Tres eldenses hacen trekking en el Himalaya
Paco Herrero Cuenca, Óscar Llamas Monteagudo y Patri Llamas Juan, tres eldenses felices al haber colmado una apasionante aventura montañera: “Teníamos un sueño… y lo hicimos realidad al realizar un trekking por el corazón del Himalaya en Nepal y llegar al campo base del Everest”, así relata Paco Herrero la aventura que han realizado por Asia del sur, entre la Índia y el Tíbet, zona muy conocida por sus templos y los montes del Himalaya, donde emerge magestuoso el icónico Everest, la montaña más alta del planeta con sus 8.848 metros de altitud.
El trekking (excursión para recorrer a pie largas distancias generalmente de alta montaña) es una actividad física para desconectar de los problemas cotidianos del día a día de la ciudad, caminando por escenarios naturales como son las montañas, ríos, cañones, bosques o selvas, sirviendo al mismo tiempo para descubrir algunas de las cimas más altas del mundo.
Herrero, portavoz de los montañeros, subraya: “Ilusión, ganas y energía nunca nos han faltado. Por eso, esta primavera, iniciamos la aventura”. Tras volar a Katmandú, capital de Nepal: “Cogimos un vuelo en avioneta, para espíritus fuertes, con destino a Lukla (ciudad al este de Nepal) donde iniciamos el trekking”.
Los expedicionarios caminaron 158 kilómetros ·en 14 días, ganando progresivamente altura y recorriendo “un paisaje fastinante de una belleza conmovedora jalonada de pequeñas aldeas, profundos valles surcados por ríos caudalosos que cruzamos sobre puentes colgantes, sendas que compartimos con pequeños rebaños de yaks (mamífero rumiante similar al bisonte) rodeado de las montañas más imponentes de la tierra”, afirma.
Una de las ascensiones que realizaron fue subir al Gokyo Ri de 5.357 metros: “Desde donde vimos los ochomiles como el Cho Oyu (8.201 metros), Everest (8.848 metros) Lothse (8.516 metros) y Makalu (8.463 metros. A continuación cruzamos el Cho La Pass (5.420 metros) para entrar en el valle del Khumbu, que nos llevó al campo base del Everest al que llegamos el 9 de abril. Subimos al Kala Patthar (5.545 metros) la Roca Negra para tener a esa mítica montaña frente a nosotros. Nos conmovimos con la belleza del Pumori (7.145 metros), la majestuosidad del Nuptse (7.864 metros) y la elegancia del Ama Dablam” (6.856 metros).
También conocieron “el pueblo Sherpa, acogedor, tranquilo, muy apegado a su tierra y a sus tradiciones, gente siempre sonriente y solidaria que confirma, una vez más, que la felicidad está en las pequeñas cosas, Hemos disfrutado mucho y nos hemos emocionado hasta las lágrimas, sintiendo una satisfacción íntima e inmensa por lograr nuestro objetivo y por pasear con orgullo el nombre de nuestra querida Elda”.
Paco Herrero remarca: “Nos hemos demostrado que, con ilusión, los sueños se pueden hacer realidad. El abrazo conjunto en el campo base quedará para el resto de nuestras vidas” Y expresa palabras y sentimientos de gratitud: “Gracias a nuestro guía Bijaya, profesional y solidario siempre, así como a los dos porteadores, nuestros verdaderos ángeles de la guarda, que nos ayudaron a hacer realidad nuestros sueños”. Herrero concluye dando las gracias “a nuestras familias y a todos los que, de una forma u otra, nos ayudaron a subir”.