mes en el que un jurado conoció a las chicas y escogió a las Falleras Mayores entre las 12 candidatas. "Durante todo el proceso se pasan nervios, pero sin duda los últimos minutos son los más sufridos. Mi nombre fue el último en sonar de las tres elegidas, si soy sincera solo recuerdo haber escuchado mi nombre como Fallera Mayor, fue impresionante, el resto estaba tan nerviosa y emocionada que no lo recuerdo bien. Ahora estoy viendo muchos vídeos y me emociono tanto como en aquel momento" asegura Esther Carbonell.
Andrea Rico admite que "cuando escuché mi nombre no me lo creía, estaba súper emocionada, si ya fue increíble ser una de las tres elegidas, ser nombrada Fallera Mayor Infantil es genial, estoy encantada".
Ambas llevan ligadas a las fiestas desde pequeñas, Andrea bromea al asegurar que "me apuntaron a Estación desde que estaba en la barriga de mi madre, mis padres también pertenecen a la fiesta, por ello me han inculcado el amor y la pasión por las fiestas"; por su parte Carbonell decidió apuntarse en el año 2000 a Zona Centro, un año después de su creación, desde entonces ha estado vinculada a las Fallas.
A estas dos falleras el fuego les corre por las venas y cada año viven con emoción los actos. Dentro de las fiestas cada acto es singular y especial, pero el más especial para Andrea es "la entrega de premios, se viven momentos de pura emoción, todos nos reunimos en la plaza, expectantes, muy nerviosos por saber quién ganará". Esther Carbonell puede decir qu acto le gusta más: "Me gustan todos, si tuviese que quedarme con uno... quizá sería con la plantá, la espera porque llegue el camión, ver por primer vez tu falla, es muy ilusionante. Pero todos los actos tienen algo especial, la ofrenda es preciosa, la cremá es el inicio de un nuevo ciclo, todo tiene su encanto. Este año será diferente, como Falleras Mayores la cridá es lo que viviremos con más emoción".
Cada niña y señorita fallera sueña con escuchar su nombre como máxima representante de las fiestas del fuego, Carbonell ha dedicado "toda la vida a las fiestas, este es el máximo cargo al que aspirar, no podría estar más contenta". Sin duda "el apoyo de mi familia, comisión y amigos es esencial, sin ellos no estaríamos aquí", añade Rico.