La fiesta de la permanencia
La victoria del Eldense frente al Elche desató ayer una gran euforia, pues supuso el pase tan esperado de la permanencia. En la celebración, afición y equipo se fundieron para festejar la permanencia del CD Eldense en Segunda División. La fiesta comenzó con el pitido final del partido en el estadio Martínez Valero de Elche y concluyó en el Nuevo Pepico Amat pasadas las 23 horas.
La alegría se desató en el mismo estadio de Elche, donde el equipo no dudó en acercarse una vez más a la afición azulgrana situada en las gradas superiores, que esta vez se contaba por miles y no por cientos debido a la cercanía de ambos municipios y a la importancia del encuentro. Con euforia todos vitoreaban y se agradecían su esfuerzo mutuamente.
Ya una vez fuera del estadio, los jugadores se acercaron a la afición para firmar camisetas, hacerse fotos y agradecerles su apoyo y la afición les dio repetidamente la enhorabuena. Las sonrisas se plasmaban en todas las caras. Pero todo se hacía con rapidez, todos sabían que tenían una cita en el Nuevo Pepico Amat minutos después.
Entonces la población volvió a Elda en sus coches, y entraron a la ciudad pitando, con el himno a todo volumen y coreando cánticos, festejando la victoria. Otros muchos lo habían hecho tras ver el partido en sus hogares o locales de hostelería. En toda Elda se oyeron los pitidos de la celebración. La calle Heidelberg se llenó de aficionados que recibieron por todo lo alto al autobús del equipo.
Los jugadores se bajaron del mismo antes de entrar al aparcamiento del Nuevo Pepico Amat y juntos entraron al estadio festejando la victoria. Entonces los miembros del equipo y del club entraron al césped y la afición rodeó el campo para aplaudirles por su gesta, pues la gran mayoría de jugadores se han estrenado esta temporada en el fútbol profesional, y no lo han podido hacer de mejor forma.
Y los eldenses tienen claro lo que quieren: que Fernando Estévez se quede, pues coreaban “Fernando quédate” y demostraron su cariño al presidente del Eldense, Pascual Pérez, quien no dudó en dejar a equipo y afición entrar al campo para seguir la celebración.