martes, 24 de diciembre de 2024

Negocios que crecen al pasar de padres a hijos gracias a la dedicación y la apuesta por las nuevas tecnologías

Julia Moraga
31 marzo 2016
8.471
Negocios que crecen al pasar de padres a hijos gracias a la dedicación y la apuesta por las nuevas tecnologías
Empresas de Elda y Petrer que han pasado de padres a hijos, o incluso vienen de sus abuelos.

El relevo generacional en empresas de distintos sectores de Elda y Petrer está garantizado, como se puede observar en este especial que el periódico Valle de Elda ofrece esta semana a sus lectores.

Las claves del éxito de estas empresas son el trabajo incansable de las personas que las impulsaron, pero que han tenido continuidad tras la incorporación de sus hijos, una nueva generación formada por jóvenes emprendedores, mejor preparados que sus antepasados, que han sabido mantener la impronta que les dejaron sus abuelos o bisabuelos en algunos casos.

Son empresas del sector de la alimentación, el calzado, la construcción y la restauración que gozan de un gran prestigio en Elda y Petrer. Todas ellas dirigidas por hombres y mujeres empresarios que están dispuestos a afrontar los restos que imponen las nuevas tecnologías, los mercados y una clientela cada vez más exigente.

El relevo generacional de Brenda Zaro ha hecho posible la expansión de la firma en los mercados internacionales

Hace 25 años Fermín Amat y José Molina, que ha fallecido, crearon la empresa.

La empresa Brenda Zaro fue fundada hace 25 años por Fermín Amat González y José Molina Albero, que ya ha fallecido. Al principio, cada uno compaginaba su propio trabajo, uno como encargado de cortado y otro como oficinista, con la sociedad que habían creado. Entonces únicamente hacían zapatos para mujer de ancho especial.

Posteriormente, contactaron con una empresa holandesa y comenzaron a hacer un zapato de bottier de mujer, que con el paso de los años se ha convertido en el producto estrella de la firma.

Fueron años de mucha dedicación y lucha diaria, pues trabajaban incluso los sábados por la mañana, hasta que la empresa se consolidó. Una anécdota de esos años fue que, curiosamente, en la década de los 70 cuando se pusieron de moda las cuñas de corcho, Fermín Amat González viajó en un Seat 600 hasta Extremadura para comprar corcho, y para traer la carga, él mismo acompañó con su turismo al camión con la carga de corcho hasta nuestra ciudad.

La empresa tuvo años en los que funcionaba muy bien y se trasladaron al Polígono Industrial Campo Alto, siendo una de las primeras empresas en instalarse en esta zona de expansión industrial de la ciudad.

El cambio generacional en esta empresa fue muy sencillo puesto que los hijos de los dos socios han asumido las riendas del negocio. El primero en incorporarse a la firma fue Fermín Amat Juan hace unos veinte años, mientras que su hermano Israel Amat Juan y el hijo del otro socio, José Molina Gran, lo hicieron hace quince años.

Las funciones que han asumido los herederos del negocio son las mismas que realizaban sus padres, es decir, los hermanos Amat Juan en la parte comercial y Molina Gran en la administración de la empresa. Juntos han conseguido que la compañía sea líder en el sector del calzado.

Sus productos se distinguen por calidad, diseño y comodidad, con presencia internacional en toda Europa, donde han experimentado su mayor crecimiento en los últimos años. El reto de la firma es lograr la expansión del negocio a los mercados de Estados Unidos y países asiáticos.

Otro de los objetivos de Brenda Zaro es estar presente en las redes social, por lo que disponen de una interesante página web. Además, cada uno de sus pedidos incluye undisplay con publicidad de la marca e imágenes de los modelos de sus zapatos.

Salones Indalo acoge todo tipo de celebraciones en un espacio moderno, amplio y familiar

Actualmente Salones Indalo ha modernizado sus instalaciones.

Salones Indalo tiene su origen en 1983 cuando era un bar de un barrio modesto en la localidad de Petrer. Entonces disponía solo de diez mesas y una pequeña cocina tradicional. Con el paso del tiempo, la familia vio la posibilidad de gestionar un salón de banquetes, conocido como El Chaflán, donde comenzaron a servir banquetes, era un local ubicado en la zona de la Foia, que dirigieron durante diez años.

Fueron unos comienzos duros, en los que la familia trabajaba para hacerse un hueco en el sector, ofreciendo una cocina mediterránea, así como un trato cercano. Con tesón y dedicación consiguieron ser un referente de calidad y excelente servicio.

