El Nazareno, una imagen con cuatro siglos de historia
Entre las tallas que procesionan cada Semana Santa por las calles de Elda, emocionando y consiguiendo la admiración de los más devotos, hay una que destaca sobre el resto: Nuestro Padre Jesús Nazareno. Esta imagen fue la única que consiguió sobrevivir a la destrucción de las tallas en el verano de 1936, durante la Guerra Civil de España.
Pese a que no se conoce la fecha exacta en el que el Nazareno llegó a Elda, todo apunta a que fue a principios del siglo XVIII. La única referencia que se tiene sobre este hecho se encuentra en un manuscrito de Lamberto Amat. En este texto Amat asegura que fue su abuelo quien a principios del siglo XVIII "se trajo de la capital del Catolicismo la hermosa escultura de Nuestro Padre Jesús Nazareno, a la cual desde entonces se le rinde ferviente culto en el oratorio de mi actual casa de habitación...".
Tras la destrucción de imágenes religiosas en el verano de 1936, surgieron innumerables rumores en los que se afirmaba que imágenes como la Virgen de la Salud había logrado conservarse, pero todas ellas resultaron ser leyendas, puesto que la única talla que no fue destruida fue la del Nazareno. Esto le confiere un valor no solo histórico sino también sentimental. Cada Semana Santa los devotos que conocen su historia admiran al Nazareno sabiendo que es la misma imagen que los eldenses han visto pasar desde principios del siglo XVIII.