Susana Esteve: "Elda y la provincia están en deuda con Solveig Nordström”
Solveig Nordström (1923-2021) fue una arqueóloga sueca que visitó Elda en los años 60 con el objetivo de recabar datos para la tesis doctoral que estaba escribiendo sobre la cerámica ibérica pintada en la provincia de Alicante, ya que el Monastil era uno de los yacimientos que quería conocer. La directora del semanario Valle de Elda y profesora, Susana Esteve, ofrecerá mañana lunes a las 19:30 horas en el salón de actos del Museo del Calzado una charla titulada Solveig Nordström, una gran mujer y arqueóloga en el valle de Elda, que se enmarca en el ciclo de conferencias “Los lunes son de la UNED” que la sede de la Universidad de Educación a Distancia ofrece a la población.
“Solveig fue como un caballero andante de la arqueología entre los años 1955 y 1973 ya que esta mujer tímida y valiente decidió venir a España ella sola en contra de la opinión de sus profesores de la Universidad de Estocolmo, y estudió los iberos y su cerámica pintada, que era un campo casi virgen entonces”, afirma Esteve, quien añade que “Elda y la provincia están en deuda con ella porque su trabajo concienzudo e innovador fue fundamental para que la cerámica ibérica se valorara y marcó las líneas de la moderna arqueología sin que todavía hoy se sepa que fue ella una de las precursoras”.
La arqueóloga sueca ha pasado a la historia de Alicante, sobre todo, por su valentía al impedir que desapareciera el yacimiento ibero romano de Lucentum ya que decidió tumbarse en el suelo delante de las excavadoras que iban a derruirlo para construir un hotel destinado a los turistas. “La prensa se hizo eco de su hazaña y consiguió que hoy podamos visitar este importante enclave que dio origen a la ciudad de Alicante”, indica Esteve. “Su tesis doctoral en dos tomos fue brillante y marcó una nueva metodología en los estudios arqueológicos, pero pasó desapercibida por varias razones, así que tuvo que abandonar la arqueología porque se moría literalmente de hambre”, concluye.
Cuando llegó a Elda para conocer el yacimiento del Monastil, “los miembros de la Sección de Arqueología del Centro Excursionista Eldense la recibieron con interés y, a la vez con sorpresa, ya que no era frecuente que una mujer viajara sola en aquella época; todavía era más extraño que a una sueca le interesara la cerámica ibérica; además, la arqueología era una disciplina generalmente masculina”, afirma Susana Esteve.
Nordström aportó un rasgo diferencial al yacimiento ibero romano del Monastil: “Con su gran sensibilidad y formación, en seguida identificó los rasgos únicos de un alfarero muy especial que dibujaba los animales y las personas de una manera diferente a los dos estilos conocidos de la pintura cerámica ibérica hasta entonces, así que bautizó a su autor como el Maestro del Monastil”.
Susana Esteve entrevistó a Solveig Nordström para el semanario Valle de Elda hace diez años y decidió que la ciudad debía de conocer a esta gran mujer, así que junto con la Fundación Paurides, la invitaron en 2014 para que diera una charla sobre El Maestro del Monastil. El éxito fue enorme y no dejó indiferente a nadie.
La ponencia de mañana versará sobre la vida de Solveig Nordström en sus tres etapas: “Solveig vivió muchos años y en su vida he diferenciado tres grandes etapas, ya que después de abandonar la arqueología, se sumergió en el mundo de la danza y del yoga, y posteriormente buscó respuestas a la vida después de la muerte cuando falleció su marido ya que se quedó devastada”.