Actualmente disponen de un local cerca del antiguo Chaflán, pero en unas instalaciones totalmente reformadas, amplias y luminosas, con tres cocinas, cuatro salas independientes y zona infantil. Su nueva decoración es moderna, acogedora y dispone de un aforo para mil personas.

Sus inicios fueron en el bar El Chaflán ofreciendo comida tradicional.

Su acceso es directo desde la autovía 31, dirección Madrid-Alicante, lo que le proporciona un plus de comodidad para acoger a visitantes procedentes de otras poblaciones.

El negocio da trabajo a nueve familias que comenzaron a trabajar en el primer restaurante. Otra de sus características es que se surten de materias primas de gran calidad y sus proveedores son en su mayoría de la comarca, de forma que sirven género de la tierra. Y sus menús se adaptan a las necesidades del cliente.

Las ceremonias actualmente tienen un carácter más moderno y en ellas se cuidan al máximo todos los detalles. También se encargan de celebrar cumpleaños en la zona infantil para lo cual disponen de un espacio de más de doscientos metros cuadrados en los que los pequeños disfrutan al máximo.

En 2014 abrieron una línea de formación para realizar cursos de hostelería y turismo del Servef. Además, se está homologando una cocina que permitirá ampliar su oferta de formación.

Asimismo, los Salones Indalo acogen habitualmente comidas y cenas de distintos colectivos y organizaciones de diverso tipo, haciendo de cada evento un momento especial e inolvidable.

Prueba de su trabajo impecable es que Fotur, la Federación de Ocio, Turismo y Juego de la Comunidad Valenciana, ha premiado la gran calidad y servicio que les caracterizan. Durante la 41º Gala anual de empresarios de FUTUR que tuvo lugar el pasado1 de marzo en Valencia , se premió a Salones Indalo en la categoría de empresas. Con este galardón se reconoce la experiencia en la calidad, servicios y su labor, tal y como viene recogido en el diploma que se les entregó a sus propietarios, la familia Arenas.

Persaga dispone de una amplia gama de productos de acabado de calzado con gran aceptación en el mercado

Actualmente la empresa se ubica en el polígono Finca Lacy.

José Sánchez García comenzó a trabajar en su juventud como técnico en varias empresas de productos químicos, colas y acabados. En los años 50 decidió crear su propio negocio enfocado a este tipo de actividad que, después, continuó su hijo Francisco Sánchez García y actualmente el hijo de este, Francisco Sánchez Almarcha.

Desde sus comienzos de la mano de José Sáncez García, la firma ha evolucionado en el sector del acabado del calzado, pues en principio se dedicó a la fabricación de tintas para el acabado de suelas, cuero y tacones, así como productos para su limpieza.

Posteriormente, Francisco Sánchez García hijo mostró el mismo talento innato que tenía su padre para el negocio. De forma que, pocos años después, se unió al proyecto iniciado por su padre. A partir de ese momento, Francisco Sánchez desarrolló una nueva línea de productos para reparación y acabado de la piel. Dicha línea de productos llega al cliente de forma revolucionaria ya que comenzaron a personalizar los acabados según las necesidades del cliente, además de fabricar acabados técnicos en materia de curtición.

Tras la retirada de Francisco Sánchez García al frente de la empresa, tomó el relevo su hijo Francisco Sánchez Almarcha, quien lleva en la firma más de veinte años, y fue entonces cuando vio la posibilidad de ofrecer una serie de artículos para calzado para el acabado del zapato en su fase final.

Con visión de futuro, la firma decidió aplicar todo lo aprendido durante más de 50 años, y lanzaron una serie de productos dirigidos al mercado del consumidor final, utilizando su experiencia y la calidad de sus productos para la reparación del calzado.

Actualmente podemos encontrar sus productos en cualquier tienda especializada en el sector de la reparación. Son artículos que puede utilizar cualquier persona para reparar los zapatos desgastados.

Debido a la repercusión que han tenido estos productos en el mercado, la firma Persaga se distribuye a escala nacional e internacional en países como Hungría, Francia, China, Nigería, India, Portugal y Bélgica, entre otros.

Persaga dispone de una amplia gama de productos, todos relacionados con el acabado del calzado, como tintas para suelas, tintas para tacones, acabados marroquinería, cuidado de la piel, limpieza del zapato, resinas de laminado de pieles, artículos para el calzado (palillos, papel o bolsas) y acabados para el zapato (brillos y cremas).

En este momento, Persaga ofrece la posibilidad al cliente final de tener siempre sus zapatos como recién salidos de fábrica. Este tipo de productos está teniendo una gran acogida y demanda. Como expansión en un futuro próximo está previsto poner en marcha una planta de envasado, por lo que han invertido en la maquinaria necesaria de llenado, envasado y etiquetado del producto.

Cabe resaltar que la empresa ha sufrido en estos años dos graves incendios, uno fue declarado siniestro total y otro fue parcial, causando graves daños en sus instalaciones, perdiéndose la documentación gráfica de la firma.

Con el afán de diversificar el negocio y crear un grupo de empresas, cabe añadir que desde el año 2011, Productos Persaga viene apostando por la implantación de dos nuevas empresas: Perver Suministros, fabricación y distribución de productos de limpieza e higiene industrial, así como productos para hostelería; y Air Nereas Gas, distribución de gases técnicos linde.

El horno de Pedro Amat mantiene la tradición iniciada por sus abuelos en la elaboración de pan y repostería

Pedro y María Amat, hijo y nieta del fundador.

Pedro Amat y su mujer Herminia Pérez abrieron en las navidades de 1939, en la calle Mayor de Petrer, su propia panadería con horno de leña, elaborando ellos mismos todos sus productos de forma artesanal como se hacía antaño, y como se sigue haciendo en esta conocida panadería, aunque con los años se han incorporado nuevas recetas, pero siempre elaboradas con el mismo cariño, mimando siempre a sus clientes.

En el año 1952 se trasladaron a su actual emplazamiento en la calle País Valenciá, introduciendo en esos años algunas máquinas para facilitar el proceso de elaboración del pan, pero manteniendo la tradición de amasar el pan y el horneado de forma manual, respetando las recetas de toda la vida.

Asimismo, desde el principio, este tradicional horno de pan se caracteriza por utilizar materias primas de primera calidad. Ahora es su nieta María y su marido José quienes, después de 75 años, siguen la impronta dejada por sus abuelos y a base de mucho esfuerzo y trabajo han logrado mantener este negocio familiar.

Para María y su marido José habría sido imposible lograr lo que han conseguido sin la ayuda indispensable de los padres de ella, Pedro Amat, hijo del fundador del negocio, y su mujer Julia Amat, dos grandes profesionales de la panadería que, con tesón y trabajo, siguieron el negocio que habían emprendido años atrás Pedro y Herminia, y en el que trabajaron hasta su jubilación, transmitiendo a sus sucesores lo que ellos habían aprendido a su vez.

Actualmente, Pedro y Julia continúan supervisando y ayudando en todo lo que pueden en esta panadería local, con el fin de que el negocio siga prosperando y no pierda la esencia de lo que fue en el pasado, un horno tradicional y familiar como quedan pocos.

Esta tercera generación de panaderos de Petrer están orgullosos de haber conservado la tradición artesanal de la empresa que abrieron sus abuelos, en la que han conservado el horno de leña pese al trabajo que ello conlleva, y agradeciendo siempre a sus clientes de Petrer, Elda y poblaciones de los alrededores, que sigan confiando en ellos.

La panadería se encuentra en la calle País Valenciá, número 19, de Petrer, un negocio en el que intentan agradar y mimar a sus clientes, con sus especialidades: tortas de manteca y aceite, pastas caseras, toña de patata, mantecados, almendrados, polvorones, bizcochos, rollos de amor, panes especiales y otros productos artesanales entre dulces y salados elaborados con almendras, aceite, harina y huevos, todos deliciosos y de gran calidad.

Historia de la familia Herrero y su larga relación con las hormas para el calzado

Pepe Herero Encina en la fábrica de Monóvar.

Hablar de la familia Herrero y su relación con el mundo de las hormas para calzado sería muy difícil sin recordar su fuerte vinculación con la antigua fábrica de Hormas Aguado, situada cerca del río Vinalopó, en el barrio de la Estación de Elda, y desde hace años prácticamente en estado de ruina. En su tiempo fue una de las fábricas más importantes de la población. En la segunda década del siglo XX, Pepe Herrero Esteban, alias “El Perdigote”, originario de la vecina población de Sax, comienza a trabajar en la fábrica de los Aguado. Un tiempo después le siguen su hermano mayor Lorenzo y su cuñado Francisco Barceló "el tío Kiko".

Con los años Pepe Herrero se convertirá en el encargado y persona de confianza de la familia Aguado. Dominaba varios oficios de las hormas y tenía una gran pasión por la profesión que perduró hasta su jubilación, una muestra de ello es la colección que realizó de hormas en miniatura, hoy expuestas en el Museo del Calzado. Al año de finalizar la guerra civil nace su primer hijo varón, Lorenzo Herrero Encina, que sera conocido como Pepito o Pepe Herrero, como su padre; casi nace dentro de la fábrica, pues el chalet donde vivía la familia estaba situado dentro del jardín de la propia fábrica. Pepito aprende el oficio de modelista (diseñador) de su padre y de Vicente Bañón, que era el modelista de hormas en aquel tiempo.

A principios de los sesenta Pepe Herrero padre crea una empresa de “Reforma de hormas” para su hijo, abandonando la fábrica este último. En un principio está en la calle Tenería y años después la trasladan a la calle Legionarios. Sobre mediados de los sesenta, Pepe Herrero hijo vuelve a hormas Aguado, esta vez como modelista. A finales de los setenta y principios de los ochenta cierra Hormas Aguado y se crea TLAPSA la nueva empresa de hormas que sustituye a Hormas Aguado. Ahora Pepe Herrero se convierte junto a la familia Aguado en socio de la continuación de la fábrica que le vio nacer. En todos estos años adquiere una gran experiencia como modelista, ya que coincide con la llegada a Elda de las primeras grandes compañías norteamericanas, además de firmas nacionales de gran renombre como Uniroyal o Gorila.

Juan José, Natalia y Lorenzo Herrero en la empresa de Elda.

En 1983 Pepe Herrero abandona TLAPSA y ya toda vinculación con los Aguado y monta su propia fábrica de Hormas. Durante tantos años, han pasado más de una decena de familiares en dos generaciones por la fábrica de Aguado, entre ellos Lorenzo Barceló Herrero, que en los cincuenta abandona la fábrica de Aguado y funda en 1960 una fábrica de hormas en Villena, que actualmente llevan sus descendientes. La nueva fábrica de Pepe Herrero se sitúa en Petrer en el barrio de San José, aunque en 1985 se traslada al polígono Campo Alto de Elda, siendo la segunda nave que se construye en dicho polígono y actualmente la empresa mas antigua.

Comienzan unos buenos años para la fábrica y además se va incorporando progresivamente la tercera generación, José Lorenzo en los temas técnicos y de producción, Juan José como modelista siguiendo los pasos de su padre y Natalia en la administración. En las décadas de los ochenta y noventa, con las compañías norteamericanas como la US Shoes, Caressa, Stuart Weitzman, Nina, Unisa, Kickers,etcétera, la empresa está en pleno auge, realizándose grandes producciones de hormas. La presencia de estas compañías enriquece muchísimo el “saber hacer”, ya que los directivos, técnicos y diseñadores son de diferentes nacionalidades (Estados Unidos, Alemania, Italia o Francia) aportando nuevas ideas y conocimientos de otras escuelas y culturas del calzado. En estos años se invierte en tecnología e investigación junto con institutos como INESCOP o el IBV (Instituto de Biomecánica de Valencia): estudios relacionados con los pies y las hormas, equivalencias de tallas de calzado, aplicaciones informáticas de cálculo de medidas de hormas, automatización de procesos y maquinaria. Sin duda, uno de los proyectos estrella se realizo junto a INESCOP, el diseño y fabricación de hormas por ordenador. Con este proyecto los beneficios a nivel económico no fueron significatos, pero sí constituyó un hito y satisfacción al ser los primeros hormeros en trabajar con un sistema que ha revolucionado la manera de fabricar el calzado a nivel mundial.

En 1996, después de varios meses de negociaciones, se adquiere toda la maquinaria de una fábrica de hormas mítica “Sterlinglasts Corporation”, concretamente la planta de Nueva York. Unos años después también se compra parte de la planta de Tennessee. En el 2003 se amplía la producción con una nueva fábrica en Monóvar en el polígono del Pastoret.

En 1999 parte de la fábrica sirve de escenario para un documental sobre calzado de una productora norteamericana y en 2008 para la promoción en televisión de la campaña de FICE “Zapatos de España”. En 2002 se presenta en la gala de los Oscar “El zapato más caro del mundo” de Stuart Weitzman, realizado con nuestra horma "Oscar". En 2005 se produce una separación de empresa quedando en campo alto la empresa Export-Horma S.L. con una planta de inyección y otra de fabricación y Horma Tendencia S.L. en Monóvar, igualmente con una planta de fabricación y otra de inyección.

Mármoles Beltrá y Sanz, padres, hijos y nietos trabajando la piedra desde 1969

El fundador Eduardo Beltrá realizando un panteón en el Cementerio de Elda

Me piden escriba sobre padres e hijos en la empresa, y me agrada, pues me permite unir recuerdos de cuando yo aprendía de mi padre. Luego él falleció y seguí solo, para más tarde enseñar a mi hijo; en este párrafo he ido en dos líneas desde 1969 al 2016 como si no hubiera llovido.

Yo recuerdo cuando mi padre Eduardo Beltrá Mira abrió el taller de elaboración de piedra y mármol en lo que antes se llamaba Petrel, en el año 1969. Los primeros trabajos de importancia que se realizaron en Elda, los mármoles de la fábrica de calzado Kurhapies de su amigo Juan, en paz descansen los dos. También le realizamos en el entonces único cementerio de Elda el panteón familiar, obra de gran envergadura y diseño, de la que incluso en la actualidad se puede apreciar su relevancia, con vidrieras de diseño, con portaladas de forja y bronce y con un gran mural obra del afamado escultor alicantino de la época Gutiérrez, realizado en mármol italiano Gris Bagdiglio. Como puede verse en la fotografía, aparecen tanto mi padre como el escultor.

En aquella fecha, recuerdo que cuando llovía un poco más de lo normal tenían que ir a rescatar al guardia urbano que dirigía el tráfico en la por eso llamada esquina del guardia, por donde pasaba la carretera general. En esa época yo contaba con once años y solo podía acompañar a mi padre y aprender de él. Comencé en el oficio de cantería y marmolista bebiendo de los artesanos que trabajaron en el entonces llamado Mármoles Eduardo Beltrá Mira en la calle Los Pinos nº 7 del actual Petrer. Pude aprender a trabajar la piedra a mano, a martillo y cincel, y con el paso de los años se fueron incorporando maquinarias y herramientas nuevas como las de diamante, que hasta la fecha no existían, y grúas, pues se descargaban las piedras a mano y con corros de madera… era otra época. Pero desde el primer día me gustó el oficio y lo sigo desempeñando en la actualidad, con la satisfacción de haber recibido la empresa de mi padre, haberla mantenido y actualizado durante muchos años, aplicando lo que aprendí de mi padre, que es muy simple: no engañar a nadie, trabajar bien y cobrar lo que vale, y esta receta que me traspasaron realmente es efectiva, pues ustedes, nuestros clientes, así lo han sabido ver. Con mucho orgullo puedo decir que a pesar de la crisis actual y gracias a ustedes, no hemos parado de trabajar, y es más hemos invertido en tecnología y maquinaria para poderles ofrecer lo mejor en todos los ámbitos de aplicación tanto de la piedra natural, del mármol y granito, como de los nuevos materiales como Silestone, Quarela y cerámicos, para la realización de trabajos en construcción, bancadas de cocina y trabajos para el cementerio, tanto panteones como lápidas, pudiendo ofrecerles lo más nuevo como la fusión de los diseños personalizados en porcelana combinados con láser y granitos, que llevan el arte funerario un paso más allá. El mantenernos en vanguardia tecnológica también nos permite ofrecerles la mejor relación calidad precio.

Vamos a poder seguir sirviéndoles durante muchos años, pues el tercer relevo generacional, que está a mi lado desde hace años, mi hijo, en el que también se da la circunstancia de que sigue amando este oficio, ya se está haciendo cargo de la empresa. Con él el aporte de calidad es, a mi entender, inmenso, pues le unimos a que ha aprendido el oficio durante años a mi lado, del mismo modo que yo lo hice, pero con una base superior, tanto de preparación en estudios como en conocimiento de las herramientas de diseño y tecnológicas del siglo XXI, de modo que nuestros clientes pueden ver en realidad virtual, en ordenador, su trabajo antes de realizarlo, por lo que la satisfacción de la compra está asegurada. Fuimos Mármoles Eduardo Beltrá Mira, luego Mármoles Beltrá, y ahora y durante muchos años, somos y esperamos seguir siendo Mármoles Beltrá y Sanz, y seguimos estando a su disposición en el ahora llamado Petrer durante muchos años, como he dicho, cuarenta y siete años, a penas, un suspiro.

 Eduardo Beltrá Méndez

El Taller de arte religoso Julián del Olmo, 30 años de éxitos gracias a su calidad y trato

José Julián del Olmo con la imagen de la Virgen de la Soledad en 3D.

El Taller de arte religioso Julián del Olmo Lara es un referente a nivel nacional gracias a su esfuerzo y a la calidad de sus trabajos. Esta empresa se dedica a la restauración de arte religioso a todas las escalas: realizan trabajos para iglesias, capillas, retablos, andas procesionales, pintura sobre lienzo y tabla, escultura, dorados… Y, además, disponen de tecnología 3D gracias a la cual efectúan el escaneado de tallas y la reproducción o creación de nueva imaginería. A su vez cuentan con una tienda online en la que ofrecen una gran selección de sus artículos así como un catálogo de material litúrgico.

Su abanico de trabajo es tan amplio que su propietario, José Julián del Olmo, afirma que: “Si entras a una iglesia, de puertas para dentro, todo lo que se vea puede hacerlo o restaurarlo este taller”.

José Julián ha convertido su empresa familiar en uno de los mejores talleres nacionales de arte religioso, y ahora han expandido su alcance a nivel internacional. De hecho, hace unas semanas realizó su primer trabajo fuera de las fronteras españolas, una talla para la iglesia de Santa Eulalia de Mérida, en Borso de Grappa, Italia, y no será el último, pues ya negocian nuevos trabajos.

Este negocio familiar comenzó en 1975 de la mano de Julián del Olmo Lara, quien junto a su familia se trasladaron a Elda desde Ciudad Real para comenzar una nueva vida. Del Olmo Lara empezó a trabajar en este sector con tan solo 12 años, junto a un tío materno. Hace 31 años, ya en Elda, abrió su propio negocio, pero decidió ser pintor y escayolista de viviendas. Diez años después apostó por su pasión y, por ello, dio un giro a su empresa y comenzó a trabajar en el mundo religioso como pintor de iglesias. Gracias a su esfuerzo constante y a su talento, todo fue rodado y el taller comenzó a crecer.

Julián del Olmo junto a su hijo José Julián.

A los 67 años Julián del Olmo decidió retirarse, fue en 1994 y con tan solo 21 años su hijo heredó el negocio familiar. Pocos años después José Julián incluyó también la fabricación de retablos a su oferta. Ellos realizaban los diseños y una carpintería ajena los creaba. El negocio fue creciendo hasta que en 2006 se trasladó de la calle Fray Luis de Granada hasta la calle Contrafuerte, ampliando sus instalaciones para tener su propia carpintería. De esa forma cada talla o retablo se realiza por completo por el taller Julián del Olmo.

Gracias a la calidad de su trabajo, profesionalidad y buen trato, lleva a cabo proyectos para toda España. Actualmente trabaja en la imagen de Santiago Apóstol para el Seminario Mayor del monasterio San Martín, en Santiago de Compostela. En Elda están realizando 30 imágenes en miniatura de San Antón para la Mayordomía.

José Julián admite que el suyo es un trabajo sacrificado, pues debe pasar muchos días fuera de casa, recorriendo gran parte de la geografía española: “Hay días que me levanto a las 4:30 horas y tengo una reunión a las 9 horas en Jaén, a las 12 en Málaga y a las 17:30 horas en Almería, y llego a las 22:30 horas a casa”. A pesar de todo, no lo cambiaría por ningún otro empleo: “He mamado esto desde que tenía seis años, he crecido viendo a mi padre trabajar y es un orgullo seguir sus pasos, es lo que me gusta hacer, es un trabajo que engancha y es lo que quiero hacer durante el resto de mi vida”

 

Decoraciones Mari-Cristi, S.L. 56 años satisfaciendo a sus clientes con un trabajo de calidad

La cuarta generación de los carniceros Villaescusa.

El origen de Decoraciones Mari Cristi arranca cuando Juan José Castillo Navajas emigró a Francia para buscarse un porvernir. Allí aprendió el oficio de pintor en una gran empresa de pintura y decoración, hasta que en 1960 decidió crear su propia empresa y, a pesar de las dificultades que encontró por el hecho de ser emigrante, consiguió a base de trabajo y sacrificio convertirla en un negocio próspero.

No obstante, pese a su éxito empresarial, Castillo Navajas sentía la añoranza de regresar a su país, y en 1977 volvió a España junto a su esposa Isabel Sáez Égido y sus hijas y se instalaron en Elda y en la calle Gonzalo Sempere, número 5, abrieron una tienda dedicada a la venta de pintura, dirigida por su mujer, mientras que él comenzaba su nueva andadura en nuestra ciudad.

Con el paso de los años, la empresa se forjó un prestigio, gracias al trabajo bien hecho y la satisfacción de sus clientes. En 1996 su negocio cambió su denominación social y pasó a llamarse Decoraciones Mari-Cristi, S.L. Fue a partir de ese momento cuando la empresa experimentó un mayor crecimiento y amplió sus servicios, especializándose en la instalación de placas de yeso laminado (Pladur) y reformas de interiores, además de seguir con la pintura decorativa, colocacion de toda clase de papeles pintados y recubrimiento de fachadas.

Una vez que Juan José Castillo se jubiló en 2001, su yerno Pedro Pomares Segura tomó el relevo de la empresa. Por su parte, su hija Maribel Castillo asegura que "continuar con la empresa que con tanto esfuerzo y dedicación fundaron mis padres es un inmenso orgullo". Por ello, continuamos aplicando su principal lema: "Satisfacer al cliente con un trabajo de calidad".

Esta empresa familiar ofrece todo tipo de soluciones integrales a su vivienda, comercio, nave o local. Su dinámica consiste en recomendar las mejores soluciones en cada uno de los proyectos que llevan a cabo. Además, trabajan en colaboración con un equipo de excelentes profesionales, necesarios para realizar reformas integrales, así como trabajos ajenos a su actividad (electricidad, fontanería, carpintería, etcétera), quedan bajo la misma dirección de obra, garantizando así la coordinación, rapidez y calidad de los servicios a ejecutar.

La empresa se caracteriza por ofrecer la mayor profesionalidad siempre al servicio del cliente.

Carnicería Villaescusa es un negocio familiar regentado por la cuarta generación de una saga que comenzó en 1880

La familia Villaescusa-Gran en el año 1981.

La Carnicería Villaescusa, ubicada en el barrio de La Purísima, es un negocio familiar que ya va por la cuarta generación y que fue creado por Juan Villaescusa Navajas y su mujer Maruja Gran Maestre en 1961 en Elda. Juan Villaescusa nació en Alpera, tiene 88 años y viene de una familia que siempre tuvo negocio de carnicería desde 1880.

Este conocido carnicero llegó a Elda a la edad de veinte años y comenzó a trabajar en una antigua carnicería de Clemente, situada en la Plaza del Sagrado Corazón. Siendo muy joven se casó con Maruja Gran y juntos levantaron una pequeña empresa cárnica que cuenta con una clientela fiel desde sus comienzos.

Por su parte, Maruja Gran nació en Elda y vivió en la Casa Colorá hasta que se casó. Fue entonces cuando el matrimonio abrió su propio negocio en la calle Independencia, donde permaneció hasta 1974. Después se trasladaron a la calle Gonzalo Sempere, donde sigue ofreciendo el mejor servicio y el trato amable que les caracteriza. Posteriormente, en la década de 1980 la familia abrió un puesto en el Mercado Central de Elda y con el paso de los años inauguraron otro puesto más en mismo centro de abastos, que llevan varios de sus hijos.

De hecho, las carnicerías de la familia Villaescusa siguen en funcionamiento de la mano de sus seis hijos: Juan Antonio, Carlos Javier, Emilio José, José Luis, Francisco Javier y Luis Miguel, ya que Antonio Joaquín falleció hace casi tres años. Sus padres se jubilaron hace 23 años dejando que fuese la cuarta generación de la familia los encargados de llevar el negocio.

En Carnicerías Villaescusa son profesionales que se distinguen además porque todos sus productos son elaborados artesanalmente, desde los embutidos variados a albondigas, rellenos, pizzas y hamburguesas de pollo, ternera y de espinacas.

Sus especialidades, por las que mucha gente de toda la ciudad acude a sus establecimientos, son una carne de ternera es de gran calidad, procedente de Galicia; el cordero de la Sierra del Segura y el cerdo de Duroc, sirven a restaurantes, bares, además, disponen de un servicio a domicilio y reciben encargos de Sax, así como de numerosos cuartelillos de la ciudad para las fiestas de Moros y Cristianos.

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